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Superando los miedos por dark kirito

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Notas del fanfic:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Escrito en el móvil, errores son sin querer jajaja, muchas gracias por apoyo a Yayoi ya todos los que leen, los amo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ >////<

Bueno como ya saben, amo el JudAla, pero la verdad es que mi OTP, siempre ha sido a la inversa, me gusta mucho ver al pequeño Aladdin protegiendo a Judal jajaj, y bueno, en realidad siempre me ha gustado, pero está inspirado en el capítulo 304 jaajshajasjha. >///<

Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Escrito en el móvil, errores son sin querer jajaja, muchas gracias por apoyo a Yayoi ya todos los que leen, los amo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ >////<

Bueno como ya saben, amo el JudAla, pero la verdad es que mi OTP, siempre ha sido a la inversa, me gusta mucho ver al pequeño Aladdin protegiendo a Judal jajaj, y bueno, en realidad siempre me ha gustado, pero está inspirado en el capítulo 304 jaajshajasjha. >///<

Aladdin lleva un buen rato sentado en su escritorio leyendo algunos libros y haciendo anotaciones, como siempre muy entretenido mostrando la hermosa sonrisa que le caracteriza, de súbito tocan a su puerta, y se adentra al cuarto un joven de ojos rubí.

-¡Oh, que bueno ver que estas de visita Judal-kun!

-Pues estaba aburrido- se sienta en la cama del menor- ¿No tienes algo divertido que hacer?

El peli azul le mira pensativo mientras pone una pluma sobre sus labios de manera juguetona.

-Pues la verdad no, pero tengo libre el fin de semana ¿qué te parece ir a la playa?

-¿A-a la playa?- parecía dudoso.

-¿Hay algún problema?

La verdad es que al azabache no le gusta ir a ese lugar por una muy buena razón, odia el agua, pues cuando era pequeño tuvo un accidente, que si bien no pasó a mayores le ocasionó un trauma, decirle lo que ocurría era fácil, pero como siempre su orgullo pudo más.

-No.

-¿Seguro?

-¡Que si! ¡Deja de estar fastidiando!

El joven solo le sonrió de manera amable, sabe lo difícil que es su querido amigo, pero con el tiempo aprendió a tratarle, además este es amable, solo le cuesta demostrarlo, pero aún si no fuese el caso, le soportaría, pues irremediablemente se ha enamorado de el, podrá tener un carácter de los mil demonios, pero lo único que el ve, es a una persona frágil que debe ser protegida, por eso no puede apartarse de su lado.

-¡Enano!

-¡Lo siento! ¿Qué me decías?

-¿Qué rayos te pasa? ¡Hazme caso!

Sin duda el azabache es absorbente y caprichoso, quiere que le pongan atención todo el tiempo, pero eso también le hace ver muy lindo.

-Es que estoy un poco cansado, me la he pasado estudiando mucho estos días.

-Pareces ratón de biblioteca- expresó molesto.

Aunque no lo mencionara, estaba celoso de los libros a los que Aladdin ponía tanto interés, de por si no es que tenga un gusto especial por ellos, pues la lectura no es su gran afición, pero ahora siente que los odia, pues le roba tiempo con el, incluso algunas veces ha quitado algunos de estos de las manos del menor y los ha lanzado lejos, ahora tiene una mirada retadora que el joven entiende, por lo que guarda sus cosas, no quiere ver objetos volando por su cuarto.

-¿Qué te parece si jugamos videojuegos un rato?

Los ojos carmín del mayor brillaron con emoción, no le importaba en lo más mínimo jugar, pero tendría toda la atención del otro, estaría a su lado.

-Esta bien- fingió molestia- pero igual así vas a perder.

-No te lo voy a dejar tan fácil- sonrió.

Ah, si solo supiera el chico lo que esa sonrisa criminalmente bella provoca, las mejillas del mayor se tiñen de un leve tono rosado, pero se voltea antes de que sea perceptible, sin más se acercan a la consola para meter su juego favorito, o más bien el de Judal, de peleas, después de todo es un tanto sádico, estuvieron frente al aparato por horas, hasta que se dieron cuenta de que era tarde, por lo que el mayor se retiraba a su casa.

-¡Nos vemos el sábado Judal-kun!- gritaba el menor agitado su mano a modo de despedida desde la puerta de su hogar.

  -¡No soy idiota! ¡Me acuerdo!- y se fue.

Toda la noche el oji rubí tuvo pesadillas acerca de un accidente y que se ahogaba en el lugar, despertando sobresaltado un par de veces, pero se repetía una y otra vez que Aladdin estaría con el, todo saldría bien...

............................

El día tan esperado al menos para el peli azul llegó, una vez que bajaran del auto en el que los llevó el padre del mayor caminaron un poco, para después ir a los vestidores y ponerse los trajes de baño, al salir de estos, la mayoría de las personas en el lugar tiraban la baba, para empezar el azabache con ese hermoso y largo cabello, ojos rubí, piel suave, perfecta, tan blanca como la porcelana y un cuerpazo, por su parte Aladdin, con esos hermoso ojos azules, cabello brillante y sedoso, piel tersa, aterciopelada y un cuerpo de infarto, sin duda eran una incitación al pecado, y verlos juntos la perdición, pero ver no empobrece, así que decenas de ojos les miraban con atención, hasta que llegaron a un lugar donde no había una sola alma, el que se acercó primero al agua como era de esperar fue el menor, que metió su cuerpo hasta las rodillas y extendió su mano al otro para que se acercara, lo cual iba haciendo con normalidad hasta que el agua tocó sus pies, al sentirla todos los recuerdos de ese día le llegaron de golpe, por lo que se congelo en el lugar con una mirada de terror, en ese instante el peli azul corrió a el, y le tomo por los hombros, pero este se encontraba en shock, consiente de que el joven no saldría por su cuenta, le tomo entre sus brazos para sacarlo de ahí, no podía ir con el padre de este, pues una vez los hubo dejado se retiró, por lo que le cargó hasta una palmera cercana, y le recostó, después de un par de minutos reaccionó.

-¿Q-qué paso?- preguntó algo confundido.

-Eso quisiera saber, te asustaste.

-¡No lo hice!!!

El oji azul le tomó del rostro, y le miro preocupado.

-No tienes que decirme la razón si no quieres, pero al menos déjame ayudarte.

-No necesito ayuda.

-Todos tenemos algún miedo, incluso yo, no por eso debes sentir vergüenza.

El mayor le miró con curiosidad.

-¿A qué le temes?

-A las alturas.

-No lo sabía.

-¿Ves? Confío en ti, hazlo conmigo.

Se veía incómodo, pero algo en sus ojos le decía al peli azul que intentaba hacerlo, aún así, no le iba a presionar.

-A-al agua... hace años casi me ahogo...

-¿Qué te parece si intentamos entrar?- sonrió- prometo protegerte.

-¡No tienes porque obligarme!

-Lo sé, pero sospecho que quieres hacerlo.

El mayor se sonrojó, le sorprendió lo mucho que le conocía, es verdad, deseaba con toda su alma entrar al mar, recuerda que antes del accidente lo amaba, casi como si estuviera en su elemento, pero el miedo era más fuerte en el, sin embargo, Aladdin le entendía, y le tomó de la mano, caminaron por la playa un rato, para que el azabache se acostumbrara al aroma del mar, y sin que este lo notara, se acercaron a este, pero el mayor se sentía tan cómodo tomado de la mano de su amigo que ni cuenta se dio de ello, por lo menos hasta que el agua llegó hasta sus rodillas, pero era extraño, no estaba asustado, tal vez debido a la sonrisa del chico que le transmitia seguridad, y a la calidez que sentía en su mano, de manera casi inconsciente se lanzó al menor y le besó, este le miro sorprendido, al pensar que le rechazaría...el oji rubí corrió intentando huir, pero antes de salir del agua por completo, el menor le tomó de la muñeca y en un rápido movimiento, fue el quien le robo un beso, el mayor cerró los ojos pasando sus brazos por el cuello del joven, este por su parte le abrazo de manera tierna por la cintura, se besaban como si no existiera nada más en el mundo, solo ellos, poco a poco, el menor recostó al azabache en la arena, pero ya no besaba los labios de este, había bajado a su cuello, este solo se sonrojaba y suspiraba, permitiendo al peli azul todo cuanto quisiera hacerle, y claramente este quería más, pero de pronto una ola los empapó por completo, quitándoles toda la calentura del momento, no pudieron evitar reír ante tal interrupción, el azabache se sentó, mientras el oji azul estaba arrodillado.

-Eres un pervertido enano.

  -Supongo- río un poco- pero no puedo evitarlo si te amo tanto.

La franqueza tan brutal de su parte apenó al mayor que agachó la cabeza.

-Yo también- dijo con voz queda, pero fue escuchado.

En ese momento Aladdin se puso de pie y extendió una mano para ayudar a Judal a levantarse, este la tomó confiado, para nada esperó que el menor le atrajera hacia él y le robara nuevamente un beso, el cual fue por demás intenso, el azabache estaba que casi se asfixiaba, mientras el menor se encontraba en perfectas condiciones, por lo que no pudo evitar mirarlo con desconfianza.

-De verdad que eres un pervertido ¿hasta dónde piensas llegar?

-¿Por qué no lo averiguas?- susurro de manera tierna y sensual en el oído del mayor.

-Pues tendrás que esperar, porque en la playa no lo hago- dijo a modo de berrinche.

-Por ti espero lo que sea Judal-kun- sonrió con dulzura.

El resto del día se quedaron en la playa tomados de la mano, contemplaban juntos el atardecer, sin duda un bello espectáculo, pero para ninguno de los dos hay algo tan bello como la persona a su lado, nuevamente se dan un beso, esta vez uno muy tierno, el mayor se recuesta en las piernas de Aladdin.

-Consienteme enano.

-Toda la vida.

Tener a la persona que ama, es más que suficiente para el oji rubí, por eso, el temor que le tenía al mar ha quedado en el olvido, pues ahora su mente y corazón están llenos de un sentimiento más importante... Amor.

 

Notas finales:

Hasta la próxima y una vez más, gracias por leer¡¡¡¡¡ >///<


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