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Del amor al dolor por BigEastWarrior

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Notas del fanfic:

Continuación de "Del odio al amor"

Notas del capitulo:

Tengo que comenzar con: 

Fui al LOE México Awake! Por dios, los chicos son preciosos en persona ♥ ♥ y que decir del DaeJae, esos dos se aman. 

 

Cuando interactuan... ah, parecen estar en su propio mundo. 

 

PD: Chan no está gordo. DaeHyun tiene las manos ásperas, YoungJae tiene manos de princesa y todos los demás... tienen manos de hombre pero muy suaves. 

 

Sin más, a leer. Espero que les guste, dejen review y sobre todo, espero tener tiempo para seguir escribiendo. 

Las hojas de los árboles se estaban desprendiendo otra vez

Otoño.

Una estación lo suficientemente cálida como para deprimirlo, pero no lo suficiente como para hacerlo sentir menos solo.

El piso estaba teñido de un naranja deslavado y el cielo se notaba tan gris que en cualquier momento parecía que comenzaría a llorar con la fuerza suficiente para arrancar lo poco que quedaba en los árboles.  El muchacho tomó una última foto al lago y luego de revisar el resultado en la pequeña pantalla de su cámara,  decidió que era buena idea volver antes de que la lluvia le pescara. El Yoo YoungJae de 22 años no era menos enfermizo que el de 16.

Se dio la oportunidad de ver una vez más el paisaje y se sintió extrañamente vacío… estaba comenzando a temer que sus emociones se estuviesen esfumando de a poco.

-Vaya, señor fotógrafo reconocido. Creí que sólo fotografiaba grandes monumentos o artistas muy famosos ¿Qué hace aquí rebajándose a fotografiar un simple lago? – La voz de YongNam le hizo voltear. El menor alzó una ceja con diversión y sin prestarle mayor atención comenzó a caminar –No seas así, que ignores mis llamadas es una cosa, pero que me ignores a mí en persona… eso no está cool-

-Que vengas a Seúl sólo para joderme es lo que no está cool- Habló con calma, escuchando las pisadas del mayor detrás de él.

-¿Piensas que he venido sólo por ti? Oh Dios, ese ego. Vengo por algo realmente importante-

-Tus llamadas constantes a las 3 a.m me lo confirman ¿Estabas ebrio?- El chico con la cámara fotográfica atada al cuello se giró, deteniéndose para al fin encarar a su amigo.

Porque aunque no pareciera, YoungJae consideraba  a Bang YongNam su mejor amigo.

-La verdad- se cruzó de brazos –Sé que odias que te llamen en la madrugada, acababa de llegar al aeropuerto y decidí molestar-

-¿Ves? ¡Lo haces para joder!-

-Si quisiera joderte lo habría hecho desde Canadá aprovechando el cambio de horario. Estoy aquí por otro asunto- El mayor de ambos se acercó a un interesado YoungJae, el cual mantenía sus ojos bien atentos ante cualquier movimiento. El gemelo Bang sacó de su bolsillo un sobre.

-¿Qué es…? –Murmuró, tomando lo que le era ofrecido y en cuanto abrió lo que parecía una carta, el contenido le dejó boquiabierto.

-Te dije que venía para algo importante- La sonrisa del gemelo mayor se mantenía inmutable y antes de que pudiese decir algo más, YoungJae comenzó a reír.

-Nunca creí que te vería casado ¡Esto es impresionante! Guk con JunHong y tú con su hermana ¿Qué clase de pacto con satanás hiciste?- El menor tiró un pequeño golpe sobre el hombro del más alto y al final sólo se limitó a sonreír.

-Bueno… ¿Irás? –

-No me lo perdería por nada del mundo-   Fue la simple respuesta del menor, el cual no dejaba de sonreír debido a la mezcla de sorpresa y felicidad.

YongNam por alguna extraña razón había pasado a ser alguien realmente importante para él y eso le había creado una especie de empatía que con casi nadie más podía tener.

A YoungJae le pareció extraño que el mayor ya no sonriera

-Jae…- Ambos se miraron y entonces el menor suspiró, guardando el sobre en la bolsa de su pantalón, esperando lo que fuese que hiciera poner serio a su amigo tan de pronto. –Creo que te imaginarás la razón por la que decidí venir a Corea para casarme-

-Bueno, me imaginé que no vendrías sólo a entregarme la invitación… ¿Es cosa de trabajo? ¿Volverás a la disquera anterior?- Nuevamente contacto visual y al final un asentimiento.

-Ellos me ofrecieron un contrato mejor y… YongGuk me dijo que era buena idea así que ambos regresaremos-

-¿Lo ofrecieron a ambos?- YoungJae sabía que YongNam no era muy bueno explicando las cosas, así que debía rellenar huecos.

-De hecho, él firmará para sacar un disco, le ayudaré a producirlo-

-Joder ¿Por qué no comienzas las noticias por donde se debe?- Rió, rodando la mirada y creyó que el mayor seguiría su risa… pero no y eso lo puso alerta –Ya… ¿Exactamente qué pasa?-

-Un artista acaba de volver a Corea luego de haber estado haciendo su carrera artística en Estados Unidos por un año y quieren que YongGuk haga dueto con él en una canción para darle un poco de fama más rápido-

-¿Un artista famoso tanto en Estados Unidos como aquí?...- El gemelo asintió y un hoyo inmenso se abrió tanto en el estómago adverso como en su pecho; ahora comenzaba a comprender porque el otro chico estaba tan nervioso por decirle aquello.  –Sea lo que sea que hagas, YongNam, es trabajo y a mí no me incumbe- Desvió la mirada, comenzando a caminar rumbo a su casa; de pronto no tenía ánimos de hablar.

-Hey, espera… te llevo, necesitamos hablar- YoungJae continuó caminando, escondiendo las manos en los bolsillos y dejando que su cámara sólo colgara de su cuello. Escuchó los pasos del otro chico detrás de él y se giró, sintiendo sus ojos arder por las ganas que tenía de soltar un par de lágrimas.

-No, no quiero hablar de esto ni hoy ni nunca ¿Él irá a la boda?-

-No creo… Jae, justo de eso quiero que hablemos, quisiera que sepas que pase lo que pase… yo me interpondré para que nunca se topen de frente- Tomó el brazo adverso para que no huyera y YoungJae se quedó quieto, mudo, sin poder proferir ni una palabra; de pronto tenía tanto miedo. Asintió, desviando de nuevo la mirada y se soltó suavemente del agarre.

-No hablemos de esto. Mejor invítame una hamburguesa- Esbozó una rápida y fingida sonrisa y entonces YongNam supuso que antes de subir a su auto, debía pensar en una forma de hacer olvidar al menor el mal rato por el nombre que ni siquiera se había atrevido a mencionar.

 

-¿Podrías al menos mirarme?- La joven mujer sostenía un teléfono celular el cual sonaba insistentemente  y hacía que los nervios del chico con cabello plateado estuvieran casi a punto de explotar.

-Sólo dile que estoy ocupado con cualquier tontería. Una entrevista tal vez- El joven acomodaba su cabello frente a un espejo y notó como la muchacha bufaba desesperada tras él.

-No lo haré ¿Sabes lo pesada que se pone?-

-¿Acaso te he dicho que he comenzado a considerar conseguir una asistente menos quejumbrosa?- Le retó a través de su reflejo y la chica no tuvo más remedio que responder.

-Hola… ah no, soy su asistente… si… de nuevo- Dijo ella con voz cansada – Ha tenido mucho trabajo y lamenta no poder estar al pendiente de ti. Bueno, sí, lo sé, pero es a lo que te atienes al salir con una estrella ¿Sabes? – Ella miró al cantante por el espejo una vez más y este reía por lo bajo, haciendo una seña con su mano derecha dando a entender que colgara de una vez. –Sí, bueno creo que tengo que colgar, lo lamento señorita… eh… si, eso- Y colgó soltando un hondo suspiro –Joder, no se calla… ¿Por qué simplemente no terminas con ella? – se cruzó de brazos y entonces el chico se giró, subiéndose al tocador para sentarse en él y apoyar la espalda en el vidrio del espejo.

-Porque es tan buena en la cama que olvido hasta como me llamo por un rato- Dejó caer su cabeza un poco hacia atrás, sonriendo –A veces es bueno olvidar algunas cosas…-

-DaeHyun, comienzo a creer que en serio debes ir a un psicólogo. Nadie en su sano juicio puede aceptar estar en una relación con alguien a quien no ama- El chico alzó una ceja, borrando al instante su sonrisa y se bajó de un salto de donde se encontraba, pasando al lado de su asistente para luego abrir la puerta detrás de esta.

-Definitivamente, necesito una asistente nueva – y dicho aquello un portazo se hizo sonar.

-Al menos a tus padres si deberías atenderles el teléfono de vez en cuando…- La joven suspiró y se acercó al espejo para mirarse; a veces dudaba que ese chico quisiera a alguien más que a sí mismo.

-¿YongNam va a casarse? – La señora Yoo se sentó en la mesa, mirando sorprendida a su único hijo el cual devoraba un trozo de pizza sin prestarle mucha atención.

-Si… dentro de un mes o algo así-

-¿Tan rápido? ¿Hace cuánto está planeando la boda?-  

-Hace como mes y medio. Es un desesperado y su prometida lo es aún más- rodó la mirada, lamiendo restos de salsa de tomate de sus labios –Supongo que ya la conocerás algún día-. La mujer soltó un suspiro, intentando luego incorporarse aunque el recuerdo de algo hizo que regresara lentamente a su lugar.

Cierto, había un tema importante que tratar.

-Uhm.. Jae- Habló cuidadosamente –hoy en la mañana cuando estabas fuera… en las noticias –La mujer acarició sus propias manos, nerviosa- dijeron que DaeHyun volvió. Las fans lo grabaron en el aeropuerto y hubo mucho barullo…-

Las manos de YoungJae tomaron una servilleta y luego se limpió el rostro.

-¿Y?-

-Nada… me preguntaba si tú…-

-Pierde cuidado- Se levantó, tomando el resto de la pizza para guardarla en el frigorífico – No tengo intenciones de buscarlo, ni ganas tampoco. YongNam me dio la noticia hoy también y sinceramente tengo cosas mejores que hacer- Quiso decir más. De hecho le hubiese encantado gritar que no le importaba, que estaba harto de que todos siempre de alguna u otra manera le recordaran a DaeHyun. Que por esa misma jodida razón nunca veía la televisión… temía escuchar algo referente a su primo.

-Somos familia… al menos deberíamos llamarlo para saber si llegó con bien ¿No?- Las palabras de la mayor se quedaron atascadas en su garganta luego de que la mirada de YoungJae penetrara hasta lo más profundo de su ser; nunca antes le había mirado así.

-¿Tú quieres que tenga contacto con él?…- Una pequeña y sínica sonrisa se dibujó en sus labios -No juegues- bufó, intentando con todas sus fuerzas no lanzar una grosería hacia quien le dio la vida. Lo molesto se notaba no sólo en su mirada sino también en la forma en que sus manos se frotaban la una con la otra ansiosamente  -Saldré de nuevo- Tomó la cámara fotográfica. Sin esperar ni una sola palabra por parte de su madre salió del lugar y luego de que había cruzado la puerta, su cuerpo tembló por la frustración.

Entre cada paso que daba YoungJae más solo y estúpido se sentía… mientras tanto su madre sólo podía mirar sus manos, aguantando las lágrimas debido al error que sabía ya no podría enmendar. Porque Yoo YoungJae nunca  había vuelto a ser tan feliz como cuando Jung DaeHyun estuvo en su vida.

Acomodó mejor los lentes oscuros y el cubre bocas que llevaba; haber huido de su asistente y manager de esa manera seguro le traería problemas después y el que alguien lo reconociera en la calle sólo agravaría las cosas.

Miró hacia todos lados antes de cruzar la calle y en algún punto casi chocó con un par de adolescentes que corrían como si hubiesen hecho alguna travesura. Frunció el entrecejo y sonrió al encontrar una cafetería que le parecía bastante familiar; aún recordaba las veces que había asistido ahí con HimChan en sus días de preparatoria.

La sonrisa se borró de sus labios.

Un nombre se vino a su cabeza…  y entonces recordó cual era la razón de su escapada de ese día. Deseaba sentir la esencia de sus días felices en una vez más... los días en que él estaba en su vida.

Apenas recordaba cómo era la felicidad constante. Cerró los ojos e intentó captar algo de aquel sentimiento; los brazos de YoungJae alrededor de su cintura, sus manos temblorosas cuando pronunciaba un inocente “te amo”… quería amar otra vez, amar como lo había hecho con ese chiquillo porque aunque no recordaba cómo era el amor, si recordaba que era una sensación maravillosa y que le hacía sentir que todo tenía sentido.

Abrió los ojos, mirando fijamente el vidrio del establecimiento delante de él y justo en ese momento el vacío regresó a su cuerpo; imaginar que YoungJae seguía entre sus brazos era menos doloroso en un país donde sabía que el menor no estaba.

-¿Estará aquí?...- Cuestionó para sí mismo y decidió emprender su camino de vuelta a la empresa. Se estaba haciendo tarde y era mejor no seguir alargando su cruel destino. Dio un par de pasos y…

 

Ojos color chocolate…

 

Cabello castaño, labios pequeños y una cámara semi profesional colgando de su cuello con tanta gracia como sólo él sabía portar cualquier cosa.   

Guapo era poco, hermoso no le llegaba ni a la mitad… ¿Perfecto tal vez? Dios es que si hasta la forma en que caminaba lo hacía parecer un precioso ángel.

 

Se quedó sin aire y profirió la primera palabra que pudo.

 

-YoungJae….-

Notas finales:

WOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Hasta a mi me emocionó el final :,c ... adfasdfsadfsafd listo, por favor dejen review haciendome saber que opinan ♥ Nos vemos pronto. 


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