Mantenía los ojos cerrados dejando escapar un suspiro de sus labios como único sonido perceptible en la fría oficina.
Hey niña,
Abre las paredes, juega con tus muñecas.
Seremos una familia perfecta.
Los abrió nuevamente para observar aquella mirada que no lograba quitarse desde hacía un rato.
-¿Sucede algo, Reborn? – le preguntó al nombrado con un inquietante tono indiferente.
Cuando te vas,
Es cuando realmente jugamos.
Este solo que quedó analizándolo atentamente, dejando en claro la profundidad de sus ojos ónix los cuales buscaban en la mirada chocolate alguna clase de brillo. La que sea. Alguna muestra de alegría y de aquella dulce bondad cautivante que siempre transmitía desde niño.
Todo el mundo piensa que somos perfectos.
Por favor no dejes que vean a través de las cortinas.
Pero...
Ya no estaba.
-No. Nada.
¿Cómo había llegado a esa situación? Sus ojos se encontraban tan apagados, sin aquella característica llama que brindaba energía al que le rodeara.
C-A-S-A D-E M-U-Ñ-E-C-A-S
Ah, sí.
Veo cosas que nadie más ve.
Fue reemplazada por las malas sensaciones.
Fue consumida por las altas expectativas.
Fue privada de tener el lujo de las debilidades.
De su propia voluntad.
De la realidad.
Pero lo que nunca supo fue que siempre fue así.
Nunca se enteró.
Hey niña,
Mira a mi mamá, ella tiene todo bajo control.
¡Ja!
Estas cegada por sus joyas.
Ni siquiera se dio cuenta a pesar de notar claramente los indicios.
Cuando le das la espalda
Ella saca una botella
Y olvida sus infidelidades.
El comienzo de su indiferencia por mucho que lo pensó no fue aquel tutor espartano con apariencia de bebé. Fue trabajo de su padre.
Uh-oh, ella regresa al ático,
Plástico
Vuelve a ser de plástico
Aunque admitía que también llevaba algo de culpa al no hacer notar lo suficiente su odio y despreció hacia el hombre que desgraciadamente le dio la luz este siempre se esmeraba en ignorar sus quejas, sus reclamos, sus miradas de muerte en su dirección. Las ignoraba para tener una “familia feliz”.
Nadie nos escucha detrás de estas paredes brillantes.
Y Nana. La dulce y tierna Nana. Aquella amable e inocente mujer que hasta cierto punto llegaba a ser peligrosamente ignorante. Evitando la realidad. Siendo infeliz junto con aquella caprichosa sonrisa que se negaba a salir de sus labios, cumpliendo con el estereotipo de ama de casa a la perfección.
No los dejes ver lo que está pasando en la cocina.
A la llegada de Reborn sus ilusiones de que su inútil hijo dejara de ser tan torpe y perdedor parecían al fin cumplirse. Fue terrible su sorpresa al enterarse sin que estos mismos se lo dijeran que era ese bebé asesino parte del peligroso trabajo que formaba su queridísimo esposo. Hubo un momento que dudó. Su cabeza se detuvo por medio segundo para analizar la información y al final aceptar que aquel niño educara a su hijo. Porque Nana Sawada no era estúpida. Ella sabía que Iemitsu trabajaba en algo bastante peligroso y que quería involucrar a su hijo en ello.
Hey niña.
Pero lo ignoró.
Hey niña.
Ignoró las quejas de su hijo por el caprichoso deseo de cambiarlo. Lo quería pero no fue por eso que quería verlo progresar, fue por su egoísta corazón que solo quería ver a su pequeña familia junta.
Hey niña.
Una familia ideal.
Hey niña.
Una familia irrealmente perfecta.
Hey niña.
La aparición de la “familgia” de Tsuna en su casa solo provocó el resultado aparentemente deseado.
Hey niña,
Abre las paredes, juega con tus muñecas.
Seremos una familia perfecta.
Escuchando y dándoles más valor a las opiniones de los chicos que iban y asaltaban su casa con una amistosa sonrisa en los labios. Ignorar fue la especialidad de Nana todo ese tiempo. Las explosiones que resonaban por todo el barrio. Los quejidos y berrinches de Lambo en busca de la atención de Tsunayoshi, la desagradable protección de Gokudera a su estúpido e inútil hijo, la paciencia de Yamamoto, los gritos energizantes de Ryohei, los encantos de Mukuro que coqueteaba con el castaño o incluso a él aterrador Hibari Kyoya que se pasaba todas las noches alrededor de su casa patrullando el área cuando sabía que era por resguardar y vigilar sobre los demás vecindarios.
Hey, niña.
Lo odiaba.
Odiaba que se esforzaran tanto por un perdedor que ella tenía como hijo.
Sin que nadie se diera cuenta olvidaba a propósito que su hijo era una persona.
Un ser vivo.
Alguien con sentimientos.
Con sueños.
Con opiniones.
Con voluntad.
Para Nana, Tsunayoshi solo era una fea muñeca de trapo que no podía desechar.
Abre las paredes.
Solo lograba conformarse con una sonrisa en el rostro, guardándose el deseo de cambiar los lazos sanguíneos de Dame-Tsuna con alguno de sus asombrosos amigos.
Juega con tus muñecas
Llegó el satisfactorio momento donde Tsunayoshi logró graduarse para viajar hasta Sicilia, Italia y vivir en la mansión Vongola.
Aun así, Tsuna aún logra recordar aquella alegre sonrisa que brindó su madre a su persona cuando le anduvo despidiendo. Tan amablemente hipócrita.
Seremos una familia perfecta.
La llevó por tanto tiempo que su súper intuición Vongola no le aviso pues ya se había acostumbrado.
Cuando te vas.
Pero al fin había logrado alejarse de ella y su padre había sido mandado a otra base de operaciones en otro estado de Italia.
Todo era perfecto. Casi de maravilla.
O eso pensaba Tsuna.
Es cuando realmente jugamos.
Sus guardianes. Siempre llenos de tanta vitalidad.
Tan sonrientes.
Tan ciegos.
Y no me oyes cuando digo…
El Sawada no había notado como siempre que todos estaban juntos le ignoraban hasta el punto de comenzar sus peleas. No recibía ni una pisca de atención hasta que se ponía en “Modo jefe” donde todos se sentaban en sus lugares, esperando no provocarlo.
Esmerándose por no hacer enfurecer al líder de todo Vongola.
No a Tsunayoshi Sawada.
Pero fue aquel ataque que le hizo darse cuenta de su error.
De su ignorancia.
De que se encontraba tan ciego como sus “amigos”.
"Mamá, por favor despierta.”
Había sido una larga batalla aquella vez que Vongola cayó bajo ataque de otra familia de nombre ya olvidado pero lo más esencial de la pelea fue la escena en la que aquel Lambo de 15 años caía lentamente herido. Quién sabe si por una bala o un golpe pero cayó inconsciente a su encontró con el suelo.
“Papá esta con una zorra.”
Cuando al fin lograron derrotar al enemigo Lambo fue uno de los primeros en ser atendidos por las llamas del Sol de todos los aliados con dicho poder.
“Y tu hijo está fumando marihuana."
Al momento que sus ojos verdes se abrieron nuevamente lo primero que notó fue el delgado cuerpo de su “hermano mayor” saltándole encima mientras sollozaba y lloraba con ganas y alegría.
“¿Por qué lloras, Tsuna-nii?”
Fue lo primero que preguntó después de 4 meses de inconciencia.
Nadie nos escucha…
“Tsuna-nii no debe llorar.” Volvió a hablar y sintió como si le estuviera hablando a algún desconocido. “Tsuna-nii debe ser fuerte para que podamos ser fuertes. Como alguna clase de Batman sonriente”.
Detrás de estas paredes brillantes
“Juudaime es como un Dios” interrumpió Gokudera.
“Tsuna es como una figura de acción” comentó Takeshi.
“¡Tsuna es como una bola de energía EXTREMA!” apoyó sabiamente Ryohei.
“Tsunayoshi es un carnívoro” contradijo Hibari.
“Boss es el mejor líder” argumento Chrome.
“Tsuna es un ser admirable” murmuró Mukuro.
No los dejes ver lo que está pasando en la cocina.
Fue cuando descubrió las grandes expectativas que tenían sus guardianes por el jefe Vongola.
Lugares, lugares, a sus lugares.
Pero Sawada sabía que no lograba ser ni una pisca de lo que sus guardianes deseaban.
Pónganse sus ropas y hagan cara de muñeca.
Por más que se esforzara.
Por más que corriera.
Por más que hablara.
Por más que gritara.
Nunca fue escuchado.
Nunca tuvo la oportunidad de ser alguien.
Todo el mundo piensa que somos perfectos.
Él era solo una muñeca que se veía obligada a lucir perfecta.
Por favor no dejes que vean a través de las cortinas.
-¿Qué te ocurre? – se atrevió a preguntar el de patillas rizadas.
-Nada, Reborn.
-Dame-Tsuna. Dime la verdad.
-Ya he dicho que no es nada.
-Es mentira. Ya suéltalo.
-No ocurre nada.
-¡Dilo!
-¿¡Qué!?
-¡Dime porque te encuentras tan indiferente!
-¿¡Quieres que te diga!? ¡BIEN! ¡Por mí, perfecto! – le gritó iracundo. – ¡Estoy más que cansado de todo esto! ¡Estoy cansado de que nadie se fije en lo que pienso! ¡Que todos me oigan pero nadie me escuche! ¡Estoy cansado de ser la base de los demás! ¡De cargar la felicidad de todos sobre mis hombros! ¡Quiero dejar de ser alguien perfecto siempre!
Fotografía, fotografía, sonríe para la fotografía.
Estaba perdido…
-¡Quiero que dejen sus expectativas de mí!
Posa junto a tu hermano.
Estaba confundido…
-¡Quiero dejar de concentrarme en la felicidad de los demás para hacerme feliz!
¿No quieres ser una buena hermana?
Estaba…
Asustado…
Todo el mundo piensa que somos perfectos.
-Tsuna… – llamó.
Por favor no dejes que vean a través de las cortinas.
De improviso, el castaño fue atrapado por un par de grandes brazos los cuales le estrecharon con firmeza pero con l fuerza suficiente para no lastimarlo.
C-A-S-A D-E M-U-Ñ-E-C-A-S
-Reborn…
Escuchó como este suspiraba.
Como dándose fuerzas.
Pero eso era tonto.
Él era Reborn.
El mejor asesino del mundo…
-Ti amo.
Veo cosas que nadie más ve.
El menor de los Sawada abrió los ojos como platos ante la sorpresa y levantó la mirada.
Hey, niña.
Sus mejillas se volvieron rojas y sus labios se abrieron entre temblores intentando soltar palabra alguna.
Mira a mi mamá, ella tiene todo bajo control.
Luego de varios segundos logró crear una sonrisa nerviosa mientras intentaba ocultar las lágrimas de sus ojos vidriosos.
¡Ja!
Estas cegada por sus joyas.
-Yo tamb-
-No. – interrumpió. – Quiero escuchar la verdad.
Cuando le das la espalda.
Abrió los ojos con sorpresa nuevamente.
Ella saca una botella
Bajó la mirada dejando que su flequillo cubriera sus ojos.
Y olvida sus infidelidades.
Aquellos ojos que volvieron a brillar pero por el simple hecho de no poder aguantar por más tiempo las cristalinas lágrimas.
Uh-oh, ella regresa al ático
-Lo siento. – sollozó. – ¡Lo siento!
-Ya, ya. – consoló palmeando sus espalda. – Solo descárgate.
Plástico
-P-p-pero, Reborn.
-Solo llora, Dame-Tsuna.
Vuelve a ser de plástico.
Y así hizo Tsuna.
Lloró y lloró.
Por ser un cobarde.
Por no alcanzar las expectativas de sus seres queridos.
Porque sabía que Reborn se encontraba mucho peor de lo que aparentaba ante su rechazo.
Y le dolía.
Porque los amaba.
A todos.
Especialmente a él.
Al único que vio grandeza en él a pesar de ser un inútil.
Dolía lastimar a la persona que más quieres.
Y quien más te quiere.
Nadie nos escucha, detrás de estas paredes brillantes.
No los dejes ver lo que está pasando en la cocina.
Tal vez si no lo viera y amara como el padre que nunca tuvo. Que se dedicó a cuidarlo, a protegerlo, dispuesto a enseñarle por más veces que se equivocara.
Hey niña
O tal vez, si Reborn lo hubiera visto como un hijo, sin fijarse en sus bellas sonrisas, o en los celos que llevaba cuando alguien más se le acercaba de más, o evitar mirarlo por horas y horas pensando en lo majestuoso que era.
Hey niña
Y las lágrimas caían por sus dientes ya que no paraba de sonreír.
Hey niña
Ya no podía.
Hey niña
Porque ese era su trabajo.
Hey niña
Ser perfecto.
Hey niña,
Abre las paredes, juega con tus muñecas.
Seremos una familia perfecta.
Ser un muñeco.
Fin <3