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Estocolmo por DraNarOne

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Notas del fanfic:

Los personajes de Yu-Gi-Oh no me pertencen, son propiedad de Takahashi Kazuki, yo los uso por mera diversion.

Notas del capitulo:

Primero que nada, esta historia YO la escribi alla por el 2008 o 2009 no recuerdo y era SasuNaru (Hare que la olvides o asi se llamaba) pero por cuestiones de plagio =-= no le pude seguir, aso que despues de 7 o 6 años despues aqui la sigo pero ahora con este fandom (perdi TODO lo relacionado con la version SasuNaru) asi, que espero que disfruten...

Para que lo pregunten ¿Por que vaseshipping y no revolution? simple, Mana es la unica chica que me imagino con Atem ♥

La historia en si es Prideshipping, si no te gusta la pareja, lamentablemente te pido perdon pero yo si lo amo ;3;

Estocolmo

 

 

 

 

Capítulo 1 – El “porqué” del odio.

 

 

En Japón hay muchas preparatorias de lo mejor, inclusive algunas de ellas eran reconocidas por todo el mundo, y una en particular estaba en la Ciudad de Domino, en donde a sus habitantes se les podía conocer por el amor a los juegos, tales como electrónicos, como de mesa, aunque en esta ciudad, los últimos eran los más populares a pesar de estar en el siglo XXI en donde la tecnología pareciera querer dominar a todo el mundo, dicha tecnología también estaba desarrollándose para llevar a esos juegos de mesa a otro nivel, uno a donde no imaginaria que sucedería.

 

La preparatoria más prestigiada de Domino, salían todos los alumnos después de un largo y cansado día de clases, algunos ya tenían planes para verse con sus amigos o familias después de la última campanada de la escuela, otros en cambio no sabían que hacer e iban a sus casa o simplemente irían a dar un paseo como nómadas y después regresarían a sus respectivos hogares. Había pocos que estaban esperando a otras personas que salieran del edificio, ya sea porque un maestro pidió unos minutos para hablar a solas o porque hicieron algo malo, muchas cosas pudieron haber pasado.

 

Uno de los chicos que estaban esperando a alguien, tenía una linda piel clara, casi blanca, sin llegar al color de la leche o de un cadáver, no era muy alto, pero eso no dejaba que se quitara su atractivo, además que tenía dos cosas muy inusuales, la primera a simple vista, desde cualquier ángulo que lo mires, tenía un cabello tricolor en forma de estrella de color negro y rojo, además de unos mechones rubios que rodeaban su rostro y parte de cabello, natural aunque muchos no lo crean, y también poseía unos hermosos ojos carmesí que era la cereza del pastel.

 

Mutou Yami Atem, o simplemente Yami como le decían sus amigos y familiares, era un chico que podría ser rudo pero al mismo tiempo gentil y amable, estaba cursando el último año de preparatoria con diecisiete años ya, llegando casi a los dieciocho, el actualmente vive con su hermano menor Yugi, eran parecidos, casi gemelos, solo que a diferencia de Yami, Yugi tenía unos mechones rubios menos que su hermano mayor y poseía unos hermosos ojos amatista y su presencia daba una sensación de bondad y pureza que la mayoría de los chicos de su edad no tenían ya.

 

–     ¡Atem!

 

El grito de una estudiante saco a Yami fuera de sus pensamientos y del celular que tenía en su mano, mandando un mensaje a su abuelo que posiblemente llegaría tarde ese día, una joven rubia(1) de ojos verdes que se podían asemejar a una hermosa esmeralda se acercó corriendo y se aferró al joven tricolor, Mana Halakti, era del mismo año que Yami, solo que con la diferencia que estaba en otro salón, por esa razón se miraban mucho en el receso o si sus horas libres coincidían, se conocían desde la infancia, por eso no fue secreto cuando la escuela supo que eran novios.

 

Entre risas y reflexiones ambos jóvenes comenzaron a salir, por qué el retraso de Mana, lo cual, era posible el hecho de que hiciera una pequeña broma a un profesor y este a su vez la descubriera cayendo en la trampa de la rubia, lo cual fue llevada con el jefe de prefectos y así darle un castigo para evitar posibles tentaciones. Atem solo podía negar con la cabeza mientras mostraba una sonrisa en sus labios, a veces, Mana era tan espontanea que sacaba muchos temas de conversación, los cuales no le molestaba, al contrario, le encantaba mucho escucharla hablar.

                               

No muy lejos de ahí, a solo unos metros en donde la feliz pareja se alejaba entre conversación y risas, unos fríos ojos azules miraba la escena con furia y frustración, el joven que miraba, era alto, tez clara, con unos ya mencionados ojos azules y una mirada que no mostraba expresión, pero con sus ojos eran más que suficiente para saber que no le gustaba para nada la escena de la feliz pareja que Halakti y Mutou estaban dando como si se creyeran dueños del mundo, en primera porque no eran dueños de nada y en segunda, porque odiaba verlos juntos.

 

Kaiba Seto, era hijo de Kaiba Gozaburo, uno de los Yakuzas más importantes de Japón, a no ser qué fuera el más importante, los negocios de los Kaiba abarcaban muchas cosas, desde las drogas hasta trata de personas. A Seto le gustaba tener las cosas que él creía que eran suyas, iba al mismo curso y salón que Yami, por lo que lo conocía muy bien y la razón por lo que lo odiaba verlo con Mana y era porque ese chico lo había cautivado y lo hacía más interesante que no estuviera tras el como un admirador más del montón.

 

Cuando las dos personas que miraba se perdieron de la vista, subió a la limosina, dando la indicación a Isono, el chofer de irse directo a la mansión Kaiba, no entendía él porque Yami le ignoraba o simplemente no lo miraba más allá de cierto compañerismo y rivalidad, porque hasta eso, tenía un rival digno, tanto en inteligencia como en otras cosas no muy importantes que las chicas de su salón de clases hacían, unas tan idiotas como otras, imposibles y extrañas sin saber aun de dónde saca la paciencia para no callarlas a todas de una vez y para siempre.

 

Mientras que las calles de Domino pasaban por su ventana, en su mente estaba ideando un plan, estaba harto de ver a Yami con esa tal Mana, si las cosas seguían así, haría algo idiota en la escuela y el joven Mutou solo se alejaría de él y defendería a la zorra que hozo quitarle lo que era suyo, una vez que a Seto le gustaba algo, lo reclamaba como suyo y no sería la excepción, Yami no lo seria, en su mente seguía ideando, y una vez armando un plan que sabía que no podía fallar, soltó una cargada que podría ser la envidia del mismo Lucifer.

Notas finales:

(1) Mana en el manga es rubia



La historia posiblemente la actualice en una semana o dos, la universidad no me ayuda demasiado, pero al menos ya tengo el otro capitulo terminado, el tercero me falta una cosa y el cuarto me falta transcribirlo a la PC


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