Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Príncipe Feliz por muse darkkness

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

La historia de kuroko no basuke pertenece a Fujimaki Tadatoshi, yo solo lo uso para pasar el rato y escribir simpáticos shotes :D

Notas del capitulo:

uenoB... Bueno :) Vengo a compartir este fic aokise que empecé hace un año cuando leí por primera vez El príncipe feliz de Oscar Wilde, ya que es uno de mis autores favoritos junto con Hans Christian Andersen, así que esta historia está inspirada en ese cuento, he dicho inspirada no basada en ella, y la terminé ayer.

 

 Este es mi fic número 45 ¡Hurra! Y el cuarto Aoki <3

 

Espero que la disfruten ^..^

 

 

 

 

 

 

 

 

Mi Principe Feliz.

 

 

"La pobre Golondrina tenía frío, cada vez más frío, pero no quería abandonar al Príncipe: le amaba demasiado para hacerlo"

El príncipe feliz, Oscar Wilde.

 

 

El Príncipe Feliz, es una historia que mi mamá me contaba de pequeño. En ese tiempo no podía entender el porque mamá lloraba al llegar al final, cuando la golondrina muere pero antes de eso besa a quien ha amado dejando roto un simple corazón de plomo.

 

 

-Daiki, mi amor, mi deseo para ti es que seas tan feliz como el príncipe, pero que también sepas que existe la tristeza, mamá no estará mucho tiempo para protegerte, así que tienes que esperar y ser paciente. Tu también encontraras a tu golondrina.

 

 

Esa fue una de las últimas conversaciones que tuve con ella antes de que me dejara. Y después de tanto tiempo puedo recordarla perfectamente, como si me lo hubiera dicho esta mañana cuando me he levantado para ir a la escuela. Me pregunto ¿Cómo sería mi golondrina si es que llego a encontrarla?

 

 

...

 

 

El cotilleo de las chicas me ha despertado después de la aburrida clase de historia, como desearía seguir durmiendo para no seguir escuchando sobre el modelillo ese que se pasea muy ufano por el instituto, alborotando a las chicas que suelen ser muy escandalosas y que nunca se callan, como quisiera estar ya en el club de básquet, así podría distraerme un poco, ya que es la única cosa en la que soy completamente feliz, con Tetsu y todos los demás… con mis amigos.

 

 

Me levanto de mi lugar, nunca he sido muy paciente y esta no es la excepción, necesito un buen partido, sentir el sudor recorrer mi piel bronceada, dejar salir toda la energía y estrés acumulado seria bueno.

 

 

Mis pasos perezosos me dirigen hacia mi taquilla por mis tenis y ropa deportiva. Ahí es donde logro divisar una cabellera rubia como el sol… como el oro del cual estaba cubierto el Príncipe Feliz, me quedo anonadado, todo él es como de oro puro, pero sus ojos apagados me dicen que no es feliz, que necesita alguna motivación para seguir adelante. Es ahí donde he decidido ayudarlo, escondido a un lado de una taquilla maloliente y un despachador de bebidas, no es el lugar mas poético del mundo, pero la intención es lo que cuenta.

 

 

Tomo mis cosas de la taquilla y me dirijo hacia el gimnasio donde un duro entrenamiento me espera. Eso si, sin que mis pensamientos alejen a quien es la viva imagen de un príncipe infeliz, pero que siempre carga una sonrisa misteriosa que sirve para disimular, engañando como un maestro. Tan distraído estaba, que el balón resbaló de mis manos, yendo a aterrizar en una mata de cabellos dorados que brillaban con el sol de la tarde.

 

 

Sus ojos de sol se posaron sobre mi, enojados, siento como si este momento fuera predestinado por los dioses y escrito en el cielo por ángeles; nunca antes había pensado en el destino, seguramente esto es influencia de Satsuki y sus niñerías rosadas o de Midorima y su extraña fijación con la suerte. Sus manos toman con maestria el balón sucio para devolvérmelo, eso me da una idea al ver sus ojos tan alegres. Si es como pienso… él me seguirá con curiosidad.

 

 

No siento miedo cuando nuestros ojos se cruzan a través de la cancha de práctica del primer grupo, después de haber yo anotado un tanto, sintiendo su sonrisa misteriosa como un reto entre nosotros.

 

 

Sabia que había llegado después de tanto vagar, de estar perdida bastante tiempo; que su peregrinación había concluido. Que él era mi golondrina, pero todo cambia... Lo aprendí de la manera dolorosa.

 

 

...

 

 

El tiempo me había hecho saber que Kise Ryota era lo que estuve esperando desde que era un niño, lo que mi madre había anhelado para mi desde que nací. Que él y yo haríamos sacrificios que finalmente nos permitirían estar juntos, pero que primero nos separarían...

 

 

El príncipe feliz, en la historia, había entregado voluntariamente sus ojos, su cuerpo, todo lo que representaba felicidad en él a quienes amaba, a las personas que había visto sufrir desde su sitio y finalmente había entregado su corazón, que no era de joyas o rubíes que era de un simple pedazo de plomo, pero que alumbraba con el calor de mil soles, a una simple e indefensa golondrina que lo había cautivado y amado lo poco que les quedó de vida. Así como él, yo también entregué todo mi ser al deporte que amaba y que al final me alejó de lo que yo más anhelaba.

 

 

En ese tiempo sentía tanto miedo de lo que podría pasar en un futuro. El miedo es el enemigo mas temible y poderoso de todos, y yo tenia miedo de mi mismo.

 

 

Alejé a Tetsu, Satsuki y a los demás, especialmente a Kise. Yo ya no le podía dar esos uno a uno que tanto me rogaba, ya no podía verlo a los ojos siendo que yo al momento de conocerlo por primera vez hace años prometí ver esos ojos iluminados con la ilusión de la felicidad, felicidad que yo y mi actitud estábamos robando poco a poco después de haberla entregado.

 

 

Y ahora aquí estoy, perdiendo esa parte mía que le hizo daño a tantas personas. Perdiendo un partido de la Winter Cup contra Tetsu, recuperando esos gratos momentos que compartí con todos a quienes lastimé y que quise tanto.

 

 

Desde mi posición en el centro de la cancha y después del saludo protocolario a los vencedores, puedo divisar unos topacios que refulgen con fuerza... Y quien iba a pensarlo, felicidad al verme derrotado, no se está burlando, simplemente me sonríe con una calidez abrumadora; como si el chico que jugaba uno a uno y que siempre le ganaba hubiera regresado.

 

 

Le sonreí lentamente, él, Kise, Ryota... Mi preciado Ryota había sido príncipe y golondrina a la vez. Solo él era mi debilidad y mi fortaleza. Había sido el príncipe que me entregó todo y la golondrina que nunca se aparto de mi lado. Había podido llegar a un triste y solitario corazón de plomo, pero que al ver esa sonrisa y esos ojos podía sentir la calidez de mil soles.

 

 

Solo basta que el tiempo siga su curso, el pedir perdón por mis fallos y esta vez dar un beso antes de la llegada del invierno. Pero simplemente yo ahora no esperaría al tiempo, me adelantaría a él y actuaría como una vez debí de haber hecho, hace bastante tiempo.

 

 

Ninguno de los dos seríamos separados del otro y no volvería a dañarlo... Volvería a hacerlo feliz, es la nueva promesa que hago, aunque este siga siendo el lugar menos poético del mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

 

 

y bien eso es todo, les digo que llore al final del escrito porque me cayó crema protectora a los ojos :P

espero que les haya gustado

besos con conejos

Muse

<3

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).