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Noche de calurosa nieve. por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Los personajes de Kuroko no Basket pertenecen a su creador Tadatoshi Fujimaki.

Noche de calurosa nieve.

 

 

Sábado por la noche el viento helado propio de la estación, la nieve comenzaba a caer y dos jóvenes enamorados la observaban desde una cabaña ubicada en la parte norte de Alaska, un lugar desde el cual se puede apreciar la aurora boreal.

 

- Shin-chan te acuerdas que paso aquí el año pasado. Su sonrisa delataba lo feliz que se sentía al recordar esa ocasión.

 

- Lo recuerdo perfectamente bien Takao, aquel día tanto Miyaji como Otsubo me castigaron por tu culpa.

 

- Mi culpa, Tsunderima debo refrescarte la memoria, te pedí que fueras gentil y despacio porque era mi primera vez, en cambio alguien no se podía controlar y terminó por darme duro en la mesa que está allá. Apuntado con la mano el otro cuarto del lado derecho.

 

- El que me provoco fuiste tú, no dejabas de gritar por más y que fuera rápido. En su rostro  se mostraba lo vergonzoso que era recordar los acontecimientos de hace meses.

 

- Shin-chan bien pudiste detenerte e irte como casi siempre haces. Su voz delató por completo las ganas que tenía de llorar, desde aquel día en el cual anunciaron que eran pareja, todo el tiempo se iba en discusiones y disculpas.

 

- No me arrepiento de nada, aún con el regañó, disfrute cada momento contigo y sigo haciéndolo.

 

- Hablas enserio, Midorima Shintaro por tu bien esperó que no estés jug...

 

El suave contacto de sus labios rosados siendo presa de los contrarios, silenciaron por completo el lugar. - Solo de esta forma puedo conseguir callarte, ahora que lo pienso el diciembre pasado comenzó de la misma manera.

 

- Tienes razón, sino estás tan tsundere podemos revivirlo.

 

- Si mañana no puedes caminar, será porque así lo quisiste.

 

- Wow, espera, hablas enserio!?

 

- Ya estamos en la habitación, sólo unos pasos y llegamos a la cama. Cargándolo cual princesa,  besandolo con pasion y ternura, bajándole gentilmente sobre el colchón, entre besos desabrochó el cinturón junto con el pantalón del azabache, la playera también salió volando por la habitación, lo dejo únicamente con el bóxer puesto. - Tienes una piel muy suave te lo he dicho antes.

 

- Shin-chan no digas eso, es mentira. Su pecho subía y bajaba lentamente, era como si llevase el ritmo de un baile a la media noche, con el rostro sonrojado, los ojos platinados llenos de deseo, invitaba a continuar con la danza.

 

- Es verdad y como nadie más puede tenerla. Mordía cada parte del cuerpo de su pareja dejando una que otra marca visible en el. - Así sabrán que ya tienes a alguien a tu lado.

 

- No es justo, solo yo estoy siendo marcado. Con un hábil movimiento, intercambio las posiciones, ahora el tenía a su disposición al orgulloso de su amante, quitándole toda prenda de encima, disfrutando de la vista del bien trabajado cuerpo, besaba cada rincón de el, haciendo un caminito llego hasta la ingle lamiendo la punta jugando en ella con su lengua.

 

- Takao no lo hagas yo ...

 

- En ese caso hagamoslo ambos. Poniendo su ingle sobre el rostro del  mayor volvió a lo que estaba haciendo antes de ser interrumpido, metió todo el miembro succionando de manera pausada provocando una sensación de satisfacción en el otro. Por su parte el ojiverde no se quedó  atrás, primero lo masturbo con la boca despues uso su lengua simulando penetraciones en la cavidad anal del halcón  haciendolo gemir entre la felacion, al dejarlo húmedo metió un dedo dándole vueltas, un segundo dígito se unió a la dilatación del lugar abriéndose y cerrando en forma de tijera.

 

- Shin ... agh voy a ngh. 

 

- No pares, sigue.

 

Ambos continuaron hasta correrse para después otra ronda de placer, esta vez Takao tenía la cara sobre la almohada y Midorima sobre el penetrandolo con su miembro, cada estocada enviaba una corriente de satisfaccion por todo su cuerpo, cada terminal nerviosa era estimulada.

 

- Shin ... agh mgh quiero aaaah yo ngh.

 

- Te dare gusto por esta vez. Su voz era suave y seductora, besando la espalda del azabeche, salio de el con cuidado lo volteo, sus miradas se encontraron justo en ellos reflejaban todo el amor que se tienen, volvio a penetrarlo elevandole las piernas permitiendo que las embestidas fuesen mas profundas, llegando a su prostata haciendo que los gritos de placer fuesen mas sonoros, bastaron un par de estocadas mas, para que ambos llegasen al climax derramando su escensia uno dentro y el otro entre sus cuerpos, despues de unos minutos, hasta que regularizaron sus respiraciones, iniciaron otra ronda, esta vez con el ojos platinados arriba de su tsundere novio, así pasaron gran parte de la noche quedando ambos exhaustos pero felices.

 

- Lo bueno de esto es que no hay prácticas de basket y son vacaciones.

 

- Si podrás descansar, nadie me pondrá a dar cincuenta vueltas a la montaña y dormire en paz.

 

- Tienes razón,  este año es mejor que el anterior, mucho mejor he de reconocer.

 

- Ya duermete Takao o has ruido en otra parte.

 

- Otra vez eres Tsunderima hace un rato no te quejabas por que hablara.

 

- Es porque no decías palabras, ahora dejame dormir.

 

- Oh! Encontré una forma de cansarte y que además es una delicia para mi.

 

- Te vas a callar o te callo a la fuerza.

 

- Shin-chan tienes ganas de otra sesión de sexo, pensé que ya estabas cansado.

 

Muy a su pesar y sentir que los ojos se le cerraban solo,  junto energía para una vez más llevar a ambos al climax, logrando que el halcón quedase profundamente dormido y así el también iría al mundo de los sueños. Al salir el sol, como era costumbre uno despertó primero, preparó la bañera con agua caliente, regreso para despertar a su novio, no sin antes contemplar su semblante al dormir, con suaves movimientos logro que abriese los ojos, mostrando un brillo más fuerte que el astro rey.

 

- Buenos días Shin-chan, dormiste bien. Quizo sentarse pero un dolor punzante en la parte baja lo hizo cambiar de opinión.

 

- Buenos dias Takao, dormí bastante bien y como supuse no te puedes mover, te llevaré a la tina ya preparé el agua.

 

- Eres tan lindo y considerado. Con un beso de poquito como saludo, se dejó cargar para llegar al baño, lo caliente de este relajo sus  músculos lo necesario para poder moverse sin tropezar. - Como Shin-chan preparó el baño yo haré el desayuno ¿ Que te apetece comer ?. Jugaba con la espuma del shampoo en la cabeza de su pareja.

 

- Lo que quieras hacer esta bien y por favor detenté.

 

- No eres lindo cuando arrugas la frente, te harás viejo rápido, además no tiene nada de malo.

 

- Nunca me vas a escuchar cierto.

 

- Talvez, pero puedes verlo por otro lado no crees que ...

 

- Si tienes razón.

 

Apesar de lo fría que se encuentraba el agua, ellos seguían su sesión de mimos y caricias hasta que sintieron la necesidad de comer y además debian arreglar todo para recibir a sus familias, llegaron antes a apartar la cabaña pero siendo vacaciones y como es tradición pasar las fiestas en familia, solo tuvieron un par de días para disfrutar juntos, sin que nadie los molestara.

 

La primera en llegar fue la señora Midorima quien al notar el caminar del pelinegro de inmediato interrogó a su hijo para después darle un consejo al halcón sobre cómo quitar los chupetones en minutos, ambos jóvenes sentían el bochorno del momento y se volvió peor cuando el resto de los parientes vieron lo mismo por consiguiente las burlas, reproches más uno que otro insulto, hicieron de esa celebración la más divertida de todas.

 

- Shin-chan estas molesto por lo que dijeron.

 

- No es nada que no hallan dicho antes.

 

- Estas seguro, porque si quisieras podría animarte. Besando dulcemente su cuello mordiendo el lobulo de su oreja.

 

- Bakao aquí no, espera que estemos solos y ngh.

 

- No quiero  esperar, además servirá para que hablen con provecho.

 

La nieve caía estancándose en el marco de la ventana, pero ni eso logró detener la oleada de calor que dos cuerpos uniéndose, amándose, entregándose por completo expedían al hacer contacto, el rechinar de la cama junto a los gemidos y gritos al alcanzar el orgasmo, se escucharon por toda la pequeña cabaña. Seguramente al amanecer serían sermoneados sobre discreción y autocontrol, poco les importaba eso ya que en esos momentos lo que querían es permanecer juntos hasta el fin de los días.

Notas finales:

Gracias por leer, espero halla sido de su agrado 😘


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