Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La apuesta por ami4alice

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, primero que nada, KKM no me pertenece, le pertenece a su creador. Yo solo disfruto con sus personajes.

Este fic esta dedicado a mi amado Yuuri (Rol) por su cumpleaños. Espero te guste <3

Sin más espero lo disfruten.

Una apuesta. Una manera de retar a alguien a ver si es capaz de realizar una acción que se le ha propuesto. Demostrar a través de la obtención de un premio de que eres capaz de realizarlo. ¿Quién es el que gana al final? El que propone la apuesta o el que la acepta, todos dependerá de qué tipo de apuesta deseas tomar.

 

El cielo normalmente azul estaba ahora cubierto del mismo color del cabello del Maou. Negro, siendo iluminadas las calles por la luz de la luna quien estaba acompañada de la infinidad de estrellas. Era una noche perfecta para realizar una fiesta en pacto de sangre.

 

Yuuri Shibuya no sabía que era lo que le molestaba más en aquella fiesta. No sabía si era la gran iluminación, la comida extraña que se estaba ofreciendo o un hermoso rubio que estaba en la pared de enfrente rodeado de una gran cantidad de gente. En ese momento el moreno no se había percatado de que estaba mostrando sus dientes mientras gruñía levemente, aquella escena frente a él le molestaba grandemente.

 

-Heika. -Le llamo Conrad intentando tener su atención.

 

-¿Qué sucede? -Soltó de mala gana mientras se cruzaba de brazos. Conrad río levemente al ver ese comportamiento.

 

-Si tanto le molesta ¿Por qué no va a intervenir? -Pregunto con cierto deje de curiosidad sin dejar de sonreír.

 

-¡Estás loco! Si voy hasta allá ahora estaría admitiendo la derrota. -Comento en un suspiro volviendo a gruñir. Conrad suspiro con pesadez, solo cuando se trataba de su hermano menor Yuuri actuaba más orgulloso.

 

-Si usted lo dice, pero déjeme decirle que si las cosas siguen así no ganara Heika.

 

-¡No me lo recuerdes! -Dijo histérico frunciendo el ceño -Diablos, no sé quién me mando a retarlo a esa apuesta... -Murmuro frustrado.

 

Lo recordaba. Recordaba perfectamente la razón del por qué su prometido no se encontraba a su lado celándolo como siempre. Había sido completamente su culpa, ¿Quién le había mandado a hacer semejante estupidez? Estaba molesto, pero su molestia era más a si mismo que al rubio.

 

Todo había comenzado hace cuatro días atrás. Como acostumbraba estaba desfilando para su pueblo después de todo era la semana de festejos en Shin Makoku, todos tenían sus puestos listos para vender, las zonas para las danzas, entre otras cosas. En mitad del camino había decidido bajarse de su caballo de esa manera estaría más cerca de su pueblo. Como siempre Wolfram le había seguido molesto.

 

-¡Yuuri! ¿Por qué te has bajado del caballo? Un rey no puede realizar un desfile a pie. -Le indicó mientras caminaba también a su lado.

 

-¿De qué hablas? De esa manera no podré estar más cerca de mi pueblo. -Le indico de lo más tranquilo acercándose a la gente a saludarla directamente.

 

-¡Yuuri! -Soltó estresado el rubio.

 

-Vamos, vamos Wolfram, no es para tanto. -Indicó de lo más tranquilo. Antes de que Wolfram pudiera volverse a quejar se acercaron al moreno un grupo de mujeres jóvenes.

 

-Heika... -Llamo una de ellas con una sonrisa tomándole la mano -Es un gusto poder saludarle directamente. -Comento con una sonrisa pícara.

 

-Es cierto, es tan guapo como dicen los rumores. -Indicó otra mujer de las que rodeaba al moreno.

 

-No, no, para nada. -Soltó avergonzado el moreno, había pasado mucho desde que habló con una chica, en ese caso, varias.

 

-Eres tan gracioso. -Soltó una de ellas haciendo que rieran todas.

 

Aquellas risitas estaban molestando a un rubio que no estaba muy lejos del grupito. Odiaba a ese tipo de mujer fácil que quería obtener todo a punto de risitas, pero lo que más le molestaba de toda esa situación era ver el comportamiento de Yuuri. Riendo con aquellas mujerzuelas mientras se dejaba tocar casualmente, ahí estaba de nuevo, como siempre estaba teniendo un comportamiento infiel.

 

-¡Yuuri! -Soltó su nombre con evidente molestia mientras le tomaba de los hombros alejándolo de aquel grupo de arpías según él.

 

-¿Wolfram? -Comentó mirándolo fijamente, últimamente el rubio estaba siendo más agresivo con referente a mostrar sus celos.

 

-¡Deja de ser infiel Henakochi! -Grito enojado Wolfram. Las mujeres se asustaron por el repentino grito, aquello produjo que el moreno también se enojara.

 

-¡Wolfram! -Y el rubio se tensó al oír su nombre con carácter de parte del moreno -Has asustado a las damas. Ya hemos hablado de este tipo de comportamiento. -Comento en un suspiro llevando su mano al cabello.

 

-¡Pero...! -Iba a soltar su típico argumento, pero cuando vio la mirada del moreno entendió que no importaba cuanto se quejara no le iba hacer caso, como siempre -¡Has lo que te venga en gana!

Y sin agregar más nada se giró en sus talones para regresar a pacto de sangre, no iba a quedarse para observar como Yuuri le era infiel de lo más casual. Se subió a su caballo con clase y regreso al castillo sin decir más nada. El moreno suspiro al ver ese comportamiento, era lo normal de todos los días, ya luego buscaría la manera de contentarlo.

 

Dejó de hablar con las mujeres pues estas se marcharon a los pocos minutos de que se fuera el rubio. Continuó con su recorrido a pie de lo más tranquilo, teniendo una sonrisa en el rostro pues amaba que su pueblo lo tratara con tanto amor. Al poco tiempo Conrad se acercó a él.

 

-¿Dónde esta Wolfram? -Pregunto el castaño con una sonrisa, después de todo habían acordado que sería el rubio quien acompañaría al Maou en el recorrido.

 

-Debe estar ahora mismo tirando todo en la habitación. -Indico encogiéndose de hombros. El castaño suspiro, no por su hermano menor sino por el comportamiento de su compañero.

 

-Heika últimamente han peleado más seguido. -Indicó intentando que el moreno se diera cuenta.

 

-No tienes que preocuparte Conrad. Es lo usual, además es culpa de Wolfram, últimamente está más agresivo con los celos. -Dijo en un suspiro, comenzaba a molestarle ya tantos ataques de celos.

 

-Heika... -Soltó entendiendo un poco a su pequeño hermano.

 

-Y ya te he indicado que es Yuuri, tú me diste el nombre así que utilízalo. -Le indico antes de dejarlo para acercarse a un grupo de personas.

 

 La pelea entre el Maou y su prometido era algo de todos los días, no había ningún momento que no estuvieran discutiendo. Para todos los presentes en pacto de sangre no era raro verlos discutir por cualquier cosa y que normalmente el que empezara la pelea fuese Wolfram. Conrad al inicio había apoyado siempre a su Majestad, pero mientras más peleas veía, más notaba que el que tenía razón de enojarse era siempre Wolfram. Yuuri desde hace un tiempo atrás estaba siendo más coqueto con la demás gente, por eso el castaño entendía el enojo de su hermano menor.

 

El día llego a su fin y Wolfram no volvió a aparecerse en toda la celebración que se dio en el pueblo. Como siempre fue regañado por Gwendal por haberle dejado ir, pero para Yuuri ya era una costumbre dejar ir a un Wolfram molesto. Como siempre luego del evento que se daba e inicio de la pelea, el moreno iba hasta dos habitaciones más allá de la suya, tocaba la puerta esperando hasta obtener una respuesta.

 

-¿Wolfram? -Le llamaba con el típico tono de voz que buscaba ser perdonado. Se quedaba como costumbre unos minutos frente a aquella puerta sin ninguna respuesta. A los minutos del silencio se abría un poco aquella puerta.

 

-¿Qué quieres? -Preguntaba de mala gana mientras le veía desde una pequeña rejilla de la puerta, lo que acostumbraba abrir la puerta todas las veces. Yuuri solo podía ver un poco del cuerpo del rubio.

 

-Vamos Wolfram, no te enojes. Tu bien sabes que me es difícil dormir si tú no estás ahí. -La misma excusa que siempre le daba para que volviera a su habitación.

 

-¿Por qué no le pediste a una de tus tantas amigas que te acompañe? Parece que ellas estarían gustosas de acompañarte en tus aposentos. -Dijo con ironía en su molestia.

 

Iba a cerrar la puerta como siempre, la única diferencia entre las otras peleas era la duración en que el rubio matenía la puerta abierta. Yuuri suspiro antes de con su mano detener el cierre completo de la puerta, Wolfram intento cerrarla pero en el fondo no quería hacerlo por eso siempre terminaba ganando el moreno abriendo la puerta y entrando a aquella habitación cerrándola tras de sí.

 

-Vamos... -Comento con una pequeña sonrisa -Tu muy bien sabes que con el único que puedo dormir eres tú. -Ya hace tiempo que el moreno se había acostumbrado a tener a Wolfram en su cama, tanto era lo cómodo que se sentía que cuando no lo sentía a su lado no podía dormir.

 

-No sé, ¿Debería importarme? -Soltaba aun molesto dando pasos hacia atrás.

 

El típico tira y lanza que tenían todas las noches antes de dormir. Wolfram enojado siempre se iba a otra habitación mostrando con ese acto que no dormiría con Yuuri y este siempre lo buscaba a aquella habitación hasta acorralarlo, terminando ganando en aquel pequeño juego. Que para uno era diversión y para el otro era molestia.

 

Yuuri sabía que Wolfram jamás se podía negar a él y se aprovechaba de ese hecho. Cuando el rubio comenzó a caminar hacia atrás, el moreno siempre caminaba hacía el otro, terminando por acabar cuando Wolfram se quedaba sin salida. Normalmente en ese punto el moreno colocaba sus brazos a cada lado del rubio para que no tuviera escapatoria.

 

-Ya he dicho que no dormiré contigo. -Insistía el rubio mientras disimuladamente miraba a su alrededor buscando una salida.

 

-Y yo he dicho que no puedo dormir sin ti. -Comento sin quitar su sonrisa. Wolfram se preguntaba desde cuando el moreno se había vuelto tan atrevido -Si no quieres dormir en mi habitación entonces podemos dormir aquí. Debes entender una cosa Wolfram...

Se inclinó un poco cerca del oído del rubio, antes de decidirse a murmura. Sabía las reacciones que producía en el otro, pero eso no le evitaba aprovecharse de ellas. En ese instante el Maou aun desconocía las verdaderas razones de su comportamiento.

 

-No importa a donde decidas irte, siempre te buscare para que durmamos en la misma cama. -Le murmuro el moreno cerca del oído del rubio. Wolfram no pudo evitar estremecerse por la sensación en su oído.

 

-Eres un demonio. -Murmuro mientras sus mejillas las cubría un leve color carmesí.

 

-Corrección. Solo la mitad. -Indico con su media sonrisa.

 

Y la pelea terminaba de la misma manera, como de costumbre. Con un beso que evidentemente pedía el rubio y que Yuuri no se negaba a dar. Era la misma escena todos los días que se repetía como un disco rayado, la única diferencia era el motivo por el que empezaba la pelea.

 

Al acabar con su típica pelea se dirigían al baño donde tomaban una ducha juntos. Todos conocían, al igual que veían las escenas de las peleas entre Yuuri y Wolfram, lo que desconocían la mayoría era que en realidad su relación era más unida de lo que se veía. Al acabar se colocaban sus acostumbradas pijamas para acomodarse en aquella gran cama, Yuuri siempre agradecía que la mayoría de camas de las habitaciones fueran grandes o quizás solo era grande por ser la habitación original de Wolfram.

 

-Todavía no entiendo por qué te molestas tanto. -Comentaba mientras tenía posado su rostro en su mano la cual estaba afincada en la cama. Estaba mirando fijamente al rubio quien se encontraba sentado en la orilla.

 

-¡¿Eh?! ¿Tienes el descaro de tan siquiera preguntar? -Soltó mirándolo fijamente frunciendo levemente el ceño.

 

-Bueno, es que no entiendo tu molestia Wolfram. -Y se encogía levemente de hombros. Desde hace tiempo que el Maou se había vuelto bastante popular y el moreno no había dudado en aprovecharse de ese hecho.

 

Wolfram tomo una de las almohadas antes de fulminarlo con la mirada. Sin dudar llevo con fuerza la almohada al moreno quien atravesó el brazo para detener su ataque. Iba a lanzar un segundo ataque pero el moreno lo tomo con la guardia baja tomándolo del brazo y jalándolo hacia sí. Ahora se encontraba el rubio acostado en la cama mientras le miraba de mala manera, por su parte él sonreí sin moverse de encima del otro sosteniendo aun su brazo.

 

-¿De verdad? -Aunque soltó esa pregunta no buscaba una respuesta -¿Qué harías o que pensarías si yo hiciera lo mismo? Si me aprovechara de mis encantos para atraer a las personas a mí alrededor.

 

-No te atreverías. -Soltó con completa seguridad. Wolfram le enojo más pues sabía que el moreno tenía razón.

 

-¿Cómo estas tan seguro? -Comento con una pequeña sonrisa llena de enojo. El moreno rió mientras deslizaba su mano hasta la del rubio uniéndolas levemente mientras llevaba esta hasta sus labios antes de besarla con suavidad.

 

-Solo lo sé. -Contesto con seriedad. Yuuri desconocía el por qué estaba tan seguro, lo único que si sabía era cuanto le amaba Wolfram, por eso jamás se atrevería a provocarlo así ¿No es cierto?

 

-Hee... ¿Quieres apostar? -Pregunto sin quitar su sonrisa de enojo. A Wolfram le molestaba la seguridad que a veces le mostraba el moreno, como si diera por sentado las cosas.

 

-No creo que sea necesario, evidentemente yo ganaría. -Le contesto sin dejar su mano mirándolo fijamente.

 

-¿Tan seguro estas? -Pregunto teniendo como respuesta una asentida de cabeza -Entonces no te molestara tener esa apuesta conmigo ¿No es cierto?

 

-Por supuesto, para hacerlo más emocionante ¿Por qué no damos un premio al ganador? -Sugirió con completa seguridad, era evidente que ganaría.

 

-¿Un premio? -Soltó curioso sin dejar de verle llevando su mano libre hasta el cabello ajeno para pasarlo un poco por esa zona.

 

-Sí. Será para darle sazón al juego. El premio será... -E hizo una pausa pensativo mientras cerraba unos minutos los ojos, le gustaba el tacto del rubio en su cabello -¿Qué te parece si el ganador tiene el derecho de pedir algo que el perdedor debe cumplir sin importar lo que sea?

 

-Sigue hablando Henakochi. -Comento gustándole la idea que había dado como premio.

 

-Bien, entonces ese será el premio. -Dijo abriendo los ojos para encontrarse con aquellos hermosos orbes verdes que le veían fijamente -¿Algo más que agregar?

 

-Uhm... -Soltó pensativo -Creo que es mejor poner un límite.

 

-¿Un límite? ¿Cómo así?

 

-Bueno, un límite de tiempo y de personas. ¿Cuántos sugieres tu qué puedo hacer que me cortejen y en cuánto tiempo crees que lo logre?

 

-No creo que sea necesario.

 

-Vamos, debes poner un límite, si estas tan seguro que no ganaré no te importara poner un límite. -Comento encogiéndose de hombros.

 

-Está bien. -Dijo para pensárselo un poco -El límite de tiempo será hasta que acaben las festividades. -Lo cual terminaban en siete días más -Y el límite de personas es... ¿Cincuenta te parece?

 

-Está bien, acepto tus condiciones. Ahora pondré las mías. -Dijo mientras se levantaba un poco para acercarse al moreno, quedando a pocos centímetros del otro -No tienes ningún derecho a interrumpir. Si en algún momento interrumpes un cortejo entonces seré declarado victorioso de inmediato. ¿Entendido?

 

-Por supuesto. -Soltó al momento en que ambos sonreían. Terminaron cerrando aquella apuesta con beso, teniendo la seguridad de que serían el ganador.

 

De esa forma era que habían pasado los sucesos antes de vivir esa tortura. Habían pasado cuatro días de eso, pero eso no era lo importante, lo verdaderamente importante era el hecho de que en esos cuatro días ya llevaba más de la mitad de las personas que él mismo había indicado le debían cortejar. Solo quedaban tres días de tortura para el moreno, pero estaba llegando a pensar que no resistiría mucho.

 

-Heika. -Escucho ser llamado encontrándose con la mirada de Conrad quien no le había dejado de ver en todo ese rato.

 

-¿Qué? -Aún seguía con ese mal comportamiento aun siendo Conrad quien le hablaba.

 

Y ¿Quién no estaría molesto viendo a SU prometido andando de risitas con otros? Porque no solo eran mujeres las que lo habían cortejado, ¡También había hombres! Lo que producía más enojo en él.

 

-Heika, sino le gusta debería hablar con Wolfram para acabar con todo esto. -Dijo en un suspiro, desde que el rubio había empezado con la apuesta la mala actitud del moreno había comenzado a alejar a la gente, siendo Conrad y Gwendal quienes calmaban la situación.

 

-¿Y admitir la derrota? ¡Sobre mi cadáver! -Dijo alterado antes de irse refunfuñando dejando al castaño completamente solo. Este por su parte suspiro antes de ver a su hermano mayor acercarse.

 

-¿Y? ¿Lograste acabar con su mal comportamiento? -Pregunto el mayor con el ceño fruncido.

 

-Quisiera decir que sí, pero tristemente no. -Comento en un suspiro -Realmente que Heika no aprende. -Soltó de nuevo con otro suspiro.

 

-Ahh... -Un pesado suspiro se dejó salir de los labios de Gwendal -Gracias a todo esto no ha hecho su trabajo, esta mañana de nuevo a lanzado todos los papeles, si no fuese porque Gunter lo detuvo hubiésemos tenido otra silla y ventana rota. -Agrego volviendo a suspirar.

 

-¿De nuevo le llego una solicitud de compromiso para Wolfram? -Pregunto aunque ya se imaginaba la respuesta.

 

Desde la primera carta que había llegado a las manos del Maou solicitando a SU prometido como consorte habían provocado el humor de perros en el moreno. La primera carta solo provoco el desorden de los papeles, la segunda que tirara las sillas, la tercera que tirara violentamente las cosas, la cuarta que lanzara las sillas por la ventana y así sucesivamente iba.

 

Ya Gwendal estaba cansado de tener que pedir reparar el despacho del Maou, la agresividad que tomaba estaba empeorando con cada carta que llegaba, en una oportunidad hasta casi lanzaba a Gunter por la ventana. Todo eso le daba a entender al general lo mal que se estaba tomando todo ese asunto.

 

-Hay que terminar con todo esto. Hablaré con Wolfram sobre el asunto, tú intenta calmarlo y convencerlo. -Indico antes de irse en dirección al grupo que rodeaba a Wolfram.

 

-Es más fácil decirlo. -Comento en un suspiro, hace tres días que estaba intentando convencerlo sin lograrlo.

 

El general camino a paso seguro hasta donde estaba el rubio, al llegar los demás pudieron sentir con perfecta claridad el ambiente así que se excusaron retirándose, dejando solo a los dos hermanos. Gwendal miro a Wolfram antes de llevar su mano a su entre cejo.

 

-Wolfram...

 

-Si vienes a hablar sobre el asunto con Yuuri no lo acabaré. -Dijo con perfecta seguridad -El mismo se lo ha buscado.

 

-Eso está afectando su trabajo Wolfram, como soldado que protege a Heika no puedes permitirte afectar su trabajo. -Comento intentando calmarse.

 

-Como indique, él mismo se lo busco, si deseas que todo acabe convéncelo a él de que se rinda. -Dijo encogiéndose de hombros, esta vez Wolfram no daría su brazo a torcer.

 

-Wolfram...

 

-Como su madre indico una vez: Ojo por ojo, diente por diente. El provoco todo esto así que tiene que soportarlo a menos que admita la derrota. -Comento calmadamente. Wolfram siempre se dejaba someter por el moreno, esta vez no sería de esa forma, iba a ser más orgulloso de lo normal.

 

-¿Qué haré con ustedes dos? -Soltó con agonía el general antes de marcharse dejando al rubio completamente solo.

 

Wolfram entendía y sabía lo que toda esa apuesta estaba provocando, pero no iba a dar vuelta atrás, tenía que enseñarle una lección a su prometido. Tenía que entender que las cosas no siempre serían como él quisiera todo el tiempo. Wolfram jamás se dejaría someter y menos cuando sabía que él tenía toda la razón.

 

A los minutos de haber estado parado ahí decidió caminar fuera de aquel gran salón, ya estaba cansado de las luces y de la gente a su alrededor, le molestaba las grandes multitudes. Camino hasta una de las puertas que daban al patio saliendo a través de ella viendo el cielo estrellado que había sobre él.

 

Camino por los caminos del jardín mirando todo el tiempo hacía el cielo, era un bonito paisaje. En ese instante pensó en el moreno, que la escena sería perfecta si estuviera a su lado, pero al darse cuenta de su pensamiento agito su cabeza, no podía doblegarse a esas alturas.

 

-El mismo se lo busco, se lo merece. -Murmuro para sí mismo intentando convencerse. Llevo una de sus manos a su pecho, de verdad quería estar con Yuuri, desde hace días no tenían ningún tipo de contacto, lo cual era raro ya que siempre tenían alguno, aunque fuese pequeño.

 

Detuvo de golpe su caminata cuando escucho voces a lo lejos, se ocultó un poco para poder averiguar quiénes eran, al momento de mirar los dueños de las voces descubrió que era su hija y Yuuri. Estaban sentados en una pequeña banca cerca a las flores, parecían tener una entretenida conversación.

 

-¿Todavía no has arreglado las cosas con Wolfram? -Pregunto la pequeña en un suspiro -¿Cuál es el motivo de la pelea? -Pregunto acostumbrada a esas escenas.

 

-No, no es una pelea Greta. Es una apuesta, una endemoniada apuesta. -Comento no pudiendo evitar mostrar su enojo. La pequeña rió al ver ese comportamiento.

 

-Yuuri, deberías hacer las paces con Wolfram. -Indico con una pequeña sonrisa.

 

-No. -Dijo con seguridad -No mostraré que todo esto me enoja más de lo que pensé. ¡Sobre mi cadáver le muestro eso a Wolfram! -Indico cruzándose los brazos.

 

-Yuuri... -Soltó haciendo una pausa para hacer que le mirara -¿No has tocado a Wolfram verdad? -Y tanto el moreno como el rubio que escuchaba a escondidas se sonrojaron al ser descubiertos por su pequeña hija.

 

-¿D-de qué estás hablando Greta? -Indico nervioso mirando a otro lado. La pequeña le miró fijamente con seriedad.

 

-¡Por supuesto que me daré cuenta! -Soltó mientras se paraba en la banca para quedar a la misma altura del moreno, teniendo su mano en el pecho -¡Soy su hija después de todo!

 

-De verdad que no podemos ocultarte nada. -Indico en un suspiro antes de acariciar sus cabellos.

 

-No, no pueden. -Dijo entre risas -Greta siempre nota los toques casuales que se dan. Recuerdo el de la vez que estábamos en el pueblo y tomaste su mano levemente dándole leves golpecitos con tus dedos. Otra vez fue cuando estábamos de campo con todos en el castillo, mientras estabas sentado te inclinaste un poco para unir sus hombros y la otra...

 

-Es suficiente Greta. -Comento con una mano en su rostro completamente avergonzado, no sabía que todas las veces su hija lo había notado.

 

No lo podía evitar, ninguno de los dos podía evitarlo, cuando no era Yuuri quien iniciaba el contacto era Wolfram. Ambos se habían mantenido con esos toqueteos casuales, lo chistoso de todo el asunto era que en realidad solo Greta quien los miraba todo el tiempo se había dado cuenta, eran bastante buenos disimulando sus contactos.

 

-Por eso deberías acabar con todo esto Yuuri. -Dijo con una sonrisa -Además Cherry-sama ha dicho que sufrir de síndrome  de abstinencia no es bueno para el cuerpo.

 

-¡¿Qué?! -Soltó alterado mirando a su hija, esa era cosas que no debía saber alguien tan pequeño -Greta es mejor que no recuerdes ese tipo de cosas.

 

-¿Por qué? Además solo lo he dicho porque todos los síntomas que ella indico que tenían esas personas las demuestras tú Yuuri. -Indico de lo más inocente.

 

-No tienes que ser tan cruel conmigo Greta. -Comento en un suspiro.

 

-¿Eh? -Soltó sin entender -Lo importante es que hagas las paces con Wolfram, si continúan así no podrán tener su contacto casual. -Dijo entre risas antes de saltar de la banca al piso.

 

-Es más fácil decirlo que hacerlo. -Comento en un suspiro.

 

-Yuuri siempre ha dicho que todo se puede hacer mientras tengas determinación, así que no tienes excusas. -Dijo aun riendo caminando en dirección al gran salón -Será mejor que hagan las paces, ¿No es cierto Wolfram? -Comento con una pequeña risa traviesa cuando se detuvo a un lado de donde estaba oculto el rubio.

 

En ese punto ambos entendieron que no le podían ocultar nada a su hija. De verdad que con el tiempo su pequeña y adorable hija se había vuelto bastante perspicaz. Después de decir aquello Greta volvió a reír antes de marcharse del lugar, tenía que dejar a sus padres solos. Al estar solos ambos cruzaron unas cuantas veces miradas, no fue sino hasta la quinta vez que Wolfram decidió ir a donde estaba Yuuri. Se sentó a su lado en completo silencio.

 

Duraron así un largo rato, parecía que ambos se debatían en si debían ser el primero en hablar, ambos eran orgullosos al fin y al cabo. Aunque las personas tengan un gran orgullo jamás pueden ocultar la necesidad que grita el cuerpo y ese era el caso de ambos. En algún punto mientras estaban en sus pensamientos divagando sus cuerpos decidieron por su cuenta.

 

Cuando vinieron a darse cuenta ya llevaban rato tomados de la manos, ninguno se había dado cuenta pues era tan normal para ellos que realmente no le molestaba. Esa comodidad había sido provocada por aquellos toqueteos casuales que siempre se daban. Se miraron un instante antes de al fin cruzar palabras.

 

-Me molesta. -El primero en hablar fue el moreno -Me molesta que esa gente se te pegue como mosca. -Y como respuesta obtuvo una risa de parte del otro, produciendo que se enojara más.

 

-¿Te molesta? -Pregunto aunque ya sabía la respuesta. Lentamente se deslizo en dirección al moreno teniendo una pequeña sonrisa -Así me sentía yo todas esas veces. -Señaló.

 

-¿Era tan molesto? -Soltó alterado, ahora entendía por qué se molestaba tanto -Realmente quise acercarse a todos ellos y cortarle cada parte de su cuerpo que te hallan osado tocar. -Señaló mientras se le nublaba la vista. Si no fuese porque tenía autocontrol ya se hubiese convertido en asesino.

 

-¿Ahora entiendes como me sentía? El por qué indicaba siempre que las quemaría a todas luego de cortarte en pedacitos. -Dijo completamente en serio o así lo había entendido Yuuri.

 

-Lamento haber tenido ese tipo de comportamiento, pensaré mejor antes de actuar así. -Dijo en un suspiro admitiendo la derrota. Wolfram sonrió al verse victorioso.

 

-Eso espero. Si lo vuelves a hacer entonces yo haré lo mismo. -Dijo con una pequeña sonrisa, no lo iba a hacer en realidad solo lo estaba provocando.

 

-¡Ni lo sueñes! -Soltó evidentemente en desacuerdo -No permitiré que vuelvas a hacer algo como eso. Recibo otra carta solicitando tu mano en matrimonio y realmente no sé qué haré. -Dijo hablando bastante enserio.

 

-Prometeré no volverlo a hacer si tú tampoco lo haces. -Indico mirando al moreno quien asintió levemente antes de acercarse a besarle, beso que Wolfram no dudo en corresponder.

 

-Qué sea verdad, mira que no se de lo que sería capaz de hacer. -Indico notándose lo enserio que iba con sus palabas.

 

-Por supuesto. Ahora... -Hizo una pausa mientras se inclinaba levemente -¿Qué debería pedir como recompensa? -Pregunto de manera pícara.

 

-¿Eh? -Soltó, cayendo en cuenta minutos después -¡Eso es trampa!

 

-No, no, yo gané justamente. -indico sin quitar su sonrisa -Así que me debes un premio ¿Qué debería pedir? -Pregunto de nuevo.

 

-Por favor no seas tan duro conmigo. -Dijo en un suspiro resignado antes de sentir como el otro se le acercaba para pedir otro beso el cual no dudo en darle.

 

Al finalizar ese beso ambos se levantaron de aquella banca comenzando a caminar de regreso y no de regreso a la fiesta exactamente. Al final aquella fiesta de celebración termino sin que ni el Maou y su prometido volvieran a aparecer. Los residente en pacto de sangre se imaginaban que había pasado, pero para los demás solo se habían ido por malestar, así había preferido Gwenda que quedara a ojos de los ciudadanos.

 

 

 

A la mañana siguiente como de costumbre Conrad iba de camino a la habitación de los dos jóvenes. Esta vez la fiesta de celebración se daría en dos lugares diferentes, así que se había acordado que en una de las dos Wolfram iría en representación del Maou, después de todo no podía ir a ambos lugares, no quedaban en la misma dirección.

 

Al llegar frente a la puerta toco dos veces sin tener respuesta a lo que se tomó el atrevimiento de entrar luego de señalar que lo estaba haciendo. Al abrir camino hasta el final la cama del Maou la cual no estaba muy ordenada que se dijera y no exactamente por la mala manera de dormir de Wolfram. Al encontrarse en ese lugar pudo ver como el moreno estaba sentado con pereza mientras se rascaba la cabeza, al parecer se acaba de despertar.

 

-Qué bueno que haya hecho las paces con mi hermano Heika. -Comento con su típica sonrisa viendo perfectamente como lo poco que podía ver no tenía ropa.

 

-¿Eh? -Soltó aun medio somnoliento, pero a los minutos se dio cuenta de lo sucedido -¡Ah! ¡No es lo que piensas! -Comento evidentemente avergonzado.

 

-No tiene ningún problema Heika, mantendré el secreto de Gwendal, ahora tenemos que despertar a Wolfram para...

 

-¡¡AH!! -Grito antes de tirarle una sábana encima al castaño. Lo había hecho por una simple razón, no quería que viera a Wolfram desnudo que por el grito comenzaba a despertar.

 

-¿Por qué gritas Yuuri? -Pregunto mientras se movía un poco quitándose lo poco que le tapaba. Yuuri evidentemente se sonrojo al ver tal hermosa escena desde la mañana.

 

-¡Tienes prohibido quitarte la sabana! -Grito dirigiéndose a Conrad antes de ir ha donde estaba sentado el rubio.

 

-¿Eh? ¿De qué estás hablando Yuuri? -Pregunto Wolfram antes de girarse a ver que no estaban solos, soltó un quejido al darse cuenta.

 

-No puedes quitarte la sabana hasta que yo te lo diga ¿Entendido? -Soltó a Conrad cuando estuvo cerca de Wolfram -Y tú y yo nos vamos a vestir ahora. -Indico antes de tomarlo entre sus brazos para salir rápidamente al baño.

 

-¿Qué...? ¡Espera! ¡Yo puedo ir solo al baño! -Grito el rubio mientras era llevado al baño.

 

Conrad quien había estado en silencio todo ese rato y con la sabana había tenido una sonrisa en su rostro, no sabía que Yuuri era tan renuente a que viera a Wolfram desnudo, era mejor no decirle que cuando Wolfram era un niño se bañaban juntos. A los minutos de oír en el baño las voces de los otros dos decidió quitarse la sabana para doblarla mientras acomodaba un poco aquel desastre de cama.

 

Al estar completamente listo salieron los dos junto a Conrad, tenían que viajar así que era realmente temprano, por eso Wolfram bostezaba con pereza. Al llegar a la entrada estaban ya listos los dos carruajes que irían a los dos lugares, junto a las personas que viajarían con cada quien.

 

-Bueno Heika, este será el carruaje que nos llevara a nosotros cuatro. El otro llevara a Wolfram que será escoltado por su guardia. -Indico el general.

 

-Buenos días Heikaa. -Soltó alegre Gunter mientras se le lanzaba encima al moreno, pero este lo esquivo, cosa que sorprendió a todos los presentes además de Gunter.

 

-Heikaaaaaa. -Soltó entre sollozos Gunter. Por su parte Wolfram sonrió levemente.

 

-Bien, creo entonces que me iré. -Señalo el rubio subiendo a su carruaje -Nos vemos después Yuuri.

 

-Sí. -Soltó con una pequeña sonrisa.

 

-Nosotros también deberíamos irnos Heika. -Señaló Gwendal, quien subió al carruaje arrastrando a Gunter.

 

-Está bien. -Dijo mientras tenía a la espalda a Conrad.

 

Entonces le vino una idea. En ese momento al castaño le llego una idea, sería una pequeña venganza por lanzarle una sábana sin decirle, aunque realmente no estaba molesto, solo quería dar un pequeño empujoncito a su hermano menor. Se inclinó hacía Yuuri antes de que comenzara a caminar al otro carruaje.

 

-Heika. -Le llamo a lo que tuvo su atención -¿Lord Frederick no fue uno de los pretendientes de Wolfram? Creo que también asistiría Lady Rosio, Lord Harrizon y Lady Sofia... -Soltó mientras comenzaba a caminar disimulando la provocación que había lanzado. Todos esos habían mandado una carta pidiendo la mano de Wolfram.

 

-¡¿QUÉ?! -Soltó para girarse en sus talones y gritar que detuvieran el carruaje donde iba Wofram, el cual se detuvo de golpe pues ya había comenzado a andar.

 

-¿Qué es lo que pasa ahora? -Pregunto Wolfram mientras se asomaba para ver a un Yuuri molesto abriendo la puerta del carruaje ignorando las quejas de Gunter y Gwendal.

 

-¡Sobre mi cadáver te dejaré ir solo! -Indico con evidente enojo mientras entraba al carruaje -¡No te lanzaré al enemigo tan fácil! ¿¡Entendido!? -Dijo en tono alto mirando a Wolfram quien paso del asombro a una sonrisa.

 

-Si así lo quieres... -Fue lo único que dijo antes de que el moreno indicara que se pusiera a andar el carruaje. Sin prestarle atención a los otros dos se marchó con Wolfram en aquel carruaje.

 

Gwendal suspiro al ver como se alejaba el otro carruaje con Wolfram y Yuuri en él. Miró fulminante al castaño antes de volver a suspirar, ya se imaginaba que todo eso lo había provocado Conrad, pero a esas alturas ya no importaba realmente. Empujo a los adentro a Gunter para indicarle al otro que se subiera, si seguían ahí iban a llegar tarde.

 

-¿No estas molesto? -Tuvo curiosidad Conrad a lo que pregunto.

 

-A estas alturas creo que es muy tarde para preguntar. Iremos nosotros al otro reino en su nombre. Además, eso ayudara a acabar con todo el problema. -Indico sabiendo que el Maou seguro le gritaría a todos que su hermano menor era solo suyo.

 

En otra parte, específicamente en el otro carruaje, iba refunfuñando un moreno mientras que un rubio solo iba riendo levemente. Yuuri por decisión propia había decidido acompañar a Wolfram. Con aquello que le había señalado Conrad no podía permitirse dejarlo ir solo, lo estaba lanzando al enemigo en bandeja de plata, ¡Nunca lo iba a permitir!

 

-Ahora que recuerdo no he pedido nada aún. -Soltó pensativo Wolfram sin quitar su sonrisa de los labios.

 

-¿Qué será lo que desea su excelencia? -Dijo de manera pícara el moreno dejando de lado el enojo.

 

-Uhm... Buena pregunta. -Dijo pensativo -¡Ah! ¡Ya sé! -Soltó con alegría antes de inclinarse al moreno y así susurrarle en el oído. El otro solo se sonrojo levemente refunfuñando.

 

-Eres un demonio. -Murmuro mirándolo fijamente.

 

-Soy tu demonio, no lo olvides, espero que cumplas con tu palabra. -Señalo con una sonrisa. El moreno llevo su mano hasta su boca mirando en otra dirección, le iba a ser difícil cumplir aquello.

 

 

 

 

 

Deseo que vuelvas a decir que amas como lo hiciste anoche...

 

Palabras que aunque sabía que las sentía le iban a costar decir, no porque estuviera confundido, sino porque le recordaría a lo que habían hecho la noche anterior.

 

Las iba a decir, pero para hacerlo le iba a costar bastante.

 

La apuesta había acabado cumpliendo su cometido original. Hacer que un Henakochi se diera cuenta de sus propios celos y de que en el fondo coqueteaba con las otras mujeres solo para provocar a Wolfram. Porque al final desde el inicio su corazón le perteneció a una sola persona. La que le seguía el juego todas las veces en aquel acto de dar celos. Porque se había vuelto una diversión. Una que se le haría difícil a ambos quitar.

Notas finales:

Espero que les halla gustado tanto como a mi me ha gustado escribirlo.

Pachi espero que lo hallas amado <3 

Se que debo una conti pero no la tengo, soy una escritora perezosa jojojojojo.

Bueno, nos leeremos después~~~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).