-Miyuki, no debiste ocultarnos las cosas-
Cierto castaño le repetía las palabras al de lentes, después de que el partido contra Yakushi se terminó, estaba realmente preocupado, pero el contrario no lo entendió…
-Sawamura, me estorbas, no molestes-
El dolor en el pecho del menor, fue tan grande que sólo asintió con la cabeza, sin dejar escapar ni un poco de su voz, su alma se rompía en más de 1000 pedazos, sentía como las dagas de la frialdad en esas palabras lo atravesaban.
-Miyuki, Sawamura sólo está preocupado por ti-
-Kuramochi, no creo que este idiota sepa lo que es preocuparse-
El silencio volvió, la mirada de Eijun bajó, sus ojos se ocultaron bajo sus cabellos y no dejaron ver aquellas las lágrimas que amenazaban con salir, tampoco apretó los puños, ni le contestó, no hizo gestos con su boca, ni soltó un grito escandaloso, tampoco siguió parado cerca del cátcher, ni trató de sostener su hombro.
-Está bien, Kuramochi-sempai, no se preocupe, me voy a dormir-
Nuevamente se dio la vuelta y caminó a la salida, Furuya caminaba lentamente al cátcher y al acercarse lo suficiente como para que el castaño que salía del campo de entrenamiento techado no escuchara le dijo a Miyuki
-No debería seguir tratándolo así, ese es muy sensible, y puede que algo pase-
Indudablemente todos voltearon a ver a Furuya, pues jamás esperaron que él lo defendiera; sin embargo, no estaban del todo de acuerdo, porque hasta ahora, el menor nunca había hecho algo como eso, ni aun con aquellos que solían maltratarlo.
A la mañana siguiente, el de lentes finalmente observó al castaño y trató de apoyarlo, quiso ir para atrapar sus lanzamientos, ignorando lo que había pasado, pero…
El menor ni siquiera le rogó como de costumbre, tuvo que acercarse a pedírselo y fue entonces que se dio cuenta, Eijun no le había sonreído ni una sola vez, sus ojos no lo habían mirado ni una sola vez.
-Kuramochi…-
-Haruichi dijo que se comporta normal en clases-
Eijun había sonreído en el salón, había estado dedicando su mejor cara a todos, pero… dentro del campo, la situación era drástica, hacia lo que le ordenara el cátcher y aun así, ni una sola vez había vuelto a dirigirle la mirada ni la palabra.
Eijun caminaba por el pasillo cuando se encontró con Tetsu-san, al mirarlo, el joven líder se dio cuenta de que estaba evitando claramente mirarlo, parecía que quería ocultarle algo.
-Sawamura… ven conmigo, juguemos shogi, la última vez no pude ganarte-
-¿Eh? Si-
Tampoco subió la vista y le siguió; en cambio, una vez que llegaron al campo de béisbol, el menor notó donde estaba y se paró en seco
-¿Vamos a jugar aquí?-
-Necesitaba un lugar donde pudiera hablar contigo a solas-
-Yo…-
-¿Paso algo con Miyuki? He notado que Kuramochi a últimas fechas le dice a Miyuki muchas cosas sobre ti-
-No es nada de importancia-
-¿Estás seguro? Sabes que puedes confiar en tus superiores-
Eijun no lo resistió más y soltó esas lágrimas que no había querido dejar salir en aquella ocasión.
-Quizá no puedo ayudarte mucho, pero siempre puedo escucharte-
Ante esas palabras, por fin confesó lo que estaba sintiendo, sus sentimientos emergían con vigor, contaba con detalle lo que el cátcher había dicho en esa ocasión.
-Ya veo… ¿Entonces? ¿Piensas huir de Miyuki para siempre?-
-¿Qué? No podría…-
-Sólo sé cómo siempre sueles ser y no te dejes abrumar por ello-
El mayor acarició sus cabellos y le sonrió ampliamente, con esa confianza que lo caracterizaba, mientras que otro castaño miraba esa escena, algo en su pecho, ardió intensamente.
Nuevamente, Miyuki volvió a enojarse con Sawamura, por una tontería, pero al final, terminó lastimando el corazón del menor por segunda ocasión.
-¡Te dije que te fijaras más en la altura!-
-Lo siento…-
Eijun no le reprochó sobre el regaño, y trato de no hacerle mucho caso, pero la insistencia del de lentes, hizo que al final, Kuramochi y Haruichi se le acercaran para que dejara que el pitcher se fuera de su vista.
Más tarde, Kuramochi fue a la habitación del cátcher y al tocar la puerta, iba a ser rechazada su entrada; aunque, Youichi le detuvo para poder hablar con él
-Entiendo que no te haya gustado como lanzó hoy, aunque a mí me pareció buena altura-
-No me digas como hacer mi trabajo-
-Te diré una sola cosa Miyuki… Sawamura está llegando a su límite, si sigues tratándolo de esa manera, vas a lastimarlo a tal grado, que jamás volverá a ser el mismo contigo, ese día, hasta aventaste su mano-
-Hahahaha no digas tonterías-
-Furuya tiene razón al decir que él es muy frágil y sensible-
Cuando el short stop salió, notó que había un ruido en el campo de entrenamiento techado y se asomó.
-Sawamura…-
-Kuramochi-sempai-
-¿Qué estás haciendo?-
-Entrenando el control, él dijo no le gustaba-
-¿Qué sientes por Miyuki?-
Fueron interrumpidos por el pelirosa que entraba para entrenar y no le contestó, mientras que Eijun se escapó de la plática y los dejó solos.
-¿Sigue comportándose extraño?-
-Si… no quiso decirme nada con respecto a lo que está pasándole-
Los últimos 5 días, Eijun siguió comportándose normal, pero Miyuki siguió hiriéndolo, lastimando sus sentimientos y este encontraba consuelo platicando en las tardes con Yuuki.
-¿Sigue comportándose igual?-
-Si…-
A Yuuki estaba cansándole la actitud del de lentes, que no parecía entender lo que estaba ocasionando en el pitcher, a pesar de ser un cátcher y tener que saber que debía protegerlo.
Furuya platicaba con Haruichi cuando notó que Yuuki fue a buscar a Sawamura en el entrenamiento y se sorprendió de que el menor dejara todo por salir corriendo a verlo, pero…
-Creo que a alguien va a dolerle esto-
Una mano de Miyuki se movió instintivamente para detener al castaño, que estaba a unos pasos de llegar con el excapitán, mientras que Yuuki miraba la actitud de aquel cátcher.
-¿A dónde vas? Estamos entrenando, si vas a irte de esa forma tan irresponsable, será mejor que renuncies a tu puesto-
Esta vez, el corazón de Sawamura no pudo absorber el impacto y le contestó ya cansado
-Como órdenes-
Se soltó del agarre del mayor y fue a lado de Yuuki que le acarició noblemente los cabellos, el de lentes le miraba tan atrevido con el pequeño castaño y no le pareció, pero no dijo nada, no hasta que Eijun le dio un beso en la mejilla a Yuuki, y el trató de ir, pero la mano de Furuya lo detuvo.
-El dejó de “estorbarle”-
-¿Qué quieres decir?-
-No le estorbe, déjelo ser feliz-
Por alguna extraña razón, los demás notaron como el corazón de Miyuki se estrujaba por la forma en la que su castaño era tocado por alguien más y necesitaba ir a arrancarlo de las garras de cualquier persona que intentase quitárselo, pero no pudo contra la voluntad del equipo.
Yuuki se llevó a Sawamura lejos del campo donde estaban sus compañeros, y en el lugar donde estaban le dijo que le ayudaría a practicar, entonces el menor lanzó con fuerza y valentía para atacar a Tetsu, y se tensó cuando escuchó la voz del mayor que le dijo
-¿Quieres olvidarlo?-
El lanzamiento fue muy alto y técnicamente falló por ser bola perdida; sin embargo no gritó ni contestó, ya sabía a donde se dirigía esa plática.
-No creo que olvidar sea lo mejor-
-Sólo quiero que el dolor en mi corazón sane, a veces me duele pensar en el-
-Siempre dicen que eres un idiota, que no tienes remedio, que nunca aprendes, pero a mí no me lo parece, conmigo siempre eres más centrado-
Miyuki miraba por la puerta lo que pasaba por dentro, si el menor decía esas cosas, era lógico para él que estaban hablando de él; aunque… sus ojos se abrieron cuando vio claramente como su excapitán se acercaba a Eijun y le mostró un perfil que hacía pensar que estaba besando al pequeño, poniendo las manos en las rosadas mejillas del castaño.
-Parece que si tenías algo más importante que hacer Sawamura…-
Eijun volteó la vista para encontrarse con la profunda y violenta mirada de Miyuki, de inmediato sintió como era recorrido con furia por los ojos del de lentes
-Capitán…-
“¿Una barrera?” -¿Quieres volver a destrozarte en un partido por no entrenar como se debe?-
Yuuki evitó que el menor le contestara y en su lugar, él le contestó
-Hemos estado lanzando hasta hace unos segundos-
-Tetsu-san, Sawamura es irresponsable con el entrenamiento, no debería solaparle su flojera-
-Eijun no es así, ha estado entrenando más de lo que tú crees-
“¿Eijun?” –No creo que…-
-Sempai, no se preocupe, no causaré problemas al equipo-
El de cabello negro le colocó una mano en la cintura y lo giró para que lo viera a los ojos
-Eijun, ¿quieres seguir lanzando? Te haré compañía hasta que estés satisfecho-
-Yuuki…-
Fue interrumpido por un dedo de su superior posándose en sus labios
-No, así no ¿Cómo se dice?-
-Te… Tetsuya…-
Miyuki aún seguía parado frente a ellos, pero no lograba reaccionar y menos, hacer que el menor volteara a verlo, la rabia lo carcomió cuando el menor se sonrojó por completo y sus ojos brillaron, una pequeña mueca de alegría se asomó en ese rostro que no le había mirado desde ese día.
Sin pedir permiso, sus piernas y manos volvieron a moverse, y cuando menos se dio cuenta, ya tenía aprisionado al menor entre sus brazos, recargándolo en su pecho, mirando bruscamente a su excapitán, sentenciándole con su mirada que no se acercara más al castaño.
-No lo pierdas de nuevo Miyuki-
El de lentes abrió los ojos más de lo que ya los tenía abiertos para ver cómo el contrario se iba, dándole la espalda.
-Sempai… suélteme-
-Sawamura yo…-
-No tiene que disculpase, esto ha sido un error-
Miyuki se tensó por completo, lo sabía, en el momento en el que dejara de intentar alcanzar la mano de Sawamura, en ese momento lo perdería para siempre, y sus dedos fueron alejándose de la mano del menor, sintiendo como sus dedos se iban enfriando por la falta del calor contrario… pero no hizo nada por detenerlo.
Las noches avanzaban con prisa, el tiempo los estaba alejando más, Eijun no le sonreía, ni lo miraba en lo más mínimo, a pesar de lo que Tetsu le dijo, no pudo defenderlo y ahora estaba sufriendo las consecuencias, un rubio estaba intentando arrebatarle lo que era suyo.
Cuando encontró al castaño siendo besado por otro, la rabia volvió a carcomerlo y lo jaló tan fuerte que el de ojos miel se quejó del dolor.
-¡¿Qué rayos te pasa?! ¡¿Por qué rayos haces esto Miyuki Kazuya?!-
Buscó la forma de acercársele y lo devoró a besos, no podía seguir encerrando por más tiempo lo que estaba quemándole, sus besos pedían, no… exigían más, mientras ponía sus manos en el cuerpo del castaño que estaba sorprendido por ese contacto tan inesperado, el tiempo avanzó hasta que Eijun reunió todas las fuerzas que su cuerpo podía acumular y…
-¿A qué juegas? No necesitas hacer esto para ganar mi atención-
-Nadie necesita tu atención-
-Precisamente por eso lo digo, no me necesitas, no hagas esto de nuevo-
-¿Volverás a dejar que otro te bese?-
-Eso no te importa-
-¡No!-
-Entonces no te metas de nuevo en…-
-¡No voy a permitírtelo! ¡No dejaré que vuelvas a alejarte de mí! No como esa vez…-
Los ojos de Sawamura se abrieron más, no podía imaginar que el cátcher le dijera eso, sobre todo porque no esperaba que le confesara esas palabras.
-Perdóname… no supe amarte, no pude protegerte-
-Lo siento… lo que yo sentía por ti… ya no existe-