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Fisura por minima

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Notas del fanfic:

Y he aquí el fic que nadie pidió de la nueva (quizás no tan nueva) película de Disney. DESCENDIENTES. Personalmente no es mi película favorita pero es lo suficientemente buena como pasar el rato, también algunos personajes me parecieron divertidos, y supongo que no necesariamente tengo que tomarla como una continuación de las historias o perteneciente al universo de las historias de los viejos clásicos de Disney sino como un universo aparte para que tenga sentido, al menos para mí. Mi hermana cuando la vio dijo que tenía un impulso de vomitar jajajaja jajajaja y es que a muchos de nuestros personajes de la niñez los pusieron exageradamente superficiales, cursis o tontos.
Me divertí escribiéndolo así que espero que lo disfruten leer, al menos un poco.

Notas del capitulo: Pues los invito a leer mis otros fics y a ver algunos videos que he empezado (lo que quiere decir que no son muy buenos) en youtube con el nombre de iranea barrera (son los videos con dibujos), tal vez puedan sugerirme algunas cosas también. Tanto en el fic como en los videos que hago.
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Adaptarse a este nuevo entorno fue difícil en un principio para los chicos, aparte de que el lugar era totalmente opuesto a lo que habían vivido desde que nacieron, las personas a su alrededor no los aceptaban en un principio solo con pocas excepciones.

Después de todo eran los hijos de grandes y reconocidos villanos.

Mal, hija de la gran Malefica, uno de los más temibles villanos de la historia, heredera de su magia e inteligencia, una líder natural y también una gran artista; Jay, lo más parecido que se puede decir de amigos desde la infancia entre Mal y él creciendo en la isla de los olvidados, hijo de Jafar, el ex visir y consejero de Agrabah y el que trato de usurpar el trono del sultán, un excelente ladrón, carismático y de ojos hipnóticos, también un atleta natural; Evie, hija de la gran reina malvada, hermosa, su belleza es su mejor arma, aunque no es todo lo que es, con talentos naturales como la moda, y un cerebro más listo del que ella misma creía; Carlos De Vil, hijo de Cruella De Vil, el más listo en términos científicos y tecnológicos en este cuarteto, tal vez no el más valiente o fuerte, pero si leal e ingenioso, muestra a sus amigos ser un chico muy útil cuando tenían un plan en mente.

Con las semanas, enfrentándose a este mundo cada quien a su manera, aprendieron cosas de ellos mismos y de lo que los rodeaba, probaron lo que era la libertad fuera del constante escrutinio, critica y ordenes de sus padres, y les gusto, también descubrieron las cosas “buenas” y aunque algunas podían ser chocantes, aburridas, tontas, algunas les parecieron agradables a su manera.

Especialmente los dulces.

Y después de lo ocurrido en la ceremonia de coronación de Ben, comprendieron que no era necesario seguir los pasos de sus padres si no querían, no tenían que ser una continuación de sus historias, podrían crear la suya propia.

Las primeras páginas quizá estuvieron llenas de cosas no muy alegres o llenas de sus decisiones, pero ahora podían escribir los capítulos de su historia con libertad.

*+*+*

Era un nuevo día en la preparatoria Auradon, y algunos lo comenzaban con mejor humor que con otros.

-No-

-Pero es útil-

-Cuando digo no, es no Ben-

-Sera divertido-

-¿Qué hay de divertido en eso? Empaparse en agua con otros cuerpo y cosas y quien sabe que más-

-Si lo dices de esa manera suena que es una actividad sucia, es nadar Mal, no revolcarse en lodo, aprender a nadar es divertido-

-¿Qué pasa aquí?-

El par de novios se encontraba discutiendo, o más bien Ben trataba de convencer a Mal de algo, y si realmente conocías a la hija de Malefica, sabrías que cuando realmente no quería hacer algo no había fuerza sobre la tierra que la convenciera de hacer lo contrario, prueba de ello se demostró hace unos días cuando derroto a su propia madre junto a sus amigos. Mal estaba convencida de su decisión, no aprendería a nadar.

De esto era testigo Evie desde hace rato, ya que había acompañado a Mal para ir a su siguiente clase cuando se habían topado con Ben y quien trajo el tema, y así los encontraron discutiendo el otro par de chicos malos en la preparatoria.

-Ben quiere que Mal aprender a nadar- respondió la peliazul a su amigo de cabellera blanca, su tono de voz al decir “nadar” no había sido muy animado.

-¡¿Qué?!- el peliblanco miro con asombro al ex príncipe, ahora rey, como si este hubiera dicho una cosa tan absurda como que su madre era alérgica a las pieles de sus abrigos, y todo el mundo sabía cuánto Cruella amaba sus exóticos abrigos. Ni aun expulsada dejo que le arrebataran sus preciadas prendas.

-Vamos chicos, es algo realmente útil y divertido- dijo el rey de Aurador convencido de que su idea no sonaba mala o pésima, pero ingenuo como la mayoría en Aurador a veces olvidaba con quienes estaba hablando en esos momentos.

Muchachos que habían vivido en una isla, una isla de villanos y pobreza donde muchas cosas faltaban y en que más de uno hubiera querido escapar pero estaban rodeados por una barrera mágica, que a ninguno con poderes o magia permitiría utilizarla, ciertamente tenían una buena porción de mar rodeándolos pero las personas que se aventuraban en esta sin un barco, bote, un pedazo de madera siquiera y no eran pescadores normalmente iban a esta para suicidarse. Así que eres un niño, rodeado de mar pero no relacionas el mar o el agua como una fuente de entretenimiento o diversión sino como mínimamente positivo para encontrar la cena, y en el peor caso, buscar la muerte. Nadar para ellos no les sonaba para nada positivo.

-Jay, nadar es un deporte, dile lo divertido que se siente aprender algo como eso- trato de buscar apoyo en el chico de gorro rojo.

-Claro que es divertido aprender algo que tenga que ver con golpear y patearle el trasero a alguien, pero hombre, es agua, no nacimos ni con aletas ni branquias, los peces son los que nadan, no nosotros-

Ben apenas pareció comprender algo.

-Esperen… ¿ninguno de ustedes sabe nadar?-

-No-

-Ah ha-

-Como dijo Jay, no nacimos con aletas, así que no veo la necesidad de interactuar en un ambiente en que claramente no nacimos para estar en el-

-¡Entonces todos ustedes pueden aprender junto a Mal! ¡Sera más divertido!-

A veces también los hijos de los villanos olvidaban con qué clase de personas hablaban, niñitos buenos, en su mayoría, ingenuos que trataban de verle el lado positivo a todo lo del mundo, eran los tan llamados con burla y asco por sus padres y todos en la isla, incluidos ellos en su momento, “chicos buenos”.

-Hey, no nos incluyas, yo prefiero tener pies sobre tierra el resto de mi vida- Jay no le estaba gustando el rumbo que estaba tomando esto, no le temía miedo a algo de agua, pero sabía desde pequeño que solo los tontos y los desesperados se sumergirían en ella para nunca regresar.

-A mí no me suena muy atractiva la idea Ben- Evie fue la segunda en negarse, le agradaba el chico y le agradecía aunque nunca en voz alta que fuera gracias a su decisión que ellos pudieran estar en Aurador, pero eso a aceptar las cosas que decía era otra cosa.

-Vamos chicos, yo estaré ahí, tengo una muy buena amiga que les enseñara y es muy buena nadadora, de hecho ella me enseño a nadar a mí- dijo con cariño en su voz hablando de esa chica.

-¿Amiga?- Mal aun desconocía muchos aspectos del amor, buenos, malos, puntos fuertes y malos. En esos momentos en que escuchaba nombrar a una chica desconocida o conocida, como Audrey, cierta cosa molestosa se retorcía en su interior, cosa que rápidamente identifico como celos, algo supuestamente malo, pero para ella era un recordatorio que ahora tenía un novio, y como había aprendido en la isla a puño limpio uno aprende a defender lo suyo. Debía de conocer a esa amiga.

-Si, es líder del equipo de natación en la escuela-

-¿Existe un club de eso?-

-Si, como ya dije es una actividad muy divertida, además que es un deporte muy competitivo también. Será una gran experiencia chicos-

-No nos lanzaremos al mar o cualquier cuerpo de agua aquí-

-No es necesario ir al mar, o a un lago-

-¿No nos dirás que tendremos que aprender a nadar en la fuente del colegio o sí?- pregunto con incredulidad el peliblanco, era el único cuerpo de agua más grande donde cabria un cuerpo que conocía dentro de la preparatoria.

-¿Qué? Claro que no, hay piscinas dentro de la escuela. Les prometo que será muy seguro, incluso pueden utilizar flotadores y trajes de baño-

-¿Utilizas un traje para bañarte? Y luego dicen que los villanos estamos mal de la cabeza-

-No, no me refería a eso. Es una ropa especial para nadar, no importa que se mojen con esa ropa-

-¿Y a que se parece esa ropa?- pregunto curiosa Evie, ¿Qué clase de moda se usaría en el agua?

-Oh, mmm se asemeja a mmm ropa interior- rojo de la pena murmuro la última palabra.

-¿Qué fue lo último que dijiste Ben?-

-Que los trajes de baño se parecen un poco a emm ropa interior- sabía que era verdad, pero daba pena decir esas palabras.

Oh los tan inocentes muchachos de Auradon, o al menos su rey, apenándose por ese tipo de cosas, a Mal le agradaba y a veces le exasperaba esa parte de su novio, sonrió cuando lo vio sonrojado de nuevo.

Para chicos que habían crecido en un lugar sin una verdadera ley, no eran tan inocentes como los chicos de Auradon.

-Creo que recuerdo ese short que parecía un boxers cuando te metiste al lago, ¿eso era un traje de baño?- comento Mal recordando la primera cita de ella y Ben en ese lago encantado.

-Sí, ese mismo-

-Hey Mal, que calladito te lo tenías, no sabíamos que tan lejos habías llegado con Ben- Jay dijo con picardía pensando que la seria y malvada pelimorada por fin se había divertido un poco haciendo cosas “malas” pero que se sentían muy “bien” con su novio.

-¿Qué?- Ben parecía confundido por el comentario de Jay, el lago se encontraba lejos pero no entendía el tono con lo que lo dijo su compañero de Torneo.

-No llegamos a nada, simplemente comimos fresas y él se metió al agua-

-Tú también te metiste- le recordó el rubio con cariño, esa fue la prueba que necesito sin saberlo para saber que realmente Mal no era tan malvada como su nombre lo decía.

-¿Te metiste a un lago Mal?- pregunto a Evie a su mejor amiga pensando en lo loco que sonaba aquello.

-Fue porque pensé que se había ahogada, el muy… príncipe se había sumergido y no había salido en mucho tiempo-

-Los chicos buenos tienen costumbres extrañas- Carlos miro a Ben, no entendía quien en su sano juicio se atrevería a aguantar la respiración abajo del agua, bien podría ser que no saliera a flote de nuevo.

-Vamos chicos, insisto, podemos pedirle a los demás chicos que nos acompañen en las clases para que sea más divertido-

-¿Entonces Doug estará ahí?- a Evie le encantaba pasar tiempo con su novio, si él estaba ahí podría considerar la experiencia mucho más tolerable.

-Claro. Si aprenden a nadar ya no le temerán al mar o lagos-

-¡Nosotros no le tenemos miedo!- dijeron al unísono los cuatro chicos malos.

Miedo era sinónimo de debilidad, y siendo hijos de los peores villanos se les inculco a no mostrar signos debilidad. Aun viejos hábitos eran difíciles de dejar atrás, aun había mucho trecho para finalizar de adaptarse a Auradon.

Ben pensó que tal vez los había insultado con su ultimo comentario, pero también vio una oportunidad para terminar de convencerlos, tal vez se le estaban pegando un poco, solo un poco, alguna cualidad de sus amigos ex villanos. Ver la oportunidad y aprovecharla.

-Entonces unas cuantas clases de natación no son nada para ustedes, será sencillo-

-Sí, sencillo-

-Como robarle un dulce a un bebé-

Sinceramente estaban siendo sarcásticos.

-¡Fantástico! Entonces hoy por la tarde después de clase nos vemos. Le pediré a Lonnie que les traiga algunos trajes de baño-

Y antes que pudieran negar o protestar el nuevo rey de Auradon se marchó dándole un beso en la mejilla a su novia.

-Chicos, creo que Ben está aprendiendo algunos trucos de Mal- comento Evie viendo alejarse al novio de su amiga.

-¿En que nos metimos?-

-Bueno chicos, prepárense para nuestra primera clase de natación- Mal lo dijo como si esto fuera su nueva y peligrosa misión, lo cual para ellos realmente lo era. Ninguno tenía muy bonitos recuerdos en aguas profundas.

*+*+*

Ben no era un mal chico, quería lo mejor para su reino, su gente, y también para los que pensaban que no tenían la culpa de haber nacido en un lugar como la isla de los perdidos con padres villanos. Tenía las características de un noble y buen rey, digno sucesor de la corona de su padre. Pero esta vez estaba siendo un poco egoísta, más que enseñarle algo muy útil a su novia, quería enseñarle a su novia a nadar porque quería pasar más tiempo con ella.

Dentro de unas semanas, como su nuevo título se lo imponía tenía que hacer algunas visitas diplomáticas a otros reinos, especialmente uno cerca del mar, y pensaba invitar a Mal a una cita en la playa. Últimamente había estado ocupado mucho con la escuela, con su nuevo papel de rey, a pesar que su padre aun ejercía y le ayudaba en varias de las tareas de gobernante, no le libraba de todas, y no había podido pasar tiempo con su novia. Al contrario de Audrey Mal era más comprensiva y no se quejaba por ello, aun así quería compensarla por no pasar tanto tiempo juntos.

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