Show recordaba con fina exactitud el día en que su mirada se cruzo con los ojos oscuros del guitarrista gruñón. Lo de gruñón no lo supo hasta que lo conoció años después. Lo que el vocal recordaba perfectamente es que por primera vez en su vida se había enamorado. Aquel flechazo que muchos conocían por Cupido lo había sentido y en un segundo imagino como un pobre tonto toda su vida junto al guitarra. ¿Amor a primera vista? Probablemente y una fuerte atracción a la figura celestial del pequeño y enérgico cuerpo que estaba sobre el escenario aquella noche.
Pero aunque creyó en la posibilidad de que conquistar a Hiroto iba a ser difícil, podría decirse que era casi una misión imposible. Principalmente porque el guitarrista solo sentía amor por sus cuerdas, y la segunda razón, Pon como se había llamar, no creía en el amor. Show se preguntaba como un chico tan bonito como él, no había tenido un amor. A medida que lo fue conociendo supo de novias que había tenido y que incluso había perdido su virginidad cuando era un adolescente, pero que amor no había sentido jamás.
Era extraño como el pequeño Hiroto era tan tierno, agradable y hasta amoroso, y como segundos más tarde despotricaba del amor, se quejaba por cualquier cosa que estuviera fuera de lugar, y aún así cruzados de brazos con el ceño fruncido y sus labios con un puchero, para el vocalista no era más que un ser adorable, al que deseaba con todas sus fuerzas abrazarle.
El vocal recordaba la cantidad de veces que deseo besarlo, la cantidad de veces que lo manoseo sin su permiso, pero todo era valido mientras se estuviese en un escenario. Show comenzaba a odiar esa regla, quería tocar a Hiroto a toda hora, verlo pasearse semi desnudo por los pasillos de un ensayo o unas horas antes de una presentación, era desbastador para sus sentidos. Ni siquiera sabía hacía donde mirar cuando veía su figura pasearse con tranquilidad, mientras incluso entrenaba. El guitarrista era demasiado inquieto por lo que siempre estaba haciendo algo que Show no podía evitar mirarlo con deseo. Su amigo Tora le llamaba la atención, ya que sus ojos lo delataban y era demasiado obvio.
Los días pasaban y ese deseo crecía en su interior, un deseo que comenzaba a destruirlo, ni siquiera podía dormir. Fue en ese momento que con determinación decidió declararse, eligió la sala de ensayos, pasada la medianoche dado que estaban casi solos en la compañía. Hiroto al escuchar aquella declaración, lo observó con sorpresa sin responderle, por lo que Show opto por acercarse para besarlo, pero el guitarrista fue más rápido y reacciono de forma negativa , regalándole al más alto su primera bofetada. El vocal desconocía que ese golpe sería tan sólo el primero de una serie de ellas.
No importaba el tiempo, ni las circunstancias, sea como sea cada vez que Show intentaba declararse, Hiroto se transformaba y sin más le abofeteaba. Sus compañeros de banda no lograban entender como ello ocurría. Hiroto no dejaba de hablar de Show, e incluso compartían cosas que con el resto de la banda no hacía, pero en cuanto el vocal le declaraba su amor, el guitarrista simplemente parecía otra persona y terminaban de aquel modo.
Un determinado día Show comenzó a recibir presentes de un admirador secreto, para ese momento el vocal había perdido las esperanzas con Hiroto, por lo que había dejado de insistir. Le llamaba la atención recibir aquello. El guitarrista le preguntaba por cada presente que recibía, aunque se justificaba que sólo era curiosidad, pero el vocalista que conocía demasiado al menor podía notar su semblante molesto. O quizás sólo era producto de su propia imaginación. Al cabo de un mes el admirador cito a Show en un restaurante, pero el más alto estaba indeciso en asistir, estaba preparándose con cierta duda, puesto que no tenía idea si no era una trampa o quizás sólo una broma de mal gusto. Cuando no dejaba de pensar en las posibilidad, escuchó que alguien llamaba a la puerta de su apartamento.
Al abrirlo se encontró con Hiroto, su rostro estaba cubierto de lagrimas, Show asombrado de verlo de ese modo, normalmente el menor no lloraba con facilidad, algo malo debió ocurrir para que se presentara de ese modo, por lo que lo dejo pasar y lo abrazo suavemente. Olvido su cita con ese desconocido y se quedo con su compañero, aunque el mismo no largaba prenda de lo que le sucedía. Fue una noche larga, donde buscó la forma de que Hiroto dejara de llorar, dado que el mismo no quería hablar de lo que había ocurrido. Eran amigos, por lo que no podía fallarle y quería lo mejor para el menor, lo amaba profundamente.
Pasaron dos semanas de aquel episodio, Hiroto volvió a ser el mismo de siempre con una gran diferencia, de que el mismo no perdía la oportunidad para salir con el vocalista. Se había convertido prácticamente en su sombra, Show se sentía contento de esa atención pero al mismo tiempo le abrumaba el no poder entender el cambio repentino de Hiroto, ya que el mismo incluso se mostraba muy feliz y había dejado de ser tan gruñón, aceptando incluso en ir a ver películas románticas, que no eran de sus favoritas pero no hacía comentarios despectivos, al contrario las comentaba con normalidad. Pero todo ello sólo provocaba que el más alto se confundiera. El admirador secreto continuaba enviándole presentes, pero para el vocal era un completo desconocido por lo que decidió no seguirle el juego. Hiroto le señalaba que seguramente era alguna fanática, que quizás no le convenía seguir la corriente.
En una de sus citas con Hiroto, Show no soporto toda la presión que le abarcaba, aquel día su corazón estaba a punto de explotar, porque definitivamente Hiroto estaba comportándose demasiado lindo con él y no lograba entender la razón. Después de haber sido rechazado tantas veces, el mismo había decidió enterrar esos sentimientos. ¿Por qué ahora todo había cambiado de aquel modo? Se preguntaba todos los días, por lo que decidió enfrentar a Hiroto de una vez por todas.
– ¿Puedo saber que está pasando? Quiero decir muchas veces te invite a salir pero antes no aceptabas todas mis invitaciones, no te gustaba estar conmigo, por las veces que me declare, tu no me lo decías, pero yo notaba cuando me estabas evitando. Y ahora de repente quieres estar conmigo todo el tiempo.
– Lo siento. Pero no puedo responderte. Si quieres…Podemos dejar de salir.— Propuso en un tono muy bajo de voz., agachando la mirada.-
– ¡Qué diablos! No me quejo de ello. Sólo que no logró entender que fue lo que te hizo cambiar de opinión.-
– No puedo responderte…Porque ni siquiera yo lo sé. Quiero ser tu amigo, quiero estar contigo.— Se animo a pronunciar, manteniendo su voz muy baja. Apenas habían salido del cine, luego de haber visto una de las películas favoritas del más alto.
– Bueno…Pero entiende que tu me has gustado por mucho tiempo. Muchas veces desee besarte y ahora… No puedo entender.— Expresó el castaño, pero el mismo necesitaba decirle aquello. Hiroto abrió los ojos, antes de buscar su mirada y asentir suavemente.
– ¿Quieres hacerlo? Hazlo.— El menor expresó aquello con cierta duda. Show frunció el ceño, antes de responder.
– No…no pienso obligarte. No quiero hacerlo. Yo quería ser tu novio, que si nos besamos sea porque ambos lo deseamos.— Ofuscado el mayor, chasqueo los labios.— Hiroto me estas volviendo loco.
– Shou podemos ir a mi casa. Me siento incomodo de hablar aquí, con todas las personas que nos rodean.—
– Esta bien. Hiroto piensa en la banda, no quiero perder la oportunidad de hacer música por mal entendidos.
– Lo sé. Aunque no llegó ni siquiera a entenderme…Voy a intentar ser claro.— Respondió el guitarrista, mientras caminaban en dirección a su vehículo para poder salir de entre la gente que seguramente habían llegado a escuchar aquella conversación.
Al subir al automóvil, Show pensó durante todo el trayecto que esperaba solucionar aquello, porque comenzaba a sentirse demasiado cansado. Amaba al menor, incluso con toda su locura, pero había decidido enterrar esos sentimientos para evitar dañar a la banda por amarlo. Hiroto tomó un camino rápido, por lo que pronto llegaron a su departamento. En cuanto Show ingresó pudo sentir un intenso pero agradable aroma a Lavanda, su fragancia favorita. Hiroto le sirvió una bebida caliente, antes de sentarse en un gran sofá.
– Ante todo voy a serte sincero. No entiendo cómo me siento pero asumo que antes no me había sentido así. Te rechace muchas veces y de repente apareció tu admirador secreto y me sentí desplazado. Antes tenía toda tu atención y de repente, deje de ser importante. Sentí celos...
– ¿Celos? Pero no te desplace…Tu no te has dejado de gustarme, por la aparición de un admirador al que ni siquiera conozco. –
– Bueno…Yo no logró sentirlo de esa manera. Pero de todos modos ni yo logro entender como todo cambio dentro de mí.
– Hiroto una vez no estás siendo claro.— Replicó el más alto, antes de que sus ojos se encontraran con los oscuros del guitarrista.-
– Me gustas.— Para el vocal aquella confesión fue casi como un baldazo de agua fría. Hiroto no dejaba de observarle directamente, sus mejillas se tiñeron de rojo.-
– ¿Cómo? ¿De qué hablas?— Pregunto confundido el más alto, mientras buscaba una respuesta coherente en esa declaración. Más que nada porque de su parte había enterrado las esperanzas. –
– Sé que es difícil de creer. Incluso yo intento buscar una explicación pero no logró encontrarla. De a poco comencé a sentirme atraído. Las veces que nos tocamos en el escenario…tu aliento sobre mis labios, tu voz invadiendo mis sentidos…
– Eso es fanservice.—Cortó el vocalista.—
– No…Es lo que yo creía, pero comencé a necesitar más…de tu presencia, de tu forma de hablarme al oído.— Show estaba boquiabierto al escuchar aquello, porque lo había vivido, pero Hiroto siempre se lo había negado.
– Hiroto…Yo enterré mis sentimientos por ti. Perdí las esperanzas, porque tu me demostraste de muchas de muchas formas que no estabas interesado en el amor. Mi admirador me hizo creer que podía creer y confiar mi amor en otros. Porque te ame desde el primer día que te ame, aunque suene ridículo. Me costo mucho enterrar los sentimientos, fue muy difícil pero lo logré…. Y ahora me dices que te gusto. Lo siento.— Show no dudo en ser sincero. Le había llevado meses “olvidarse” de Hiroto. Tora le había ayudado a salir adelante, su amigo había sido su pañuelo de lágrimas. -
– ¿Eso quiere decir?— Inquirió Hiroto, sintiendo como su corazón se rompía lentamente.-
– Que no puedo corresponderte.— Show volvió a ser directo.-
– ¿Lo haces por las veces que te rechace?— Preguntó enfurecido el menor.-
– No- ¿Qué acabo de decirte? Quizás tu estas confundido, o quizás solo estas proyectándome de otro modo. ¿Qué tal sí probamos y tu terminas por decidirte que no te gusto? Terminaré incluso más arruinado, mucho más golpeado que cualquier bofeteada. No podré salir adelante, quizás suene exagerado, pero realmente me costó mucho, Hiroto.-
– ¿Qué? Pero si te estoy siendo sincero…Quiero estar contigo.-
– Como amigos, tienes todo mi cariño. Te amo Hiroto pero entiende que no puedo corresponderte, sufrí mucho…
– Vete…Por favor.—Pidió el guitarrista con el tono de su voz enfurecido, pero también desgarrado.
Show lo observó y sintió como su corazón también se quebraba. Pero no podía hacer nada, había estado en su lugar y era su momento de ser fuerte. Tomo su bolso y se retiro del departamento del menor. En cuanto la puerta se cerró Hiroto comenzó a llorar. Lloro toda la noche, hasta que el amanecer lo encontró, aferrado a una almohada, sin más lagrimas que derramar.
Luego de aquel acontecimiento, Show e Hiroto continuaron tratándose con normalidad, como si nada hubiese ocurrido entre ellos. Pero respetándose como amigos. Show dejo de recibir los regalos de su admirador secreto, pero había comenzado a salir con un vocalista de una nueva banda dentro de la compañía. Hiroto no tenía el corazón para salir con nadie, seguía muerto de celos frente al nuevo amor de Show, pero prefería fingir que aquello no le afectaba. Al menos podía tener su amistad.
Pasaron aproximadamente dos años luego de la declaración de Hiroto, para que volvieran a confesarse, pero la diferencia radico en que el momento fue elegido de una forma aleatoria. Tarde de sábado, de un mes algo cálido, terminando el año 2010. Hiroto se encontraba sentado en el sofá de su nuevo apartamento , repasando las partituras de la canción que Saga había preparado para su siguiente single. Mogu su fiel compañero jugaba con una de sus pelotitas favoritas, hasta que el timbre lo sorprendió. Mogu corrió a la puerta, cuando el cachorro hacia aquello, significaba que conocía a quien estaba detrás de la puerta.
Al abrirla se encontró con Show y una pequeña caja que cargaba en sus manos, su sonrisa era reluciente. Hiroto no comprendió que pasaba pero lo dejo ingresar.
— Traje pastel, quiero compartirlo contigo.— Expresó el vocalista con entusiasmo.-
— ¿Por qué conmigo? No soy…No es mi cumple, ni el tuyo.— Estuvo a punto de mencionar lo de “novio” pero prefirió cambiar la frase. -
— Porque quiero celebrarlo contigo. – Hiroto lo observó confuso, ya que no tenía lógica lo que acaba de decir, pero el castaño continuó con sus palabras.— Se que han pasado muchas cosas a lo largo de estos años pero quiero que seas mi novio.—
— ¿Qué rayos? – Hiroto no entendía absolutamente nada de lo que el castaño mencionaba.— ¿Y tu pareja?— Se animo a preguntarle.-
— Por favor Hiroto… Aceptémoslo que con él no tenía muchas cosas en común. Me separe hace bastante tiempo .Y la realidad es que aunque intente olvidarte, no lo pude hacer. Sé que pasaron muchos años pero no puedo enamorarme de otra persona, porque sigo enamorado de ti, como el primer día. Porque no tengo ojos para nadie más. ¿Recuerdas el día en que nos conocimos? Tu tocabas la guitarra y yo te observaba oculto en el publico, imagine una vida a tu lado… ¿Cómo no voy a seguir enamorado de ti? Sin importar todo lo que nos paso…Éramos unos inmaduros, pero ahora…creo que no podrás decirme que no…
— Pero…—Hiroto comenzó a reír.— Realmente tu y yo somos unos idiotas.-
— ¿Me sigues amando?— Preguntó el vocal abrazándolo suavemente
— Sí… Aunque cuando me confesé, tu sólo me gustabas. Ahora realmente te amo.— Se confesó el guitarrista, manteniendo una sonrisa.—
— Entonces…¿Aceptas ser mi novio?-
— No…—
— ¿Cómo? – Por un mínimo instante el vocal sintió como si su corazón diera un vuelco.-
— Quiero ser más que tu novio. Quiero ser tu esposo.-
— ¿En serio?— Preguntó incrédulo el mayor. Superado por esas palabras y por la proposición del guitarrista comenzó a reír.-
— Claro…Esperamos muchos años…dudo que algo salga mal, salvo por los idiotas que somos.—Agregó el menor sin dejar de sonreír, al ver como el castaño reía.-
— Está bien, entonces acepto.— Respondió el vocal, sin dejar de reír.-
El silencio los reinó en donde sus miradas se cruzaron durante varios minutos. Las risas se habían apaciguado, por lo que lentamente se acercaron, ladearon sus rostros y pronto sus comisuras se apegaron, hasta besarse pausadamente. Disfrutando del sabor ajeno, de aquellos labios que tanto se habían deseado.
Así fue como Show- Pon comenzaron una relación de una forma extraña, con muchas idas y vueltas. Años más tardes se enterarían que el admirador secreto era Saga en un intento de que ambos despertaran, pero su plan maestro no funcionó. Y que las lagrimas de Hiroto aquella tarde, eran a causa de su necesidad de estar con Show.
Pero ahora podían besarse sin restricciones, el amor entre ellos era incluso más intenso, que los llevó no sólo a concretar un casamiento, sino también a tener hijos, adoptados. Pero que los amaron como propios, a los cuales se volvieron la luz de sus ojos, aún siguen siendo unos idiotas, pero idiotas enamorados que no pueden vivir sin la existencia del otro.-
FIN-