Capítulo 1: Primer vistazo al pasado
Ellos son todo lo contrario mientras uno es sociable aunque poco agradable el otro es callado pero amable, mientras uno es rubio y tiene ojos azules el otro es totalmente albino con unos ojos entre negro y gris, mientras a uno le gusta el negro al otro le gusta el blanco y mientras uno siente total odio el otro….bueno el otro simplemente siente amor.
Se conocieron cuando el rubio tenía doce años y el albino tenía diez, al principio eran muy amigos hacían todo juntos el primer beso de los dos fue entre ellos, sus traumas con el chocolate y los juguetes los crearon cuando por primera vez celebraban un año de su amistad regalándose aquellas cosas que los marcarían para siempre.
¿Entonces? Porque tanto odio ahora, la respuesta se sitúa cuando Mello entraba en aquella etapa de la vida donde te pones hormonal y no te interesa absolutamente nada simplemente interesa saciar tu sed de lujuria incontrolable.
-Ya te dije que no voy a ir aúna maldita convención de juguetes tengo cosas mejores que hacer- El de cabellos blancos le había ido a buscar todos los años el rubio le acompañaba a ese lugar que le hacía feliz- Ahora largo- El más bajo pudo sentir como la puerta impactaba muy cerca de su rostro.
-Joven Nate….- Aquella voz le hizo empezar a caminar lejos de la casa de su amigo con algo de tristeza que se notaba en su rostro- Si quiere yo le puedo llevar, tranquilo o podemos llamar al joven L y….
-No todo está bien, oni-sama debe estar estudiando mejor vayamos a casa ¿por favor - El niño solo se dispuso a entrar a aquel auto de color negro mientras este solo empezaba a andar. Su mirada solo vio como la casa de Mello se alejaba lentamente- Giovanni, mejor si vamos.
Esa vez fue la primera vez que se divirtió con alguien que no fuera el de ojos azules, después de todo el chico que siempre le cuidaba era un tanto chistoso.
Todo estaba bien hasta luego de unas semanas esta vez no fue Mello quien se alejaba si no Near poco a poco prefería pasar más tiempo con el de cabellos negros al menos el no rechazaría acompañarlo a una juguetería o simplemente a hacer “niñadas” como Mello siempre le decía.
-Giovanni de camino a casa podemos ir a comprar cosas- Aunque le tuviera algo de confianza para el no era simple decir la palabra juguete en algunos casos.
-Claro, con gusto le acompañarme creo que conozco una nueva juguetería apenas abrió hace una semana- El niño al escuchar aquello solo sonrió como alguien podría entenderle tanto- Pero por ahora concéntrense en sus estudios ¿okey?
Solo pudo ver por la ventana como respuesta afirmativa. Cuando llegaron a la escuela el chico de cabellos negros le ayudo a salir del auto poniéndole hasta la mochila.
-Oh si llego un poco retrasado es porque me toca llevar a el joven L a una competencia así que solo debes esperarme Nate- Ninguno de los dos entendía cuando empezaron a llamarse por su nombre cuando en verdad se hicieron amigos- Bueno pórtate bien y come algo.
El auto se alejó y el pequeño se dispuso a caminar adentro de la escuela poniendo una cara de total cansancio odiaba estar ahí a veces se ponía a pensar en fingir estar enfermo pero ¿Cuáles eran las probabilidades de que le creyeran?
-¡Near!- Una voz femenina le saco de sus pensamientos y miro asía donde venía sintiendo un abrazo de oso enseguida- Te extrañe tanto hace muchos días que no venias.
-Lo siento me encontraba un poco ocupado……
-Con tu conductor no después de todo parece que se llevan realmente bien- Aquella fría voz hizo que los dos pequeños miraran al dueño su presencia impotente y sus palabras sarcástica- Con que te gustan los viejos.
El albino solo suspiro en modo de respuesta para empezar a caminar dejando atrás a Mello y Linda sintiendo una mirada de sorpresa y una de “te voy a matar mocoso”.
Hasta ese punto todo estaba bien era normal que los amigos se pelearan, pero entonces ocurrió aquello una tarde.
-Oni-sama sabes si puedo…..- Había llegado a casa temprano ese día por primera vez no toco la puerta y lo pudo ver recordando todas las veces que Mello le dijo “estoy ocupado en la tarde, para ir a tus idioteces”- Siento interrumpir.- Su hermano y Mello estaban haciéndolo aquello en la habitación.
-Near, espera- Oyó la voz de su hermano cosa que lo hizo detenerse- No es lo que parece lo juro…..- Su voz ¿acaso le rogaba? El gran L realmente estaba mintiendo.
-Soy Nate no Near…..y no te preocupes no he visto nada- Puso una cara inexpresiva y se giró para encarar a su hermano aunque justo en ese momento había salido el rubio de la habitación así que también pudo echarle esa mirada a el- Pueden seguir con sus cosas total yo ya me iba.
Luego de varios días el albino entendió porque su molestia en verdad le gusta Mello pero…..si él y su hermano ahora estaban juntos aunque sus edades fueran muy diferente si en verdad se querían porque estar en el medio.
Decidió irse lo más lejos que podía de Japón y misteriosamente pudo después de todo al ser el nieto menor podía conseguir cualquier cosa de su amado abuelo.
-Estoy bien abuelo, si Giovanni vino conmigo- habla por teléfono con este mismo- No, no le dije nada a L….- Su cabeza y corazón no le permitían llamarle hermano.
Así fue como consiguió paz, Geovanni siempre estuvo a su lado cuidándole tratándolo como si fuera su familia los dos estaban completamente solos en un mundo que estaba en su contra.
-Nate.....prométeme que estarás bien- Esas fueron algunas de las palabras del chico de cabellos negros justo cuando en el cumple años número catorce del albino alguien le había disparado en el momento que fue a comprar un regalo para este- No puedo irme sin saber que mi pequeño estará bien.
-Oni-chan…..no me hagas esto- Para el aquel chico de ojos azules era su amado hermano no de sangre pero si de corazón- No te vayas quédate conmigo como siempre- Le tomo de las manos con algo de fuerza mientras que una enfermera corría para avisarle a un doctor de los bajos signos vitales del pelinegro.
-Nate es muy fuerte……Nate no dejara que nadie lo lastime- Con pocas fuerzas llevo su mano para quitarse la mascarilla que le daba oxigeno- No debes mostrarle tus debilidades al mundo……debes…tu debes…
El peor momento de su vida fue cuando la persona que tanto le había entendido se fue dejándole solo paso una semana aproximadamente desconectado de todos y todo.
Recordando cada momento con el de cabellos negros hasta que un día su abuelo se apareció por esos lares.
-Nate abre soy yo Watari- El sin nunca gana abrió la puerta- Nate estaba realmente preocupado no contestaste por más de una semana mis llamadas ¿Qué ocurre?.
-“no debes mostrarle tus debilidades al mundo”- Esas palabras pasaban por su mente siempre- Nada solo pensaba un poco ¿Por qué estás aquí?- Su tono de voz sonaba tan neutro tal vez porque no había soltado ni una palabra en siete días.
-Me llego una orden el joven Giovanni renuncio, así que no te puedes quedar aquí has tus maletas te regresar conmigo a Japón hoy- El menor ni opuso resistencia solo hizo aquello.
-“Ya no soy un niño débil no dejare que nadie se dé cuenta de mis sentimientos……cumpliré la promesa oni-chan no dejare que el mundo vea mis debilidades y acabo de descubrirlo mis debilidades son mis sentimientos”
Ese día volvió a Japón después de dos años, en su mente no cabían muchas cosas o mejor dicho en esos dos largos años había borrado sus recursos para crear unos nuevos así era su mecanismo de protección.
Así que nuestro bello albino además de volver tan inexpresivo como el rostro de un juguete también recordaba muy pocas cosas de su infancia en Japón.
Continuara……