Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Chibi Judal por dark kirito

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Notas de chibi Judal.


Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi y todos los que leen.

Notas del capitulo:

Notas de chibi Judal.


Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi y todos los que leen.

Después de tantas penurias el mundo por fin estaba en paz, el oráculo en su ya cotidiano acoso con el peli azul, y es que debía admitir que desde que uso la sabiduría de Solomon cuando se enfrentaron en Balbad, llamó su atención.

Pasar los días pegado a el para prácticar algunos hechizos se había convertido en su nuevo pasatiempo, y más con la nueva magia aprendida de ese ser, sin duda picaba su curiosidad.

Aladdin había cambiado tanto, ya no era más ese mocoso debilucho que estuvo a punto de ser asesinado en sus manos, se había convertido en un magi casi tan genial como el, porque nadie en el mundo se le iguala.

-¡Ey enano!

-¿Hasta cuándo me seguiras llamando de esa manera?

-Nah, para mi siempre serás un enano.

-¿Aunque casi estemos igual de altos?

-Si-sonrió.

Imposible enojarse con el si le mostraba esa expresión, y más aún que con el tiempo se habían vuelto amigos íntimos.

-¿Qué vamos a hacer hoy?-preguntó ansioso el azabache.

-Pues-pensativo-encontré un libro que habla de la magia de metamorfosis.

-Oh, eso si suena interesante.

-Pero no se.

-Nah ¿tan rápido quieres arruinar mi diversión?

-No es eso pero...

-¿Pero?

-Es magia muy complicada, no creo que debamos.

-Los magi podemos hacer de todo ¿cuántas órdenes podrían ser? Ni que fuera tan difícil.

-Son cerca de diez mil.

El mayor abrió los ojos sorprendido, por un momento creyó que se había quedado sordo, pero la expresión del joven le indicó que lo había escuchado todo a la perfección.

-¡¿Ah?! ¡¿Quién jodidos se creo magia tan complicada?!!

-No lo se, pero por eso pienso que si bien parece divertido, no deberíamos.

El mayor le miró serio.

-Por una vez en la vida te doy la razón.

Esa actitud sorprendió mucho al oji celeste, pero se alegró de que su amigo entendiera por las buenas, tal vez estaba madurando.

El resto del día lo pasaron de manera normal, hasta que el sol comenzó a esconderse en el horizonte.

-Fue un día muy divertido, pero creo que ya es tiempo de que vuelva a Kou.

-Es una lastima que sigas siendo su sacerdote, si vivieras en Sindria podríamos practicar hasta la madrugada.

-También podrías ir a vivir al imperio.

-Kouen-ojisan me sigue dando miedo.

-Y a mi me desespera el rey idiota.

-Que mal, supongo que no podrá ser. 

-Así es, y ya me voy que tengo flojera y aún me falta ir a molestar a Hakuryuu. 

-Pero nos vemos mañana.

  -Ya sabes que si, no tienes que recordarmelo, no soy idiota.

-Jamás lo pensé, solo quería decirlo.

-Bueno, ya me voy.

El azabache realizó su círculo mágico de transferencia y entró a el mientras el menor le despedía agitando la mano con una bella sonrisa, pronto le perdió de vista.

.........................

En la biblioteca de Sindria minutos más tarde.

Como era de suponer, el oráculo había engañado al pequeño, bien que tenía curiosidad del hechizo, ni que un magi de su nivel no pudiera con unas cuantas miles de órdenes, suerte que durante el día el enano decidiera regresar el libro y el viera donde lo colocó, ahora lo tenía en sus manos con la sonrisa más perversa, como si hubiera descubierto la magia más destructiva de la existencia, si lograba controlarla a la perfección tendría miles de posibilidades a su alcance, y eso sin duda era divertido.

Tomo el libro y se lo llevó a Kou para estudiarlo, con lo asustado que estaba Aladdin no se atrevería a tomarlo en sus manos de nuevo, es decir, no iba a notar la desaparición.

.........................

Pasó alrededor de un mes y el azabache no había podido dominar el conjuro.

-¡Maldito libro de porquería! ¡¿Por qué demonios es tan difícil?!

No podía creer que el con su gran habilidad no pudiera controlar tan sencillo hechizo, no, seguro que ahí había algo raro, ni que fuera estúpido para no poder dominar algo tan fácil, bueno la magia de transferencia también le había costado trabajo y tenía menos órdenes, muchísimas menos, ¡pero eso no tiene nada que ver! Si, como no.

............................

El oji azul esta preocupado, cada día nota más agotado a su amigo, como si no descansara adecuadamente, pero sabe que es imposible considerando lo perezoso que es, aún así no puede dejar de pensar que algo malo esta pasando, así que aprovechará el día de hoy para preguntarle, y hablando del joven, este acaba de hacer su aparición.

-¡Ey enano!

-Hola Judal-kun-dijo un poco desanimado.

-¿Y a ti que rayos te pasa? ¿Por qué esa estúpida cara?

-Estoy preocupado por ti.

-Estoy bien.

-No es verdad, te ves agotado.

-Nah, solo tengo un poco de sueño por andar estudiando algunos hechizos.

-¿Ah si?-dijo más animado.

El pequeño entiende que para un mago el conocimiento lo es todo, pues son de naturaleza muy curiosa, incluso el se ha desvelado en múltiples ocasiones leyendo algunos hechizos, y lo mismo se aplica a cuanto mago conoce, aunque no esperaba que el oji escarlata fuera igual, sin más sonrió, pues logró identificarse un poco mejor con el.

-Tu y tus cambios de humor, primero con tu carota y ahora me sonríes ¿quién te entiende?

-Es que me hace feliz la pasión que tenemos por la magia ¿Lograste aprender algún hechizo nuevo? 

-Ahora que lo mencionas si.

 -¿Cuál?

  -¿Recuerdas el hechizo de metamorfosis del que me hablaste hace tres meses?

  -Si.

-Bueno, pues ya lo dominé.

-¿Enserio?-dijo sorprendido.

-Si, aunque no lo he puesto en práctica, pero ya lo entendí.

-¿Puedo ver?

-Bueno, pero luego quiero que me traigas algunos duraznos para compensar.

-¡Dalo por hecho!

-Así me gusta-sonrió de lado-¿en que sería bueno transformarme?...¡Ya se! Me voy a convertir en ti, pero de hace tres años.

-¿Y eso para qué?

-Para que más, quiero burlarme.

-Bueno, mientras pueda ver esa magia no importa.

El mayor tomo su varita y realizó el conjuro siendo rodeado por una luz que cegó al otro por un momento.

-¿Qué te padece enano?-pronunció de manera errónea.

El chico frotaba sus ojos en un intento de poder ver mejor.

-Aún no te veo Judal-kun, pero tu voz sigue sonando igual, aunque más infantil.

-Es nodmal enano idiota, te dije que era de meta...meta...no puedo ponunciadlo.

-¿Metamorfosis!

-¡Etxacto! Pod eso mi voz es la misma.

-Oh, ya entiendo-retiro sus manos para abrir sus ojos tratando de enfocar al mayor- creo que ya puedo ver, mmm Judal-k...ungh ¡¿qué pasó?!

-¿De que hablas? ¿Qué no ves mi magnifitcencia?

-Pero no te convertiste en mi ¡eres tu pero como de tres años!

-¡¿Que qué?!!-dijo alarmado.

El peli azul realizó un encantamiento de agua para crear algo parecido a un espejo y así poder mostrar su reflejo al oráculo que nada más de verlo se puso pálido.

-¡Oh no!

Fue lo único que pudo decir por su actual estado de shock, tembló un poco, pero su orgullo no le permitía aceptar que se había equivocado.

-Solo etaba pobando enano etupido, ahora te muesto mi vedadedo poded.

Alzó su varita con presunción, pero de ella salió una muy diminuta luz que recordaba a las bengalas baratas que se venden para navidad, ambos perdieron todo color de sus rostros.

-Creo que no puedes utilizar tu magia Judal-kun.

-Ya me di cuenta.

-Supongo que tendremos que esperar.

-¿Etas loco? ¡Soy un magi puedo estar así anios!!

-Velo por el lado positivo, así estarás joven más tiempo.

-¡No seas etupido! ¡¿Qué no ves que no puedo usar mi magia?

 El menor estaba encantado, tenía mucho que se había acostumbrado a la manera soes de expresarse del oráculo, pero tenía que admitir que con esa torpe manera de hablar y esa vocecita sonaba muy tierno, por el que le insultara todo el día, así que no pudo evitar sonreír ampliamente.

-¡No te budles!

  -¡No lo hago!...creo que podríamos pedirle ayuda a Yam-san.

  -¿A esa vieja?

  -Ni se te ocurra decirle así, con ese cuerpo seguro te mata.

-Yo le digo como quiera.

-Es nuestra única opción.

-Pues ya que.

Ambos se dirigian a su despacho, pero el mayor tuvo la brillante idea de utilizar su magia de levitación la que claramente duro poco y terminó por impactarse de cara en el suelo, con su orgullo herido se sentó en el piso intentando no llorar, pero el hechizo había afectado su estado de animo, en verdad se sentía como un mocoso de tres años, y no pudo evitarlo.

-Bua-sus pequeños ojos dejaban escapar las lágrimas.

El peli azul se acercó para darle un pequeño beso en la frente y le tomo en sus brazos colocando el rostro del mayor en su hombro para que pudiera recargarse y le movía suavemente a modo de consuelo.

-Ya ya, todo estará bien.

Situado en esa posición el sol negro podía escuchar los latidos de Aladdin, lo que de alguna manera logró tranquilizarle y terminó por quedarse dormido.

El joven se convenció de que necesitaban ayuda, así que decidió ir con su maestra, pero se encontró con su candidato.

-Alibaba-kun-dijo bajito para no despertar al pequeño.

-¿Quién es el niño Aladdin?

-Judal-kun.

La impresión fue tan grande que el rubio no pudo ni gritar.

-¡¿Pues que pasó?!-susurraba.

-Un hechizo que salió mal.

-¿Puedo verlo?

Su amigo que no encontró extraña la petición movió un poco al oráculo para que el oji miel pudiera contemplarlo.

-¡Que bonito!!!-dijo emocionado pero con sutileza.

En ese momento le nació el instinto paternal ¿y cómo no? Si con esa actitud y apariencia el sacerdote de Kou no inspiraba otra cosa que protección.

-Si se ve tierno, pero no puede quedarse así, le llevo con Yam-san para que me ayude a regresarlo a la normalidad.

-¿Seguro que tiene que volver a ser así?

-¡Alibaba-kun!

-Era broma-en su rostro se notaba la mentira.

El pequeño comenzó a despertar, lo que agrado de sobremanera al ex príncipe, los ojos escarlata se posaron en el de manera amenazante, pero esos eran tan grandes y brillantes que más que miedo provocó ternura, sin siquiera pensarlo tomo al niño y le abrazó con fuerza, este iba a reclamar, pero al sentir la calidez del unicornio le fue imposible, jamás en su vida le habían dado un abrazo, y de esta manera pudo sentir la calidez de dos personas, quizá el haber realizado erróneamente el conjuro no fuera tan malo.

  Esta vez era el rubio quien lo llevaba en sus brazos, pues se negaba a devolverlo al peli azul.

  Cuando llegaron al despacho de Yamuraiha esta no estaba, así que decidieron buscar a Sinbad, seguro el sabía en donde se encontraba.

  Llegaron al lugar, en cuanto los vio el monarca abrió descomunalmente los ojos.

-¡¿Judal?!! ¡¿Qué te pasó?!!

  -No seas metiche dey idiota.-Le saco la lengua, el gesto fue tan tierno que como poseído el peli morado le tomo entre sus brazos, con demasiada fuerza, pero no podía evitarlo se veía encantador.

-¡Me lastimas dey idiota!!!

Pero el mayor ni le escuchaba, por lo que decidió darle una patada en su punto débil, pero su pierna era tan pequeña, y aquello tan monstruoso que el oji miel ni lo notó.

-¡Ojisan!!

Aladdin fue al rescate del pobre oráculo apartandole del mayor, este se pegó como lapa a su ropa, acción que le hubiera parecido tierna al menor de no ser porque no paraba de temblar, pues de esta manera se sentía vulnerable, como nunca.

-Todo estará bien, lo prometo.

Sonrió y acarició la pequeña cabecita azabache, el solo contacto le brindo una paz misteriosa, con el se sentía seguro.

El peli azul salió con el niño en sus brazos siendo acompañado aún por su candidato, al rey lo mandaron amablemente por un tubo, pues no querían que en un arranque de amor terminara por asesinar al azabache.

Caminaron un rato y se encontraron a Morgiana, le explicaron lo sucedido, no emitió comentario de lo ocurrido pero se podía apreciar un leve rubor en sus mejillas.

La pelirroja uso su excelente sentido del olfato para buscar a la peli aqua.

La encontraron rápidamente y le explicaron la situación, a ella también le pareció que se veía muy tierno.

Después de un rato llegaron a la conclusión de que por el momento no había nada que pudieran hacer para ayudarlo, por lo que tendría que quedarse de esa manera hasta que pudieran encontrar una solución, no le quedó de otra que aceptar aunque no estaba molesto, pues comenzó a darse cuenta de que con esa apariencia todos eran más amables con el, y eso no le desagradaba.

..............................

Pasaron algunos días, en el palacio prácticamente no había nadie que no le hubiera visto, incluso Sinbad le mando confeccionar ropa a su medida, aunque a todos les pareció curioso el hecho de que su ropa se hubiera encogido junto con el, ¿le habría afectado la magia de metamorfosis?

Esta sentado en el comedor comiendo un durazno, que con el tamaño que ahora tiene más bien parece probar un melón, todos toman su desayuno pero no dejan de observar a esa bella cosita, de lo que se da cuenta y decide recriminar al que se encuentra más cerca.

-¿Qué rayos me vez etupida monja?-dijo al albino.

-Nada en realidad-restandole importancia viró la cabeza visiblemente sonrojado, ¡pero es que ese insulto fue tan lindo!!!!!!!!

.............................

Habían pasado un par de semanas de lo ocurrido y el oráculo continuaba con la misma apariencia, pero ya se había acostumbrado a los apapachos, todos en el palacio le consentían como si no tuvieran algo mejor que hacer, hasta llegó a la conclusión de que el rey idiota se había hecho más idiota.

Sin embargo el ya tenía un favorito, alguien con quien amaba pasar el tiempo y con quien se sentía protegido.

  -¡Enano!

-¿Qué sucede Judal-kun?

  -Quedo que me leas un libo.

-¡Claro!

..........................

-Enano.

-¿Qué ocurre?

-Abeme la puedta que no alcanzó el etupido picapodte.

......................

-¡Enano!

-¿Si?

-Me da miedo la oscudidad, ¿te duedmes conmigo?

......................

Con la convivencia el sol negro mostraba incluso sus debilidades, pero solo con el peli azul que es la única persona en la que en verdad confía.

Por su parte este siempre le consentía y cuidaba, se había convertido en algo así como un pequeño hermanito.

El tiempo paso, ya eran dos meses de aquello, y nadie ponía ni un poco de empeño en buscar una solución, el azabache porque se había acostumbrado a la manera amorosa que tenían todos de cuidarle, aunque igual salían insultados o golpeados con sus pequeñas manitas cada que algo no le parecía, y los demás, bueno ¿para qué tener al sacerdote adulto cuando este es tan tierno?

.......................

Como siempre, el peli azul ha dormido con el pequeño niño en sus brazos, pero algo anda raro, abre los ojos para darse cuenta de que ha vuelto a la normalidad y ¡completamente desnudo!

-¡Judal-kun!!!

El grito despertó y asustó al joven por igual.

-¡¿Qué carajo te pasa?!!!-enseguida notó que había regresado a su apariencia común-he regresado a la normalidad-por alguna razón sonaba triste.

Con su cuerpo así, ya no iba a recibir el trato cariñoso de todos, y eso causó un dolor en su pecho.

-¿Quieres que te lea un cuento Judal-kun?

Le miró sorprendido pero feliz, al menos Aladdin seguiría dándole su amor.

-Esta bien.

-Pero primero.

-¿Pero primero qué?

-¡Ponte algo de ropa!!!

...........................

Cuando todos se dieron cuenta de que había vuelto a la normalidad...le siguieron tratando igual, no importa que sea un joven, para ellos sigue siendo el niñito indefenso y tierno, incluso Sinbad le estrujó un par de veces cuando le agarró distraído, siendo recibido por un patadón en ambas ocasiones, los que en esta ocasión dolieron hasta el fondo de su alma, y no entendía la razón.

Como ya se había acostumbrado, el azabache se la pasaba pegado al oji azul, hoy como siempre estaban dando un paseo, y la mala condición del mayor les obligó a tomar un descanso en la fuente, pero con el terrible calambre que tenía en una de sus piernas, el joven estuvo a punto de caer al agua, siendo tomado con fuerza por Aladdin atrayendolo hacia el y provocando que cayeran en una posición sumamente comprometedora, se miraron un momento con el corazón de cada uno latiendo con fuerza, el peli azul tomo la iniciativa y acercó su rostro besando dulcemente los labios ajenos, no encontrando impedimento ni molestia del otro.

  -Te amo Judal-kun.

  El pequeño siempre le había querido, pero con el trato diario se enamoró de el.

-Yo también te amo enano.

El oráculo siempre tuvo curiosidad por el, pero ser protegido y consentido con hermosos detalles robo su corazón.

El magi caído se quitó de encima del muchacho y ofreció su mano para ayudarle a poner en pie, la que Aladdin no soltó en ningún momento para caminar acompañado de su amado.

-Eres un tamposo enano estúpido.

Por un momento el menor creyó escuchar que se había equivocado con la pronunciación de una palabra, le parecío muy tierno, pero después tuvo la impresión de que era un asaltacunas, lo cual era extraño considerando que el azabache le lleva más o menos ocho años, pero total si lo es o no ya no tiene la menor importancia, porque no piensa dejarlo ir por nada del mundo.

 

Notas finales:

Gracias por leer nos vemos la próxima¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).