Dean y Sam encontraron increíblemente incomodo caminar con aquellas enormes barrigas, era algo muy pesado, Dean no dejaba de pensar en que mientras más rápido llegaron al árbol del fruto prohibido más rápido lograrían salvar sus vidas y eso era lo que le daba fuerzas de seguir adelante, por otro lado Sam quien también tenía esperanza, no tenía la suficiente fuerza mental para salir adelante como Dean, Dean nuevamente era el mismo Dean de antes, fuerte, aventurero y valiente dispuesto a hacerle frente al peligro y burlarse en su cara, pero Sam no paraba de tener miedo, no había nada que lo calmara ni siquiera el toque de Dean quien no soltaba su mano, Sam sentía además de todo culpa, había sido idea suya, ir a Missouri, y no dejaba de pensar que de haber sugerido otro lugar, cualquier otro, Las Vegas, La playa cualquier maldito lugar en la faz de la tierra, no estarían metidos en este embrollo y sus vidas no penderían de un hilo. Dean no tardó en darse cuenta de que Sam no estaba nada bien, nada raro tomando en cuenta las circunstancias, pero el sentía algo más, se percató entonces que podía sentir culpa, mucha culpa, pero no era de él, sino de Sam, podía sentir las emociones de Sam como propias, y eso le hizo detenerse.
-Cas podrías adelantarte, te veremos allá, -Castiel quién al notar la expresión en el rostro de Sam y al ver la preocupación de Dean comprendió que ambos necesitaban un minuto a solas.
-claro, tómense su tiempo
-Deam abrazó fuertemente a Sam quien rompió en llanto al sentir el cálido abrazo de su hermano, Sam lloro y grito de desesperación a todo pulmón, no podía para de gritar, su corazón le dolía mucho
-lo siento tanto Dean, es mi culpa, lo siento mucho, no debí mencionar nunca ir Missouri, no debí convencerte de ir a ese lugar, perdona por favor, -Dean abrazo más fuerte aún a Sam hasta que sus grandes vientres les impidieron juntar más sus cuerpos y un leve dolor les forzó a separarse.
-Sammy por favor, no te culpes, tu dolor me desgarra el alma, tu no sabías que algo así iba suceder, tu no sabías que ese maldito pueblo de mala muerte era un centro de sacrificio, tu solo viste que podría divertirme ahí y por eso lo elegiste, para querer hacerme sentir bien, y te lo agradezco mucho Sammy, tú me amabas y querías ayudarme, por eso me llevaste ahí.
Sam y Dean se quedaron viendo el uno al otro y ambos comenzaron a excitarse, esta vez Dean toco suave y sensualmente el trasero de Sam mientras comenzaba a besar su cuello, y dar pequeños mordiscos, Sam solo cerro los ojos y dejo a Dean recorrer con su boca y mano cada centímetro de su cuerpo, Dean introdujo dos dedos la boca de Sam y este los chupo como una paleta de dulce. Esto hizo que el pene de Dean se pusiera muy duro, y comenzara a gotear liquido preseminal, dado que ambos eran capaces de sentir lo que el otro por el lazo ahora ambos experimentaban el placer propio y el del otro, lo que multiplicaba la intensidad del placer.
Sam no soporto estar más tiempo sin poder tocar a Dean y llevo su mano al pene de Dean, ambos se apresuraron a despojarse de sus ropas y al poderse contemplar desnudos la excitación iba en aumento, incluso con ese inusual vientre para Dean su hermano era condenadamente sexy y Sam pensaba igual. Sam se hinco y comenzó a chupar el pene duro de Dean quien no paraba de gemir de placer, una y otra vez pequeños escalofríos recorrían su cuerpo al sentir como Sam chupaba y devoraba su pene y sentir el placer que le provocaba a él chupársela. Dean sintió como una gigantesca oleada de placer atravesó su cuerpo y supo que estaba próximo a venirse y solo tomo a Sam por el cabello y empujo su cabeza aún más hacia el haciendo que Sam tomara su pene hasta la altura de las bolas
-ha no pares Sammy, estoy por terminar
Y Sam alagado y excitado por la solicitud de Dean comenzó a chupar más fuerte y más rápido llevando el pene de su hermano hasta el fondo de su garganta, Dean quién sentía que sus piernas estaban comenzando a temblar, supo que ya estaba por venirse y tomo la cabeza de Sam y la empujo más fuerte y rápido, finalmente una oleada eléctrica lo recorrió y termino eyaculando una gran cantidad de semen en la boca de su hermano quien a su vez también eyaculo sobre el piso, no desperdicio ni una sola gota del semen de su hermano, el sabor era glorioso y quiso beberlo todo.
Dean no pudo mantenerse de pie más y cayo de rodillas, ambos estaban temblando de tanto placer, el culo de ambos palpitaba como pidiendo a gritos ser penetrado por el otro, cosa que no era mala idea, Dean ya tenía su pene lubricado, tomo a Sam y lo puso en cuatro y con los dedos que Sam había lamido comenzó a abrirle la entrada quien gimió en cuanto Dean le introdujo su primer dedo. Dean inmediatamente le introdujo otro dedo y los movió más rápido y en respuesta Sam gimió más fuerte cosa que le hacía respirar entrecortado, Dean agrego un tercer y último dedo, cosa que hizo que Sam arqueara su espalda y comenzara a apretar su culo, Dean supo que había encontrado el punto G de Sammy y estaba listo para consentirlo en agradecimiento por la mamada de antes, tomo su gran y duro miembro y comenzó a introducirlo lentamente en su interior, Sam comenzó a arquear nuevamente su espalda acompañado de gemidos.
Comenzó con leves embestidas ya que no quería lastimarse ni a Sam y era algo difícil tener sexo con esos vientres enormes, pero lago había de sexy en ello, y entonces rodeo el gran vientre de Sam con una mano y haciéndole que se incorporara, mientras continuaba embistiéndolo le daba suaves caricias a su vientre, Sam comenzaba a gemir cada vez más fuerte.
-Dean, haaaa, por favor con cuidado haaaaaaaaaaaa mmmmmm
Dean comenzó a metérsela más profundo motivado por los gemidos de Sam y como este le apretaba con su culo, era como si su pene estuviera siendo masturbado, el interior de Sam era cálido y resbaloso, lo hizo que se pusiera en cuatro nuevamente y le levanto una pierna por encima de su hombro e introdujo más profundo su pene en el interior de Sam quien solo un fuerte gemido mientras su cuerpo temblaba y su trasero comenzaba a gotear, pequeñas gotas de leche comenzaban a asomarse por los pezones de Sam pero ninguno lo había notado aún.
-haaaaaaaaa Dean yo… haaaaa agggg….. si por favor…. Mas haaaaa
Dean sentía que estaba volviéndose loco, mientras más lo apretaba Sam más fuerte era el deseo de embestirlo salvajemente pero no en el estado en que se encontraban ambos era peligroso, finalmente Dean siguió penetrándolo profundamente y empujando en su punto G haciendo que Sam se electrificara de placer, tomo el pene de Sam y comenzó a bombearlo se dio cuenta de lo duro que estaba Sam y esto lo calentaba aún más, ambos estaban al borde del éxtasis, sintiendo Dean que pronto acabaría aumento la velocidad y Sam gimió más fuerte aún, ambos gemían y se estremecían cuando finalmente Dean soló toda su semilla dentro de Sam mientras que el acabo en la mano de su hermano. Sam respiraba con mucho trabajo, estaba muy agitado, se recortó sobre su espalda con una mano sobre su barriga tratando de recuperar el aliento, Dean también se recostó a un lado de él y lamio cada gota del semen de su Sammy que estaba en su mano, al ver esto Sam se sonrojo y se tapó los ojos con las manos.
-oye tú te tragaste el mío, ¿Qué hay de malo con que yo haga lo mismo?
Ambos tomaron un leve descanso de un minuto para continuar, Cas ya debía estar esperándolos, se ayudaron a incorporarse y vestirse, y ya iban a seguir caminando cuando Dean tomo la mano de Sam y con una sonrisa pícara dijo.
-Sam, acabamos de tener sexo en el Edén
Y ambos rieron mientras seguían su camino, Castiel se encontraba parado frente a un gran árbol cerca del lago y su fruto rojo brillaba tanto que parecía un diamante, un enorme diamante en forma de manzana.
-ho vaya, ¿será acaso este el fruto prohibido?
-Pues no existe algo en las escrituras bíblicas que describa como es exactamente el fruto prohibido, pero de acuerdo a Adán y Eva cuando suplicaban a Dios para que no los echara decían que el diablo engaño a Eva diciéndole que el sabor de aquel maravilloso fruto era tan hermoso como su brillo y forma. Lo que me hace pensar que pudiera tratarse de este. –dijo Castiel sosteniendo un fruto en su mano examinándolo
-un segundo dijo Sam, ¿cómo es posible que Dios no esté aquí para impedirnos comer el fruto?, estamos en el Edén, si Dios es omnipresente en la tierra, lo es con mayor razón en el Edén. Dean esto no me da confianza en lo absoluto
-tienes razón Sammy, - dijo Dean sosteniendo fuertemente la mano de Sam, -esto parece demasiado fácil, ¿y cuando algo ha sido fácil en nuestras vidas?
- ¿entonces qué hacemos?, pregunto Castiel quién aún sostenía en su mano el fruto rojo, ahora con evidente desconfianza.
Los tres se quedaron pensando que debían hacer, era obvio que Dios los observaba y no hacía nada por detenerlos, solo podía significar una cosa, Dios quería que comieran del fruto prohibido o aquel fruto no era en realidad el fruto prohibido. Sam analizaba sus pensamientos con cuidado y sintió como una voz en su cabeza le respondió, era la vos de Dean, -yo también creo que esto es una trampa Sammy. El lazo del matrimonio realmente los unió en cuerpo y alma, compartían todo ahora, amor, sensaciones y pensamientos eran uno ahora. Sam sonrió mirando a los ojos a Dean y los corazones de ambos comenzaron a latir al unísono. Aquella era una hermosa escena de amor que el Edén jamás había presenciado y eso fue suficiente para que el lago se iluminara, y los frutos rojos comenzarán a desprender un fuerte brillo como el de un diamante siendo iluminado con la luz de un faro.
- ¿Dean?, pregunto Sam quien se sintió asombrado y preocupado por la escena que estaba presenciando, era un espectáculo sublime a los ojos, pero daba miedo pensar que podría pasar a continuación.
- ¿Qué están haciendo?, -pregunto Dios quien se manifestó ante ellos con cara de asombro y enfado al ver el espectáculo de luces y brillo en el Edén, - ¿Cómo se atreven a perturbar la paz de mi paraíso?
-de rayos hablas?, nosotros no hemos hecho nada, -dijo Dean quién al ver a Dios se sintió furioso y más ahora que los estaba acusando de hacer algo de lo que no tenía idea.
-primero Adan y Eva y ahora ustedes, los humanos no tienen ningún sentido de respeto hacia las reglas, por eso han caído en desgracia. No son más que niños rebeldes que no quieren obedecer y se atreven a colmar mi paciente, -mientras decía esto una nube negra se formaba sobre los cielos y vientos fuertes comenzaban a soplar, al ver esto los chicos comenzaron a asustarse.
-ellos no han hecho nada y lo sabes ¿no?, nos has estado vigilando todo el tiempo ¿no?, ¿Qué está pasando?, -pregunto Castiel quién se mostraban tan enojado como para atreverse a rebelarse contra su padre.
-ustedes han profanado la paz de mi hermoso paraíso, el lugar más sagrado en la tierra, han tenido relaciones carnales, han despertado la lujuria en el Edén. No hay pecado en el Edén y ustedes lo han profanado. No me molestare más en protegerlos, los mataré ahora mismo hare que entren en labor de parto y tomare a mis sobrinos conmigo.
Dicho esto, Dios levanto sus manos y Dean y Sam se elevaron del suelo, ambos estaban asustados, pero no soltaban sus manos, se aferraban a aquello que más amaban. Una fuerte luz comenzó a emanar del cuerpo de ambos mientras gritaban de dolor, parecía que sus bebes estaban en camino y ambos se retorcían de sufrimiento, Dios los observaba con una expresión de tranquilidad en sus rostros, de alguien a quien poco le importaba el dolor que estaban pasando. Castiel soltó el fruto y corrió a tratar de ayudar, pero un chasquido de los dedos de Dios mando a volar contra el árbol a Castiel quedando inconsciente por el golpe.
Dean comenzó a gritar cada vez más fuerte, sentía que sus entrañas se estaban moviendo y sentía un dolor fulminante en su vientre y en sus genitales y podía sentir el mismo dolor en Sam quien ya no tenía las fuerzas para gritar, solo cerraba sus ojos con fuerza y lloraba, ambos descendieron al suelo y permanecían en posición fetal sin poder moverse por el dolor, de la entrepierna de ambos comenzó a bajar sangre abundante, Sam y Dean comenzaron a sentirse mareados, sentían como algo bajaba por sus vientres queriendo salir, ambos sentían fuertes contracciones en su vientre y en sus genitales, de pronto comenzaron a sentir que sus genitales se desgarraban, aquel horrible dolor termino llevando a ambos al desmayo. Mientras los bebes de ambos nacían matando a sus madres, Dios observaba tranquilamente y una sonrisa se dibujó en sus labios al observar como aquellos bebes terminaron de nacer y destruyeron los cuerpos de Sam y Dean matándolos al instante.