Una mariposa se posó en la nariz de Dean y las cosquillas de sus diminutas patas le hicieron despertar. Se sentía algo desorientado, no sabía dónde estaba, a su alrededor solo había un enorme bosque con prado verde, el yacía recostado en sobre la hierba verde, se podía escuchar el sonido de un rio no muy lejos, se puso de pie y comenzó a caminar sin tener idea de a donde se tenía que dirigir, había muchos olores a su alrededor, almizcle, flores incluso tierra mojada. Un paraíso así de hermoso le hacía querer estar pasando la tarde pescando, tomando algunas cervezas y haciendo el amor con Sam. Pero ¿Dónde estaba él?, no lo había visto desde que despertó y entonces recordó todo. El viaje a Missouri, el ritual, la violación, el embarazo y Dios torturándolos, recordó sufrir horribles dolores y sentir como su cuerpo se desgarraba y luego nada, obscuridad y paz y luego… despertó ahí. Lo comprendió entonces, estaba muerto, pero ¿y Sam?, no lo había visto, ¿será acaso que el sobrevivió?, -SAMMM, SAM ¿DÓNDE ESTAS?, SAMMMM ,- grito Dean con todas sus fuerzas pero nadie le respondía, Sam no estaba ahí, su respiración comenzó a agitarse, su corazón latía fuertemente, ¿Dónde estaba su hermano?
Dean no se percató que estaba llorando hasta que las lágrimas se recorrieron sus mejillas, -¿Sammy dónde estás?, -dijo con voz entrecortada y siguió caminando sin tener idea de a donde se tenía que dirigir.
Mientras tanto Sam había despertado en el mismo tiempo aproximado que Dean pero en el infierno, sin saber porque estaba ahí, los demonios lo llevaron ante Crowley el rey del infierno cuando Sam demando saber que estaba haciendo ahí y donde estaba Dean.
Crowley estaba tomando un wiski escoses sentado en su trono mientras atendía las dudas de Sam quien no daba crédito a lo que estaba escuchando, había muerto, y mientras él estaba en el infierno Dean estaba en el cielo.
- ¿Por qué, cómo fue posible?
-Querido alce, no te acongojes fue Dios mismo quién los mato, lo hicieron enojar y era de esperar que tomaría medidas en su contra para castigarlos por la eternidad, no sé si has leído la biblia con detenimiento, pero se le conoce por ser muy rencoroso y cruel con sus castigos.
Habiendo escuchado esto último y sin lograr encontrar consuelo Sam comenzó a llorar, finalmente tuvo el valor de confesar su amor por Dean y murió, lo separaron de él, lo perdió todo en un abrir y cerrar de ojos. Crowley le dijo que no tenía que preocuparse por el hecho de estar en el infierno, el hecho de haber sido asesinado y mandado ahí por el mismo dios le hizo ganar cierta fama y todos le veía como el nuevo lucifer. Pero eso no le importaba en lo más mínimo a Sam, el solo quería ver a Dean. Estaba exento de ser torturado en el infierno por su categoría, pero una eternidad sin su hermano ya era suficiente tortura.
-Crowley tienes que ayudarme a volver a ver a Dean, haré lo que sea solo dime que tengo que hacer
-tranquilo querido, lamento ser yo quien mate tus esperanzas, pero no hay forma en que puedas salir de aquí, fue Dios mismo quien te envió ¿recuerdas?, eso implica una serie de candados en tu condena, cadena perpetua sin derecho a libertad…nunca.
-NO ME JODAS CON ESO, -grito con una enorme ira en su corazón, su grito se escuchó con mucha fuerza en todo el infierno, y Crowley sonrió, -entiendo ahora porque eres el recipiente de Lucifer, el hijo que se revela contra los deseos de su padre y con el espíritu más fuerte y un espíritu aventurero con un deseo de tener mucho más, de ser algo más. No digo que no hay forma de salir de aquí Sam, solo que no puedo ayudarte a Salir, no tengo tal fuerza, sin embargo, hay alguien con la suficiente fuerza para abrirte las puertas del infierno y desatar el caos y la ira de Dios, tú y él se entienden perfectamente, ¿lo sabes no?
Sam lo comprendió inmediatamente, -lo entiendo, llévame con él
Crowley se sorprendió al ver la firmeza de Sam en su petición, - ¿estás seguro Sam?
-dije que lo entiendo, llévame con él.
- ¿y cómo harás para convencerlo a que te ayude?, no es como si ambos fueran buenos amigos.
-lo sé, pero ahora ambos estamos del mismo lado.
satisfecho con la respuesta y asombrado por el cambio de Sam Winchester decidido a abrir las puertas del infierno y desatar un nuevo apocalipsis todo por encontrare con su hermano desafiando la ira de Dios, Crowley se levantó y le dio un pequeño beso a su trono, era consciente de que no lo volvería a ver y le toco el hombro a Sam, -sígueme cariño el tiempo en el infierno vale oro.
Sam podría jurar que llevaban horas caminando y todos los sitios parecían exactamente igual, sin mencionar los horribles gritos de las almas condenadas que estaban siendo torturadas que sentía que le taladraban los tímpanos, Crowley no paraba de decir que cada vez faltaba menos y que fuera paciente. Finalmente llegaron a un lugar en donde se sentía el calor de las llamas más fuerte que el resto del lugar, se sentía el ambiente muy pesado y grandes estatuas de seres andróginos con mirada de dolor , entonces Sam la vio; la jaula de Lucifer, con solo verla se le aceleraba el corazón lo cual no pensaba que fuera posible para alguien muerto pero así era, se detuvo un momento, se preguntó cómo haría para hablar con él luego de todo lo que paso, por un momento dudo del plan y pensó que no era buena idea intentar hacer equipo con Lucifer, pero recordó que tampoco Dios estaba de su lado y recordó a Dean a quién no volvería a ver si no salía de ahí y este último pensamiento le hizo caminar nuevamente rebasando a Crowley quién se sorprendió al ver la prisa de Sam.
Sam comenzó a subir los escalones que le dirigían hacia la jaula y no paraba de pensar en lo pronto que se reuniría con Dean, con su amado Dean; cuando finalmente estuvo frente a la jaula. Su vox fue fuerte y clara.
-Lucifer, soy Sam Winchester, muéstrate
Una figura se divisó a lo lejos y conforme se iba a acercando unos ojos rojos se hicieron visibles, era Lucifer, pero en el cuerpo de Nick.
-Sammy, que agradable sorpresa dijo calmadamente mientras sus ojos rojos se hacían cada vez más brillantes y una sonrisa enorme y siniestra se dibujaba en sus labios. ¿sabes algo? Comenzaba a aburrirme aquí torturado a mi querido hermanito Miguel, el hace mucho que dejo de moverse parece que me sobrepase con él. Pero hey alguien debía de pagar el precio por volver a encerrarme en este maldito agujero ¿no lo crees?, -dijo mientras inclinaba de lado su cabeza como esperando que Sam realmente respondiera a su pregunta. Sam miro a un lado para descubrir el cuerpo de su medio hermano Adam el recipiente del arcángel Miguel, severamente lacerado y calcinado en varias partes de su cuerpo, Lucifer ciertamente había estado ocupado torturando al hermano que lo envió al infierno hace miles de siglos.
-¿Adam? ,-dijo Sam preocupado y esperando respuesta, pero aquel cuerpo no se movió.
-ho que incomodo es esto, veras Adam dejo el juego hace mucho, no logro soportar tanto dolor y sufrimiento y termino muriendo, dejo a Miguel solo contra mí, claro que él no está muerto a diferencia de tu hermanito porque aún no estoy satisfecho, -dijo volteando a ver Miguel mientras chasqueaba sus dedos y sangre emanaba de sus ojos haciéndole gritar horriblemente, Sam retrocedió al ver esta escena, ciertamente no estaba preparado para presenciar algo así y nuevamente comenzaba a dudar, pero Crowley lo detuvo.
-no olvides porque estás aquí alce, tu hermano y tú no volverán a estar juntos nunca más si no tienes el valor ahora. Su majestad, Sam Winchester viene a hablar con usted, Dios lo ha desterrado al inferno luego de que él y Dean murieran dando a luz a los hijos de Camel.
Lucifer fue incapaz de ocultar su asombro, - ¿Camel?, ¿has dicho Camel?, ¿Cómo puede ser eso posible?
Sam se acercó a la jaula tanto que bien pudiera tomar la mano de Lucifer, -Lucifer, Camel nunca se fue, estuvo escondido en una pequeño pueblo de Missouri, las personas les rendían culto y él les concedía prosperidad a cambio de que sacrificaran dos almas para dar a luz a sus hijos que luego el devoraba, lo ha estado haciendo por siglos, Dean y yo fuimos las ultimas víctimas, Camel nos violo a ambos y nos embarazo, y luego Dios nos llevó con él al Edén, creímos que él nos salvaría pero luego de descubrir que él no estaba interesado en absoluto en salvarnos sino que quería utilizar a las criaturas en nuestros vientres para derrotar a su hermano sin importar nuestras vidas, quisimos huir y … él no nos lo permitió, el termino matándonos, acelero el proceso del parto y ambos morimos y yo he sido enviado aquí y Dean por lo que sé está en el cielo. Quiero verlo Lucifer, quiero volver a estar con Dean.
-ESE MALDITO, -grito Lucifer con tal fuerza que comenzaron a caer rayos y retumbar el suelo por todo el infierno haciendo que hasta el último grito de lamento se callara por miedo de tal poder. La jaula parecía que se rompería por como temblaba, pero resistió.
Sam al ver la reacción de Lucifer, comprendió que no sería difícil convencerlo de abrir las puertas del infierno y desatar su ira hacia Dios nuevamente.
-Lucifer, he venido a disculparme y… quiero que esta vez trabajemos juntos, para traer de nuevo el apocalipsis, esta vez te ayudare siempre y cuando me ayudes a llegar al cielo, para llegar a Dean.
-Lucifer sonrió, asintió con la cabeza y saco su mano por la rendija de la jaula, Sam tomo su mano, -hay una condición, no puedes usar mi cuerpo, pero lo harás cuando y sí es necesario, -y ambos entrelazaron un saludo que sello un trato. La jaula entonces comenzó a temblar y uno a uno fueron desapareciendo los barrotes. Al quedar libre Lucifer tomo a Sam del mentón y le dio un leve beso en los labios, -mi querido Sammy, finalmente estamos del mismo lado, ya era hora que entendieras que solo somos simples piezas de ajedrez para Dios en el tablero de su universo. Te propongo algo adicional a tu trato, si me ayudas a ganar te otorgare un obsequio a ti y Dean, ambos recibirán mi protección, -Sam no entendía exactamente a qué significaba tener la protección de Lucifer pero acepto sin vacilar, Lucifer chasqueo los dedos y el cuerpo de Miguel detrás suyo termino de ser calcinado y fue reducido a cenizas.
Sam se impresionó al ver esto, Lucifer solo le volteo a ver con una calmada sonrisa, -ya no lo necesito, ahora tengo que algo más en que concentrarme, y así lo tomo de la mano y ambos caminaron con Crowley siguiéndoles el paso.