-El reloj marcaba las tres de la tarde en aquella cafetería ubicada en los barrios periféricos del centro. Un muchacho de cabellos castaños esperaba sentado con un café espumoso al que había tomado a penas un sorbo. Esperaba con su corazón en carne viva. ¿Por qué aquella reunión? ¿Por qué, cuando podían hablar de sus cosas privadas en su casa o en la casa de él? El hecho de pensar en un sinfín de posibilidades que su pareja tenía para decirle, hacía aquella espera una tortura. Normalmente no necesitaba una cita, o quizás no era una reunión por la pareja y quería hablar de trabajo, pero eso aún más carecía de sentido, de trabajo hablaban la mayor parte del día. ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Quizás tenía que ver con algo de los demás miembros? ¿Algún secreto? Suspiro agobiado, antes de ver la figura del menor entrar al local, al fin sus dudas se acabarían. Hiroto se acercó hasta él y lo beso corto en los labios, antes de sentarse frente al vocal. Show estaba seguro de que el rostro de Hiroto era como un libro y podía notar que por su rostro fruncido, aquello que tenía para decirle, era bastante serio, por lo que evito bromear.
— ¿Quieres tomar un café?— Preguntó el castaño, pidiendo uno, mientras el pelinegro se acomodaba mejor en su asiento.-
— Gracias.- Agradeció, acomodándose los cabellos suavemente. — Terminé tarde la reunión por los Goods y por eso me tardé- Discúlpame.— Expresó, mientras el vocalista asistía pues él conocía como se atrasaban con esas cosas.— Por cierto lo que encargaste para el próximo concierto, intente que adelantaran el proyecto. Sé lo mucho que estás esperándolo.-
— Gracias, tu siempre eres maravilloso.— Expresó el cantante, tomando su mano sutilmente en forma de agradecimiento, antes de que se acercaran a dejar el pedido de café del guitarrista. En cuanto volvieron a quedar solos, la música de fondo los envolvió durante los primeros minutos, mientras aquellos labios gruesos saboreaban el dulce café. El vocal no soporto la intriga.— Dime…¿Por qué me citaste aquí?
— Tengo algo muy importante que decirte… Y necesito que ante todo me comprendas.— El vocal, lo observó con cierta duda, antes de asentir.-
— No te puedo prometer que lo haré, porqué aun no sé de qué se trata.— Expresó, tomando un sorbo de café aun cuando estaba un poco frio.-
— Entiendo. Pero si decidí decírtelo es porque considero que tu y yo somos bastante maduros. Aparte que no me gusta mentirte, y siempre he priorizado nuestra relación, por lo que necesito ser franco. – El vocal sintió un repentino nudo en su garganta, todas sus especulaciones se habían ido al cesto de la basura, Hiroto quería hablar de su relación y su seriedad lo estaba matando lentamente.-
— Kazu…Estoy confundido.— Aquellos ojos marrones oscuros se clavaron en las pupilas coloridas del vocal, el cual llevaba puestos unos azules intensos. Hiroto llevó su puño a sus labios para tapar los mismos ligeramente.— Trabajar con Luz…
— ¿Luz?— Interrumpió el vocalista, comenzando a entender de qué se trataba aquella confusión del guitarrista.—
— Sí…Estoy confundido. Es difícil de decir esto, pero me siento atraído por su presencia y por momentos, es como si te viera a ti y en otros es como…Es confuso. Por costumbre lo he llamado incluso Kazu…- El castaño sintió de repente una rabia en su interior, como de quién desea salir corriendo de aquel lugar, encontrar a Luz y darle buenas razones para no mostrar su rostro.-
— Kazu…Sé que te estoy pidiendo que me comprendas, y que para ti esto no es facil. Pero no te enojes…Por favor. – Pidió el pelinegro, tomando un poco de su café, clavando su mirada en la mirada ajena, pero el castaño, evitaba verlo.
— ¿Cómo? Hiroto sí estuve de acuerdo en que trabajaras con él, es porque confiaba en que esto no iba a pasar. Llevábamos años juntos, por fin hemos logrado pensar en nuestro futuro, por fin parece que formaremos una familia y ahora me dices…Que estás confundido, con un muchacho que ni siquiera le conozco la cara.-
— Ohara, entiende. No controlo mis sentimientos. ¿Cómo crees que puedo controlar esto que siento?-
— ¿Y qué sientes Ogata? Porque hasta donde he entendido, solo estás confundido. ¿O acaso te has enamorado de él?— Pregunto incrédulo el vocal, sintiendo como si una espina se clavara en su pecho y la sangre brotara con fuerza hacia fuera. Justo sobre una de sus arterias, lastimándolo profundo.-
— No… Kazu no sé lo que siento, pero me duele más pensar que está confusión nos termine dañando. Por respeto al amor que nos tenemos… Sólo quería pedirte un tiempo.— Hiroto no podía saber hasta dónde había herido al vocal con sus palabras, pero ver aquellas expresiones desencajadas del más alto, lo alarmaban. Había intentado evitar la discusión, razón de porque lo citó en un lugar público. Pero su estrategia no sirvió.
— ¿Un tiempo?— Preguntó de forma retórica, había entendido la pregunta, sólo necesitaba aclarar sus ideas. Hiroto asistió sin atreverse a responder. El vocal tomó un sorbo de café, el último sorbo le pareció tan amargo que le costó digerirlo. Observó a su alrededor, antes de suspirar. Por un momento estuvo a punto de decirle que ese tiempo era para probar que tan bueno era en la cama Luz, pero sentía que esa rabia solo terminaría alejando al guitarrista y dada su nueva posición, no le convenía. Amaba a ese chico de labios gruesos y no podía retenerlo como si de un juguete se tratara. Tenía que ser sensato. Soltó el aire contenido en su pecho, antes de animarse a hablar.— Está bien Hiroto… Sí es lo que necesita. Lo comprendo.-
— Kazu perdón… Hubiese preferido que esto no pasará pero...— El vocal movió su palma hacia delante, en señal de que esperaba que Hiroto se detuviera. El pelinegro conocía perfectamente a Show y sabía que esa forma de actuar del más alto, solo era una fachada para no demostrar su dolor.
— No requiero más explicaciones. Cuando te aclares, hablaremos de nuevo. ¿Si? Quiero lo mejor para ti y si decides terminar lo nuestro, me dolerá pero lo entenderé. — El vocalista pronunció aquello, tomando los dedos del guitarrista, acariciando sus dedos con suavidad.-
— No he hablado de separarnos… Sólo estoy…
— Confundido. Entiendo esa situación. Sólo recuerda que te amo, Hiroto.— Expresó, separando sus dedos, levantándose de su asiento. Hiroto lo observó con sorpresa.— Discúlpame, pero ya es hora de una sesión de fotos. Nos vemos… En el ensayo. Cuídate bebé.— Show se acomodó la chaqueta, antes de acercarse hasta el pelinegro amagando que lo iba a besar, pero terminó depositando un beso en su mejilla.-
Hiroto no tuvo tiempo ni de reaccionar, no al menos hasta que vio la figura del castaño cruzar la puerta de aquella cafetería.
El vocal había mentido, no existía tal sesión de fotos, pero en ese momento necesitaba llorar, y dado que no le gustaba hacerlo frente a las personas, prefería caminar aquellos metros y llegar a su casa para hacerlo con tranquilidad. Busco su iPhone para apagarlo, necesitaba desconectarse por un momento y liberar la rabia contenida. Caminó durante varios minutos, pero por alguna razón, su inconsciente lo había hecho caminar hasta el edificio del guitarrista. Ambos vivían en el mismo distrito pero en diferentes edificios, y lo separaban varias cuadras. Suspiró ante su estúpido error, cuando observó a un muchacho sentado en la banca frente al edificio, observado hacia todos lados, como esperando a alguien, su rostro estaba tapada por un barbijo y anteojos. Se hizo el desentendido, caminó hasta una de las maquinas expendedoras para comprar algo, pero su principal objetivo era ver quién era, porque su presentimiento le indicaba que ese chico era Luz. Cruzó la calle para poder observar mejor y sin ser descubierto, su corazón latía con desesperación. Aquella rabia seguía creciendo en su interior, sumado a su dolor que parecía a punto de llorar. Buscó en su bolso, sus anteojos, antes de observar como el vehículo de Hiroto estacionaba frente al edificio.
Show observó como el guitarrista bajaba de su auto para saludar a aquel chico, podía notar como el pelinegro sonreía amplio y eso solo generaba que el vocal sintiera la espina en su interior, clavarse con mayor fuerza, atravesando sus arterias, explotando una a una. Hiroto le señaló el edificio, mientras reía. El otro chico no tenía expresión, puesto que parecía una momia, pensaba Show, mientras deseaba molerlo a palos.
Hiroto regresó al auto, mientras el chico ingresaba al edificio, supuso que el menor, guardaría el auto en la cochera, ya que estaba infringiendo la ley. Tomó aire, antes de cometer una locura. Tenía que soportarlo, debía hacerlo, por Hiroto y por él. Pero más que nada por Hiroto, no quería lastimarlo por sus arrebatos.
Volvió a caminar, para poder dirigirse a su edificio. Ingresó a su departamento y soltó su bolso, antes de emitir un quejido, se sentó en el sofá y comenzó a llorar. Lloró con toda la rabia que había contenido desde su conversación con Hiroto. Una rabia que se sumo junto a aquello que presenció en el edificio de su… Compañero.
El vocalista se quedó dormido luego de que los parpados le pesaran, y el cuerpo le dolía de la tensión que había soportado en pocas horas.
La madrugada del cumpleaños del vocalista, los encontró en el asiento trasero del vehículo que los trasladaba a sus casas, luego del ensayo general. Se habían quedado dormidos del cansancio y como acostumbraban sus cuerpos estaban enredados, desde sus piernas hasta sus brazos. Show despertó minutos antes de llegar a su edificio, contemplando la figura del guitarrista sobre su cuerpo, acarició sus cabellos, antes de animarse a despertarlo. El corazón le pesaba, intentó mencionar algo, pero Hiroto se disculpó de inmediato, separándose. Por un minuto, el actual colorado había creído que el guitarrista lo saludaría por su cumpleaños, pero ello no ocurrió. El conductor le llamó la atención, distrayendo sus pensamientos, a lo que no tuvo más remedio que bajarse, despidiéndose de todos. Caminó con cierto dolor en su pecho que no cesaba desde hace varios días, pero lo que no pudo creer fue el Tweet del que fue notificado luego, y era el saludo de Hiroto, aludiendo que le había avergonzado saludarle. Show sintió por un momento que no todo estaba perdido.
Al día siguiente, Hiroto paso a buscarlo bien temprano, sin previo aviso. Lo llevó a desayunar y luego prepararon juntos lo que sería el evento, incluso el guitarrista se mostró cariñoso y animado, más entusiasmado que el vocal con respecto a su live. Por un momento aquel pedido del pelinegro parecía haber quedado atrás, pero aún así Show no se animo a preguntarle nada. Prefirió disfrutar, sin pensar en cosas que podrían amargarle el día. Al terminar el live, Hiroto lo espero en la salida del local, advirtiéndole que aún su cumpleaños no había terminado y que tenía muchas ideas para esa noche. Aquella propuesta sorprendió al más alto, pero aún así lo siguió. Básicamente no podía negarse a nada, mucho menos cuando esas comisuras gruesas se lo pedían. Esa noche volvieron a ser uno, hicieron el amor como sólo ellos podían, con mucha pasión, desenfreno y unas gotas de ternura. Por un momento aquel impasse había quedado atrás. Tanto fue aquella sofocante noche en la cama del vocal, que no les dio tiempo ni siquiera de subir las fotos que se habían sacado durante el día. Terminaron literalmente agotados, con sus cuerpos cubiertos de sudor y caricias.
Pero todo no podía ser color de rosa y aunque el colorado había evitado hablar del tema, porque pensaba que Hiroto en algún momento lo haría, no se espero que repentinamente los portales de noticias, subieran aquellas fotos donde Luz no sólo se aceraba de forma sugerente a Hiroto, sino que inclusive lo tocaba. Show de repente se vio rodeado de esas fotos que parecían triplicarse por mil frente a sus ojos. Con rabia tiro el móvil contra la cama, sintiendo un ardor y un nudo en su pecho, entre sus fuertes deseos de llorar y unas enormes ganas de concretar lo que había dejado pasar tanto tiempo, golpear a ese estúpido que se había metido en su relación. Bien sabía lo que Hiroto sentía por él, lo tenía claro, el mismo se lo había demostrado el día de su cumpleaños, no sólo con palabras, sino con actos, en sus caricias hablaba con amor, en sus besos encontraba la pasión que ambos sentían por el otro, sabía bien que su amor no había muerto. Sabía que lo único que había provocado este alejamiento era ese reverendo hijo de puta que se atrevía a confundir a su novio.
Enervado, el vocal se vistió con rapidez, sus celos comenzaban a cegarlo y dado que aquella bronca era más fuerte que sus lágrimas, esta vez no esperaría llorando. No lo haría porque sentía que era el momento de demostrarle a ese cretino quien amaba realmente a Hiroto y que no era una calentura del momento.
Preparó su bolso y buscó su iPhone, antes de llamar al guitarrista. Hiroto tardó sólo un poco en responderle.
— ¿Amor?— Preguntó con suavidad, mientras se escuchaba el ajetreo de cosas que se movían, probablemente se estaba arreglando.
— Hiroto ¿Cuándo tienes ensayo con Luz?— Preguntó el vocal sin más preámbulos, alarmando a Hiroto, quien también había visto las fotos y sin duda por el tono de voz del más alto estaba embroncado.-
— Kazu…Cálmate. No quiero que cometas una locura.-
— Sólo responde la maldita pregunta, Ogata.— Espetó sin ningún tipo de delicadeza. El silencio de Hiroto lo incomodo, seguramente se había enojado por su tono, pero ahora mismo era lo menos importante.— Hiroto… Estoy cansado de esto. Si tu no me dices cuando, no te preocupes, de algún modo me las ingeniare para saber.-
— Espera…— Hiroto no logró responder absolutamente nada, Show había cortado la llamada, el pelinegro se alarmo por aquella llamada y ni siquiera termino de alistarse, bajo de su departamento, para tomar su coche y salir rumbo a la sala de ensayos, sabía que Show no la recordaba, pero estaba seguro que él mismo lo averiguaría. Debía evitar que las cosas se desmadraran.
El actual colorado de A9, buscó entre sus papeles, sabía que Hiroto le había dado aquella dirección por si en algún momento lo necesitaba o si el mismo deseaba ir. Como en un primer momento pensó que todo saldría sin problemas, prefirió descartar la posibilidad de ponerse como novio posesivo a ir en cada ensayo, pero esta vez no había marcha atrás con su decisión. Después de revolver entre todos sus papeles y dejar literalmente su casa hecha un desastre, logró encontrar la dirección. Bajo rápidamente por el ascensor y a la salida del edificio tomó un taxi.
Al llegar al lugar, pagó rápidamente y se bajo como alma que la lleva el diablo, no tenía visión para otra cosa más que encontrar a ese hijo de puta. Ingresó al local, todas las personas allí estaban ocupadas en sus quehaceres por lo que pocos le prestaron atención, ni siquiera había atinado a taparse la cara de algún modo, poco le importaba si alguien lo reconocía en la calle, su único objetivo estaba allí o estaba por llegar. De pronto unas risas le llamaron la atención en uno de los pasillos, camino hasta allí y aunque estaba cegado, se quedo inmóvil escuchando. Quizás hubiese preferido no haber escuchado, puesto que Luz le comentaba a Leda, las ganas que tenía de besar a Hiroto, y es que sin duda quería probar aquella boca de muchas formas, pero eso sólo había sido uno de los tantos comentarios vulgares y subidos de tono que Show soporto.
El vocalista de A9 ingresó a aquella sala y pasando por encima de Leda, tomó del cuello a Luz, aventándole una piña con tal fuerza que lo hizo caer al piso, dado que el otro vocal no se esperaba aquello, quedo mareado. Pero para Show ello no fue suficiente, continuó pegándole en el piso con los puños justo sobre el rostro, que si antes no lo conocía, ahora sería irreconocible. De lejos escuchaba los gritos de Leda, pidiendo que alguien le ayudase. Luz observó el rostro de Show y se sonrió, regocijándose de aquella actitud del vocalista mayor, pero no se quedo atrás, no se dejaría pegar simplemente, le devolvió los golpes, por lo que los golpes iban y venían, desarmando la sala por completo puesto que las cosas caían y se rompían. Pero tanto los asistentes como el staff no se animaba a separarlos. Luz no paraba de murmurarle cosas al castaño, todas ellas llevaban como consigna las cosas que quería hacer con Hiroto y como se lo iba a quitar, ello sólo servía para provocar mucho más a Show, que no dejaba de golpearle.
Aquella pelea que parecía interminable, donde parecía que era imposible de separarlos, se termino cuando Hiroto apareció y como pudo detuvo los puños de Show, sosteniéndolo de los brazos, rodeándolo y pidiéndole que se detenga. Tardó unos cuantos minutos antes de poder sacarlo con fuerza de aquella sala, controlando aquella violencia que el vocalista tenía en su interior. Hiroto lo llevó fuera del local, caminaron juntos hasta una plaza, ante la mirada de curiosos, puesto que el colorado tenía en su rostro un poco de sangre y moretones. Hiroto buscó un pañuelo, para poder ayudarle a secar la sangre que caía de sus labios.
— ¿Por qué? Kazu... — Preguntó el pelinegro, sin entender porque el castaño había llegado a ese extremo. El vocalista, ni siquiera se atrevía a mirarlo. — Responde…
— Porque te amo… Y no voy a permitir que ese hijo de puta nos separe. Él te está provocando… Él sólo quiere vernos separados… Las cosas que decía de ti… ¿No te das cuenta? ¿Eres tan inocente, Hiroto?
— ¿Pero era necesario que le pegues de ese modo?— Hiroto no toleraba la violencia, pero sabía que Show era capaz de eso.
— Si era necesario… Espere que tú te decidas, pero no lo hiciste. Me demostraste que me amabas, me lo…Esta mierda duele…— Se refería a sus labios que le impedían hablar con normalidad. — Demostraste… No te confundas con ese idiota que sólo te quiere en la cama. — Por primera vez Show logró enfocar la mirada en el pelinegro, el guitarrista tenía una extraña sonrisa dibujada en los labios. ¿Acaso se reía de él? Se preguntaba el más alto. — ¿Qué te causa risa?-
Hiroto optó por no responderle y sin dudarlo, se acercó a las comisuras lastimadas del vocal, para besarlo justo sobre la herida, siendo delicado y suave, para no lastimarlo más. Show no tardó en corresponderle, mientras sentía una vez más ese amor que le envolvía. El guitarrista se separó sólo unos segundos, para mencionar:
— Gracias por demostrarme tu amor. Aunque no me guste la violencia…Me gustó que lo hicieras. Perdón por haberme confundido…en realidad sólo ha servido para darme cuenta de que sólo te amo a ti.-
¿Continuara?