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Gracias por todo... por Wattan Kaede

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Notas del capitulo:

Woli, pues espero que les agrade el fic, me encanta el Aoiha así  que no pude resistirme a escribir algo de ellos.

Sonó la campana que anunciaba el fin de las clases, los alumnos corrían fuera de la escuela como si de ello dependiera su vida, otros más caminaban tranquilos con sus amigos, mientras otros estudiaban un poco después de clases, los viejos amigos se encontraban  en una mesa en la biblioteca estudiando, era invierno y por su puesto fin de curso, y esto traía consigo pesados exámenes, no querían fallar la materia así que debían esforzarse.

 

Yuu Shiroyama o mejor conocido por todos “Aoi”,  era un estudiante promedio, la mayoría de las veces responsable, sobresalía por su carácter fuerte y orgulloso, siempre era protector con quien lo necesitaba,  solía meterse en problemas por golpear a chicos que molestaban a las estudiantes, haciéndose así de varias novias con las que terminaba al cabo de una semana.

Por su parte Uruha era un estudiante un poco más sobresaliente, era seguido por chicas e incluso chicos de su escuela debido a que poseía facciones sumamente  finas… casi femeninas,  le gustaba el arte y lo relacionado con esas ramas, parecía que ellos eran polos opuestos, sin embargo ellos dos eran inseparables.

 

-¿Tienes la respuesta de la cinco?

-¿Hmm…? Si, la tengo…toma- Le pasó el cuaderno

Aoi leía y escribía rápidamente en su cuaderno, se ponía serio cuando estudiaba, se le remarcaba una pequeña arruga en su frente de tanto que funcia el ceño, Uruha no podía dejar de verlo, estaba enamorado, y de eso se dio cuenta poco antes de entrar a  preparatoria, después de todo eran muy unidos y Yuu era alguien muy atractivo. “Nunca pasará, es un hecho” pensaba siempre en esas situaciones Uruha.

Y aunque se encontraban en  semana de evaluaciones, después de estudiar en la biblioteca por unas horas, iban a casa de Aoi como todas las tardes a componer música, ambos sabían tocar la guitarra,  Aoi inventaba canciones de la nada y creaba bellas melodías (su sueño era ser un reconocido compositor) y  Uruha le acompañaba con su propia guitarra, o simplemente le escuchaba con atención.

-Oye Aoi, ¿Qué harás cuando te gradúes de la Universidad?

-Pues llevaré mis canciones a una disquera y me volveré un reconocido compositor, me haré de una gran fortuna, una casa y carros,  conoceré a una mujer de grandes senos y tendremos muchos hijos.

-Wow… parece que ya tienes todo fríamente calculado

-Sí así es ¿Y tú Shima que harás?

-¿Humm?¿Yo?.....Pues no lo sé, me gusta el arte…tal vez me vuelva restaurador o algo por el estilo…

-¿No piensas casarte con una bella chica y tener un hijo?

-Pues creo – Rio forzadamente Uruha–Bueno… mañana es el último examen, así que me iré a estudiar un poco más por mi cuenta, me ducharé e iré temprano a dormir, deberías hacer lo mismo Yuu…-

-¿Eh?, está bien… descansa amigo….

 

Por la mañana, en el primer periodo tuvieron el examen, no hubo problemas, estudiaron lo suficiente, posteriormente  en la clase de matemáticas, el profesor pasó a Takashima a resolver un ejercicio que estaba escrito en la pizarra “Es fácil” pensó, se levantó de su asiento camino hacia la pizarra, pero poco antes de llegar se sintió mareado, comenzó a ver borroso y se desplomó, dándose un fuerte golpe en la cabeza con una de las bancas. Lo último antes de perder el conocimiento fue el asombró y susto de todos.

Despertó en el hospital, su Madre y hermanas, y para su sorpresa Aoi, se encontraban en la habitación

-Hola a todos, ¿Qué pasó?...- Pronunció de manera débil y ronca

-Qué alegría que hayas despertado hijo mío- Dijo su madre con tono levemente angustiado

-Nos pegaste un susto a todos, Shima. En el salón pensamos que habías muerto.

-Señora, puede venir por favor- Una voz ronca se escuchó del marco de la puerta, era el doctor

-Claro, Doctor- La madre salió inmediatamente

-Vaya tio, nos pegaste un buen susto, no lo vuelvas a hacer- Dijo Aoi mientras le daba un leve golpecito en el brazo. De verdad que se había asustado, temía que le pasará algo, quería demasiado a su buen amigo.

 

.-Digame Doctor ¿Qué pasa?

-Señora, lo que le voy a decir es algo muy grave, requiero que sea fuerte cuando le comente nuestros hallazgos

-¿Qué pasa, Doctor?

-Le practicamos una resonancia magnética a Kouyou, para verificar si no había derrame u alguna otra anomalía por el golpe, y no la había

-¿Pero entonces?¿Cuál es el problema?

- Sin embargo- prosiguió el doctor – nos encontramos con algo más grave… Señora…, su hijo tiene un tumor en el cerebro, normalmente estos no se detectan sino hasta después de que ha transcurrido mucho tiempo y… debido a la ubicación… es inoperable, lo siento mucho….

La madre sentía que se venía el mundo encima, ¿Cómo? ¿Cómo a su Shimita le podía pasar eso?, “es sólo un niño” pensaba, secó sus lágrimas, se armó de valor, y entró de nuevo al cuarto, lo vio tan feliz riendo y jugueteando con el joven Yuu y sus hermanas, que decidió no decirle nada en ese momento. Pero había que hacerlo, en algún momento.

A la mañana siguiente, sólo Takashima y su mamá se encontraban en el cuarto, recibiendo las noticias del doctor

-Que pesada broma- murmuraba Uruha, mientras las lágrimas rebeldes resbalaban de sus bellos ojos cafés

-Mami te cuidará, hijo…-sollozaba la madre

-¡No madre! ¿Qué no ves que es mentira?, me siento mejor que nunca, soy muy sano y joven….-Dijo con voz quebrada Uruha

-¿Has tenido dolores de cabeza?, ¿En ocasiones vez borroso?, ¿Mareos?

-Sí, pero sólo era un resfriado, ¡Un resfriado y ya!....Un resfriado mami…- sollozaba mientras abrazaba fuertemente a su madre

-Lo siento, joven Kouyou

-¿Moriré verdad?...¿Lo haré. Doctor?...

-El tumor está en una zona inoperable, se ubica en la parte de atrás de tu cabeza , si crece es probable que provoque perdida de la visión, y si se vuelve maligno es posible que, se extienda a todo tu cerebro, y pierdas la vida

-¿Cuánto?

-Seis meses, tal vez un año…

La madre lloraba desconsoladamente, ahora era ella la que estaba siendo consolada por Uruha

***

Dejo de asistir a la escuela, las quimios hacían que su fortaleza se evaporará y no tenía ganas de nada, Yuu siempre le visitaba, también fue un duro golpe para él, pero trataba siempre se alegrar a su amigo, a Uruha le ayudaba que la persona que él amaba le visitará, hacía menos pesado el tormento el tener a alguien con quien bromear

La madre de Uruha trabaja noche y día para costear el tratamiento, al igual que sus hermanas “Te queremos y por eso lo hacemos” le decían ellas cada vez que salían temprano a trabajar o llegaban muy tarde a casa.

Su cabello comenzaba a caer, estaba horrorizado. Se había cansado, estaba harto, a ese paso todos terminarían enfermos, y no quería eso

-Ya no más, por favor…. Si me quieren, ya no lo hagan….por mí

Todos se sorprendieron

-Pero Shima…

-Mami, ya acepté lo que pasará, ya no más- una sonrisa melancólica se dibujó en sus labios –Las quimios no funcionan, veo más borroso que antes, pronto perderé la visión y las necesitaré sanas para que me apoyen cuando eso pase

 

Entonces Kouyou dejo de asistir a los tratamientos, se sentía más fuerte pesar del padecimiento, trataba de seguir con su rutina, y Yuu le ayudaba con eso, salían al parque o al cine, pasaban más tiempo juntos de lo acostumbrado, el pelinegro se había vuelto menos duro, sus palabras expresaban más dulzura cuando le hablaba a Uruha.

Yuu por su parte no quería admitirlo, pero ese sentimiento que tenía antes por Kouyou se había intensificado…”¿lastima?” se preguntaba….”No…” se respondía

Pronto se hicieron más unidos de lo que una persona de imaginaría jamás, Yuu le ayudaba en todo lo que podía, lo llevaba a su casa a veces y tocaba canciones, y cantaban juntos y se divertían, Yuu se había enamorado, quería pasar todo el tiempo con él, quería protegerlo de todo lo que le pudiera hacer daño….era todo el que le quedaba.

Pronto Uruha perdió por completo la visión, usaba un bastón y Aoi le ayudaba a caminar por las calles, encontrar sus cosas, a bañarse incluso, sin embargo esto provocaba que  el castaño comenzaba a sentirse una carga para su amigo y amado.

-Yuu… será mejor que no lo hagas…

-¿Qué?

-Dejar todo lo que haces por ayudarme, soy una carga, todo el tiempo estás conmigo

-No lo eres, no digas eso…además dejaré la escuela para seguir mi sueño, y tendré más tiempo para ti

-¡Qué!, No Yuu Shiroyama, tú tienes que acabar la escuela superior

-No importa ya hablé con  mis padres, ellos dijeron sí aunque no muy contentos

-Yuu no…no…

-No te preocupes, nada malo pasará- le dio un beso en la frente, viendo cómo el castaño se sonrojaba.

Por su parte Takashima no sabía que hacer….trató de caminar solo para disimular su sonrojo, pero sólo logró chocar con la gente

-¿Qué haces hombre?, te vas a lastimar- Rio tierno Aoi

Llegó la primavera y ambos se enamoraban cada vez más el uno del otro, Aoi tenía gestos tan lindos para Uruha, que jamás había mostrado a una mujer, y Uruha tenía pequeñas reacciones que se presentaban cada vez que Yuu le besaba en la mejilla,  la frente o le tomaba de a mano.

 

Esa noche pasaron la noche en la casa de Aoi, sus padres no estaban,  este le tocaba canciones a Uruha para animarlo, era poco lo que podía hacer pero quería intentarlo,  Takashima sonreía mientras veía a un punto fijo, escuchaba complacido, cuando entonces recordó lo que había comprado con ayuda de sus hermanas para regalarle a su amado.

-Aoi…-paró la música –¿Puedes pasarme mi bolso?, por favor-

Aoi tomó el bolso que se encontraba en la alcoba, busco las manos de Uruha y le colocó en ellas el bolso negro, Takashima comenzó a buscar en los compartimientos, hasta que por fin se detuvo, saco una pequeña caja negra aterciopelada con un pequeño listó celeste, Yuu sólo lo observaba confundido

-Tu mano, Aoi….- El pelinegro acerco su gran mano a las de Uruha, y este último colocó la pequeña caja

-¡Anda ábrelo!- Dijo con gran felicidad

El otro obedeció, quitó el listón y abrió el  estuche, dentro se encontraba un anillo, y en él había una pequeña inscripción que decía “Gracias por todo, siempre”. Sonrió.

-¿Es genuino esto?- Observaba el añillo felizmente

-20 kilates. Pruébatelo. No sabía que darte. ¿Te gusta?.

-¡Me encanta, pequeño! Pero…¡Esto debió haberte costado una fortuna!

-Vales cada centavo

Le acaricio la mejilla a Takashima, acción que sorprendió al castaño haciendo que diera un pequeño brinquito, el ambiente se había vuelto un poco pesado. Yuu de pronto sintió una ligera incomodidad.

-Supongo que se está haciendo un poco tarde- comentó torpemente –Espera, traeré tu abrigo-

-¿Tengo que irme?- Pregunto Uruha, mientras se apoyaba de la cama para incorporarse, sus palabras expresaban deseo. Aoi se detuvo en seco. Volteo. Sus manos colgaban flojamente en sus costados, se acercó a Takashima y tomó la punta de sus dedos, su toque era casi eléctrico.

-Yuu…

Levantó sus manos, tomó el rostro del castaño y vio fijamente a sus ojos, sabía que su acompañante no podía verlo a él pero quiso  transmitirle su cariño de esa forma. Ahora estaba seguro, amaba a Uruha.... Acercó el rostro de castaño al suyo. Sus labios se tocaron suavemente, sin besarse. Sus párpados se cerraron . La boca de Takashima era cálida y sedosamente seca. Aoi movió sus labios contra los del otro….un toque como el de una pluma, con intensidad sensual. Luego se retiró para mirarlo de nuevo . Respiraban jadeantes.

Los brazos de Aoi lo rodearon  y lo atrajo. Kouyou gimió tenuemente y enterró el mentón en su cuello. Los dedos se apretaron contra su espalda, acercándolo aún más. Cuando sus caderas se tocaron, la calidez de Takashima lo envolvió, este último apretó el pecho contra el suyo.

Sus labios se volvían a unir. Uruha  abrió su boca, suave, dócil y escrutadora.

Las manos del pelinegro buscaron bajo su blusa, acarició su torso para pasar a su pecho y frotar su pezón formando pequeños círculos, haciéndolo gemir mansamente, le quito la ahora estorbosa blusa y lo recostó sobre el colchón, se separó un poco y se despojó también de las suya, el castaño se dejaba ser, confiaba en Yuu.

Ya semi desnudos, se abrazaron mejilla contra mejilla, Uruha acariciaba su negro cabellos bajando a su ancha y torneada espalda, mientras Yuu abría el pantalón y acariciaba el miembro despierto del contrario, haciéndolo gemir pero ahora de una manera más intensa, ésta acción provocó que Aoi quisiera más, despojo a ambos de por completo de la ropa

-Te sientes bien, Shima….Puedo detenerme si lo deseas- Vaya deseaba hacerlo suyo, lo deseaba con todo su ser, pero no quería hacer lastimarlo

-Si, ah…Yuu…-Gimió Uruha con seguridad

Ya no había forma de contenerse.

Aoi tomó el miembro despierto de Uruha, lo introdujo en su boca, lamiendo el glande, después comenzó a bajar y a subir en un ritmo constante, quería complacer a su amado.

-Mnh…Ahh…Y-Yuu…

Aoi sacó el miembro de su boca dejando caer un pequeño hilo de saliva, y comenzó a masajearlo  con una de sus manos y con la otra acariciaba sus tersos y marcados muslos,  mientras miraba excitado a Uruha quien gemía,  se aferraba a las sábanas y sufría  espasmos continuos, parecía que sus sentidos se habían vuelto más agudos desde que perdió la vista. Las respiraciones de ambos se volvían cada vez más agitadas.

-P-Por fav-or, Y…Yuu…tro...

Aoi no tenía que adivinar lo que eso significaba, sabía lo que había que hacer. Introdujo un sus dedos en la dulce boca de Takashima, este los acepto y lubricó sensualmente con su lengua, Aoi los sacó para luego introducir un dedo en la pequeña entrada de Uruha, este gimió de dolor. El pelinegro continúo metiendo y sacándolo, hasta que esos gemidos se convirtieran en sonidos de placer, comenzaba a sentirse más y más excitado.

Introdujo el segundo dedo, provocando que Takashima enterrará las uñas en el colchón y se arquera volviéndolo loco, pronto en un ritmo rápido pero constante. Introdujo el tercer dedo, entrando y saliendo de Uruha.

-Ah...Aoi,…. Me corro…-Pronto el espeso líquido blanco escurría del abdomen agitado de Uruha

Aoi  no podía esperar más, se masturbó un poco y acomodó su pene en la entrada ya dilatada del castaño, entró suavemente cuidando de no lastimarlo, se detuvo un momento, Uruha alzó su mano hasta la barbilla del otro acariciándola, haciéndole entender que podía continuar, entonces el pelinegro comenzó a moverse lentamente, podía sentir las cálidas paredes que rodeaban su miembro, pronto se movió más y más rápido, golpeando con fuerza las nalgas del más delgado, la entrada de este último se contraía de forma más frecuente provocando que Aoi sintiera un placer inexplicable.

-Más Yuu. Por favor, dame más....

Aoi soltó un pequeño gruñido estaba a punto de llegar al clímax al igual que Uruha, las estocadas eran cada vez más profundas y rápidas, los gemidos de castaño se cargaban de más placer. Sin detenerse Aoi se acercó a la oreja de Uruha y susurro un “Te amo…”, Takashima  no resistió más y se corrió manchando ambos abdómenes. Provocando que se contrajera su entrada y así Aoi se corriera dentro de él, sintiendo el éxtasis recorrerle sobre su espalda. Habían experimentado el glorioso placer de unirse.

Se besaron apasionada pero tiernamente una y otra vez, Aoi salió de Shima, se acostaron agitados aún, sobre el colchón. Este se acomodó sobre el pecho del pelinegro, y lo abrazó fuertemente cómo si no quisiera que se escapase. Cerró los ojos para concentrarse en el sonido de los latidos de Aoi.

-Yuu…¿De verdad me amas?- Expresó con melancolía

-Shima….-Lo tomo de la mano – Te amo, que no te quepa duda de ello, siempre estaré contigo

-Pero a mí ya no me queda mucho tiempo de vida…¿Qué pasará cuando yo…- Su pregunta fue interrumpida por un tierno beso, no quería escuchar esas palabras. Le dolían. Sentía que algo le quemaba en el pecho cada vez que imaginaba el momento que eso ocurriría.

-Shima no pensemos en ello, será lo que tenga que pasar y yo estaré contigo siempre

-Pero puedes conseguir a alguien más…- Otra vez se vio interrumpido por un beso -No digas eso Shima, no me hagas sufrir se esa manera- Dijo con lágrimas en los ojos, era la primera vez que lloraba desde que era pequeño,  estaba consciente de que Shima no lo podía observar, tal vez por eso no se contuvo.

-No te dejaré, ¿Me oyes?, no vuelvas a decirme eso. Estaré contigo siempre.- Uruha se aferró a él y comenzó a sollozar, sentía muchas emociones fluyéndole, pero sobretodo felicidad, de que no estaba solo, tenía a su familia, amigos y a él. Se abrazaron y se quedaron dormidos hasta que el sol se puso de nuevo.

***

Pasó el tiempo.  Takashima se había adaptado a su ceguera por completo. Cuando se sentía bien él y Aoi paseaban por el parque en las tardes, tomados de la mano y Aoi le daba picaros besos, ya no les importaba aparentar. Cuando eran días malos, simplemente se sentaban el sillón, Uruha se recargaba en el pecho del pelinegro y dormía, mientras este acariciaba su aún hermoso cabello.

Así pasaron las estaciones, hasta el invierno. Uruha empeoraba cada vez más. Murió un Viernes por la tarde, mientras estaba recostado en las piernas de Aoi y este le cantaba una canción.

 

-¿Me amas, Yuu?

-Te amo como a nadie más, mi pequeño Shima

-Yuu, prométeme que serás muy feliz sin mí, encontrarás a alguien, te enamorarás y le querrás mucho

-Lo prometo….Shima

-Te amo, Yuu…, Gracias… Gracias por todo. Gracias, siempre…

Fue lo último que pronunció antes de dar su último respiro

-Te amo, Shima…

***

Estaba nevando como hoy ¿Eh, Shima?

-¿Qué pasa cariño?

-Nada, Ruki….vamos a casa. Deposito un beso en la frente su pareja.

-Claro…

Después de la muerte de Uruha, Aoi continuó estudiando. Había días en los que se deprimía mucho, le dolía el hecho de no tenerlo a su lado, pero no se daba por vencido, estaba convencido que se volvería a encontrar con su amado tal vez en otra vida, bajo otras circunstancias.

Se volvió un reconocido compositor,  y tal como se lo prometió a “Su Shima”, conoció a alguien y se enamoró, manteniendo siempre Uruha como uno de sus bellos recuerdos.

FIN

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Yo de nuevoo xD amm disculpen si parecen de momento parecían apresuradaslas acciones de los personajes,  lo escribía conforme las ideas me venían a la mente, por favor si ven algún error no duden en decirmelo.


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