Simplemente no lo entendía, ¿cuál era la necesidad de cambiarlo de habitación siendo que ya habían empezado con ese año en la universidad?
A Chanyeol le parecía injusto que tuviera que arrastrar todas sus cosas por las escaleras otra vez, aunque tampoco es como si tuviera derecho a quejarse.
Siendo él un chico tranquilo que siempre irradiaba una actitud alegre, no le era difícil hacer amigos o llevarse bien con los demás, así que le daba prácticamente igual saber quién era el chico que se encontraba tras la puerta de su nueva habitación.
Al estar delante de su eventual hogar, tuvo que hacer malabares para poder sacar las llaves de su bolsillo a la vez que se aseguraba que ninguna de las cosas que tenía en las manos se le cayera, especialmente su preciada guitarra que era resguardada por la funda negra y que se mantenía colgando de su hombro, junto a sus otras dos mochilas.
Y, para sumarle a la lista de idioteces que había acumulado en su cabeza con el paso de los años, se encontró con que al tomar el pomo de la puerta esta no tenía puesta ninguna cerradura.
No pudo ver ninguna persona dentro de la habitación pero se encontró de inmediato con otra maleta abierta, la cual estaba puesta sobre la cama más cercana al baño.
Afirmo con fuerza sus cosas al notar como estas estaban empezando a perder el equilibrio al estar sobre sus manos temblorosas. Tiro de su maleta hacia el interior de la habitación, obteniendo que las ruedas de esta se enganchara en la alfombra y Chanyeol tropezara con sus propios pies.
Agradeció enormemente no ver ningún daño en el lugar debido a su torpeza y tiro con más fuerza de la manilla metálica para arrastrar su equipaje hasta los pies de la que sería su nueva cama.
Dejo todas las cosas que tenía entre las manos sobre el colchón para luego devolverse hacia la puerta principal y cerrar esta. Fue solo hasta cuando se volteo de nuevo hacia el interior de la habitación, que se percató de quien sería su compañero de cuarto en lo que restaba de año.
El chico de cabello castaño estaba parado en la entrada de la puerta del baño con un cepillo de dientes entre los labios, el cual estaba en una extraña posición que podía llegar a parecer casi ridícula.
—Hola, soy Baekhyun.
Chanyeol sonrió en modo de respuesta y también dijo su nombre para que luego el silencio se expandiera por unos incómodos segundos. Baekhyun hizo un tímido gesto con la mano por sobre su hombro y después de darle otra sonrisa un tanto nerviosa, el más bajo se adentró al baño.
Ambos cursaban las mismas carreras y compartían la mayoría de las clases, pero eso no fue exactamente por lo que Chanyeol lo reconoció.
Para Chanyeol, Byun Baekhyun estaba directamente enlazado al termino Puto, Gay y Sumiso; era algo idiota y el mismo Chanyeol se vio ofendido con el termino siendo que él no tenía nada que ver con la situación que estaba pasando el más bajo.
Al chico le habían tirado tanta mierda en su momento que Chanyeol no supo cómo le pudo sonreír en aquel instante cuando se saludaron.
Quizás paso hace unas tres semanas atrás o incluso más, fue por ese tiempo en donde el nombre del desapercibido Baekhyun apareció en una publicación de una famosa red social. El post fue divulgado y publicado tantas veces que aún no se sabe quién fue el que empezó el rumor. Era tal el escándalo que incluso tenían foto y todo.
Por supuesto habían empezado con un título que llamara la atención, quizás algo parecido a... "¿Cinco pollas pueden caer dentro de un chico?".
En realidad él no recordaba con mucha exactitud como lo habían denominado.
Cuando Chanyeol lo escucho pasó rápidamente del cotilleo y no lo leyó hasta que su mejor amigo le restregó el celular contra las narices con la excusa de que se enterara de las buenas nuevas.
Él estaba verdaderamente sorprendido al terminar de leerlo y defendió mentalmente al chico castaño, independiente de lo que dijeran, pero eso solo fue hasta cuando llego al final de la publicación y se encontró con una imagen "que lo demostraba todo".
Bien... había demasiadas cosas que se podían deducir de la foto, como por ejemplo que los seis hombres que se apreciaban en la fotografía claramente no debían estar en sus cinco sentidos.
Lo primero que se apreciaba era que Baekhyun permanecía sobre el suelo alfombrado de espaldas a la cámara pero con la cabeza y las piernas giraras ligeramente, en donde se comprueba que en realidad se trataba del castaño. No llevaba camiseta y el botón de sus apretados pantalones estaba desabotonado, dando una clara vista de un poco de sus costosos bóxers negros.
Aunque eso no es todo, detrás de él había una mesa con una variedad indescriptibles de botellas de alcohol, cigarrillos y otras cosas que Chanyeol no pudo deducir con mucha claridad con una simple mirada. Y luego, lo más impactante; alrededor de esta mesilla se encontraban unos cuantos sofás y sobre estos habían distintos hombres que aparentaban estar desnudos por debajo de aquellas delgadas mantas que los cubrían improvisadamente.
Y desde ahí nadie pudo evitar que Baekhyun pasara por un caótico griterío de insultos y blasfemias.
Todos habían tenido un sinnúmeros de apodos que acotarle al chico y a la situación, pero Chanyeol lo asociaba directamente con Puto, Gay y Sumiso.
¿Por qué razón?
No es que Chanyeol pensara aquello del chico, sino porque esas eran las palabras que más habían resaltado para él en el post, aunque quizás estas ni siquiera estaban escritas directamente, pero obviamente se podía deducir que eso era todo lo que querían mostrar del chico.
Era una pena, especialmente porque Baekhyun no era un mal estudiante y antes del suceso no le costaba relacionarse con las personas que estaban a su alrededor. Pero todo se volvió un caos después de aquello y el chico no pudo hacer más que encerrarse el mismo bajo llave para que las palabras no dolieran tanto.
Chanyeol se apiadaba de él.
—Chanyeol... —Salió de su aparente ensoñación y álbum de recuerdos para concentrarse con el chico que estaba a unos metros delante de él.
El más alto noto que las manos contrarias se pasaban con nerviosismo por sobre la camiseta para borrar arrugas inexistentes, poniendo una actitud particularmente nerviosa.
Y solo fue hasta cuando Baekhyun le extendió la mano derecha que se dio cuenta que mantenía su ceño fruncido, a lo que de inmediato suavizo el rostro para no ofender a su compañero.
—Y-yo... quiero que nos llevemos bien. —Para su suerte, las rápidas palabras dichas por el más bajo fueron rápidamente captadas.
—Claro, no hay problema —aseguro tomando la mano que estaba extendida hacia él para soltarla después de una sacudida.
Las cosas después de aquello se volvieron silenciosas exceptuando por los movimientos que hacían cada uno mientras ordenaban sus cosas.
Así mismo con el paso de las horas se oscureció y ambos se fueron a sus camas después de un respectivo baño.
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Chanyeol se encontró a si mismo gruñendo cuando escucho la alarma previamente programada que habían dejado debajo de la ventana. Y él, teniendo la majestuosa virtud de solo escuchar lo que según él era necesario escuchar, rodó sobre la cama y tiro de las mantas para cubrirse la cabeza, dispuesto a seguir durmiendo aunque el endemoniado aparato sonara durante todo el día.
—Chanyeol... —Gruño y se sacó las sabanas de la cabeza para encontrarse con un somnoliento Baekhyun que pegaba manotazos al aire para intentar dar con el artilugio.
Sus camas eran apenas separadas por un exiguo metro y una mesilla de noche en donde había una lámpara, la cual en ese momento estaba encendida. Un poco más arriba se podía encontrar la ventana en donde se hallaba el sonoro objeto.
—Apágalo... —Chanyeol ronroneo aun medio inconsciente cuando volvió a escuchar la voz adormilada de su compañero.
Termino por alzar el brazo y abrió uno de sus ojos para encontrarse con el reloj posicionado en lo alto. No le falto más que un golpe en la superficie para que este se callara.
Agradecido por la falta de sonido se volvió a acurrucar cómodamente entre las sabanas mientras cerraba los ojos.
—¡Mierda Baekhyun! ¡Levántate! ¡Levántate! ¡Primer día! ¡Primer día!
La conciencia le llego de un momento a otro, haciendo que entrara en la desesperación y terminara sentado en la cama con un mareo producido por la rapidez en la que se alzó. Esperando solo unos segundos se puso de pie, logrando que gracias al mareo que aun tenia efectos en él se pisara sus propios pies. Hubiera caído sobre el alfombrado si sus rápidos reflejos y su instinto de supervivencia no hubieran actuado de inmediato.
Ya para cuando lo peor había pasado recordó porque estaba tan alterado y se giró para encontrarse con Baekhyun apoyado en uno de sus codos, los ojos medio cerrados por el sueño a lo que le sumamos el cabello despeinado. A pesar de todo aquello, Chanyeol se quedó atento a como apretaba los labios. El chico se estaba riendo de él.
—¡Apúrate! Vamos atrasados. —El más alto movía los brazos con desespero al ver la calma de su nuevo compañero.
—¿Atrasados? No vamos atrasados...
Baekhyun no pudo ni responderse a sí mismo y solo atino a levantarse de la cama pegándole manotazos a la sabanas para que estas no se aferraran a su cuerpo. Porque sí, prácticamente las sabanas le pedían a gritos que se volviera a acostar en la tibia comodidad de la cama.
Chanyeol se quedó estático entre las dos camas al ver como Baekhyun corría hacia el baño y salía a los segundos con su cepillo de dientes metido en la boca.
—¡¿Qué haces?! ¡Vamos tarde! —El pelinegro pestañeo unas cuantas veces al ver al agitado Baekhyun que se lavaba la cara aun con el cepillo en la boca.
Bastaron solo unos segundos más para que Chanyeol se adentrara al baño de dos saltos. Agradeció en todo momento el hecho de haber acomodado todas las cosas la noche anterior.
Tomo el cepillo de dientes y se encontró a si mismo divertido mientras movía las caderas hacia los costados para que el castaño le diera más espacio en el espejo, aunque este cubría inútilmente todo la pared y podía ver perfectamente su cuerpo sin necesidad de correr el menudo cuerpo de Baekhyun.
Chanyeol termino demasiado rápido de lavarse los dientes para su gusto, pero aun así no se detuvo a pensar demasiado al ver como su compañero tomaba el cepillo de cabello.
Ahora recuerda de que anteriormente, cuando Baekhyun no estaba involucrado en todas aquellas habladurías, él se había detenido más de una vez a mirarlo por su cabello, sorprendiéndose de que a veces este se dividiera a la mitad y dejara a la vista su frente, peinado que normalmente nadie usaba pero que en Baekhyun se veía bonito y elegante. Al cabo de los días decidió que todo se debía a que el chico tenía un rostro aparentemente bonito y unas finas facciones.
—¿Qué sucede? —No fue hasta ese momento en el que Chanyeol se percató de que había mirado al chico por el espejo todo ese rato mientras aún tenía el cepillo en la boca.
Negó con la cabeza y se enderezó para darse una rápida mirada. Por lo general la universidad siempre era una carrera continua, por lo cual tener el privilegio de usar un cepillo de cabello solo se daba debes en cuando, y las mañanas de los lunes no era un ejemplo de aquello.
Chanyeol, al verse aparentemente decente, salió del baño con Baekhyun detrás suyo. Se dirigió directo hacia el gran armario que estaba a un costado de su escritorio, el cual tenía que ser obligatoriamente compartido por los dos estudiantes que vivieran en la habitación.
Agradeció otra vez el hecho de haber sido precavido y haber ordenado todas sus pertenencias la noche anterior.
Mientras decidía que vestir, se percató que su brazo a veces chocaba con el del chico que estaba a su lado, el cual parecía sumamente concentrado en sus ropas y en que usar aquel día.
Le dio una rápida mirada al reloj que había quedado sobre el velador—. Apúrate. —Chanyeol le dio un suave codazo al otro chico para que este le prestara atención.
En ese mismo instante las manos se movieron aún más rápido y Chanyeol se tragó toda la vergüenza para tirar de su camiseta por el cuello de esta, logrando sacársela para luego lanzarla sobre su cama desecha. Se puso la que tenía previamente seleccionada e hizo lo mismo con los pantalones, esta vez teniendo que patalear unas cuantas veces para que sus largas piernas entraron en ellos.
Al encontrarse listo agarro algo para cubrirse del frió de la mañana y se acercó a su escritorio en donde hecho a su mochila vacía los libros que necesitaría para ese día.
Cuando se volteo para encontrarse con Baekhyun se percató de como este refunfuñaba al intentar ponerse las zapatillas, ahora estando completamente vestido. Él lo imito con rapidez y fue entonces cuando hubiera deseado no mirar el despertador.
Con rapidez tomo el reloj de mano que siempre solía usar y se puso la mochila al hombro para caminar con grandes zancadas hacia la puerta de entrada, no fue sino hasta que choco con el hombro de Baekhyun cuando se percató de que este también estaba listo.
Le permitió pasar primero y se aseguró de poner el seguro antes de cerrar la puerta detrás de él. Toqueteo los bolsillos de sus pantalones con desespero cayendo en la cuenta de lo que había hecho.
—¿Tienes llaves? —pregunto hacia su compañero, el cual ya había empezado a caminar por el pasillo.
Este se volteo a verlo y asintió sin más, así que Chanyeol se apresuró para alcanzarlo y se tomó el tiempo de echarle una mirada a su reloj.
—¡Corre!
Baekhyun al principio pareció aturdido por su grito y no fue hasta que lo vio a unos metros por delante de él para ponerse correctamente la mochila sobre la espalda y echarse a correr.
Todos sabían que las clases de la universidad eran de vida o muerte, ambos lo sabían. Si se llegaban a perder alguna no entenderían nada en las clases siguientes y prácticamente quedarían a la deriva.
Chanyeol al tener piernas mucho más largas obviamente alcanzaba cada vez más tramos, y es por eso mismo que se giraba debes en cuando para verificar que su compañero de habitación lo siguiera.
No fue hasta que giro en una de las esquinas cuando Chanyeol se volteo a verlo y no lo encontró. Retrocedió asustado y lo hallo inclinado hacia adelante con las manos sobre sus rodillas, las cuales estaban levemente flexionadas mientras intentaba regular su respiración.
Lo agarro de la muñeca, tomándolo desprevenido, y lo tironeo hasta que vieron la puerta de su clase abierta a lo lejos.
También pudieron notar como la profesora estaba adentrándose al salón detrás de sus alumnos, así que Chanyeol se coló delante de ella mientras tomaba a Baekhyun por los hombros para que ambos entraran al aula y no lo soltó hasta cuando se dio cuenta que ambos usaban asientos diferentes por lo que debían ir por distinto camino.
Chanyeol generalmente se sentaba en el penúltimo asiento que estaba a un lado de la ventana, donde podía distraerse cuando la clase se le hacía muy tediosa. Y era grandioso porque ese asiento siempre estaba disponible para él.
—¿Qué mierda contigo? —Rodó los ojos al escuchar a su amigo y paso detrás de él para sentarse en su puesto habitual.
—¿Por qué? ¿Qué pasa? —pregunto sin siquiera dirigirle la mirada, demasiado concentrado en sacar su libreta para apuntar lo necesario de la clase.
—El que llegues tarde no es una sorpresa, eso está claro. —El castaño cruzo los dedos y apoyo los codos sobre la mesa como si fuera una persona cultamente influente—. Pero creo que el hecho que hayas entrado tomado de la mano con Byun Baekhyun es algo digno de asombro.
—No entre tomado de la mano con él —gruño sin dirigirle la mirada aun, claramente porque estaba demasiado ensimismado en encontrar un lápiz dentro de su mochila.
—Pero lo tocaste... —Jongdae, quien tenía la intención de seguir hablando se calló ante la mirada seria y el ceño fruncido que le envió su amigo.
—¿Qué tiene que lo haya tocado?
—Primero que nada... ¿cómo te lo encontraste? —Chanyeol ladeo un poco la cabeza mientras mantenía su vista en la pizarra y dejaba escapar un suspiro.
—Duermo con él.
Jongdae se ahogó con su saliva y mientras parecía convulsionar le pegaba fuertes manotazos a la mesa de madera que estaba delante de él, llamando la atención de todos, lo cual siempre acostumbraba a hacer.
Chanyeol, al ver que su amigo seguía en esa especie de estado hiperactivo, se asustó y empezó a golpearle levemente la espalda. No fue sino hasta que pasaron unos minutos que Jongdae logro tranquilizarse, volteando a mirarlo con el rostro rojo y los ojos cristalizados por el esfuerzo de sobrevivir a una ostensible tos que había llegado entre el ajetreo.
—¡¿Qué te acuestas con quién?! —Agradeció que Jongdae lo haya susurrado, ya de por ende era un escandaloso.
—Baekhyun. —Se encogió de hombros y tomo confianzudamente la mochila de su amigo para rebuscar dentro de ella.
—¿Byun Baekhyun? —Frunció el ceño al darse cuenta del tono repulsivo que había usado su amigo.
—¿Por qué lo dices con ese tono?
—¡Tiene enfermedades sexuales! —chillo el castaño.
Él lo miro con una clara expresión molesta—. Tú eres el que deduce eso, no deberías decir ese tipo de cosas si no lo conoces.
—¡Pero si todos lo saben! —Chanyeol hundió más la cabeza dentro de la mochila del contrario.
A él le desagradaban ese tipo de cosas, la habladuría de la gente y los rumores, especialmente aquellos que solo traen consigo insultos y malos actos.
Baekhyun había sufrido todo tipo de cosas e incluso él fue espectador de más de un conflicto, y admiraba al chico en cada uno de aquellos incidentes porque siempre se mantuvo callado, con la cabeza en alto y no apartaba su mirada del agresor, incluso cuando estos llegaban a usar algún tipo de violencia física contra su menudo cuerpo.
A Chanyeol le gustaría decir que las cosas se calmaron después de tantos días de lo sucedido, pero venia una ola tras otra y aun no comprendía como Baekhyun no había sido ahogado entre tanto zarandeo.
Por otro lado, nos encontramos con el expresivo Jongdae, un chico guapo y alegre. Chanyeol no se quejaba de él más que por su alza de voz y por sus rumores. El castaño, al mantener una buena interacción con la generalidad del alumnado, siempre se enteraba de distintas cosas y comentaba sobre ellas independientes si estas eran veraces o no.
—Chanyeol, te hice una pregunta. —Sí, él lo sabía, pero no tenía ninguna intención de responderle a su amigo.
Tomo una lapicera que encontró dentro de la mochila de su compañero y comprobó que esta rayara para pretender incluirse a la clase, en donde la profesora hablaba de los próximos trabajos que tendrían durante el semestre.
—¿Enserio tuviste sexo con Baekhyun? —Chanyeol se sorprendió con el susurro desapacible que dio su mejor amigo.
—No tuve sexo con Baekhyun. —Su voz suave y paulatina hizo fruncir el rostro de Jongdae.
—¿Entonces por qué dijiste que te acostaste con él?
—¡Ni siquiera me acosté con el! —Suspiro y miro a su alrededor, agradeciendo que nadie hubiera prestado mayor atención a su exaltada expresión—. No soy gay.
—Sé que no eres gay, pero Baekhyun es Baekhyun y él...
—Deja de sacar conclusiones erróneas —lo interrumpió después de rodar los ojos.
—Pero si eso es lo que dice la gente. —Jongdae suspiro al ver la expresión de molestia que le mosto—. Bien, ¿entonces qué es lo que pasa con el chico?
—Compartimos habitación —murmuro deseando que el efecto que cause en el castaño no sea tan escandaloso.
—¡¡¿Qué?!!
—¡Joven Kim! —El susodicho no le prestó atención a la maestra y dejo caer su cabeza sobre el escritorio—. Joven Park, ¿qué es lo que le pasa a su compañero?
—Eh... no es nada, solo tiene dolor de estómago. —La mujer torció los labios al darse cuenta del embuste.
—No continúen interrumpiendo la clase. —Chanyeol solo atino a asentir ante las palabras serias de la profesora.
—¿Estas bien? —pregunto con un deje de inocencia mientras pasaba su mano por la espalda de Jongdae como si lo estuviera reconfortando.
—¿Qué harás Yeol? Tu vida va a ser dura a partir de ahora... —Rodó los ojos y lo interrumpió.
—No seas exagerado, solo es un chico.
—Que por cierto tiene un famoso y sicalíptico historial. Apenas se enteren de que te estas quedando con él van a rumorear sobre ustedes dos...
—Jongdae, deja de preocuparte por esas mierdas. Me ha tocado con Baekhyun y ya está. Además él es una persona agradable y acabo de comprobar solo en la noche de ayer que la mitad de los rumores son falsos.
—¿Qué? ¿Por qué? —Jongdae apoyo ambos brazos sobre la mesa para acercarse hacia su amigo, claramente interesado.
—No importa —susurro entre dientes y volvió su vista hacia el frente, dispuesto a ignorar a su mejor amigo durante la clase.
La lección termino antes de lo que esperaba y agradeció mentalmente un millón de veces que la profesora no hubiera hablado sobre las materias próximas, sino de las calificaciones que tendrían que sacar para no reprobar el semestre.
Para su suerte, Jongdae se había mantenido callado por unos minutos durante la clase para luego hablar sobre otra cosa, al parecer dándose cuenta que si seguía con el tema de Baekhyun no conseguiría ninguna palabra por parte del más alto.
Como ya acostumbraban, en el primer receso que compartían ambos iban hacia la cafetería para buscar algo de comer.
—Hoy te toca a ti pedir los cafés —se mofo cuando se hubieron acercado a la entrada del lugar.
Jongdae hizo una mueca pero de igual manera se acoplo a los demás estudiantes que esperaban pacientemente por un vaso con el líquido oscuro.
Los dos odiaban tener que esperar tanto para conseguir algo de comer y beber, es por eso que la comida la sacaban de una máquina expendedora que había a un costado de la puerta trasera del local.
Chanyeol se puso ante la máquina y hecho un rápido vistazo antes de poner el dinero para que el aparato se lo tragara, apretó los botones necesarios y metió las manos en los bolsillos de su polerón sin tener nada más que hacer.
Entretanto esperaba el proceso, se irguió y miro hacia atrás, encontrándose con la cabellera castaña de su compañero de habitación, el cual mantenía la cabeza gacha y parecía morderse repetidas veces el labio inferior.
Al darse cuenta que Baekhyun no parecía haberlo notado, se apresuró a agregar unas cuantas monedas más a la máquina. Cuando escucho como el último producto caía se agacho para recogerlos, asegurándose que después de voltearse le extendiera uno al chico. Este solo salió de su ensoñación con un respingo.
—¿Quieres? —Chanyeol sonrió ampliamente y movió un poco su mano para hacer notar lo que le estaba extendiendo.
Baekhyun parecía realmente sorprendido, sin embargo de igual forma tomo el envoltorio con las dos manos e hizo una pequeña inclinación muda para agradecer.
—Nos vemos hoy en la noche —comento el más alto mientras sonreía por última vez y se volteaba hacia las puertas de la cafetería a la vez que abría uno de los envoltorios para meter los dedos dentro.
—¿Por qué te demoraste tanto? Tengo hambre. —El pelinegro hizo una mueca burlesca hacia Jongdae y se sentó delante de él en una de las mesas de la cafetería—. No te creerás lo que escuche...
El ruido de una silla siendo arrastrada por el suelo con un sonido estruendoso hizo que ambos se mantuvieran en silencio y vieran como el chico de cabello castaño claro tomaba asiento a un lado de Chanyeol.
—¿Cómo te fue en el examen de esta mañana? —pregunto Jongdae hacia su hermano.
—Bien, estudie lo suficiente como para estar seguro de mis respuestas, aunque en más de una dude...
—Este bien —le cortó Jongdae y entonces fue cuando todos se percataron del chico que los miraba desde un costado de la mesa.
—¡Oh! Él es Minseok, se ha agregado en este semestre y es mi nuevo compañero de habitación. —El susodicho sonrió e hizo una venia como saludo para todos.
—¿Cómo es que puedes agregarte en el segundo semestre? —pregunto ceñudo el más joven de los Kim.
El rubio tomo asiento a un lado de Jongdae y dejo sobre la mesa el gran papel blanco envuelto cilíndricamente que llevaba entre los brazos.
—Los años anteriores estuve aquí y luego me enviaron de intercambio —musito con la vista fija en el chico que estaba a su lado.
Los temas de conversaciones no demoraron demasiado en surgir, el ambiente fue agradable y Jongdae junto a Chanyeol se pudieron acostumbrar instantáneamente a Minseok a pesar de que este era un chico tímido, el cual solo se aseguraba de responder a las preguntas pero aún no se atrevía a comentar algo o sugerir otro asunto.
—Es hora de mi siguiente clase —comento Chanyeol a la vez que masticaba sus golosinas para después sacar el reloj de su bolsillo y ponérselo rápidamente alrededor de la muñeca.
Se levantó de la mesa y dio una sonrisa antes de darse la vuelta y salir de la cafetería hacia el salón. A pesar de haber tomado esa clase solo, Chanyeol no se arrepentía de no estarla compartiéndola con su mejor amigo.
Fue el primero en llegar y tomo asiento en su puesto acostumbrado, agradeciendo al rato que no haya pasado demasiado tiempo cuando por la puerta ingresaron los demás alumnos y, unos minutos más tarde, la profesora.
La clase fue simple y dinámica. Y esa fue la asignatura que dejo el primer trabajo del semestre, haciendo que el pelinegro se carcomiera la cabeza pensando en cómo organizaría el tiempo para mantener su buen promedio, por lo tanto su beca, hasta el final de ese año.
Chanyeol no solía burlase de las personas que no eran sus amigos y cuando lo llegaba a hacer, era meramente como un gesto de broma. Pero como cualquier otra persona, tenía a ciertos individuos calificados como fastidiosos o a los cuales procuraba evitar para no ocasionar alguna discusión verbal. Y como bien sabia, ese tipo de personas que le costaba soportar nunca tenían gran conocimiento para comunicarse por medio de palabras racionales así que eran capaces de alzar el puño para golpear, independiente de a quien le llegara el golpe.
Entonces, cuando dijeron su apellido junto al de otro chico que no conocía procuró hacer viajar su mirada por la estancia, en donde no había más de unos veinte alumnos. Y ahí, sentado en primera fila, pudo ver como un chico macizo alzaba la mano hacia él.
Sabía que se llamaba MinHo, y eso era lo que menos le importaba, ya que siempre terminaba calificándolo en su mente con algún apodo infantil o mínimamente grosero.
Es por eso que MinHo era más conocido en la mente de Chanyeol como Don estúpido de la clase dos.
Si, hubo un momento en el que pensó que sería mucho mejor que lo llamara MinHo y ya, en vez de usar ese título tan largo pero sí no lo hacía así no sería divertido.
—Estas son las instrucciones. —El chico robusto tomo asiento en la silla que estaba frente a él después de dejarle un par de hojas impresas sobre el escritorio.
—Bien... —susurro tomando una y mirándola con rapidez mientras que la otra se la entregaba al chico—. Me gustaría hacerlo lo antes posible, ¿te parece si nos encontramos después de las clases en mi habitación?
—Claro, no hay problema. —Chanyeol le sonrió a Don estúpido de la clase dos al darse cuenta que este bajaba su porcentaje de estupidez ya que al menos había concordado con él.
La clase termino y él ordeno sus cosas con calma para salir de la sala de clases, dejando la hoja de intrusiones a mano para poder leerla de camino al comedor.
Durante el trayecto su mirada se trasladaba con rapidez sobre las letras impresas.
De forma súbita sintió como unos dedos se posaban sobre su brazo y luego era previamente tirado hacia un costado.
Chanyeol bajo la hoja para ver a los dos chicos que tenía delante de él, los cuales había visto en alguna de sus clases.
—Chanyeol, ¿es verdad? —Él frunció el ceño al percatarse de la aparente preocupación que emanaba de ellos.
Par de idiotas, así los definiría. ¿Cómo es posible que hubieran empezado con esa pregunta? ¿No se suponía que primero se tenía que enterar cual era el tema para luego contestar si era cierto o no?
—¿Qué cosa es verdad o no?—Movió los hombros en un gesto de desinterés mientras esperaba la respuesta de uno de ellos.
—¿Compartes habitación con Baekhyun? —Chanyeol suspiro y miro hacia el alto techo del pasillo.
¿Qué se supone que debería contestar en una situación como aquella? Estaba empezando a creer que nunca jamás nadie había sido tan popular a su alrededor como Baekhyun, ni siquiera Jongdae que parecía brillar con luz propia.
—Sí, ¿por qué? ¿hay algún problema? —En momentos como aquellos le gustaba acentuar su voz gruesa; fruncía las cejas y se paraba derecho, adecuando su cuerpo para imponer respeto y preeminencia.
—Bue-bueno... es solo que.... ya sabes lo que dicen... —Se cruzó de brazos con cuidado de no arrugar la hoja que estaba entre sus manos y se apoyó en la pared que estaba a sus espaldas con aire relajado.
—Solo ten cuidado Chan, ya sabes todo lo que se dice de él.
¿Chan? ¿Lo estaba llamando Chan como si se conocieran de toda la vida?
—Si en el futuro cabe la posibilidad de que se acerquen a mí para advertirme de una idiotez como esta otra vez me asegurare de romperles la nariz. —Los dos chicos desviaron sus miradas—. Y si luego andan cotilleando algo sobre esto que acabo de decir —Chanyeol puso más énfasis a su postura y se acercó un paso hacia ellos, intimidante—, me asegurare de crear tantos rumores de ustedes como se me sea posible. Últimamente he notado que eso es aún más doloroso, es como un terror constante.
Ambos chicos se quedaron quietos en sus lugares mientras el más alto salía al pasillo y seguía su camino hacia la cafetería. Durante el trayecto se sintió estremecer y un ruido cómico salió de sus labios, asustándose por sus propias palabras y por usar aquel tono rudo que no lo caracterizaba demasiado.
Simplemente no lo entendía, pudo ver a Baekhyun aquella mañana y el día anterior en la noche y especulo que es un chico completamente normal, entonces ¿por qué hay tanta gente que se empeña en continuar con su pavor incesante?