El recuerdo estaba latente, aun podía divisar ese ultimo momento en que pudo verla, ella habia regresado a su época, aun recordaba su rostro de felcidad al sentirse fuera de aquella abrumadora oscuridad.
-Inuyasha- fue lo que la chica de ojos avellanas dijo al voltearse hacia él con su brillante sonrisa, esa curva se borró de sus labios al ver lo que estaba pasando.
El albino podía sentir cómo era tragado por aquel poo, era una energía fuerte que lo jalaba hacia el otro extremo, hacia su mundo y aquella lu bajo suyo se hacia presente.
-¡Inuyasha!-exclamó la pelinegra y corrió hacia su dirección...
Demasiado tarde, él ya no estaba...
Nueva mata de oscuridad, solo eso captaban sus ojos dorados al pasar por aquel lugar, y nuevamente luz... sus ojos mostraron un deje de tristeza, ella se habia ido... no podían estar juntos...¿por qué ocurría aquello?.
Tal vez su destino...era estar completamente solo hasta el día en que la tierra lo llamara a volverse uno con ella...
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Otro dia mas que pasaba allí sentado, frente a aquel viejo y desgastado pozo, su mirada ámbar clabados allí, perdidos en la nada e inundados de melancolía... siempre era así.
En un completo silencio observando expetante el pozo frente suyo, ya habia pasado un año desde que Kagome fue tragada por aquel pozo, un año en que ella habia regresado a su éspoca.
Un año era mucho tiempo, demasiado... pero la esperanza aun permanecía en él... ¿cuanto más debía esperar?, él lo sabia, Kagome no regresaría...¿o sí?...
ya habia pasado un año desde aquello, desde que ganaron la batalla con Naraku, aunque todos sabian que aquella colegiala de cabellos azabaches algun dia se iría... tal vez él era el unico que no estaba preparado para aquello...
desde hace un año, un maldito año iba allí, esperandola... todos los dias, desde que anochecía hasta que amanecía... más ella no regresaba... ¿por qué no perdía las esperanzas?, olvidarla... su corazón estaba con ella... pero... ¿qué no habia pasado lo mismo con Kyki?, creyó amarla tanto y luego Kagome hizo que la olvidara... ¿y si olvidaba a aquella chica tambien?...
Por alguna razón le costaba el darle la espalda... abandonar el pozo e irse lejos... era duro...
Vió como el sol se ocultaba, sus ojos dorados que estaban fijos en aquel pozo desviaron su mirada hacia el sol que se ocultaba lentamente. Aquel atardecer era señal de que su espera habia acabado nuevamente, mañana volvería...
Se puso de pie y caminó hacia la aldea, con su mirada gacha, y su flequillo cubriendo sus ojos, esperar era pesado... ya no quería hacerlo, pero no podía negarse a aquel instinto suyo...
¿tan ciego estaba?, sus amigos Miroku, Sango y Shippo ya habian aceptado aquella realidad... ¿tan grueso era la manta ensus ojos que no lo dejaba ver que ella ya no regresaría?...pero el seguía sosteniendo aquella falsa esperanza...
Fué entonces que paró en seco, sus oídos habian escuchado un ruido, muy leve e imperceptible, lo hubiera ignorado pero aquel aroma hizo que subiera su guardía.
-¿qué haces allí?- habló sin molestarse siquiera a ver a aquel sujeto que estaba oculto allí.
-pmf, nada que te incumba, híbrido- respondió aquella voz muy conocida para el albino, Inuyasha apretó los puños, como odiaba aquella voz tan altanera, se volteó dirigiendo su mirada desafiante y molesta a aquella figura que hacia acto de´presencia, a pasos lentos salió de entre aquellos arboles que bordeaban el lugar.
Inuyasha apretó los dientes al ver a su medio hermano, ultimamente ahora lo encontraba casi todos los dias por los alrededores, y siempre era en los mismos lugares. Ya le habia preguntado a la anciana Kaede y a Rin el por qué de las seguidas visitas del youkai, más estas le decían siempre lo mismo, Sesshomaru no la visitaba todos los dias... más nisiquiera se habia asomado a la aldea en los ultimos meses...¿entonces que hacia merodeando por allí?.
-¿qué quieres?- habló de manera fría el hanjou, mas este bufó y le dió la espalda continuando con su camino. Aquello hizo que el de traje rojo se molestara aun más.
-¡te he hecho una pregunta!- gritó con la rabia casi masticada entre sus colmillos, Sesshomaru detuvo sus pasos, y con tono burlón en su voz y sin molestarse siquiera en voltearse hacia su medio hermano y dijo despreocupadamente como ya era tan propio en él -no tengo el por qué darte explicaciones- dicho esto solo continuó su camino, Inuyasha solo se quedó allí mismo, aun con sus puños apretados, ahora sus garras se clavaban provocando unas pequeñas heridas en su palma pero no le prestó atención alguna, siguió con sus ojos fijos en la figura que se alejaba de a poco, aquellos largos cabellos blancos mecerse levemente a medida que el youkai caminaba, y ese andar un tanto elegante que lo hipnotizaban.
Tal vez Sesshomaru lo concideraba un tonto bueno para nada, pero él se habia percatado de algo, siempre ese demonio estaba cerca cuanto menos se lo imaginaba, desde cuando, no sabría decir, pero siempre estuvo allí, entre las sombras, casi parecía que vigilaba cada cosa que hacia... incluso ahora...¿qué es lo que estaba planeando?...
decidió ignorar aquello y siguió su camino, le molestaba aquello y no se estaba esforzando siquiera por ocultarlo.
Sus pasos se vieron interrumpidos nuevamente, paró frente a la entrada de la aldea, pero no quizo adentrarse, despues de todo estaba solo, se hallaba solo, apretó los puños.
Jamás podría ser feliz, las dos personas que tanto amó ahora ya no estaban allí, se habian ido de su lado...
Sus ojos dorados mostraron decisión, ya habia tomado aquel camino...no se retractaría, si su destino era estar solo, entonces que así sea...
Tal vez este era su principio...despues de todo la vida ya lo haba golpeado suficiente, y el estar con alguien era solo para hacerlo sufrir más, volver ha amar solo le traía desepción.
El velo se situó en sus ojos y cerró su corazón, ya no volvería a cometer el mismo error, ya no quería tripezar nuevamente...
-lo siento Kagome... tal vez lo mejor sea olvidarte... tu no regresarás después de todo...- murmuró al viento al mismo tiempo que elevaba su mirada hacia el cielo que iba oscureciendo poco a poco -ya...no tengo esperanzas...-
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El viento mecía sus largos y platinados cabellos lacios de forma gracil, sus ojos dorados clavados en la luna, solitario como la misma...las estrellas tintineaban a lo lejos, tan inalcanzable como... aquel amor que cargaba su corazón durante años y años en total silenco.
¿cómo podía ser eso posible?...
¡¿cómo un youkai como él podía haberse enamorado de ese híbrido?!
Esas eran las incógnitas que no lograba hallar respuesta alguna... imposible tal vez, pero allí estaba, el enamorado de aquella peste, usando las mismas escusas cuando se hallaba descubierto por el hanyou.
"Rin"
Esa era su escusa comun, ¿a caso era tonto?...Tan patético se habia vuelto que... siempre estuvo allí para él, repudiandolo para ocultar sus verdaderos sentimientos en las sombras, siempre oculto.
Con escusas de poder, por obtener colmillo de acero, todo una farsa, todo por el simple hecho de estar junto a él, junto a Inuyasha...
SÍ una total locura y una broma estúpida para cualquiera que lo escuchara, gran tontería...pero esa era la realidad, él se habia enamorado de su hermano, al cual decía odiarlo, despreciarlo.
Pero allí estaba él, el gran Sesshomaru cautivado por un simple híbrido, por su mismo medio hermano... no podía escapar de sus sentimientos y sabía que no podía estar con Inuyasha... él amaba a esa estupida humana.
Apretó los puños el tan solo recordar la melancolía pintada en el rostro del albino, pasando todo los días en espera de aquella sacerdotisa novata... él no podía cambiar aquello, tal vez, solo tal vez podrían estar juntos como su corazón lo deseaba, pero eso era una vaga ilusión, irreal... no podía ser, Inuyasha jamás olvidaría a Kagome...
¿Perder las esperanzas?...no, se negaba a darse por vencido, ese no sería él, pero luchar contra la corriente ya era agotador, pasar años y años, dias tras días oculto entre las sombras, observandolo, sintiendo su corazón latir aceleradamente cada vez que lo veía, o escuchaba su voz... ya era doloroso, ver como el hanyou le entregaba su amor a otras personas que no se lo merecían, era doloroso, no podía seguir con aquella tortura...
Dió un suave suspiro y cerró los ojos tratando de retener aquellas lágrimas que querían salir, eso era tan inpropio en un demonio como él...pero no se podía evitar.
Apretó los dientes con fuerza, y el primer sollozo salió de sus finos labios.
-tks, idiota- masculló limpiando aquella traicionera lagrima que rodó por sus palidas mejillas, la limpió rapidamente y se puso de pie, su mirada tenia un deje de melancolía.
-no me daré por vencido...no hasta que me ames...-murmuró decidido.
Como una promesa hecha, si tenia que seguirse hiriendo por ese estupido lo seguiría haciendo, si se rendía seria solo basura, y ese no era él.
Su velo ya no se interponía en sus ojos, estaba más que seguro de aquella decisión...
-Inuyasha- fue el el nobre que escapó de sus labios en un susurró inaudible. Cerró sus ojos y comenzaó a caminar de manera lenta y despreocupada como ya era tipico en él...
CONTINUARÁ...
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