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Necesidad por Yeta

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Steve suspiró por enésima vez en un periodo de una hora, tal vez dos, mientras miraba la puerta de su departamento antes de volver a su cuarto para sentarse en su cama y frotar sus manos contra su rostro exasperado por su comportamiento.

No se sentía cómodo en aquel departamento, no podía ver ese lugar como su casa e igualmente desde que se unió oficialmente como agente de S.H.I.E.L.D luego del ataque de Loki, el hermano de Thor, pasaba más tiempo cumpliendo su deber en misiones que le entregaba Fury o con Los Vengadores cuando se trataba de algo que necesitara al equipo completo.

Los pocos días y noches que pasaba en el departamento no lograba quedarse quieto, limpiando y moviendo los muebles que ni siquiera el escogió de un lugar a otro hasta hartarse y dormir se había vuelto algo imposible, la cama era cómoda y espaciosa ya que era una matrimonial, pero igualmente no lograba descansar.

Realmente sentía que no lograba encajar en esta época, la inseguridad cada vez que salía era abrumadora y a pesar de lograr disimularlo ese sentimiento de pesar por no poder encajar estaba presente en él. Los únicos momentos donde eso no le sucedía era cuando tomaba su lugar como el Capitán América y por eso su gran disponibilidad para la agencia.

Steve Rogers no pertenecía, era obsoleto, mientras que el Capitán seguía siendo necesario y se adaptaba al campo de batalla sea la época que fuera.

Realmente había comenzado a pensar que jamás tendría una vida de civil meramente normal, no lograba hacerlo, no podía… algo le hacía falta para lograr vivir como Steve Rogers en esta nueva época.

Pero esta noche Fury había solicitado su presencia como civil y no como soldado. Tenía que asistir a una fiesta de Stark de la cual no tenía idea del porque había aceptado ir en primer lugar, bien podía haberse negado a la petición del director pero cuando ese arrogante hombre apareció en la base pavoneándose de su buena voluntad para relacionarse con la agencia a pesar de todo lo que pensaba de ellos.

Tony le agradaba, no iba a negar que a pesar de su personalidad tan egocéntrica resultara ser una buena persona. Durante y luego de las misiones como Iron Man que compartían como equipo Tony le había demostrado que podía ser su amigo.

Es más, el traje que utilizaba en las misiones luego de formar Los Vengadores fue un regalo de Tony, quien al mandárselo también lo había hecho con una nota adjunta en el paquete en la cual le decía que el que S.H.I.E.L.D. le había entregado era ridículo y que lo único pasable era que resaltaba su trasero y que en cambio el que él le diseñó era cool y también resaltaba sus “posaderas” cosa que le dio gracia y vergüenza a la vez.

Tony siempre tan bromista y sarcástico… aunque mayormente lograba sacarlo de quicio, más por lo incomodo de no estar acostumbrado a personas que sacaran temas tan íntimos como la vez que durante una misión al castaño se le ocurrió preguntarle si él era virgen.

¿Qué clase de pregunta es esa para un momento donde hay que estar concentrados?

Una fuera de lugar sin duda, pero lo peor fue que al ver su falta de contestación por la sorpresa de lo que acababa de escuchar éste se empezó a reír contagiando a los demás y comenzando una apuesta sobre si él había estado con una mujer alguna vez con Clint y Banner, si, el doctor también sucumbió ante los juegos de Stark.

Negó con la cabeza y suspiró, recordar que era avergonzado por el millonario cada vez que se veían no ayudaba a darle más ganas para dignarse a ir a esa fiesta.

─Bueno, al menos el doctor Banner y Natasha estarán…─ murmuró para sí mismo viendo el techo, tal vez ni siquiera notarían su falta y no creía que Stark se enfadara si descubría por otros que él no asistió.

Ya decidido en que lo mejor era no asistir se echó para atrás quedando recostado y viendo el techo pensando en que a lo mejor podría ponerse su ropa para hacer ejercicio y salir a correr durante la noche en vez de quedarse mirando hacia la nada, tal vez pasaría por alguno de esos lugares donde venden comida chatarra, sentarse en el parque y apreciar la noche.

La verdad era que seguramente correría y volvería al departamento sin ninguna parada de por medio hasta que escuchó una melodía muy cerca haciendo que por unos instantes se preguntara si provenía de sus vecinos, pero no, tardó un momento en reconocer que se trataba de su celular.

Parpadeó viendo la pantalla sin reconocer el número de la persona que lo estaba llamando, dándose cuenta que la única que lo llamaba era Natasha. Cuando el aparato dejó de sonar se percató de que no había contestado y cuando estaba por volver a guardarlo en su sitio este volvió a sonar haciendo que frunciera el ceño, debía ser algo importando si esa persona insistía.

Aunque… cuando estaba por contestar, sin querer rechazó la llamada, realmente no fue su intención pero por torpeza o sabe Dios que se equivocó. Y de nuevo comenzó a sonar, pero esta vez atendió rápidamente.

─Capi… el verde para atender─ escuchó a través del celular esa voz burlona seguido de una risa. Suspiró al percatarse de que era Tony y que seguramente no se trataba de nada grave ─Capipaleta, ¿te perdiste en el camino o qué?

─Oh…─ se sentó de golpe recordando que en vez de estar recostado viendo el techo tendría que estar en la fiesta. Se sintió un poco mal ya que al contrario de lo que esperaba Tony notó que no había asistido.

─No te preocupes, la edad ya te está afectando. Es algo natural─ se burló luego de un incomodo silencio haciendo que también recordara porqué decidió no ir al final ─Suerte para ti, soy un hombre muy precavido y predije que estarías haciendo lo que sea que hacen los ancianos los sábados por la noche.

─¿A que te refieres?─ frunció el ceño cuando no recibió respuesta y notó que la llamada se había cortado, aunque no pudo analizar lo que acaba de decir el castaño porque alguien se encontraba llamando a su puerta.

La única con la que entablaba alguna conversación en ese edificio era su vecina, la cual era agradable pero por alguna razón no terminaba de confiar en ella. Aunque solo pensó que se trataba de su paranoia y nada más.

Sorpresa la suya cuando al abrir la puerta se encontró con Stark, vistiendo un costoso traje y utilizando esos característicos anteojos lo cuales se le hacían inútiles y sin sentido a Steve ya que era de noche y dentro de un edificio.

Y debió tardar en reaccionar o algo porque Tony se adentró en el interior del departamento sin esperar invitación, sonriendo arrogante por la falta de reacción del rubio y viendo a su alrededor con mucha curiosidad.

─¿Qué haces aquí Stark?─ Reaccionó recobrándose de la sorpresa al cerrar la puerta siguiendo a Tony que ya se había encaminado a su cuarto como dueño del lugar y viendo a su alrededor como si jamás hubiera estado en un departamento.

─Tu que crees─ le contestó sonriendo y sacándose los antejos para mirarlo de arriba abajo para luego levantar una ceja interrogantes antes de bufar ─Así que si pensabas ir.

─Bueno…─ y ahí se fueron de nuevo sus palabras, arrepintiéndose de haber fallado a su palabra cuando aceptó la invitación.

─No te esfuerces, Cap─ le palmeó el hombro al pasar para seguir inspeccionando el lugar.

─Lo siento, Tony. Las fiestas no son lo mío─ dijo negando con la cabeza cuando lo vió ingresar a su baño para mirar también ahí. ¿Qué tanto tenía que mirar?

─¿Qué tal un bar? ─ escuchó la cortina de su ducha abriéndose y frunció el ceño al verlo mirar también ahí asintiendo con la cabeza antes de volver al cuarto como si no estuviera revisando su casa sin retraimiento alguna ─Si fuiste a uno alguna vez, ¿o no? ¡Ahora esto es una obligación moral como tu amigo!

─Claro que conozco los bares─ se defendió ante la burla, Tony siempre lo trataba como si él no conociera absolutamente nada del mundo fuera del ejercito… y tal vez si era cierto, pero eso no significaba que podía burlarse.

─Bien, nos vamos─ dijo sonriendo antes de volver a ponerse sus anteojos y encaminarse hacia la salida.

─¿Disculpa? ¿Qué no tienes una fiesta a la que volver?-─ Definitivamente Tony era raro, ¿Quién hace una fiesta para no asistir?

─Ya di mi discurso de bienvenida, no es necesario que me quede toda la noche y sería un desperdicio dejarte aquí contando puntos imaginarios en el techo si te vestiste para salir─ se encogió de hombros restándole importancia a todo el asunto y no esperando ninguna negativa al salir del departamento.

Steve frunció los labios mirando hacia la salida y a su alrededor, ir a un bar no era tan mala idea. Relajó sus hombros, los cuales inconscientemente se encontraban rígidos desde que su visita no esperada cruzó el marco de la puerta y se encaminó hacia fuera para encontrarse con la sonrisa arrogante de Tony, la cual le decía que sabía que lo seguiría.

Milagrosamente Stark no estuvo tan bromista, al menos no utilizándolo a él como el blanco de sus comentarios, en todo el camino a un bar bastante concurrido y con poca luz por dentro. 

─Aquí nadie molestará─ sonrió el castaño pidiendo una bebida que Steve no llegó a escuchar el nombre ya que miraba a su alrededor, como todos se encontraban en su mundo. Relajándose ya que había olvidado ponerse su gorra y anteojos antes de salir y al ser acompañado de Stark temió el ser acosados.

─Una cerveza─ pidió ya que sinceramente, aunque si había frecuentado bares unas…cuatro veces, no tenía idea de los nombres de los tragos y prefería ir a lo seguro.

Tony bebió de su trago como si se tratara de agua, uno tras otro entre comentarios despreocupados. Steve solo asentía y rara vez decía más de dos o tres palabras, desde que despertó en esta nueva época se acostumbró a no hablar demasiado sobre temas triviales cuando se encontraba con otros fuera de las misiones o en la agencia.

Pero entre tragos, que Tony le invitó para que probara cosas nuevas, el castaño comenzó a hacer preguntas que eran fáciles de contestar ya que eran sobre los años cuarenta haciendo que se relajara más y que se animara a hacer un par de preguntas, las cuales por temor a sonar estúpido antes no se había animado a hacer.

Por supuesto Tony se rió con cada pregunta y respondió con su tan característico sentido del humor hasta que el alcohol comenzó a hacer su efecto haciendo que este se viera un tanto perdido.

─Creo que es suficiente─ lo detuvo antes de que bebiera otro trago haciendo que este gruñera con molestia ─Te llevaré a la torre.

─No… ahí hay un reventón de puta madre…

─Lenguaje─ lo reprendió al instante causando que Tony riera como si hubiera dicho algún buen chiste ─¿Reventón?

─La fiesta, Stevie contestó suspirando y levantándose para irse al lo que Steve ignoró la forma en la que lo llamó para detenerlo ya que al parecer el castaño pretendía irse así sin más.

─Espera que tengo que pagar─ lo volvió a sentar de un jalón obteniendo un insulto por lo brusco que fue al hacerlo.

─Ya está pago, siempre vengo aquí─ le dijo volviendo a pararse y saludando despreocupado a la mujer de la barra que le sonrió antes de irse hacia otra mesa con unas bebidas.

Obviamente Tony no podía manejar y Steve, aunque sabia conducir, decidió tomar un taxi hasta su apartamento. Tony había insistido en que no era bueno que el anfitrión de la fiesta apareciera borracho y acompañado por el Capitán América.

Así que terminó volviendo a su casa acompañado por el millonario que se había pasado de copas.

─Tu departamento de plebeyos no está nada mal, Capi─ le dijo apenas cruzó la puerta un tanto tambaleante y dejando caer su saco, corbata, camisa y pantalón por el suelo como si esas ropas no costaran lo que seguro sería un buen dinero y como si se encontrara en su propia casa.

Steve negó con la cabeza por su comportamiento mientras recogía la ropa para doblarla, aguantando su mal humor cuando vio que Tony se había encaminado a su cuarto.

─La señorita Potts no se molestará contigo por dejar la torre en medio de una fiesta que tu organizaste─ recordó a Virginia y se preocupo por haber permitido que Tony bebiera tanto como para no poder volver a su casa.

─Primero que nada, dile “Pepper” y segundo ella me dejó así que no tiene que preocuparse por lo que hago en mi torre o si me emborracho acompañado del museo humano.

─Oh… lo siento─ ignoró lo ultimo incomodo por tocar el tema sin querer, sabía que Pepper era importante para Tony y no quería hacerlo sentir mal.

─Si, bueno, esas cosas pasan─ se encogió de hombros antes de meterse en su cama sin pedir siquiera permiso, a lo que Steve negó con la cabeza dirigiéndose al armario en busca de ropa para que usara mientras durmiera en su cama. Era incomodo el compartir su cama, no estaba acostumbrado a ese tipo de contacto humano ─En especial si eres quien soy, ella merece algo mejor… uno que no cargue un prontuario de mierda, que cada dos por tres la cague y que pueda darle una vida normal. Si, soy un terrorista de relaciones. Hasta Rhodey dejó de hablarme y Happy se fue con Pepper, hacen linda pareja…

─Lamento que las cosas no funcionaran con Pepper─ fue lo que pudo decir tendiéndole un pantalón y remera para que se vistiera. Por muy amistoso que quisiera ser con el castaño por la situación que estaba pasando, no pensaba dormir junto a él prácticamente desnudo si no fuera por ese bóxer.

─Anthony “Tony” Stark no duerme con piyamas de anciano─ se rió acomodándose mejor en la cama antes de taparse hasta la cabeza.

─Anthony “Tony” Stark no duerme en mi cama si no usa ropa─ lo destapó tendiéndole la muda de ropa insistente hasta que se rindió ya que Tony se había vuelto a tapar hasta la cabeza negándose a verlo o contestarle nuevamente que no pensaba usar ropa, que agradeciera que se dejara los bóxer porque le gustaba dormir desnudo.

Steve se vio obligado a cambiarse para dormir y acostarse incomodo pegúntense cómo terminó compartiendo su  cama con Tony, la persona que más lograba sacarlo de sus casilla, pero que a la vez lograba distraerlo y hacerlo reír sinceramente.

─Steve, ¿eres mi amigo?-─ Preguntó de repente cuando apagó la luz, descolocándolo un poco.

─Si─ respondió seguro, sino lo fuera no estaría en esta situación. No era una gran amistad de años ni tan estrecha como la que había conseguido con su mejor amigo, su hermano, Bucky. Pero Natasha y Tony eran lo más cercano a amigos desde que despertó del hielo así que si, podía decir sin problemas que lo consideraba un amigo.

─Eres afortunado─ se rió y se destapó la parte superior de su cuerpo alumbrando el cuarto con esa luz tenue que irradiaba su reactor o al menos eso dedujo Steve ya que le daba la espalda.

─Duérmete─ No esperaba dormir siendo ya más de las cuatro de la madrugada, su reloj biológico lo despertaba a las seis en punto siempre, pero quería que Tony lo hiciera y terminara su día de una buena vez.

Al no escuchar una respuesta negativa o una burla se animo a girarse para comprobar que Tony ya se había dormido, boca arriba y tapándose los ojos con su brazo. Su respiración era tranquila y se lo veía bastante relajado a pesar de no encontrarse en su lujosa cama o acompañado de alguna de esas mujeres con la que estaba antes de estar con Pepper. Steve bostezó volviéndose a girar para darle la espalda y cerrar los ojos, aquella luz no le molestaba.

No tardó en dormirse escuchando unos leves ronquidos, pensando en que el salir con Tony no fue una mala idea. Esta había sido su primera salida como civil en esta nueva época acompañado de… no estaba seguro si era correcto categorizar a Tony como un simple civil. Pudo ser Steve Roger por unas horas, sin fingir que no se sentía fuera de lugar y pasando un verdadero buen rato.

No sintió que nada le hiciera falta durante la noche para ser quien era y pensó que tal vez fue gracias a Tony, un amigo. Aunque no entendía bien porque con Natasha no podía sentirse tan a gusto como lo hizo esta noche siendo que con ella tenía mucho más trato y Tony se las arreglaba para burlarse de él a cada momento, como sea, era extraño pero agradable.

Fue una sorpresa para él que esas salidas junto a Tony volvieran a repetirse, al igual que el compartir su cama lo cual poco a poco no le incomodó ya más. No era como si durmieran abrazados o siquiera se rosaran igualmente.

Beber en el mismo bar, parar a Tony cuando este comenzaba a pasarse un poco y llevarlo a su departamento donde antes de dormirse comenzaban las charlas donde sin mirarse, pero a escasos centímetros de distancia, ambos lograban abrirse y contar cosas personales.

Tony dejando salir toda la mierda que lo carcomía en su conciencia, el como quiso que las cosas funcionaran con Pepper y como de mal se sintió cuando ella comenzó a salir con Happy a pesar de que él sonrió y les deseo lo mejor. La manera en la que se sintió al pensar que perdería su amistad con Rhodey… en fin todo lo que no se animaba a decirles a otros.

Por su parte Steve terminó confesándole todas sus inseguridades, su miedo cada vez que dormía a que todo fuera un sueño y siguiera en el hielo. Su miedo a ser nomas el Capitán América, porque amaba a su nación y lo que representaba para todo el mundo, pero también había un hombre detrás de ese traje y escudo…

Nunca se contestaban cuando dejaban salir esas palabras de inseguridad que nadie esperaría de Iron Man o el Capitán.

Todo entre ellos iba bien, Steve le agradaba las salidas de Tony y como su amistad se fortaleció gracias a esto. Todavía seguía sacándolo de quicio y lo molestaba cada vez que podía, además de que cuando se reunían como Vengadores seguía cuestionándolo solo para molestarlo, pero aun así tuvo que aceptar que Tony le hacía bien, que era lo que le hacía falta para ser quien era.

Pero como todo en su vida, las cosas comenzaron a complicarse sin que pudiera evitarlo. Todo comenzó cuando Natasha tan perceptiva como es, le comentó en medio de una misión que lo veía más relajado, feliz, y le insinuó que le arruinó sus planes de presentarle a una chica de contabilidad o algo así ya que quien sea que estaba logrando que sus ojos estuvieran iluminados debía ser una chica especial.

Steve tardó en captar a lo que se refería, quiso pensar que fue por la situación en la que se encontraba y no por ser lento como le decía Tony.

Y fue ahí cuando su mente viajo a un sitio que no quería, comenzando a analizar más su amistad con Tony y compararla con su primer y gran amigo Bucky. No eran lo mismo. Para empezar prestar atención a detalles sobre la forma de caminar o gestos de Tony no era algo que hacía con Nat o Bucky, ni tampoco el buscar el rose o el acercamiento cuando estaban a solas. O esa ansiedad de volver de alguna misión para verse de nuevo.

Reconociendo que solo una vez pasó por algo similar con otra persona, con Peggy.

─Tengo algo en la cara─ sonrió Tony llamando su atención mientras jugaba con la botella entre sus manos, la cual nunca bebía pero le gustaba sacársela a Steve para molestarlo ─Me estas mirando como si tuviera algo.

─N-no es nada─ sonrió nervioso quitándole la botella y maldiciendo por dentro por el roce de sus manos al hacerlo. Esto era peor a cuando se sintió atraído por Carter, que cuando comenzó a insinuarse sintiendo esa inseguridad que superaba con cada avance para luego caer enamorado de aquella fuerte y decidida mujer.

No, ahora era mucho peor porque se sentía un completo estúpido, sin saber porqué tenía que confundir de esta manera la amistad que el castaño le ofreció y complicar todo con sentimientos que no serian correspondidos. A parte de que en el fondo los sentía incorrectos, un hombre como Tony no aceptaría jamás algo con otro hombre. Y siendo el Capitán América… ¿estaría mal que le gustara alguien de su género?

─Creo que ya deberíamos irnos─ escuchó a Tony y solo pudo asentir. Pero luego se arrepintió ya que no quería sonar grosero y decirle a Tony que se fuera a dormir a su torre, después de todo esa rutina que tenían al salir siempre terminó en su departamento.

¡Y Tony que dormía con tan solo un bóxer!

Sería una tortura, ahora que se había dado cuenta de cómo lo miraba no podía pensar en otra cosa que no fuera acercarse más a Tony, estar peligrosamente cerca y rosarlo cuando no estuviera aquella ropa de por medio. Sentía su cara arder por aquellos pensamientos fuera de lugar, él jamás fue así, se sentía un pervertido por apenas pensar en aquello. Como si se aprovechara de la confianza de Tony.

Apenas se recostó en su cama, sin mediar ninguna palabra y sus músculos rígidos como si se preparara para alguna batalla cerró los ojos fuertemente para ignorar todo ese descubrimiento.

─Capi─ lo ignoró, no podía hacer como si nada y Tony era una persona demasiado perceptiva cuando se lo proponía. Realmente quería olvidar todo y hacer como si no hubiera descubierto nada de lo que sentía al despertar en la mañana, pero como siempre Tony tenía que levarle la contraria al darle un codazo en la espalda para luego levantarse de la cama ─Steve, si no querías verme hoy me lo hubieras dicho. No es como si fuera obligación el cumplir con nuestras citas secretas. Nos vemos cuando quieras o cuando a mi se me de la gana de nuevo.

─Espera─ se movió rápidamente asustado por la forma de reaccionar de Tony para que no se fuera y desconcertado por el tono molesto que usó. No quería perderlo, pero al ver la sonrisa arrogante del contrario frunció el ceño. El muy imbécil se habia hecho el ofendido para que él dejara de ignorarlo.

─Ya, ¿que pasa Capi?-─ le dijo sentado e iluminando el espacio entre ellos en la cama sin dejar de sonreír, mientras Steve suspiró negando con la cabeza ─Vamos, sabes que puedes decirme lo que sea.

─No sucede nada─ mintió encogiéndose de hombros ante la ceja levantada que le decía que Tony no le creía.

─No me mirabas como si no te pasara nada en el bar y esa cara de sufrimiento y vergüenza mientras veníamos en el taxi tampoco la pasé por alto─ se rió ante la cara de espanto de Steve ─No eres bueno manteniendo cara de poker cuando eres solo Steve Roger.

─¿Cara de qué?

─No importa. Dime que pasa, Stevie─ insistió haciendo que Steve cerrara los ojos rogando el mantener la compostura y no parecer un idiota. No tenía sentido que se sintiera tan cohibido, como si volviera a ser ese chico escuálido… hasta que sintió su corazón latir a un ritmo acelerado cuando la mano de Tony revolvió su cabello como si se tratara de un niño ─Está bien, si no quieres decirme luego le preguntaré a la araña.

Abrió los ojos sin poder ocultar que algo realmente lo estaba perturbando, sin saber que demonios tenía que decir… así que antes de poder darse cuenta ya estaba chocando sus labios contra los de Tony y así como los chocó los alejo como si hubiera sido empujado, cerrando los ojos esperando por la broma por parte del castaño o el reclamo por lo que acababa de hacer.

─Oh… así que es eso─ habló Tony tranquilo, como si no acabara de ser besado por el Capitán América de manera tan torpe y brusca ─Steve abre los ojos, no es como si me hubieras metido la lengua hasta la garganta…

─Lo siento, Tony─ suspiró ya recobrando un poco de valor al notar que no estaba siendo ridicularizado o reprochado por su acción anterior.

─¿Cuántas veces besaste hasta ahora?-─ pestañeó confundido por la pregunta, ¿iba en serio? Realmente había besado solamente a Peggy y solo había sido dos veces, si contaba aquella en la que besó la comisura de sus labios…

Igualmente no pudo contestar ya que luego de un momento de indecisión de contarle eso a Tony terminó sintiendo que otra vez su corazón amenazaba con salirse de su pecho cuando de un jalón a su nuca fue acercado para sentir nuevamente los labios contrarios. ¿Todo eso era real? ¿Realmente Tony lo estaba besando?

Cerró los ojos con fuerza, esperando no estar teniendo un sueño muy vivido. Pronto notó la experiencia de Tony en el tema cuando sus labios fueron lamidos y succionados con insistencia, primeramente lentamente hasta que él comenzó a imitarlo y la lengua de Tony ingresó a su boca para encontrarse con la suya.

Eso fue totalmente nuevo e intimo que sintió todo su cuerpo vibrar. La lengua de Tony se mecía contra la suya de una manera que solo lo dejaba más perdido y pidiendo por más cuando este se alejaba riendo por lo bajo por como él seguía sus labios.

Abriendo los ojos cuando los labios de Tony se desviaron de su boca hacia su cuellos y se percato de cómo las manos contrarias lo recorrían hasta que se sintió ser empujado. Rindiéndose en lo que estaba sucediendo al caer de espaldas con el contrario sobre él aun besando y haciendo marcas a su cuello.

Bajando lentamente el camino de besos y succiones de su boca por su pecho hasta llegar un pezón el cual lamio para después morder logrando que soltada un jadeo de sorpresa por el estremecimiento que eso causó en él, repitiendo lo mismo con el otro. Steve estaba desecho en sensaciones que jamás experimentó con nadie, totalmente rendido a lo que le hacia el castaño.

─¡Tony!─ No puedo evitar exclamar jadeando sin control ya que de un jalón su pantalón y bóxer fueron jalados exponiendo su pene completamente erecto y goteando presemen. Ni siquiera había notado cuando Tony llegó tan abajo en su recorrido con su boca hasta que sintió el aliento de este luego de sacar su ropa de manera tan audaz, probando su amplia experiencia en este tipo de situaciones al lamer la punta sin pudor alguno y sonriendo por el gemido lastimero de Steve.

─No te preocupes─ dijo en tono bajo antes de lamer nuevamente ese lugar para luego bajar hasta los testículos los cuales torturo lentamente con el paso de su lengua mientras subía lamiendo nuevamente hasta la punta para luego sin prevenirlo chupar e ingresar el miembro de Steve a su boca.

Steve escuchaba los gemidos y jadeos sintiendo todo tan irreal, no creyendo que esos sonidos realmente fueran producto de él, de su excitación por lo que Tony le estaba haciendo con su boca o como con una de sus manos comenzó a masajear sus testículos aumentando su placer.

─¡Ah! ¡E-Espera!-─ Gritó cuando las succiones que hacia Tony con su boca en su pene acompañado al vaivén de arriba debajo lo estaba volviendo loco. Hasta que la boca de Tony abadono su miembro dándole una última lamida antes de tomalo con su mano y apretándolo un poco.

─¡Mierda, así no puedo! ¡Abre tus piernas!─ le dijo con voz agitada sin dejar de mover su mano perezosamente.

─¡¿Qué?!-─ se irguió un poco apoyándose con sus codos para mirarlo entre perdido y espantado. Por muy excitado que estará pudo entender bien lo que significaba abrir las piernas para Tony Stark.

─Capipervertido no es lo que crees─ se rió por la cara de Steve ─pero abre las piernas, ahora…

Tony sopló su miembro apretando el agarre de su mano haciendo que se rindiera y abriera sus piernas para que hiciera lo que quisiera, ya había llegado hasta este punto después de todo.

Y nuevamente esa lengua comenzó a lamerle la punta de su pene acompañando el vaivén de su mano hasta que volvió a bajar hacia sus testículos para chuparlos y lamerlos… para luego seguir bajando, peligrosamente bajando.

─Amo tu culo, el traje que te di le hace justicia─ habló tanteando con su lengua ese sitio y luego con uno de sus dedos de la mano que no estaba utilizando con su pene ─La próxima será…

Dicho eso abandono ese lugar para acomodarse bien entre las piernas de Steve luego de sacarse su bóxer en tiempo record para suspirar al sentir como ambos miembros se tocaban y eran aprisionado por su mano y la de Steve cuando este fue guiado por él. Bien, había diferencia de tamaño, eso no lo podía negar pero tampoco lo intimidaba ya que él tenía un buen paquete del que nadie jamás se quejó y cualquiera con ayuda del súper suero tenía un súper pene.

Steve estaba en la cima, jamás pensó que algo como esto se sentiría tan bien. Aunque jamás se imagino siendo tocado así por un hombre a decir verdad. Cuando sintió que sus pezones eran succionados y mordidos de manera alternada otra vez su cuerpo vibró y sintió que el calor se agolpaba en su entrepierna anunciando su pronta culminación.

─T-Tony… creo que…─ gimió sin importarle que sonara realmente raro que él hiciera algo así cuando soltó las sabanas que había sujetando fuertemente desde el principio para tirar del cabello castaño de Tony y con la otra mano soltar sus penes y así alcanzar el culo de Tony para se acercara más y aprisionar ambos miembros entre sus cuerpos antes de arquearse y venirse como nunca antes.

Jadeaba sin poder volver a conseguir el aire suficiente en sus pulmones y disfrutando de la sensación de satisfacción que lo invadió al culminar manchando a ambos al igual que lo había hecho Tony por cómo se había quedado quieto y jadeando contra su cuello.

─Eso… fue genial─ se rió Tony agitado como nunca antes de besar su cuello recobrando un poco la compostura para mirarlo a la cara ─Una gran paja, la mejor paja de mi jodida vida.

─Cállate─ se quejó cerrando los ojos y esquivando la mirada contraria, ¿Cómo demonios terminó haciendo esto con Tony?

─Hey, tu lo querías al igual que yo─ le dijo atrayendo su atención y mirándolo serio, demostrando que no estaba bromeando ─Está bien, esto está realmente bien. Podemos seguir siendo amigos…

Steve parpadeó sin saber que carajos tenía que decir, más bien sabiendo que lo correcto era decir que no. Que volver su amistad, la cual era la que a lo hizo salir y creer que podía ser Steve y el Capitán a la vez, a algo sexual… no era buena idea.

Él quería a Tony, de verdad terminó por querer al castaño aceptando su personalidad tan chocante contra la suya y hace tan solo unos días había tenido en cuenta la idea de que le atraía físicamente y hace solo unas horas había caído en la cuenta de que le gustaba de esa forma.

─Steve─ dijo mirándolo fijamente, diciéndole con aquellos ojos marrones que aceptara lo que sea que pasara entre ellos ─Vive el momento, no pienses tanto…

Suspiró pensando que últimamente lo hacía mucho y asintió sintiéndose un tanto encantado con la sonrisa complacida de Tony antes de ser besado.

Tal vez tener esto de Tony, además de su amistad y compañerismo, era lo que le hacia falta…

Notas finales:

Hola, como sabrán estoy tardando en actualizar los fic al igual que en otras historias, pero tengo los capítulos escritos. No es que me olvidé o pienso borrarlo, pero simplemente no me convencen como quedan. Si para este fin de semana no logro corregir esos detalles que me molestan intentaré subir los capítulos de los fic con la mayor corrección posible =)

Estos tres capítulos de este fic son únicos, no habrá más ;)

Espero que les guste, siguiente desde la perspectiva de Tony =D

Gracias por leer, espero que se animen a comentar que les pareció porque creo que quedó extremadamente largo D= aunque siendo solo 3 capítulos no pude evitarlo XD


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