Capítulo I: Healing is difficult
3 Meses antes
Era innegable el hecho de que Shuichi era una persona muy dependiente de otras. Antes de conocer a su ex pareja, siempre recurría a su buen amigo Hiro para encontrar consuelo ante sus problemas. Esta no fue la excepción cuando Eiri dio por finalizada la relación.
Luego de unas semanas caóticas de trabajo, Shuichi y los demás se dieron un par de días de descanso para luego volver a recluirse en su estudio de música. Regresaba contento al departamento que compartía con el escritor.
Yuki se encontraba sentado en la sala de estar cavilando para sí mismo, ya había tomado la decisión de separarse. Sólo esperaba que llegase la hora.
-Oh ¡Yuki! Qué bueno que te encuentro-. El pequeño hizo un ademan hacia el rubio entrando en el departamento. Se acercó alegre y se sentó al lado de él, dándole un beso en la mejilla.
-Verás -continuó el pequeño- tengo un par de días libres, necesito descansar, pero aparte de eso, creo que sería buena idea hacer algo entretenido-. Shuichi lo miró esperanzado, aguardando respuesta del escritor.
-Shuichi…-pronunció el rubio sin mirarlo aún.
-Yuki, ¿qué pasa?, ¿te ocurrió algo? –. demandó el pequeño con rostro de preocupación.
Eiri inspiró lentamente, llenando sus pulmones de aire, tratando de encontrar la valentía para hacerlo. Porque digamos que tampoco era fácil para él tomar aquella decisión, pero Yuki no iba dar pie a atrás.
-Shuichi, debemos terminar-. Su tono de voz era claro y conciso, pero por dentro sentía que podía derrumbarse ante cualquier manifestación del mocoso.
Shuichi no lo creyó ni, aunque Yuki se lo repitiera 3 veces. El rubio no quería discutir, pero era inevitable, ya que el cantante comenzó pedirle explicaciones y a cuestionar todo lo que él le decía. Eiri debió mostrarse cansado mentalmente y decidió terminar la conversación-discusión porque ya no le apetecía continuar en ese estado. Dentro de sí, se sentía a morir, no soportaba el hecho de tener un vacío y por otro lado observar a Shuichi desmoronarse. Éste último rompió en llanto inconsolable repitiéndose a cada segundo porqué. Ambos estaban deshechos, pero el escritor tenía una idea fija en su mente, prefirió dejarlo solo en la sala de estar y se fue directo a su oficina.
- ¿Tienes un amante?, ¿acaso eso es? ¿ya no te soy suficiente? – cuestionó Shuichi como último recurso para saber la verdad.
- Basta Shuichi – sentenció el mayor. – Jamás te he engañado y no me apetece nadie, entiéndelo: no quiero estar contigo y punto.
La conversación había terminado.
El día siguiente fue igual de doloroso para ambos, y los días venideros no serían la excepción. Eiri estaba acostumbrado a guardar sus sentimientos y parecer como si nada le afectase. Shuichi en cambio sí mostraba lo acongojado que estaba, sabía que esto no había sido una discusión cualquiera; era el termino definitivo de la relación amorosa.
Luego de darse una ducha para lograr relajarse, decidió que lo mejor era migrar hacia otro lado, quizá pasar un par de días con Hiro, pero luego cambió de idea, puesto que Ayaka vivía con su mejor amigo, y llegar ahí -considero él- sería incómodo para todos.
Consultó vía web algunas páginas de alojamiento en hoteles o departamentos por unos días mientras arreglaba su situación. Volver a la casa de sus padres era una opción, pero dentro de todo -reflexionó- que no era adecuado ir para allá, puesto que ya él era una persona adulta que debía solucionar sus problemas. Además, no quería preocupar a su familia con este tema.
Analizó las opciones y decidió irse a un apart hotel, vio fotos del inmueble y le gustó bastante, más que mal no necesitaba mucho; solo requería una cama donde poder descansar. Se contactó con al agente inmobiliario y acordó una cita para visitar el departamento a cierta hora.
Se dirigió a paso lento por las calles, tomar aire fresco le serviría después de todo. Chequeó la dirección por medio de su celular, y supuso que estaba cerca. Llegó a un pequeño condominio bien pintoresco cerca del centro de la ciudad, lo cual era beneficioso para no tener que pensar en tiempos de traslado cuando volviese a trabajar.
Se contactó con el agente y le hizo saber que había llegado. Un tipo de 50 años llegó a recibirlo, saludó cortésmente e hizo pasar a Shuichi dentro del condominio. Le mostró amablemente el lugar, mostrándole las cualidades del sector y la ubicación. El lugar contaba con áreas verdes, sector para juegos de niños y jardines.
Ya dentro del departamento, este contaba con un pequeño recibidor, el lado izquierdo se encontraba la cocina completamente amoblada, así como todo el departamento. Además de eso, la pieza se encontraba separada del living a través de una puerta de madera corrediza. La cama era espaciosa, así como el baño y el closet. Era perfecto para él.
Shuichi y el agente acordaron el precio por mes, el contrato y otros asuntos. Todo quedaría establecido cuando el cantante enviara una serie de documentos para firmar el contrato.
Ya estaba decidido, 2 días después de la separación de la pareja, Shuichi ordenó sus prendas de vestir en una maleta, además de llevarse ciertos objetos personales que había en el departamento. Los ánimos de éste no eran los mejores, pero pensó para si, que fueron innumerables las veces que se había humillado para conseguir algún gesto o actitud por parte del escritor. De alguna u otra forma estaba resignado y triste. El dolor lo acompañaba siempre.
Al momento de marcharse no quiso despedirse de Yuki. Este último sólo se encontraba en su oficina evitando al cantante y tratando escribir alguna idea para su siguiente libro. Shuichi dejó las llaves del departamento en el mesón del recibidor y dio por última vez una la mirada hacia la estancia susurrando -Adiós Yuki- y cerró la puerta tras de sí.
Desde ese entonces, ya nada sería igual.
Puso todo en orden apenas llegó a su nuevo departamento. Arrendó el apart hotel durante 6 meses y luego vería si continuaría o se cambiaba de lugar. Lo primero que hizo al llegar fue hacer una lista de supermercado para aprovisionarse durante la semana. Tenía que comprar un poco de comida, snacks (pocky de fresa por supuesto), y artículos para el aseo. Más que mal debía mantener el orden en aquel lugar.
Shuichi se enfrascó a este cambio a tiempo completo en los siguientes días. Si bien su alma se sentía dolida, y lloraba la mayor parte en las noches cuando se encontraba solo en su cama, trataba de hacer actividades que le ayudase a olvidar a su ex pareja. Cuando terminó de ordenar sus ropas y de realizar las compras, le envió un mensaje a su mejor amigo para citarlo. Él debía saber después de todo.
Hiro mostró una cara desencajada cuando Shuichi le explicó la discusión y la separación. El pelirrojo entendía muy bien las razones de Eiri, pero le supuso un poco extraño aquella situación. De todas maneras, apoyaría a su amigo.
- ¿Shuichi, quieres tomarte un tiempo más antes de que volvamos con las grabaciones? - inquirió Hiroshi comiendo su cena frente al cantante.
Este se tomó el tiempo de masticar y tragar lo que tenía en su boca y le contestó: -me encantaría, pero no puedo, no creo que sea bueno…después de todo necesito estar enfocado en otras cosas…-
Su compañero asintió sólo con la cabeza y le dedicó una sonrisa genuina, Shuichi después de todo era fuerte y saldría adelante.