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El tritón inocente & el príncipe manipulador por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Advertencia: Posible Ooc. AU (Universo alternativo). Mal uso de la historia original de la sirenita adaptada a mi manera.


Anime/Manga: Daiya no Ace


Pareja: MiSawa (Miyuki x Sawamura) y RyoKura (Ryousuke x Kuramochi)


Palabras: 11,718 –OS-


Nota: Este universo se desarrollara donde Sawamura Eijun es un tritón y es el príncipe del océano. 

Notas del capitulo:

Este fanfic me dio muchos dolores de cabeza, dure semanas en terminarlo y me andaba rindiendo a mitad de camino. La verdad creo que no me quedo tan perfecto como quería pero si al menos les provoca una risa cuando lo leen, me dare por bien servida.

 

Este va dedicado a mi beffa por la cual escribo la mayor parte de mis fics, Millenium~

La sirenita es una de las películas que más amo en este mundo, ahora mismo Walter Disney se ha de estar retorciendo en su tumba al saber cómo retuerzo sus historias infantiles uwu

El tritón inocente & el príncipe manipulador

En un reino muy lejano llamado Seidou, existía un príncipe muy altanero, creído y ególatra que gobernaba por sobre todos, las cosas se tenían que hacer a su modo de lo contrario los ciudadanos sufrían las consecuencias.

Cada persona del reino intentaba hallar a una princesa que conquistará el corazón de aquel petulante sucesor pero cada una de las chicas era arrojada fuera del palacio como si se tratase de basura.

Miyuki Kazuya era el nombre de aquel heredero quien gobernaba de forma inteligente pero su actitud dejaba mucho que desear, en las orillas de su territorio estaba el océano en el cual los ciudadanos disfrutaban relajándose los fines de semana.

En las orillas jugaban el deporte oficial del reino, el béisbol.

Lo que nadie sabía es que eran vigilados por los ojos curiosos del príncipe tritón, Sawariel.

—   ¡Wow! ¡¿Viste eso Kuramochi-Senpai?!—exclamo el castaño con una emoción incontrolable mientras su pequeño amigo pez lo miraba con mala cara

—   ¿Acaso eres idiota? Esas son cosas de humanos, deja esas tonterías y volvamos a las profundidades, tu padre me matará ¡y si muero por culpa de un idiota como tú, mis antepasados me maldecirán!

—   ¡No soy idiota! Argh, a veces eres insoportable

De repente las nubes se comenzaron a poner grises y la lluvia comenzó a caer agresivamente… eso solo significaba una sola cosa… y no era buena.

—   ¡SAWARIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEL Y KURAMOCHIIIIIIII ¿DÓNDE ESTÁN?!

El cuerpo de ambos seres marinos se estremeció y se hundieron en el agua, si eran llamados por el soberano del océano, eso no indicaba nada bueno.

Tanto el tritón como el pez llegaron hasta las profundidades y allí, en lo más hondo estaba construido un palacio que resaltaba por su magnificencia. Algo de música sonaba y muchos seres marinos merodeaban a los alrededores.

—   Príncipe Sawariel —exclamaban las criaturas mientras hacían una reverencia y el tritón se avergonzaba, a lo largo de su vida aún no se acostumbraba a esos actos.

—   ¡¿Dónde estabas Sawariel el rey Kataoka te estuvo buscando por todos lados?! —exclamo un tritón de cabello castaño y quien tenía barba, era uno de los ayudantes de su padre

—   Perdía el tiempo por allí

—   ¡De seguro estabas perdiendo el tiempo con los idiotas de los humanos! —agrego otro tritón de cabellera rubia y quien parecía tener la misma edad que Sawariel

—   ¡Claro que no! ¡Metete en tus asuntos Kanemaru!

—   ¡MIS ASUNTOS SON EL QUE NO METAS LA ALETA EN MALOS LUGARES!

—   ¡ES MI ALETA Y LA METO DONDE QUIERA!

—   ¡HEY CALLENSE, PERTURBAN MI AURA! —agrego Kuramochi a la discusión y el palacio se convirtió en un tremendo circo.

Todo el caos fue terminado por el fuerte golpe de un tridente contra el suelo marino, Sawariel volteo de inmediato y miro allí a su padre, el rey del océano, Kataoka.

—   ¡¿Qué es todo este escándalo?! ¡Sawariel, Kanemaru, Jun y Kuramochi!

Y a Sawariel solo le quedo tragar saliva duramente, sabía que su padre lo castigaría hasta que los océanos se secaran.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Al día siguiente era otra día encantadoramente… desastroso en el reino de Seidou, el príncipe Kazuya había estado insoportable toda la mañana y su secretaria —la que se encargaba de casi todo lo relacionado al manejo del reino— Takashima Rei lo seguía, apuntando cada una de sus demandas.

—   ¡Rei-chan es que no puedo creer que no haya ningún pitcher decente en este maldito reino! ¿Acaso tengo que hacer todo yo solo?

—   No te preocupes Miyuki, me encargare de conseguir a alguien decente, hoy tenemos un juego de entrenamiento con nuestro equipo, hay que practicar, iré a buscar un pitcher que supere tus expectativas

—   ¡Pero apresúrate! Recuerda que el próximo partido lo tenemos en cuatro días y es con el reino de Inashiro y no dejare que su pedante príncipe Mei gane otro trofeo, si tengo que soportar su discurso ególatra una vez más, desatare una guerra.

—   De acuerdo…

Y con aquel decreto a la mayor no le quedo más opción que empacar sus cosas e irse en una búsqueda de tres días por aquel pitcher que derrocara al reino rival.

.

.

.

Mientras tanto… la práctica en las orillas del océano estaba que ardía, Seidou tenía muy buenos integrantes en su equipo pero la falta de un pitcher fuerte hacia débil al equipo de manera considerable.

Muchos de los ciudadanos se reunían y se sentaban en unas pequeñas gradas que Miyuki había mandado a construir, pero nadie se había percatado que a lo lejos, seguían siendo observados por unos ojos dorados muy curiosos.

—   ¡Sawariel!

—   ¡Calla Kuramochi-Senpai! Harás que esos humanos se den cuenta de nuestra presencia… solo quiero ver esto llamado “béisbol”, en serio que me gusta demasiado

—   De acuerdo… pero si somos atrapados yo le diré al rey Kataoka que todo fue tu idea, Bakariel

—   Sí, Kuramochi-Senpai…—dijo fastidiado mientras volvía a ver el partido

De alguna manera después de tanto tiempo de observarlos comprendía la mayoría de las reglas de ese juego tan entretenido y por primera vez en su vida se lamentaba tanto de ser un tritón… porque si hubiera nacido como humano, tal vez sería capaz de jugar aquello.

Suspiro pesadamente y recargo su mentón en una enorme roca que estaba a unos metros de aquel partido, era su propio asiento VIP.

De repente uno de los mejores bateadores de Seidou tuvo su turno al bate, Yuuki Tetsuya.

Kawakami el pitcher que tenían por ahora, hizo su lanzamiento y fue fácilmente bateado, la pelota se fue lejos, lejos… lejos y lejos… y al final termino a una distancia considerable de la orilla pero muy cercana del curioso tritón.

Kuramochi abrió los ojos ampliamente al darse cuenta de cómo Sawariel miraba a ese artefacto humano.

—   Sawariel ni se te ocurra ir por esa…—y ni todas las palabras del mundo detendrían al castaño de hacer lo que tenía en mente…

El pequeño tritón adolescente se zambullo bajo el agua y termino saliendo en donde estaba la pelota, la tomo con sus manos y sonrió como si hubiera descubierto el tesoro perdido. Desde hace tiempo quería saber que se sentía tener uno de esos objetos humanos y una especie de cariño lo invadió.

De seguro si pudiera le haría una canción a aquella cosa redonda. No se percató que había durado pasmado por varios minutos hasta que una voz fuerte y demandante lo saco de su ensoñación.

—   ¡OYE TÚ, EL IDIOTA DE ALLÁ, NO SÉ QUE HACES NADANDO TAN LEJOS PERO LANZA ESA PELOTA! ¡ESTAMOS EN MEDIO DE UN PARTIDO!

El príncipe Kazuya se había alejado del Home y ahora estaba gritándole en la orilla, parecía algo enfadado y claro que lo estaba, el equipo que estaba liderando iba perdiendo por dos carreras. Sawamura se quedó estático, si su padre descubría que un humano lo había visto le castigaría hasta que muriera.

—   ¿Acaso eres sordo? ¡Lanza de una vez, estúpido! ¿O acaso eres tan débil como para lanzar? —le provocó con una sonrisa petulante mientras que aquellas palabras encendían una furia en Sawariel

—   ¡¿Ah?! ¡¿Qué dijiste?! —le contesto de regreso y todos los presentes se sorprendieron ante la forma grosera de contestar del forastero

—   ¡Que si tienes miedo!

—   ¡Yo no te tengo miedo y puedo lanzar esta cosa! —agrego rabioso el castaño mientras recordaba cómo había visto lanzar a los humanos desde esa montículo de tierra.

Miyuki se puso de cuclillas y estiro su guante para atrapar la bola, Sawariel se puso de lado e hizo una pose, estiro la mano y lanzo la pelota desde su posición hacia el arrogante cátcher y entonces un pum resonó y los ojos del tritón se agrandaron

¿Acaso lo había logrado?

Pero el más sorprendido era Miyuki debido a que el lanzamiento de aquel plebeyo era mucho mejor de lo que esperaba, trono sus dedos y uno de sus asistentes le llevo un guante.

—   Oye, ponte eso… y vuelve a lanzar—le ordeno Miyuki pero con un tono de voz menos severo que sorprendió a todos a su alrededor

—   Mi nombre es Sawariel no “oye”

—   Y yo soy el príncipe Miyuki Kazuya

—   Miyuki Kazuya…

Repitió el nombre ajeno como si fuera un rito, mientras a la distancia Kuramochi miraba todo con algo de miedo, el estúpido de Sawariel se estaba involucrando demasiado con los humanos, al punto que si el rey lo descubría de seguro lo mataría por no detenerlo antes.

Después de unos 10 lanzamientos, una sonrisa se había formado en el rostro de Miyuki Kazuya, una sonrisa que nadie había visto en mucho tiempo —a excepción de cuando hacia sufrir a sus enemigos— y aquello dejaba a todos los ciudadanos anonadados.

—   Sawariel, tienes que unirte a mi equipo, contigo le ganaremos al estúpido de Mei, no tienes opción es una orden

—   ¡Ah! Yo…

Aunque estaba sorprendido, en realidad Sawariel se sentía realmente feliz… que un humano le dijera que era bueno para un deporte de humanos… eso le ponía totalmente alegre, ese tal Miyuki Kazuya era un buen tipo, pero…

No podía aceptar la propuesta ya que en el béisbol se necesitaban dos piernas humanas y él solo tenía una aleta, no podría lanzar correctamente desde tierra, ni podría correr tras la bola y mucho menos podría brincar para alcanzar el esférico. Se deprimió de inmediato.

Debido a sus pensamientos no se dio cuenta de cuando el príncipe nadaba hacia él, aquello lo asusto.

—   ¡Aléjate Miyuki Kazuya! —le advirtió mientras planeaba como escapar, en ese instante no quería que todos se dieran cuenta de que era un tritón porque aquellos halagos le habían alegrado tanto y no quería que se retractaran, justo cuando estaba a punto de zambullirse fue tomado del antebrazo por el cátcher.

Era el momento del pánico para Sawariel.

—   Nunca me han dicho un NO y no lo aceptare de ti Sawariel así que haz lo que te pido y juega en mi equipo o te atormentare hasta el final de tus días—amenazo el mayor mientras el tritón intentaba ocultar su verdadera naturaleza

—   Suéltame… no puedo jugar en tu equipo

—   ¡¿Por qué no?! ¿Acaso eres un ciudadano del reino de Inashiro? ¡Eso lo explica todo! ¡Por eso no te he visto en la ciudad! ¡Jamás olvidaría tu cara, es la cara de un completo idiota!

—   ¡TU CARA ES LA DE UN IDIOTA MIYUKI KAZUYA!

Gruño en desesperación el menor mientras usaba su fuerza para zafarse del altanero príncipe hasta que este recibió una mordida en su trasero y grito exaltado soltando a Sawariel, al parecer su fiel amigo Kuramochi le había dado una lección a ese acosador.

Sawariel soltó una risilla y se hundió bajo el agua, cuando Miyuki recobro su compostura se hundió y abrió los ojos buscando el rastro de ese sujeto pero no lo vio ¿acaso se lo había comido un tiburón?

¡MALDITOS DIOSES, SE HABIAN ROBADO A SU PITCHER PERFECTO!

.

.

.

Entonces desde las profundidades dentro de una cueva submarina yacía el brujo del océano Ryousuke, junto a su hermano menor Haruichi. La criatura mitad pulpo miraba desde su bola de cristal como Sawariel huía junto a Kuramochi, el ser marino que más amaba en el mundo.

—   Nii-san… nunca te digo nada porque sé que tienes un carácter horrible pero, tu obsesión está yendo a niveles muy altos—comento el pequeño pulpo recibiendo una mirada amenazadora de su hermano mayor

—   Metete en tus asuntos… estoy buscando mi oportunidad perfecta para lograr conquistar a Youichi, de esa forma será todo mío

—   En primer lugar, creo que hubiera sido más sencillo que le hablaras de tus sentimientos a que armaras todo ese absurdo plan de transformarlo en pez al hacerlo comer una alga mágica, creías que vendría a pedirte ayuda y en realidad termino temiéndote

Un aura depresiva-amenazante rodeo el cuerpo del mayor y Haruichi decidió cerrar la boca.

—   Se me acaba de ocurrir una buena idea Haruichi, y para ello necesitare de tu ayuda… ese pequeño príncipe tritón me ayudara en mi plan de conseguir que Kuramochi sea mío

—   ¿Cómo harás eso?

—   ¡Pues con hechizos, tonto! Trae a ese tritón idiota a la cueva y dile que le daré lo que más desea en este mundo

—   ¡De acuerdo!

Y con ello el pequeño peli rosa se fue nadando en búsqueda del príncipe tritón inocente.

.

.

.

Sawariel termino en una guarida que tenía en el fondo del océano, a su lado estaba su fiel amigo Kuramochi quien no paraba de regañarlo por sus decisiones idiotas, pero el de ojos dorados no le prestaba atención hasta que el pez lo golpeó fuertemente en la nariz con su aleta trasera.

—   ¡Sawariel no estoy bromeando! ¡Esto fue muy serio! Tenemos suerte que ni tu padre ni los chismosos de sus asistentes estaban cerca para ver la metida de aleta que hiciste, maldición… y de toda la gente con la que te tenías que relacionar fuiste a relacionarte con el príncipe de los humanos, sí que eres un estúpido

—   Oye Kuramochi-Senpai… creo que estoy enamorado

—   ¡¿Ah qué?! ¿De quién? No me digas que de ese príncipe humano—exclamo alterado—maldita sea Sawariel sabía que eras imbécil pero esto me sorprende… un tritón y un humano… eso es imposible

—   ¡NO SEAS ESTUPIDO SENPAI! HABLABA DEL BEISBOL

—   ¿Ah?

—   Tal vez es difícil que me entiendas Senpai pero, cuando tomas ese objeto humano y lo lanzas es… una sensación muy placentera, es como si… comieras de tus algas favoritas hasta reventar, es como treparse arriba de un tiburón mientras te da un recorrido por los campos de corales, es como cuando le hacemos bromas a Kanemaru y no se da cuenta

—   ¡Wow entonces si es una sensación maravillosa!

—   ¡Sí que lo es! Hasta me dan ganas de cantar de la nada

—   ¿Cantar? Sawariel será mejor que tú no…

—   b34;Que tengo aquí, que lindo es, es un tesoro que descubrí, es muy simple de decir que no hay nada más que pedirb34;—comenzó a cantar con una voz chillona el pequeño tritón mientras Kuramochi se alteraba al escuchar la desentonada voz de su amigo

—   ¡BAKARIEL CALLATE, PERTURBAS MI CEREBRO! ¡NI SIQUIERA TIENES UNA DE ESAS COSAS HUMANAS!

—   ¡LE ESTOY CANTANDO A UNA BOLA IMAGINARIA KURAMOCHI SENPAI!

—   ¡QUISIERA QUE MI DOLOR DE CABEZA FUERA IMAGINARIO!

—   b34;EL EXTERIOR QUIERO FORMAR PARTE DE ÉLLLLLLLLLb34;—Agrego Sawariel aquellas notas alzando su voz a un tono que provocaba que todos los peces que merodeaban alrededor de su guarida se alejaran asustados creyendo que era una nueva técnica humana para cazarlos.

—   Wow… eso fue, algo muy artístico…—una voz ajena sorprendió a los dos, aunque por parte del pez se podría decir que lo invadió un enorme alivio.

Sawariel se quedó mirando con curiosidad al intruso quien tenía tentáculos en lugar de una aleta y poseía una reluciente cabellera rosada. Un color muy bonito pensó el tritón.

—   ¿Quién eres? —cuestiono Sawariel intrigado mientras se acercaba al contrario

—   ¡NO TE ACERQUES SAWARIEL ESE SER ES UNA MINI VERSIÓN DEL BRUJO DEL OCÉANO!

—   ¿Brujo del océano?

—   ¡El maldito que me convirtió en pez! ¿No recuerdas?

—   Ah… ese brujo

—   Te lo juro, no eres más estúpido porque sería un castigo para todos…—se golpeó Kuramochi la frente con su aleta mientras Haruichi intentaba hablar agitando sus brazos con desesperación

—   ¡Ah! ¡Soy el hermano de Ryousuke el brujo del océano! En verdad lo siento Senpai por lo que mi hermano te hizo pero, ahora quiere decirle algo al príncipe

—   ¿A mí? De acuerdo dilo Harucchi.

—   Ah… ¿Harucchi? —se sorprendió el peli rosa pero sacudió su cabeza y decidió volver al tema—me dijo que fueras a nuestra cueva, el vio tu verdadero deseo y te concederá tu más grande anhelo

—   ¡¿De verdad?! Entonces vayamos Senpai

—   ¡NO SAWARIEL, NO DEBES DE CONFIAR EN EL BRUJO DEL OCÉANO!

—   ¡ARGH NO SEAS TAN ABURRIDO Y VAYAMOS!

Después de unos minutos de discusiones el agobiado pez decidió acompañar a su mejor amigo ya que temía que el brujo del océano le tendiera una trampa y que el océano pereciera por culpa del hijo imbécil del rey.

Al llegar a la cueva submarina de los pulpos se dieron cuenta que todo estaba adornado de manera lúgubre, Kuramochi se escondía algo temeroso detrás del estúpido tritón ¿acaso no sentía miedo o algo? A veces deseaba ser tan imbécil.

—    Bienvenido príncipe Sawariel a la humilde casa de estos pulpos—sonrió ampliamente Ryousuke y Kuramochi solo pudo sentir escalofríos al ver esa fría sonrisa que no indicaba nada bueno—veo que trajiste a un amigo… Kuramochi Youichi si mal no recuerdo…

—   No finjas que no me conoces Ryo-san, yo sé que tú me convertiste en pez, yo era un hermoso tritón hasta  que decidiste embrujarme

—   Oh vamos, solo estaba jugando… nunca viniste a pedir el antídoto—dijo despreocupado el mayor provocando una cara de sorpresa en Youichi

—   ¡Es porque me das miedo!

—   ¡Bueno detengan esto! Vine por lo que me dijo tu hermano, Onii-san

—   ¿Onii-san?—comentaron al unísono los dos pulpos ya que el apodo era algo desconocido ante sus oídos.

—   ¡Dice que cumplirás mi deseo!

—   ¡Oh, por supuesto! Te daré un par de…

—   ¡Pelotas de béisbol ¿cierto?!

—   ¿Ah?

—   Un par de pelotas de béisbol ¿eso me darás, no?

—   Ah no… yo hablaba de…

—   Oh… un par de guantes y unas pelotas de béisbol… oh no espera, me darás un par de bultos de mis algas preferidas ¿es eso no?

—   ¡SAWARIEL SERAS IDIOTA! ¡RYO-SAN ESTA HABLANDO DE UN PAR PIES DE ESOS QUE USAN LOS HUMANOS PARA ESTAR SOBRE LA TIERRA!

—   Exacto…—reafirmo el peli rosa mayor conteniendo un suspiro pesado ante la idiotez de aquel tritón

—   Ohh… eran piernas ¿puedes hacer eso?

—   ¡Claro! Yo puedo hacer cualquier cosa

—   ¡Entonces perfecto dame un par de piernas, así poder jugar al béisbol!

—   De acuerdo Sawariel, eso hare pero tendrás que darme algo a cambio… no puedo ir por la vida regalando embrujamientos

—   Pero… soy el príncipe, debes de darme cosas

—   Eso no aplica con mis pócimas

—   De acuerdo ¿Qué quieres?

—   Hm, no será algo muy difícil… pero quiero que me des a tu amigo

—   ¿Eh? —dijeron al unísono el pez y el tritón con confusión

—   ¿A mí? —agrego consternado Kuramochi mientras soltaba un chillido—yo no tengo que ver en esta mierda, déjenme fuera de esto

—   Oh… vamos Senpai, no seas de esa forma… en verdad que necesito ese par de piernas para jugar al béisbol, te juro que es lo que más deseo en este mundo

—   ¡Entonces pídele a tu padre que te las de! No me involucres en esta mierda

—   Mi papá jamás lo aceptaría, odia a los humanos

—   Entonces les propongo un trato para que ambas partes accedan—decidió involucrarse de nuevo el brujo del océano capturando la atención de los dos amigos

—   Te escucharemos…—dijo Kuramochi algo renuente

—   Hagámoslo de esta forma, le permitiré a Sawariel ser humano por 3 días, si quiere ser humano para siempre debe de conseguir que el príncipe de los humanos lo bese, sino cuando el sol se ponga en el tercer día volverá a ser un tritón y tú serás mi sirviente para toda la eternidad

—   ¿Y que gano yo? —agrego Kuramochi con mala cara

—   Te volveré a convertir en tritón

—   ¡Entonces aceptamos! —accedió Sawariel mientras el pez se quedaba boquiabierto ante la facilidad de acceder de su amigo

—   De acuerdo, pero con una condición… conviérteme también en humano, no puedo dejar a este imbécil por su cuenta… es capaz de morir a los 3 minutos de estar en el mundo humano

—   De acuerdo, pero si hago eso entonces también tendrás que acceder a que al volverte mi sirviente si llegan a perder, no te rehusaras a nada de lo que yo diga—el pulpo sonrió de forma escalofriante provocando un temblor desde los adentros del pez, pero este no se acobardaría ahora, quería volverse tritón de nuevo

—   ¡Aceptamos!

—   Entonces es un trato

Y con ello se selló el destino de todos, Ryousuke les dio una pócima que tenía en uno de sus estantes e hizo que la bebieran, después de unos segundos una aura mágica los rodeo y la aleta de Sawariel se partió en dos convirtiéndose en dos piernas mientras que Kuramochi cambiaba por completo en un ser humano de cabello verdoso, piel bronceada y mirada agresiva. Ambos hermanos pulpos los tomaron y los ayudaron a subir a la superficie para que no se ahogaran.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Después de aventarlos a las orillas, los ahora humanos intentaban respirar mientras arrastraban sus cuerpos desnudos por la arena.

Ryousuke estaba mirando el “espectáculo” junto a su hermano menor, y esa sonrisa que siempre portaba ahora se había transformado en una lasciva que provoco escalofríos por todo el cuerpo de Kuramochi.

El de cabello verde se enderezo y sintió la arena picarle por todo su cuerpo, miro su nueva “adquisición” y comenzó a mover las piernas asombrándose que los dedos también se movieran con facilidad, parpadeo perplejo y miro lo que tenía entre ambas piernas ¿Qué era eso?

—   Eso es… usado para que los humanos se reproduzcan—dijo el de cabello rosa mirando con diversión la sorpresa de su obsesión

—   Oh… ya veo

—   ¡Wow! ¿Es como una mini pierna no es así? ¿También se puede mover? —dijo con emoción Sawariel provocando risa en los dos hermanos pulpo

—   Creo que sería algo muy vulgar que jueguen con esa cosa humana ¿no es así Nii-san?

—   Tienes razón… creo que será mejor que los vista con algunas ropas humanas—comento el pulpo mayor mientras tomaba un frasco que traía consigo y les lanzaba el líquido a los otros dos.

Una clase de humo rosa los rodeo y les coloco vestimentas encima cubriendo su desnudez.

La cara de Sawariel estaba llena de admiración al ver cómo funcionaba la magia de aquel pulpo.

—   ¡Eres realmente sorprendente Onii-san!

—   Lo sé… pero no lo olviden, tienen 3 días contando desde hoy para lograr que ese príncipe humano te bese Sawariel, sino volverán a ser tritones y Kuramochi será de mi propiedad—recalco y sonrió después de eso. Luego, el sonido de un perro ladrando desconcentro a todos de su plática y los dos pulpos se hundieron en las profundidades.

Un pequeño cachorro Akita corrió hacia los dos antiguos seres marinos y se abalanzo sobre Sawariel mientras le lamia la cara, parecía que el canino le había agarrado una especie de cariño.

—   ¡Wow! ¿Qué clase de criatura eres? Realmente eres esponjosa, mucho más que un tiburón. Mira Senpai, tócalo… realmente es esponjoso—comento alegre el ex tritón mientras acariciaba el pelaje del perro con su mejilla y Kuramochi lo acariciaba calmadamente con la mano, sonriendo por primera vez después de tanto jaleo

—   ¡¿Dónde estás?! ¡Pequeño ¿dónde estás?! —Sawariel reconoció esa voz y amplio sus enormes ojos dorados hacia la dirección de dónde provenía aquella voz y entonces, vio al príncipe de los humanos quien tenía una correa en la mano y parecía preocupado.

Miyuki pudo darse cuenta que su pequeño perro estaba en brazos del misterioso chico de la mañana, aquel pitcher que cambiaría el rumbo del partido si se unía a su equipo— ¡Tú! ¡Eres el idiota de esta mañana!

—   ¡No soy tú! ¡Me llamo Sawariel, Miyuki Kazuya!

—   Ah sí, el chico con nombre exótico

—   ¿Exótico?

—   ¿Cambiaste de parecer? Necesito que formes parte de mi equipo… debemos de derrotar al reino de Inashiro para hacer llorar al estúpido príncipe Mei…ah por cierto ¿Quién es ese? —después de su entusiasta plática señalo con desdén a Kuramochi quien le miraba con mala cara como si Miyuki fuera una pedazo de mierda

—   Kuramochi Youichi y soy…

—   Es mi asistente—agrego despreocupadamente el de orbes doradas provocando que Kuramochi se atragantara con su saliva

—   ¡No digas estupideces Sawariel! Soy el asistente de tu padre

—   ¿Su padre? ¿De dónde vienen?

—   Ah…—ambos se quedaron estáticos debido a que se dieron cuenta de su tremenda metida de aleta —aunque en este caso sería de pies— debido a la imprudencia de Kuramochi

—   Nosotros somos…

—   Venimos de…

—   ¿Vienen y son de dónde? ¿Acaso son espías de Inashiro? Los mandare a la horca si eso es verdad…

—   ¡NO, NO LO SOMOS! —se exalto Youichi mientras miraba consternado al de gafas—Sawariel es el príncipe del reino de Tritonia… ¡sí! De allí somos… por eso estamos algo desubicados ya que, es nuestra primera vez en un reino tan lejano y particular

—   ¡Yo solo vine por el béisbol!

—   Oh… ya veo, entonces síganme, no es cortés tener a un príncipe de un reino desconocido tirado en las orillas de mi territorio, les daré algo de comida y hablaremos del partido de béisbol

—   ¡De acuerdo!

Y ante eso, los dos se pararon sobre sus pies y se tambalearon un poco pero fueron capaces de seguirle el paso al príncipe Kazuya. En la cabeza de Kuramochi solo estaba la idea de cómo lograría que el imbécil de su amigo le robara un beso a ese idiota de gafas.

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Día 1, 5:00 p.m.

Miyuki guío a los dos nuevos humanos a su palacio, Kuramochi no podía dejar de observar todo a su alrededor y Sawariel estaba tan emocionado que emitía ondas de agitación por todo el cuerpo.

—   Deja de actuar como un pequeño pez que sale a explorar solo, nos estás dejando en vergüenza—murmuro Kuramochi mientras sujetaba del hombro al príncipe tritón.

—   ¿Acaso nunca habían visto algún otro reino? Se están comportando muy raros

—   En Tritonia nunca dejaban salir al príncipe Sawariel así que esta emocionado por todo… solo ignóralo, por favor—dijo cansado Kuramochi mientras se acercaba al príncipe Miyuki—Por cierto, Miyuki… ¿tienes una princesa ahora mismo?

—   ¿Ah? ¿A qué viene esa pregunta?

—   No, es solo que… me preguntaba si no seriamos una molestia en tu palacio ante tu mujer o esas cosas de humanos...

—   ¿Cosas de humanos?

—   ¡Cosas de humanos comprometidos! ¡Sí, eso!

—   Ah… eres demasiado raro y yo que creía que el chico de allá tenía problemas

—   ¡Hey, no me hables así bastardo!

—   ¿Bastardo? Eh~ sí que tienes agallas

—   Claro que las tengo antes era un pez…

—   ¿Eh?

—   ¡SOY COMO UN PEZ! TÚ ENTIENDES, TENGO MUCHAS AGALLAS…

Soy un genio… corregí mi error por poco” pensó Youichi consiguiendo una mirada confundida del de gafas, pero el hombre decidió ignorar a los dos extraños de manera olímpica.

Entraron al palacio y fueron directo a una enorme sala de estar adornada de colores azules, Kazuya les indico a sus dos invitados que tomaran asiento y prosiguió a hablar.

—   Escuchen, necesitaré de la ayuda de Sawariel para el partido “amistoso” que tenemos cada cuatro meses contra el reino de Inashiro, ellos son nuestros rivales más poderosos y hace cuatro meses consiguieron ganar… no puedo permitir que ganen una vez más porque eso significa soportar a Mei otros cuatro meses con sus burlas estúpidas ¿de acuerdo? —cuestiono a sus dos invitados mientras estos asentían fervientemente—Siempre nuestro punto débil son los pitcher ya que Kawakami tiende a ponerse todo gallina sobre el montículo y Tanba no puede hacer todo solo así que necesito que Sawariel se una a mi equipo como uno de nuestros pitcher ¿aceptan?

—   ¡Sí!

—   ¿Qué tiene de especial el tal béisbol? —cuestiono con tono cansino el peliverde notando lo “serio” que se lo tomaban en este territorio

—   ¡Senpai es algo que sientes cuando lanzas la cosa llamada pelota! ¡Es como montar un tiburón por primera vez sin el miedo de que te vaya a comer!

—   ¿Montar un qué? —alzo la voz algo consternado el príncipe de Seidou

—   Entonces quiero ver que tan “especial” es esta cosa… enséñame príncipe bastardo—señalo Kuramochi mientras Miyuki dejaba de lado todas sus preguntas y sonreía imperioso

—   No llores cuando no sepas pegarle a la pelota, imbécil

Y en el primer día de la apuesta con el brujo del océano… Kuramochi había olvidado todo lo referente a cumplirla, ahora mismo estaba más interesado en saber “qué” de “bueno” tenía ese jueguecito estúpido de los humanos.

Además de que sentía una sensación de cosquilleo en aquellas piernas que lo impulsaba a querer moverlas con rapidez, después de todo él era uno de los nadadores más rápidos del océano y no podía mantenerse quieto.

Una mirada competitiva se encendió en esos dos seres mientras Sawariel miraba cada objeto humano en la sala como si no le interesara en lo más mínimo que los otros dos se fueran a matar.

.

.

.

Eran las seis de la tarde y el sol estaba a punto de ocultarse así que solo practicarían un poco para demostrarle a Kuramochi de qué iba ese “jueguecito” de los humanos llamado béisbol.

—   De acuerdo, solo haremos unos lanzamientos y sacaremos a este novato que ni podría darle a la bola aunque esta le torciera la nariz—grito Miyuki Kazuya y después soltó una risa para nada disimulada provocando la rabia en Kuramochi

—   ¡Vamos Senpai, pégale a la bola! Es la cosa redonda que te lanzará Tanba-san—animó Sawariel quien estaba corriendo con una llanta, Miyuki le había dicho que aquello lo fortalecería aunque solo era una táctica para bajarle la energía.

—   ¡NO ME TIENES QUE DECIR LO OBVIO BAKARIEL! —le grito de regreso con un leve rubor de vergüenza.

Ya le había explicado Yuuki las reglas del béisbol y a comparación de Sawariel había entendido más rápido, de alguna forma le había parecido interesante todo el asunto del béisbol… aunque ahora solo quería plantarle la pelota en la cara a ese príncipe arrogante

“¿Y si en lugar de pegarle a la bola le doy en la cara con el bate de béisbol?” pensó pero su mente fue leída por Kawakami quien le negó con la cabeza como si aquello que pensaba fuera una mala idea.

—   Le dolerá más que le des a la pelota que el planeó que no golpearías—le aconsejo el cuarto bateador con una cara seria que el ex ser marino considero muuuuuuy peculiar.

—   Oh… de acuerdo.

—   ¡Empecemos que me estoy muriendo de hambre! —Masuko gritoneo provocando la risa de los demás integrantes del equipo y entonces Kuramochi se posiciono en el home mientras estiraba sus brazos y movilizaba sus nuevas piernas, se sentía tan ligero que la sensación lo inundo de satisfacción.

—   ¿Ya le agarraste el gusto, imbécil? —pregunto Miyuki mientras sonreía tras la careta y Kuramochi sonreía frustrado

—   ¿Por qué no das la señal para que lancen esa mierda en lugar de abrir tu boca para decir estupideces?

—   Oh… espero que te golpees tu solo con el bate

—   Y yo espero que te den en esa cara de idiota que tienes

Después de ese intercambio de groserías el umpire soltó el “empiecen” y Tanba se posiciono en el montículo esperando que Miyuki le diera la señal para lanzar.

Y entonces, rápidamente salió el primer lanzamiento y Kuramochi se quedó perplejo ante la rapidez que tenía ese esférico, bateo después y soltó un chasquido de decepción al escuchar el strike y la risa de Kazuya.

¡Ese cabrón!

—   Un strike…—murmuro el cátcher encendiendo la competitividad del peliverde

—   ¡Ya lo sé! ¡No estoy ciego como otros! —le grito de regreso mientras el umpire los regañaba por pelear en el Home

—   ¡VAMOS KURAMOCHI-SENPAI HASTA TÚ PUEDES PEGARLE A ESAS PELOTAS!

—   ¡No me ayudes Bakariel!

Y luego, después de unos minutos se posicionaron para el segundo lanzamiento y de nuevo bateo tarde, apretó la mandíbula sintiendo como sus dientes hacían un crujido curioso.

—   Cuidado Kuramochi… no vayas a morderte la lengua mientras haces eso—se burló Miyuki provocando más furia en el moreno, sujeto fuerte el bate y se posiciono mejor, esta vez decidió quedarse callado y concentrarse.

Kazuya estrecho sus ojos y abrió su guante, dio la última señal y Tanba asintió en afirmación, se posiciono y lanzó, entonces un repentino “clac” sonó fuertemente y la pelota salió volando hacia los jardineros, un grito de victoria salió de la boca de Kuramochi y Sawariel agitó sus brazos exaltado

—   ¡C-c-corre Senpai!

—   ¡Ah es verdad! —reacciono justo a tiempo y movió las piernas con rapidez, todos los del equipo se quedaron anonadados al ver la velocidad a la que corría el nuevo hacia el plato.

La pelota viajo de guante en guante y cuando llego a primera base, el umpire ya había dado la señal de “salvado”, Youichi alzó el puño en victoria y Sawariel grito como si fuera su porrista privada.

Los ojos de sorpresa del príncipe de Seidou pasaron a ser unos de completo gozo, había encontrado otra mina de diamantes con ese corredor que había traído ese chico de ojos dorados.

Mei, vas a besar mis pies” juró mientras sonreía maléficamente

.

.

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Después de una práctica pequeña dieron las ocho y todos comenzaban a recoger las cosas, Miyuki se acercó a los dos nuevos y les dio unas palmadas en la espalda capturando su atención.

—   De acuerdo, ustedes son perfectos… son lo que necesitaba este equipo… de verdad agradezco a cualquier Dios que los mando justo a 3 días de que sea mi revancha con Mei… Sawariel, mañana iremos a comprarles los uniformes para que sean parte del equipo ¿de acuerdo?

—   ¡Sí!

Ambos ex tritones regresaron al palacio y se les fue asignada una habitación, Kuramochi se quedó pensando que aquel día había sido desperdiciado pero que al menos al día siguiente Sawariel y el príncipe humano pasarían tiempo a solas, usaría aquella oportunidad para que Sawariel logrará lo que apostaron con el brujo del océano.

—   Escucha Bakariel… mañana tienes que lograr que ese príncipe humano te bese y necesito que uses cualquier técnica que tengas entre manos, lánzatele, ofrécete, oblígalo… no importa cómo pero lógralo

—   Ah… pero yo no quiero que me bese

—   ¡ESCUCHA SAWARIEL ¿QUIERES JUGAR BEISBOL?!

—   ¡SÍ!

—   Bueno… necesitamos que te bese

—   Oh… es cierto

—   Y ese partido es un día después de que se rompe el contrato con Ryo-san así que no tienes otra opción más que lograr que Miyuki te bese mañana

—   ¡Lo intentare Senpai!

—   ¡Esa es la actitud!

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.

Mientras tanto, en las profundidades del océano, dos pulpos de cabellera rosada miraban mediante una bola de cristal como los dos antiguos tritones se sonreían y llegaban a un plan.

—   ¡Maldita sea! El dejar que Youichi se convirtiera en humano arruinará todo… Sawariel es estúpido por eso estaba confiado, pero Youichi no es tan imbécil

—   Yo creo que lo es un poco al no darse cuenta de tus verdaderas intenciones—comento en un murmuro el menor mientras le era lanzado un frasco con una pócima y lo esquivaba por poco

—   Haruichi… si sigues hablando te convertiré en un diminuto plancton ¿entiendes?

—   De acuerdo Nii-san no te enfades, es solo que tienes que pensar en algo inteligente o todo tu plan fracasara rotundamente

—   Lo sé Haruichi, no queda otra alternativa… te voy a usar para que mi plan surta efecto

—   ¿Ah? ¿De qué hablas?

Y entonces se quedó boquiabierto al ver como su hermano mayor le lanzaba un recipiente lleno de líquido rosa

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Día 2, 08:00 a.m.

Sawariel se marchó temprano junto a Miyuki Kazuya en lo que Kuramochi se “quedaba” en el palacio ya que estaba “enfermo”.

Escucha Sawariel fingiré estar enfermo para que pases tiempo a solas con el príncipe bastardo, aunque en realidad los seguiré para lograr que todo marche a la perfección en su cita”

Aquel pensamiento inundo la cabeza del de ojos dorados y miro de reojo a su acompañante, en realidad Miyuki Kazuya no era tan malo… lo había llenado de elogios por sus lanzamientos y le había dicho a Kuramochi que era excelente para el equipo.

Tal vez besarlo no sea algo tan malo” y esa fue la conclusión del príncipe tritón mientras viajaban al centro de la ciudad en el carruaje.

Después de un largo recorrido donde Sawariel miro la ciudad con emoción llegaron a una tienda deportiva y en los aparadores pudo darse cuenta de varios guantes y bates de béisbol

—   ¡Wah es el paraíso del béisbol!

—   Oh… bueno, ya que es el deporte oficial de Seidou es lo que más abunda en la tienda ¿Qué deporte juegan en Tritonia?

—   Oh… ¿eso? Bueno… am…—maldita la hora en la que Kuramochi-Senpai me dejo solo en esta cita se maldijo mientras miraba a lo lejos y veía la figura de su amigo vestido con ropa holgada y unos lentes oscuros junto a una gorra negra, por un momento Sawariel pensó que aquel atuendo resaltaba tanto que su Senpai seria descubierto “estúpido Kuramochi-Senpai”

—   ¿Y bien?

—   ¡Natación! Ese es nuestro deporte oficial… todos en Tritonia somos buenos nadadores—sonrió sinceramente provocando que el corazón de Miyuki diera un respingo.

Por lo general, las personas que lo rodeaban siempre mantenían expresiones calmadas, serenas y tranquilas por lo que comportarse como un bravucón era algo muy aburrido de hacer ya que no generaba reacciones emocionantes, pero desde la llegada de Sawariel el día anterior… todo era más divertido… y raro, pero no era nada malo.

Entraron a la tienda y fueron directo con el dueño, este tomo unas medidas de Sawariel y no tardo más que unos pocos minutos en traerle un uniforme blanco con la insignia del equipo de Seidou y un calzado de su talla, junto a una gorra con la misma insignia del reino y un guante de color negro que el mismo Sawariel había escogido.

—   ¡Gracias Miyuki Kazuya! No eres un completo bastardo como lo creía—comento animado provocando que el príncipe se quedara sin habla.

Miyuki estaba acostumbrado a que le insultaran ya que sus súbditos tenían el hábito de quejarse la mayor parte del tiempo, pero nunca había visto un insulto tan… ¿lindo?

¿Qué mierda estoy pensando?”

Y entonces de repente Sawariel recordó la apuesta que había hecho con Ryousuke y miro a sus alrededores hasta que sus ojos chocaron con los de Kuramochi quien observaba desde afuera de la tienda las interacciones de los dos.

—   ¿Hay alguna otra cosa que necesites Sawariel?

—   Ah… no, yo… bueno sí, en realidad necesito… que tú a mí… ¿acaso me podrías…? Demonios, como pido esto…

—   ¿Ah? ¿Qué tanto balbuceas?

—   ¡Miyuki Kazuya! —exclamo su nombre con fiereza mientras sostenía la camiseta del príncipe y lo acercaba a él hasta que sus rostros quedaron relativamente cerca, Kazuya se quedó desconcertado pero mientras más miraba aquellos ojos penetrantes del otro príncipe más fascinado estaba ¿Por qué el pequeño imbécil era tan…?

—   ¿Qué quieres?

—   Yo…

Y antes de que pudiera pegar más su cara fue empujado por alguien y cayó hacia uno de los estantes con zapatos, provocando que Miyuki fuera lanzado lejos.

—   ¿Qué demonios pasó? —pregunto confundido mientras se quitaba las cosas de encima y miraba al responsable de aquello, reluciente cabello rosa, estatura pequeña y ¡humano!

—   ¡¿Qué haces aquí Harucchi?!

—   ¡¿Lo conoces?! —cuestiono alterado Miyuki mientras se levantaba del suelo

—   Ah… sí es un… conocido de Tritonia

—   E-eh… yo… hola… vine a buscarlo príncipe Sawariel ya que decidí huir de los tentáculos… digo…—sacudió su cabeza ante ese error—de las manos de mi Nii-san, estoy de tu lado… además que quiero jugar al béisbol—sonrió amable el chico mientras Sawariel alzaba una ceja.

En definitiva Harucchi se miraba como alguien agradable y divertido y la verdad es que desde que lo vio pensó que sería alguien entretenido pero había algo que le hacía desconfiar…

¡Espera! ¡¿Había dicho béisbol?!

—   Harucchi ¿tú también quieres jugar béisbol?

—   ¡Sí! Siempre me intereso desde que lo miraba en… eso que se llama televisión ¡sí!

—   Vaya… ¿acaso todos los habitantes de tu reino son tan raros Sawariel?

—   ¡NO SOMOS RAROS MIYUKI KAZUYA!

Desde la distancia Kuramochi miraba como todo se volvía más complicado ¿Qué demonios sucedía? ¿Por qué el hermano menor de Ryo-san era humano y estaba allí?

Ese maldito está jugando sucio” llego a esa conclusión apretando los dientes y luego dio un brinco al sentir un pellizco en su trasero, se volteó y miro esa cara realmente encantadora pero que siempre tenía una sonrisa maliciosa.

—   ¡R-R-Ryo-san!

—   ¡Exacto! Parece que estás sorprendido

—   ¡Lo sabía! ¡Estás haciendo trampa!

—   ¿Trampa? —fingió una cara preocupada y luego sonrió divertido mientras sujetaba el hombro del peliverde—claro que no lo hago, nunca acordamos que no metería los tentáculos o en este caso… las manos en el asunto ¿acaso creías que se los dejaría tan fácil? Sé que Sawariel es demasiado estúpido y esa torpeza es encantadora para algunos humanos pero si la bloqueamos… no habrá forma en que sea besado antes de que mañana se oculte el sol… estas acabado Youichi, acepta tu destino

—   ¡Esto no se acaba hasta mañana y te demostrare que ni con tus artimañas lograrás vencernos!

Y con ese pacto en manos volvieron a fijar su mirada en las tres personas dentro de la tienda de deportes.

—   Entonces será mejor que regresando practiques con nosotros ¿Qué te parece?

—   ¡Está bien!

—   Oye, tú no decides eso Sawariel…

—   ¡Vamos Miyuki Kazuya! ¡Yo sé que Harucchi es bueno en esto! ¡Lo siento en mis escamas…! ¡Piel-escamas-piel! Jajajá sí eso…

—   Oh vaya… sí que ustedes los de Tritonia son raros…

—   ¡Deja de decir eso! —comento en una rabieta el castaño menor mientras Haruichi reía un poco al ver la interacción de esos dos, eran realmente compatibles…

El plan de su hermano estaba peligrando si se les dejaba solos.

—   Bueno, antes de ir a la práctica será mejor que vayamos a un restaurante a comer algo… no podemos seguir con el estómago vacío—sugirió Miyuki

—   ¡O-oh eso sería genial Miyuki Kazuya! ¡A veces me sorprende que no seas un completo idiota!

Mira quién lo dice” compartieron en común ese pensamiento Haruichi y Kazuya, mientras subían al carruaje sin ganas de discutir con el enérgico príncipe tritón.

♥♥♥♥♥♥♥

En el restaurante los dos antiguos seres marinos miraban a su alrededor preguntándose cómo se conseguía comida en un lugar como ese y de repente Sawariel recordó algo importante:

¡Los humanos comen peces! ¡Son peligrosos! ¡Por eso siempre te digo que te alejes de la superficie hijo imbécil!”

—   ¡NO COMERE NADA DEL MUNDO HUMANO!

—   ¿Ah? ¿De qué hablas Sawariel? ¿Acaso en tu reino consumen drogas? De verdad me preocupas… no creo que ni tú seas tan estúpido e incoherente

—   Te sorprenderías…—murmuro el tercero a la mesa pareciendo imperturbable, después de todo los pulpos consumían pequeños peces o moluscos así que comer algo de carne de los seres marinos no era algo del otro mundo

—   ¡Escuche eso Harucchi!

—   ¿Acaso hay algo que no te guste comer? Para eso es un restaurante Sawariel… pides lo que te gusta comer y eso te traen

—   ¡NO QUIERO NADA DE PECES!

—   Entonces no lo ordenes, a mí de todas formas me desagrada el sabor de los mariscos y el pescado por lo que no lo consumo, a veces quisiera prohibirlo para todo el reino pero no sé qué excusa les daría…

—   Miyuki Kazuya… ¿no comes peces?

—   No

—   ¡Wah, no dejas de sorprenderme! No eres tan malo— y con una sonrisa sincera que lograba dejar mudo al príncipe tirano, Miyuki se quedó estático en su silla, preguntándose cómo se detenía el latido rápido de su corazón.

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Al final regresaron a las orillas de Seidou después de que Sawariel terminara enamorado de la comida humana llamada “arroz”, Miyuki no dejaba de sorprenderse de todas las facetas por las que pasaba el rostro del residente de Tritonia y de alguna forma llego a la conclusión que la aura “linda” que desprendía el idiota a su lado le era encantadora porque le recordaba a su nuevo cachorro. Eso debía de ser.

Haruichi miro a todos los humanos esparcidos sobre el campo de béisbol improvisado que tenían y a los fanáticos sentados en las gradas quienes estaban entusiasmados ante el nuevo pitcher.

Se sintió feliz de que por primera vez no viera el rechazo de los seres hacía él, ya que desde el instante donde se descubría que era hermano menor del brujo del océano tendían a rechazarlo o a compararlo. Se acercó a lo que los humanos llamaban bates de béisbol y tomo uno que estaba hecho de madera, los demás jugadores lo miraban curiosos ya que su estatura era realmente destacable.

—   ¿De verdad vas a unirte al equipo? —cuestiono uno de los integrantes que estaban como reserva

—   ¿Acaso no eres muy pequeño? —agregó otro

—   Deberías de volver cuando crezcas un poco—fulmino el tercero, pero el peli rosa parecía imperturbable, miraba con cuidado el bate de madera y sonrió provocando pequeños latidos en aquellos metiches

No muy lejos de aquello, al fin aparecía Kuramochi, había sido una odisea tratar de quitarse de encima a Ryousuke, ahora mismo en lugar de parecer pulpo era igual a una sanguijuela.

—   ¡Kuramochi al fin llegaste! Te estaba esperando—le dijo animado Masuko mientras sus ojos se cruzaban con los del curioso peli rosa mayor— ¿Quién es tu amigo? ¿Acaso eres pariente del pequeño de allá? —señalo con su pulgar a Haruichi quien agitaba el bate de madera con dedicación

—   Sí, es mi hermano menor… Youichi ¿Quién es este pez globo? —dijo calmadamente Ryousuke provocando que una vena se marcara en la frente del enorme jugador

—   Eh, vamos… no seas así Ryo-san, él es uno de los jugadores del equipo—dijo Youichi intentando calmar la situación que se desarrollaba frente a él

—   ¡YA DEJEN LAS TONTERIAS DE LADO! ¡QUEDAN DOS DIAS PARA TENER EL JUEGO CONTRA EL ESTUPIDO PRINCIPE MEI Y NO PLANEO PERDER! ¡NECESITAMOS DE CUALQUIER FENOMENO QUE SE NOS UNA! ¡USTEDES EL DÚO DE LOS ROSAS ESPERO QUE TENGAN UN AS BAJO LA MANGA Y NO SEAN UNOS INÚTILES! —exploto finalmente Miyuki mientras se colocaba la careta y golpeaba su guante con fuerza.

—   Oh… puedo convertirte en un saco de mierda… de la forma literal—murmuro Ryousuke provocando escalofríos por toda la espina de Kuramochi

—   Oh, vamos… solo practiquemos esta cosa de humanos ¿de acuerdo? Puede que se te haga interesante también Ryo-san—le sonrió amable el peliverde, dejando de lado aquel miedo que siempre le había tenido al brujo y aquella sonrisa desarmo al de menor estatura. Al fin le dedicaba una cara sonriente y no una llena de pánico.

Ah… tenía tantas ganas de amarrarlo con sus tentáculos y palpar su cuerpo…

—   ¡NII-SAN! —le llamó Haruichi indicándole que tomará un guante y se uniera al equipo, el mayor accedió de mala gana arrugando un poco su entrecejo pero, al final se despegó de Kuramochi quién miro atento como aun con la pequeña estatura que tenía el mayor en su forma humana, aun así… imponía mucho respeto.

Ryousuke se paró frente a Miyuki y sonrió mostrando su lado aterrador que provocaba malas sensaciones frente a los que eran expuestos a este.

—   Te demostraré que valgo la pena para jugar esto, lanza y atrapare cualquier cosa que vaya hacia mi dirección—aseguró caminando hasta la posición de segunda base.

Tanba se subió al montículo mientras los gritos de Sawariel resonaban a lo lejos, cosas como “era mi turno” “esto es injusto” “Miyuki mentiroso” se repetían sin parar.

—   Kuramochi colócate en la posición de short-stop, Masuko tú vas a batear… ya que vi a esos dos muy juntitos veamos si trabajan bien como equipo—comento juguetón el príncipe de Seidou poniéndose de cuclillas en el home esperando a que todos se posicionaran en sus lugares.

Una vena de enfado se marcó en el perfecto rostro del brujo del océano y Kuramochi sintió un aura oscura que solo se podía relacionar con la magia negra.

—   Ryo-san…

—   No digas nada Youichi, toma el maldito guante y vayamos a nuestras posiciones, no dejaré que ese príncipe humano haga de menos a los ciudadanos del océano, trabajemos en equipo—le dijo calmado pero con una sonrisa maliciosa. Kuramochi sintió la competitividad y un respeto hacia el pulpo se hizo presente

—   ¡Claro! Hagamos que el bastardo se ahogue con sus palabras

Y con ese pequeño complot en marcha, dio inicio aquella práctica. Todos se acomodaron en las posiciones señaladas mientras a la distancia Sawariel seguía corriendo con ese neumático con el que se había hecho más cercano en estos dos días.

Miyuki decidió que Tanba lanzaría bolas fáciles de golpear para que se dirigieran a ese punto específico donde interactuaban los encargados del infield de segunda base y el short-stop, quería ver un choque hilarante entre esos dos.

Sonrió tras la careta y pidió un lanzamiento fácil, Masuko le dio de lleno a la bola y esta se dirigió hacia donde el príncipe humano más deseaba, iba con tanta fuerza que Kazuya pensó que ninguno de los dos sería capaz de atraparla pero… estaba TAN equivocado.

Vio un ágil movimiento por parte de Kuramochi y este atrapo la pelota como si fuera un felino que va tras una bola de estambre, lanzo rápidamente hacia el hombre de primera y eso marcaba un out fuera de objeciones.

Rápido” ese fue el pensamiento general de todos los habitantes de Seidou.

De acuerdo, el bastardo de Kuramochi es bueno, pero veamos si el enano no se golpea con la bola” pensaba con malicia el cátcher, el siguiente en batear fue uno de los integrantes llamado Maezono.

Segundo lanzamiento fácil. Y de nuevo la pelota se iba a ese punto en específico en el infield donde era la intersección entre Kuramochi y Ryousuke, Kazuya esperaba esa ansiada colisión pero en su lugar sus ojos se deleitaron al ver los gráciles movimientos del peli rosa para alcanzar la pelota y lanzarla hasta que llegará al guante de la primera base.

Resultado: otro out.

Todos en el equipo miraban el buen trabajo en equipo de esos dos y el príncipe Kazuya sintió una adrenalina en su interior, esto era perfecto…

¡Los ciudadanos de Tritonia eran unos fenómenos!

—   Vaya, vaya… esto es perfecto. Tienen un excelente trabajo en equipo—dijo divertido mientras esperaba al próximo bateador, miro de reojo y noto que era el otro ciudadano de Tritonia.

Resaltaba de entre los demás porque se veía frágil como su hermano pero ahora mismo ni pensaba juzgarlo ya que no quería ser sorprendido de nuevo.

—   Espero que tengas un arma escondida como tu hermano mayor—le molesto levemente pero fue ignorado ya que la concentración del menor era digna de admirar.

No se la dejaría fácil.

Le hizo la señal a Tanba para que lanzara una bola curva, el pitcher se quedó perplejo por unos instantes pero decidió obedecer. Y lanzó, Haruichi no se movió ni un ápice ya que estaba concentrado en observar la bola que le era lanzada.

—   ¡Harucchi debes de pegarle a la pelota, no quedarte parado como idiota!

Todos en las tribunas se empezaron a reír al escuchar la porra de Sawariel, una leve vergüenza se apodero de las mejillas de Haruichi y este solo miro en dirección del ex príncipe tritón y asintió con confianza.

—   ¡No te pongas rojo Harucchi, puedes lograrlo!

Y de nuevo la risa se hacía presente.

—   Eh~ dile a tu admirador que deje las adulaciones, nos pone nerviosos a todos—comento Miyuki con notoria burla pero algo dentro de él quemaba sus entrañas.

¿Celos? Nah, el príncipe prefería pensar que tenía problemas de digestión.

Segundo lanzamiento, la misma bola curva.

Una pelota que jamás llego al guante de Miyuki porque Harucchi la golpeo y la dirigió en un punto donde no la pudo capturar nadie. Salió corriendo y se lanzó hacia la primera base.

“Salvado”

Oh. Miyuki Kazuya sentía que aquella palabra podía implementarse para su situación de ahora.

Estaba salvado de perder contra Inashiro.

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La práctica termino en el anochecer y después de que Sawariel lanzó varias veces, los ánimos y el positivismo del ex príncipe tritón hicieron ver una enorme diferencia.

Tal vez no tenía el lanzamiento más rápido, pero Sawariel tenía una buena arma secreta que Miyuki sabía aprovechar.

Todos comenzaron a recoger sus cosas y Miyuki convenció a los dos hermanos pulpos que debían de ayudarlo con su partido de revancha, accedieron al instante con una condición: que Kuramochi compartiera habitación con Ryousuke, con la excusa de crear “lazos” más fuertes para su trabajo en equipo.

¡El encantamiento!” pensó Kuramochi volviendo al presente, mañana era el último día y Sawariel había andado sobre los corales como si fuera a ser humano toda la vida… ¡lo peor es que él era la recompensa! Ah… ¿Cómo se había dejado llevar tanto? ¡Maldito juego humano!

Huyo de los tentáculos –manos- de Ryousuke y tomo del brazo a Sawariel arrastrándolo lejos del campo.

—   ¡Sawariel solo nos queda el día de mañana hasta que el sol se ponga! ¿Acaso lo olvidaste? Ese príncipe humano no te ha besado y te veo más pegado a esa cosa llamada llanta que a él, así que haz algo para besarlo de una maldita vez o juro que te maldeciré el resto de mi vida—comento agobiado y algo alterado mientras recibía asentamientos de cabeza por parte del castaño

—   ¡L-lo haré Senpai!

—   ¡Eso espero!

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Día 3, 8:00 a.m.

Era el último día del encantamiento y Sawariel estaba más perdido que un pez recién nacido en medio del océano. La práctica iba a comenzar pronto y el día anterior después de compartir cuartos con Haruichi se había quedado dormido como si no tuviera preocupaciones.

Miró de reojo la cara de su Senpai y noto como unas ojeras descansaban debajo de sus ojos, muy al contrario de Ryousuke quien parecía rejuvenecido totalmente.

¿Uso alguna clase de brujería?” pensó confundido, luego una mirada de “ayuda” le fue enviada por parte de los ojos agresivos de Youichi.

—   ¿Necesitas ayuda Senpai?—le pregunto confundido provocando que el mismo Kuramochi se ahogara con su saliva

—   ¡¿ACASO NO ENTIENDES QUE LAS SEÑAS SON PARA EVITAR HABLAR?! ¡¿QUÉ TAN IDIOTA ERES SAWARIEL?!

—   ¡Kuramochi-Senpai no tienes que ser tan malo! —hizo un berrinche el menor mientras se cruzaba de brazos

—   ¿Malo? ¿Perdiste la razón? ¡Estamos en esta mierda porque tú nos hundiste con ella! Quiero jugar al béisbol Kuramochi-Senpai, quiero tener dos piernas Kuramochi-Senpai, quiero tener una pelota en mis manos Kuramochi-Senpai—dijo aquellas palabras con un tono agobiado—Acepte porque prometiste que no perderías pero en estos tres días no has hecho nada, solo te la pasas con ese neumático y sonriéndole al príncipe imbécil pero yo no veo ningún movimiento para besarlo… ¿acaso quieres que me quede con Ryo-san?

Dejo salir toda su desesperación importándole muy poco que los dos hermanos pulpo escucharan su agitada preocupación. Ryousuke dejo de lado su cara burlona y puso una seria.

¿Tanto odia la idea de permanecer a mi lado?” pensó con una mezcla de enojo y tristeza Ryousuke.

—   ¡Claro que no quiero que perdamos Kuramochi-Senpai! Es solo que… no tengo idea de nada de esto, nunca he besado a nadie y siempre que intento pegarme al lado del príncipe idiota, este solo está gritándome o elogiándome y olvido mi verdadero propósito de estar aquí… en serio lo siento Senpai—dijo arrepentido con una cara que denotaba tristeza.

El mismo Kuramochi se sintió desarmado ante las reacciones peculiares de su estúpido príncipe tritón y suspiro pesadamente.

—   Solo intenta esforzarte más Sawariel, nos quedan pocas horas y sinceramente no veo que ese bastardo vaya a hacer algún movimiento ¿acaso quiere que…? ¡Ah! —Kuramochi reacciono mirando a Sawariel mientras lo sujetaba de sus hombros— ¡Sí él no hace el primer movimiento entonces solo aviéntate sobre él y bésalo! No necesitas que sea un gran beso… SOLO HAZLO

Sawariel asintió con la cabeza y en ese instante escucho el ladrido del que se había vuelto uno de sus mejores amigos esos últimos días. El pequeño cachorro del príncipe humano.

—   Wawariel ¡ven para acá!

—   ¡¿Wawariel?! —dijeron todos los presentes con una cara liada ¿acaso aquello no era una mezcla del nombre de Sawariel?

Ryousuke empezó a sentir ansiedad… al parecer el príncipe humano notaba más de lo necesario al estúpido tritón.

Mierda…” maldijo viendo la cara sorprendida de Miyuki ante la revelación del nombre de su can.

—   ¡Le puse así porque a veces es igual de torpe que tú! ¡No entiendas cosas raras!

—   Ah… no lo hago, realmente me siento halagado de que este cachorro tenga un nombre similar al mío—sonrió el de orbes doradas mientras acariciaba tiernamente el pelaje del Akita y provocaba más respingos en el corazón de Kazuya.

¡Deja de ser tan lindo, es una orden!” pensaba irritado el príncipe de Seidou.

—   Nii-san estás en problemas

—   Lo sé… tengo que pensar rápido.

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.

.

Durante el transcurso de la práctica Sawariel uso cada uno de los trucos que se le ocurrieron, se tropezó frente a Miyuki pero este en lugar de atraparlo lo dejo caerse de bruces al suelo.

Uso la técnica de “tengo algo en el ojo” para que el otro se acercará y de esa forma le besaría pero Haruichi intervino y le busco ese “algo” en lugar de Kazuya.

Decidió fingir que se lastimo el tobillo para que lo llevará a las bancas y lo revisará pero mando a otro integrante del equipo a que se ocupará en su lugar.

Incluso se abalanzo sobre él mientras fingía correr y solo provoco que Miyuki lo aventará a un lado por ser pesado.

Tanto Kuramochi como Sawariel estaban perdiendo la poca paciencia que les quedaba.

¡Bastardo!”

—   Senpai… este maldito no cae con nada… y ya pronto se meterá el sol ¿Qué hago?—menciono desesperado el de orbes doradas sintiéndose culpable del destino de Kuramochi.

—   No lo sé…

—   Tic tac Youichi…—dijo divertido el brujo del océano mientras se acercaba a los dos ex tritones—que lástima que ni fueran una amenaza…

La risa de Ryousuke se hizo presente en lo que los demás integrantes del equipo seguían practicando para el partido de mañana, donde al parecer no podrían participar porque perderían por obvias razones, el sol comenzaba a amenazar con meterse y Kuramochi estaba entrando en pánico.

—   De acuerdo… esto es mi responsabilidad Senpai, déjamelo a mí, te salvare—dijo confiado Sawariel mientras le sonreía de oreja a oreja dejando perplejo al peliverde y a los dos peli rosados.

¿Qué acababa de afirmar?

—   ¡Miyuki Kazuya! —se acercó al cátcher quien mostro una cara intrigada tras la careta y dejo su posición de cuclillas para ponerle atención al menor—Quítate esa cosa que te cubre la cara

—   ¿Eh? —exclamó pero hizo caso a lo que el otro le pidió dejando su hermoso rostro al descubierto— ¿Qué demonios te sucede? Tenemos que seguir practicando así que vuelve a tu posi…

—   ¡BESAME!

—   ¡¿AH?!

Todos los compañeros de equipo dejaron sus labores y sus caras estaban pasmadas por completo, incluso los antiguos seres marinos se habían quedado boquiabiertos.

Yo sabía que Sawariel era sincero pero esto es pasarse de aleta” Youichi pensó conmocionado imaginando que todo se había acabado para él.

—   ¿Qué demonios me estás pidiendo?—un chillido poco galante salió de los labios del príncipe Miyuki sorprendiendo a todos

—   Necesito que me beses antes de que se ponga el sol o sino volveré a ser un tritón

Con aquellas palabras Kuramochi finalmente cayo de rodillas al suelo pensando en todas las formas en las que podría ser asesinado por el rey Kataoka al haber dejado que el idiota de su hijo revelará tal información sobre el reino de las sirenas y los tritones ¿Cuánto más iba a soltar aquel imbécil?

—   No estoy entendiendo nada…

—   Miyuki Kazuya… ¿eres un retrasado?

—   ¡NO QUIERO ESCUCHAR ESO VINIENDO DE TI!

—   Lo que el estúpido de Sawariel quiere decir es que necesita que lo beses para que pueda permanecer como humano, nosotros somos tritones, esos dos—señalo Kuramochi  a los peli rosas, con un tono totalmente agotado, de alguna forma Sawariel había permanecido lo más callado que pudo, era admirable que no hubiera soltado la verdad los otros dos días, Kuramochi se tenía que resignar absolutamente ante la personalidad de su estúpido príncipe—son pulpos y Ryo-san es un brujo el cual nos hechizo por tres días para estar en este lugar… ¿entiendes? La única forma de permanecer aquí es que beses a ese estúpido antes de que se ponga el sol ¿lo harás o no?

Todos los presentes seguían pasmados ante tal historia sacada de un cuento barato de fantasía.

—   Esperen déjenme procesar esto…

—   ¿Qué tienes que procesar Miyuki Kazuya? Es sencillo, soy un tritón, Onii-san es un brujo, Harucchi es un pulpo, Tritonia no existe y Kuramochi-Senpai no es mi asistente

—   ¡NUNCA FUI TU ASISTENTE! —agrego indignado Youichi.

—   ¿Acaso les afecto el sol y por están diciendo estas tonterías?

—   Yo siempre digo la verdad, me ofendes—dijo con un puchero Sawariel mientras Miyuki lo miraba algo frustrado.

¿Qué demonios decía ese pequeño tonto? Desde que había llegado le había volteado el mundo en unos cuantos días, esas pequeñas sensaciones que desconocía comenzaban a burbujear en la boca de su estómago y lo ponían ansioso.

¿Cómo se curaba aquello?

—   ¿Y bien príncipe bastardo? ¿Lo besarás o no? No tenemos mucho tiempo, esa cosa del encantamiento se terminará cuando el sol se ponga y yo estoy incluido en la apuesta

—   ¿Está historia es de verdad?

—   ¡Claro que no es verdad! Solo te están jugando una broma—comento Ryousuke lo más calmado que podía mientras le daba un leve empujón con el codo a su hermano menor

—   ¡Sí Miyuki-Senpai! En realidad es una apuesta pero sobre que besarías a Sawariel… porque…

—   Eres un idiota que cree historias como estás—agrego duramente el brujo del océano provocando que una vena de enojo se marcará en la frente de Kazuya.

Confundido.

De esa forma se hallaba el príncipe de Seidou.

Solo podía escuchar como los otros cuatro comenzaban a discutir y la práctica era pospuesta. Lo que más le preocupaba era que aquella idea de besar la parlanchina boca del idiota ese no le parecía tan repudiable.

—   ¡¿Acaso crees que Sawariel es tan inteligente como para pensar una idea como esa?! Hasta tú sabes que es un idiota

—   ¡Senpai no me ayudes!

—   Nadie puede ser tan idiota ¡es obvio que finge! —justifico Ryousuke calmadamente aunque estaba desesperado

—   ¡Exacto! —apoyo su hermano menor

Deténganse. Eso era lo único que pensaba Kazuya.

Cada palabra aturdía más su cerebro. Ahora mismo lo único que quería era callar al ruidoso de Sawariel.

Además aunque el maldito idiota fuera sirena, tritón, humano o imbécil… le provocaba sensaciones que no experimento nunca con ninguna doncella que le fue llevada al palacio.

Que más daba.

—   Solo cállate de una maldita vez Sawariel, eres más molesto que Wawariel cuando tiene hambre

—   ¡MIYUKI KAZUYA NO ME COMPARES CON TU PE…!

Silencio.

Finalmente.

Los labios del príncipe tritón fueron sellados con la sorprendentemente cálida boca del príncipe humano.

Los ojos de Sawariel se quedaron abiertos de par en par, era la primera vez que una boca se pegaba a la suya, la sensación no era mala… en realidad se sentía demasiado bien.

Si tuviera que comparar, diría que era como cuando los rayos de sol golpeaban su espalda en el momento en el que salía a la superficie, esa clase de calor sutil.

Cerró instintivamente los ojos y sus manos rodearon el cuello de Kazuya como si tuvieran vida propia, movió sus labios para buscar más de esa calidez y su corazón comenzó a palpitar más rápido.

—   Ajám…—tosió falsamente y de forma escandalosa el peliverde quien tenía las mejillas carmesí—Era un beso, no una inspección bucal ¡imbéciles!

—   Al ser testigo de esto, no sé si tener pena o divertirme ante su incapacidad de dar un buen beso humano—comento Ryousuke con un tono igual de calmado, Kuramochi parecía más alterado que el resto

—   Esto fue como ver el giro de la muerte de un cocodrilo, el mundo humano es ciertamente interesante—expresó Haruichi con total seriedad

Los ciudadanos de Seidou ni siquiera titubearon un poco, el príncipe Miyuki Kazuya hacia lo que quería con el reino y sinceramente ahora Sawariel sería como el sacrificio que el pruebo le ofreció para que dejará de ser tan odioso con todos.

Rezarían en las noches por el alma de Sawariel.

Repentinamente el cuerpo de Sawariel y Kuramochi se rodeó de colores y un mágico Plop resonó para dejar al de ojos dorados con el mismo cuerpo mientras Kuramochi terminaba en el suelo con una aleta de color verde azulado.

—   ¡Wah!

Soltaron todos los presentes que habían estado escépticos a la historia.

—   ¡¿Qué demonios?! ¿Sí era verdad?

—   ¡CLARO QUE ERA VERDAD! ¿ACASO NO BESASTE A SAWARIEL PORQUE LE CREÍSTE?

—   ¡No! Lo hice para que se callara

—   ¡Eres el peor Miyuki Kazuya! ¡Yo creía que no eras tan malo después de todo! —le gritoneo Sawariel mientras Ryousuke suspiraba y tronaba sus dedos.

Tanto las piernas suyas como las de su hermano menor se transformaron y se desintegraron dejando salir varios tentáculos negros que iniciaban desde debajo de sus ombligos.

—   ¡WAH!

Ahora todos gritaban mirando aquella escena surrealista.

—   Te lo dije, yo nunca miento…—dijo animado Sawariel

—   ¡Esperen! Regresen a tener piernas ¡mañana es el partido! No me interesa si son los regentes del imperio perdido ¡los necesito para el juego! ¡Sawariel haz algo!

—   Yo no puedo hacer nada… eso fue lo que acordamos, si lo lograba yo seguiría siendo humano, Senpai volvería a ser tritón y no pertenecería a Onii-san y Harucchi… Harucchi solo vino porque también le gusta el béisbol—sonrió levemente provocando una cara incrédula en Kazuya

Sawariel era mucho para su cerebro y su corazón.

—   Oye, tú, el pulpo que hace encantamientos… yo quiero que ustedes dos se queden para el partido ¿Cuál es tu precio? Te daré todo lo que quieras…

—   No tienes nada que me interese humano, así que aléjate… iré a meterme a mi cueva

—   Espera… debe de haber algo…

A la distancia, otra plática se hacía presente:

—   Senpai… debes de quedarte… ¿acaso no te gustaba correr con esas piernas humanas? Eras igual de rápido que en las competencias de natación con obstáculos… yo vi que ayer te divertías con Onii-san ¿Por qué quieres volver al océano?

—   Sawariel no insistas… yo…

—   Yo lo vi Senpai… en mucho tiempo no te veía reír y además a Onii-san le gustas mucho ¿acaso no ves como siempre está encima de ti?

—   ¿G-g-gustar?

Miyuki, quién había desarrollado la habilidad de escuchar atentamente las conversaciones de otros, sonrió maliciosamente notando como la cara calmada de Ryousuke estaba sorprendida al escuchar la conversación de los otros dos menores.

—   Así que la forma de convencerte es… ese imbécil—dijo levemente Miyuki mientras se daba la vuelta y se dirigía con Kuramochi— ¡Oye!

—   ¿Qué se te ofrece príncipe bastardo?

—   Déjate de hacer el idiota… vuelve a tener piernas y juega en mi equipo

—   ¡¿Ah?! ¿Por qué haría eso?

—   Porque eres bueno en ello y además necesito que alguien le eche un ojo encima a Sawariel ¿acaso no son mejores amigos? ¿Vas a dejarlo solo en este mundo? Además que harás solo allá… por lo que me he dado cuenta, dudo mucho que tengas algunos amigos

—   ¡Oye!

Miyuki sintió un aura oscura queriendo apuñalarle la espalda, no era necesario voltear para saber que el pulpo mayor lo quería asesinar… se notaba que en verdad le gustaba Kuramochi ¿Qué mierda le veía?

—   Además… por más que quisiera, no puedo volver a ser humano… las únicas personas que son capaces de lograrlo son Ryo-san y el rey tritón Kataoka-san

—   Oh vaya… ustedes son demasiado complicados, si en verdad no quisiera ganarle a Mei les juro que los hubiera lanzado a todos al océano de una patada—dijo entre dientes

Se volvió a dirigir hasta donde estaba Ryousuke y se acercó a murmurarle levemente

—   Si haces que todos ustedes se vuelvan humanos, te conseguiré un buen lugar donde vivir para que te quedes junto a Kuramochi, por más que intente cambiar de casa haré una ley que le prohíba irse—sonrió malvadamente el príncipe del reino de Seidou mientras Ryousuke se queda mirándolo y sonreía igualmente

—   Oh… tú hablas mí mismo idioma

—   Claro…

Ryousuke tomó una pequeña píldora que escondía por debajo de sus tentáculos y se arrastró hasta donde estaba Youichi. Se colocó la píldora en la lengua y tomo la cara del peliverde y lo beso apasionadamente dejando impactado a Sawariel quien abrió los ojos como si fueran dos enormes platos.

Después del sofocante beso —que estaba de más— un aura rosa volvió a rodear a Kuramochi y lo transformo de nuevo en humano

Aunque…

—   ¡KURAMOCHI PONTE ALGO DE ROPA!

Masuko gritó desde la lejanía.

.

.

.

Después de unos minutos caóticos las cosas se habían estabilizado y el sol estaba a punto de ocultarse para darle pasó a la noche hasta que de repente unas trompetas resonaron y el partido se interrumpió.

Todos los jugadores voltearon a ver el origen del ruido y dentro de un carruaje salió una mujer castaña que utilizaba gafas, Rei había regresado de su viaje.

—   Mierda, olvide que mande a Rei-chan a buscar un pitcher… debo de informarle que ya no es necesario—hablo el príncipe mientras la mujer sacaba del carruaje a un chico pelinegro con una corona y el cual tenía una cara holgazana

Todos miraron al susodicho con curiosidad.

—   Príncipe Miyuki, he aquí lo que me pidió… este es Furuya Satoru el príncipe del reino helado, es un pitcher muy excepcional

—   ¡¿MIYUKI KAZUYA DE QUÉ ESTA HABLANDO ESTA MUJER?!

—   ¿Ah? ¿Quién es este niño? —pregunto la mujer con tono molesto

—   ¡Rei-chan ya encontré un pitcher!

—   ¡Miyuki ¿Cómo encontraste uno?! Este pitcher que hallé para ti es uno de los mejores ¿Cómo te atreves? Viaje hasta el reino más frio de todo el maldito país—gruño furiosa la mujer

—   Bueno, regrésalo ahora mismo…

Mientras aquellos dos discutían, otra pelea se hacía presente con los dos involucrados.

—   ¡Oye tú, aléjate de mí neumático! ¡es mío! —amenazo Sawariel al nuevo

—   Ahora es mío

—   ¡NO LO TOQUES MALDITO FURUYA!

—   Hm

—   ¡No me ignores!

Aquel día de práctica había finalizado siendo un desastre, pero al menos Miyuki Kazuya había conseguido en tres días lo que había estado esperando toda su vida entera…

¡Armas para derrotar al reino de Inashiro! Ah… y una persona que le gustaba realmente…

—   Miyuki, Furuya lanza a una velocidad superior de los 140 km/h

—   ¿Qué dijiste?

—   Que es un pitcher que lanza muy rápido

—   ¡Eso cambia las cosas! Deshazte del tritón… —dijo divertido aunque fue escuchado a la distancia por Sawariel

—   ¡Escuché eso Miyuki Kazuya! ¡Si decides quitarme del montículo maldeciré tu partido haciendo que llueva en esta ciudad por la eternidad!

Y aunque Miyuki solo había bromeado, había desencadenado un berrinche que duraría hasta el partido de mañana, pero no había forma humana posible de que se separará de aquel tritón de ojos dorados brillantes.

Aunque… hablando de lo no humano.

—   ¡SAWARIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEL! —desde las profundidades del océano su padre le gritaba e instantáneamente los cielos se tornaron negros.

Al parecer Miyuki Kazuya había conseguido enamorarse de alguien que traería muchos problemas en el futuro.

Fin.

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Les dio risa? ¿Fue un total desastre?

Cualqueir crítica es bienvenida mientras sea constructiva, si vas a venir a destrozarme por críticas mamonas alejate pls uvu

Muchas gracias por tomarse la molestia de leer este one shot largísimo. 


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