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Pocky por DenisseZepol

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Notas del fanfic:

Hace mas de un mes que no podía termina alguna de las historias que tengo iniciadas, y como por fin pude terminar una decidí publicarla en ee presiso moneto, espero que le den mucho amor.

Notas del capitulo:

No olviden dejar algun comentario...


 


 


Sin Más a LEER!!!!!!!!!!!

Pocky

 

    La juventud es la época en la que todos los jóvenes se enamoran, o al menos comienzan con la experimentación de la atracción. Sin embargo, no siempre se expresa el amor a esa persona a la que tanto queremos. Y es así cómo se entra en la fase de terminar la escuela y no saber que hacer con esos sentimientos.


    La habitación de todos los jóvenes adultos y algunos adolescentes, es un poco desordenada, en ella muestran sus gustos con respecto a la decoración de la misma. Cho KyuHyun de 21 años de edad, se encontraba tirado en la cama de su habitación, recién había terminado de comer subió a descansar un poco. El pequeño sonido de su celular le hizo saber la hora, ya que tenia la alarma todos los sábados a las 3:55 pm, pocos minutos y vería a su amor.


    ¿Cuántas cajas de chocolates tenía? No lo sabía con exactitud, desde hace ya 7 años que estaba enamorado de su hyung, y era así como cada 14 de Febrero compraba una caja de chocolates y el 14 de marzo otra, sin embargo nunca se atrevió a entregar alguna. Incluso el se reía de su situación.


    A sus 21 años seguía teniendo miedo a un rechazo amoroso, siempre fue un bromista de primera, hiperactivo y un adicto a los videojuegos, pero siempre con la ventaja de que era un buen alumno, por lo cual nunca tuvo problema alguno con los profesores ya que era el primero de su clase. Llamaba la atención de varias chicas, pero siempre las rechazaba educadamente.

 

Sólo tenia la atención para su adorado Hyung.

 

    Con un poco de cansancio se levantó de la cama y caminó hasta la ventana de su habitación. Repitiendo la misma rutina de hace 7 años, abrió la cortina que cubría la ventana sobre su escritorio, la cual daba hacia la casa de un lado. Desde ahí se podía ver lo que hacia el mayor, aunque la mayor parte del tiempo leía o estudiaba tranquilamente con los audífonos puestos.
Ese día era diferente, ya que el mayor se encontraba sentado en la silla del escritorio dándole la espalda y se alcanzaba a ver los pies de otra persona, "- sin duda él tiene novio -" se dijo a si mismo mientras caminaba a su armario.

 

    Tomó la mochila de su computadora para poder instalar la misma, la colocó en el escritorio y prendió, conectando el teclado y ratón inalámbricos, dejando reposar su cabeza en el respaldo de la silla mientras meditaba un poco y esperaba a que se prendiera completamente. Después de unos minutos ya estaba con los audífonos colocados, el juego de Minecraft abierto y cargando su última partida. Se giró un poco a su lado izquierso y abrió el primer cajon de su estante.


    Aquél estante de madera que le había comprado su madre para que acomodara todas sus cosas, principalmente los videojuegos, y que así tuviera mas ordenada la alcoba. Metió la mano al primer cajón, tentándolo y sorprendiéndose de que sólo hubieran la casa de los videojuegos del Xbox one, retiró los audífonos y se giró completamente buscando bien en esta ocasión. Vacío.


    Se levantó de la silla y buscó dentro de su armario la caja de reservas, vacía. Soltó un suspiro y caminó hasta el almanaque que tenía colgado. Hace una semana debió ir a comprar más. Se colocó una sudadera ligera, tomó el dinero necesario y salió de su casa para ir a la tienda donde compraba sus pequeños snaks.

 

***

 

- SungMin, sólo será una fiesta, ¿qué podría salir mal? - dijo su amigo mientras hacía un pequeño puchero.
- La ultima vez casi me emborracho - comentó un poco apenado.
- Yo te cuidare - comentó su pequeño amigo.
- Eso dijiste la vez pasada - agregó divertido y enojado a la vez.
- Es el cumpleaños de mi hermano, por favor - insistió el pequeño, uniendo las palmas de las manos en forma de suplica.
- Es lo mismo, tu estarás con tu novio
- Y tú puedes aprovechar y conseguir uno - atacó el otro.
- RyeoWook ya es suficiente - dijo desesperado - no iré y punto.
- Eres muy cruel - fue lo último que dijo antes de tomar sus cosas y salir de la casa de su mejor amigo.


    Un fuerte suspiro salí de la boca de SungMin, dio media vuelta, acomodándose mejor en su asiento y revisando la ventana de su vecino, sorprendiéndose de que no estaba viéndolo como siempre. "- Tal vez fue al baño -" se dijo a si mismo al ver conectada la computadora. Tomó su libro de anatomía para continuar leyendo, el próximo jueves tendría examen y tenia que pasar sin importar que.


    Más de diez minutos y seguía sin ver al menor, ¿Cómo iba a concentrarse si no sentía la mirada del otro en él? Dejó un pequeño separador en forma de conejo en la pagina donde había dejado la lectura y salió de su habitación. Caminando con rumbo a su cocina.


- Sungmin, ¿qué buscas? - comentó su madre, la cual estaba lavando la loza utilizada en la comida de ese día.
- El postre - dijo con una sonrisa nerviosa - RyeoWook se enojó conmigo.
- El helado de chocolate esta detrás de la verdura en el congelador - comentó su madre sin voltear a verlo.
- No quiero helado - dijo con una pequeña sonrisa. "detrás de la verdura" hizo nota mental para después.
- ¿Quieres un poco de fruta? - volvió a cuestionar su madre.
- ¿Hay pokis? - cuestionó SungMin abrazando a su madre y apoyando la barbilla en su hombro.
- No, recuerda que tú y Wooki se los acabaron la ultima vez que estuvo él aquí.
- ¿Puedo ir a comprar más? - comentó con voz dulce, haciendo que su madre sonriera con ternura.
- No quiero que tardes mucho - contestó con la misma sonrisa de unos segundos antes - y quiero que arregles las cosas con Wooki - agregó al sentir que su hijo la soltaba.
- No prometo nada, - dijo con una pequeña sonrisa - vengo en un rato.


    Dicho eso, volvió a subir a su habitación, en busca de una chaqueta, ya que con el clima tan loco como estaba, era probable que lloviera en cualquier momento. Cerró la ventana de su habitación, bajando la cortina también. Para después tomar un poco de dinero, solo el necesario y salir con rumbo a la tienda donde compraba los pequeños y sabrosos Pokis.

 

***

 

    Unos cuantos minutos de estar caminando, pudo legar a la tienda de su primo, aún se preguntaba por qué si tenia buen empleo en una de las compañías más importantes de toda Corea, seguía trabajando en ese pequeño puesto. Evitando las preguntas que rondaban en su cabeza, entró sin mucha prisa, caminando hasta el mostrador, lugar donde estaba el novio de su primo, viendo uno de sus amadas novelas.


- Disculpa - dijo un poco alto, llamando la atención del mayor - ¿Dónde esta SiWon? - comentó sin muchas ganas.
- Esta... en la casa - respondió regresando su mirada a la novela - si vienes por su pedido de cada mes, simplemente te daré la caja y tú me darás el dinero y todo contentos.
- Concuerdo contigo - respondió, sacando su billetera y de ahí el dinero necesario.


    El mayor se puso de pie, pausando la serie y caminando al interior de la tienda, dejando al menor solo. KyuHyun, sabiendo lo frágil que era el mayor, decidió que era mejor revisar lo nuevo que habían comprado, viendo que habían más cosas de los videojuegos que le llamaban la atención que en otras tiendas a las que iba por algo de ese mismo tema.


    El sonido de la campanilla de la puerta de entrada, hizo que volteara a ver al nuevo comprador, topándose con su vecino, su boca se abrió ligeramente, para después desviar la mirada al percatarse que el otro también lo estaba viendo. Los pasos del mayor caminando detrás de él, se escucharon y después el pequeño golpeteo en el vidrio del mostrador.


- No me carreries, Cho - se escuchó el grito desde adentro.
- No he sido yo - gritó de regresó KyuHyun, viendo como su vecino daba un pequeño brinco - tienes un cliente.
- Ya voy, ¡Ya voy! - volvió a gritar.


    El sonido de varias cosas caer al suelo se escucharon antes de que el mayor saliera del lugar, con la caja que tanto pedía el menor. Su vista se plantó en el nuevo cliente, haciendo que una sonrisa se plasmara en us rostro.


- Pero miren a quien tengo aquí - comentó dejando la caja en el mostrador - ¿qué haces aquí, conejito? - agregó, refiriéndose a SungMin.
- HeeChul hyung, que no me digas así - comentó un poco avergonzado.
- Como sea, espera un poco - dijo con una sonrisa, la cual desapareció casi inmediatamente al voltear a ver a KyuHyun - y tú, demonio, aquí esta tu pedido, así que deja el dinero y vete.
- Sí, yo también te quiero - comentó con sarcasmo antes de dejar la cantidad y tomar la caja. ¿Por qué su primo se había fijado en él? Aún con esa pregunta en mente, salió del lugar, dejando a los otros dos dentro de ella.
- Hyung, ¿por qué eres tan malo con él? - dijo SungMin, una vez que el menor salió.
- Nunca nos hemos querido o respetado - dijo con simpleza - más importante, ¿por qué no irás a mi fiesta?
- No me gusta ese ambiente - dijo con una sonrisa nerviosa - siempre termino yo solo.
- Pero esta ocasión no será así - comentó Hee - la temática es "Opera" por lo que conocerás a un chico lindo.
- ¿Y como sabré que es lindo si traerá una máscara puesta? - preguntó con sarcasmo y obviedad.
- Pues... quítasela o yo que sé - dijo exaltado - el punto es que iras y ya he dicho, será este fin de semana siguiente.
- Bien, pero con una condición - respondió rendido y con una idea en mente.

 

***UNA SEMANA DESPUÉS***

 

- Repíteme, ¿por qué debo asistir? - cuestionó por milésima vez KyuHyun.
- Porque Hee me pidió que te invitara - dijo SiWon, terminando de acomodar la ropa del menor - y por lo que más quieras no lo hagas enojar esta noche - agregó, dándose la vuelta para tomar una caja de la cama del menor.
- Uno: nunca nos hemos agradado - comenzó a contar con los dedos - Dos: la vez pasada llamo a la policía haciendo que me arrestaran - SiWon sonrió al recordar ese día - y Tres: AMBOS NOS QUEREMOS MATAR SIEMPRE - gritó la verdad.
- Bueno, sólo salúdalo, dale el regalo y después tomarás todo el alcohol que quieras, bailas con alguien y cuando tengas sueño, subes a tu habitación y duermes - dijo tomando la máscara y entregándosela - no te la quites en toda la fiesta.
- Sí jefe - comentó en son de burla.
- Así me gusta - dijo con una sonrisa SiWon - ahora, hay que bajar a la fiesta.


    Y como era de esperarse, la gente en toda la planta baja de la casa era incontable. ¿De dónde había salido tanta gente? No pasaban de las 6 pm, y la mayoría de las personas invitadas ya estaban tomando algo de alcohol. Caminaron entre tanta gente, todos dejándose llevar por el ritmo de la música, sin duda mientras mas grande la casa, mas gente es invitada.


- Siwi - exclamó HeeChul al reconocer a su preciado novio - pensé que se tardarían mucho en bajar
- No es como que quisiera estar aquí - dijo KyuHyun, haciendo que los dos mayores fruncieran el ceño.
- Como sea, mínimo diviértete, ya que estas aquí - dijo gentilmente, HeeChul.
- Feliz cumpleaños - comentó KyuHyun, dandole la caja de regalo - espero que seas más viejo pronto - agregó antes de darse la vuelta e irse de ahí.


    Si bien, no habían pasado más de cuarenta minutos cuando ya estaba bailando con una que otra chica, teniendo siempre su mano en una altura considerada para que no le colocaran alguna sustancia desconocida. Una vez que se aburrió de bailar, comenzó a caminar, no era como si no tuviera algo mejor que hacer, ya que en la habitación que tenía en la casa de su primo, lugar donde se encontraba, tenia una que otra consola de videojuegos, y aunque pasaba casi todas las vacaciones con él; así que fácilmente podía subir y jugar un rato.


- ¿Lo encontraste? - se escuchó la voz un poco fina pero agitada, de una persona a su espaldas.
- No, creo que ya se ha ido a su casa - comentó la otra, esta era un poco mas grave que la primera.
- Pero, ¿no crees que se habría despedido? - volvió a interrogar el primero.
- Cuando SngMin se molesta simplemente se va - ¿SungMin?, ese nombre lo había escuchado antes - Hay que seguir divirtiéndonos, ya veras que él esta en su casa.
- Esta bien - dijo no muy convencido el otro, alejándose cada vez mas de donde estaba KyuHyun.


    ¿SungMin?, ese nombre, estaba seguro que ya lo había escuchado con anterioridad, pero ¿dónde? Aún con la duda en la mente, comenzó a subir las escaleras hasta el segundo piso de la casa, caminando por el amplio pasillo hasta su habitación, una vez ahí, abrió la puerta deteniéndose al ver aquella escena.


    Un chico, un poco mas bajo que él estaba amarrado a la cabecera de su cama, con un pedazo de tela amarrado a su boca, mientras que otro, visiblemente mas alto y corpulento, estaba tratando de quitarle tanto la máscara como la ropa. La sangre de KyuHyun se calentó al ver tal escena, ¿por qué si el orto era hombre no se defendía?, y peor aún ¿por qué estaban en su habitación?


- Yha, ¿esto es un hotel barato o qué? - dijo Kyuhyun adentrándose más a la habitación.
- No es de tu incumbencia, así que lárgate - dio el otro en tono serio.
- Si es de mi incumbencia, en primer lugar porque es mi habitación, y en segundo lugar, por él es mi pareja - señalo al pequeño cuerpo, haciendo que el otro soltara una carcajada.
- Pues tan fácil como que no lo complaces, ya que se vino arrastrando a mi - dijo con aires de superioridad.
- Claro y yo nací ayer - dijo con media sonrisa, negando rotundamente con la cabeza - Vete de aquí antes de que llame a seguridad.
- Después te veo, florecita - dijo de mala manera el otro, acariciando la cara del contrario. Este, por otro lado, se encogió más en su lugar, soltando una que otra lágrima. - esto no se queda así - amenazó al pasar junto a KyuHyun, el cual cerro la puerta con seguro.


    Cuidando sus movimientos, se acercó al cuerpo sobre la cama. Una vez cerca, tomo con cuidado las manos y las desató, dejando que el otro se abrazara a si mismo, en un intento por acallar sus sollozos.


- ¿Te hizo algo?, ¿estas bien? - cuestionó, desesperándose por el silencio del contrario. - ¿Lo conoces? - volvió a preguntar, recibiendo en esta ocasión una negativa - Esto no se quedará así - gruñó antes de ponerse de pie, mataría a ese chico si era necesario.


    Sin embargo, antes de siquiera alejarse de la cama un paso, una mano fría tomo la suya y jalo un poco de ella.


- No te vayas... por favor - se escuchó entre los sollozos - no me... dejes... solo - volvió a decir, hipando más fuerte.
- No me iré - comentó el otro, abrazando cariñosamente el cuerpo del contrario, siendo correspondido casi inmediatamente.


    5... 10... 50 minutos habían pasado desde que el chico se había quedado dormido. En esos momentos, se encontraba bajo las cobijas de la cama, abrazando la almohada que no estaba utilizando con us mano izquierda. Su respiración era tranquila, comparada con la de minutos antes, sus labios rosados estaba entre abiertos. Hace más de diez minutos que KyuHyun, había retirado la máscara de la cara contraria, llevándose la sorpresa de su vida al ver que la persona a quien salvó era a su pequeño Hyung.


    El ruido de la música había bajado notablemente, seguramente estaban en la parte de los regalos. La mano derecha de Kyu golpeaba levemente el cuerpo del mayor, haciendo que ese movimiento sirviera para arrullar al otro y, de igual forma, supiera que seguía estando con él; mientras tanto su mano izquierda, seguía siendo un puño sobre su pierna ipsolateral.


    Dejando el movimiento inicial, esperó unos segundos, revisando que el mayor no se despertaría, para después ir en búsqueda del que se atrevió a tocar a su preciado y hermosos hyung.

 

***

 

    Los rayos del sol, colándose levemente por las cortinas de la habitación, hizo que el pequeño cuerpo sobre es cama tan cómoda y grande comenzara a reaccionar. Lo primero que hizo fue tallarse un poco el ojo izquierdo, dando un pequeño bostezo. Para después estirar sus brazos hasta que tronaron, abriendo finalmente los ojos.


    La cantidad de luz era más a la que normalmente entra por su ventana, las cobijas eran más gruesas a las que tenia en su cama, su cama era aun más pequeña que en la que se encontraba, esa playera no era su talla, y finalmente... ¡¡¡ESA NO ERA SU HABITACIÓN!!!


    Si bien la noche anterior no había bebido hasta perder la conciencia, así que estaba seguro de no haberse acostado con... na... die... Tanto sus ojos y su boca se abrieron a mas no poder al recordar todo lo que había pasado la noche anterior, o al menos la mayor parte de ello. Buscó con la mirada su celular, sin duda debía saber donde estaba y en el por de los casos llamar a la policía.


    Caminó hasta una silla que estaba a un costado de la cama, agradeciendo que su ropa estuviera ahí, buscó por todas partes su celular pero no estaba. Comenzó a asustarse demasiado. " - Ok SungMin, tranquilízate, sabes artes marciales, así que nadie te ganará - ", se dijo a si mismo, tratando de darse un poco de confianza, lo que necesitaba justo en ese momento. Sin embargo, el sonido de la perilla al girar hizo que de un salto se metiera nuevamente a la cama.


   Cubierto con las cobijas, pero aun viendo, dejo que el otro entrara a la habitación, topándose con la sorpresa que era su joven vecino. Éste portaba unos pantalones deportivos y una playera, con el estampado del símbolo de Assassins Creed, en su mano derecha sujetaba hábilmente una bandeja con comida y en la otra, traía una bolsa.


- Hyung, ya sé que estas despierto - comentó en voz baja mientras dejaba la bandeja en la mesa de noche.
- ¿Qué te pasó en la cara? - preguntó asustado, saliendo de su escondite.
- Me caí - respondió con una risita - ¿descansaste? - trató de cambiar el tema.
- Uhm - asintió con la cabeza.
- Cierto, no uses esa ropa, ponte esta - dijo colocando la bolsa cerca del mayor - no estoy seguro si te guste o te quede.
- ¿Desde cuando el piso golpea tan fuerte? - cuestionó con burla.
- Desde anoche, puedes darte una ducha - agregó señalando la puerta del baño - si ocupas algo, estaré a tres puertas de aquí a la derecha.
- Gracias - cementó en un susurro mientras el menor salía por donde había entrado.


    Media hora después, ya había tomado una ducha como el menor le había recomendado, solo que daba la maldita casualidad de que los zapatos que le había llevado le quedaban realmente grandes, y no encontraba los que había usado la noche anterior. Por lo que comenzó a buscar por todos lados, revisando cajones, e incluso debajo de la cama mas de una vez.


    Finalmente y después de estar cinco minutos tirado en el suelo, decidió que era hora de buscar en el pequeño clóset que había en la habitación. Caminó lentamente hasta él, y abrió las puertas comenzando a buscar en todas y cada unas de las cajas que había en él. Viendo que habían aún más en la parte superior, tomo la silla y la coloco cerca de ahí, subiéndose después para así tratar de alcanzar la última y única caja existente en esa zona.


    Con mucho cuidado de no caerse tomo la caja en manos, bajando de la silla y acomodándola en la cama para después abrirla y revisar su contenido. Cajas de Chocolates, Pockys y unas cuantas flores secas era lo que había en esa caja. Tomo una de ellas, la cual estaba con la fecha de ese mismo año "2016/02/14", una escritura un tanto entendible, aunque al parecer era la única que se entendía puesto que algunas tenían las letras borrosas: "Para mi preciado hyung, mi tierno e infantil vecino". Removió todo, encontrando que aunque las fechas eran lo que cambiaban el escrito siempre era el mismo, encontrándose tanto en las cajas como en las flores.


- Hyung, ¿está todo bien?, creo que estas tardando mucho - se escuchó la voz del menor al otro lado de la puerta.
- Todo bien - gritó como respuesta.
- ¿Te gustó el desayuno? - volvió a preguntar. SungMin, comenzó a guardas las cosas que había sacado de la caja.
- Sí, muy delicioso - mentira, apenas y se había comido una de las galletas que venia con el café.
- ¿Entonces, por qué no te lo has terminado? - se escuchó la voz a sus espaldas. - ¿Qué estas viendo? - volvió a cuestionar al ver
- Buscaba mis zapatos y no los encontré y vi el clóset y después la caja y pensé que tal vez habría algunos que me quedaran pero nunca imagine encontrarme esto y mucho menos que tu me encontraras en esta situación - comentó rápidamente, cerrando los ojos esperando cualquier reacción por parte del menor - lo lamento mucho.
- Tus zapatos están a un lado de la puerta - dijo tranquilamente el menor.
- ¿Qué es esto? - cuestionó el mayor, inundado de la duda.
- Hyung, Hace 7 años tu familia y tú se mudaron a un costado de la casa donde vivo con mis padres - contestó KyuHyun, haciendo que el otro asintiera con lentitud - ¿Crees en el amor a primera vista? Pues yo sí, el día que llegaron, tu portabas unos pantalones blancos y una playera rosa, con el estampado de dos conejos abrazados, tu cabello era completamente negro y era mas corto de lo que lo tienes actualmente - una sonrisa se dibujo en el rostro de ambos, recordando ese día - Por ir distraído con mi psp, choqué contigo y me gritaste, al parecer estabas enojado por la mudanza, en ese momento olvide el juego y lo que me gritabas solo pensaba: "- Wow, es muy guapo".
- Siempre me espiabas por tu ventana, desde le día que me mude hasta la fecha me espías todos los días, desde que llegas de tu escuela hasta que te llaman a cenar y después cuando regresas - comentó con una sonrisa.
- Pensé que no lo sabias - comentó avergonzado el menor.
- Pero así era - dijo bajando la mirada.
- Hyung, sé que esto no debe de ser así, pero ¿te gustaría salir conmigo? - comentó en un susurro, aprovechando la cercanía haciendo que el otro asintiera, para después abrazarlo tímidamente, siendo correspondido.


    Siete años después su amor había sido declarado y correspondido. Sin duda alguna, agradecía por primera vez al idiota del novio de su primo por haberlo obligado a ir a una de sus aburridas fiestas, pues había terminado con el premio mas grande que nunca podría haber imaginado.

Notas finales:

Como siempre, les agradezco el que lean mis historias, por mas locas que sean estas. Leo todos los comentarios, por si dejan alguno.


 


Pueden contactarme por: Kakao Talk y LINE: Denisselpez99 y tambien por FaceBook: Daniela López.


 


Cuidense y Espero que todos se enceuntren bien.


 


Nos Leemos.!!!!!


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