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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

Holaaa…                                                        


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va?


Aaaaaahhh. YA ESTOY DE VUELTAAAAAAA. LSKDJFÑIEJSÑLIEJSÑIEJSÑIE HAHAHAH


FELIZ AÑO NUEVO DOS MIL DIEZ Y SIETE… yo lo empezare usando anteojos. hahaha


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: ariineko, (sienten más sabrotsa y deseable 7u7), love sasunaru, Kushina schmit, yamiCHE, sukisasunaru50. Altair Lenaf, HiroDUzumaki, e Itery.  Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo, y el fic en general… ñlsdfjslkejñslk… los amo a todos, lectores y a quienes me dejan sus beshos comentarios. Sobre todo, amo que me tengan paciencia. Y por ello, como les dije a varias personitas. Este capítulo es casi el doble de largo que un capitulo normal.


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.


 

 

UNA VOZ. UN ABRAZO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

En la cena, Sasuke se veía bastante feliz. Y esta vez, no solo Itachi se percato de ello. No es como si sonriera de oreja a oreja y mostrara las encías, porque eso aun era demasiado increíble tratándose de Sasuke, al menos para Fugaku e Itachi. Pero, había algo, algo en los ojos de Sasuke, un brillo singular en esos profundos y muy negros ojos, y en sus labios había una mínima curvatura hacia arriba, diminuta, pero se notaba, ya que Sasuke casi siempre estaba muy serio y con los labios en línea recta.

Fugaku no pudo evitar quedársele viendo, cosa que cuando su hijo mayor noto, le hizo hervir la sangre. Mientras tanto, Sasuke ni se enteraba de nada. Itachi hizo una mala cara y continua cenando.

Más tarde, en su habitación, Sasuke salía de tomar una ducha cuando unos toquecitos sonaron al otro lado de la puerta.

¡Ah! Ya se le hacía muy extraño que su hermano no le hubiera dicho nada en el momento en el que llego, y mientras cenaban. Se coloco rápidamente su pijama y luego fue a abrir, tenía la puerta con el seguro, pues luego de la broma de su hermano, quería ahorrarse sorpresitas.

—Escucha, Itachi, solo por un día po… — cerro los labios de golpe.

Fugaku observo a su hijo menor con las cejas alzadas.

—¿Ocurre algo con tu hermano?

Sasuke paso saliva.

—No, nada — hubo silencio por unos segundos.

—¿Puedo pasar?

—Sí, claro.

Se hizo hacia un lado.

Fugaku observo la habitación de su hijo. Había orden en esta, pero no algo realmente exagerado. No recordaba la última vez que había estado allí dentro. Eso lo hizo sentir molesto.

Sasuke estaba nervioso. Hacia tanto que su padre no iba a su habitación, y que fuera ahora no podía ser algo bueno. Estaba con los nervios de punta.

—¿Quieres sentarte? —el menor intento controlar su nerviosismo, y funciono. Parecía despreocupado.

Fugaku no respondió, solo se adentro más y fue directamente hacia la cama y tomo asiento en el borde de esta.  Un incomodo silencio se instalo entre ambos. Sasuke fue hacia una silla que estaba enfrente del escritorio que utilizaba cuando hacia sus deberes del instituto, y tomo asiento en ella.

—¿Qué has estado haciendo estos días? — cuestiono Fugaku entonces.

Inmediatamente, el cuerpo de Sasuke se tenso. Paso saliva y apretó los dientes. ¡Rayos! Lo sabía, él lo sabía. Que su padre fuera a verlo a su habitación no podía ser, absolutamente, nada bueno.

—¿Por qué lo preguntas? ¿Alguien te ha dicho algo? — se arrepintió de sus palabras al instante de que salieran de sus labios. Era más que sospechosa la reacción que tuvo. Fugaku alzo las cejas, se tardo unos segundos en responder.

—Nadie me ha dicho nada. Es curiosidad mía solamente. Pero, ¿hay algo que deba saber?

—No — se apresuro a decir —. Nada, te lo aseguro.

—Bien… pero, volviendo a la pregunta inicial.

Sasuke se partió la cabeza pensando en que responder.

—Solo he ido a visitar a Sakura, Ino y Deidara.

—Deidara es ese rubio primo de Ino, el chico que acaba de mudarse, ¿No? — Sasuke asintió —. Parece buen chico — el menor volvió a asentir —. ¿Es agradable pasar tiempo con ellos? ¿Te diviertes?

Últimamente, no estaba viéndolos mucho, pero Sasuke recordó cómo se sentía cuando iba a visitarlos.

—Sí. Lo es, me agradan.

Silencio.

¡Joder! Era tan jodidamente incomodo. No tenía idea de cómo tratar con su padre.

—¿Cómo están las cosas con tu hermano? ¿Estás llevándote mejor con él?

—Si — por supuesto, no era así, aunque tampoco era como si estuvieran empeorando.

—¿Y cómo te va con Sakura? ¿Están saliendo?

Sasuke hizo una mueca.

—Solo somos amigos.

—Ella es buena chica, y de buena familia. Sus padres son personas muy agradables.

El azabache menor sintió como si su padre estuviera intentando meterle a Sakura por los ojos, lo cual era bastante desagradable.

—Lo sé — admitió —. Pero, ella y yo, solo somos amigos. Solo eso.

—Aunque por las veces que la he visto, parece que tiene sentimientos hacia ti. Ten en cuenta eso y no la lastimas, además, creo que sería una buena pareja para ti. Me agrada como nuera.

Sasuke se mordió el labio inferior. Definitivamente, su padre estaba tratando de meterle a Sakura por los ojos.

—Solo somos amigos —repitió por lo bajo.

—Quizá eso cambie. De todos modos, ¿ella de gusta? O ¿te gusta alguien más?

Incluso si era un alivio que su padre al parecer, no supiera nada aun de que estaba viéndose con Naruto, era jodidamente incomodo el rumbo que había tomado la conversación.

—Bueno — ¡Ah! No sabía que decir. Era demasiado extraña la situación. Que su padre estuviera en su habitación haciendo tantas preguntas era muy raro —. No lo diría de ese modo, de que me gusta, me refiero. Pero supongo que sí, hay alguien que me agrada.

—Entiendo — se puso de pie —. Bueno… eh, me iré a mi habitación.

Avanzo hacia Sasuke y sin que él se lo esperara, Fugaku poso una mano sobre sus azabache cabellos y los revolvió.

—Descansa — dijo, su expresión seria.

Entonces se giro y se marcho de la habitación de su hijo, dejando a un muy desconcertado Sasuke en ella.

 

En su recamara, Itachi se dejo caer en su cama boca abajo, sentía en su pecho un suave estrujón.

Había estado escuchando la conversación de su padre con su hermano, y no podía creer si quiera, que esta se haya llevado a cabo. ¿Su padre intentando acercarse a Sasuke? Eso, definitivamente, no era nada bueno.

 

—¡Iiiiuuu! — la mueca que hizo sakura fue de lo más graciosa —. Ni aunque me llenaran de joyas, estaría interesada en ti. Me da escalofríos de solo pensarlo.

—El sentimiento es mutuo.

Sasuke se encontraba desparramado en la alfombra de la sala del hogar de su amiga peli-rosa, mientras que la chica estaba en el sofá más grande junto a su novia, y en otro sillón, se encontraba Deidara. La televisión estaba encendida, pero ninguno le prestaba atención a la programación.

—Correrá sangre, antes de que ustedes dos tengan algo —advirtió Ino, abrazando fuertemente a Sakura. Dei se carcajeo suavemente.

—¿Estas escuchándolos siquiera? — le cuestiono a su prima —. De todos modos, una lesbiana y un homosexual serian una pareja imposible, en todo el sentido y extensión de la palabra.

—¿Disculpa? — Sasuke se incorporo, y giro hacia el rubio. Su expresión era indignada —. ¿Quién rayo a ha dicho que yo soy homosexual?

Ino, Sakura y Deidara se observaron a los ojos entre ellos, y luego desviaron la vista hacia su amigo azabache.

—Tú. — respondieron al unisonó.

—¿Ah? ¿En qué maldito momento he dicho algo como eso?

Sus amigos se rieron.

—En la parte — comenzó a explicar Deidara —: «No lo diaria de ese modo, de que me gusta, me refiero. Pero si, hay alguien que me agrada».

—Y tú y nosotros sabemos — hablo Sakura—, quien es ese alguien.

Sasuke hizo una mueca irónica.

—¿Si notaste que dije que no me refería a que me gustaba, sino que me agradaba? No entiendo que tiene que ver que Naruto me agrade, y que yo sea homosexual.

—Ay, por favor — Ino quería golpearlo —. No quieras vernos las caras de tontas.

—Y tonto — añadió Dei.

—Después de todo el tiempo que pasas con Naruto — comenzó a decir la peli-rosa —, y la forma en la que se te ilumina el rostro cuando hablas de él, o como nos dejas vendidos por irte corriendo a buscarlo, es bastante inmaduro de tu parte, que no aceptes que te gusta — Sakura se cruzo de brazos.

Sasuke separo los labios dispuesto a replicar, pero cuando intento decir algo, ninguna palabra salió de sus labios. Sentía como si estuviera a punto de traicionar a Naruto, si decía que no le gustaba. Y era estúpido que se sintiera así, porque bueno… no le gustaba. Al menos no en ese sentido.

—¡Aja! ¿Vez? No puedes negarlo — Ino sonrió.

El azabache volvió a dejarse caer en la alfombra.

—Ustedes son imposibles.

—Hablando de imposibles — dijo Deidara —. Tu hermano es insoportable.

—¡Oh! ¡Oh! — exclamo Sakura —. Cuéntale, Dei, cuéntale.

—¿Contarme que cosa? — Sasuke alzo las cejas con curiosidad, aun recostado en la alfombra.

Deidara suspiro y procedió a narrarle lo sucedió el día anterior.

—¡Hubiera deseado tanto ver su cara! — Ino parecía desanimada.

—Bueno, no te perdiste de mucho — el rubio de coleta alta estaba decepcionado —. No mostro mayor expresión. Solo alzaba las cejas y parecía un poquito sorprendido… tendré que esforzarme la próxima vez — susurro lo ultimo solo para sí mismo. Aunque el azabache lo escucho.

Sasuke sonrió sutilmente.

—¡Ah! — Grito Sakura y asusto a todos — ¡Sasuke acaba de sonreír! — lo señalo con el dedo índice.

Ino y Deidara abrieron los ojos como platos, inmediatamente dirigieron la vista hacia su amigo oji-negro. Sasuke frunció el entrecejo.

—Yo no veo nada — dijo Ino —. Es el mismo Sasuke de siempre — mostro una expresión decepcionada.

—Discúlpame si mi falta de alegría, es un problema para ti —. Con una gran porción de Sarcasmo integrada en sus palabras.

—Pues no te perdono.

Sasuke trabo los ojos. Sakura y Deidara se burlaron de él.

El oji-negro decidió que los ignoraría el resto de la tarde. Centro sus pensamientos en otro lado, con otra persona.

El día anterior en el bosque, en el claro donde vivía Anhelo, como los otros días que se había encontrado con Naruto, habías sido genial. El rubio realmente era capaz de sacarle muchas sonrisas y una parte de él mismo que no conocía. Le agradaba mucho el Sasuke que era estando con Naruto.

En ese momento lo extrañaba demasiado. Quería ver su hermosa sonrisa y sus preciosos ojos azules. Quería enredar sus dedos en sus dorados cabellos. Quería verlo reír y escuchar su suave y linda voz.

¡Ah, joder!

En verdad lo extrañaba mucho.

Sasuke dio un brinco en su lugar y se incorporo de golpe. Comenzó a ver en todas direcciones, buscando al dueño de la voz que resonó en su mente.

—¿Y  tú qué rayos? — cuestiono Ino, Sasuke la ignoro.

«¿Quién es? — Cuestiono en su mente. Aunque solo en alguien podía pensar —. ¿Kurama?»

«Soy tu conciencia». Una sonrisita se escucho.

—¿Qué? — hizo una mueca incrédula —. Tienes que estar bromeando.

Ino, Sakura y Deidara se observaron a los ojos.  Y luego a Sasuke, ya que este, estaba hablando solo.

—¡Uau! Ya lo perdimos — la peli-rosa negó con la cabeza.

Sasuke también la ignoro. Paseo la vista en todo el lugar, buscando a un, como Naruto le había dicho: «Enorme zorrito de pelo rojizo con cara de malote pero súper tierno y sobreprotector»

No veía nada.

«Eres tú. Estas aquí. Estas hablándome. Eso significa que confías en mi, ¿Verdad?». Sasuke estaba emocionado. A sus amigos casi les dio un ataque epiléptico cuando vieron que sonrió de la nada.

«Siempre he estado junto a ti. Soy tu conciencia después de todo».  Otra sonrisita se escucho.

Hubo silencio durante unos segundos.

Ni siquiera se despidió de sus amigos. Solo salió corriendo de la sala y fue hacia la puerta y salió del hogar de su amiga rubia, dejando desconcertados a los otros chicos.

—Sip — acepto Ino —. Ya lo perdimos.

 

Pasado el medio día, cuando Shisui ingreso en la oficina de su tío Fugaku, encontró a Itachi con una pequeña caja de cartón sobre el escritorio y acomodando algunos documentos dentro de esta.

—¿Ya te vas? — le cuestiono el mayor.

Ese era el último día de Itachi en la jefatura antes de graduarse. Y por ello su padre le permitió salir luego, no sin antes pedirle que revisara algunas cosas.

—Sí, solo termino esto.

Un par de minutos después, ambos se dirigían al parqueo, al lugar donde estaba estacionado el vehículo del mayor.

—Iré — anuncio Shisui, antes de encender el auto. Itachi alzo las cejas en el asiento de copiloto —. Ya sabes, a tu graduación.

Itachi sonrió de medio lado.

—Gracias… a todo, me refiero — el vehículo se puso en marcha —. Por lo que has hecho por mí todo este tiempo. Yo se que lo hiciste por obligación, pero aun así… gracias.

—No lo hice por obligación — el ojeroso lo observo desconcertado —. Tío Fugaku me pregunto si podía ayudarte, pude negarme y no hubiera habido problema. Pero acepte.

—¿Porque?

Shisui se encogió de hombros.

—De todos modos, no la pase mal. Y no agradezcas como si te estuvieras despidiendo. Después de todo, empiezas como uno más del equipo en dos semanas.

Itachi sonrió suavemente.

Le daba emoción comenzar a trabajar con su padre. Esperaba hacer las cosas muy bien y ser de gran ayuda. Quería que todos vieran que se merecía un puesto en el equipo, y no que no solo se había ganado un lugar en este, por ser hijo de Uchiha Fugaku.

Cuando llegaron a su casa, Itachi se despidió con un apretón de manos y una suave sonrisa. Al ingresar a su hogar, el lugar estaba solitario… vacio.

Le fue imposible no recordar los días cuando estaba en la preparatoria y su madre lo recibía con un abrazo y una sonrisa en los labios. Dolía, aun dolía demasiado la pérdida de su madre.

No tenía idea de que hacer en ese momento. Uno de los motivos por los cuales le gustaba estar en la jefatura, era porque podía mantener su mente ocupada, y evitaba pensar. Ahí, en la soledad de esa casa, los recuerdos azotaban su mente sin piedad.

Decidió que quizá un poco de televisión lo distraería. Cambio de canales una y otra vez y no encontró nada de su agrado. Al final, termino frustrado y fue a la cocina por un vaso de agua. Allí, termino peor al recordar cuando su madre cocinaba para ellos con una hermosa sonrisa en los labios. Regreso a la sala sintiéndose horrible y se dejo caer en el sofá más grande. Ahí, una fotografía en enmarcada puesta sobre el mueble de la televisión, llamo su atención. Fue hacia el mueble y tomo la fotografía en sus manos.

En esta, se podía apreciar a sus padres, su hermano y él.

Su madre sonreía, y se veía radiante, hermosa. Su padre sonreía suavemente y se veía atractivo, él tenía a su madre por la cintura, y con ese gesto se notaba cuanto se amaban. Un Sasuke de diez años sonreía a la cámara de forma leve, e Itachi, de casi quince años, sonreía ampliamente mientras tenía las manos sobre los hombros de su hermanito y su barbilla estaba apoyada sobre la cabeza de este.

Esa fue la última fotografía que tomaron estando su madre viva, y veían tan felices en ese momento, que dolía demasiado.

Itachi atrajo la fotografía hacia su cuerpo y la abrazo con fuerza. Giro sobre sus tobillos y fue de regreso hacia el sofá, se recostó en el y poso la fotografía sobre su pecho. Cerró los ojos intentando dormir un poco.

Tuvo un sueño hermoso. Su madre estaba viva. Su padre sonreía. Sasuke era feliz y el, Itachi, se sentía muy dichoso de poder llamarlos sus padres y su hermano menor. Su hermosa familia.

Así que, cuando el hermoso sueño se volvió una terrible pesadilla de un momento a otro. Cuando las sonrisas se transformaron en llanto y la imagen mostro un auto en llamas y a su madre en una camilla sin vida, y a Sasuke en otra. Itachi se despertó gritando y con lágrimas en los ojos.

¡Joder! Si tan solo las pesadillas desaparecieran, su vida seria al menos un poco más fácil. La muerte de su madre había sucedido hacia casi nueve años. Pero el olvidar era sumamente difícil. No estaba seguro si algún día podría pensar en ella sin que las lágrimas amenazaran con salir y se sintiera miserable.

Por supuesto, aun estaba recostado en el sofá. Supuso que no había dormido demasiado, pues aun se veía el sol a través de las ventanas de la sala.

No sabía qué hacer para entretener a su mente. Estar en esa casa, solo, era un tormento para él. Cualquier rincón, cualquier objeto le recordaba a su madre y esos años de felicidad… si tan solo el dolor disminuyera.

De repente, tuvo una idea.

Hacía mucho que no interactuaba con sus amigos de la universidad. Era un muy momento hacerlo ahora. Busco en los contactos que estaban guardados en su celular y llamo a su amigo Yahiko.

Le sorprendió lo rápido que respondió.

Se saludaron y acordaron verse en un lugar que estaba de moda en Konoha. Ir a tomar un poco estaba bien de vez en cuando. Lo único que quería en ese momento era distraerse y bloquear sus recuerdos.

Tomo un baño en tiempo record y pronto estuvo saliendo de su hogar, y fue en dirección al lugar acordado.

 

Sasuke jadeaba sonoramente. Estaba inclinado hacia el frente y sus manos se encontraban apoyadas en sus rodillas. No recordaba si alguna vez había corrido tan rápido y tantos kilómetros en tan poco tiempo. Pero estaba satisfecho consigo mismo, había llegado a las afueras del bosque en tan solo ocho minutos. Aunque sentía que estaba a punto de desmayarse.

«Que debilucho eres». Sasuke dio un brinco.

Giro rápidamente sobre sus tobillos y detrás de él vio a… no vio nada. No había nadie. Bufo decepcionado.

—Pero, ya estás hablando conmigo, ¿Por qué no me dejas verte? — estaba afligido.

«Aun no me convences del todo».

—Entonces, no deberías ilusionarme hablándome, eso es cruel — Entonces noto algo —. No estaba en casa de Ino, ¿cierto? — Kurama afirmo —. ¿Cómo es que pude escucharte si estabas aquí, en el bosque?

Sasuke no podía verlo, pero le pareció que Kurama se había encogido de hombros.

—¿Por qué me hiciste venir, si no es para mostrarte ante mi?

«Parecías aburrido».

—Bueno, no del tod… espera, si estabas aquí, ¿Cómo puedes saber que estaba aburrido?

«Soy un zorro mágico muy mágico». Se escucho el susurro de una risa divertida.

Sasuke pensó que era mejor que le hablara y se burlara de él, a que estuviera intentando com…

—¡Espera! No estarás pensando comerme, ¿o sí? — distinguió el murmullo de una sonrisa macabra.

¿¡Que rayos!?

Sasuke estaba a punto de salir corriendo cuando una conocida y hermosa voz entro en su campo auditivo.

—¡Sasuke! — Naruto corría hacia él, por el camino que iba hacia su bonita y pequeña casa —¡Hola! — saludo alegre cuando estuvo frente al oji-negro.

El azabache no dijo nada. Simplemente se le quedo observando; sus dorados cabellos estaban revueltos por la reciente carrera; sus mejillas se encontraban sonrosadas por el calor, supuso; un poco de sudor perlaba su sutil bronceada piel; y sus ojos, esos hermosos ojos color cielo, brillaban de una manera muy hermosa. Se veía tan lindo.

«¡Oh, sí! Es como yo digo». La voz de Kurama en su mente, lo saco de sus pensamientos.

—¿Eh? — Sasuke sacudió la cabeza —. Ah, hola — sonrió de medio lado —. Espera, ¿Qué haces aquí? Dijiste que estarías trabajando.

Naruto se encogió de hombros y sonrió.

—Así era, pero un compañero de trabajo me pidió si podíamos cambiar el turno de la tarde por el de la noche.

—Solo te hablan cuando necesitan algo — dijo molesto.

—Está bien… podía estar contigo así que no lo pensé dos veces.

No pensó en sus palabras antes de hablar, así que cuando cayó en la cuenta de lo que había dicho, se sonrojo violentamente. Lo cual hizo que Sasuke pensara que se vía muy mono.

—Enserio me amas demasiado, ¿no es así?

El rubio enrojeció aun más.

—Oh, cállate —. Sasuke sonrió de medio lado —. Por cierto, ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a visitar a Anhelo o a… Aqua? — ¡puf! Esa última opción le molesto mucho.

—No yo…

Lo medito. Al aparecer Naruto, el azabache creyó que este le había pedido a Kurama que lo llamara, pero al parecer, el rubio no tenía ni idea de que el zorro le había hablado y le había dicho que fuera.

—Estaba a punto de ir a buscarte a la floristería de tu amiga Ino. Pero me he ahorrado el viaje — sonrió.

Sasuke tuvo ese pensamiento de que a Kurama no le gustaba que Naruto caminara por ahí, y que las personas lo vieran mal y hablaran de él. El cual era un pensamiento muy lógico. El azabache sonrió de medio lado al comprobar que las palabras de Naruto eran muy ciertas. Kurama era muy tierno y sobreprotector con el lindo rubio de preciosos ojos azules.

—Salí luego así que me dio tiempo de investigar un poco — prosiguió el oji-azul, Sasuke salió de sus pensamientos y le dirigió una mirada curiosa.

—¿Investigar? ¿Qué cosa? — Naruto le sonrio.

—Ven a mi casa y averígualo.

El azabache alzo las cejas.

—¿Puedo intentar adivinar ahora? — el rubio se congio de hombros —. Que tal… ¿Sexo entre hombres?

Si Naruto hubiera estado tomando algo en ese momento, lo más seguro era que Sasuke hubiera terminado con el rostro empapado, pero no era así.

El rubio enrojeció tanto, que el azabache pensó que estaba haciendo alguna especie de cosplay de tomate, y fue tierno de alguna forma. lo cual le provoco una linda sonrisa, y Naruto al observar esta, enrojeció aun mas.

—¿¡Como dices esas cosas!?

Lo que no fue lindo, sin embargo, fue el tremendo coshco en la cabeza que le dio un, supuso Sasuke y era obvio, cabreado en invisible a sus ojos, Kurama.

Sasuke no dudo que fuera capaz de hacerlo.

—Eres un tonto — susurro Naruto, sus mejillas estaban infladas haciendo un adorable y lindo puchero.

—Perdón — pero no sonó nada sincero.

—Como sea. Ven, vamos.

Cuando llegaron al hogar del rubio e ingresaron a este, Sasuke sonrió y observo todo el lugar. Si bien era cierto que ya había ido varias veces allí, también era cierto que nunca había entrado. De alguna forma se sentía muy agradable poder ver con sus propios ojos, el lugar en el que ese lindo rubio había vivido, y que otras personas tenían la desdicha de no conocer.

El lugar era muy bonito. Pequeño, pero muy agradable. En el instante que puso un pie dentro, un calorcito reconfortante se instalo en su pecho.

Esa era la sensación que alguien sentía cuando creía y estaba seguro, pertenecía a un lugar.

Había una pequeña alfombra de césped, césped real, justo debajo de una mesa de madera, y de hecho, la base de esta era un tronco de árbol que aún conservaba la coraza. Mientras que la parte de arriba se veía que la habían cortado y dado forma para que estuviera plana y lisa, y de un aspecto muy agradable. Las sillas, que solo eran dos, también eran dos troncos de árbol con respaldo, amoldadas para que una persona pudiera sentarse correctamente, y parecían increíblemente cómodas.

—Fue un regalo — dijo Naruto —. La mesa y las sillas. Este árbol no tenía ninguna dríade, así que entre ellas y las hadas, con ayuda de Kurama, lo cortaron, unieron y dieron forma. No sé como seria, pero me gusta pensar que la madera con la que se construyo mi casa, tampoco partencia al árbol de ninguna dríade.

Sasuke pensaba que eso era poco probable, pero no dijo nada. Continuo observando el lugar, noto que el suelo también era de madera. En las esquinas del suelo de la pequeña estructura, habían unos pequeños huecos por los que salían guías de enredaderas, las cuales conectaban directamente hacia la tierra. Las enredaderas se paseaban en el interior de la pequeña casa y el techo, adornando con sus verdes hojitas y sus florecillas blancas, la mayor parte del lugar.

Había una pequeña cocina con una estufa también pequeña y un lavadero justo frente a una ventana. Contaba con algunos muebles para trastos y todos los utensilios de cocina que Naruto podía necesitar, así como también contaba con un pequeño frigorífico.  La cocina y sala-comedor, eran separadas por una barra, también hecha de madera.

Y en las paredes, había fotografías colgadas de Naruto y sus padres.

Además, Sasuke también noto que no había televisión, así como ninguna conexión eléctrica, bueno, ninguna a excepción de la que se usaba para conectar el frigo. O si quiera alguna bombilla. Lo que Naruto utilizaba para iluminar el lugar por las noches, observo Sasuke, eran una especia de candelabros antiguos, dispuesto en varios puntos específicos del lugar.

Más allá, hacia el fondo, había dos puertas. Una, supuso el azabache y era obvio, conducía había la habitación de Naruto, y la otra, seguramente era al cuarto de baño.

En general, el interior de la casa de Naruto, tenía un aspecto de ensueño.

—¿Te gusta? — cuestiono el rubio. Mostraba una sonrisita tímida.

«Vas te vale decir que si». Advirtió Kurama en su mente.

—Por supuesto — respondió con una sonrisa.

Lo cual era verdad. Pero no todo el motivo de su sonrisa.

No pudo evitar notar que Kurama parecía hablar mucho más con él. Era un poco aterrador, claro. Pero le hacía feliz que el zorro mágico estuviera hablándole, pues eso significaba que confiaba más en él. Estaba seguro que no tardaría mucho tiempo en dejarse ver. Sasuke quería ganarse toda su confianza rápidamente… era importante para él.

—Ahora sí, ¿me dirás que investigaste? — el rubio asintió.

Le indico que tomara asiento en una de las sillas frente a la pequeña mesa, mientras él iba hacía una de las puertas e ingresaba en su habitación. Salió segundos después con unos papeles en sus manos.

—Toma — Sasuke los sostuvo y ojeo. Luego levanto la vista y observo la hermosa sonrisa en los labios de Naruto —. Investigue acerca de cuándo serian los exámenes de ingreso en la escuela de Medicina de la cuidad de Sunagakure, así como los planes de estudio. No sabía qué plan ibas a seguir, así que imprimí ambos. Generalmente creo que sería mejor el diario, pero eso depende del tiempo y los ingresos. Cuando leí la información me dolió la cabeza de pensar en todo lo que tenían que ver en los años de carrera. Pero creo que es fantástico. Medicina en verdad es una carrera increíble. Se necesita mucho esfuerzo y dedicación, sacrificio, llanto… pero al final vale la pena. Me siento muy feliz de que escogiera esa profesión para continuar tus estudios.

Sasuke tuvo un retorcijón en el vientre, y sintió como si alguien estrujara su corazón. ¡Joder! Naruto se veía tan emocionado, tan feliz por la elección de carrera que creía que Sasuke había hecho. Eso hacía que el azabache se sintiera terrible consigo mismo por no decirle que no iba a seguir Medicina.

Bajo la vista hacia las hojas de papel que contenían la información, pues no se sentía capaz de sostenerle la mirada a Naruto.

El rubio corrió la otra silla y tomo asiento junto a Sasuke.

—Además, ve esto — señalo un punto en una hoja —. A los diez con los mejores resultados en los exámenes de ingreso, se les otorgaran becas del cincuenta por ciento para toda la carrera. ¡Eso es una ayuda fantástica! Estoy seguro que tú puedes ser uno de esos diez. Es más, puedes ser el mejor. Siempre has sido muy inteligente. No dudo de que puedas obtener una de esas becas.

Sasuke no dijo nada. Sus ojos estaban fijos en las hojas de papal que estaba sosteniendo en sus manos. Pero, unos segundos de observación detallada, fueron suficientes para que Naruto notara que algo estaba mal.

Su sonrisa y emoción se esfumaron.

—Sasuke. Seguirás medicina, ¿verdad? — espero una respuesta y al ver que esta no llegaba, sus sospechas se confirmaron —. Sasuke… — le llamo una vez más —. Sasuke — nada —. ¡¡Sasuke!!

El azabache dio un brinco. Levanto la mirada y no pudo evitar el asombro en su expresión, cuando observo el rostro de Naruto y vio que estaba muy, muy molesto.

Y Sasuke nunca lo había visto así.

 

En la noche, cuando Itachi llego a su casa, iba tambaleándose de un lado hacia otro.

Sasuke estaba sentado en el sofá más grande de la sala, con el televisor encendido, aunque no le estaba prestando ninguna atención, pues su mente vagaba en otro sitio. No noto la cercanía de su hermano hasta que este estuvo frente a él. Entonces Sasuke salió de sus pensamientos y lo observo a los ojos.

—¿Y a ti que te paso? — le cuestiono.

Y para su gran sorpresa, Itachi comenzó a llorar.

—Me odias, ¿Ver-Verdad? — pregunto entre sollozos —. Claro que me odias — aseguro.

—Estas borracho — Sasuke negó con la cabeza en desaprobación. Jamás había visto a su hermano en ese estado.

Se levanto del sofá y trato de llevarse a Itachi a su habitación, pensó en meterlo en la ducha y dejarle caer agua fría, esa sería una bonita venganza. Pero simplemente, Itachi se negaba a moverse de la sala. No quería ir a su habitación.

—Vamos, no seas necio — Sasuke estaba comenzando a perder la paciencia —. Te ira muy mal si padre te ve en este estado, ya sabes que odia las bebidas alcohólicas —. Esa no sería una mala idea, si  tan solo su padre no hubiera llamado a casa para informar que no llegaría a dormir.

Poro por más que intentaba, Itachi no cedía.

—Tú me odias — hablo nuevamente el mayor. De sus ojos desorientados, no dejaban de salir lágrimas —. Y me lo merezco, me lo merezco —. Se soltó del agarre de su hermano y se dejo caer en el sofá —. Me lo merezco.

Su cuerpo temblaba debido al llanto. Su cabello estaba suelto y enmarañado. Su aliento apestaba a alcohol y a cigarrillos.

—Pero… ¿Sa-Sabes un co…sa? — centro sus llorosos ojos en Sasuke —. Yo te quiero mu-mucho. Extraño re-reír y jugar contigo. Extraño a m-mi hermanito. Te extraño mu-mucho, Sasuke. Mucho — sorbió la nariz —. Te quiero.

A Sasuke, los ojos le ardieron, y sintió un nudo en la garganta.

Se arrodillo frente a Itachi y coloco amabas manos sobre los hombros de este. El mayor lo veía a los ojos y no dejaba de llorar, moquear y temblar.

—Yo también te… extraño — le dijo Sasuke —. Extraño a mí hermano mayor. Y te quiero, Itachi. Te quiero en verdad.

Más lágrimas gotearon de los ojos del mayor, y sus sollozos fueron en aumento hasta convertirse en un llanto desconsolado. Abrazo a Sasuke y lo estrujo fuertemente contra su pecho.

—¡Perdóname, hermanito! — pidió —. ¡Perdón!... lo siento mucho. Sé que soy una mierda como hermano. Un terrible y estúpido hermano mayor. Un infeliz idiota… pero en verdad te quiero. Te quiero mucho, Ototo.

Sasuke sabía que era muy probable que su hermano no recordara nada al día siguiente, y si lo hacía, seguramente las cosas no iban a cambiar mucho entre ellos. Aun así, se permitió corresponder el abrazo de Itachi y llorar por sus palabras. Se permitió disfrutar ese momento entre hermanos, tanto como pudo.

Estaba feliz, aunque le desagradaba mucho que Itachi estuviera tomado, porque sabía que su hermano decía la verdad cuando decía que lo quería. Lo notaba en su llanto. En la forma en la que lo abrazaba. Y en cómo le pedía disculpas una y otra vez.

Además, si algo tenían los borrachos, era que siempre se sinceraban cuando estaban en ese estado.

—Te perdono — le susurro Sasuke. Y el llanto de Itachi aumento.

—Gracias… gracias… gracias…

Continuaron abrazados un poco más, hasta que Sasuke decidió que, ahora sí, iba a llevarlo sea como sea a su recamara.

—Vamos a tu habitación, ¿SI? — dijo suavemente.

Esta vez, Itachi no se resistió.

Tardaron varios minutos en llegar, pero una vez dentro, Sasuke decidió que lo mejor era darle un baño a Itachi. Joder, que era vergonzoso… pero bueno, ya que.

Itachi no se resistió cuando empezó a desvestirlo hasta dejarlo solo en bóxers, luego de haber preparado la bañera, eso sí, con agua fría. Tampoco se resistió, aunque si dio un brinco, cuando lo metió y le hizo tomar asiento en esta. Se dejo hacer mientras Sasuke le mojaba los cabellos y los lavaba con champú. Se quedo quieto mientras le tallaba la espalda y los brazos.

—Tu lávate ahí abajo — le dijo, y su hermano así lo hizo.

Cuando el baño finalizo, Itachi se veía más sobrio, más tranquilo. Permaneció callado mientras su hermano le pasaba una toalla para que se secara el cuerpo, antes de salir del cuarto de ducha.  Fue Itachi mismo quien busco su ropa interior y su pijama, y luego se vistió mientras su hermano le daba la espalda. Luego, una vez vestido, el mayor se metió entre las sabanas de su cama.

Sasuke lo observo unos segundos antes de hablar.

—Descansa — se giro y fue hacia la puerta, antes de cruzar por el marco y salir al pasillo, la voz de su hermano se dejo escuchar.

—Tu también.

Sasuke sonrió de medio lado.

Una vez el cabello de cacatúa estuvo metido en su cama, luego de regresar a la sala y apagar el televisor, e ir a su habitación y tomar una ducha y también colocarse la pijama, pensó en todo lo que le había sucedido en tan solo un día

No podía creer lo que había ocurrido con su hermano. Era vergonzoso el comportamiento de Itachi, y vergonzoso el hecho de que Sasuke le haya ayudado a tomar un baño. Al menos eso le daba consuelo, confiaba en que Itachi estuviera tan avergonzado, si recordaba, como para dejarlo tranquilo unos cuantos días.

Claro que, que fuera vergonzoso no quería decir que las palabras y actos por parte de Sasuke, no hayan sido sinceros. Porque si lo fueron.

Por otro lado. Kurama le había hablado. Lo cual era fantástico y aterrador. Aunque le hubiera encantado por verlo y comprobar con sus propios ojos, que era tan grande, peludo y rojizo, como le había dicho Naruto.

—¡Aahhh! — suspiro —. Naruto.

Las imágenes, los recuerdos llegaron todos a su mente, uno detrás de otro.

El rubio le había dado tremendo discurso. Su entrecejo había estado fruncido en todo momento y si siquiera había dejado hablar a Sasuke.  Naruto estaba tan molesto, que incluso le había dado un puñetazo en el brazo, bueno, varios, y le había jalado las orejas también. Entonces, después de no supo cuanto tiempo, ¿horas quizá? Lo saco a empujones de su casa y antes de cerrarle la puerta en la cara, le dijo:

—¡Ni se te ocurra volver a buscarme, hasta que saques esa estúpida idea de tu cabeza de cacatúa! ¡Si no es para decirme que estudiaras medicina, no vuelvas a venir a mi casa, ni al bosque! ¡Piensa en tu futuro, idiota! ¡No seas estúpido! ¡Tremendo zoquete que resultaste ser! — entonces cerró la puerta en sus narices. Aunque, segundos después, la volvió a abrir y sus mejillas estaban sonrosadas —. Perdón por insultarte. Ten cuidado en el camino… ¡¡Idiota!! — y volvió a cerrara la puerta en su rostro.

Entonces, una risotada estallo en su mente. Kurama burlándose descaradamente de él.

Pero, incluso en un momento así, Sasuke no dejo de pensar que Naruto se veía muy lindo cuando se enojaba. Aunque eso no quería decir que le agradara que estuviera tan molesto con él.

Le encantaría decirle que sí. Correr hacia el bosque en ese instante, llegar al hogar del rubio y gritarle que estudiaría Medicina… pero no sabía qué hacer.

Ya se había prometido a sí mismo y a su padre, que estudiaría Criminología Forense. Ya se había hecho a la idea de que la carrera de Medicina, no era una opción. Ni siquiera tenía opciones de las cuales escoger.

Se incorporo en la cama, encendió la lámpara que estaba en el mueble a su costado derecho, y busco en la primera gaveta de este. Una vez en sus manos, Sasuke leyó una vez más el contenido en las hojas de papel.

No le asustaban los sacrificios que tendría que hacer por esa carrera, ni el esfuerzo, ni el sudor, ni el llanto que seguramente derramaría. Tendría que renunciar a muchas cosas. A dormir por ejemplo, y a su vida social, aunque no es como si tuviera mucha. Posiblemente querría abandonar en varias ocasiones y derramaría lágrimas de frustración. Pero no, no le asustaba, pues en verdad sabía lo que conllevaba estudiar Medicina, y lo deseaba.

Sasuke no quería pasar la mayor parte del tiempo en una habitación con cuerpos en una sola pieza, o posiblemente mutilados e irreconocibles. Tratando de entender el motivo por el que fueron asesinados, mientras el forense principal buscaba pistas de quien pudo cometer tan atroz crimen.

No, Sasuke no quería eso.

El quería salvar vidas. Quería darlo todo de sí mismo para no permitir que más familias pasaran por lo que él paso. Quería evitarle ese dolor a tantos como pudiera. Quería ver es expresión el rostro de una persona cuando anunciara que su ser querido estaba fuera de peligro y recuperándose. Incluso si sabía que no siempre podría salvar una vida, deseaba por dar todo de sí mismo para intentarlo.

Pero, ya había dado su palabra.

—¿Qué debo hacer, Mamá? — susurro.

Y en cuanto sus palabras resonaran en las paredes la habitación, la respuesta le pareció más que obvio.

 

Notas finales:

Y eso jue todo…

¿Y qué tal?

¿Qué les pareció?

¿Les gusto?

Kjfñeisjñeisjeñowiejsoe se hahahaha así estaba Sasuke cuando Kurama le hablo… hahaha y casi se se quedaron Ino, Sakura y Deidara cuando lo vieron sonreir de la nada y salir corriendo. Hahahaa.

Joder, es muy zoofilico, pero amo a Kurama… lskdfjslekjs hihihi

Por cierto, quiza a ustedes no les afecto, pero mi kokoro se rompio en la parte de Itachi llegando con muchos tragos de más… TT.TT. Enserio sufro mucho.

Hahaha ¿a poco no es Naruto adorable?... no dejaba de rerir en la parte donde lo insultaba y luego se disculpaba por insultarlo y le decia que tuviera cuidado en el camino, y luego lo volvia a insultar… ahhaha son tan lindos los desgraciados.

 Y por si les interesa. Esos dias fuera de mi casa, no estuvieron tan malos. Termine de leer, otra vez, los primeros seis libros de Cazadores de sombras, o sea que volvi a llorar cuando Magnus le dijo a Alec que lo amaba pero eso no cambiaba lo que habia hecho, y luego termino con él, lo que tambien quiere decir que volví a llorar a moco tendido con la muerte de mi amado Jonathan Cristopher. TT.TT… enserio sufro por él, joder que yo lo amaba. Aunque fui feliz cuando Magnus y Alec volvieron. Joder, Raziel sabe que amo esta saga de libros. Y ahora voy por los origenes. Pero de todos, mi amor completo se lo llevo Jem… sdlfjsdfk Jem TT.TT… Pero también vi anime en mi celular y lei manga… yaoi obviamente. Haha 7u7… eso me hizo feliz. Los ignore a todos y no deje que me amargaran la vida. Aunque si llore para navidad y año nuevo.

Yo espero y el cap., si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.

Hasta la próxima, que el ángel cuide de sus preciosas almas. Besos y abrazos para todos. Se les quiere mucho.

Hasta la proxima.

 


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