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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

Holaaa…

¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va?

Wwwwwaaaaaaaaahhhhhhhhh

Lo siento muchoooo. En verdad lo lamento tanto por tardar demasiado en actualizar el fic. Sufrí de un terrible periodo de bloqueo mental y entonces, hace dos días, cuando al fin iba a subir el capitulo, tuvo ciertos problemas con mi computadora… wwwaahhh perdón, enserio. TT.TT

A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: 129Lunahuerta, Alice07, anónimo (tu sabes quién eres, pastelito de limón), Kushina schmit, yamiCHE, love sasunaru, HiroDUzumaki, sukisasunaru50, lore y ana.  Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo, y el fic en general… ñlsdfjslkejñslk… los amo a todos, lectores y a quienes me dejan sus beshos comentarios.

Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.

Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 

EN EL COFRE

xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

 

Esa mañana, cuando Itachi se despertó, recordaba perfectamente todo lo que había sucedido la noche anterior. Y no podía sentirse menos miserable.

Sabía que su padre no iba a llegar a dormir, Fugaku mismo se lo había dicho. Es por ello que no lo pensó dos veces antes de beber hasta que todo se fuera de su mente. Pero ocurrió lo contrario, pues los recuerdos le llegaron más intensos y más dolorosos. Entrada bastante la noche, sus amigos decidieron que lo mejor era llevarlo a casa, lo cual fue toda una odisea, ya que Itachi aun no quería regresar. Pero al final, lograron llevarlo a la puerta de su casa, y él ingreso por sí mismo.

Cuando vio a su hermano sentado en el sofá más grande de la sala, perdido en sus pensamientos; todas las cosas que le había hecho llegaron a su mente y también esos tiempos cuando él era un hermano mayor de verdad. En ese momento no pensó en reprimirse, solo dejo que las palabras salieran, parar poder sentirse un poco mejor… no cual no funciono mucho que se diga.

En cuanto ingreso en el comedor y observo el rostro de su padre, quien no le sorprendió que estuviera en casa, ya que siempre, desde el accidente de su madre, desayunaba con ellos sin importar que no hubiera llegado la noche anterior a dormir por estar trabajando, además de que aprovechaba a tomar una ducha y cambiarse de vestimenta; supo que no solo se sentía fatal y con un terrible dolor de cabeza, sino que también se veía horrible.

Fugaku hizo una mueca.

—¿Qué es lo que te he dicho acerca del alcohol, Itachi?

Sasuke, quien también se encontraba en el comedor, cruzo sus ojos unos segundos con los de su hermano, luego ambos desviaron la vista. En ese momento, Sasuke, con ese gesto, supo que su hermano sí que recordaba después de todo.

—Lo siento, padre — término de ingresar y tomo asiento frente a Sasuke y a la derecha de su padre —. Salí con unos amigos y…

—Y está bien, lo entiendo. Pero no veo cual es lo grandioso de tomar hasta no poder caminar con normalidad y hacer un berrinche por no querer subir a un auto.

No hizo falta que preguntara como lo sabía. Itachi había reconocido a uno de los oficiales que trabajaban en la Jefatura; pero incluso si Itachi creí que le diría, ya tenía demasiado alcohol en la sangre como para razonar. Así que, después de todo el oficial le había informado a su padre del lugar donde se encontraba y el estado en el que estaba.

—Espero que no se vuelva a repetir — Fugaku estaba muy molesto. Se notaba en el aire.

—Así será, padre, no volver a sali…

—No pongas palabras en mis labios, que en ningún momento he dicho. No te estoy diciendo que no salgas a distraerte… solo evita el alcohol.

Itachi se limito a asentir. Entonces prosiguió a devorar sus alimentos. El desayuno transcurrió en silencio.

Más tarde, cuando Fugaku se marcho y volvió a la Jefatura, los hermanos se encontraban en la sala, tomando asiento en los sillones. Itachi tenía el control remoto en sus manos y cambiaba de canal buscando alguna programación aceptable. Encontró una película y la dejo. Entonces, la voz de Sasuke se escucho.

—Yo no le dijo nada a padre. De que llegaste pasado de tragos anoche, me refiero.

Itachi giro el rostro hacia él un momento.

—¿Y aun así, seguiste tomando? — el mayor se encogió de hombros.

—Lo sé. Reconocí a uno de los que trabajan en la jefatura, en el bar en el que estaba.

—Ya tenía mucho alcohol en la sangre, así que no me importo.

Ninguno dijo nada después de eso. Se limitaron únicamente a observar la televisión. Aunque, en realidad, cada uno estaba perdido en sus propios pensamientos.

Sasuke no dejaba de darle vueltas a las palabras de Naruto, y la respuesta que tenia para él.

Quería verlo lo antes posible. Pero era probable que estuviera en el trabajo y, pareciera raro o no, Sasuke quería decirle, estando ellos en el bosque y con Anhelo presente. Aunque si no iba a su trabajo, no podía preguntarle cuando seria su día libre. Pero, no solo quería verlo trabajar y cruzar unas cuantas palabras con él y, de paso, esconderse de los curiosos.

No. Sasuke quería gritarle su decisión y luego abrazarlo fuertemente.

Itachi estaba teniendo un debate mental. Se suponía que debía ser bueno el lado que iba ganando hasta ese momento, pero lo cierta era que no estaba muy seguro acerca de ello.

Veía a su hermano y quería decirle muchas cosas, pero se mordía la lengua, o el interior de la mejilla, y se reprimía. No era justo para Sasuke, lo sabía, pero Itachi no sabía que más hacer para que se marchara… más que fastidiarlo hasta que se hartara de todo.

Maldita la hora en la que protagonizo la escenita de la noche anterior. Podía notar como la actitud de Sasuke hacia él había cambiado. Casi nada, pero lo había hecho. Itachi no quería eso. No quería que su hermano se pusiera sentimental con él ni con su padre, en especial con su padre… solo deseaba que se fuera.

Si tan solo pudiera decirle sin más.

No estuvieron haciendo nada durante la mañana, solo viendo televisión. Cuando llego la hora del almorzar, Sasuke pregunto:

—¿Y si le decimos a Maki — la señora encargada de hacer la limpieza, y prepararles tanto el desayuno como el almuerzo, se marchaba a medio día y para la cena, ya veían ellos que hacían — que no nos prepare el almuerzo y ordenamos una pizza? Tengo ganas de pizza.

Itachi pensó en negarse para así molestar un poco a su hermano, pero recordó lo ocurrido la noche anterior y no pudo hacerlo. Además, el también quería pizza. Así que asintió. Sasuke fue hacia la cocina y hablo con Maki, mientras, Itachi llamaba y ordenaba la pizza. Luego el menor regreso y esperaron pacientemente en la sala, hasta que la puerta sonó. Fue Sasuke quien fue a recibir y pagar la pizza.

—La pizza Hawaiana es lo mejor — comento Sasuke, dándole un mordisco a una pieza de la pizza. Itachi noto que su hermano ya llevaba minutos tratando de hacer conversación.

—No está mal. Por cierto, ¿vas a salir hoy?

Otro asunto que rondaba por la mente de Itachi, era el porqué su hermano estaba tan feliz últimamente.

Ahora que no tenía nada que hacer, se había autoimpuesto la tarea de averiguarlo personalmente.

—mmm… si, iré donde… Ino.

«Perfecto», pensó el ojeroso.

Esa cierta vacilación en su respuesta, le decía a Itachi que había algo más detrás de ella. Pero lo que le importaba en ese momento, era que Sasuke no estaría, lo que significaba que Itachi tendría pase libre para ir a la habitación del menor.

Terminaron de devorar la pizza, con el sonido de la televisión de fondo. Quien los viera en ese momento, diría que eran buenos hermanos, buenos hermanos en todo el sentido de las palabras, además de holgazanes. Pues ningún de los dos se había quitado la pijama y sus cabellos estaban todos despeinados.

Tal como Sasuke había dicho, salió y se dirigió hacia la casa de Ino. Por supuesto, primero tomo una ducha y se vistió de forma aceptable. Llego en un cuarto de hora. Ciertamente, cuando su hermano le había cuestionado si iba a salir, él ya había decidido que se quedaría todo el día en casa, sin hacer nada, pues si no iba a ver a Naruto, no se le antojaba para nada salir.

Pero justamente por esa pregunta, es que una idea llego a su mente, y pensaba ponerle en acción lo antes posible.

Itachi espero unos diez minutos, para estar seguro que Sasuke no regresaría, antes de correr escaleras arriba e ir directamente hacia la habitación de su hermano. Como suponía, la puerta estaba cerrada con el seguro. Afortunadamente, el de ojeras sabía exactamente donde estaba la llave extra de cada puerta.

 

Ingreso en la habitación y observo que todo estaba ordenado, como siempre, tratándose de Sasuke, eso era algo que compartían con su hermano. A ambos les gustaba el orden en sus habitaciones, no algo exagerado y maniático, solo hasta cierto punto.

Contemplo un momento el lugar, y los recuerdos llegaron por si solos y sin pedirle si quiera permiso: risas, pucheros, ceños fruncidos, abrazos, miradas cómplices…

Sacudió la cabeza y se dispuso a buscar en el primer lugar que vio más de dos segundos. Fue hacia el escritorio que había a un costado y donde reposaba la computadora de su hermano. No le costó nada averiguar la contraseña, y eso le dio ánimos. Su entusiasmo no duro demasiado al ver que no contraria nada útil; no había más que unas carpetas que contenían trabajos en Word y Power Point no borrados aun; así como un par de carpetas con música e imágenes diversas que utilizo para los trabajos del instituto. Además, había otra carpeta que al verle el título, no quiso abrirla, pues estaba seguro de cuál era su contenido.

Fotografías de su familia. Fotografías de su madre.

Apago y cerró la portátil, y se dispuso a buscar en otro sitio. Su armario parecía una buena opción, pero solo había ropa y más ropa. Dejo todo como estaba y busco debajo de la cama, ahí sí tuvo suerte. Encontró un pequeño cofre, el cual estaba cerrado con llave. No tuvo ningún problema para abrirlo, solo fue a su propia habitación unos minutos y luego regreso con unas pequeñas pinzas en sus manos. Cuando abrió el cofre, bufo exasperado.

¿Es que, Sasuke, en verdad no tenía mayor cosa que ocultar?

En el cofre no había nada más que: un poco de polvo y un par de lapiceros con un poco de tinta aun; unas canicas de colores azul, verde y una transparente; así como un frasquito de vidrio del grosor de un dedo pulgar, dentro del frasquito, de no más de ocho centímetros de largo, había un liquito. Sin destaparlo, Itachi se dio cuenta que era una versión mucho más pequeña de los frascos para hacer burbujas. Dentro del cofre también había una hoja de papel, y en esta había un dibujo, o esa parecía. El asunto es que era un montón de garabatos que parecían querer darle forma a un rostro con ojos negros y cabello azabache.

Con una sonrisita, Itachi se dio cuenta que, al parecer, era un retrato de su hermano.

Antes de cerrar el cofre y ponerle el seguro con ayuda de las pinzas, y dejarlo en su lugar, Itachi vio que también había un collar con un dije de jade un par de centímetros de largo y con forma de hexágono.

Itachi busco en el último que se le ocurrió: el mueble junto a la cama. Registro las dos pequeñas gavetas. No había nada más que unas hojas de bond. Itachi iba a dejarlos en su lugar, pero leyó entre líneas sin querer y la curiosidad le gano.

Leyó el contenido con las cejas alzadas. Al finalizar, una sonrisa se dibujo en sus labios.

«¡Oh, Sasuke! — pensó —. No tenía ni idea».

Era increíble la suerte que tuvo… nah, nah, nah, no era ninguna suerte. Solo era el cosmos haciendo de las suyas. Lo cual agradecía.

Observo que había partes subrayadas, y sobre todo, una consonante, una «N» por todos lados.

—Ene, ene, ene — susurro Itachi pensativo.

Recordó que ya había visto esa misma consonante en otro lugar.

—En el cofre — dijo en voz alta.

Dejo las hojas sobre el mueble y se puso de rodillas para así poder agarrar el cofre bajo la cama. Una vez en sus manos, tomo asiento sobre la cama y volvió a abrirlo con las pinzas, y saco todos los objetos que estaban dentro de esta.

Tomo el dibujo que no era más grande que la mitad de una hoja tamaño carta; En la esquina inferior derecha estaba la misma consonante, y una fecha: «N – 06/08». Esta, podía ser el seis de agosto. Pero Itachi tenía otra perspectiva. Julio de dos mil ocho… ¿Y que había de especial en esa fecha? Fácil, el día del cumpleaños número diez de Sasuke. Sostuvo el frasquito para hacer burbujas y observo que este también contenía la consonante. Y así mismo, los dos lapiceros. Excepto las canicas y el collar.

Itachi puso su mente a trabajar. Tanto las canicas como el frasquito para hacer burbujas, era obvio que eran objetos que tendría un niño. Además, el dibujo, era claro que también un niño lo había hecho y si, por asares de la vida quedaba duda de ello, la fecha terminaba por confírmalo. Igualmente, los lapiceros también pudo haberlos usado un niño. Del collar no estaba seguro, pero era lo más probable viendo los demás objetos.

Dado que el dibujo tenía una «firma», y el dibujo, el retrato era de Sasuke, era obvio que alguien se lo había regalado a él.  Y, por la fecha, eso había sido cuando tenía diez años. Y cuando Sasuke tenía diez años no era muy sociable con los demás niños de su edad, aun así, había alguien a quien consideraba su amigo, su mejor amigo: otro niño, y dicho niño tenía un nombre que iniciaba con la consonante «N».

—Naruto — susurro Itachi.

Tomo las hojas en su mano izquierda, mientras que el dibujo en su mano derecha. Comparo las consonantes. El trazo era diferente, lo cual hizo que supusiera que la letra del dibujo, y era lógico, la había escrito Naruto. Pero las que estaban por todas partes de las hojas bond, las había escrito Sasuke.

Y si Sasuke lo había hecho, significaba que había estado pensando en Naruto.

Itachi hizo memoria. Sasuke había comenzado a actuar diferente después del día del aniversario de la muerte de su madre. Parecía feliz, con ese brillo tan singular en sus ojos. Pero, Itachi ya había visto ese mismo brillo en los de su hermano. Solo que ocho años atrás.

Y el motivo de ello era porque Sasuke era amigo de Naruto. Y lo único que podía significar que volviera esa mirada a los ojos de su hermano era…

—Sasuke esta viéndose con Naruto — susurro sorprendió — ¡Oh, no puede ser! — dejo el contenido de ambas manos sobre la cama, y se puso de pie.

Pero tenía sentido. Itachi recordó la expresión en el rostro de su hermano, ese día en el cementerio. Parecía anhelar hablar con Naruto, y luego, un día después, estaba feliz de la nada.

¡No podía ser otra cosa!

¡Era eso!

—Sasuke esta viéndose con Naruto — repitió. Una amplia sonrisa se dibujo en sus labios.

¡Ese descubrimiento era grandioso!

Todo tenía sentido ahora. Estaba feliz porque podía hablar nuevamente con Naruto. Además, significaba que su hermano estaba desobedeciendo a su padre, y si su padre se enteraba…

¡Oh! Si su padre se enteraba iba a estar molesto. ¡Uf! Más que molesto.

¡Era fantástico!

—Aunque ahora solo son suposiciones — susurro, con mano sobre su barbilla. El necesitaba una afirmación y pruebas —. Y si se lo pregunto a Sasuke, seguro lo niega — hizo una mueca y se encogió de hombros —. Quizá puedo preguntarle a Sakura… no — negó con la cabeza —. Es su cómplice. También lo va a negar —. Pero podría seguirlo — continuo divagando. Entonces sonrió —. Hay alguien a quien puedo preguntarle

«Oh, si».

Era posible que lo negara al principio, pero Itachi estaba seguro que podía hacerlo confesar. Algo que nunca sucedería con Sasuke y Sakura.

Dejo todo en su correspondiente lugar, cerró el cofre con seguro apoyándose en las pinzas y luego lo coloco debajo de la cama. Después se dirigió hacia la puerta de la habitación y la cerro con ayuda de la copia de llave. Entonces fue hacia su habitación a tomar un baño y luego vestirse con ropa de calle.

Mientras caminaba por las calles, no pudo evitar extrañar a Shisui, bueno, a su automóvil. Pensando en ello, recordó esa vez que se encontró con Sakura y Sasuke, saliendo del Mini-Market donde trabajaba Naruto. En ese momento ni se le cruzo por la mente, pero ahora veía que, de hecho, esa vez, Sasuke había ido a buscar al rubio. Estaba seguro de ello.

Después de una larga caminata, Itachi diviso su lugar de destino a unos metros delante. Se dijo a si mismo que iría directo al grano sin andarse con rodeo. Sin embargo, antes de llegar, reconoció cierta cabellera rubia cuyo dueño ingresaba en el lugar. Pero no era Naruto, era Deidara.

Sonrió sin darse cuenta.

Durante unos minutos, Naruto desapareció de la mente de Itachi. Este, apresuro el paso pensando en que podía entablar conversación con Deidara. A través del cristal dispuesto enfrente del lugar, lo vio caminando por los pasillos. Itachi ingreso y fue a buscarlo; quizá y podía acercársele sin que el rubio de cabello largo lo notara, y sorprenderlo.

Sin embargo, el sorprendido fue Itachi mismo.

Resulto que, Deidara, había ido directamente hacia el pasillo en el que Naruto estaba acomodando producto. Estaban casi al final de dicho pasillo y, al verlos, Itachi rápidamente se hizo hacia un lado, ocultándose de ambos chicos. Esperaba que ninguno de los dos lo hubieran visto.

Rápidamente, Itachi fue hacia el final del pasillo donde él se encontraba. Quedo justo al otro lado de donde estaba hablando los menores, y podía escucharlos sin que ellos lo vieran, aunque tuvo que agudizar un poco el oído, pues los chicos hablaban bajito.

—Sasuke me envió — estaba diciendo Deidara —. Somos amigos —. En ese momento, Itachi confirmo que, por supuesto, él tenía razón. Naruto y Sasuke estaban viéndose de nuevo.

—¿Eres familiar de su amiga Ino? — le cuestiono Naruto —. Se parecen demasiado.

—Sí, somos primos… yo me acabo de mudar.

—Eso explica porque no te había visto antes.

Guardaron silencio durante unos instantes. Hasta que Naruto volvió a hablar.

—Y… ¿Para qué te envió Sasuke?

Itachi creyó escuchar cierta diversión en la voz de Deidara cuando respondió.

—Él dijo: ¿Recuerdas lo que me dijiste ayer?

El ojeroso no vio la expresión de Naruto, pero sus facciones mostraban que se encontraba un poco apenado, y a la vez molesto.

—Claro que lo recuerdo — Deidara sonrió.

Lo cierto era que, el rubio de media coleta alta, estaba pensando que era algo completamente diferente a lo que en verdad se trataba. Pues cuando Sasuke llego a casa de su prima, no explico nada, solo dijo que quería que le hicieran un favor. Por supuesto, Ino se negó rotundamente al Sasuke no querer explicar con lujo de detalle el porqué del favor. Por ello, el azabache tuvo que recurrir a Deidara, quien estaba el sofá, riéndose divertido. Cabe decir que tampoco le explico. Pero Deidara tenía mejor corazón que su prima.

Así que, ante las palabras que le había dicho Sasuke que le dijera a Naruto, Deidara solo podía pensar una cosa.

—Bueno. Sasuke dijo: Ya tengo una respuesta.

Naruto sonrió.

—¿Enserio?

Deidara se encogió de hombros.

—Supongo — respondió —. El asunto. Sasuke dijo que me dijeras cuando es tu día libre. Según él, la respuesta que quiere darte, no es algo que pueda decirte aquí, hablar unos minutos y luego marcharse… que pervertido — susurro Deidara para sí mismo. Aunque, por supuesto, Naruto lo escucho.

Naruto se sonrojo. Pero claro, sabía que Deidara estaba dándose una idea equivocada. Aun así, no pudo evitar enrojecer cuando cierta imagen mental, no apta para niños, llego a su mente. Sacudió la cabeza tratando de alejarla.

—También dijo algo como: Quiero hacerlo frente a Anhelo —. Deidara sonrió de lado, travieso —. Además. Dijo que sería una noche muy especial para ambos, y que quería prepararlo todo él mismo. Quería pasar todo el día contigo, de ser posible, la noche también. Dijo que se moría de ganas por escucharte gemir y que le susurraras su nombre al oído. Y ponerte en ****, y luego en ****, y hacer ****, y también ****… y sobre todo ****.

Deidara estallo en carcajadas al contemplar la reacción de Naruto. Este, había abierto los ojos como platos y se había puesto tan rojo, que ni sus orejas y cuello se libraban.

—Perdón, perdón — dijo, conteniendo la risa —. Sasuke solo dijo hasta lo de Anhelo. Lo otro, es broma mía.

Naruto se mostro notablemente aliviado, aunque también, extrañamente… decepcionado.

Itachi, al otro lado, puso los ojos en blanco. Por un momento se había creído las palabras de Deidara. Pero, por supuesto, Sasuke no era el tipo de chico que dirá algo como lo que había dicho el primo de Ino. Independientemente de que fuera dirigido hacia un chico. Podía ser una chica y de igual forma, Sasuke jamás diría algo similar. A veces, Itachi pensaba que su hermano era asexual. Seria genial que mostrara interés en alguien por lo menos una vez en la vida, llegados a ese punto no importaba si se sintiera atraído hacia un hombre. Bueno, al menos a Itachi no le importaba. Su padre seguro y ponía el grito en el cielo.

—No es gracioso — dijo Naruto.

—Eso depende de la perspectiva — reprimió una sonrisita —. De todos modos. ¿Me dirás cuando es tu día libre, y también a qué hora puedes verte con Sasuke? — Naruto asintió.

—Domingo. Tengo algo que hacer en la mañana, así que dile que puede llegar después de medio día.

—Bien… entonces, te dejo trabajar. Adiós.

—Adiós.

Deidara se despidió agitando la mano derecha. Naruto lo observo mientras se marchaba. Lo vio cruzar al pasillo continuo y segundos después, pasar al otro lado del cristal. Naruto se giro hacia el estante y se dispuso a continuar con su trabajo.

Pero no sin dibujársele una hermosa sonrisa en los labios.

 —Naruto — dijeron a su espalda, y el susodicho dio un brinco, pues no vio a nadie acercándosele. Se giro.

Iba a responder algo, pero se quedo con los labios medio abiertos. Ahí, frente a él, se encontraba la última persona que esperaba ver ese día, bueno, la segunda. La primera era el padre de este.

—Itachi — susurro un sorprendido Naruto.

—Hola — Saludo con una sonrisa un tanto… ¿tímida?

—Ho… hola — sacudió la cabeza —. ¿Se te ofrece algo?

—De hecho… si — se mordió el labio inferior —. ¿A qué hora sales de trabajar?

Ante la cuestión, Naruto no pudo evitar sentir cierto déjà vu.

—¿Por qué? — pregunto entrecerrando los ojos, dudoso.

—Me gustaría hablar contigo acerca de algo importante.

El oji-azul observo que no se trataba de ninguna broma. Incluso si Itachi parecía nervioso, hablaba muy enserio. Y Naruto no puedo evitar tener curiosidad acerca de lo que Uchiha Itachi quería hablar con su persona. Intento pensar en algún tema, y solo uno se le ocurrió.

Sasuke.

Y en ese momento se dio cuenta que, posiblemente, Itachi los había escuchado hablar a Deidara y a él.

¿Y si le decía que se alejara de Sasuke?

Después de todo, en Konoha, todos pensaban que estaba loco. No le sorprendería si le pedía que dejara de hablar con Sasuke, pues era lógico pensar en ello. Nadie querría estar ni un poco relacionado con él. Y eso, en verdad no le importaba, le daba igual lo que las personas dijeran de él, pero… tratándose de Sasuke, todo era distinto.

Incluso si no estaba seguro de que quería hablar Itachi, debía averiguarlo.

—Salgo a las cuatro — dijo.

—Bien… entonces pasare por ti a las cuatro.

Luego se dio la espalda y se marcho, dejando a un entristecido Naruto tras él.

 

Notas finales:

Y eso jue todo…


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


DLFJASEJÑSIEJS como leyeron. Aquí no hubo mayor cosa con Naruto y Sasuke, pero espero que en el siguiente, haya acción 7u7… haha no ese tipo de acción. Para eso, uf, todavía falta Hehehe.


Por cierto. Para quienes leen también «Corriendo del pasado», mañana subiere la actualización, lo juro por el ángel.


Yo espero y el cap., si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que el ángel cuide de sus preciosas almas. Besos y abrazos para todos. Se les quiere mucho.


Hasta la próxima.


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