Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

It's not crazy por RoronoaD-Grace

[Reviews - 236]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hey, Hola.

¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va?

Bueno. ¿Qué puedo decir? Solo que lo siento mucho en verdad, por hacerlos esperar tanto por la actualización. Tuve complicaciones al escribir una de las actualizaciones. Tengo la maña de que si no están terminados los dos capítulos, en mi cuaderno, no puedo pasar a escribirlos en Word, una maña fea, lo sé, pero bueno, así soy yo, bien rara.

A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: Alice07, love sasunaru, yamiCHE, y HiroDUzumaki.  Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo. Los amo a todos bellos lectores.

Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.

Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 

 


SUS NIÑOS


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx


 


Sasuke era el tipo de persona a la que no puedes poner nerviosa con una mirada. Al contrario, era él quien, con esos negros y profundos ojos, ponía nervioso a cualquiera, sin discriminar ningún género, si él así lo quería.


Pero por eso mismo, tenía que aceptar que Deidara ya le estaba dando ñañaras.


Se encontraban en la casa de Sakura, aprovechando que los padres de la chica no se encontraban, pues salieron a cenar a un Restaurante. Así que, la peli-rosa e Ino, estaban en el sofá más grande de la sala, un tanto acurrucadas en una manta, comiendo palomitas de maíz y chucherías y tomando gaseosa, mientras veían una película. Por tanto, Deidara estaba sentado en el sofá de la izquierda y Sasuke en el de la derecha, lo que significaba que tanto rubio como azabache, se encontraban uno frente al otro, solo con la pequeña mesa de cristal en medio de ellos.


Deidara ni siquiera hacia un intento por disimular. Tenía sus azules ojos fijos en Sasuke, y no es como si a este le importara mucho, pero luego de un par de horas, cualquiera podía sentirse cohibido.


Sasuke intentaba ponerle atención a la película, así como a las chicas lo hacían, pero esa incomodidad era ya demasiado.


—¿Tengo algo en la cara? — le cuestiono al rubio, sonando un tanto brusco.


Deidara entorno por parpados.


—No.


Sasuke rodo los ojos.


—Entonces, ¿Por qué carajo no me has quitado la vista de encima?


A Ino le dio un tic en el ojo izquierdo.


—¡Ya cállense! — dijo.


—A diferencia de ustedes, nosotras estamos tratando de ver una película — la apoyo Sakura —. Si tanto quieren hablar, allá esta la cocina — señalo. Sasuke la fulmino con la mirada.


—Tú. Yo. Cocina. Ahora — dijo el azabache y se levanto del sofá y fue hacia dicho lugar, seguido por Deidara —. ¿Vas a decirme que sucede? — cuestiono, aunque parecía más una orden, una vez estuvieron en la cocina. Sasuke se cruzo de brazos.


Deidara lo observo unos segundos a los ojos, y luego, para sorpresa del azabache, desvió la vista.


—No es nada.


—Por supuesto que sí. Estas muy raro desde que regresaste de comprar las cosas que se están tragando las chicas. No estabas así cuando regresaste de hablar con Naruto, así que ocurrió algo cuando Sakura te obligo a ser su chico de recados.


—No paso nada.


El azabache suspiro.


—Entonces, ¿Por qué no dejas de observarme? Lo mire por donde lo mire, eso significa que ocurrió algo, y que ese algo está relacionado conmigo


Deidara se encogió de hombros.


—Quizá tuve un momento de repentina revelación y me di cuenta de que me gustas.


Sasuke hizo una mueca cuando un escalofrió le erizo los vellos de la espalda y los brazos.


—Está bien — dijo. Levanto los brazos en signo de rendición —. Ya entendí que no quieres decirme — Bufo un tanto molesto —. Allá tu.


Dejo caer los brazos a los costado y camino de regreso hacia la sala, pero antes de salir de la cocina, sintió una mano posarse sobre su hombro y luego hacerlo girar. Antes de que entendiera que estaba sucediendo, Deidara ya lo estaba abrazando.


Sasuke se quedo inmóvil y con los ojos abiertos por la impresión. Cuando el rubio al fin lo soltó, lo observo a los ojos y luego le sonrió y revolvió sus azabaches cabellos de cacatúa. Después camino por su costado y fue hacia la sala, dejando a un muy sorprendido y confundido Sasuke en la cocina.


«Definitivamente — pensó —, algo sucedió».


Cuando regreso a la sala, ocurrió lo contrario. Ahora era Sasuke quien no le quitaba la vista de encima a Deidara. Pero el rubio no parecía incomodo por ello. Sasuke decidió dejar de verlo cuando el de media coleta alta volteo a verlo y le regalo una bonita sonrisa.


Sasuke sacudió la cabeza y mejor le prestó atención a la televisión.


 


Más noche, cuando regreso a casa, Itachi, quien estaba al pie de las escaleras trasteando su celular, lo saludo con un movimiento de cabeza y una sonrisita. Sasuke entorno los ojos y lo observo inquisitivamente. Luego pasó junto a él y fue a su habitación. Una vez frente a la puerta, lo pensó dos veces antes de abrirla.


«Si otra vez hizo una de sus bromas — pensó —, esta vez sí que voy a descuartizarlo».


Ingreso rápido en la habitación y… no paso nada. Sasuke fue hacia el cuarto de ducha y… tampoco sucedió nada. Se llevo la palma de la mano hacia la sien y luego suspiro.


—Me estoy volviendo paranoico — dijo con pesadez.


Giro sobre sus pies y camino hacia su cama, dejándose caer en esta boca arriba. Cerró sus ojos.


—Hey, Sasuke — dijo Itachi, abriendo la puerta repentinamente. El susodicho dio un brinquito en su cama.


—Toca la puerta antes de entrar, ¿Quieres? — se incorporo y le dio una severa mirada a su hermano. Este solo sonrió.


—Lo siento — respondió. Sasuke observo a su hermano como si repentinamente le hubieran crecido cuernos y cuatro brazos extras, así como si sus manos se hubiera convertidos en garras. O sea, como algo repugnante. ¿Desde cuándo Itachi se disculpaba con él, sin estar su padre presente para quedar bien? —. Papá tampoco vendrá hoy, dice que el caso está a punto de cerrarse. Así que hay que aprovechar. Compre algunas cosas. ¿Qué te parece una maratón de GOT?


GOT era la abreviación de: Game Of Thrones (Juego de tronos). Una seria basada de los libros de George R.R. Martin.


A ambos les gustaba. Habían visto las seis temporadas en la computadora de Itachi, ambos en completo silencio y sin voltear a verse, aun así, era imposible no ver la reacción del otro ante cada capítulo.


—La espera de la séptima temporada me va a volver loco. Pero al menos podemos volver las otras temporadas. Las tengo en mi computadora, ¿Quieres?


Sasuke observaba a su hermano, estudiando cada uno de sus gestos y su postura. ¿Estaba tramando algo? O es que, ¿acaso estaba tratando de ser un buen hermano?... en la mañana estaba un tanto evasivo y frio, y ahora él solito trataba de acercarse. Tal vez si que tramaba algo. Pero a Sasuke le alegraba mucho más la idea de que Itachi estaba queriendo ser un buen hermano mayor.


—Si — fue su respuesta. Itachi le sonrió.


Minutos después, se encontraban en la habitación del ojeroso, con la luz apagada y ambos recostados en la cama y entre ellos, varios recipientes con comida chatarra. Al pie de la cama, estaba la computadora de Itachi.  Permanecieron en silencio los primeros siete minutos, prestando atención al capítulo, entonces la tan conocida melodía del intro comenzó, resonaba en las paredes de la habitación fuertemente, el brillo de la computadora era la única luz en el lugar, y era perfecto. Itachi se permitió hablar hasta ese momento.


—Hace una media hora estaba leyendo unos comentarios en una página de GOT, en facebook. Algunos que todavía están empezado a ver, publican cosas como que: a Ned definitivamente no lo van a matar. Y otros que: Daenerys y Khal drogo eran la pareja más hermosa de la serie… ¡Hahaha! Van a llorar


Sasuke cerró los ojos e hizo un sonido de garganta al contener una risita.


—Oye, no te rías — le dijo el menor a su hermano —. Eso hasta mi me dolió. Ellos eran hermosos.


 —¡Hahaha! Cállate. Tu shippeas a Daenerys con Jon — se burlo.


—Se ven bien juntos, no puedes negarlo — Itachi no lo negó, entonces Sasuke recordó algo —. Pero claro, no es como si te importara tanto, tú te emocionabas cuando aparecían Loras y Renly, recuerdo que lloraste cuando mataron a Renly.


Itachi puso los ojos en blanco. Fue el turno de Sasuke para reírse, y la risa de su hermano fue el sonido más hermoso que los oídos de Itachi habían escuchado hasta ese momento de su vida. Más que, Sasuke reírse de su hermano, estaba feliz por ese momento con el mayor. Itachi observo su expresión unos segundos antes de volver a prestarle completa atención al capítulo uno de la primera temporada que se reproducía en la computadora.


Diez capítulos después, Sasuke callo rendido justo al inicio del primer capítulo de la segunda temporada. Itachi había observado dormir a su hermano antes, y en esos tiempos había lucido como si sufriera. Pero en ese momento su rostro estaba relajado, incluso tenía una pequeña sonrisa en sus labios. De ninguna forma quería despertarlo para que fuera a dormir a su habitación.


Con una expresión dulce, Itachi acaricio los cabellos azabaches de su hermano.


—Tienes un lindo sueño, ¿No? — naturalmente, no hubo respuesta.


A la mañana siguiente, cuando Sasuke despertó, tenía puesta su pijama y estaba muy bien arropado en la cama de su habitación.


Odio la idea de que Itachi lo hubiera princeseado y le hubiera colocado el pijama. Borro eso de su memoria y se hizo un nuevo recuerdo, uno donde él llegaba a su habitación por sus propios medios y en el que se hubiera colocado, él mismo, su pijama. Aunque no desapareció del todo el recuerdo, lo cierto era que no le desagradaba tanto, le hizo recordar esos tiempos en los que se quedaba dormido en el sofá de la sala y su hermano lo llevaba en brazos a su habitación. Cuando todo estaba bien, cuando eran hermanos en todo la extensión de la palabra. Sonrió de medio lado al pensar en que si esos tiempos regresaban, a él le agradaría mucho.


Mientras Naruto se encontraba trabajando, no podía evitar sentirse ansioso. Había quedado con Sasuke para que este le dijera su respuesta, y el rubio estaba seguro de que sería positiva, él mismo le había dicho que si no era un «sí», que no lo buscara. Aunque estaba la posibilidad de que le dijera que no estudiaría medicina y que aparte, ya no quería volver a verlo.


Sus ánimos disminuyeron radicalmente ante ese pensamiento. Sacudió la cabeza para dejar de estar pensando tonterías.


 


Sasuke era alguien sensato, un poco idiota, pero sensato. Esperaba que hubiera tomado la decisión correcta, y en todo caso, siempre podía hacerlo entender a golpes al muy zoquete.


«Sasuke», suspiro.


Hacia un día, vente horas y… dirigió la vista hacia el reloj que colgaba en una de las paredes del lugar, veinte minutos y diez y siete segundos, no, diez y ocho, no, diez y nueve, no, vien… sacudió la cabeza y alejo la vista de las manijas del reloj.


Ya llevaba un día y muchas horas sin verlo, y lo extrañaba demasiado. ¿Cuándo era que se había vuelto así? Un día ni siquiera eran amigos y al otro ya ansiaba verlo, contemplar sus profundos y hermosos ojos, y escuchar esa sonrisita desvergonzada. Quizá y nunca se lo dijera, pero se veía guapísimo cuando sonreía y cuando no también, pero más cuando sonr…


—Oye — dijeron a su derecha. Naruto salió de su ensoñación y dirigió la vista hacia el dueño de la voz. Un chico de cabellos castaños un tanto alborotados y ojos negros —. Estas haciendo muecas raras… no las hagas, asustas a los clientes —. Se giro y se marcho.


Naruto se sonrojo cual manzana en su punto exacto de madurez. Maldijo a Sasuke internamente, él y su muy estúpida y sensual sonrisa que hacían que le llamaran la atención. Se encargaría de golpearlo cuando lo viera. Aunque sería una completa tortura esperar para verlo de nuevo.


Eso eran lo que Sasuke pensaba de los que días que trascurrieron hasta que llego el día Domingo.


 


Que fueron una completa tortura.


Había ensayado incontables veces ante el espejo, y luego se había maldecido por ello, pues no entendía porque lo hacía. No había mayor cosa en ello, solo eran unas cuantas palabras. Bueno, unas cuantas palabras que llevaban en ellas su futuro… solo debía informar de su decisión a Naruto. No había ninguna otra intención.


En ese momento, se encontraba frente a los límites del bosque, observando el camino que llevaría hacia el hogar del rubio.


«Naruto», suspiro.


Le parecía que había transcurrido una eternidad desde que lo había visto por última vez, y uno unos cuantos días. Sasuke se pregunto si había cambiado en ese tiempo. Quizá y sus ojos se habían vuelto más azules, tal vez su cabello se encontraba más largo, posiblemente estaba más alto. Trato de visualizarlo y la imagen que llego a su mente le fascino. Luego sacudió la cabeza, era imposible que una persona cambiara de esa forma en tan solo tres días. Pues normalmente para esas opciones se necesitaba el transcurso de meses y años.


Inhalo y exhalo profundamente. Comenzó a sentirse nervioso, le sudaban las manos. Los latidos de su corazón estaban acelerándose.


«Ah. Naruto».


Se había sentido tan ansioso por verlo, sus manos no se estuvieron quietas por los nervios, pero ahora, ahora que podía ir a su encuentro y contemplarlo frente a él, por alguna extraña, razón no podía moverse de su lugar. Sentía que había algo de lo que tenía que saber y estar seguro, no tenía que ver con su respuesta, era otro asunto.


Inevitablemente volvió a pensar en Naruto. En sus bellos ojos, en sus cabellos dorados muy sedosos, en su sutil y encantadora bronceada piel, le encantaría deslizar sus dedos por ella. También pensó en sus labios, y en cómo se sentiría besar…


«Estás haciendo muecas extrañas», dijo una conocida voz en su mente. Sasuke dio un brinco. «Es un tanto gracioso, pero no lo hagas… es muy raro».


El oji-noche se sonrojo suavemente. Una sonrisita se escucho en su mente.


—Disfrutas avergonzarme, ¿No es así?


—Son buenos… supongo. Es solo que, no sé, no creo que sea la clase de pensamientos que tienes tratándose de un amigo. Un amigo hombre. Me siento un poco confundido y pensando en ello, creo que es uno de los motivos por los que no puedo ir aun con él. Me gustaría aclarar esto que me sucede antes de verlo. ¿Crees que puedes ayudarme?


Hubo unos segundos de silencio, luego, se escucho el crujir de algunas ramas y Sasuke pudo observar como un espacio determinado en la hierba y follaje, del límite del bosque, se aplasto. Sasuke sonrió. Kurama se había puesto como para poder hablar.


«Habla, mocoso. ¿Qué tipo de pensamientos estas teniendo acerca de Naruto?».


Sasuke fue hacia un árbol y tomo asiento apoyando su espalda contra el tronco. Inhalo y exhalo profundamente antes de comenzar a hablar.


—Bueno — comenzó —. Primeramente, pienso que tiene unos ojos hermosos, son tan azules y tan brillantes, tan llenos de vida — sonrió —. Y son adornados por esas pestañas que los hacer ver aun más lindos… Y su cabello. Oh, su cabello. Me encanta su color y pienso en cuan sedoso es y en cómo me gustaría enredar mis dedos en ellos, me fascina lo rebeldes que son y ese atractivo toque que le proporcionan a su rostro. Y, ah, esas marcas que tiene en sus mejillas lo hacer ver tan adorable y me dan ganas de pellizcarle los pómulos y luego morderlos — estaba haciendo muecas y movimientos de manos que se le hicieron muy gracioso a Kurama —. Y su piel, mmm. Su piel. ¿Qué te digo? Me encanta su bronceado… ¿Cómo es que lo logra? Se pasa todo el día bajo el techo del Mini-Market.


«Estás loco si piensas que voy a revelarte sus secretos».


Sasuke suspiro y oculto su rostro entre sus manos extendidas. Entonces, repentinamente, sintió algo posarse sobre sus azabaches cabellos, algo grande y suave. Levanto la vista, pero no fue capaz de ver nada.


«Aun no, mocoso». Sasukerio. «Te hare una pregunta y me responderás con la verdad».


—Claro.


«¿Qué piensas acerca de sus labios?».


La respuesta de Sasuke fue inmediata.


—Que me encantaría besarlos y morderlos.


«Mocoso descarado».


—Tú preguntaste — se defendió.


Ese algo grande y suave sobre su cabeza se movió, revolviendo así sus cabellos. Luego, el peso desapareció.


«Creo que mi respuesta es obvia acerca de tus dudas. Y sé que tu ya sabias cual sería la conclusión».


—Me creas o no, en verdad no estaba seguro.


«¿Cómo no vas a saberlo, mocoso? Tu mismo lo dijiste, esos no son pensamientos normales asociados hacia un chico».


—Bueno — se encogió de hombros —. No es que haya tenido muchos amigos hombres como para saber con exactitud, que tipo de pensamientos asociar a ellos.


«Y yo que creí que eras inteligente».


Sasuke se llevo una mano al pecho en un gesto que decía que estaba ofendido.


—Soy inteligente — replico.


«Pues, justo ahora, no lo estas demostrando mucho que digamos».


El azabache hizo una mueca.


—Cuando se trata de Naruto… me vuelco un poco, un poquito idiota — admitió en susurros — Sasuke no pudo verlo ni escucharlo, pero Kurama sonrió.


«¿Y que harás al respecto?». Cuestiono el zorro mágico, luego de unos segundos de silencio. «Y no hablo de tu idiotez, sino de lo que sientes por Naruto».


—No lo sé — respondió sincero —.Supongo que averiguar si se siente de la misma forma y además, demostrarle que lo que yo siento, esta vez, no son solo bromas. Es más, no creo que hubieran sido bromas desde un principio.


 «Más te vale que así sea. O ya sabes, te volare la cabeza de un mordisco y usare los huesos de tus brazos y piernas como mondadientes».


Sasuke sintió un escalofrió recorrer su cuerpo. Otra vez, no dudo que Kurama hablara enserio.


—Gracias por escucharme, Kurama — sonrió.


Sasuke sonrió una última vez antes de correr y adentrarse en el bosque.


Mientras se marchaba, Kurama observo su silueta alejarse y no pudo evitar pensar en la conversación que había tenido con Naruto hacia una media hora, quizá cuarenta y cinco minutos. Una conversación bastante similar.


En la soledad de los límites del bosque, libre de personas o alguna criatura mágica, excepto Kurama obviamente, quien no era visible para nadie en ese momento, una suave carcajada se dejo escuchar.


Y esta contenía mucho cariño hacia cierto rubio de ojos azules y cierto azabache de ojos ónix.


¿Quién lo iba a decir?


Que dos humanos, dos chicos, dos niños iban a ganarse tan profundamente su cariño.


Ciertamente, nadie. Pero ahí estaba él, con esos sentimientos hacia esos chicos. Y dispuesto a descuartizar y sacarle todos los órganos a cualquiera que osara lastimar a alguno de los dos.


La vida que cada uno había vivido fue distinta, y por un tiempo Kurama creyó que no volverían a cruzarse sus caminos, pero ahí estaban ellos. Ansiando verse y queriendo estar siempre juntos.


Había sido difícil ver como la vida los trataba, en especial a Sasuke. Con su padre y su hermano. Pero Kurama sabía que esos niños eran fuertes, aunque también frágiles. Pero salieron adelante a pesar de todo.


Sabia como pensaba Sasuke, podía leer sus pensamientos, aunque trataba de no hacerlo y respetar su subconsciente. Pero a pesar de ello se había mantenido al margen, no había intervenido en su vida. Había hecho una promesa y pensaba cumplirla. Le dijeron que si Sasuke no quería saber nada de una vida llena de magia, que el zorro no hiciera nada para cambiar eso, pues era elección de Sasuke y quería que la respetara, y Kurama así lo había hecho. Lo había visto crecer pero no había hecho nada para alterar el curso de las cosas.


Pero eso había cambiado ahora. Ahora Sasuke se había acercado a Naruto por elección propio. Y correspondía a Kurama hacer que estuviera seguro de su decisión.


Si al principio parecía reacio y desconfiado, no era para nada cierto que lo estaba. Solo quería ayudar a Sasuke a estar seguro de lo que quería y que incluso si alguien le impedía que se acercase a Naruto, a él no le importaba y aun así intentaba estar junto al oji-azul, porque en verdad quería recuperar lo que había entre ellos cuando tenían diez años. Incluso si disfrazaba sus verdaderas intensiones con motivos diferentes.


Kurama jamás intentaría separarlos en verdad.


Le alegraba demasiado que estuvieran juntos otra vez. Se necesitaban demasiado el uno al otro.


Kurama esperaba que llegara pronto el día en el que le podría decir toda la verdad Sasuke. El porqué estaba ahí esa noche del accidente. Que lo había visto crecer. Las últimas palabras de su madre. El zorro mágico no podía esperar que las cosas fueran de las mil maravillas de ahora en adelante, pero esperaba estar ahí para ellos cuando las cosas se pusieran difíciles y ayudarlos a superar las pruebas que la vida les impusiera.


¿Cómo podría dejarlos solos? Eran sus niños después de todo.


 

Notas finales:

Y eso fue todo.


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


Supongo que ya saben que ocurría con Deidara. Es fácil de suponer, eso creo. Tienen sus dudas, lo sé, respecto a lo que hablaron Naruto e Itachi, pero o se me desesperen, luego hablaremos de ello. No se esperaban las confesiones de la última escena. Lo sé. Y no me refiero a la idiotez de Sasuke XD. Sino a Kurama.


Por cierto. Para quienes leen también «Corriendo del pasado», mañana subiere la actualización, lo juro por el ángel.


Yo espero y el cap. si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que el ángel cuide de sus preciosas almas. Besos y abrazos para todos. Se les quiere mucho.


Hasta la próxima.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).