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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

Hey, Hola.


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va?


Ñljaflkjsdf heheh, perdón por hacerlos esperar con la actualización, he de decirles que quería subirla el domingo, pero no tenía dinero tenia ciertos problemas con la mujer que dice ser mi madre, así que disculpen si mis problemas los afectan a ustedes con las actualizaciones.


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: sukisasunaru50, luce1312, yamiCHE, The_dark_Duchess, Itery, 691396, love sasunaru, Luneta y HiroDUzumaki. Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo. Los amo a todos bellos lectores.


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 

UN MOMENTO A SOLAS

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Deidara tenía un dilema consigo mismo.

Por una parte estaba el hecho de que se sentía sumamente nervioso y sabia el porqué y lo aceptaba, y por el otro lado, incluso si lo aceptaba el mismo, detestaba la idea de aceptarlo. No tanto así como detestarlo, era solo que no podía creer que eso estuviera pasándole a él. Bueno, tal vez si que detestaba ese lado suyo, pero a la vez no lo hacía… era complicado y ni él se entendía.

Caminaba con su prima y la novia de esta por la acera con rumbo a la residencia Uchiha. Tanto a él como a las chicas, y los padres de estos claro, quienes seguro ya se encontrarían en la casa, ya que, Deidara por no decidirse a que prendas usar que prendas usar, termino quedándose cuando pasaron por él e Ino, por ser buena prima, se quedo con el chico y le envió un mensaje a Sakura para que los esperara; Itachi los había invitado a un almuerzo en familia y amigos, por motivo de su, al fin, terminada carrera.  El rubio tenía entendido que en la mañana había sido la ceremonia en las instalaciones de la universidad, a Deidara le hubiera gustado ir y escuchar el discurso iba a decir el ojeroso, pero solo podían asistir familiar a la ceremonia. Pero podría asistir a la pequeña celebración en la residencia Uchiha.

—No sé porque estas tan nervioso — comento Ino, junto a él —. Te vez muy bien, seguro que a Itachi le encanta.

Los azules ojos del chico brillaron. Giro hacia su prima y le sonrió.

—¿Tú crees? — Ino asintió —. Genial… ¡OH, ESPERA! — grito con un repentino enojo —. ¡No me importa en lo absoluto si a Itachi le gusta cómo me veo o no!

Sakura, quien iba junto a Ino, rodo los ojos.

—Ni intentes fingir que no hay algo entre tu e Itachi — le advirtió la peli-rosa —. Te delataste tu solito ese día en casa mi hermosa novia, además de que ayer estabas muy nervioso cuando llegue a buscar a mi preciosa chica a la floristería — Ino sonreirá con las mejillas un tanto sonrosadas.

Deidara no pudo evitar sonrojarse.

Rayos.

—¿Me puedes explicar que tiene que ver una cosa con la otra? — lo cierta era que si que tenían que ver, y Deidara lo sabía, solo esperaba que Sakura no.

—¡Ay, por favor! — exclamo la oji-jade —. ¿Te piensas que no vi, antes de entrar, a Itachi salir con una sonrisa de idiota en la cara?

¡Ah! Sí que lo sabía.

El chico se sonrojo más si eso era posible. Dado que lo habían descubierto, no sabía ni que decir para defenderse. ¡De todos modos!... no había hecho nada, solo habían hablado e Itachi se le había insinuado un poco.

—No es lo que estas pensando — dijo, de una forma no muy convincente —. Solo somos amigos.

—Ay, a otro perro con ese hueso – Ino comento.

—No sé porque insistes tanto en negarlo, basta verles las caras para saber que se traen algo — Sakura le dio un codazo en el costado derecho a Deidara —. Sabes que no vamos a juzgarte, no somos quien para ello – volteo a ver a su novia y le sonrió, Ino le devolvió el gesto. En momentos como esos le encantaría tomarla de la mano y plantarle un beso en los labios —. Aunque si se me hace gracioso. ¿Qué no lo detestabas? ¿Qué rayos hizo para que cambiaras tu forma de pensar en él tan drásticamente?

—Eh, justo eso quiero saber — la rubia dijo con curiosidad notoria.

Deidara las observo a ambas y luego suspiro.

—Por eso les digo que no es lo que piensan. No me agradaba, pero le di la oportunidad de conocernos y me di cuenta que es un buen chico, un zoquete y descarado, pero buen chico. Y solo somos amigos. Solo eso.

—Mmm no sé, Dei. Hay algo más ahí — Sakura estaba segura.

—¡Ah, Dios! — levanto las manos a la altura de los hombros — Ahora entiendo lo que Sasuke sufría cuando lo molestaban — se restregó un poco el rostro y luego las observo —. Ustedes, par de lesbianas, son insoportables.

—Ah, pero ahí está el detalle — Sakura rio —, teníamos razón en que a Sasuke le gustaba Naruto — la peli-rosa le guiño un ojo.

—Y algo nos dice, que a ti también te gusta mucho Itachi — Ino sonrió —. Y cuando lo admitas, tendrás una muy buena bienvenida al grupo lésbico/homosexual. Como organizadoras estaremos nosotras, obvio. Y como invitados Naruto, junto con Sasuke claro, y por supuesto, sin faltar tu futuro novio, Itachi.

Deidara se mordió el interior de las mejillas. Ojala y esas chicas no fueran tan perceptivas. Acelero el paso y se adelanto, si continuaba hablando con ellas quien sabe que iban a terminar diciéndole. Detrás de él, las escucho cuchichiar algo sobre donde podían organizar la fiesta de bienvenida, y luego rieron.

Deidara suspiro resignado. No dejarían de insistir hasta que lo admitiera.

 

En la residencia Uchiha.

En el hogar se encontraban tanto Fugaku como sus hijos, y también Óbito Uchiha y su esposa, el hombre no era otro que el hermano un par de años menor de Fugaku. También estaban los dos hijos de la pareja, Shisui, y otro chico llamado Sai. Un joven de cabello y ojos negros y piel pálida. Muy pálida

La esposa de Obito, Rin, se había adueñado de la cocina y todo lo que en ella hubiera, había asegurado que prepararía un almuerzo exquisito. Por lo tanto, los demás estaban encargados de sacar las mesas y sillas al jardín trasero, el cual contaba con una piscina. Itachi se negó a mover un dedo ya que era el festejado, lo mismo que Fugaku por ser dueño de casa, (lo cual pensó Shisui, no debería ser motivo para no hacer nada, sino todo lo contrario. Pero era el tío Fugaku, a él no se le discute) y luego se largo y se encerró en su despacho, y Obito estaba absuelto pues estaba ayudando a su esposa a cocinar, por lo tanto Shisui, Sasuke y Sai le hicieron mala cara a Itachi por ponerlos a arreglar todo para el almuerzo en su honor.

—Ni que fueran a morirse por acarrear unas cuantas sillas y mesas — les dijo él, sentado en una camilla de madera y usando unos anteojos para el sol.

—Podría decirte la mismo, Itachi — Shisui le respondió, él, junto con su hermano, Sai, llevaban una mesa de madera, la del comedor la cual era muy larga, la otra que utilizarían era una que de por si se estaba en el jardín (no se necesitaban muchas cosas pues no eran una gran celebración, Itachi así lo había querido). La dejaron en el suelo y observaron a su primo.

Itachi le mostro los dientes en una sonrisa exagerada.

—Y no se olviden de los manteles. Por cierto, tía Rin dijo que también lavaran y luego llevaran la vajilla, y papá aseguro que si quebraban algo, lo iban a lamentar.

—¡Mueve tu trasero de ahí, bastardo!¡Has de anfitrión correctamente! — Sai quería tirar a su primo a la piscina y ahogarlo.

El problema no eran tanto el que los obligaran a preparar todo, lo que les daba hernias era que Itachi se burlaba de ellos como todo un bastardito engreído.

—Poniendo a tus invitados a hacer todo. ¡Serás cabrón!

Itachi rio, su primo Sai parecía un perrito enfadado: gruñendo y mostrando los dientes.

—Hoy es mi gran día, el cabrón eres tú por querer hacer que me esfuerce — Sai puso los ojos en blanco, y un par de venas le resaltaron en las sienes.

Sasuke salió al jardín en ese momento llevando una silla de madera en cada brazo, rodo los ojos al ver como discutían su hermano y primos. No entendía porque, pero a Itachi siempre le gusto molestar a Sai, tal vez era porque el chico tenía una personalidad un tanto explosiva, era muy fácil hacerlo enojar y si le sacaban de quicio se volvía loco, y era difícil calmarlo cuando estaba así. Al contrario que su hermano, pues Shisui era un chico tranquilo, se molestaba pero con serenidad, solo frunciendo el entrecejo, ni si quiera alzaba la voz. Antes con Itachi eran muy buenos amigos, eso cambio un poco hacia unos años, pero ahora parecían estar retomando esa amistad. Eso era bueno.

—Esto es lo último — dijo Sasuke, los otros chicos voltearon a verlo.

Ya habían sacado todas las sillas y las dos mesas estaban fuera. Ahora solo faltaba ordenar y colocar los manteles, la vajilla y los cubiertos. Los invitados solo eran los amigos de confianza de Itachi y los padres de estos, y eso estaba bien para Itachi (Que eran más lo de Sasuke), no eran de los que les gustaba tirar la casa por la ventana, prefería algo más acogedor.

Una media hora después, los chicos ya tenían todo bien acomodado, según Rin que fue a supervisar como iban.

—Ahora solo falta la bebida. Decidan quién de ustedes va a comprar la… mmm ¿Coca-Cola está bien? – los cuatro presentes asintieron —. Bien decidan quién va a compra la Coca—Cola.

—¡Oh, oh! ¡Yo, yo! ¡Yo voy, yo voy! — Sasuke alzo la mano y casi dio brinquitos.

Tanto Shisui como Sai observaron a su primo con una ceja alzada por su enérgico ofrecimiento, aunque agradecidos porque a ninguno se le apetecía ir por las bebidas. Itachi, sabiendo a que se debía la actitud de su hermano, sonrió de oreja a oreja y abrió la boca para decir un ingenioso comentario.

—No te atrevas a decir algo — le advirtió Sasuke antes de que dijera palabra alguna. Itachi hizo morritos.

Shisui observo a sus primos en silencio. Sonrió de medio lado al ver que ellos estaban llevándose mejor.

Sasuke fue a pedirle dinero a su padre para las bebidas y luego salió corriendo de su hogar, no iba a desaprovechar una oportunidad para ver a Naruto. Incluso si solo era breve, quería ver sus ojos y sonrisa. Lo extrañaba demasiado. Se moría por volver a besarlo.

En la residencia Uchiha, aun en el jardín trasero, Sai le dio un puñetazo en el brazo izquierdo a Itachi.

—¡Ay! ¿Y eso porque? — cuestiono el sosteniéndose el brazo. El chico golpeaba extrañamente muy fuerte. Parecía tener un recubrimiento de acero en vez de piel lechosa.

Sai rio, era raro verlo sonreír… no, rara era su sonrisa. Demasiado extraña.

—Por poner a tus invitados a hacer todo, cabrón.

—Ay, no seas llorica.

—¿!Llorica!? ¿¡Me dijiste llorica!? ¡Ah, esto es el colmo! — intento arremeter contra su primo, pero su hermano lo tomo por detrás del cuello de la camisa y le impidió seguir avanzando —. ¡Suéltame, suéltame, suéltame, suéltame!

Itachi rio, era divertido ver como Sai intentaba zafarse de su hermano. Eso enfureció aun mas al menor de los tres, de hecho, el menor de todos los presentes en la casa, pues Sai tenía apenas diez y seis años.

El resonar del timbre dio un repentino momento de tranquilidad a los chicos, un segundo después, Itachi ya corría a abrir la puerta.

—Buenas tardes, señores Yamanaka y Haruno — saludo cortésmente. Junto con los Uchiha, los adultos siempre habían sido buenos amigos entre ellos, aunque Fugaku se había alejado un poco de ellos, y a Itachi no le extrañaba verlos llegar juntos.

La madre de Ino y Sakura lo saludaron con una sonrisa y un beso en la mejillas, el esposo de cada una le dio un apretón de manos al joven. Itachi no pudo evitar estirar el cuello y ver hacia atrás de los esposos, buscando a los hijo y sobrino de estos, y sentirse decepcionado al no verlos, bueno, al no ver a cierto rubio de carácter intrigante pero cautivador.

—No te preocupes — le dijo la señora Yamanaka —, solo se retrasaron un poquito. No tardan en llegar.

Itachi asintió y luego les permitió la entrada y los llevo a la sala.

—Pueden esperar aquí mientras terminamos de preparar todo. Disculpen por eso — le dijo con una sonrisa apenada.

Ellos le dijeron que no se preocupara, entonces se dispuso a ir a llamar a su padre. Fue al despacho y le informo que los Haruno y Yamanaka ya habían llego, luego volvió con los adultos. Para su sorpresa, las señora Haruno y la señora Yamanaka le dieron cada un pequeño presente, la verdad es que ni había pensado en que pudieran darle algún obsequio. Agradeció con una sonrisa y se disculpo, diciendo que iría a dejarlos a su habitación.

Cuando regreso, su padre ya se encontraba ahí, hablando con los esposo, Itachi considero que era mejor dejar a los adultos conversar tranquilamente.

Salió nuevamente al patio trasero donde sus primos conversaban muy serios y en susurros. Cuando lo observaron llegar, ellos dejaron de hablar. Eso era todo, Itachi ya sentía mucha curiosidad. Pero no tuvo tiempo de intentar averiguar algo, pues Shisui hablo.

—Oye, Itachi, ¿podemos conversar un momento? — el chico asintió.

Shisui estaba serio. Fue hacia la orilla de la piscina, alejándose de su hermano y girando hacia Itachi, quien iba tras él.

—¿Está todo bien? – cuestiono el menor, eso ya lo estaba preocupando.

—No sé cómo decir esto, Itachi – Shisui se giro, viendo hacia la piscina e Itachi involuntariamente hizo lo mismo, sentía cierta punzada en el pecho. ¿Qué había sucedido? —. Lo siento…

Itachi frunció el entrecejo.

—Shisui, de verdad me estas preocupando. ¿Qué paso? ¿Por qué te disculpas?

—Hice todo lo que pude, Itachi, pero yo… no pude decirle que no.

—¿Qué no a quien?

—¡A mí! – escucho Itachi gritar a Sai.

Y antes de que siquiera pudiera volverse hacia su primo, sintió un fuerte golpe en la espalda, una patada a doble pie seguro, el cual lo lanzo al frente haciendo que un gritito nada propio de un chico se escapara de sus labios y cayera de lleno en la piscina, sintiendo un fuerte azote por la repentina humedad en todo su cuerpo. Itachi se sumergió por completo en el agua ingiriendo un poco de esta, le tomo varios segundos volver a la superficie dando una gran bocanada de oxigeno.

Los sonidos llegaron de inmediato a sus canales auditivos.

Risas, no, carcajadas descontroladas por parte de sus primos. ¡Los muy malditos! Los idiotas estaban hasta lagrimeando por tanta risa. Itachi sintió que podía partirles la cara en ese momento.

—¿¡Escuchaste, Shisui!? ¡Grito «Gyahha» mientras caía! — Sai se doblaba de la risa y Shisui estaba casi en el mismo estado.

—¡Hijos de p… tía Rin! — termino la frase al ver a su tía salir al patio. Ella le dio una mirada que decían que sabía lo que había estado a punto de decir y lo hubiera golpeado si se hubiera atrevido a terminar. Las risas de los hermanos se detuvieron y se pusieron muy serios. Su madre los fulmino con la mirada.

—Ya llegaron tus amigos — le informo a su sobrio.

Detrás de ella iban Ino, Sakura y Deidara. Itachi se olvido de su molestia hacia sus primos y sus negros ojos se iluminaron cuando se encontró la mirada de azul de Deidara, él le sonrió. Al menos eso fue lo que Itachi supuso, pero lo cierto era que el rubio se estaba burlando del estado en el que lo encontraron.

Itachi se apresuro a salir de la piscina, y en el momento en el que lo hizo, Deidara dejo de sonreír. Sus mejillas se pusieron rojas al observar como la camisa blanca que Itachi llevaba puesta, se le pegaba al cuerpo debido a la humedad.

—Y aun así dice que no le gusta — le susurro Ino a Sakura, por supuesto con toda la intención de que su primo la escuchara.

El rostro de Deidara obtuvo un nuevo tono de rojo.

—Hey, hola — Saludo Itachi cuando estuvo frente a los recién llegado, pero era claro que no estaba saludando a las chicas —. Perdón por las fachas, todo es culpa de esos dos idiotas de haya atrás – los susodichos rieron.

—Sí. Me dio cuenta – Dijo Rin.  Los hermanos callaron.

Tanto Itachi como Deidara parecieron no escucharla, pues ellos estaban metidos en su propia burbuja rosa y llena de corazoncitos y destellos flotando dentro de esta.

—Voy a hablar con ustedes luego — les advirtió a sus hijos —. Por ahora, Itachi, será mejor que vaya a cambiarte — el susodicho no volvió a escucharla. Rin suspiro y fue hacia su sobrino, lo tomo de una oreja y lo arrastro hacia dentro de la casa, lo único que quedo a su puso fueron los quejidos por parte de Itachi.

Deidara estaba un tanto desconcertado, pero pronto sonrió divertido con la situación.

 

Los ojos de Sasuke se iluminaron cuando encontró a Naruto en uno de los pasillos en el suelo, otra vez limpiando los estantes y productos del polvo.

—Hola — lo saludo.

Naruto giro rápidamente a verlo y Sasuke pudo notar que sus azules y preciosos ojos adquirieron cierto brillo encantador.

—Hola — respondió el saludo con una radiante sonrisa.

Al rubio le hubiera encantado ponerse de pie y salir corriendo hacia Sasuke. ¡Oh, joder! ¡Había querido tanto verlo!... pero no podía hacerlo, pues estaba trabajando, y cuando a él lo regañaban por hacerlo algo indebido, las quejas iban para Iruka y a Naruto no le gustaba que lo agobiaron con ello.

Tomo un producto enlatado y fingió estarlo limpiando, Sasuke fue lo más cerca que pudo del rubio y tomo también un producto y fingió que era de su interés.

—Te extraño — dijo Sasuke. Sin verlo a los ojos, Naruto sonrió y se sonrojo lindamente.

—Y yo a ti. Te extraño mucho — el corazón le salto dentro del pecho a Sasuke —. Mañana salgo a medio día. Tal vez podamos vernos.

—No — Naruto entristeció —. No, no tal vez… sin duda alguna, mañana vamos a vernos — aseguro Sasuke. La tristeza se esfumo del rostro de Naruto, y una nueva y hermosa sonrisa se instalo en sus labios.

Sasuke lo observo de reojo, eso era demasiado para él. Observo a ambos lados del pasillo, no había nadie. Se puso de cuclillas frente a Naruto y para sorpresa de este, se apodero de sus labios en un suave beso. El rubio no tardo nada en corresponderle.

Los movimientos fueron lentos y dulces. Sasuke en verdad ya se había vuelto adicto a los labios de Naruto, y Naruto se encontraba en igualdad de condiciones. Ambos sentían que flotaban en una nube suavecita en ese momento. Todo era perfecto en ese pequeño instante.

Se separaron con la respiración agitada y las mejillas sonrosadas.

—Te quiero, Naruto – susurro Sasuke.

—Y yo te quiero a ti, Sasuke.

Unos repentinos pasos acercándose los obligo a terminar de separarse, Sasuke tomo un producto enlatado al azar, de forma rápida.

—Entonces, ¿Es esta marca mejor que la otra? – dijo el azabache, para despistar a quienes cruzaron a ese pasillo en ese instante.

—Le recomiendo mejor la otra – respondió Naruto siguiéndole la corriente.

—mmm… ya veo – Sasuke pareció pensativo.

Las dos personas los observaron unos segundos creyéndose el teatrito, tomaron lo que buscaban y luego se volvieron por donde llegaron. Cuando estuvieron seguros que no regresarían, Naruto y Sasuke se carcajearon de forma amortiguada.

—Eso estuvo cerca — dijo Naruto aun riendo.

—Si — concordó Sasuke.

Sus negros ojos observaron al rubio y su expresión era dulce. Naruto se sonrojo.

—No quiero irme, pero debo hacerlo.

—Lo sé, y entiendo. No te preocupes. Pero nos veremos mañana.

—Sí, pero es una tortura esperar hasta mañana — ¡Ow!, Naruto se sentía de la misma forma, y le hacía muy feliz que Sasuke pensara lo mismo.

—Te esperare en casa a partir de la una — Sasuke sintió.

—Nos vemos mañana.

A regaña dientes, se fue del pasillo al pasillo de los refrigerados y tomo tres jumbos de Coca-Cola, los cuales deposito en una canastilla que tomo antes. Se giro con rumbo a caja pero tomo una desviación en el pasillo en el que se encontraba Naruto, lo sorprendió nuevamente cuando lo vio volver a llegar, inclinarse y robarle un casto beso en los labios.

—Ahora sí, nos vemos mañana — y esta vez sí se marcho. Naruto lo observo pasar al otro lado del cristal con una sonrisa en los labios. Sus mirados se encontraron un instante.

El rubio suspiro y volvió a concentrarse en su trabajo. O eso esperaba.

A Sasuke no le sorprendió ver, cuando llego, que en su casa ya se encontraban todas las personas que había invitado su hermano, Ino, Sakura y los padres de estas, así como Deidara, y sus amigos de la universidad, Nagato: un peli-rojo, Yahiko: una zanahoria con patas; como Sasuke solía decirle por su color de cabello y Konan: una peli-azul.

Los adultos estaban conversando en la sala, y los más jóvenes en el jardín. Todos a excepción de Deidara se conocían por ser amigos de los hermano, pero estaba seguro que Itachi, con ropa distinta a la que usaba cuando salió a comprar la gaseosa, se había encargado de presentarle a sus amigos. Prueba de ello era que todos conversaban con todos de forma animada.

—¿Por qué tardaste tanto, hermanito? — le molesto Itachi cuando lo vio.

—¡Oh, cállate!

Itachi rio, pero no insistió.

El cabello de cacatúa dejo las bolsas que contenían la Coca-Cola en una de las mesas, la cuales estaban juntos en una fila a lo largo, y luego volvió a dirigir la mirada hacia los chicos. Los verdes ojos de Sakura estaba observándolo, y cuando sus irises se encontraron, ella le formo un corazón con los dedos índice y pulgar de ambas manos y le mostro una sonrisa exagerada. Lo cual significaba que sabía a qué lugar había ido a comprar la Coca-Cola.

Sasuke bufo.

Unos minutos después, los adultos hicieron acto de presencia. Rin iba al frente. Ella dijo una pequeña introducción y luego todos procedieron a tomar asiento. La mujer le pidió a sus hijos y Sasuke, que le ayudaran a servir a todos. Los chicos no pudieron negarse.

Minutos después, el banquete estaba servido, y lucia y tenía un aroma delicioso.

Lo cual todos comprobaron luego de las palabras de agradecimiento por parte de Itachi, para todos los presentes por asistir; todos alabaron a Rin y Obito, por su exquisita comida.

Almorzaron entre conversaciones, bromas y anécdotas por parte de los amigos de Itachi y este, en los años de estudio del chico. Los otros tres jóvenes se habían graduado hacia dos años, pero por la carrera de Itachi, le tomo más tiempo a él, se había distancia un poco pero no habían perdido el contacto. Hubo risas por parte de Sasuke y los amigos de estos por lo que rebelaban los amigos de Itachi, y algunos comentarios doble sentido por parte de estos. Para las chicas y Deidara, era agradable ver como Sasuke reía sin reprimiese.

Los adultos conversaban entre sí, y reían por las ocurrencias de los menores de vez en cuando.

Fugaku, personalmente, se sentía muy bien al ver las sonrisas en los rostros de sus dos hijos. En momentos como esos deseaba que Mikoto estuviera allí con él, presencia el triunfo de su hijo mayor, y no lo estaba, ya no estaba. Pero… lo cierta era que ella estaba ahí, en su pecho, en su sus recuerdos.

Habían pasado visitando su lapida luego de la ceremonia en la universidad, Itachi había mostrado su Titulo y había derramado un par de lágrimas mientras reía y hablaba de lo feliz y agradecido que estaba con su padre y ella, por darle la vida y los valores que le habían inculcado de niños. Los tres habían estado sentimentales, aunque unos lo demostraron más que otro.

Luego del almuerzo, los esposos Yamanaka y Haruno pasaron a la sala, seguidos por Fugaku, Obito y Rin… a continuar su conversación. Mientras, los menores se divertían en la piscina junto con un poco de música con no tanto volumen.

Pasaron una tarde agradable entre todos ellos.

Y sonrojos descomunales tratando de ser ocultos por parte de Deidara, se había dado un buen taco de ojo con Itachi, lo peor para el rubio fue el ojeroso se dio cuenta, y no perdía la ocasión para insinuarse.

A Sasuke le hubiera encantado que Naruto estuviera con él en ese momento, pero lo consolaba el hecho de que se verían al día siguiente. Y oh, vaya que era un gran consuelo. Podrían verse a solas y besarlo cuanto quisiera. Pero era cierto lo que le había dicho al rubio cuando lo vio, era una tortura tener que esperar.

Luego de un par de horas, poco a poco cada uno de los invitados comenzó a retirarse. Primero los adultos, quienes no les molesto que sus hijos se quedaran un momento más. Itachi volvió a agradecerles por su presencia y los presentes que le habían obsequiado. Luego se marcharon Yahiko, Nagato y Konan, y después, Sakura, Ino y Deidara. Itachi hubiera preferido que este último no se marchara, pero lo hizo. Y por último, Fugaku, quien se marcho a la Jefatura, lo cierto era que no le gustaba tomarse días libres, pero la ocasión lo ameritaba y por nada del mundo iba a perderse la graduación de su hijo mayor. Pero ya era mucho lo que había pasado fuera de la Jefatura, se sentía mejor cuando estaba allí.

Todo se quedo en silencio. La casa se sentía tan vacía. Los hermanos se encontraban en el sofá más grande de la sala.

—Bueno, yo ya me voy — Anuncio Shisui saliendo de la cocina.

—¡Oh, oh! — Itachi se puso rápidamente de pie —. Quiero que me des un aventón. Necesito ir a cierto lugar — Shisui solo se encogió de hombros en aceptación.

Sasuke los observo marcharse y luego suspiro.

—Y tú, ¿por qué sigues aquí? — le cuestiono a su primo Sai, quien estaba en el sillón a su izquierda, trasteando su celular.

—¿Qué nadie te dijo nada?

El mayor entrecerró los ojos.

—¿Decirme que?

—Mamá piensa que tengo que serenarme un poco —. Bueno, en ese momento parecía muy sereno, pensó el cabello de cacatúa —. ¡Qué estupidez! – Sasuke dio un brinquito en su lugar por el repentino cambio en el humor de Sai —. ¡Soy muy sereno! – Sasuke arqueo una ceja —. Como sea, le pareció buena idea que pasara el resto de las vacaciones aquí, contigo, porque supuestamente tú, eres muy tranquilo. ¡Qué idiotez! ¡Más que tranquilo, tu eres súper aburrido!

No, no, no, no, no, no… ¡Eso no podía estarle pasando a él!

Sai quedándose en su casa por el siguiente mes era un jodido problema. Lo único que significaba era que tendría que tenerlo pegado a su espalda en todo momento, pues su padre trabaja todo el día, y ahora también lo haría su hermano. Y por supuesto, ¿Con quién iba a quedarse Sai, si no con él?... ¿Ahora como iba poder verse con Naruto? ¡Tenía que encontrar la forma de deshacerse de su primo! Pero, ¿Cómo?

¡Maldición!

—¡Aahh! ¡Esto es una mierda! — Sai se sujeto de los cabellos y tiro de ellos con un poco de fuerza — ¡Maldita sea! — sentado en el sofá, se puso a estar pataleando, y no como un berrinche, sino con claro rencor por la decisión de su madre. Un aura oscura se comenzó a vislumbrar a su alrededor. Sasuke lo observaba cual espécimen de la naturaleza sumamente raro.

Sin duda, debía deshacerse de Sai. Si quería poder estar junto a su rubio.

 

Notas finales:

Y eso fue todo.


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


Personalmente me gusto mucho este capítulo Hehehe, espero que a ustedes también les haya gustado.


Haha seguro pensaron ¿Khá? Con lo de que Shisui y Sai son hermanos y aparte hijos de Obito y Rin… hahaha sdlfjaslfjsd déjenme.


Morí de risa cuando Sai pateo a Itachi a la piscina. No sé si entendieron como fue, tratare de describirlo por si no. Sai corrió hacia Itachi por detrás de él, salto y con los dos pies al frente, lo pateo en la espalda. Sldfjslfkjasñ fue fuerte el golpe, hahah.


Oh, Naruto y Sasuke… estos loquitos. Lsdfkjaslkdfj


Por cierto… como ya apareció Sai, entonces saben que la persona de la que hablaba en las notas finales de la anterior actualización, es Gaara… hehehe. Bueno, les tengo una info: ustedes son quienes pueden escoger que clase de criatura del bosque será este peli-rojo. Cualquiera que quieran, pero tienen que ser convincentes si quieren que los tomo en cuanta, si ninguno da opción o me terminan de convencer, pues yo usare la idea que tengo en mi cabezaaa.


Solo…


Yo espero y el cap si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que el ángel cuide de sus preciosas almas. Besos y abrazos para todos. Se les quiere mucho.


Hasta la próxima. 


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