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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

HOLA


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va?


Lo siento, sé que me odian por tardar tanto. Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento. En verdad no pensé que el cap fuera alargarse tanto, mejor para ustedes claro. No es cómo es que mis neuronas aun continúan vivas. Miren que mi idea eran 15 páginas de Word y termine con 25 sdlfkjsñldfkjs son las casi cuatro y media de la madrugada y estoy que entro en coma.


Bueno… ya no los entretengo más.


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: love sasunaru, sukisasunaru50, bray, SotenSama, Caro1dlr, Itery, AideeGM, H3L3NA y HiroDUzumaki, . Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo.


Recuerden que los amo a todos bellos lectores.


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


ESTE CAPITULO ES DEDICADO A TODOS USTEDES, MIS HERMOSOS LECTORES, PERO SOBRE TODO A ITERY… mujer, otra vez, felicidades. Sabes que te adoro.


Sin más que decir excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 


UNA NO TAN CITA BAJO LAS ESTRELLAS


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Era casi la una de la tarde, y Sasuke se encontraba en el sofá más grande de la sala completamente estirado cual gato perezoso y aun con el pijama puesto.  Ese día eran uno de esos días en los cuales simplemente no quería hacer nada más que dormir a pierna alzada. Y, la verdad, quería aprovechar lo más que pudiera a descansar mientras aun podía.


No es que fuera egocéntrico o algo por el estilo, simplemente tenía confianza en sí mismo respecto al recién examen presentado en la Escuela de Medicina, el día anterior.


Así que, muy pronto sus días de no hacer nada acabarían, y las noches en vela, la frustración, el cansancio, los deseos de a veces tirar la toalla y el llanto muy pronto llegarían. No es que él fuera a de verdad tirar la toalla o llorar, pero sabía que su futuro en la Escuela de Medicina no sería color rosa, y mucho menos si iba a trabajar y estudiar al mismo tiempo. Pero esa era la vida que había escogido y por ello iba a dar lo mejor de sí.


Aunque por ahora, seguiría de perezoso en el sofá, estirándose de vez en cuando y bostezando.


Pero entonces, repentinamente, sus planes fueron terriblemente frustrados. Sintió como le caía encima un balde de agua fría. Literalmente. Alguien le había derramado encima un vaso lleno del vital líquido.


Sasuke dio tremendo bote en su lugar y una bocanada de oxigeno al caerle directamente en el rostro el agua e impedir que respirara momentáneamente. Se incorporo en el sofá y se planto de pie en la alfombra soltando tremenda retahíla de palabrotas, que seguramente su madre le hubiera lavado la boca con jabón y cloro de haberlo escuchado. Inmediatamente después de insultar a viva voz y observar en todas direcciones buscando al culpable sin mucho éxito, un gruñido de lo más divertido se escucho en su mente.


Al muchacho de ojos cual obsidianas le dio un fuerte tic en el parpado izquierdo.


—Kurama — siseo con su voz inyectada en veneno. Una risilla se dejo oír —. ¿Quieres parar de una buena vez de meterte conmigo?


«No». Respondió solamente y volvió a carcajearse.


Sasuke dio un bufido a la vez que se cruzaba de brazos.


No entendía que pasaba por la cabeza de ese Zorro rastrero. La mayor parte del tiempo era muy malo con él, como en ese instante, pero tenía sus mementos en los que Sasuke llegaba a pensar que lo apreciaba a pesar de todo, y luego volvía a meterse con él. Era bipolar, ¿no? O al menos algo por el estilo. Aunque el mismo zorro le había dicho que aun no confiaba del todo en él, y por ello aun no se mostraba físicamente, y se metía tanto con él.


¿Qué más tenía que hacer?


Incluso el Guardián confiaba en su persona y todas las demás criaturas. ¿Por qué Kurama no? ¿Por qué tenía que ser un Zorro mágico tan terco y desconfiado? Las cosas serian un poco mejor si tan solo no lo molestara tanto.


Sasuke suspiro hondamente. Entonces una duda llego a su mente.


—¿Como entraste sin que me diera cuenta?


«Solo abrí la puerta y entre». El chico alzo las cejas. «Nunca pensé en molestarte, pero te veías tan perezoso y distraído que no pude evitarlo». Rio suavemente. Sasuke hizo una mueca. «Ya, no te enojes».


¿Qué no se enojara? ¿¡Como rayos no iba a enojarse!?


—De todos modos — bufo —. ¿A qué viniste?


Durante unos segundos, Kurama no respondió. Sasuke incluso sintió, de alguna forma, que el Zorro dudo respecto a decirle o no a lo que había ido.


«No se, de alguna forma siento que me arrepentiré luego de esto». Comento, a lo que el azabache solo se exaspero. «Como sea». Se escucho un suspiro por parte de Kurama. «Cámbiate y sígueme».


—¿A dónde? —cuestiono con los ojos entornados y fijando su vista en algún objeto para no sentirse raro hablándole a la nada. Aunque hablarle a un objeto inanimado era la mar de extraño.


«Solo haz lo que te digo».


Sasuke dio un largo suspiro y luego se encogió de hombros. Ya que.


—Ahora vuelvo — entonces fue hacia las escaleras y se perdió en el pasillo del segundo piso.


Volvió unos cuantos minutos después, con unos jeans negros, una playera azul marino y unos converse también azules.


—Lo estuve pensado y — dijo mientras bajaba por las escaleras —, ¿Cómo demonios voy a seguirte si no te veo?


«¡Oh, es cierto! Que tonto. Ahora mismo me dejo ver por ti». Por un instante, Sasuke tuvo cierta esperanza, por lo que una sonrisa se formo en sus labios. «Como si en verdad fuera a hacerlo. No seas idiota». Kurama se burlo.


El chico torció los labios en una mueca.


—Tenía que intentarlo — suspiro derrotado.


«Jamás iba a funcionar. Como sea, dirígete hacia el límite del bosque, una vez allí, será fácil seguirme por mis pisadas». Sasuke asintió.


El chico salió de casa después de asegurarse que todo estaba muy bien cerrado, todos tenían una copia de la llave así que no había problema en que él se llevara la que tenía en sus manos.


Mientras caminaba por la acera con rumbo al lugar indicado por Kurama, recordó que tenía un primo con el que se suponía debía estar, y a quien no había visto desde la mañana. Obviamente estaba en el bosque haciendo lo mismo que desde hacía días hacia. Sasuke no tenía idea de qué, pero el piel de leche parecía muy animado, y lo mejor de todo, su carácter estaba completamente diferente. Así que mientras su padre y tíos no se enteraran de que ni se estaba con él, no importaba, pues lo que ellos querían era que dejara de ser tan explosivo.


—El fin justifica los medios —susurro para sí.


No tardo nada en llegar al bosque, una vez ahí, se limito a seguir a Kurama sin decir una sola palabra. Solo observando a su alrededor los arboles de hojas rosas o lilas, verdes también, obviamente. Así como las flores silvestres exóticas y saludo con una sonrisa a cuanta criatura veía en el camino.


A Sasuke le encantaba el bosque, incluso si esa mañana solo había querido quedarse en casa y hacer nada. A cualquier podía darle uno de esos días, y no por dejar de ir una vez a la semana, iba a dejar de amar ese hermoso lugar. Porque lo adoraba, lo adoraba, al bosque y a todos sus habitantes. Sin duda alguna era su segundo lugar favorito en el mundo. ¿Segundo?


«El primero, es estar al lado de Naruto». Pensó.


El chico se cubrió el rostro con ambas mano y reprimió un gritito emocionado. Que cursi se sentía por tales pensamientos, como si se tratara de una colegiala enamorado. ¡Y claro, él no era una colegiala!


«Pero estas enamorado». Dijo la voz de Kurama en su mente, sonando sumamente complacido.


Sasuke sonrió.


—Sí. Lo estoy — su sonrisa se ensancho —. Estoy enamorado de él.


Y entonces, segundos después, cayó en la cuenta de lo que acaba de suceder. Había estado pensando, no hablando en voz alta.


—¿Cómo supiste que eso estaba pensando? — se cruzo de brazos y frunció el ceño.


«¿Pensando?... estabas hablando en voz alta». ¿Había sido eso un momento de duda en la voz del Zorro?


—Oh, por supuesto que no lo estaba haciendo — Sasuke lo medito durante unos segundos, no era la primera vez que ocurría algo así.


No fue exactamente similar, pero recordaba esa vez en la que le hablo por primera vez. Esa en la que su excusa había sido que era un Zorro mágico muy mágico, para no dar ningún tipo de explicaciones del porque había estado en dos lugares a la vez.


—Puedes leer el pensamiento — aseguro —. A corta y a larga distancia. Solo visualizas a la persona, y además de eso, puedes comunicarte con ella.


Kurama dio un bufido.


—¡Ha! ¿Y dices que no soy listo? — sonrió orgulloso.


«No te vanaglories, Mocoso».


Oh, Sasuke quería hacer muchas preguntas al respecto. Y se debatía entre sí estar molesto o emocionado.


«Solo lo he hecho dos veces. Y sabes cuales son». Aseguro.


Sasuke entrecerró los ojos mientras escuchaba el crujir de la hojas secas y ramas caídas mientras continuaban avanzando por el hermoso y colorido bosque, con los rayos cálidos del sol filtrándose entre las copas de los arboles. Por supuesto que no lo creía. ¿Cuántas veces le había leído el pensamiento? ¿Qué clase de cosas sabía que no quería que supiera Naruto? ¡Esa era una completa falta de respeto a su privacidad!


«Como si me interesara escuchar la clase de cosas sucias que piensas acerca de Naruto».  


—¡Ah! ¡Así que si que admites que me has leído el pensamiento en otras ocasiones! ¡Así como ahora!— inmediatamente después de sus palabras, un sutil sonrojo afloro en sus pálidas mejillas.


«No necesito leerte el pensamiento para saber qué clase de cosas sucias estas pensando». Gruño entre molesto y, Sasuke creyó, divertido. «Pervertido».


Sasuke desvió la vista hacia el suelo, mucho más sonrojado que antes.


—Como sea — dijo —. ¿Alguien más puede leer el pensamiento a parte de ti? — Kurama soltó una risita ante su pregunta.


«Anhelo, claramente. Y el Guardián». El chico abrió los ojos como platos y se detuvo de su caminata. Hubiera sido estupendo poder enfocar los ojos del Zorro, pero claro, el rastrero ese no se dignaba a dejarse ver.


—¿El Guardián puede leer el pensamiento? — Sasuke estaba pálido —. Qué vergüenza — cubrió su rostro con ambas rojas. Kurama rio divertido, pues incluso un poco de vapor desprendía de la cabeza del azabache.


«No te preocupes», lo tranquilizo. «No creo que se sienta indignado. Es más, pienso que está agradecido de tus pensamientos». Sasuke, aun sonrojado a hasta las orejas, alzo las cejas viendo de un lado hacia otro, esperando que Kurama dijera a lo que se refería. «Puede parecer maduro y esas cosas, pero no es más que un niño emocionado de juntar parejas. Y si son dos chicos, mejor para él».


La visión que Sasuke tenía del Guardián, se hizo añicos.


«Créelo o no, pero ha hecho de Cupido en la cuidad».


El chico se mordió el labio.


—¿Hablas de que siendo completamente invisible para las personas, se ha paseado de aquí para allá, juntando parejas?


«Se». Sasuke no pudo reprimir una sonrisa divertida. Kurama entonces continúo su caminata siendo seguido por Sasuke. «Hace dos años», comenzó a explicar, «Luego de haber ido en una de sus tantas exploraciones, volvió sonriendo y dando brinquitos. Te lo juro, creí que iba a detenerse su corazón por lo acelerados de sus latidos. Había ayudado a dos chicas a declararse. Dándoles, mentalmente, el valor necesario para hacerlo».


Sasuke se imagino la escena. Era tierna y rara a la vez.


—Es curioso — dijo —. Justamente desde hace dos años, mis amigas son pareja — Kurama le dio un zape invisible —. ¡Ay! ¿Y eso porque?


«Por lento».


—¡Pero camino lo más rápido que puedo! — se acaricio la zona adolorida de su cabeza.


«Dime algo, Sasuke. ¿Eso de que eres inteligente quien te lo dijo?».


—Mis profesores. El director del Instituto. Los títulos de olimpiadas de Ciencias y Matemáticas. Mis notas académicas y la prueba de IQ que me hizo mi padre hace tres años — respondió con una mueca.


«Ya veo… eres inteligente para los estudios solamente». Se carcajeo.


—¿Y eso que se supone que significa? —se cruzo de brazos mientras continuaba avanzando por un camino en el que no había caminado antes. ¿A dónde lo llevaba ese Zorro rastrero?


«Dedúcelo por ti mismo, genio».


Completamente indignado, Sasuke fulmino con la mirada el lugar donde se veían las pisadas de Kurama.


«Ya, está bien. No me mates con la mirada. Mejor cambiemos de tema». Sasuke hizo una mueca, pero no discutió más. Lo cierto era que Kurama sabía que el chico era muy inteligente, lo vía visto crecer después de todo. Pero desde que se había vuelto a juntar con Naruto y había conocido todo respecto al bosque, estaba un poco pendejito. Quizá y su cerebro se había fundido un poco ante tanta información nueva, y por sus sentimientos hacia el rubio.


—¿A dónde vamos? — cuestiono el oji-negro, mientras subía, siguiendo las pisadas del Zorro, por una pendiente un tanto inclinada.


«¿Has visto las noticias de hoy?».


—No — Sasuke jadeo ante el esfuerzo que hacia al subir por la pendiente —. ¿Sucedió algo que deba saber?


«No, no sucedió nada, aun». El chico arqueo una ceja. «Habrá una lluvia de estrellas, a partir de las once de la noche».


Sasuke casi se fue de espaldas al pararse sobre una piedra suelta, pero una pata esponjosa y suavecita lo detuvo. El chico no pudo evitar sonreír de medio lado. No dijo absolutamente nada durante los minutos restantes en los que continuó subiendo, hasta que al fin llegaron a la cima. Sasuke se dejo caer boca abajo, jadeante, sobre la pequeña gramilla del lugar.


Luego de regularizar su respiración, el chico se permitió observar todo a su alrededor.


Era un lugar no muy extenso, y obviamente elevado. Parecía una especie de cueva hecha por un par de grandes y gruesos arboles a los costados, con follaje a los costados y detrás, lugar por el que habían llegado Kurama y él, dejando solamente visible la parte delantera. Y vaya que tenía una vista maravillosa.


Como el lugar era elevado, Sasuke tenía ante sus ojos todo el claro del Guardián. Solo pudo abrir los labios y exclamar un «Wow», ante tan hermoso paisaje. Veía el agua del rio que cruzaba de lado a lado el lugar. Así como, obviamente, la laguna sumamente profunda justo debajo del gran e imponente árbol donde vivía esa hermosa ave de plumas azules, y las sirenas y tritones en la orilla; Los pequeños bloques de tierra elevados y los hermosos arboles con diferentes tonos de hojas y florecillas, y verde gramilla.


Todo se veía incluso más mágico visto desde las alturas.


«Y espera a verlo de noche». Sasuke sonrió, no dudaba de que seguro se vería completamente hermoso y magnifico.


—Y quieres que traiga aquí a Naruto, y juntos veamos la lluvia de estrellas, ¿No?


«¿Para qué otra cosa te traería?».


Sasuke sonrió, sonrió amplia y radiantemente. El Zorro se sintió abrumado por tan resplandeciente gesto. Sin de dejar observar hacia el bello y mágico paisaje, Sasuke dijo:


—Kurama, tú si me quieres, ¿verdad? — silencio —. Incluso si te metes conmigo y me sacas canas verdes. Incluso si haces alianza con Age para fastidiarme. Incluso si dices que vas a quitarme la cabeza de un mordisco… tú me quieres, ¿No es así?


El chico no lo supo, pues no veía al Zorro, pero a Kurama hasta le humeaba la cabeza debido al bochorno de que su secreto fuera descubierto.


«No te creas tanto». Dijo solamente. Sasuke amplió su sonrisa. «Como sea, ya te mostré el lugar. Ahora tu decide que hacer para su cita». Dicho eso, el chico escucho las pisadas del Zorro alejarse y atravesar el espeso follaje del lado trasero del lugar.


Sus negros ojos contemplaron la maravillosa vista durante unos minutos más, minutos en los cuales diviso a cierto chico de cabello negro y piel leche, Sai, en la orilla de la laguna, conversando, supuso, con uno de los tritones, el de cabello rojo sangre. Sonrió ante ello, luego molestaría a su primo.


Entonces se giro, atravesó él también el follaje y bajo corriendo la pendiente, casi se caía en un par de ocasiones, pero llego a salvo abajo. Luego, también corriendo a todo lo que daba, atravesó el bosque hasta llegar al límite de este, y se dirigió hacia su casa.


Tenía mucho que hacer antes de que terminara el turno de su rubio novio.


 


Eran las 8:45 p.m. cuando Naruto al fin salió del trabajo. Le sorprendió y decepciono un poco el no encontrar a Sasuke esperandolo, y en cambio, extrañamente, al Guardián. Quien por cierto, estaba en modo invisible para los demás humanos excepto para Naruto.


—Buenas noches, Guardián —saludo el chico con una sonrisa.


—Muy buenas — respondió el peli-azul, raramente muy feliz. Emocionado.


Caminaron hacia el bosque en completo silencio. Al menos por parte de Naruto, pues el Guardián tarareaba y silbaba una canción, a la vez que sonreía y casi daba pinitos con emoción. El rubio estuvo más que tentado a cuestionar el porqué de su felicidad, pero se abstuvo. Quizá y había vuelto a hacer de Cupido, y por ello estaba tan alegre.


Una vez en los límites del bosque, fueron directo hacia el hogar del chico. No tardaron casi nada en llegar.


—Muchas gracias por acompañarme, Guardián — le sonrió.


—Un placer — respondió amable y sin quitar esa hermosa sonrisa de sus labios. Luego se giro y se perdió entre los árboles.


Naruto completo durante unos segundos el lugar por el que el Guardián se había marchado, y luego ingreso en su hogar. Como el lugar, obviamente, estaba en completa oscuridad, el rubio se apresuro a encender las velas en los candelabros, para iluminar un poco. Lanzo hacia un costado el pequeño bolso que había estado cargando en su hombro y fue tanteando hacia la cocina en busca de los fósforos. Una vez el lugar tenuemente iluminado, fue con la cajetilla de fósforos hasta su habitación y se lanzo sobre la cama. Estuvo unos minutos recostado con los ojos cerrados en medio de toda esa oscuridad, hasta que se puso nuevamente en pie, encendió los candelabros en su habitación y busco su pijama, la cual dejo sobre la cama mientras él se desvestía y corría hacia la ducha.


Sentir el agua fresca sobre su piel fue la gloria, ese día había hecho un calor del infierno y solo había querido llegar y tomar una larga, larga ducha.


Cuando al fin salió, solo llevaba una pequeña toalla alrededor de su cintura, y las gotas del agua le resbalaban por la bronceada y suave piel así como por sus dorados cabellos. En la habitación, se apresuro a colocar el bóxer y el pijama, la cual consistía en un pantalón de peluche rojo, con rostros de ositos blancos, y una camiseta gris. Kurama se había revolcado de la risa la primera vez que lo vio con ese pijama. Pero a Naruto no le importaba, pues la tela del pantalón era suavecita, igual que un peluche, lo cual era muy cómodo para dormir.


Ya vestido y con el cabello seco, salió de su habitación y fue hacia la cocina, a preparar algo para cenar,


Pero noto entonces el Geranio rosa que reposaba sobre la mesa en la sala, así como la nota junto a este.


El rubio se mantuvo inmóvil durante unos segundos antes de sonreír ampliamente y tomar el geranio entre sus manos. Busco en su subconsciente el significado de este: «Estoy enamorado de ti». Se pregunto si Sasuke sabía su significado o solo lo había escogido al azar. Tomo también la nota.


—Abre la puerta —leyó en voz alta. Y en ese momento, unos toquecitos se escucharon en la puerta. El rubio alzo las cejas y luego sonrió.


Se apresuro a abrirle a su novio, pero una vez lo hizo, se decepciono completamente al ver que no había nadie fuera. Nada excepto una luz acercándose a cada segundo a su persona. Era un capullo de flor silvestre, completamente extendido y resplandeciente. Con forme se acerco más, Naruto distinguió que algo colgaba de la base de este. El capullo llego hasta el rubio, y el chico extendió la palma de su mano derecha para que reposara sobre ella, su rostro iluminándose por el brillo que este desprendía. Entonces distinguió al fin, que era lo que estaba sujeto al capullo.


Era un Geranio, un Geranio rojo. Significaba: «No te puedo sacar de mi cabeza».


Naruto sonrió. No podía creer lo que Sasuke estaba asiendo. Era sumamente romántico.


Observo una vez más el capullo y entonces tuvo sentido que el Guardián hubiera estado tan alegre y sonriente. De una forma muy corta, los capullos de flores silvestres tenían vida; duraba tan solo veinticuatro horas, pero tenían vida. Así que el Guardián era capaz de comunicarse con ellos y pedirles un favor. Los capullos lo hacían con gusto, ellos eran felices con hacer algo útil antes de marchitarse y morir a la mañana siguiente, mientras otros capullos comenzaban su vida y maduraban llegada la noche y se desprendía, brillaban y vagaban en el bosque hasta que el sol saliera e iluminara todo a su paso.


Conociendo al Guardián, seguro observo a Sasuke planeado algo y no dudo en brindarle su ayuda con una enorme sonrisa en el rostro.


—Esos dos — susurro enternecido —. Muchas gracias, bello capullo — desprendió el Geranio rojo de su base y lo dejo marcharse nuevamente. Por un instante, le pareció que el capullo agradeció por habérsele dado una corta, pero útil vida.


Naruto fijo su vista una vez más en el geranio rojo, el rosa reposaba en su otra mano. Noto que al igual que con el primero, había una nota pegada al tronquito.


—Eres el sol que da calor a mis días más fríos, la luna que ilumina mis noches más oscuras — leyó el rubio en voz alta. Su corazón estaba derritiéndose en ese momento. Era imposible que la sonrisa se le borrara del rostro.


Oh, amaba tanto a ese hombre.


En las distancia, distinguió otro capullo luminiscente. Sin pensarlo ni un instante, y sin importarle que estuviera descalzo, cerró la puerta de su hogar y con los Geranio rosa y rojo, fue al encuentro de ese nuevo capullo que estaba a su espera.


Como supuso, había nuevamente algo atado a la base del capullo. Era Madreselva y significaba: «Estamos hechos el uno para el otro».


Naruto bien podía ponerse a dar brinquitos de emoción en medio del bosque y la oscuridad que lo rodeaba. En cambio, decidió observar en todas direcciones buscando a su guapo y romántico novio. No lo vio en ningún lado, solo más capullos luminiscentes, solo que estos pertenecían a los arboles, lo que significaba que no se desprendían y no podían tratarse de los mismo capullos con los que Sasuke estaba dejándole notitas.


Había otra nota, por supuesto. La cual volvió a leer en voz alta.


—Cuando siento tu mirada sobre mí, mi alma se deslumbra y las tinieblas, que rodean a este corazón que es solo tuyo, se desvanecen.


¡Joder! Ese hombre quería matarlo de diabetes.


Otro más, había otro capullo luminiscente que se alejaba en la distancia, incitando al de ojos azules a que lo siguiera. Naruto junto esa notita con las anteriores, así como la Madreselva con los Geranios y corrió tras el capullo, no sin antes permitir que el que llevaba la Madreselva vagara libre por el bosque. Este, al igual que el otro, pareció agradecer ser de utilidad.


Tuvo que saltar un poco para poder tomar el capullo en su mano, claro, tratándolo con suavidad. Otra enorme sonrisa se instalo en sus labios. Esta vez se trataba de una Margarita blanca: «Solo tengo ojos para ti», acompañada por otra notita rebosante de azúcar.


—Antes de ti, conocí el amor. Ahora lo vivo, lo entiendo y lo disfruto.


No se vería muy gay si se ponía dar grititos y brinquitos, ¿Verdad?


«A la mierda — pensó —. Estoy enamorado de un chico».


Así que, como no sabía ni donde guardar tanta felicidad, dejo que esta se desbordara por cada poro de su piel. Movió las manos de arriba hacia debajo de forma frenética mientras daba grititos y pinitos de un lado a otro. De verdad no le cabía tanta emoción en el pecho.


Estaba seguro que si Kurama veía todas esas notas cursis, vomitaría. No, es más, estaba seguro que ya las había visto y había vomitado. Si, él también quería vomitar, pero él quería vomitar arcoíris de sesenta y cuatro colores de pura felicidad.


Los capullos luminiscentes continuaron apareciendo, y con ellos más romanticismo por parte de su azabache novio hacia él. Y con forme se adentraba más y más en el bosque, Naruto fue deduciendo hacia el lugar que lo dirigían. Su corazón estaba comenzando a derretirse y su sonrisa parecía jamás iba a desaparecer de sus labios.


Cuando por fin llego al inicio de la pendiente que ya conocía muy bien, llevaba un buen bulto de notitas llenas de azúcar y flores diversas, pero cada una con un significado hermoso.


Y entonces lo vio. Al menos su silueta.


Sasuke lo observaba desde la cima.


En esta ocasión ya no había ningún capullo, solo el azabache sosteniendo una flor más, rodeado de oscuridad.


Naruto trato de no mostrarse ansioso, tuvo que morderse el labio para no salir corriendo al encuentro de su amado. Su corazón hacia doki, doki de forma frenéticay los minutos que tardo en subir, le parecieron tortuosamente eternos. Sasuke sonreía hermosa y seductoramente a la espera por él.


Hasta que al fin estuvieron uno frente al otro. Y Naruto distinguió el rostro y la sonrisa de su novio. Incluso con la poca iluminación, Sasuke se veía guapísimo.


Se observaron a los ojos.


El mundo pareció detenerse, regalándose ese instante solo para ellos.


Se sonrieron.


—Hola — saludo su novio con esa sexy y sensual voz que tenia, además de su sonrisa sugerente.


—Hola — dijo sonrojado.


—Toma — Sasuke le extendió la flor que tenía en la mano —. Para ti.


Naruto tomo la flor sin observarla siquiera, sus ojos estaban fijos en los negros irises de su novio. Y estuvieron ahí largos segundos, hasta que al fin desvió la mirada y observo la flor en su mano.


Era un Jazmin rojo.


Y eso fue todo, eso termino con el autocontrol de Naruto.


Lanzo las flores y notitas al carajo, y se balanceo hacia Sasuke prendiéndose de su cuello cual Koala y buscando sus labios desesperadamente.


La sorpresa no dejo que el azabache permaneciera en pie. Tanto él como el rubio se fueron de espaldas, cayendo entre el follaje que estaba tras el azabache, y atravesándolo y rodando directamente el lugar que Kurama la había mostrado en la tarde. Esa cueva hecha de árboles y plantas.


—Yo también te deseo apasionadamente, Sasuke — Susurro Naruto contra sus labios, antes de volver a adueñarse de estos y robarle el aliento.


El azabache no supo qué hacer durante unos instantes, entonces reacciono y se apodero de la cintura de su novio y correspondió el beso con la misma intensidad que este.


Sus labios se movían con cierto grado de desesperación, con sincronía, y sus lenguas no tardaron nada invadir la cavidad bucal del otro, saboreando y disfrutando de cada rincón de la boca contraria. Ambos estaban dejándose sin aliento y no les importaba en lo más mínimo.


Naruto Jadeo cuando Sasuke le mordió el labio inferior, y no pudo evitar aferrarse a su cuello con más fuerza y no querer soltarlo.


Sasuke rodo sobre su espalda logrando que su novio quedara debajo de su cuerpo, lo que Naruto aprovecho para poder rodear con sus piernas la cintura del azabache. Entonces, la mano del oji-negro viajo hacia el vientre del rubio y la coló dentro de su playera, sintió como Naruto se estremeció bajo su contacto y lo escucho gemir entre el beso. Dejo de besarlo solo para observar su rostro completamente sonrojado y deseoso de más. Entonces volvió a unir sus labios y su mano subió por el vientre del oji-azul y acaricio su pecho.


—Sasuke… — gimió Naruto —, sé que soy un chico, aaah… y no puedo — sus manos se movían sobre el cuello del azabache y jugueteaban con sus cabellos —. Pero hazme tanto hijos como te plazca.


Sasuke se sonrojo hasta la orejas, y el impacto de dichas palabras hizo que volverá a la realidad. Las cosas se habían salido completamente de curso. Eso que estaba sucediendo no era lo que había planeado… bueno si. Claro que lo había planeado y tomado las medidas necesarias. Pero no para el principio.


—Espera, espera — susurro separándose y sacando la mano que acaricia el pecho del rubio.


—¿Qué?¿Qué pasa? — el rubio jadeaba y sus mejillas estaban sonrosadas. Estaba desconcertado por lo repentino de la acción de su novio —. ¿Está todo bien?


Sasuke inhalo y exhalo hondamente varias veces tratando de bajarse un poco la calentura. Un poco más calmado y siendo observado por su novio, el cual continuaba bajo su cuerpo, hablo:


—Me encantaría. Créeme que me encantaría, es más, me muero por hacerlo contigo, pero…


—¿Pero qué? — Naruto lo veía con excitante curiosidad —. ¿Estás nervioso por ser tu primera vez?


De haber tenido algún liquido en los labios, Sasuke se hubiera atragantado y escupido todo. Los colores le subieron al rostro. No podía creer que Naruto estuviera diciéndole precisamente eso.


—¡No! bueno si… bueno no… — el rubio sonrió de medio lado —. ¿Es que tú no lo estás?


—Claro que si… pero también estoy ansioso. He imaginado tanto este momento, desde hace mucho, que ahora que está ocurriendo me es imposible solo quedarme quieto — la mandíbula del azabache se desencajo.


¿Naruto había imaginado ese momento desde hacía mucho? Sasuke no lo podía creer. Su visión de su rubio novio era que era un ser de luz y ternura, incapaz de pensar cosas pervertidas tan subidas de tono como las que él mismo pensaba. Oh, no tenía ni idea de las cosas pervertidas que pasaban por la rubia cabezacita de su novio.


—¿Qué está mal? — cuestiono Naruto, sus ojitos azules observándolo con timidez repentina.


—N-Nada, es solo que… quería que viéramos la lluvia de estrellas y comieras lo que hice para ti — y nuevamente, el rubio sentía que su corazón se derretía de ternura —. Que fuera romántico y e-eso — se mordió el labio. Sonó tan vergonzoso fuera de su mente.


—¿Te destrozaría el orgullo si te digo que lo último que me importa en este momento es la comida?


Sasuke se encogió de hombros, hizo un gesto con los labios, y negó con la cabeza.


—Entonces a la mierda la lluvia de estrellas y la comida. Te quiero comer a ti — sus bronceadas mejillas estaban tan rojas que bien podían ser comparadas con un par de deliciosos tomates. Los tomates le encantaban a Sasuke, por supuesto.


Y escuchar dichas palabras saliendo de sus labios de esa forma tan provocativa y sugerente hizo que, a Sasuke, toda la sangre le bajara a la entrepierna.


Sasuke se rio. Se carcajeo y se coloco de rodillas sobre el oji-azul cubriendo su rostro con ambas manos. Sus mejillas ardían, ardían tanto que no sabía cómo hacer que volviera a su tono normal de color.


«Se supone que yo debo de decir ese tipo de cosas», pensó. Aunque también estaba muy excitado por como su novio lo había dicho.


Se levanto de encima de Naruto y le tendió la mano para que se pusiera en pie. Un tanto, por no decir mucho, decepcionado, el rubio acepto la ayuda.


—¿Y qué hiciste de comer? —cuestiono tratando de no demostrar la decepción en su voz.


Sasuke tiro de su mano y juntos fueron hacia la manta que estaba extendida sobre la gramilla, justo en medio de los grandes árboles y que por cierto tenía una vista hermosa, tal como Kurama había dicho. El agua del rio y laguna parecía brillar, y los capullos luminiscentes se paseaban de aquí para allá, así como estaban iluminados los que estaban fijos en los arboles y los que estaban en las orillas y solo liberaban esporas. El cielo estaba completamente despejado y las estrellas se veían hermosas al igual que la gran Luna.


—¡Oh muchas cosas! — el azabache se puso de rodillas y movió todas las cosas que estaban sobre la manta, dejándola completamente sin nada sobre ella.


—¿Y esta delicioso? — sonrió con dulzura.


—No es por presumir, pero es mi mejor trabajo hasta ahora — la sonrisa del rubio se amplio. Y Sasuke, quien también sonreía, se quedo completamente serio, haciendo que él también dejara de sonreír —. Pero, oye… a la mierda la lluvia de estrellas y la comida — dijo entonces con una sonrisa llena de sensualidad.


Naruto se sonrojo, y después su rostro se ilumino debido a la sonrisa que se instalo nuevamente en sus labios.


—A la mierda — secundo.


Aun de rodillas, Sasuke llego hasta él, quedando a la altura de su vientre. Naruto lo observo desde arriba y paso saliva. El chico poso una mano sobre el vientre del rubio y luego subió la camiseta gris y acaricio directamente el vientre bronceado de su novio. Acerco sus labios y beso la piel.


Naruto cerró los ojos y suspiro.


—Sasuke — jadeo cuando su novio jugueteo introduciendo su lengua en su ombligo. Suspiro quedito los siguientes segundos que el azabache continuo lamiendo dicho lugar, hasta que se alejo y lo observo desde abajo. Naruto tuvo que abrir los ojos y verlo.


—Ven aquí — le dijo deseoso.


El rubio no se hizo del rogar.


Se puso de cuclillas y se sentó sobre las piernas flexionadas de su novio, una pierna a cada costado, y poso los brazos detrás de su cuello. Se observaron a los ojos una vez más. Y Naruto noto el deseo en los negros irises de Sasuke, así como Sasuke observo la impaciencia en la mirada azul de Naruto.


No perdieron más tiempo.


Se besaron, unieron sus labios con anhelo y desesperación. Los labios de Naruto eran suaves y seguros, y la boca de Sasuke se movía sobre la de este de manera ardiente e inquita. El azabache le delineo la comisura de los labios con los suyos, con su lengua, y luego la introdujo y saboreo toda su cavidad bucal y se entrelazo con la de Naruto. Sus lenguas danzaban en sus bocas, explorándolas por completo, rozándose entre sí de forma fogosa y excitante. El rubio jadeo, jadeo que fue acallado por la boca de Sasuke, y entonces Naruto intensifico la fuerza de su agarre sobre el cuello de su novio, pegando más sus cuerpos si era posible.


Se besaron como si el mundo fuera a acabarse en ese instante, como si sus vidas dependieran de ese único momento.


Naruto podía sentir como el calor del cuerpo de Sasuke comenzaba a quemarlo, y como su corazón se aceleraba más y más mientras sus labios descendían hacia su cuello y lamia y succionaba.


—Te deseó tanto — susurro el azabache contra su piel; sus manos se movía sin descaro sobre la cintura del oji-azul y sobre la espalda. El rubio inclino el cuello hacia un lado, exponiendo más su piel e invitando a su novio a que continuara con lo que estaba haciendo.


Sasuke continuó con su labor durante un par de minutos, lamiendo succionando y mordiendo levemente la piel del cuello de su novio, mientras este suspiraba, gemía suavecito y se estremecía ante el contacto de la lengua del azabache.


La camiseta del oji-azul desapareció en un instante, incluso antes de que se diera cuenta. Sin embargo, cuando lo noto, se encargo personalmente de arrebatarle la suya a su novio. Sus labios se unieron una vez más mientras sus manos recorrían el cuerpo del contrario, esa piel expuesta por parte de ambos. Naruto sentía como Sasuke acariciaba y apretaba sus glúteos, mientras él estaba una vez más aferrado a su cuello y jugando con sus cabellos, le encantaban las hebras azabaches de su novio.


Los toques de Sasuke eran como fuego. Naruto sentía que su piel se derretía ahí donde el oji-noche lo tocaba, donde le besaba y succionaba su piel. Sus caricias eran deliciosas. Incluso si trataba de evitarlo, no podía dejar de suspirar. Pero por supuesto, no lo hacía. La excitación aumentaba a cada roce de sus pieles expuestas y calientes.


Y entonces, Naruto sintió como si sus huesos se volviera de cristal y estos se desquebrajaran. Se fue de espaldas y Sasuke lo sostuvo y recostó completamente sobre la manta con extremo cuidado, pues lo amaba y no quería hacerle ningún tipo de daño. Por supuesto, el azabache se recostado encima suyo y quedo perfectamente encajado entre las piernas abiertas del rubio.


Sasuke le busco los labios con los suyos una vez más, como si fueran imanes y se buscaran con desesperación para ser anclados entre sí. Se besaron como si estuvieran tratando de arrancar los barrotes de una prisión que los privaba de su libertad. Como si les robaran el oxigeno y como si solo pudieran obtener más, buscándolo en los labios del otro.


Había fuego líquido corriendo por sus venas y calentando sus cuerpos aun más a cada segundo que transcurría.


El rubio podía sentir, completamente, y era consciente de cómo el azabache se restregaba contra él, contra su cuerpo. A través de las prendas, era plenamente consciente de la excitación de su novio, quien se movía de tal forma que quería que su rubio novio supiera cuan ansioso estaba, cuanto lo deseaba, de cómo su miembro estaba completamente despierto solo por él.. Y era tan jodidamente delicioso y placentero, que el rubio no dudo en mover también sus caderas para así tener un mejor contacto entre sus cuerpos. Sasuke gruño ante los movimientos, y fue música para los oídos del oji-azul el escucharlo. Su excitación se elevo a niveles desorbitados y gimió quedito al imaginar a Sasuke penetrándolo una y otra vez.


Sasuke libero sus labios y lo observo a los ojos. Naruto jamás había visto a su novio tan excitado, con tanto fuego y pasión recorriendo sus venas. Él le acaricio las mejillas durante unos segundos, luego, lentamente fue bajando su mano derecha, acariciando su cuello y sus pezones, bajando un poco más hasta llegar al inicio de su pijama de peluche.


—Que linda pijama — ronroneo contra su oído. Naruto suspiro.


—Se verá más linda cuando me la quites — jadeo quedito.


El azabache beso una vez más la piel del cuello del rubio, volviendo a lamer y succionar, morder suavemente. Logrando que los suspiros y los gemidos suavecitos salieron de esos labios tan deliciosos que lo volvían loco. Continúo llenando su cuello de besos y caricias, bajando poco a poco hasta hacia su clavícula y luego hacia sus pezones. Rápidamente se apodero del derecho y también lo lamio y succiono.


Pero entonces, escucho como su novio reprimía un sonrisita. Trato de ignorarla y continuar comiéndose su pezón, pero entonces la risa fue más fuerte e imposible de ignorar.


—Tu novio está tratando de esforzarse aquí — le dijo, no había ninguna molestia o reclamo en su voz. Su respiración estaba agitada y había un poco de sudor en sus sienes, sin olvidar el rubor en sus mejillas.


Naruto tenía el rostro cubierto con ambas mano, y era notable que continuara riéndose.


—¡Perdón! — dijo descubriéndose —. Es que me haces cosquillas en los pezones — y volvió a reírse —. Al parecer no soy tan sensible en esa zona. ¡Haha!


Sasuke sonrió malicioso. Él conocía un lugar que, sin duda, sería muy sensible.


Un fuerte gemido escapo de los labios de Naruto, y su espalda de arqueo cuando el azabache introdujo su mano derecha dentro del pantalón de su pijama, y sujeto su erecta virilidad.


Sasuke volvió a inclinarse y apoderarse de los labios de su novio, a la vez que comenzó a subir y bajar su mano por toda la extensión del miembro del rubio. Naruto sujeto fuerte la delgada manta que se encontraba bajo su cuerpo. El azabache bajo una vez más al cuello del oji-azul, y este arqueo la espalda y jadeo fuerte ante las carias en su miembro y los besos en la piel de su nuca. Comenzó a jadear y a gemir más sonoramente, por lo que cubrió sus labios con ambas manos para que ningún sonido escapara de ellos. Cerró los ojos fuertemente.


—No calles tu voz — le dijo Sasuke —. Déjame escucharte — su voz fue un susurro lleno de deseo—. Déjame escuchar tu voz, Naruto — insistió. Mientras, sus labios continuaban besando y lamiendo la piel del cuello del oji-azul.


Lentamente, el rubio dejo sus labios descubiertos, y los gemidos y jadeos comenzaron a escucharse, primero bajo y luego fuertemente. Estos volvieron a Sasuke completamente loco. Unió una vez más sus labios con los de su sexy novio en un apasionado y fogoso beso con lengua incluida. Luego comenzó a llenar su cuello y pecho de besos y caricias, bajando poco a poco hasta llegar a su vientre, Naruto se estremeció completamente al sentir como Sasuke comenzaba a bajarle el pantalón del pijama y dejaba libre su erección. La prenda fue lanzada lejos, y el oji-azul jadeo al sentir el aliento de su novio tan cerca de su miembro.


Una enorme descarga le recorrió el cuerpo cuando el oji-noche volvió a tomar su miembro entre sus manos, y lo lamio e introdujo en su boca. Arqueo la espalda e intento levantarse y apoyarse en sus codos, pero el placer de sentir la boca de Sasuke rodear su virilidad era tan grande que no pudo sostenerse y una vez más se encontró recostado en la delgada manta que hacía de colchón para ellos.


De forma lenta Sasuke comenzó a subir y bajar sus labios por el miembro de su novio. Subiendo la velocidad a intervalos y regalando mordiscos en la punta, provocando que Naruto dejara escapar de sus labios, gemidos de total placer. Los cuales hacían que el azabache se excitara aun más de lo que ya lo estaba.


Continúo con la felación un par de minutos más, entre los suspiros y gemidos de su novio, quien tenía el rostro cubierto por una fina capa de sudor; con los ojos cerrados y aferrado fuertemente a la manta bajo su cuerpo. Naruto sentía que iba a volverse loco ante las sensaciones que atravesaban cada parte de su cuerpo. Lamidas y mordiscos fueron repartidos en el miembro del rubio, succiones. La lengua de Sasuke subía y bajaba, subía y bajaba. Con rapidez, lentitud. Haciendo presión para que la sensación fuera más deliciosa.


El rubio sentía que ya no iba a aguantar mucho más.


Entonces Sasuke libero el miembro del oji-cielo de su boca, pero lo apreso con su mano y comenzó a masturbarlo, mientras que el subía y sujetaba de la nuca al amor de su vida y lo acercaba hacia él, uniendo sus labios en un beso. A la vez que su mano subía y bajaba con rapidez por la extensión de todo el miembro del mayor.


Naruto ahogo un gemido en los labios de Sasuke, ante la descarga que le atravesó el cuerpo provocando que su espalda se arqueara; entonces un liquido blanquecido se derramo en la mano del oji-noche, quien libero los labios de su rubio amor, y lo observo: el cabello se le pegaba a la frente debido al sudor; tenía los ojos cerrados; mejillas sonrosadas y labios entreabiertos; su pecho subía y bajaba con rapidez. Podía observarlo claramente, gracias a la luz que irradiaba la bella y enorme luna sobre sus coronillas.


Era tan hermoso.


Su corazón revoloteo en su pecho ante tan preciosa imagen.


Continúo contemplando su bello rostro todo el tiempo en el que logro regularizar su agitada respiración y el latir de su corazón. Naruto entonces entreabrió los ojos, justo en el momento en el que Sasuke sonreía, el rubio también le sonrió. El azabache se acerco a él y volvieron a unir sus labios en un beso lento y dulce pero apasionado y lujurioso.


Sasuke continuaba con la mano sobre el miembro de Naruto, pero sin hacer ningún movimiento, hasta que lo hizo, pero paso de largo y fue directamente hacia el perineo, el cual estaba ubicado entre el miembro del rubio y la entrada de este. Había leído que esa zona era muy estimulante para un chico, era cierto. El oji-obsidiana comenzó a acariciar y masajear esa zona, haciendo que el de adorables marquitas en sus mejillas nuevamente se excitara en demasía y su miembro despertara al ciento por ciento. El rubio nuevamente gemía ante las caricias, y dichos gemidos eran acallados por los labios de Sasuke, quien después de un par de minutos, dejo esa zona tranquila y entonces dirigió sus dedos más hacia abajo, aunque sin hacer nada en concreto.


El azabache dejo de besar a su novio y le susurro al oído:


—Separa las piernas.


Naruto se tenso.


—¿Me va a doler? — cuestiono en susurros.


—Creo que si — respondió con sinceridad.


—Idiota. Tenías que decirme que ibas a ser suave para que no me doliera.


Sasuke sonrió contra su oreja.


—Seré suave para que no te duela.


—Ya no cuenta… solo bésame — dijo posando sus manos en sus mejillas y atrayendo el rostro de su novio hacia el suyo.


El azabache obedeció y también movió su mano sobre la entrada de Naruto, sus dedos estaban cubiertos por la escancia del rubio debido al reciente orgasmo, siendo un perfecto lubricante.


Naruto gimió entre el beso cuando el primer dedo de Sasuke se abrió paso en su interior, pero luego de simular penetraciones; de salir y entrar, salir y entrar, el dolor se volvió placer; y entonces el segundo dedo ingreso. El oji-noche comenzó a hacer movimientos de tijeras. El rubio gemía y suspiraba mientras los labios de Sasuke liberaban los suyos y bajaban una vez más hacia su cuello y lamian y succionaban su bronceada y deliciosa piel.  El azabache continúo con su labor hasta que sintió que ya podía ingresar el tercero dedo. Naruto se removió un poco y frunció el ceño; pero se abstuvo de decir algo. Nuevamente, con los tres dedos dentro, el de ojos negros simulo penetraciones hasta que su novio gimió fuertemente y su rostro se deformo en una completa mueca de placer. Pues había dado en se punto de placer extremo.


Sasuke sonrió totalmente complacido al ver que había alcanzado su objetivo: preparar debidamente a su amado, y hacer que disfrutara.


«Gracias Google», pensó.


Retiro sus dedos del interior del rubio, y este, al ya no sentir nada dentro de sí, levanto la vista y lo observo. Sasuke le sonrió.


Naruto, entonces, se detuvo a pasear la mirada en todo el cuerpo de Sasuke. Cierto era que ya lo había visto sin playera en varias ocasiones cuando habían ido a visitar a Kellie y de paso tomar un baño; pero de alguna forma, su cuerpo ese día parecía excepcionalmente sexy: Sus bíceps. Sus tríceps. Sus pectorales. Los huesos de la clavícula; suspiro, le encantaban los huesos de la clavícula de Sasuke. Su abdomen. Los huesos de su cadera le incitaron a morderlos.


Incluso si no era fornido o estaba completamente marcado. Su cuerpo era tan excitante, tan erótico y sensual. Firme.


Sasuke contemplo el cuerpo debajo de él. Su piel sutilmente bronceada, su cintura estrecha, sus esbeltas piernas y brazos delgados. El cuello de Naruto estaba cubierto de marcas ahí donde el oji-noche había lamido y succionado, y le encantaban. Eran una muestra de que ambos se amaban y que ese hermoso y sexy chico era SU chico. Observo las sonrosadas mejillas de su novio, sus ojos azules que brillaban, su pecho que subía y bajaba. Lo contemplo todo, de pies a cabeza, y no hayo ningún defecto, al contrario, era lo más bello y perfecto ser que nunca antes sus ojos tuvieron el privilegio de ver.


—Eres hermoso — le dijo, y Naruto vio en sus ojos tanto deseo.


El rubio se incorporo con ayuda de sus brazos, y extendió sus manos, las cuales viajaron hacia el cierre del pantalón, y quitaron el botón del ojal para luego bajar el cierre. Con ayuda de Naruto, Sasuke se despojo de sus pantalones quedando solo en bóxer.


Naruto paso saliva cuando observo el bulto entre las piernas de su azabache novio, cubierto por la tela de la ropa interior. Sasuke observo su rostro sin perder detalle alguno de su expresión o movimientos. Lo contemplo durante unos segundos, luego le sonrió. Naruto paso saliva una vez más, y tomo entre sus manos el elástico del bóxer y lo bajo completamente. Sasuke quedo completamente desnudo, y el oji-cielo no pudo evitar estremecerse cuando observo el miembro de su novio.


Llevo una mano hacia la virilidad del azabache y la poso allí, fijando su azul mirada en el rostro de Sasuke para no perderse ninguna de sus expresiones. Acaricio su miembro y su novio gruño en excitación. Cerró los ojos, suspiro y continúo disfrutando de las caricias que Naruto estaba regalándole.


—¿Te gusta? — susurro el rubio.


Sasuke abrió los ojos y los clavo en los azules de su novio. Se mordió el labio inferior a la vez que sonreía.


—Sí.


Naruto sonrió complacido.


Las caricias continuaron por un tiempo, y eran deliciosas pero… Sasuke quería que algo más a parte de la mano de Naruto apretando su miembro. Quería sentirse dentro de su novio, quería unirse con él. En cuerpo y alma.


Tomo la mano de Naruto con la suya y la aparto con suavidad de su virilidad. Se inclino hacia él, uniendo sus labios e indicándole en silencio, que volviera a recostarse. El rubio lo hizo, y gimió fuerte entre el beso cuando su miembro y el de Sasuke se rozaron en su desnudez, al haberse acomodado entre sus piernas.


Los besos continuaron así como las caricias y la fricción entre sus cuerpos desnudos.


—Sasuke — jadeo Naruto, y Sasuke supo cuanto su rubio novio lo deseaba dentro de su cuerpo.


Estiro la mano buscando su pantalón, lugar donde tenía guardado un condón. Lo tomo y lo llevo a sus labios para ayudarse a abrirlo.


—No lo uses — suplico la deseosa voz del rubio.


El azabache lanzo lejos el condón y se inclino sobre su novio y le metió la lengua en la boca cortesía de un beso profundo y lleno de lujuria y pasión. Tomo su propio miembro con una mano, y lo dirigió hacia la entrada de Naruto.


—Hazlo — susurro el rubio.


Naruto apretó los ojos con fuerza al sentir ese pedazo de carne adentrarse en su ser. Y Sasuke, él no pudo reprimir un pequeño gemido al sentir como su virilidad era apresada por esas estrechas paredes, como ese calor del cuerpo de su rubio novio lo rodeaba de forma deliciosa. Una pequeña lagrimita resbalo por la mejilla de Naruto, la cual Sasuke limpio para luego besar su sonrosada y suave mejilla.


—¿Te duele demasiado? ¿Quieres que me detenga? — cuestiono el azabache al ver otra lagrima escapar de esos hermosos ojos color cielo despejado.


Y esos ojos se clavaron en él.


—Tú te detienes, Uchiha Sasuke… y yo te corto el pito.


A Sasuke le fue imposible no sonreír.


—Te quiero, Naruto — le susurro al oído antes de, con una sola estocada, terminarse de adentrar en su rubio.


Un fuerte gemido salió de las bocas de ambos. Para Sasuke fue uno lleno de placer. Para Naruto había cierto dolor mesclado.


Pero esto paso a segundo plano cuando el azabache asalto su boca y comenzó a devorarla con fervor, nublando su mente y logrando que se centrara solo en esa lengua entrelazándose con la suya. Se aferro a la espalda de su novio y sus uñas se incrustaron en esta, pero a Sasuke en vez de dolerle solo le excito más. Estuvieron así por varios minutos, besándose y acariciándose, hasta que el dolor fuera remplazado con placer. Un completo y delicioso placer.


Naruto se movió para indicar a Sasuke que ya podía comenzar el vaivén, que no dolía.


Las estocadas fueron lentas al principio pero deliciosas, sus cuerpos se fundían en uno de forma extraordinaria y placentera, y chocaban entre sí de manera armoniosa. Pronto Los vaivenes subieron de nivel, se volvieron más veloces más rítmicos…


-¡Aaahh… Sasuke…! — escuchar la excitada voz de Naruto contra sus labios fue sumamente delicioso.


El cuerpo de Naruto vibro, su espalda se irguió y sintió tocar el séptimo cielo, Sasuke había tocado un punto dentro de él que lo volvió loco. El azabache tenía los ojos cerrados y no podía dejar de jadear y gruñir contra el cuello de su novio, quien se aferraba a su espalda con fuerza y sus uñas rasgaban su carne. Se sentía tan bien, tan rico. Esa sensación envolvente y abrumadora excitación.


Las estocadas subieron drásticamente de tono, eran más salvajes, más fuertes, más profundas y más certeras, todas dirigidas a ese punto donde todas las sensaciones chocan y se disparan hacia todo el cuerpo de Naruto, y de alguna forma, también hacia el cuerpo de Sasuke, quien sentía tanto placer y excitación con su novio bajo su cuerpo. Naruto gemía y gemía, los jadeos y suspiros salían sin control de sus labios e inundaban los canales auditivos de Sasuke, haciendo que su excitación subiera de nivel.


Sus cuerpos bañados en sudor se complementaban de manera exquisita, los sonidos sexuales eran tan sonoros que podían escucharse desde lo lejos, junto con sus agitadas respiraciones y acelerados latidos de sus corazones. Pero no era como si a ellos les importaba si alguien podía oírlos, no ahora, no en ese momento. No cuando estaba en la manifestación más pura y hermosa del amor, metidos de lleno en su perfecta y hermosa burbuja individual.


—Sasuke… yo… — susurro Naruto, pero Sasuke no lo dejo continuar pues se adueño una vez más de sus labios, a la vez que con sus manos abría más las piernas del rubio, y las envestidas y el chocar de cuerpos aumentaba drásticamente de ritmo. El miembro de Sasuke llegaba hasta lo más profundo del rubio, y este sentía que iba volverse completamente loco de placer.


Gemidos. Jadeos. Suspiros ahogados en los labios del otro. Movimientos frenéticos de caderas. Sus cuerpos chocando. Rápido. Profundo. Sudor perlando sus cuerpos. Sonidos sexuales. Placer recorriendo cada parte de sus almas.


Contracciones en sus vientres, espasmos, respiraciones agitadas.


Hubo un fuerte gemido de parte de ambos, el cual murió en sus bocas cuando el clímax finalmente los alcanzo y los llevo a pasear al séptimo cielo.


Sasuke se dejo caer suavemente sobre el cuerpo Naruto, las respiraciones de ambos eran muy agitadas, sus corazón latían fuerte y aceleradamente, pequeños espasmos continuaban recorriendo y haciendo vibrar sus cuerpos.


Y estuvieron así varios minutos…


Una vez sus respiraciones se fueron normalizando, Sasuke salió suavemente del cuerpo de Naruto, arrancándole un gemido en el acto, ya que esa zona aun continuaba estando demasiado sensible. Se acomodo a un costado del oji-azul y lo atrajo hacia si de forma posesiva. El rubio se abrazo fuerte a la cintura de Sasuke mientras el menor lo abrazaba por la cintura. El sudor perlaba sus cuerpos.


En los labios de ambos, se encontraba una eterna y cansada, pero deslumbrante sonrisa.


Entonces, en el cielo nocturno y estrellado, una estrella fugaz descendió. Y a ella le siguieron docenas más. Pronto, el firmemente se tiño de un manto hermoso de estrellas que descendían hacia la tierra, dispuestas a cumplir los deseos más profundos de las personas puras de corazón.


Ellos, uno junto al otro y en su desnudez, no se les ocurrió ningún deseo que pedir. Pues todo lo que deseaban estaba ahí, junto al otro.


Y el cansancio físico cobro factura. Allí, acurrucados entre ellos y sintiendo la tibieza del cuerpo contrario, Morfeo los recibió con una sonrisa en el rostro y los cargo en brazos hasta el mundo de los sueños.


 

Notas finales:

Y eso fue todo.


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


PASTELITOS DE LIMON, QUISIERA DECIRLES ALGUNAS COSAS, PERO ENSERIO, ME MUERO DEL SUEÑO. YA CAIGO.


Yo espero y el cap. si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que el ángel cuide de sus preciosas almas. Besos y abrazos para todos. Se les quiere mucho, bellos lectores.


Hasta la próxima


 


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