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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

¡¡Hola mis pastelitos de limón!!

¡¡Feliz Navidad atrasada y prosperó año nuevo adelantado!!


Aaahhhh, como extrañaba publicar. Jzmdlxlxnd lo amo mucho lectores. Lo digo en serio.
Pues nada que decir, solo que hice lo necesario para poder actualizarles hoy. De verdad les agradezco mucho la paciencia que me tienen, ustedes son l@s mejores. Q

uienes me dejaron su hermoso y sensual review: SotenSama, Bray, Neji_hyuga, yumin45, love sasunaru, Mili, paulaebss. ¡Besostes para todos ustedes chicos, de verdad me hicieron muy feliz con sus comentario. Gracias de Todo corazón.

Los personajes le pertenecen al increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Hice lo mejor en la revisión pero estoy segura que más de alguno se me paso.


Sin más que agregar que, esperó de todo corazón que el capítulo sea de su agrado, los dejo leer.

 

 

TENSIÓN

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Los negros ojos de Shisui estaban fijos en el techo. Quien lo viera en ese momento creería que estaba en una especie de trance, y de alguna forma lo estaba. Él se encontraba absorto en sus pensamientos. Divagaba sobre lo ocurrido hacia unas horas. Específicamente, los sucesos respecto al chico de ojos dorados y, extrañamente, azules cabellos.

—¡Eh! ¡Despertó la bella durmiente! — Desde el marco de la puerta, Itachi dijo. Espero que volteara a verlo pero el chico ni se mosqueo —. Estaba considerando seriamente la idea de besarte, ¿sabes?

Sin desviar la vista del techo, Shisui hizo una mueca. Él tenía la cabeza vendada.

—Eres un exagerado — respondió —. Solo estuve inconsciente un par de horas.

—¿Un par de horas? — el de coleta baja cerró la puerta y termino de adentrarse completamente en la habitación. Su primo al fin volteo a verlo, justo cuando tomaba asiento en la silla junto a la camilla donde él se encontraba —. Llevas inconsciente dos días.

El chico de cabellos más cortos alzo las cejas, realmente sorprendido. Siendo sincero, él sintió como si tan solo hubieran pasado una cuantas horas. Pero, claro, esto era normal. En la inconsciencia el tiempo transcurre de diferente manera.

Itachi observo en silencio, como su primo hacía gestos, muecas. No iba a admitirlo en su cara, pero cuando lo había encontrado en el bosque, porque claro que fue él quien lo encontró, se había preocupado demasiado.

Habían estado tras la pista de «El carroñero» desde hacía una semana. Dicho sujeto era sospechoso en la investigación de varios asesinatos, además de que tenía orden de captura por robo agravado e intento de secuestro; por lo cual debían tener cuidado. El tipo era peligroso. Les fue difícil el encontrar una buena oportunidad para apresarlo, de hecho, se les escapo luego de robar un vehículo mientras lo perseguían a pie. Antes de que Itachi se hubiera dado cuenta, Shisui ya había hecho uso de su placa y tomado prestado otro automóvil, algo que realmente no le sorprendió pues bien sabido tenía que Shisui tendía a olvidarse de su compañero en ese tipo de situaciones. Él de ojeras se había quedado atrás unos minutos pero, luego él también en un auto, fue por el camino que su primo le había informado cuando le llamo para saber su ubicación.
No se preocupó cuando encontró el vehículo que el criminal había robado, volcado y con en evidencia de disparos en los neumáticos, y así mismo también al ver el que Shisui había tomado prestado, pero este solo estacionado de forma apresurada a un lado del camino; ni siquiera había cerrado la puerta. Sabía que el chico era bueno, excelente a decir verdad, no dejaría que el tipo se les escapara por segunda vez, manejaría la situación perfectamente. Sin embargo, al encontrarlo sin camina e inconsciente en el bosque, un nudo se había formado en su garganta. Era su primo después de todo; no es que se llevaran de las mil maravillas, pero lo apreciaba sinceramente.

—¿Qué fue lo que ocurrió? — Cuestiono volviendo al presente.

Shisui clavo sus ojos en él.

—¿Tu qué crees?

—No estoy seguro — dijo sincero —. Claramente no pudo haber sido «El carroñero». Por cómo se encontraba fue obvia la manera en la que lo dejaste fuera de combate y esposaste, antes de que ocurriera lo que fuera que te haya pasado — su primo asintió dándole la razón —. ¿Un oso quizá? Probable, pero no. No hay evidencia física que lo pruebe: Ni huellas, ni marcas de garras en tu cuerpo. El cual por cierto, no muestra mayor daño que los arañazos en tu espalda, provocados por el tronco del árbol contra el que chocaste, y así mismo el golpe en la cabeza que te dejo dos días inconsciente — Shisui nuevamente se limitaba a sentir ante lo dicho por el ojeroso —. La verdad diría que ni siquiera querían lastimarte realmente pues, en serio, no hay más daño en tu cuerpo que revele algún tipo de agresión física. Eso o no dejaste siquiera que te tocaran, lo cual no es muy probable pues, si hubiera sido yo, luego de haberte dado tremendo empuje, te hubiera dado unos buenos punta pie en la cara y… si, todo el cuerpo — Itachi sonrió.
El de cortos y en ese momento enmarañados cabellos rodo los ojos.

—¿Y la conclusión es?

—Hiciste algo que asustara a quien sea que estuviera contigo en ese momento. Lo que provoco que te empujara, pero se pasó de fuerza y te estampo contra el árbol. Se asustó aún más de lo que ya lo estaba y luego se largó por fuera que hubiera llegado.

—No diría que fue así exactamente, pero tampoco vas por mal camino.
Itachi sonrió. Estaba sonriendo demasiado para desagrado del chico en la camilla.

—La cuestión es: ¿Qué fue lo que hiciste, y a quién? — esa sonrisita se amplió —. Ciertamente tengo teorías. ¡Oye, estabas semidesnudo! ¿Qué querías hacer, picaron? — Shisui lo fulmino con la mirada —. Aunque, para empujarte con tremenda fuerza, tuvo que haber sido un tipo enorme. Pero, hey, cada quien con sus gustos…
El mayor trabo los ojos, tenía unas ganas enormes de cerrarle la boca a su primo a punta de golpes…

—¿Pero? — dijo en cambio.

Oh, siempre había un «pero».

—En la escena habían huellas, de humanos, sí, pero eran huellas demasiado pequeñas para tratarse de algún tipo que se inyecte esteroides, además de que eran de pies descalzos. Así que ¿Quién fue? Una mujer, sinceramente lo dudo, y no es porque este subestimando el poder femenino, es solo que simplemente la fuerza utilizada fue demasiada. Mira que dejarte inconsciente y con tremendo golpe en la espalda, además de lo dañado que quedo el árbol, cabe decir — se cruzó de brazos y de la sonrisita burlona que antes había tenido, no quedaba ningún vestigio —. Así que, dime, ¿Quién te hizo esto? ¿Un enano diabólico?

Shisui suspiro.

—No me creerías si te lo dijera.

—Inténtalo — le alentó — ¿Quién es tan jodidamente fuerte, y al parecer pequeño, como para haberte dejado fuera de combate dos días?

Uf, Shisui en verdad no quería darle respuesta a esa cuestión. No porque dudara de su salud mental, porque no lo hacía, era todo lo contrario. Creía, demonios, estaba completamente seguro que lo que había ocurrido en el bosque no era producto de su imaginación. De todos modos, no podía ir y estar diciendo: «un chico de bonitos ojos dorados y, extraños pero lindos, cabellos azules; que únicamente utilizaba un Yukata sobre su blanca piel y que además iba descalzo, y de paso estaba casi en los huesos, ¡Se había vuelto, en mis narices, invisible y me había mandado a volar con tremenda fuerza haciendo que me estrellase contra un árbol!».

¡Y una mierda!

Oh, si decía alguna palabra de ello, ya veía a Itachi llamando al Médico y pidiendo que le realizaran algunos exámenes pues al parecer había recibido más daño del que se creyeron en un principio.

No, gracias.

Lo último que quería era que al contar su historia lo tacharan de loco, suficiente tenía con decirse así mismo que era una completa tontería, pero aun así continuar creyendo lo que sus ojos vieron. Seguro toda tenía una explicación lógica. Tampoco quería ser como ese chico rubio que fue amigo de Sasuke hacia unos años. Vaya que ese chico realmente estaba con los tornillos flojos. Mira que decir que existían criaturas mágicas en el bosque. Que tont…

—¡Ah! — grito de repente.

Decir que Itachi no pego tremendo bote en su lugar, seria mentir. Él había estado esperando pacientemente a que su primo se dignara a hablar, lo había visto hacer gestos y tener lo que parecía un debate mental… y entonces le salía con eso.
—¿Y a ti, que demonios te pasa?

Shisui se inclinó hacia él y lo tomo de los hombros.

—¿¡Cómo se llama ese chico que trabaja en el Mini-Market de la avenida 3!?

—Hay varios chicos trabajando en ese Mini-Market, se mas específico.
Shisui gruño como respuesta, pero Itachi tenía un punto. Libero los hombros de su primo y se recostó nuevamente contra las almohadas.

—Hablo de ese que era amigo de Sasuke cuando eran unos renacuajos.

—¡Ah! ¿Te refieres a Naruto?

—¡Sí, ese!

—¿Qué con él?

—SÍ, ¿Qué con él?

Ambos primos dirigieron la vista hacia la puerta, en el marco de esta se encontraban tanto Sasuke como Sai. El primero termino de adentrarse en la habitación, mientras que el segundo se encargó de cerrar la puerta.

—¿Y bien? — Sasuke se cruzó de brazos una vez estuvo a un costado de la camilla, en el costado contrario de donde se encontraba Itachi —. ¿Qué pasa con Naruto? — su entrecejo fruncido denotaba su molestia, eso y que su pregunta había sonado demasiado brusca.

Itachi sonrió de medio lado ante la actitud de su hermano.

—¿Por qué tan agresivo, hermanito? — pregunto divertido. El de cabello de cacatúa lo fulmino con la mirada, lo que provoco que su hermano se divirtiera aún más.

A Shisui no le tomo nada de tiempo analizar la escena frente a sus ojos. ¿La conclusión? Sasuke continuaba hablándole a Naruto, a pesar de que su tío Fugaku se lo había prohibido rotundamente. No fue difícil de suponer, después de todo, ya había visto cierto patrón en el comportamiento de los hermanos en varias ocasiones atrás. De todos modos, si había quedado alguna duda, esta de disperso ante la siguiente pregunta que Sasuke hizo… de una forma que definitivamente no espero.

—¿Qué asuntos tienes con mi novio? — interrogo impaciente, pues Shisui simplemente no había dicho nada y eso lo puso de los nervios.

Sasuke tardo un segundo en darse cuenta de lo que había dicho. Tanto Shisui, como Itachi y así mismo Sai, jamás habían visto, ni creyeron ver alguna vez, al azabache con la cara tan rojo como esos mismo tomates que tanto amaba.

—Q-Quiero decir…

—Quisiste decir exactamente lo que dijiste — Itachi le restó importancia. Shisui y Sai asintieron con la cabeza.

—¡Mierda! — mascullo a la vez que desviaba la vista.

¡Eso había sido jodidamente vergonzoso! O sea, no es que se avergonzara de decir que era novio de Naruto… bueno sí. ¡O sea, no!

¡No le avergonzaba decirlo! A lo que se refería, era que dejo que sus emociones salieran a la luz. Él precisamente, quien no solía ser muy expresivo que se diga y trataba, la mayor parte del tiempo, de mostrarse sereno. Quizá un tanto indiferente. ¡Pero habían mencionada a Naruto! ¿Cómo no iba a alterarse por eso? Su sola mención removía todo su mundo.

Eso y que su primo había estado inconsciente por dos días, debido a cierto incidente del que nadie tenía certeza que había ocurrido. Pero entonces se despertaba y preguntaba por su novio. ¡Su novio! Para cualquiera resultaría sospechoso, lo viera por donde lo viera. Como si Naruto hubiera tenido que ver algo con lo que le sucedió. ¡Desgraciado! ¿Cómo se atrevía?

Suficiente tenía el rubio con que las personas lo vieran mal con respecto a esas hermosas criaturas que, por incrédulos y nada confiables, no podían ver. Como para que ahora lo marcaran como sospecho de algo que, obviamente, no hizo; pero por lo cual lo sería interrogado de todas formas.

El punto era: le avergonzó no saber controlarse y soltar dichas palabras, cuando debió mantener la calma y escuchar que era lo que Shisui tenía que decir al respecto. Si tenía razón o había divagado demasiado del porque su primo quería saber de su novio.
Shisui se mantuvo en silencio, observando intercaladamente tanto a sus primos como a su hermano.

No tenía nada que decir respecto a la relación de Sasuke con Naruto, y si tuviera, igual no lo haría. Pero si el chico estaba con él rubio, significaba que le creía cuando decía que veía criaturas mágicas en el bosque, lo cual no sería extraño, pues ya una vez había dicho que vio a cierta criatura cuando sucedió el accidente donde lamentablemente falleció su madre. Eso o que solo fingía creerle para… ¿ayudarlo de alguna manera? Bueno, la verdad es que no tenía idea de que pasaba por la cabeza de Sasuke.

Lo importante en ese momento, era que estaba con la espalda contra la pared. Tenía que decir algo sí o sí. Esos tres pares de ojos negros sobre él, ya lo estaban poniendo un tanto de los nervios. Había sido él quien menciono al chico así que debía dar una explicación del porqué de ello. Esperaba no se rieran de él y menos Sasuke, porque si no, iba a molerlo a golpes por atreverse a burlarse de él, cuando salía con un chico que aseguraba peores cosas.

Suspiro hondamente antes de abrir la boca y comenzar a relatar lo que había ocurrido. Los chicos permanecieron en completo silencio hasta que su historio termino.

—Entonces recordé que Naruto decía que habían criaturas mágicas en el bosque, magia. Se me ocurrió que si alguien podría saber algo respecto a quien era ese chico, debía ser él. Ya saben, porque vive en el bosque.

Silencio.

Nadie decía nada.

—Ese chico… — comenzó a decir Sasuke —, ¿Dices que tenía los ojos dorados y el cabello azul?

Shisui asintió.

—Sí.

Y entonces, ocurrió algo realmente sospecho ante los ojos de Shisui. Su hermano y Sasuke se observaron de reojo con una complicidad extraña. Ambos estaban tensos, no se reían… de hecho, parecían ocultar algo y fuera lo que fuera, los dos acaban de acordar no decir absolutamente nada.

Itachi, por su parte, se mordía los labios para no reírse, pues su primo realmente parecía muy serio, y crédulo, ante lo que les había contado. No podía ir y reírse en su cara. Bueno, sí que podía, pero no debía. Seguro que si se atrevía, Shisui lo noquearía en un instante. Y vaya que lo había visto dejar fuera de combate a otras personas en un santiamén… así que, no gracias.

—Sasuke, Sai — la voz de Shisui se hizo escuchar — ¿Hay algo que deban decirme?

Los chicos se tensaron aún más, fue Sasuke quien hablo:

—No deberías mencionar ni una sola palabra de eso a mi padre. Lo único que hará, será mandarte a hacer una resonancia magnética.

Itachi hizo una Mueca. Ciertamente eso haría su padre. De hecho, el mismo Itachi se sentía muy tentando a hacerlo.

—Esa es una muy buena opción — se atrevió a decir —. Lo veas por donde lo veas, está muy loco lo que acabas de decir. Admito que la situación es extraña, pero explicarlo de ese modo es pasarse y por mucho. Quizá y en verdad estas confundiendo las cosas. El golpe en la cabeza fue muy fuerte.

Su primo tenía un punto, Shisui también lo admitía aunque muy a su pesar. Pero de ser así, ¿Qué era lo que en verdad había ocurrido? El mismo Itachi le había dicho sus conclusiones. Había admitido que no tenía idea de quien pudo haber estado allí ese día. La evidencia no concordaba.

¿Qué mas pudo haber sucedido, que lo que el perfectamente recordaba? Además estaba ese detalle de la actitud de su hermano y primo
—De verdad no digas nada — insistió el de cabello de cacatúa.

—Tiene razón — secundo Itachi —. No te tomaran en cuanta. De todos modos, continuare investigando hasta dar con lo que realmente sucedió. Volveré al lugar, quizá y haya pasado algo por alto — Shisui hizo una mueca. No estaba del todo de acuerdo, o sea, él desde un principio no quería decirle nada a su tío Fugaku, pero ahora no sabía que hacer realmente. Nadie iba a quitarle de la cabeza que lo que había visto no era más que la verdad — Hazme caso, Shisui. Mi padre se pondrá muy molesto si se entera de que...

—¿Enterarme de qué?

Los cuatro chicos en la habitación dieron un brinquito en su lugar. Shisui incluido pues incluso si la puerta estaba de frente a él, por estar pensando en otras cosas no había notado como esta se abrió.

Los tres jóvenes restantes giraron la vista hacia el hombre. Este ya había cerrado la puerta y en ese momento permanecía de pie, justo en medio de la habitación, con la expresión inmutable y cruzado de brazos esperando una explicación.

—E-Enterarte de que… — Itachi se apresuro a hablar, aunque algo atropellado, y no es que le tuviera miedo a su padre era solo que, joder. Bueno sí, cierto era su padre le ponía los pelos de punta a cualquiera —. Enterarte de que… ¡Shisui no recuerda nada de lo que sucedió!

El entrecejo de Fugaku se frunció. Dirigió la vista hacia su sobrino mayor.

—¿Es verdad? — cuestionó.

Shisui lo dudo, pero lo cierta era que sus primos tenían razón. Si le contaba lo que recordaba, su tío seguro lo ignoraría y luego mandaría a hacerle la dichosa resonancia magnética.

Suspiro resignado.

—Lo siento… — los chicos se tensaron —. Es cierto.

De repente, el aire se volvió muy pesado en la habitación.

Definitivamente, Uchiha Fugaku estaba molesto. Como Itachi le había dicho a Shisui, tenían teorías de lo que pudo haber ocurrido, y como debería más o menos lucir el atacante. Aunque la evidencia física decía otra cosa; lo cual era un asco. Sin embargo, había esperado aclarar todas las dudas que se presentaban cuando su sobrino reaccionara.

Pero resultaba que no recordaba nada respecto a ello… ¡Maldita sea!

No había una pista certera y el testigo no podía dar declaración en ese momento.
Claro que Fugaku iba a estar molesto. Quien fuera el maldito que había atacado a Shisui, se estaba saliendo con la suya. Cuando encontrara al sujeto, este se iba a enterar de quien era Uchiha Fugaku. No solo había lastimado a uno de sus subordinado, si no que también a su sobrino.

—Es bueno ver que ya estas despierto — dijo, lo cual libero un poco de tensión —. ¿Cómo te sientes?

—Estoy bien, tío. Me duele un poco la cabeza pero nada más.

—Bien. Descansa por hoy. Ya hablaremos mejor de este asunto mañana — Shisui asintió —. Itachi, estas a cargo de la vigilancia.
—Como ordenes, padre.

Sin agregar nada más, giro sobre sus tobillos con dirección a la puerta, la abrió y luego se marcho de la habitación dando un pequeño portazo. Los cuatro chicos permanecieron en silencio durante unos segundos, observando el lugar por donde el hombre se había marchado.

—Uf, esta furioso — Itachi remarco lo obvio.

—No me digas — Shisui rodo los ojos.

—Pero eso es mucho mejor a que te este tratando como un lunático — Sasuke dijo —. Créeme, lo s — Sai asintió, completamente de acuerdo con el cabello de cacatúa.
Shisui suspiro hondamente.

—Admito que no seria agradable — centro su atención en los dos menores —. No diré nada, bien puedo dar otra versión de alguna forma involucrando a este chico de ojos dorados y cabellos azules, pero igual resultar muy extraño y no se me ocurre nada y la verdad no me conviene. Pero eso no significa que dejare el asunto de lado — se escucho un suspiro por parte de Itachi, el cual fue ignorado olímpicamente —. Ustedes dos no me engañan. Sus reacciones fueron sospechosas… estoy seguro que me ocultan algo.
—¿Pero que estas diciendo? — intervino el de coleta baja —. ¿Cómo van a saber ellos algo?

—¡No tengo idea, Itachi! — elevo la voz a la vez que fijaba su vista en los ojos de su primo mayor. No es que realmente lo haya hecho a propósito, así que inhalo y exhalo hondamente antes de continuar —. No lo sé — dijo ya calmado —, pero sus actitudes ya me hicieron dudar — volteo a ver a los menores una vez mas —, así que harán lo que les diga para sacar esas ideas de mi cabeza.

Los chicos se miraron entre ellos antes de asentir con resignación.

—¿Qué quieres? — Cuestiono Sasuke.

—Desde antes te digo que no te diremos nada, hermano. Porque, ¿qué crees? No sabemos ni papa.

Como si Shisui fuera a creerles así de fácil.

—Bien, no les pediré que digan algo que no saben. Pero a cambio, van a ir a buscar a Naruto, y lo va a traer frente a mi.

—¡Por supuesto que no! — Sasuke ni lo pensó. Estaba indignado por la petición de su primo.

—Hagan lo que digo, Sasuke. Ahora no estoy de humor, así que no me presionen porque podría hacer algo de lo que me puedo arrepentir después.

—¿A que te refieres? — el cabello de cacatúa se cruzo de brazos.

Shisui lo observo con seriedad.

—Tío Fugaku esta buscando un sospechoso — recalco —. Si no vas y traes a Naruto ante mi, para que pueda hablar con él por la paz… voy a darle a tu padre lo que esta buscando.
Los ojos de Sasuke se expandieron con incredulidad.

—No te atreverías.

—Pruébame.

—¡Hermano! — Sai estaba igual de indignado que Sasuke.

El silencio reino junto a la tensión en el ambiente. Tanto el cabello de cacatúa como el piel de lecho, fulminaban con la mirada a Shisui, quien les sostenía la mirada sin inmutarse en lo absoluto. No estaba bromeando. Realmente lo haría, es lo que ellos veían en su mirada.

—Sasuke —;fue Itachi quien rompió un poco la tensión. A regaña dientes, el chico volteo a verlo —. Has lo que te pide.

—¡Pero…!

—Sasuke —;volvió a llamarle, su voz tranquila —. Solo hablara con él, ¿Verdad, Shisui? — el susodicho asintió.

El azabache se mordió el interior de las mejillas. Pasaron eterno segundos hasta que finalmente suspirara en aceptación. No dijo nada, solo se giro y se marcho con Sai detrás de él, el cual dio un portazo al cerrar.

Otro suspiro se escucho. El de Itachi.

—Realmente estas muy desesperado, ¿no? — el ojeroso hablo nuevamente —. ¿Estas realmente seguro que lo que recuerdas es lo que en verdad paso?

Shisui lo observo durante un instante, luego fijo la vista en las palmas de sus manos, las cuales reposaban sobre sus muslos. Esas mismas manos lo habían tocado, incluso aun recordaba la sensación de la tela con la que estaba hecha el Yukata. Suave. Seda quizá. También recordaba como las pequeñas manos de ese chico habían tocado su rostro. El contacto también se había sentido suave. Además… estaba el aroma. ¡joder! Menta, canela y cereza. Si cerraba los ojos, aun podía oler esa esencia, para nada masculina pero deliciosa, en el aire a su alrededor. Pero, sin duda, lo que más estaba grabado en la memoria de Shisui, eran esos enormes y hermosos ojos dorados.

Su cabello azul era muy llamativo y bonito, pero fueron esos preciosos ojos lo que lo dejaron sin aliento un instante.

¿Podía realmente la mente humana crear algo tan complejo y hermoso? ¿Podía una persona imaginar algo tan real y bello? Shisui sabia de sobra que sí. Pero él estaba ciento por ciento seguro que su encuentro con el chico de dorados irises no había sido obra de su imaginación.

—Si — respondió a la pregunta hecha por su primo —. En su expresión no había ningún indicio de duda —. Y te lo voy a probar, encontrando a ese chico.

 

Mientras tanto, Sasuke caminaba con dirección al bosque, como si fuera víctima de posesión demoníaca.

¡Maldita sea con Shisui y con Itachi!

—¿Tenias alguna idea? — Se atrevió Sai a cuestionar, él caminaba a su lado.

El cabello de cacatúa se obligo a tranquilizarse un poco, pues su aura lúgubre y semblante mosqueado, delataba su estado de animo. Y no quería estar molesto cuando llegara con Naruto. Podría hacer cualquier estupidez.

—Ninguna — respondió al fin —. No he hablado con Naruto estos últimos dos días. Se supone que nos veríamos hasta hoy, luego de medio día ya que solo trabajaría medio turno. Seguro ya estaba en su casa — observo la hora en su celular, 1:14 p.m. marcaba en la pantalla —. ¿Y tu? ¿Gaara no menciono nada? ¿El Guardián?
Sai negó.

—Absolutamente nada… aunque si parecía un poco decaído últimamente. No ha bajo de su nido, del árbol, estos días, y además ha permanecido en su forma ave. Pregunte pero nadie parecía saber lo que ocurría. Incluso hasta creía que estaba depresivo por que le arruine un shippeo.

—Ahora que lo mencionas… - medito Sasuke —, me pregunto dónde podía encontrar al novio de Itachi. Pero bueno — sacudió la cabeza —. Por lo que dijo Shisui y me cuentas sobre el Guardián, no cabe duda de que realmente fue él.
Sai asintió.

—Pero, ¿Por qué ataco a tu hermano?

—Definitivamente porque estaba asustado.

—Sí, pero, ¿para que se dejó ver en un principio si iba a reaccionar así? Recuerda que fue él quien se planto detrás de tú hermano. Y como es Shisui, su reacción fue acorde a la situación.

—¿Iba caminando por el bosque y no lo vio? – Sai se encogió de hombros.

—No lo creo, ya que el encantamiento que rodea al bosque debería de haber bloqueado la visión de Shisui – Sasuke se llevo una mano al mentón, en pose pensativa —. ¿No será igual que tu?

—No, para nada. Estoy completamente seguro.

—Entonces, ¿Cómo es que pudo verlo? Recuerda que el Guardián tiene demasiada magia lo que significa que debe ocultarla usando un encantamiento sobre él, o cualquiera en la cuidad podría verlo. Según me dijo Naruto, incluso lo usa estando el bosque, solo por si acaso.

—¿Insinúas que se dejo ver a propósito?... oh, lo siento — por ir tan enfrascado en la conversación con su primo, Sai golpeo el hombre de una persona a la que ni le vio el rostro. Solo se disculpo y rápidamente volvió la vista hacia Sasuke.

Este se encogió de hombros.

—¿Qué mas podría ser?

—¿Entonces estas sugiriendo que intento atacarlo por la espalda?

—Claro que no, Sai. Hablo de que quizá presencio con lujo de detalle el arresto y se quedo impresionado, tanto que se olvido de mantener activo el encantamiento en si mismo. O quizá solo quería hablar con él.

Sai alzo una ceja.

—¿Hablar de que?

Sasuke volvió a encogerse de hombros. Si supiera, obviamente no estaría carcomiéndose el cerebro tratando de averiguarlo. Suspiro.

—Tu hermano tiene un jodido punto — acepto el azabache muy a su pesar —. Si alguien sabe algo, ese definitivamente es Naruto.

Lo primero que harían al llegar junto a su novio, seria preguntar porque, ¿para que negarlo? La curiosidad era demasiada.

 

Naruto salto de la cama cuando escucho unos toquecitos en la puerta. Por lo que Kurama soltó un suspiro.

«Adolescentes», dijo. «El amor los aloca más de lo que ya lo están».

El chico rubio corrió tan rápido hacia la puerta que, literalmente, se dejo una silueta hecha de polvo tras él. Y era en serio, Kurama daba fe de ello.

Al abrir la puerta, Naruto se lanzo a los brazos de su novio, quien al ver como su rubio lo recibía con tanta efusividad, delatando perfectamente que lo había extrañado tanto como Sasuke a él; le pego tremendo beso húmedo que hizo que Sai, quien estaba a un costado de ellos, se sintiera muy incomodo con tan tremenda muestra de afecto. Estaban comiéndose la boca sin descaro alguno, por lo que el de piel leche agradeció enormemente cuando Kurama con suavidad, por no decir con tremenda fuerza, interpuso su pata peluda y esponjosa entre ambos rostros y empujo a Sasuke lejos de Naruto.

—¡Kurama! — Naruto estaba indignado — ¿¡Porque continuas comportándote así con Sasuke!?

El rubio chillo al ver como su novio caía de sentón en el césped frente a su pequeña casita. Corrió en su ayuda.

«Agradece que no lo castre», bufo molesto. «Maldita cacatúa roba inocencias».

«Aah, así que es por eso que esta tan molesto», pensó Sai. Ya decía él que había escuchado gemidos esa noche que se quedo a ver la lluvia de estrellas junto a Gaara.

—¡No me la robo, Kurama!... yo se la entregue en bandeja de plata.


Sai tuvo que morderse la lengua para no reírse por la expresión que había hecho el peluche súper esponjoso. Expresión que Sasuke no pudo ver, pues Kurama continuaba negándose a mostrarse frente a él, pero que el chico lamento terriblemente el habérsela perdido.


«¡Ja! ¡Tómala, zorro rastreo!», pensó el azabache.

«¡Rastrera tu abuela!».

Ups, Sasuke olvido por un momento que Kurama podía escuchar sus pensamientos. Nah, como si le importara. Bueno, si le importaba, después de todo realmente quería poder verlo con sus propios ojos. Pero por ahora no tanto. ¡Se lo merecía! Mira que interrumpir el tremendo y delicioso beso que se estaba dando con su novio.

¡Imperdonable!

Algo más iban a decirse, pero el carraspeo de garganta por parte de Sai rompió la atmosfera.

—Si, es gracioso y todo — acepto, esto respecto a la escena que se presenciaba ante sus negros irises —. Pero, Sasuke, recuerda a lo que vinimos.

El nombrado se puso muy serio de repente. Sai tenia razón.

—¿Qué ocurre? — Naruto se escucho preocupado.

«Sera mejor hablar dentro». A Sasuke no le extraño el cambio en la actitud de Kurama. Seguramente ya había escuchado sus pensamientos y estaba enterado de lo que querían preguntar a Naruto.

Una vez dentro y acomodados: Naruto y Sasuke sentados en las sillas frente a la mesa, Kurama recostado en el suelo y Sai inclinado contra el zorro, acariciando el suave pelaje del lomo del peluche esponjoso. Kurama nunca iba a admitirlo, pero eso le encantaba.
Sasuke hablo sin rodeos.

—¿Sabes acerca del accidente en el que estuvieron involucrados tanto Shisui como el Guardián?

Naruto se mantuvo en silencio durante algunos segundos, sus ojos de cielo clavados en los de su novio. Finalmente, suspiro.

—Ah, supuse que tarde o temprano preguntarían.

Sasuke y Sai se observaron entre ellos, y luego sus ojos buscaron a los de Naruto. Sin que le dijeran anda, el rubio supo que querían escuchar todo lo que sabia.

—Bien, lo primero que deben de saber, es que el Guardián esta enamorado de Shisui — A los chicos se les abrieron los ojos hasta ya no más, y las mandíbulas casi se les dislocaron.

Eso… eso… eso definitivamente dejó a ambos primos con el ojo cuadrado.

 

Notas finales:

Yyyyyy eso fue todo.

¿Qué tal?

¿Qué les pareció?

¿Les gusto?

Jdjfkdnxkdmfodkfof UF, a mi sí me gusto como quedo. Ojalá y a ustedes también. Aaahh, y ni se imaginan lo tengo preparado para el siguiente cap. Aaaaaahhhhh, me emociono yo solita. Kdnxodkfofdld 

Ese cap ya esta en proceso, en el cuaderno, espero no hacerlos esperar mucho.
Si el cap les gusto, pueden hacérmelo saber e un hermoso review. El cual encantada responderé, si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber; solo no me insulten mucho que aunque tengo negro el kokoro, aun me duele.

Que el puto de Raziel me los cuide mucho. Gracias por continuar leyendo. Besos y abrazos de oso para todos.

¡¡Feliz Navidad atrasada y prospero año nuevo adelantado!! Otra vez.

¡¡¡Hasta la próxima!!!


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