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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

Holaaa..


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va? Espero que bien… wenuuu yo solo pasaba por aquí a dejarles el nuevo capítulo… y disculparme por haber tardado.


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review, otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo… ñlsdfjslkejñslk…


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel, que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 

RAMEN PARA CUATRO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

 

Eran las cinco treinta de la tarde y Sasuke estaba sentado en la acera enfrente del Mini-Market donde trabajaba Naruto. El rubio había dicho que salía a las cinco, y Sasuke dijo que pasaría por él a las seis, cuando el azabache pensó en ello más tarde, se dio cuenta que había sido bastante tonto. Así se adelanto para no hacer esperar a Naruto… pero ya había pasado media hora y el oji-azul no salía aun. Sasuke llevaba puesta una sudadera negra, y el gorro de esta iba sobre los cabellos azabaches del chico. Para distraerse estaba trasteando su celular.

Espero otros diez minutos aproximadamente, hasta que el rubio al fin apareció por la puerta principal, aun vestía con la playera color azul que era el uniforme, ese color le quedaba bien y hacia resaltar sus preciosos ojos azules y sus cabellos dorados. Naruto le regalo una hermosa sonrisa cuando sus irises se encontraron.

—Hola — saludo Sasuke.

—Si viniste — susurro Naruto, como no creyéndoselo aun.

—Por supuesto.

El azabache se levanto de donde estaba y se disponía a irse con el rubio, pero este le detuvo.

—Lo siento — dijo —. No podre ir — se lamento.

—¿Qué? ¿Porque? — el azabache frunció el entrecejo.

 

—El el otro chico que trabaja aquí, después de mi turno, no puede venir, así que yo tengo que cubrirlo.

—¿Y porque tienes que cubrirlo tú? — Naruto se encogió de hombros. Sasuke se cruzo de brazos e hizo una mueca que el rubio pensó que era adorable, lo cual nunca diría, pues si mal no recordaba, Sasuke golpearía a cualquiera que se atreviera a decirle que era adorable —. Pues que se le va a hacer — dijo —. ¿A qué hora sales de ese turno?

Naruto arqueo las cejas.

—¿Qué? — Estaba un poco confundido, feliz y confundido —. ¿Porque? No pensaras venir a la hora que salga, ¿o sí?

 —Claro — afirmo.

—Salgo a las diez de la noche, Sasuke — se cruzo de brazos —. Es peligroso estar fuera tan tarde.

Sasuke bufo.

—Vaya forma de rechazarme — dejo caer sus brazos a sus costados y se dio la vuelta dispuesto a irse. Estaba molesto. Y don orgullo lastimado.

—¡No! espera… — corrió hacia él y lo tomo del brazo. Sasuke se detuvo y lo volteo a ver.

—¿Qué? — volvió a cruzarse de brazos.

—No es que te este rechazando la invitación, créeme, quiero ir. Es solo que… — se mordió el labio inferior y jugueteo con sus manos —. No te entiendo. ¿Por qué me hablas ahora? ¿Qué pretendes? ¿Por qué insistes? — lo vio a los ojos esperando una explicación. 

Sasuke suspiro, relajo sus hombros y dejo caer sus brazos, movió uno y sin pensar mucho en lo que hacía, acaricio la mejilla de Naruto con el dorso de su mano.

—Quiero que seamos amigos, igual que antes… solo eso — era verdad, no toda, pero era verdad.

Naruto se sintió muy feliz, aunque bastante decepcionado por los motivos del azabache, que ante sus azules ojos, se veían sinceros.

—Pasare por ti a las diez, ¿Está bien?

El rubio sonrió y asintió. Se despidieron y Naruto observo la espalda del azabache mientras este se alejaba, hasta que ya no lo vio más. Entonces se giro.

—Ya escuchaste — dijo —. No hace falta que vengas por mí a la salida.

«No estoy muy seguro de que vaya a venir», respondió una voz en su mente. Era gruesa e imponente, luego de cada palabra parecía formarse un eco muy grave.

—Creí que no vendría a esta hora, y lo hizo — Naruto sonrió —. Estoy seguro que de que vendrá en la noche. Así que como dije, no hace falta que vengas por mí.

«No lo sé… ¿Y si en estos años se volvió un asesino psicópata?»

—Creo que las clases de Kung Fu que me diste, serian muy útiles si ese fuera el caso. Pero no lo será — aseguro.

«Está bien», acepto la voz.

—Nos vemos en casa — dijo Naruto, luego ingreso en el Mini-Market.    

 

Cuando Sakura vio a Sasuke cruzar por el marco de la puerta de la Floristería de los padres de Ino, no pudo evitar sentir pena por él, pues si se encontraba ahí mientras debería estar en otro lugar, solo podía significar una cosa.

—Te dejo plantado — aseguro la peli-rosa.

El azabache arqueo las cejas, y fijo sus ojos en Sakura, la chica estaba detrás del mostrador, sola.

—Más o menos — acepto el oji-noche —. ¿Ino?

—En el lavabo — dijo —. Explícame eso de más o menos.

El oji-obsidiana le conto la conversación que había tenido con Naruto.

—Eso no es dejarte plantado. 

—Casi lo hacía — el azabache fue hacia una silla que estaba cerca del mostrador y tomo asiento.

—¿Y te vio alguien? — cuestiono la peli-rosa. 

—No lo creo… fue buena idea usar el gorro de la sudadera. Me cubre una buena parte del rostro — Sakura asintió.

En ese momento Ino hizo su aparición.

—Hola, Sasuke — saludo —. ¿No ibas a estar con el loquito? — el azabache frunció el entrecejo, entonces la rubia recordó que su novia le había dicho que Sasuke detestaba que llamara de esa forma al rubio —. Perdón — se disculpo —. Con Naruto — se corrigió.

—Se aplazo la hora de la cita — Sakura le guiño un ojo a Sasuke. El azabache simplemente rodo los ojos. Cuando una idea se le metía en la cabeza a su amiga oji-verde, no había quien la hiciera cambiar de opinión, así que decidió ignorar su comentario.

—Estaba pensando… — hablo el oji-noche — deberían venir ustedes también.

—Así, si alguien te reconoce, pensara que estabas con nosotras. Y tu papá no te dirá nada.

—Exacto — dijo viendo hacia Sakura —. Con eso de que le agrada que este con ustedes porque son «bonitas» — formo comillas con los dedos índice y anular de ambas manos, cuando dijo «bonitas». Luego se sacudió como si la sola idea de pensar en ellas como chicas atractivas le diera escalofríos. Ni la peli-rosa y ni la rubia se sintieron ofendidas. 

Ino sonrió. 

—Te molesta que le digan «loquito», pero no quieres que te vean junto a él — la rubia negó con la cabeza —. Eso es cruel, Sasuke.

Sasuke desvió la mirada un tanto avergonzado, pues las palabras de Ino eran ciertas. Pero enserio él no lo hacía con mala intención. Solo quería que su padre no se enterara por terceras personas, de lo que estaba haciendo, pues si eso sucedía, le ordenaría que dejara de ver a Naruto y si su padre lo decía, Sasuke no tenía más opción que obedecer.

—Bueno, como sea — se encogió de hombros la oji-azul —. Ayúdenme a hacer nuevos arreglos florares. 

El peli-negro iba a reprochar, pues estaba seguro que no se vería muy masculino que se diga, haciendo ramos de rosas y arreglos. Pero no se le ocurrió otra forma de matar el tiempo, así que simplemente asintió y tanto Sakura como él, ayudaron a la rubia.

 

Eran las nueve de la noche y Naruto se sentía muy impaciente.

Había intentado estar concentrado en lo que lo hacía, pues sino, le llamarían la atención y no quería que le informaran a su tutor que había estado muy distraído en el trabajo. Pero la sola idea de pensar en que Sasuke quería ser nuevamente su amigo, lo ponía muy feliz.

Conto los minutos, lo cual solo hizo que el tiempo transcurriera más lentamente, pero al fin, después de una tortura, dieron las diez de la noche. Quince minutos después, tenía puesto un suéter y estaba listo para salir. Sus ojos se iluminaron cuando vio que Sasuke estaba sentando en el mismo lugar donde estaba hacia unas horas, con esa misma sudadera negra y el gorro sobre sus cabellos azabache. Él se giro y luego se puso de pie. Saludo con un movimiento de cabeza, y Naruto no pudo hacer más que sonreír.

Se acerco a Sasuke y él espero hasta que estuvieran uno enfrente del otro, pero antes de que eso sucediera, Naruto distingo una figura unos metros detrás del azabache. El rubio puso los ojos en blanco.

—Hey — dijo Sasuke.

Pero Naruto pasó de largo, lo cual dejo desconcertado al de negra mirada.

—¡Kurama! — dijo el rubio —. Te dije que no hacía falta que vinieras — se cruzo de brazos y su entrecejo se frunció.

Sasuke se quedo unos segundos inmóvil en su lugar, después sacudió la cabeza y giro sobre sus pies, observo a Naruto unos metros lejos de él, parecía que estaba hablando con alguien, pero el azabache solo veía que le hablaba a la nada. Sintió una punzada en su pecho.

—No va a pasarme nada — aseguro el rubio —. ¡No! — gruño —. Yo confió en él… yo también estoy confundido pero creo que tiene buenas intenciones —. Naruto se rasco el cuello —. Ya lo sé — dijo —. No, Kurama, no puedes venir… No. por favor no insistas, ¿Si? — despeino sus dorados cabellos —. Vete a casa, llegare luego.

Entonces se giro hacia Sasuke y fue en su dirección.

Mientras se acerca, observo la expresión que tenía el azabache, como si se estuviera debatiendo internamente. Naruto bajo la mirada. Cuando estuvo frente a él, el rubio le sonrió vagamente.

—Y este es el momento en el que sales corriendo — dijo el oji-azul.

Sasuke pareció confundido.

—¿Por qué iba a salir corriendo? — Naruto sonrió un tanto cohibido.

—Estaba hablando con Kurama, Sasuke. Puede que yo lo viera, pero estoy seguro que tu solo me viste hablarle a la nada — bajo la vista unos segundos. Luego clavo sus ojos en Sasuke —. Lo veas por donde lo veas… eso es muy loco.

El azabache observo su rostro, Naruto intentaba aparentar estar tranquilo, pero Sasuke sabía que tenía miedo de que, en realidad, si saliera corriendo.

—No voy a escapar — aseguro el más alto. Metió sus manos en la bolsa de su sudadera y entrelazo sus dedos.

El rubio sonrió.

—¿Entonces me crees? — cuestiono —. ¿Me crees así como cando tenias diez años?

Sasuke simplemente se encogió de hombros. Bien pudo haberlo negado, en realidad pensó en ello, pues se suponía que no creía que lo que el rubio veía era real, y por ello quería ayudarle, quería mostrarle la verdad… pero, cierto era, que no estaba muy seguro de lo que creía él mismo.

—¿Nos vamos? — dijo Sasuke. Naruto asintió.

Caminaron un par de minutos en silencio, uno junto al otro, hasta que unas figuras se hicieron visibles a un par de metros de ellos, continuaron avanzando hasta que Naruto vio que eran dos chicas. Una rubia y una peli-rosa, ellas sonrieron cuando los vieron.

Ato cabos en un par de segundos. Arqueo las cejas y volteo a ver a Sasuke.

—¿Son tu coartada?

El azabache se detuvo inmediatamente, sintió que la garganta se le resecaba.

—Vaya que es listo el loquito — le susurro Ino a Sakura, la oji-jade asintió.

«Que ironía de la vida», pensó Sakura.

La rubia observo la expresión de Sasuke, estaba pálido. Era divertido verlo así, pero no era tan cruel como para hacerlo sufrir de ese modo. Camino hacia los chicos y saludo, volvió a sonreír.

—Hola, Soy Ino — le extendió la mano, Naruto pareció dudar pero luego correspondió el saludo.

—Naruto — dijo.

—Sasuke nos ha hablado de ti. Dijo que saldrían hoy y no pude evitar insistir en que nos dejara acompañarlos — Volteo a ver a Sakura y luego regreso la vista al rubio —. Queríamos conocerte. Pero no te preocupes, no vamos a molestarlos. 

Naruto no pudo evitar sonrojarse un poco por las palabras de Ino, aunque también confirmo que él tenía razón. Pero no estaba molesto con Sasuke, entendía porque hacia lo que hacía. Bastante era que ya estuviera hablándole de nuevo.

—Entonces ¿Vamos? — cuestiono el azabache.

Asintieron, y sin que el rubio se diera cuenta, Sasuke le agradeció a la rubia.

 

No tardaron mucho en llegar a Ichiraku. El local estaba en el mismo lugar de siempre, a unos tantos minutos del centro, y apartado un poco del bullicio de las personas, era igual a como el azabache lo recordaba: un pequeño puesto de ramen con unos de bancos enfrente de una barra. Con letreros escritos a mano pegados en las paredes, en ellos estaban los diferentes tipos que de Ramen que servían. Incluso atendía el mismo hombre que Sasuke recordaba, aunque por más que intento, no recordó su nombre. Ahí estaba también la hija de este, Ayame, si mal no recordaba, solo que un poco más adulta, unos veintitantos años. Todo estaba muy bien iluminado.

Cuando vieron a los cuatro jóvenes, los dueños del local sonrieron y les dieron la bienvenida. Afortunadamente, pensó Sasuke, no había nadie. Y además estaban esos carteles colgados en todo el lugar, los cuales cubrían de la espalda para arriba.

Los cuatro tomaron asiento, Naruto junto a la pared de la izquierda, Sasuke a su derecha, Sakura a la derecha del azabache e Ino a la derecha de la peli-rosa y junto a la pared. Y sin perder más tiempo, ordenaron. Un tazón para Ino, Sakura y Sasuke, y tres para Naruto. Los cuatro tomaron los palillos y agradecieron por la comida antes de comenzar a devorarla, al menos tres de ellos.

Sasuke sonrió sutilmente mientras observaba por el rabillo del ojo a Naruto. Era increíble lo mucho que le encantaba el ramen, lo devoraba como si este fuera a salir corriendo.

—¿No vas a comer? — le dijo Naruto, al ver que Sasuke ni había probado su porción.

—¿Ah?... si — Sacudió la cabeza, llevo los palillos a sus labios y devoró los fideos que habían en estos.

Naruto termino el contenido del primer tazón y fue a por el segundo.

Mientras iba a recoger al rubio, Sasuke había estado pensando en que temas de conversación podría tener con el oji-azul. Aunque a su mente solo estupideces llegaban. El azabache no entendía cómo era posible que cuando se trataba de Naruto, se quedaba en blanco y se volvía un poco idiota.

—Entonces… — dijo —, ¿Cómo te va?

Se arrepintió al instante por su pregunta tan original. Sakura e Ino dejaron de comer y voltearon a verlos, ambas chicas emitieron una risita. El azabache volteo a verlas y las fulmino con la mirada. Ellas se aguantaron la risa y continuaron comiendo.

—¿Qué has hecho estos años? — volvió a hablar Sasuke.

Naruto dejo de comer y volteo a verlo.

—Muchas cosas — sus ojitos azules parecieron brillas. Sasuke sonrió de medio lado.

—Ya no volví a verte en el colegio luego de que finalizo ese año.

—Estuve estudiando en casa. Iruka me contrato un par de tutores — comió un poco más y luego continuo hablando —. Era bastante aburrido si quieres saber. Pero aprendí mucho porque yo era el único estudiante. Me explicaban bastante bien. Aunque de vez en cuando notaba que se burlaban un poco de mi — se encogió de hombros. Sasuke sintió un pinchazo en el pecho.

—Iruka es quien se hizo cargo de ti, ¿No? — el rubio asintió —. ¿Aun vives con él? — Sasuke sabía que no, pero igual quiso preguntar y que el oji-cielo le contara con sus propias palabras.

Naruto llevo más fideos a sus labios y un trozo de carne, después hablo.

—Viví con él hasta los diez y seis — dijo —. No es que no me gustara estar con él, era bastante agradable. Te trataba bastante bien. Me compraba lo necesario y me traía a comer ramen — sonrió al recordar —. Pero no era obligación suya el tenerme con él. No era justo que gastara su dinero conmigo, no estábamos emparentados en nada.

Sasuke asintió. Entendía porque Naruto se marcho.

—¿Y dónde vives ahora? — se aventuro a cuestionar Ino, aunque ya sabía la respuesta. Naruto y Sasuke voltearon a verla, el oji-azul comió un poco más, el azabache regreso la vista hacia él y espero hasta que respondiera.

—En el bosque — dijo al fin —. Con ayuda de Iruka logre que me permitiera construir una pequeña cabaña con todo lo necesario. Además él también me ayudo a que me dieran trabajo en el Mini-Market. Luego, cuando comencé a ganar mi propio dinero. Empecé a valerme por mi mismo. Comida, vestuario, clases de tutoría… esas cosas — se encogió de hombros como restándole importancia.

—Vaya — dijo Sakura — Debió de ser difícil — comento.

—Al principio si, un poco. Pero luego me acostumbre a los horarios, además no suelo gastar mucho dinero en mí mismo, no me gusta llenarme de lujos y esas cosas. Solo lo básico… y así estoy muy bien — Sonrió.

Por algún motivo que Sasuke no supo definir, se sintió muy orgulloso. Sonrió de medio lado.

—¿Y tú qué dices, Sasuke? — era el turno de Naruto para hacer preguntas.

—Ah, bueno… termine de estudiar en el mismo colegio y luego ingrese en el Instituto Konoha.

—Apuesto a que eras el que mejor nota sacaba — comento el rubio, en sus labios se formo una sonrisita.

—Y traía locas a todas — dijo Sakura. Sasuke la fulmino con la mirada.

—Por supuesto — comento Naruto, aunque ya no reía —. ¿Tu padre, tu hermano?

Sasuke frunció el entrecejo, aunque de una forma muy efímera.

—Luego del accidente, papá se volvió un poco más estricto… la relación con Itachi se volvió bastante incómoda y molesta. Es un engreído que solo molesta.

—Ustedes se llevaban muy bien. Que mal escuchar eso.

—Dímelo a mí.

Los cuatro permanecieron unos cuantos minutos en silencio, Naruto continuo devorando su ramen. Sasuke solo mecía los videos y el caldo con los palillos. Ino y Sakura comían despacio. El rubio termino el contenido del segundo tazón y fue a por el tercero.

—Entonces — Hablo nuevamente Sasuke —. ¿Seguirás la universidad?

Naruto se carcajeo un poco, los tres chicos arquearon las cejas.

—Lo siento — se disculpo —. No — respondió —. Creo que ya tuve suficiente de estudios… al menos por ahora, quizá más adelante. ¿Y tú?

—Si… yo quiero… estudiare Criminología Forense.

—Oh. Vaya — dijo Naruto —. Supongo que desde ya, tienes un puesto en la Jefatura. En el equipo de investigación de tu padre —. El rubio observo la expresión del azabache.

Sasuke sonrió vagamente y luego asintió.

—Cool — comento el oji-azul.

—Supongo — susurro el de negra mirada.

Continuaron conversando de cualquier cosa absurda que se le ocurriera preguntar a Sasuke. Entonces Naruto termino su última porción de Ramen, así como las chicas terminaron la que ellas habían ordenado, mientras que Sasuke ni llego a la mitad del tazón. Llego la hora de pagar e irse.

No sin antes de un pequeño debate entre Sasuke y Naruto, pues el primero quería pagar por lo que el rubio había ordenado, mientras que Naruto quería ser él quien pagara su parte.

—Ordene tres tazones, Sasuke — comenzó diciendo — Si hubiera ordenado uno, quizá y te hubiera dejado, pero amo demasiado el ramen como para solo ordenar un tazón. Es mucho, no puedo dejar que pagues por ello.

Entonces Sasuke dijo dicho que él lo había invitado, y que en realidad no había problema con pagar esa cantidad, no era mucho. Estuvieron un par de minutos debatiendo, mientras las chicas solo rodaban los ojos. Entonces el azabache solo saco dinero de su billetera, se lo entrego al dueño del local y agradeció. Naruto hizo un gran puchero, y Sasuke pensó que se veía demasiado lindo.

—Quizá y la próxima te deje pagar tu parte — dijo Sasuke.

«¿Entonces habrá una próxima vez?», pensó el rubio.

—Bien — acepto.

Luego Ino y Sakura hablaron de que era muy peligroso estar fuera tan tarde, Naruto las apoyo y dio un codazo a Sasuke.

—Acompáñalas a casa — le dijo Naruto al oji-noche.

—Ay no. Ino y yo podemos hacernos compañía, en cambio tu sí que iras solo. Mejor que vaya contigo — sugirió la peli-rosa. Sasuke le agradeció en silencio.

—Sin ofender, pero dos chicas solas son un blanco fácil — comento el rubio.

Sasuke se rio mentalmente.

—Sentiré compasión por quienes caigan en las garras de estas dos — señalo a las chicas con un movimiento de cuello.

Entonces ellas insistieron en que podían cuidarse solas. Y que a quien debía acompañar Sasuke, era a Naruto. Insistieron tanto que el rubio no tuvo más opción que aceptar. Así que termino yendo junto al azabache.

—¿Enserio estarán bien? — le cuestiono Naruto, luego de unos cuantos minutos.

—Oh, créeme… perfectamente bien.

—Bueno — se encogió de hombros.

Se quedaron en silencio. La noche estaba algo fría, el cielo despejado. La luna y las estrellas estaban hermosas. Sasuke observo a Naruto y hablo nuevamente.

—Antes, cuando pase a recogerte, dijiste «Kurama». Es ese el nombre del zorrito, ¿No?

—Sí, pero créeme, ya no es un zorrito.

—¿Porque? — curioseo.

—Creció… esta tan alto como tú.

Sasuke alzo las cejas.

—Vaya — susurro.

Continuaron hablando, Naruto pregunto acerca de la carrera que Sasuke iba a seguir en la universidad. El azabache menciono las clases que debería seguir y muchas cosas más, y mientras este hablaba, el rubio pensó que si alguna otra persona lo veía, pensaría que estaba muy feliz y emocionado porque el semestre comenzara. Pero Naruto no era cualquier persona.

Entonces llegaron a un punto en el que el rubio se detuvo y dijo que desde ahí podía seguir solo. Sasuke insistió en acompañarlo un poco más, pero Naruto aseguro que estaría perfectamente bien, además de que era posible que Kurama estuviera esperándolo.

—¿Seguro? — cuestiono el azabache. Naruto asintió —. Entonces, ¿Tienes celular?

—Lo siento, no tengo — se disculpo con una sonrisita apenada.

—Está bien… emmm ¿Nos vemos otro día?

—Claro — acepto feliz.

Luego, ambos se despidieron, se desearon las buenas noches y se dijeron que tuvieron cuidado en el camino. Se giraron y comenzaron a caminar por direcciones distintas. A Naruto nadie le quitaría la gran y hermosa sonrisa que tenía en el rostro.

Sasuke llevaba unos cuantos minutos de camino, iba sonriendo y recordado. Entonces su celular sonó y la sonrisa se esfumo al ver quien le llamaba. Era Itachi, cuestionándole donde estaba, el azabache le dijo por donde caminaba y su hermano le pidió que espera, que Shisui y él estaban cerca. Le darían un aventón. No tardaron mucho en llegar. Y para tranquilidad de Sasuke, Itachi se mantuvo en silencio todo el camino, bueno, no en silencio, hablaba con Shisui de un tema del que Sasuke no presto atención, pues su mente vagaba en otro lugar. Llegaron rápido a Casa.

—Nos vemos mañana — se despidió Itachi de su primo, el mayor asintió y luego se fue.

Ambos hermanos ingresaron en la residencia Uchiha.

—Papá no vendrá hoy a dormir — informo el ojeroso. El menor asintió. Se fue escales arriba, pero a mitad de estas, su hermano volvió a hablar — Tuviste una buena noche, ¿No? — sonrió.  Con ese tipo de sonrisas que decía que sabía algo.

Sasuke paso saliva.

—No te interesa — respondió mordaz.

Se dio la vuelta y fue hacia su habitación. Una vez en ella, se dio una ducha caliente; se coloco su pijama, la cual consistía en pantalón de dormir color gris y una camiseta negra. Una vez en su cama, intento no pensar en la sonrisita que le había dado su hermano, quizá y no era nada.

Entonces comenzó a recordar los sucesos de hacia horas, y no pudo evitar sonreír. Dejando de lado el mal rato con Itachi, había sido una noche bastante agradable. Al menos para él, esperaba que para Naruto fuera igual.

Se durmió con el pensamiento de que no podía esperar para verlo de nuevo.

 

Notas finales:

Y eso jue todo…


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


Ándele, que todos sabemos porque Sasuke se pone idiota. Haha lsjdfñlask… Este Sasuke pendejo que no quiere que lo vean con Naruto-chan asdfjsñ… pinches Sakura e Ino… ¿Sera que Itachi realmente sabe algo? ¿Cuándo volverán a verse Naruto y Sasuke? A que Naruto es bastante listo, ¿Eh? ¡Shurororo!


Por cierto, ustedes se preguntaran porque no agradecí como se debe, los comentario, y la razón es que, tengo un problema con ello. No sé qué es lo que pasa, yo los leo cuando me los dejan y los respondo, pero sin que yo hiciera nada, se borraron. Me aparece el conteo, pero cuando ingreso y quiero verlos, no están. pregunto ¿alguien ha borrado a propósito su comentario? Si ha sido así, quisiera saberlo, dolería pero yo lo acepto, pero si es problemas de la pagina. QUE SE JODA SU 34235987423’$%#”&/”#$/”$%/$%/#$%$%”%$&”… uf. Por cierto, la actualización de «Corriendo del pasado», estará lista para mañana.


Bueno, hasta aquí llegue, no sé que mas decir.


Yo espero y el cap., si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto, y espero que esta vez no se borren. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que ángel cuide de su inshes almas, besos y abrazos para todos, amor y paz…


Bye.


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