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It's not crazy por RoronoaD-Grace

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Notas del capitulo:

Holaaa…


¿Qué tal, pastelitos de limón? ¿Cómo les va? Espero que bien… wenuuu yo solo pasaba por aquí a dejarles el nuevo capítulo


A las personas que leyeron el capitulo anterior, infinitas gracias, y a quienes me dejaron su hermoso y sensual review: Altair Lenaf, Alice07, 1827Forever1827, AlpacaBoy, Kushina schmit, sukisasunaru50 e Itery.  Otros infinitos gracias, me hizo muy feliz saber que les gusto el capitulo, y el fic en general… ñlsdfjslkejñslk… los amo a todos, lectores y a quienes me dejan sus beshos comentarios.


Los personajes no me pertenecen, son del increíble Masashi Kishimoto-sama. Por los posibles horrores ortográficos, dos mil disculpas. Lo reviso siempre, pero ya saben que se me va la onda, y es seguro que más de un par se me fue.


Sin más que decir, excepto que, espero por el ángel que el capitulo sea de su agrado, los dejo leer.

 


ESA NOCHE


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Aqua estaba sentado en una roca en la orilla de la posa, sus pies chapoteaban el agua, mientras ella jugueteaba con sus blancos cabellos largos y ondulados. Utilizaba una especie de vestido de tirantes, color celeste y blanco. Sasuke no estaba seguro de que estaba hecho. Parecía una tela hecha de agua y luz de luna. Aqua, a cada cierto tiempo, desviaba la vista hacia donde Naruto y Sasuke se encontraban, y cuando sus verdes ojos se encontraban con los negros irises del azabache, sonreía muy coqueta.


Sasuke estaba experimentando muchas emociones en ese momento. Lo principal era que estaba muy feliz; en su pecho se sentía un calorcito muy agradable. Pero también tenía miedo. Aunque no sabía exactamente de qué. ¿Lo que pensaran las personas de él, si empezaba a decir que existían criaturas mágicas en el bosque? ¿Qué lo llamaran loco? ¿Lo que pensaría su padre? ¿Qué todos se alejaran de él?... mentiría si dijera que no. Pues era un poco de todas. Pero no era esa su gran preocupación. Era otra.


Aqua agito la mano y le sonrió ampliamente. Sasuke le sonrió suavemente y luego le guiño un ojo. Observo como la Nereida se apeno. Lo cual le resulto increíble.


Naruto y Sasuke estaban a un par de metros de la posa de agua, en la gramilla verde que había alrededor de esta. Habían estado nadando y chapoteando en el agua. Incluso hicieron un concurso de clavados. El cual Sasuke gano, al hacer una voltereta hacia atrás desde una roca que estaba un poco alta. Aqua le había dado un diez rotundo, aunque el rubio creyó solo él haberlo visto, pues Sasuke no le había dicho que podía ver a la Nereida, de todas formas, el oji-azul le había informado al azabache su puntuación, pues Aqua era la jueza del concurso.


En ese momento, los chicos estaban devorando unos emparedados que Naruto había hecho, junto con una bebida con sabor a moras. El rubio observaba como Sasuke tenía la vista fija en un punto en específico. Pensaba que quizá estaba mal, pues el azabache no le había dicho nada y su comportamiento no había cambiado en absoluto, pero en momentos creía que Sasuke podía ver a Aqua. Lo cual explicaría muy bien los gestos que ambos hacían. Los ojos azules del de cabello dorado, se movían de uno hacia otro. Sin poder evitarlo, unas cuantas arrugas se instalaron en su frente.


—¿Es muy entretenido? — cuestiono Sasuke de un momento a otro.


—¿El qué?


—Verme devorar este emparedado — mostro el alimento, Naruto lo observo confundido —. No me has quitado la vista de encima desde hace un rato. ¿Tanto te gusto? — bromeo.


Naruto también estaba comiendo, así que al escuchar las palabras del azabache, se atraganto en el acto. Sasuke le dio unas palmaditas. Cuando el rubio se tranquilizo, un gran sonrojo le azoto el rostro.


—No te estaba viendo — mintió, y Sasuke noto que no negó ni afirmo, la pregunta que le había hecho.


—¿Okay? — respondió Sasuke, con una sonrisita irónica.


El rubio cruzo sus brazos sobre su pecho desnudo.


—Ya has hecho varias veces ese tipo de bromas — hablo —. ¿Tan seguro estas de ti mismo? Te crees muy guapo, ¿No? — sonrió burlón —. ¿No será que soy yo, quien te gusta mucho?


Contrario a lo que Naruto pensó que Sasuke podría responderle, el oji noche lo observo a los ojos con expresión seria.


—Es como tú dices — dijo, luego de unos segundos. El rubio sintió un revoloteo en el estomago —. Son solo bromas, no hay motiva para tomarlas enserio.


Entonces ambos se quedaron en silencio. Sasuke continúo devorando el emparedado. Naruto sentía un amargo sabor en la boca. ¿Solo bromas?, no entendía porque se sentía tan decepcionado. Continúo él también refaccionando. Sus ojos se desviaron en varias ocasiones hacia Sasuke, aunque rápidamente volteo a ver hacia otro lado. Hacia Aqua, quien continuaba sonriendo muy coqueta.


—Dime, Sasuke — se escucho nuevamente la voz de Naruto —. ¿Qué carrera quieres estudiar?


Al rubio le molestaba que Aqua observara de esa forma a Sasuke, y en como de alguna forma creía que el azabache la observaba. No le gustaba eso. Él quería ser el único que tuviera la atención del oji-noche en ese momento.


Sasuke volteo a verlo con una ceja alzada y un sonrisita burlona.


—¿Ya se te olvido? — dijo —. Te lo dije la otra noche.


—No, no lo hiciste.


—Así que no soy el único con problemas de memoria — afirmo burlón. Naruto no rio, ni se apeno, ni nada.


—No me dijiste que carrera querías tomar — y estaba tan seguro de ello, que Sasuke suspiro y luego hablo.


—Criminología Forense — dijo.


Naruto lo observo a los ojos durante unos segundos. Estaba completamente serio.


—¿Qué carrera quieres seguir, Sasuke? — el susodicho lo observo muy confundido. Aunque dispuesto a responder —. Y no vuelvas a decir, «Criminología forense».


El azabache frunció el entrecejo.


—Pero esa es la carrera que voy a tomar.


—Pero, ¿Cuál quieres estudiar?


—¿La que voy a tomar? ¿La que quiero estudiar?... ¿Qué no es lo mismo?


Parecía estarse riendo, pero Naruto sabía que no le hacía gracia.


—No, no lo es. Y lo sabes.


Sasuke desvió la vista. Sus ojos fueron directamente hacia el lugar donde se encontraba Aqua, pero la nereida ya no estaba ahí. No quería ver a Naruto, y tampoco quería responderle. El oji-azul sabía que no debería sentirse feliz por la expresión que tenia Sasuke, pero no podía evitarlo. Naruto se sentía muy especial por ser capaz de ver a través de la muralla que el azabache había construido sobre su persona. Era feliz con ser capaz de leer a Sasuke. Por entenderlo.


—¿Tan obvio soy? — cuestiono el azabache.


—No — afirmo el oji-azul —. No lo eres. Para nada.


—Entonces…


—¿Cómo me di cuenta? — Sasuke sintió. Naruto se encogió de hombros —. Te veo, observo tus expresiones al hablar y estas y tus palabras parecen ser convincentes. Pero hay algo en tu rostro que hace que no pueda creerte, que note tus mentiras.


—Ouch — respondió el azabache. Naruto sonrió.


—No me di muy bien a entender — hablo de nuevo —. No me refiero a cuando hablas en general, sino que cuando hablas de lo que debería emocionarte. La carrera que continuaras, por ejemplo. Pienso que las personas que te rodean lo creen, si sonríes al hablar de ello. Pero yo no puedo ver felicidad en tus ojos.


—Entonces sí que te me quedas viendo — bromeo Sasuke. La sonrisita en sus labios solo duro un segundo. No supo que decir.


—Somos amigos, ¿No? — dijo Naruto —. No tienes que pretender algo que no eres, o fingir emociones que no sientes, en frente de mí. Yo no voy a juzgarte —. Sasuke lo observo directo a los ojos —. Incluso si tienes miedo de mostrarte como eres realmente frente a tu padre, tu hermano o tus amigos. No dudes ni un segundo, que puedes ser tu mismo, cuando estés conmigo. Si estas molesto. Si estas feliz. Si estas triste. Puedes mostrarte como eres, conmigo no tienes que fingir una sonrisa cuando lo que quieres es gritar o llorar. Puedes hablarme de lo que sea, yo te escuchare. Quiero que seas tú mismo. Pero incluso si no quieres hacerlo, yo no voy a obligarte a nada… solo quiero que sepas que puedes contar conmigo.


Sasuke bajo la vista hacia sus manos, las empuño con fuerza. Naruto lo observo flexionar sus rodillas hasta que estas tocaron su pecho desnudo, abrazarse a ellas y ocultar su rostro entre sus extremidades. Contemplo como su cuerpo temblaba, y el rubio no supo cuanto tiempo transcurrió sin decir nada.


Se permitió observarlo. Cuando lo había visto en el momento en el que se quito la playera, había pensado que su piel estaba libre de imperfecciones, pero allí, en ese momento, el rubio fue capaz de apreciar unas pequeñas cicatrices en su brazo derecho y unas más en su pierna. Supuso que había más en sus otras extremidades.


Naruto pensó en cómo había sido Sasuke cuando era niño. Bastante tranquilo, excepto cuando alguien molestaba a su amigo rubio, pues ahí sí que se enfurecía. El asunto era, que Sasuke no era el tipo de chico que tendría muchas cicatrices de sus aventuras de niño, además de que por como actuaba ahora, estaba seguro que ese comportamiento había continuado. Así que solo una cosa llego a su mente, como motivo para que Sasuke tuviera esas cicatrices.


«El accidente —, pensó —. Esas cicatrices son lugares donde los pedazos de vidrio de las ventanas, se incrustaron en su piel»


—La muerte de mi madre… — dijo Sasuke, y Naruto dio un brinquito al momento que salía de sus divagaciones mentales. El azabache no se había movido de su posición, estaba abrazado a sus rodillas y su rostro estaba oculto entre sus extremidades superiores —, fue lo peor que puedo haberme pasado. Literalmente, ese hecho está en la cima de, «Acontecimientos dolorosos que me han sucedido».


El rubio quiso abrazarlo. Pero algo en la voz de Sasuke y la rigidez de su cuerpo, le dijo que no sería de gran ayuda en ese momento.


—Recuerdo vagamente, haberme desmayado después de ver el cuerpo sin vida de mi madre. Cuando desperté, había tenido esa esperanza de que ella estuviera bien. Le suplique a mi padre que me dijera que así era. Pero no lo hizo, porque mi madre no estaba bien, estaba muerta — Naruto sintió que sus ojos comenzaban a arder. La voz de Sasuke sonaba tan dolida, tan triste, tan inconsolable. Si él estaba a punto de llorar, incluso si no podía ver al azabache, estaba seguro que su amigo lloraba —. Grite, suplique que no me mintiera. Él respondió con voz dura, «Incluso si lloras y te lamentas, nada cambiara, tu madre está muerta. Acéptalo, así como tu hermano y yo lo aceptamos». Recuerdo haber llorado hasta quedarme dormido, ¿O fue que me desmaye?... no lo sé bien. Da igual de todas formas. Durante un tiempo me negué a creer que mi madre ya no estaba, no podía creer que ella estaba muerta. ¿Sabes porque?


—Era tu madre y tú apenas eras un niño de diez años. Es normal que no quisieras que ella se alejara de tu lado.


—Lo mismo pensaban los Médicos — respondió Sasuke —. Hasta que les dije que había visto a alguien más en el accidente. Papá llamo a unos de sus compañeros, me interrogaron ellos allí, esperando que fuera otro tipo de los que iban en el auto que se estrello contra nosotros. Tremenda decepción se llevo.


Sasuke levanto el rostro y clavo sus negros irises en los de Naruto. Era como el rubio había pensado. Sasuke estaba llorando. Tenía los ojos rojos y rastros de lágrimas y nuevas bajando por sus mejillas. El oji-azul aparto la vista. No porque no quisiera verlo de esa forma. Sino porque sabía perfectamente a que se refería Sasuke, y no se lo había mencionado antes.


—Recuerdo la expresión de mi padre — hablo nuevamente el oji-negro, desvió su vista de Naruto y observo hacia la caída de agua —. Había tanta decepción, tanta desilusión y fastidio en su rostro —. Se quedo en silencio unos segundos, luego sorbió la nariz y se limpio las lágrimas —. Su hijo menor había enloquecido. No fue ningún sospechoso lo que vi esa noche. Era una criatura. No era más grande que un gato adulto; su pelaje era esponjoso y rojizo; sus ojos era rojos, y sus pupilas alargadas hacia arriba.


Apoyo sus codos sobre sus rodillas y luego su frente contra las palmas de sus manos.


—Tenía la esperanza de que mi madre estuviera bien, porque al fin después de tanto tiempo, después de desear verlo, al fin pude contemplar con mis propios ojos, a ese zorrito. A Kurama. Incluso si me había impactado hasta desmayarme, o quizá fue por lo recién sucedido. La cosa era que pensé que la ayudaría, pues eso había hecho contigo. Te había protegido, te había salvado… pero no lo hizo.


Naruto quería decir algo, sabía que debía hacerlo… pero aun así, no dijo nada, no era a él a quien le correspondía explicar lo sucedido esa noche. Levanto la vista y observo a Sasuke.


—Me sentí tan mal — continuo —. Me preguntaba porque no la había salvado. Muchas cosas pasaron por mi cabeza. Entonces llegue a la conclusión que era por mí. Yo había provocado todo, no merecía estar con mi madre. Pero también pensaba que en todo caso, el que debía haber muerto era yo. También pensé en ello. ¿Qué mejor castigo que vivir con lo había hecho? — su voz llena de mortificación —. Morirme hubiera sido incluso bueno. No, yo debía pagar. No pensaba que Kurama la asesino, simplemente creía que ella había fallecido ya, sin que él pudiera hacer algo, y aunque podía solucionarlo, no lo hizo porque yo no lo merecía, pues por mi culpa había ocurrido el accidente. Y debía vivir con ello.


«¡No! — quiso gritarle el rubio —. ¡No fue tu culpa, nada fue tu culpa! ¡No hables de esa forma! ¡No te culpes!», permaneció callado.


—Mi padre me llevo al psicólogo, los médicos hablaron conmigo. Luego de un tiempo, pensaron que al fin había comprendido la verdad, incluso yo lo pensé. Pero no fue así, no es que yo me diera cuenta que todo había sido obra de mi imaginación, que nada había sido real. Subconscientemente me dije que era así, y trate de creer en ello —. Sonrió, y Naruto no vio felicidad en ese gesto —. Lo cierto era que solo quería castigarme a mí mismo. ¿Cómo podía ser feliz a tu lado y al lado de ese zorrito, después de lo que le había hecho a mi madre?... no, yo debía pagar. Decidí que lo mejor era alejarme de ti, todos pensaron que era porque yo había recapacitado, y que también había entendido que tú estabas mal de la cabeza. Recuerdo haber pensando que no podía permanecer a tu lado, y que no estaba bien creer en cosas que no existían, y que no quería que a mí también me tacharan de loco. Tenía que madurar. Había perdido a mi madre, no podía causarle más pesar a mi padre y hermano.


Naruto se mantenía callado, escuchando atentamente, mentiría si dijera que no le dolían mucho las palabras de Sasuke, porque si le dolía que se culpara, y pensara eso de su persona. Pero le había dicho que podía hablarle de lo que fuera, pues él iba a escucharlo. Y así seria. No podía culpar a Sasuke por pensar de esa forma.


—Me aferre a esa idea, trate de creer en ella con todas mis fuerzas. Por mi madre, por mi padre y por mi hermano. Porque no era justo para ellos. Les arrebate todo. Yo no merecía nada que me hiciera feliz. Y durante años, esa idea estuvo ahí. Esa noche del accidente, se volvió una pesadilla que volvía cada diez de octubre. A veces no sabía si eran recuerdos o invenciones de mi cabeza. Pero todo seguía así, poco a poco me acostumbre a no verte, a no estar junto a ti, mi mejor amigo. Pero entonces, después de años, en un par de días lo derrumbaste todo.


Giro la cabeza hacia Naruto y lo observo a los ojos. El rubio observo como su amigo azabache sonreía, y contrario a lo que pensó que vería en su expresión, Sasuke sonreía de verdad, no había ningún sentimiento aparte de felicidad en dicho gesto.


—Hiciste que todo volviera. Que esa emoción de cuando era niño regresara, y más fuerte que antes. Que atravesara los muros que construí, y vinieran nuevamente, que retomara lo que nunca debí haber dejado… porque… ¿Por qué e-eso es al-algo que mi ma-madre no hubiera querido, ver-verdad? ¿Ella n-no hu-hubiera querido verme su-sufrir, cier-cierto? — sus negros ojos desbordaban lagrimas, y sus mejillas estaban sonrojadas por el llanto y las emociones acumuladas.


Fue ese momento, el que Naruto considero correcto. Se puso de pie, se coloco frente a Sasuke, quien había alargado sus piernas sobre la gramilla, y gateo sobre él. El azabache no había despegado sus ojos de los movimientos del rubio. Naruto había comenzado a llorar.


—Es verdad, es completamente cierto — dijo, y luego abrazo fuertemente a Sasuke por el cuello.


El azabache se aferro con fuerza a la cintura de Naruto, y hundió su rostro en el pecho del rubio. El de ojos azules le sintió temblar, y escucho como sollozaba. Sintió su ropa húmeda, ahí donde las lágrimas de Sasuke caían.


—Ahora que lo dio en voz alta, suena tan estúpido — dijo el azabache, luego de unos minutos. Continuaba abrazando a Naruto, se sentía tan bien en ese momento, que no quería apartarse —. Mi madre de ninguna forma estaría feliz por ver como he vivido hasta ahora — continuo —. Al contrario.  Si estuviera aquí, en este momento, seguramente me daría tremendo discurso. Posiblemente diría, «Te caías en un pozo oscuro, tu única salvación eran tu mejor amigo y seres mágicos que realmente existen. ¿Cómo se te ocurrió pensar que yo estaría feliz que por pensar en mi, rechazaras su ayuda y te dejaras caer?» es casi seguro que comenzaría a llorar y dijera, «¿Tan mala madre fui, como para que pensaras que ver sufrir a mi hijo me haría feliz?», y luego me golpearía con lo que tuviera a la mano, un zapato quizás.


Naruto no pudo evitar sonreír. Comenzó a acariciar los cabellos azabaches de Sasuke. Su risa no solo se debía a las palabras de Sasuke, respecto a lo que su madre diría, sino que también por lo que su amigo acaba de afirmar, «Tu mejor amigo y seres mágicos que realmente existen».


—La verdad es que si fuiste muy estúpido — bromeo Naruto. Y sonrió cuando vio que su broma tuvo éxito, pues Sasuke se carcajeo suavemente.


—Y respondiendo a tu pregunta — hablo el azabache —. Tú y yo sabes lo que se siente perder a un ser querido. Y eso es algo que no le deseo a nadie, ni a mi peor enemigo, aunque no tengo ninguno, al menos eso creo. Si yo puedo hacerlo algo para evitarle ese dolor a quien sea, quiero hacerlo… así que si. — En ese momento se encontraba mucho más tranquilo. Se sentía ligero y su pecho cálido. Haber hablado y llorado le había hecho sentirse muy bien —. La carrera que quiero estudiar es medicina.


El rubio sonrió. Se separo del azabache y lo observo a los ojos.


—Pienso que serás un gran medico —. Sasuke sonrió y no dijo nada. Era agradable que Naruto creyera en el, pero no quiso responder que a pesar de ello y que en verdad quería estudiar medicina, no lo haría.


Se sentía muy bien hablar, pero había cosas que había omitido, vaya que sí. Sería tan feliz como pudiera, estando junto a Naruto y esas criaturas. Sus ojos se desviaron más allá del rostro del rubio, y observo a Aqua, quien estaba nuevamente sentada sobre la roca en la que había estado. Ella se veía molesta.


—Creo que Aqua quiere ahogarte en la posa de su súper agua cristalina — comento. Naruto giro rápidamente y observo a la nereida, quien en efecto, realmente parecía querer ahogarlo. El rubio se pregunto porque.


Entonces cayó en la cuenta de la posición en la que se encontraban Sasuke y él.


Naruto estaba sentado sobre la entrepierna del azabache, y este tenía las manos sobre la cintura del rubio, y por supuesto, las manos del oji-azul estaban posadas sobre los hombros de Sasuke. Las mejillas del de cabellos dorados se enrojecieron tanto, que fácilmente se les pudo haber confundido con dos deliciosas manzanas, pensó Sasuke. Y no le hubiera importado darles un par de mordidas.


El mayor deshizo la posición y se sentó junto al oji-noche, sintiéndose aun, bastante nervioso. A Naruto no le sorprendió darse cuenta, que en efecto, Sasuke realmente podía ver a Aqua.


—Quiero que confíen en mi — Sasuke sonrió —. Lea, Enebro, las hadas y todas las criaturas que son tus amigas… sobre todo Kurama.


El rubio observo la expresión del azabache, sonreía. Naruto centro su vista unos metros a lo lejos, en un poco de follaje y plantas aplastadas.


«Tendrá que trabajar mucho — dijo una voz en su cabeza —. Incluso así, no creo que lo logre»


«No mientas… se que después de escuchar lo que ha dicho, tu perspectiva cambio mucho más respecto él — respondió en su mente —. Sasuke te agrada. Que lo molestes lo prueba. A mí no me engañas, Kurama»


«Que va — por un segundo, Naruto le vio sonreír —. En cualquier oportunidad que tenga, me lo como»


Naruto pensó que definitivamente, a Kurama, le agradaba Sasuke.


 


Cuando fue la hora de almorzar, Itachi estaba esperando a su padre para que junto a él y Shusui, fueran a algún sitio. Pero eso no estaba en los planes de Fugaku. Habían recibido una llamada de unos chicos que habían descubierto y cuerpo y debían ir a la escena del crimen, pero el Uchiha mayor le dijo a Itachi que no era necesario que fuera, con Shusui y él y el resto del equipo bastaban. Había estado bastante ocupado en la mañana, por lo que le permitió descansar un poco. Así que Itachi se encontró yendo solo a almorzar. A medio camino, pues iba caminando, decidió que no se le antojaba nada. Entonces recordó la tontería en la que había estado pensando, y decía tontería porque, de hecho, lo era. Y muy infantil sobre todo. Pero eran cosas infantiles las que más sacaban de quicio a Sasuke, incluso si traba de que no fuera así.


Saco su billetera y observo el efectivo.


—Suficiente — susurro para sí mismo.


Konoha era un lugar pequeño, pequeño pero moderno, y podía llegar a donde sea sin necesidad de un transporte, por supuesto, todo sería más fácil y rápido con un vehículo. Eso sería lo primero que compraría cuando tuviera suficiente dinero.


Estuvo dando vueltas de aquí para allá comprando lo necesario. Cuando compro todo lo que quería, fue directamente hacia su casa. Al llegar, subió rápidamente a la segunda planta y se adentro en la habitación de su querido Ototo. Estuvo unos minutos allí dentro, con la puerta cerrada, y luego salió por la ventana. Se dirigió hacia la puerta principal y la cerro con llave nuevamente.


Se fue de regreso a la jefatura, pero en el camino, paso frente a  la floristería «Yamanaka». Un pequeño ramo de rosas blancas al otro lado de la vitrina, llamo su atención. Inmediatamente pensó en su madre. No lo pensó dos veces antes de ingresar a comprar el ramo.


Ino estaba detrás del mostrar, dándole la espalda, camino hacia ella sacando su billetera.


—Hola, Ino — saludo. No es que fuera amigo de la chica, pero la conocía de tantas veces que la había visto cerca de su hermano, y otras tantas que había ido la chica a su casa —. Quiero el ramo de rosas blancas que está a la par de la entrada — bajo la vista y saco efectivo de la billetera.


La rubia se giro.


—Que gracioso — dijo una voz irritada, que no sonaba para nada como la voz que recordaba era de Ino. El ojeroso levanto rápidamente la vista —. Mira como me rio Ha-ha-ha — Itachi arqueo las cejas ante el más que evidente sarcasmo —. He escuchado a tantos que se sienten lo bastante graciositos como para hacer esa estúpida broma, y generalmente no les pongo atención, o simplemente no me importa… ¿Pero qué crees? ¡He estado muy fastidiado últimamente, y no me importaría romperte la cara! De hecho, te agradecería si dijeras otras cosas, me vendría bien quitarme el estrés. Así que vamos, dime que tengo cara de chica — le reto.


«Pero no la tienes», pensó Itachi.


Al contemplar el rostro de la persona que creyó era Ino, inmediatamente se dio cuenta de su error. No es que no se parecieran, pues si lo hacían. Pero incluso con el cabello largo y sujeto en media coleta alta. Ese chico rubio no parecía mujer. Con facciones un tanto delicadas, obviamente, pero aun si continuaba viéndose masculino. De todos modos, ¿Quién era Itachi para juzgar el aspecto físico de una persona? Después de todo, él también tenía el cabello bastante largo. Eso era lo que Itachi creía. Incluso pensó que el rubio era atractivo.


—¡Bah! No importa, igual te golpeare — el chico se sentó sobre el mostrador y estaba dispuesto a lanzarse sobre el oji-negro, pero unos brazos alrededor de su cintura se lo impidieron. El rubio forcejo intentando liberarse.


—¡Deidara, deja de forcejear! — le grito Ino.


—¡No, voy a golpearlo!


—¡Como si fuera a dejarte hacerlo! — Deidara continúo luchando por liberarse.


Itachi no pudo evitar sonreír ante la escena que se mostraba ante sus ojos. Deidara lo noto.


—¡Y encima te ríes!... ¡De esta no te salvas! — afirmo. Ino puso los ojos en blanco. Itachi ensancho su sonrisa pues no creía que ese tal Deidara fuera siquiera a ser capaz de tocarle un cabello, si ni siquiera podía liberarse del agarre de Ino.


—¡Deidara, ya basta! — Ino ya estaba muy irritada —. ¡Él es Itachi, el hermano mayor de Sasuke! — Deidara se quedo completamente quieto, la rubia agradeció internamente. El chico rubio giro el cuello hacia ella —. No creo que haya querido decirte chica a propósito. Ni siquiera sabes quién eres. ¿No es así?  — cuestiono, viendo hacia el ojeroso.


—Si — afirmo Itachi —. Discúlpame si te ofendí. Cuando te vi de espaldas, en verdad pensé que eras Ino. Pero ahora que te veo de frente, me doy cuenta que no pareces para nada una chica — sonrió suavemente.


Sus palabras eran ciertas, y Deidara lo supo. Sus ojos azules observaron a Itachi de pies a cabeza. El de coleta baja utilizaba un jean azul, zapatos formales, una camisa de cuadros color negra, y saco también negro. Luego hizo una mueca despectiva.


—¡Hmp! — se giro completamente y luego se bajo del mostrador. No dijo nada más antes de perderse por la puerta por la Ino había llegado.


Itachi se quedo un tanto confundido. Pensó que con una disculpa sincera se solucionaría todo, creyó que Deidara le había creído ¿Entonces porque la mueca de desprecio?


—Lo siento mucho, Itachi — se apresuro a decir Ino —. Al parecer los chicos de donde vivía antes, lo molestaban mucho. Él es mi primo, vivía en otra ciudad pero mi tíos se mudaron para acá hace un par de días y no le hiso mucha gracia. Discúlpalo por favor.


—No te preocupes — se encogió de hombros restándole importancia, luego le sonrió.


—Gracias — la rubia correspondió el gesto —. ¿Ibas a comprar algún ramo?


Itachi asintió y le indicó cual. La chica le hizo una pequeña rebaja por los problemas dados.


El ojeroso salió de la floristería con las rosas blancas en mano. Las contemplo unos segundos antes de comenzar a caminar. Tenía claro a donde iría.


Cuando llego al cementerio, unas cuantas gotitas de sudor bajaban por sus sienes. El sol estaba fuerte y había caminado no supo cuanto. Avanzo por la gramilla, serpenteando entre las lapidas. Agradeció grandemente que la tumba de su madre se encontrara junto a un árbol que proyectaba una deliciosa sombra. Itachi deposito las rosas junto a la lapida, y luego se recostó en la gramilla a la par de esta. Incluso aunque había calor, el aire soplaba fresco, y la sombra del árbol era grandiosa.


Fijo sus ojos en el azul del cielo y las nubes que se movían de forma lenta. No supo bien porque, pero pensó en los ojos del primo de Ino. Era de un azul más bonito. Entonces recordó lo que había hecho antes de pasar por la floristería.


—Si estuvieras aquí, mamá, ya me hubieras jalado las orejas — dijo en voz alta. Sonrió un poco pensando en la escena. Suspiro hondamente, se recostado de lado sobre su costado derecho y observo el nombre de su madre gravado en la lapida —. Sé que no está bien — prosiguió —. Pero todo sería mejor si Sasuke se fuera de la casa, y nos dejara a padre y a mí solos —. Itachi pensó en que su madre le daría tremendo bofetón por tales palabras —. Perdón… pero en verdad creo que es lo mejor.


Cerro sus ojos y dejo que los recuerdos fluyeran, recuerdos de su madre y él. La extrañaba tanto. Era difícil volver a casa todos los días, y saber que ella no lo recibiría con una sonrisa en sus labios y un fuerte abrazo.


No supo en qué momento se quedo dormido, pero mientras soñaba, sabía que no estaba consciente. Soñó, recordó esa noche. Todas las emociones que le azotaron el cuerpo cuando les informaron a su padre y a él, que su madre y su hermano habían tenido un accidente. Fue muy difícil, y quiso llorar. Pero sabía que no debía, no podía permitir que su madre lo viera así, pues no le gustaría. Le mostraría la mejor sonrisa que tenia, cuando la viera. Pero todo se vino abajo cuando la vio, cuando vio su cuerpo sin vida sobre una camilla, cubierto por una manta blanca.


Las lágrimas le azotaron de golpe y sintió sus piernas flaquear. Se olvido de todo a su alrededor y corrió hacia su madre, se aferro a ella y lloro como nunca lo había hecho. La llamaba, le pedía que despertara, pues aun tenía la esperanza de que estuviera viva y que se hubieran equivocado al buscarle el pulso. No supo cuando estuvo así, hasta que su padre, con lágrimas en los ojos, lo había apartado del cuerpo sin vida de su madre solo para abrazarlo. Fue esa la única vez que vio a su padre derramar lágrimas. Se volvió más serio y estricto. Itachi noto como algo se quebró dentro de padre, y no solo dentro de él. Lo observo ser fuerte a pesar del dolor, y siguió su ejemplo. Supo que estaba bien llorar por la perdida, pero tampoco debía dejarse consumir. Así que acepto que su madre no iba a volver. Aunque no por ello dejaba de ser difícil, pero se obligo a ser fuerte.


Y ver a Sasuke le ayudo… pero todo cambio durante el transcurso del tiempo. Las cosas se salieron de rum…


—Itachi — le llamo una voz.


El susodicho abrió los ojos de golpe, inmediatamente un rostro se mostro ante él. El rostro de una persona que conocía más de lo que admitiría en voz alta.


—¿Shisui? ¿Qué haces aquí? — se incorporo lentamente y se froto los ojos. Noto que tenía las mejillas húmedas. Pensó que obviamente el mayor las había visto, pero si no cuestionaba nada al respecto, Itachi no hablaría.


El susodicho se encogió de hombros.


—Tío me mando a buscarte luego de que no apareciste en la jefatura.


—No debería preocuparse solo por unos cuantos minutos de retraso — se masajeo el cuello —. De todas formas, ¿Cómo me encontraste?


—Una corazonada, supongo — le resto importancia. No quería admitir que creía conocerlo incluso más que él se conocía a sí mismo. Después de todo, supuestamente no se agradaban —. Y por cierto, no fueron un par de minutos. Fueron cuatro horas.


—¿Qué? — volteo a verlo sin creérselo. Observo la hora en su celular y palideció un poco —. Padre va a matarme — Shisui se puso de pie y le tendió una mano a Itachi, este la tomo y se levanto de la gramilla.


—Estaba más preocupado que molesto — le consoló el mayor —. Posiblemente solo querrá saber dónde estabas. Si está enojado se le pasara con saber dónde te encontré.


Itachi asintió.


—Eso espero.


Sin decir nada más, ambos fueron hacia el vehículo de Shisui, entonces trazaron rumbo hacia la jefatura. Nadie hablo durante el transcurso del camino. Itachi le agradeció internamente a su primo, el no haber cuestionado nada respecto lo que soñó, como para haber estado llorando, aunque supuso, que era un tanto obvio para Shisui.


 

Notas finales:

Y eso jue todo…


¿Y qué tal?


¿Qué les pareció?


¿Les gusto?


No se ustedes, pero sho shore un poquis. Y también me reí. Y estoy completamente segura que hay una personita que anda muy feliz por ahí. CofCof1827Forever1827CofCof…


Mis lectores bellos, espero que se haya entendido lo que Sasuke le explico a Naruto. Ojala y no se me hayan hecho bolar, me cuesta un poco darme a entender, así que lo siento si se quedaron en las nubes. Pueden preguntarme en un comentario si quieren, yo responder sus dudas.


Para que quede claro, por si no se noto. Deidara perdono a Itachi por confundirlo con una chica. Entonces, ¿Por qué la mueca de desprecio? Hehehe creo que es bastante obvio.


Me duele el Kokoro. Estos chicos. Por cierto, no me odien a Itachi. Entiéndalo, incluso si nada justifica lo que hace, no me lo odien musho. Al menos piensen en su madre jalándole las orejas y dándole un cariñoso bofetón.


Por cierto, me estaba dando cuenta que en el capitulo anterior, hubo una parte en la que escribí Kellie, en vez de Aqua. Cuando lo leí, me quede con cara de WTF. Haha rayos estaba pensando en ese momento.


Yo espero y el cap., si les haya gustado, ya saben que pueden hacérmelo saber por medio de un hermoso review, el cual responderé con mucho gusto, y espero que esta vez no se borren. Si no les gusto, igual pueden hacérmelo saber, yo acepto sus review de todo tipo. Solo no me insulten mucho que mi Kokoro es frágil y delicado ante estos.


Hasta la próxima, que ángel cuide de su inshes almas, besos y abrazos para todos, amor y paz…


Bye.


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