Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ángel y demonio. por Kura-chan

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es un pequeño One-shot 
que se me vino a la mente y lo escribí muy rápido.

Siempre dedicada a mi bella Otp, espero sea de su agrado.

 

Notas del capitulo:

Ciertamente, esta pareja tan contradictoria por deciro así tiene algo así como algunas interpretaciones y esta es una que me pareció algo curiosa.

Es como yo veo a estos personajes.

ENJOY ♥

Alas de cadenas y belleza profundamente maligna.

 

Mirada ardiente y oscuridad infinita…

 

Estabas ahí. Bajo la inmensa luna, reina de los cielos, tras las ardientes llamas, bailando excitantes de tu presencia, frente a mí y mi transparente corazón tan cristalino como cada gota chocante del fuerte invierno.

Entonces fue cuando desprendiste tus alas y supe de inmediato cual sería mi destino; yo, estaba muerto. El día de hoy aprendería cual era el verdadero significado de mi existencia. Y ¿sabes? Te lo agradezco, tu cuchilla penetró mi carne y llegó hasta mi corazón ¡sublime! Eras aquella persona que siempre esperé y que no tenía ni la remota idea de su existencia o mucho menos, mi propia necesidad.

Bajo la traviesas estrellas, siempre expectantes. Delineaste mi nombre y algo más… tú odio.

 

Un ángel.

 

Si, así fue como yo te nombré. Siempre furioso, amenazante y dispuesto a matarme en cualquier momento. ¡Perfecto! Y yo…

--¡Eres el demonio! –

Vociferaste fieramente, con tus ojos en llamas casi podías volverte loco. Las cadenas envueltas en tus manos se encontraban listas para acabar conmigo y tus mejillas empezaban a sonrojarse violentamente. Tu rubia cabellera se mecía ferozmente, jamás me había sentido tan dichoso. Me mirabas con desdén y aquellos ojos color sangre eran solo para mí, no me importaba de qué manera era pero sentías algo por mí y como amaba sentirme así.

¿Cuál es el límite de la felicidad?

¿Acaso la paz tiene fecha de caducidad?

¿Cuánto más?

Por favor, si lo deseas, hazlo ¡mátame! Déjame sentir tus delicadas manos tocar mi miserable cuerpo. Hazme probar solo un sorbo de tu glorioso ser, no soy una persona común y el estar aquí y ahora puede ser un hecho milagroso ¿Cómo puedo llamar a todo esto que siento por ti? Jamás me había sucedido. Desde que era un niño nunca supe lo que era tener alguna clase de fuerte sentimiento hacia alguien, solo entrené y me hice fuerte. Llegué a la ciudad y realmente nada cambió de manera drástica, los conocí a ellos y se convirtieron en mis camaradas; de fechorías, delitos y a veces, obras de caridad. Y se acabó.

Fue aquel día en que decididos realizar una pequeña, nada compleja y enriquecedora misión. Entre risas de nosotros, llantos y gritos desesperados de ellos concluimos con un total de ciento veinte personas muertas y el mismo número de pares de ojos rojos. Vaya, no fue amable de mi parte haberlo hecho ¿verdad? Dime ¿Cómo te sentiste al regresar y encontrarte con tal escena? Y tu expresión, tus pensamientos y algo más, tus planes al futuro.

Sí, golpéame. Volvería a matar para verte así. El estar envuelto, aprisionado y lastimado por tus alas de metal me hace sentirme vivo. ¿Tú no? Es tal y como dices, soy un demonio y tú, mi bello ángel haz tenido la desgracia de conocerme.

Desastrosamente nuestra hermosa felicidad no podía continuar.

--Kurapika… --

--¡No puedo! –

--Amigos… --

Me estaba divirtiendo, no le temía a la nada, ni siquiera a la muerte y como me habría encantado tenerte así cada segundo de mi vida. No fue lo mismo para ti… ¿Kurapika? Así que ese es tu nombre. No me lo creo, estoy sonriendo y no solo eso casi puedo reír efusivamente. Me eh sentido inmensamente feliz a tu lado mi ángel, Kurapika, pero al parecer tus amigos son más importantes. Ellos no desean que sigas haciéndome daño y no tanto por mi bienestar sino por tu cordura, además, mis camaradas han conseguido la manera correcta de llegar a un acuerdo, tengo que irme.  No, sin antes despedirme.

A decir verdad el que dio el primer paso siempre fuiste tú. Desde ese día estamos juntos. ¡Claro! Así es como yo lo interpreto, clavaste aquella pequeña y poderosa cuchilla en mi corazón y me debilitaste por completo, no soy capaz ni de defenderme ¿Estás feliz? No volveré a ver a ninguna de mis arañas ¡¿lo estás?! En cualquier día de estos podría dejar de existir ¡¿Cómo te sientes ahora?! Te diré como me siento yo… Emocionado. No te preocupes, yo tampoco lo haré. Cualquier día de estos nuestros caminos volverán a cruzarse así que por favor. Ódiame mucho más.

Si, apasiónate tanto como yo lo he hecho con tan solo contemplarte, no sé nada además de tu nombre pero ya siento que eres mío. Enójate hasta explotar, haz arder esos bellos ojos azul zafiro y golpéame ¡véngate! Muero de ganas por sentir el roce de nuestra piel. 

 

Y así fue…

Lo recordarás… lo recordaré. Aquella noche atestada de cristales tan puramente transparentes como tú fue la mejor de todas. Por supuesto, nuestros encuentros fueros demasiados pero no me detendré a detallarlos, después de todo la mejor de todas pasó solo el día de ayer, no eh dormido absolutamente nada desde entonces.  Creo que me eh enamorado de ti… quizá.

Estabas allí, bajo la inmensa reina de los cielos, ella vestida blanco y su lado varios de sus traviesos cómplices, brindándonos infinita luz. Con tu fiera y dulce belleza en todo su esplendor, con aquel traje tribal que me traía recuerdos de mi mejor misión, con aquellos hilos dorados bailando al son del tenue viento, la divinidad de tu mirada, esta vez ardiente y sedienta y lo mejor de todo, el gran espectáculo de tus grandes alas. De un metal único. Estaba listo para dejarme llevar.

¡Estás loco! Eres tan ágil, rápido, sagaz y vaya, no me das tiempo para nada ¡Oh! Por favor, dime que no es cierto. Soy solo una mísera partícula en este asqueroso mundo ¿qué de especial tengo yo? Mi oficio es casi tan despreciable como yo mismo, mi piel tan pálida empezó a sonrojarse y mis labios se abrieron sutilmente, tan jadeante como me estaba poniendo, mi excitación crecía mucho más. Kurapika ¡No te detengas! Si, así continua. Lastímame y yo haré lo mismo. Mi amado ángel ¡Te amo!

Nuestro combate duró alrededor de diez minutos.

Y puedo jurar que no desaproveché ni un solo segundo, me di el grandioso placer de conocerte, hasta el fondo de tu alma y supe que estabas muy herido, roto… déjame abrazarte, tocarte, gozar de este pecado. Después de todo, nos sentimos apasionados el uno del otro.

Mi magnífico ángel si solo puedes sentir odio por mí, adelante ¡Ódiame hasta el punto de desear arrancarme el corazón con tanta ansiedad! Y ¿sabes? a pesar de todo, yo solo siento amor por ti. Te amaré hasta el punto de poseerte de mil formas, buscaré nuevos métodos para tener contacto con tu piel, me encanta cada centímetro de ti, déjame saber mucho más; tu rostro, tu cuerpo, tus sentimientos, emociones, tu interior ¿De qué color es la sangre de los ángeles?

Lo saborearé, me hundiré en este néctar tan placentero y si mi título de demonio no es suficiente seré todo lo que me pidas, solo ¡déjame poseerte!

Mi ángel dejó de moverse.

No sé cuánto tiempo más pudo haber pasado. Tu belleza se estaba extinguiendo poco a poco; el fulgor de tu rubia cabellera empezó a apagarse, aquella ardiente mirada que parecía sangrar de tan solo tenerme en frente se extinguió y tu piel tan blanca, propia de tu divinidad empezó a tornarse de otro color.

Me engañaste.

Y fuiste realmente astuto al hacerlo, jamás nadie ha sido tan sutilmente inteligente conmigo para hacerme caer en la peor de las trampas. Mis emociones empezaron a actuar por si solas y la razón hace mucho tiempo que abandonó mi ansioso cuerpo. Solo hasta ese momento reflexioné lo ruin que puedo llegar a ser, pero todo esto lo hice por ti, no era nada más que un juego. Eres malo y yo solo un simple mortal, débil e imbécil.

Aun así…

¿Qué podía hacer un simple hombre? No me equivoqué contigo por completo, pues realmente no eres alguien común, aun así, no eras el ángel que me hacía perder el control. Solo rio, no puedo con todo esto, no me queda nada más que reír.

Eres el propio demonio.

¡Un infame demonio que tomó el control de mí!

Aun así te amo.

 

Gracias…

Fuiste el demonio que me poseyó por completo, me hizo conocer ideas y sentimientos no sabía que podrían existir. Me hiciste descubrir que no hay límites.

¡Eres un demonio! Y yo…

Yo solo soy un simple mortal que no tendrá la dicha de llegar al paraíso.

Notas finales:

¿qué les pareció?

¿Cómo ven a estos dos peculiares personajes?

me gustaría mucho que me dieran su opinión.

Muchas gracias por leer ♥

 

♥♥Kura-chan♥♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).