Recostado en su cama, Oikawa está en silencio mirando fijamente el techo de su habitación. Su mano izquierda cuelga por el costado de su cama, y con una de las puntas de sus dedos roza una caja llena de hojas, pero no son tan solo “hojas”, son cartas de su novio, Iwaizumi. Cartas que ambos escribieron, en alrededor de dos años. Si, están hasta las que él le escribió.
Cuando terminaron la preparatoria, Oikawa se le había confesado. Resulta que él siempre había estado enamorado de “Iwa-chan” —que es como lo llamaba normalmente—, pero simplemente nunca había dicho nada porque tenía miedo de no ser correspondido. Sin embargo, como estaban en su último año y lo más probable era que después de ello no irían a poder verse todos los días como antes, decidió decírselo, y para sorpresa de él, Iwaizumi sentía lo mismo. Desde entonces salían juntos, al principio a ambos se les hizo raro, porque estaban acostumbrados a tenerse otro tipo de trato, pero rápidamente lograron adaptarse a caminar de la mano o abrazarse, mucho más Oikawa. Iwaizumi, aunque ahora era novio de él, igual lo golpeaba cuando se enojaba o cuando se desmerecía el mismo.
Todo marchaba perfecto, hasta que tuvieron que comenzar la universidad. Tooru se iría a Tokio a estudiar e Iwaizumi hasta ese momento se quedaría en Miyagi.
Dado que los dos se habían prometido que estarían juntos a pesar de todo, decidieron mantener una relación a distancia.
En primera instancia su relación solo se basaba en largas charlas por celular y Skype, estuvieron así alrededor de 3 meses. Hasta que un día repentinamente Iwaizumi le dijo que se iría a estudiar a una universidad lejos en donde no tendría internet y tampoco señal, pero que no podía decirle a Oikawa donde y aquí es donde su relación solo se basaba en enviarse cartas a través de los padres del, o eso creía Tooru.
Aún se encontraba mirando aquel oscuro techo.
—Harán cerca de dos años que no lo veo, es loco pensar que hasta extraño sus golpes y sacarlo de quicio…— Susurró para sí, sentándose en la orilla de la cama y centrado su mirada en esa pequeña caja.
—Todo termino allí dentro—. Pensar que todo lo que sentía por su novio, todo lo que habían experimentado juntos esos dos años, terminó tan solo en una pequeña caja malgastada, lo hacía enojarse y entristecerse mucho. —Qué habría pasado si nunca me hubiera ido—. Se estiró y tomó la caja —“Iwa-chan...”— sonaba en su cabeza mientras la dejaba sobre sus piernas. Tragó saliva y abrió el pequeño contenedor.
Dentro había muchos sobres, todos obviamente abiertos ya, pero eso no importaba. Lo que importaba era lo que contenían, los sentimientos, momentos y la relación a distancia que había entre el par de enamorados. Risas, enojos, llantos, todo, y todo plasmado en cartas, que ahora son solamente, parte del pasado.
Tooru tomó una de ellas y sacó la carta contenida dentro, con tan solo ver la fecha y la letra se dio cuenta.
—E- Es … — Su voz se volvió quebradiza —La primera carta que me escribió Iwa-chan…
Para ti Oikawa o como sea: miércoles 18 de abril
No se cómo empezar a escribir una carta, así que te contare que estoy haciendo. Pues, recién termine de cocinar Ramen, y ahora miro televisión, tengo ganas de jugar Voleibol, pero por culpa de la universidad no me da tiempo para hacer nada. Igual, desde que te fuiste siento que no puedo jugar si no estás aquí, pedazo de idiota.
¿Cómo te está yendo en Tokio? ¿Estás estudiando, o te andas de vago? porque si es así me iré hasta allá solamente para golpearte y luego me vuelvo hasta aquí.
No sé qué más decir, espero que esta carta te llegue rápido. Recuerda enviarle las cartas en las que me respondas a mis padres y ellos me las enviaran.
Iwaizumi
Al terminar de leer la carta no sabía si reír o llorar.
—Iwa-chan, a pesar de que nunca decías que me querías siempre me lo hacías saber— apretó la carta —con tus acciones…— Lagrimas empezaron a correr por su rostro —¿Por qué hiciste lo que hiciste? ¿Por qué me mentiste de esa forma? ¿Por qué me alejaste así? Yo quería y quiero estar contigo, o al menos verte dos minutos para abrazarte…
Oikawa tomo las demás cartas, decidido a leer todas las que pueda, y si no alcanzaba, leería todas las que falten cada noche, de todos los días de la semana, porque así, solamente así, podía sentir que tenía al chico que amó cerca de él. Una vez las haya terminado las guardaría en un lugar donde nadie pueda sacarlas, de la misma manera que guardo sus sentimientos hacia su novio.
Intentando controlarse por no llorar, siguió leyendo…
Sábado 21 de Abril
Para Iwa-chan:
Hi Iwa-chaan, ¿porque me escribes sobre lo que comes? Eres idiota Iwa-chan =3 Ay Iwa-chan, pues déjame decirte que yo puedo jugar voleibol lo más normal como siempre, ¡¡ yo creo que lo que te falta es que te esté animando!! Y, ¿cómo es eso que por culpa de la universidad no puedes hacer nada?, puf, ¡puras excusas! ¡Yo me la paso estudiando y entrenando! ¡Tú no eres el novio que conozco! Te estas volviendo viejo ¡¡Iwa Oji-san!! ¡Trata de no fruncir tanto el ceño que te aparecen más arrugas!
¿Hey, por qué no me dices de una vez donde te estas quedando? Por qué tanto misterio… ¡¿Acaso ahora eres Yakuza o te tiene secuestrado alguien, Iwa-chan D: ?¡ Por dios Iwa-chan ¿estás bien? ¡Tienes que llamar a la policía si es así! ¡¡Sino déjamelo a mí y yo te rescataré!!
Pd: IWA-CHAN RESPONDE LA CARTA APENAS LAS LEAS L
Te quiero y te extraaaaaaaaaaaaaaaaaaño. Oikawa
Jueves 26 de Abril
Para ti grandísimo idiota:
No me secuestro nadie, grandísimo idiota. Estoy en un pueblo lejos de Japón, no me sé escribir correctamente el nombre por eso no te digo, solo estoy ocupado estudiando. Quizás solo necesite golpearte, ¡y como me trates de viejo otra vez te cortare la mano con la que lo escribas!! ¡Y TU ME HACES FRUNCIR EL CEÑO!
Por cierto, tarde en responderte porque mis padres se olvidaron de enviármela.
También, ayer recibí una carta de Matsukawa contándome que Aoba Jhosai va a volver a los nacionales después de todos estos meses; y pensar que nosotros hace solo un par de meses estuvimos y ahora no lo estaremos más. Nunca pudimos ganarle al idiota de Ushiwaka, pero al menos yo siento que si gane algo.
Nos vemos Oikawa, también te quiero.
Iwaizumi.
Viernes 27 de Abril
Para Iwa-chan
¡Hi Iwa-chan!! ¡¡Qué bueno es saber que no te tienen secuestrado!! Y ahora si eres el novio que conozco, de la manera en la que escribiste en mayúscula pude sentir como si realmente me gritaras y ¡me recorrió un escalofrió por todo el cuerpo!
Si me entere del dato ese, y estaba pensando lo mismo. Extraño todos los días en Seijo, incluso extraño a Perro loco-chan L ¡Imagínate que tanto extraño!
¡¡¡¡Waa, Iwa-chan me hiciste poner nostálgico¡¡¡¡
¿Y qué es eso de que sentiste que si ganaste?
Pd: ¡Anoche soñé contigo! Te volvías una especie de Wolverine, ¡era increíble por que eras súper fuerte e inmortal! ¡Todo lo contrario a lo que eres!
¡SALUDOS! Oikawa.
—¡IMBECIL! ¡REALMENTE DIJE ESO?! …— Controlando su enojo siguió leyendo la próxima carta.
Lunes 30 de Abril
Idiota:
Que exagerado eres.
Yo igual extraño Seijo, extraño a nuestros kouhais, a los entrenadores y a ti. Todo el tiempo.
Nada, ya me olvide de lo que había pensado. Y que perfecto sueño, seria asombroso ser como Wolverine así te golpearía más fuerte, de paso te rasguñaría también.
Aunque lo de inmortal no me gusta….
Iwaizumi.
Miércoles 2 de Mayo
Iwaaa-chan:
¡Pero fue así, Iwa-chan! Es raro que estés cariñoso conmigo, ¿te estas muriendo o algo así? Jajaja, Yo igual te extraño mucho!!
Waaaa, no se vale, piensa lo que habías pensado y dime después, odio quedarme con la duda L y que malo eres! ¡¿Por qué a mí?!
A mí me gustaría y no, ser inmortal, ¡esta genial lo de vivir para siempre! Pero no podría vivir con el dolor de ver a los demás morir L Hablemos de otra cosa mejor, porque no quiero que nos pongamos emos!
¡Saludos! Te quiere; Oikawa.
Luego de esa última carta, Iwaizumi no respondió por aproximadamente 1 mes. Él creía que era porque se atrasó la entrega, pero ahora que la leyó devuelta y sabe todo lo que pasó, se dio cuenta de que había algo raro con esa última carta de su novio.
—¿Por qué no me di cuenta en ese momento que Iwa-chan me mentía? Quizá si tan solo me hubiera dado cuenta, Iwa-chan ahora estaría conmigo…— Oikawa secaba sus lágrimas. En vano, ya que nuevas lagrimas salían cada vez al pensar en “que hubiera pasado si”
—Fui un pésimo novio, el merecía a alguien mejor—. Al caer en cuenta que sus lágrimas caían sobre las cartas, corrió al baño a lavarse el rostro. Estuvo alrededor de 20 minutos mirándose fijamente al espejo, tenía los ojos tan rojos e hinchados que le dolían.
—Parezco drogadicto— Suspiró.
Se dirigió devuelta a su cuarto y luego se sentó sobre su cama, tomó su celular y para tratar de tranquilizarse comenzó a escuchar música. Mientras, agarraba todas las cartas de esos últimos dos años. Tenía alrededor de tres cajas llenas de ellas.
- ¿Porque me dejaste, Hajime? ¿Porque me mentías? – Lagrimas comenzaban a salir nuevamente de sus ojos, y el rápidamente las seco con la manga de su sudadera —Tengo que dormir, llorar no va hacer que Iwaizumi vuelva conmigo…
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En la mañana despertó y se dio cuenta que sus ojos estaban completamente sellados.
—¡¡¡DHAAAAAAAA, ESTOY CIEGO!!!— Había llorado tanto que sus ojos se pegaron con las lagañas mientras el dormía.
Luego de unos segundos, paranoico sobre que nunca iba a poder abrir sus ojos, comenzó a refregárselos y terminó por abrirlos.
Soltó un largo suspiro —Que susto…— Se puso de pie y fue a su baño. Al mirar al espejo dio un pequeño sobresalto.
—¿¡YO SOY ESE!?— Estaba tan horrendo que hasta él se asustó de sí mismo —¡¿Dónde se fue mi aspecto hermoso?!— Se golpeó a sí mismo para asegurarse de que no fuera un sueño. —¡Auch! — se quejó del dolor —Mierda, realmente me veo horrible, no puedo dejar que alguien me vea así.
Tomó su celular, puso música y se metió a bañar. Cantaba en la ducha mientras se lavaba su cabello, y hacía de cuenta que el jabón era su micrófono, estuvo así unos minutos; luego salió de la ducha, mientras se secaba seguía cantando, incluso cuando comenzó a cepillarse los dientes y aun con la pasta dental en la boca usaba su cepillo como micrófono, esparcía pasta dental por todo el baño, terminó de asearse y se dirigió a su habitación. Procedió a dejar cargar su celular, luego se vistió, y con su peine comenzó a peinarse mientras tarareaba una de las canciones que había estado cantando anteriormente. Todo parecía estar bien, pero en realidad Oikawa estaba, desesperadamente, distrayéndose. Hasta que, en un momento mientras buscaba uno de sus cuadernos de estudio en su desorden de hojas, encontró una foto con Iwaizumi de cuando habían terminado la preparatoria.
—Iwa-chan… Que jóvenes nos veíamos—. Puso una sonrisa triste y guardo la foto en un lugar donde no pudiera estropearse, luego de eso apoyo su cabeza contra la pared y estuvo unos largos minutos en silencio.
—No puedo creerlo, esto no tiene que ser así, no tiene que ser…— Lagrimas comenzaron a salir nuevamente —No puedo… no puedo seguir sin ti, por favor, vuelve—. Lloraba aún más y respirar comenzaba a hacérsele cada vez más difícil —Vuelve conmigo….