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Pagando las tarjetas de papá • ||ChanBaek|| por MillenAry

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Notas del fanfic:

• Autora: MillenAry
• Pareja: ChanBaek
• Género: Romance || Fluff || Humor || Smut
• Extensión: Mini-Fic || 4 partes
• Estado: Terminado.
• 01.09.16 || 17.09.16

• Esta historia también se encuentra en Wattpad con el mismo nombre y bajo el seudónimo de MillenAry.

BaekHyun amaba mucho a su madre, pero justo en ese momento la encontraba la mujer más cruel y vil que pudo pisar la tierra.


—Solo serán unos días, Baek. —El aludido miró a su padre en busca de ayuda.


—No me mires así, yo estoy de acuerdo con tu madre.


—¡Pero papá!


—Baek, necesitas algún tipo de castigo, ¿no crees? —Hizo un puchero y desvío la mirada de los ojos de su padre, quien no lo estaba ayudando en un momento tan importante como ese—. Has estrujado mis tarjetas de crédito hasta dejarlas sin un mísero won.


Pues él creía que sus padres se podían ir a tomar por culo. Él tenía necesidades, así como cualquier ser humano, y estas debían ser satisfechas de la manera correspondiente.


—¡Pero lo necesitaba! —gritó eufórico al ver que nadie tenía intención de salvarlo.


—¡No me vengas con cosas de niños pequeños, BaekHyun! —gruñó su madre, quien era la que parecía tener las riendas de esa familia—. Estas castigado e irás a trabajar para poder pagar las tarjetas de tu padre.


—¡Nunca las podré pagar! —gimoteó mientras hacía una mueca de bebe llorón y sacudía las manos con exageración.


—Pues aún te queda bastante por vivir para poder pagar tus deudas.


—Ahora anda a tu habitación a hacer tu maleta, te irás mañana a primera hora —avisó su padre mientras lo apuntaba con uno de sus dedos.


—¡Pero no quiero!


—Nadie te mandó a que compraras tantas cosas que no necesitas. —Su madre se levantó de la mesa para llevar los platos sucios a la cocina.


—¡Lo necesitaba!


—BaekHyun, dime tú para que ocasión vas a usar el rizador de cabello. Porque yo aún lo veo muy sellado dentro de su caja. —Frunció el ceño ofendido y se llevó una mano al pecho.


—¿Estás queriendo decir que mi rizador no es una necesidad? —Ambos padres se quedaron callados y lo miraban atentamente, como lamentándose internamente el tener un hijo como aquel.


—Te hemos consentido demasiado, cariño —susurró su padre y pasó una mano por sobre la mesa para acariciar la suya—. Es hora de que aprendas a valorar las cosas y lo que cuesta conseguirlas.


—Nuestra idea no es enviarte a trabajar para que seas infeliz, BaekHyun. Deberías saber que nuestros deseos están bien alejado de eso, simplemente queremos que puedas conseguir las cosas por ti mismo, que sepas defenderte en este mundo de gigantes.


BaekHyun lloriqueó y dejó caer la cabeza sobre la mesa de madera en la que estaban cenando. Los odiaba, los odiaba mucho.


|———|


Cuando le dijeron que saldría a primera hora en la mañana nunca pensó que era así, tan literal, porque realmente jamás se imaginó siendo despertado por su madre a las cinco de la mañana para que se alistara porque cariño, el bus sale en una hora.


Y joder... si lo peor de todo es que en una hora no alcanzaba en alistarse.


—Llámanos seguido, ¿sí, bebé? —BaekHyun rodó los ojos cuando su madre le apretó las mejillas y besó su frente.


—Si es que encuentro señal para el teléfono, mamá. —Sus padres rieron con suavidad por su comentario.


—Después de los días lo podrás pasar bien, BaekHyun. —Su padre le sonrió ampliamente al hablarle—. Además recuerda que es ahí donde conocí a tu madre y donde vivimos nuestra adolescencia. Quién sabe, quizás el amor de los Byun este por allá y encuentres a una chica bonita.


BaekHyun frunció el ceño. Él no tenía ninguna intención de emparejarse con una campesina. BaekHyun era gente de clase.


—Espero no traer a nadie conmigo de allá —dijo con sinceridad y su madre hizo un mohín con los labios.


—Esta bien, cariño. —La mujer hizo un gesto de mano para restarle importancia al tema—. Sólo asegúrate de trabajar, cuidar a tu abuela y no embarazar a nadie.


Chasqueó la lengua y se cruzó de brazos para después rodar los ojos. Su padre lo miró divertido y abrazó a su madre por la cintura, compartiendo un secreto con él como dos confidentes.


—Ahí viene tu bus. —Se volteó para ver el automóvil acercarse al correspondiente carril.


—Recuerda que luego tienes que tomar el tren y después ir a la dirección que te anoté en el papelito para que te lleven hasta la casa de tu abuela. —BaekHyun resopló y se acomodó mejor el bolso sobre el hombro.


—Lo sé, mamá. —Miró hacia atrás y se acercó a sus padres para abrazarlos—. Ya me voy.


Estiró el brazo para tomar la maleta que tenía su padre pero este negó y el mismo se acercó hasta el chico del bus para subir su equipaje en el maletero.


—Cuídate, bebé. —Le asintió a su madre y permitió que está le diera el último beso en la frente.


Se despidió de sus padre por última vez con un movimiento de manos y se apresuró en subirse al bus para luego buscar con urgencia su asiento.


BaekHyun se sintió realmente infeliz durante el transcurso del viaje y no pudo pegar ningún ojo en todo el transcurso, siendo que las luces habían estado tenuemente encendidas para que no molestaras a nadie y todos los pasajeros parecían estar durmiendo, incluido aquel abuelo que estaba a su lado y que lo único que había hecho durante el viaje había sido roncar.


Cuando el bus hubo llegado a su parada no tuvo más que bajarse con rapidez para ir a buscar su maleta y luego correr hacia la estación de trenes. Sale en seguida, BaekHyun. Tendrás que correr hasta el tren para alcanzarlo o sino tendrás que esperar el siguiente.


Y así hizo. Corrió por todo el bendito lugar arrastrando su maleta por el camino de tierra, ocasionando que una polvareda se alzara a sus espaldas y lo hiciera toser.


Por suerte consiguió entrar al tren, aunque esto no lo hizo sentirse menos aliviado.


El lugar estaba repleto de personas y a pesar de que él era un chico pequeño no pudo pasar desapercibido debido a su gran maleta morada con detalles negros.


Le había costado tanto dinero, se lamentaba. No debió haberla llevado ahí en un principio.


BaekHyun fue brutalmente empujado hacia una de las paredes del tren, en donde tuvo que apegarse bien a la ventana para no mirar hacia la demás gente porque si se daba la vuelta, quedaría justo debajo del brazo de aquel hombre que sudaba con tal exceso que era increíble.


Horas y horas pasaron y BaekHyun empezó a tener sueño, maldiciendose a sí mismo por no haber dormido en el bus. Ahora estaba ahí, de pie y en un tren lleno de gente que no dejaba de hablar, y definitivamente no era el mejor lugar para tomar una siesta.


Además parecía que el tren en cada parada recibía a más y más gente. BaekHyun en ningún momento pudo suspirar con tranquilidad y sentarse en un jodido asiento, incluso se bajó sin haber tocado el dichoso trozo de tela en donde tanto quiso poner el trasero.


Una vez estuvo abajo miró con atención la estación, tenia un insignificante recuerdo del lugar gracias a alguna vez que pudo haberlo llevado su madre cuando era niño.


El lugar de por sí era horrible y feo, descuidado y para nada comparable con la estación de Seúl, aunque BaekHyun confesaba que le gustaba más debido a lo natural y rústica que era. Esta estación tenía plantas saliendo por entre el cemento y no basura como el de la ciudad.


Sacó su fantástico celular del bolsillo para irse con rapidez a las notas del dispositivo, buscando la dirección que le había dado su madre. Y no le costó nada encontrar la vivienda debido a la poca población que había por esos lugares.


Tocó la puerta con el puño cerrado e intentó formar una sonrisa con sus labios, pero por más que quizo no pudo porque realmente estaba cabreado y lo único que quería era echarse sobre su cómoda cama para dormir.


—Buenas... —BaekHyun asintió un poco adormilado—. ¿Necesitas algo?


—Estoy... —Llevó una mano a su boca para tapar el bostezo y continuó—, estoy buscando a la señora Byun, me dijeron que si venía a esta dirección me podrían ayudar.


BaekHyun levantó la cabeza para poder concentrarse por primera vez en la persona que estaba frente a el.


—Wow... —susurró sin poder evitarlo y el chico lo miró con él ceño fruncido—. Eres bastante alto y tus orejas son muy notorias.


Al parecer al chico no le hizo nada de gracia porque se cruzó de brazos y se recargó en el marco de la puerta para darle una mala mirada.


—Supongo que eres el nieto de la señora Byun —habló el chico para luego darle una rápida mirada de arriba a abajo. Esta vez fue su momento de fruncir el ceño—, y al parecer eres bastante irrespetuoso.


BaekHyun se llevó amabas manos a las caderas y miró al contrario con el ceño fruncido.


—¿Acaso alguien te dio el derecho de decir algo sobre mí? —El chico le dio una sonrisa ladina y luego se enderezó.


—¿Y acaso tú pediste permiso para hablar sobre mi? —Dio un paso hacia atrás completamente ofendió y miró al contrario ceñudo.


—No estoy aquí para perder el tiempo contigo. ¿Qué tal si me dices de una buena vez donde está la persona que me puede ayudar?


El chico siguió mostrando esa sonrisa en donde levantaba sólo una de las comisuras de su boca y dio un paso hacia él para cerrar la puerta a sus espaldas. El extraño se encaminó hacia un costado de la casa y desapareció por unos minutos.


BaekHyun no hizo más que cruzarse de brazos y luego bufar, pensando que el bastardo ese lo había dejado a su suerte.


Un resoplido animal se escuchó demasiado cerca de él y eso lo asustó, aunque se sintió aún más aterrado cuando vio como un gran animal salía de uno de los costado de la casa.


BaekHyun estaba espantado y no pudo evitar que por un intento por alejarse de semejante bestia se cayera de culo sobre el suelo polvoriento.


El extraño aquel se había carcajeado tanto al verlo que él no había podido evitar sonrojarse.


Se levantó con lentitud mientras mantenía la mirada fija en el animal por si este pensaba en atacarlo.


El bastardo bajó de la bestia y se apoyó en el lomo de este con airé relajado mientras lo veía burlesco, ya que estaba sacudiendo sus pantalones que se ensuciaron debido a la caída.


—Aquí le traje al personaje que le puede ayudar, señorito Byun. —El aludido abrió la boca, desconcertado.


—¿Qué es eso? —preguntó casi con indignación apuntando hacia la bestia. De inmediato recibió el ceño fruncido del contrario.


—¿Cómo que "qué es eso"? —preguntó ofendido el bastardo—. Es un caballo, señorito. ¿Acaso usted no conoce cómo son los caballos?


BaekHyun resopló, logrando que uno de los mechones de su cabello que se había desordenado volará por su frente.


—Claro que sé cómo son. —El chico le dio otra de esas sonrisas suyas y se alejó del animal para caminar hacia él.


—Se llama Eyes...


—No te pregunte cómo se llamaba. —El orejón rodó los ojos pero sonrió.


—Y yo soy ChanYeol. —Esta vez BaekHyun guardó silencio y el chico extendió una mano—. Un gusto, señorito Byun.


—Deja de decirme "señorito Byun", me llamo BaekHyun —dijo a regañadientes mientras se cruzaba de brazos y exponía el claro rechazo a la mano extendida.


—¿Se ha dado cuenta que su apellido es la mitad de su nombre, señorito Byun? —Frunció el ceño y miró hacia otro lado para luego suspirar y cerrar los ojos.


—¿Podrías decirme en qué dirección está la casa de mi abuela? —preguntó en un susurro mientras se abrazaba el estómago y dejaba caer cualquier tipo de barrera contra el tipo.


Para su sorpresa este suspiró para luego subirse al caballo—. Yo soy la persona que te llevará hasta ahí. Sube.


BaekHyun se sintió extraño luego de que el chico habló, le recordó a novelas románticas de la era medieval en donde habían caballeros con armaduras y princesas con hermosos vestidos. Aunque Baekhyun se negaba rotundamente a ser la princesa, especialmente por el vestido.


—No sé cómo subir —murmuró con la intención de que el chico no lo escuchara pero aun así lo hizo.


El bastardo, aparentemente llamado ChanYeol, bajó del caballo luego de bufar.


—¿Te ayudo a subir?


Y una vez estando ahí, con el chico a su lado, BaekHyun no encontró nada de malo con que el chico sea estúpidamente alto, aunque esto era jodidamente notorio si estaba parado a su lado.


—Tengo una maleta con ruedas. —Su equipaje era tan solo una excusa, ya que realmente le temía al animal.


ChanYeol miró hacia el objeto y suspiró—. Puedo llevarla arriba.


—Prefiero caminar —terminó por susurrar al ver que el chico se dirigía hacia su maleta.


—Esta bien. Como quieras.


Esta vez el bastardo no se subió sobre el caballo, en vez de eso tomó las dos sogas que estaban amarradas en una cosa extraña a la boca del animal y tiró de él, haciendo al caballo resoplar.


—Es bonito —se permitió decir BaekHyun mientras miraba al caballo de color azabache y tiraba de la manilla de su preciada maleta, la cual ahora no podía estar más asquerosa.


ChanYeol le sonrió sinceramente por primera vez mientras acariciaba al animal y él también sonrío con ganas.


—La casa de tu abuela queda lejos, de seguro te cansaras. —BaekHyun rodó los ojos ante el comentario pero sonrío.


Y joder, el bastardo no mentía.


BaekHyun se la había pasado por más de una hora caminando sobre el ardiente sol para dirigirse a la casa de su abuela, sumándole a esto que está muerto de hambre porque el almuerzo se había pasado ya hace dos horas.


Su estómago rugió vergonzosamente y él lo cubrió con una de sus manos, como si con ello pudiera ocultarlo del alto chico.


—¿Tienes hambre? —Volteó la mirada sorprendido hacia ChanYeol y luego de pensárselo un momento asintió—. De seguro tu abuela te espera con un rico almuerzo.


—Gracias por darme esperanzas —comentó con un poco de burla mientras ambos se adentraban por un camino que estaba bordeado por muchos árboles.


ChanYeol rió con suavidad mientras palmeaba suavemente el costado del animal.


—¿Seguro que no quieres subir?


Miró hacia arriba para observar al animal y alzó una mano con la intención de tocar su lomo, sorprendiéndose al encontrarse con un pelaje suave.


—No te hará daño, lo prometo. —Desvío su vista hacia ChanYeol, quien se había inclinado levemente para que él lograra escucharlo.


—¿Qué hago con la maleta?


—No te preocupes por ella, yo la llevo. —ChanYeol tomó el objeto y Baekhyun juntó sus manos al no saber qué hacer.


—¿Cómo... Cómo subo? —preguntó en un murmuro mientras ponía ambas manos sobre el caballo y miraba su reluciente pelaje.


Sintió unas grandes manos que lo tomaron por la cintura y con un agarre fuerte lo alzaron, aunque Baekhyun entró en pánico de inmediato porque no sabía de dónde agarrarse, y todo fue el colmo cuando sintió una mano tocándole el trasero.


BaekHyun logró afirmarse de una de las cuerdas pero esto provocó que el animal se alterara y resoplara con fuerzas, asustándolo y causando que soltara la cuerda, yéndose de espaldas sobre el tipo.


Cerró los ojos y escuchó como las patas del caballo golpeaban contra la tierra suelta de manera alterada.


Él no había sufrido dolor alguno por la caída, entonces fue recién ahí que se dio cuenta que estaba acostado de espaldas cómodamente sobre el chico, y aunque no quiso notarlo, Baekhyun tenía muy en claro que había quedado sentado sobre la entrepierna del contrario.


Una vez abrió los ojos se dio cuenta que el caballo se había echado a correr por el sendero.


¡Eyes!


Luego del grito de ChanYeol, él rápidamente se hizo a un lado, logrando así que este se levantara y se echara a correr detrás del caballo.


Aún un poco aturdido, BaekHyun se levantó con lentitud y tomó su maleta para arrastrarla sobre la tierra con urgencia.


Cuando llegó donde estaba el otro chico se dio cuenta que este acariciaba repetidas veces la cabeza del caballo mientras apegaba su frente a la del animal y susurraba cosas que él no alcanzaba a escuchar.


—¿Estás bien? —preguntó BaekHyun al ver el rasguño que había en el brazo del contrario.


ChanYeol se volteó a mirarlo y le sonrió apenado—. Lo siento, debí enseñarte primero como debías agarrarte.


El chico se separó del caballo y se acercó hasta él, mirándolo de pies a cabeza otra vez.


—¿Estas bien? —Para su sorpresa el contrario lo tomó por las mejillas y se acercó hasta él para ver detalladamente su rostro—. Si tu abuela se entera de esto me matará.


Al estar tan cerca, BaekHyun también pudo verlo con más detalle, especialmente pudo notar aquel rasguño que tenía en uno de sus pómulos.


—Te llevaré a la casa de tu abuela antes de que termine contigo —dijo con burla el chico pero él no están de ánimos para reír.


—¿Tú estás bien? —ChanYeol se volteó a mirarlo con ambas cejas alzadas, un poco sorprendido, y luego asintió.


—No te preocupes por mí, estas cosas suelen pasar. —El chico volvió a acariciar el caballo y emprendió otra vez la marcha—. Estamos cerca de la casa de tu abuela, se puede ver desde aquí.


BaekHyun siguió el dedo de ChanYeol, encontrándose así con la pequeña casa de su abuela entre tanto árbol frondoso y sin poder evitarlo sonrió.


|———|


—¿Seguro que no hay ningún problema? —BaekHyun hundió la cuchara dentro de su plato de sopa luego de escuchar a ChanYeol hablar.


—Por supuesto que no, Channie... —respondió la anciana mientras le sonreía ampliamente al susodicho—. Además no es la primera vez que te quedas aquí, y después del favor que te pedí deberías descansar.


BaekHyun resopló sin poder evitarlo. Apenas llegó a la casa de su abuela había sido apretujado y abrazado como siempre era típico de ella, aunque la sorpresa de que esta saludó con la misma alegría y cariño a ChanYeol le llegó como un balde de agua fría.


—Y ya está oscuro como para que vuelvas solo a tu casa.


Esta vez concordó con su abuela, porque a pesar de que ChanYeol no le caía del todo bien, estaba claro que estaba muy oscuro como para que volviera solo en su caballo, sumándole a esto que quizás podría sufrir un inconveniente como lo habían tenido mientras iban hacia allí.


—Lamentablemente no tengo muchas habitaciones, pero no creo que te moleste dormir con BaekHyun.


Esta vez dirigió la mirada hacia el más alto, viendo como este elevaba ambas cejas, como preguntándole si estaba de acuerdo.


Y bueno... no es que exactamente estuviera de acuerdo, en realidad pocas ganas tenía de que aquel chico interrumpiera en su habitación.


—No hay problema —terminó diciendo mientras se encogía de hombros.


Después de todo el chico estaba herido y había sido por su culpa. BaekHyun aún se sentía un poco mal por eso.


Su abuela les mostró la habitación con rapidez, pasándoles también todo lo necesario para que se pudiesen acostar.


—¿Quieres que te desinfecte las heridas? —preguntó BaekHyun una vez que su abuela se fue y ambos estaban dentro de la habitación.


—No te preocupes, yo puedo con esto. —ChanYeol le mostró aquella sonrisa ladina y BaekHyun apretó los dientes, maldiciéndolo en su cabeza cuando el chico se hubo acercado a la puerta para salir por esta.


—Bastardo —susurró para sí mientras abría su polvorienta maleta morada.


Se cambió al pijama con rapidez, aunque este no era más que una gran camiseta y unos pantalones de chandal.


Miró hacia el acolchado que había en el suelo y suspiró. Una vez que se acostó y se tapó con las mantas tuvo que dar varias vueltas en busca de comodidad.


—¿Ya estás dormido? —Gruñó cuando oyó la voz y al poco rato después la puerta cerrarse, escuchando en respuesta una suave risa.


Se tapó con las mantas hasta la cabeza mientras cerraba los ojos en un intento por dormir. Pero no podía, maldición.


Escuchó a ChanYeol cambiándose y luego como este se metía debajo de sus propias mantas.


BaekHyun odiaba tanto acostarse ahí, no porque estuviera ChanYeol ni fuera la casa de su abuela, sino porque siempre pasaba frío cada vez que se quedaba en ese jodida habitación, además recordaba que su madre acostumbraba a llevar mantas de más para él y eso lo hizo extrañar su casa.


|———|


Dos horas.


Lo sabía. Habían pasado ya dos horas y estaba seguro de que era así gracias a su teléfono, aunque en realidad este no sirviera para nada más debido a la inexistente señal.


Se hizo un ovillo sobre el acolchado y se acomodó lo mejor que pudo con las mantas para mantener el máximo calor.


—ChanYeol... —susurró una vez que se dio cuanta que no podría dormir debido al frío, independiente de lo cansado que estaba.


—Mmm... —Lo escuchó quejarse y él se destapó para poder mirarlo, encontrándose sólo con la maraña de cabellos que sobresalía por entre las mantas, la cual pudo distinguir gracias a la molesta luz lunar que entraba por la ventana.


—¿Sabes dónde puedo conseguir más mantas? —La habitación se quedó en silencio y BaekHyun de repente se preguntó si el otro chico se había quedado dormido.


—¿Tienes frío? —ChanYeol sonaba mucho más despierto.


Las palabras mencionadas hicieron avergonzar a BaekHyun, quien le dirigió una rápida mirada porque sabía que el chico lo estaba observando.


—Sí, un poco.


Cuando no escuchó nada más pensó que quizás ChanYeol no lo había oído o que incluso se había quedado dormido, pero en realidad sólo pudo darse cuenta unos segundos después, cuando notó algo gris moverse por su derecha y luego un peso extra cayó sobre su cuerpo.


ChanYeol lo había tapado.


Giró su cabeza para intentar encontrase con su mirada y agradecerle, aunque se sorprendió un poco cuando lo encontró de espaldas a él y cubierto con una manta roja. BaekHyun podía jurar que el chico estaba tapado con una gris.


Por un momento se sintió extraño, como si estuviera tomando algo que no era suyo, quizás por eso luego de que pasaran veinte minutos, y de que estuviera seguro de que el chico estaba dormido, se destapó y se acercó gateando hasta el contrario junto con la manta, poniéndosela luego sobre el cuerpo ajeno.


BaekHyun sobreviviría sintiendo un poco de frío, estaba seguro, pero aquello era tan malo para su piel...


Hizo un puchero con los labios mientras miraba la espalda de ChanYeol, si se acercaba un poquito seguro que no lo notaría, ¿cierto?


Corrió cuidadosamente el acolchado hasta dejarlo a un lado del contrario y él se volvió a acostar, sintiéndose de repente un poco desvergonzado por estar muy cerca del otro chico, pero es que él necesitaba calor, independiente de si este provenía del odioso ranchero que lo había llamado señorito Byun.


Se hizo un ovillo y se tapó bien con las mantas, acercándose cautelosamente hacia el cuerpo del alto para poder tener un poco más de calor, levantando así cuidadosamente las mantas del contrario para meterse debajo de ellas.


Sus manos estaban heladas así que las metió debajo de las frazadas, sintiendo por accidente la piel caliente del contrario, sorprendiéndose porque este tenía el torso desnudo y joder, ChanYeol es jodidamente caliente.


Confianzudamente puso una mejilla sobre la espalda desnuda y se sorprendió por la temperatura, encantado de sobremanera por tener algún tipo de fuente de calor. Y fue así como después puso sus manos y luego acercó más su cuerpo, quizás fue por eso mismo que al día siguiente amaneció apegado como lapa al contrario y maldición, él no estaría despierto ni por si acaso si ChanYeol no lo estuviera llamando.


Sintió al chico moverse en un intento por girarse y él de inmediato se apoyó en uno de sus codos para levantarse y así darle espacio al contrario para que se voltee, aunque sólo provocó que se desequilibrara y que terminara aplastando su cara contra el pecho desnudado del contrario.


Y caliente, cabe agregar.


—Lo siento —se disculpó de inmediato cuando levantó la cabeza, encontrándose con la oscura mirada de ChanYeol y su ceño fruncido.


—¿Por qué mierda amanecí contigo pegado a mí? Si mal no recuerdo, tú anoche estabas como a dos metros de aquí. —BaekHyun se mordió el labio inferior e intentó poner las rodillas sobre el acolchado para poder alzarse, aunque sólo se encontró con las extremidades del alto, recibiendo un gruñido de su parte.


Joder, ¿dónde estaba metido?


—Lo siento. Yo... —Agachó la cabeza en un intento de que no se notara su sonrojo y se hizo hacia un lado, cayendo sobre el que era su acolchado y mirando al techo para no dirigir su mirada al contrario—, tenía mucho frío anoche, quizás sin darme cuenta me apegué a ti.


Mentiroso. Había sido él mismo quien había tocado aquella suave y caliente piel de su espalda.


Escuchó a ChanYeol resoplar y desvío la mirada hacia él para ver cómo se levantaba.


BaekHyun tenía sueño y aún no quería levantarse. Joder, si pareciera que aún ni siquiera a salido el sol.


Se metió más debajo de las sabanas para seguir durmió, pero fue cosa de minutos cuando lo escuchó. Tuvo que taparse las orejas para que el molesto korocokó del jodido gallo de su abuela no lo dejara sordo.


—Tiene que levantarse, señorito Byun. Hoy es su primer día de trabajo. —BaekHyun rechinó los dientes una vez que escuchó la burlona voz del contrario. Aún así no se levantó.


Quizás fue por eso mismo que ChanYeol había terminado quitando sus mantas de un tirón y lo había dejado expuesto al frío de la mañana.


—Noo... —alegó mientras a tientas buscaba las mantas para volver a cubrirse, encontrándose sólo con las manos del bastardo que terminaron por tirarlo y ponerlo de pie como si se tratara de un muñeco de trapo.


—Vienes aquí a trabajar, señorito Byun, así que levántate.


—¿Acaso me estás dando órdenes? —BaekHyun frunció el ceño mientras levantaba la cabeza para mirar al contrario porque este era innecesariamente alto.


—Soy tu jefe, así que tendrás que hacerme caso. —Él aún seguía sujeto por las muñecas y tiró de ellas para alejarse del contrario, aunque este no oponía ningún tipo de fuerza en él.


BaekHyun se cruzó de brazos y el contrario lo imitó de inmediato, aunque este elevó una ceja y él gruñó al darse cuenta que tendría que hacerle caso.


—Sal de aquí, me cambiaré de ropa. —ChanYeol se encogió de hombros y se dirigió hasta la puerta corrediza.


—Te espero afuera, si no sales dentro de cinto minutos, seré yo el que te vista y te lleve a trabajar.


Una vez que el bastardo salió por la puerta BaekHyun imitó las palabras del chico con un tono burlón y agudo mientras se apresuraba en vestirse.


|———|


—Maldición —susurró mientras se agachaba para buscar el cepillo por debajo de aquel mueble.


Por más que estiró la mano no alcanzó a tomarlo y maldijo a todo el jodido mundo por haberlo puesto en esa situación, especialmente al maldito bastardo.


Se había pasado todo el día ocupado, primero había tenido que alimentar a los animales, y aquello hubiera estado bien si ChanYeol no le hubiera pedido que llevará la carretilla con la comida de los cerdos, sumando que el chico le había metido maíz en los bolsillos por pura maldad y las gallinas lo habían perseguido.


Y luego, justo antes del almuerzo, ChanYeol le había pedido que limpiara el corral de las vacas mientras el idiota estaba subido a una escalera e intentaba arreglar el cable de la ampolleta, aunque eso le pareció sólo una excusa a BaekHyun para que pudiera verlo en todo su esplendor mientras intentaba echar la mierda de las vacas en una carretilla.


Ya había pasado el almuerzo y para su suerte su abuela había preparado algo delicioso, aunque eso tampoco hizo que ChanYeol se alejara de él, más bien habían almorzado en la misma mesa e incluso se había sentado a su lado.


Inclusive su abuela estaba encariñado con el ranchero, dándole más cariño del que le daba a su propio nieto. Eso ponía a BaekHyun estúpidamente celoso.


—Baek, ¿qué mierda haces? Te dije que tenias que cepillar a los caballos. —El aludido gruñó y levantó el cuerpo para mirar al contrario.


—Deja de tocarme las pelotas y ve a hacer alguna de tus cosas inútiles, ChanYeol.


BaekHyun refunfuñó para sí mismo y estiró aún más el brazo por debajo de la jodida mesa, llevándose un rasguño de paso, lo que lo hizo boquear.


—¿Qué haces? —Volteó otra vez la cabeza, ahora encontrándose a ChanYeol en cuclillas a un lado de él.


—Se me cayó el cepillo —susurró con un puchero en los labios pero no lo miró.


Escuchó a ChanYeol moverse por detrás de él y de repente extrañó mucho estar en su casa, en su cama, disfrutando de las vacaciones y quizás haciéndose alguna mierda en el pelo con el jodido rizador que había comprado y que tanto era "innecesario".


Se asustó un poco cuando vio que el mueble era levantado, encontrándose luego con que ChanYeol era el que estaba sosteniendo el gran mueble.


—¡Apresúrate! —BaekHyun actuó de inmediato al gruñido del alto y tomó el cepillo, alejándose en seguida para que ChanYeol dejara caer el mueble.


El alto sacudió ambas manos y BaekHyun miró el cepillo fijamente, de repente sintiéndose triste porque no le gustaba eso de trabajar y recién era su primer día.


—Apresúrate en terminar tu trabajo.


BaekHyun sintió su labio temblar y apretó fuertemente el cepillo que tenía entre las manos mientras intentaba igualar su respiración.


Por un momento, cuando vio que ChanYeol se agachaba y se ponía en cuclillas por delante de él, pensó que lo iba a regañar por alguna mierda y él se sintió aún peor porque ese chico era odioso, aunque tenía bien en claro que él mismo lo era aún más.


—¿Te duele mucho? —Sintió un suave tacto en la muñeca y fue ahí cuando vio el rasguño ensangrentado que había dejado el toque con la madera.


Quitó la mano con algo de brusquedad y dejó el cepillo en el suelo para después levantarse y caminar a paso rápido por entre las viñas.


—¡Hey, ¿qué crees que estas haciendo?!


Se asustó un poco cuando sintió un fuerte agarre en su brazo no herido y entonces miró hacia ChanYeol, dándose cuenta que en verdad se habían acumulado lágrimas en sus ojos porque no lo podía ver con total claridad.


Se soltó del brazo del contrario de un manotazo y se dirigió a un lado del gran pozo, donde había un pequeño lugar con pasto bien cortado y unos árboles a su alrededor junto con la pequeña pajarera que colgaba de una de las ramas, la cual tenía la foto de su abuelo.


BaekHyun se sentó en el pasto con la vista fija en el pozo y abrazó sus rodillas. ChanYeol estaba parado donde mismo, ahora apoyándose de uno de los palos que sujetaban la estructura del cultivo.


—¿Me darías 5 minutos de descanso? —Por suerte su voz no salió temblorosa, aunque sí ronca. No lo miró y simplemente continuó con su vista hacia adelante.


—Si no vienes en 5 minutos vendré yo a buscarte. —Asintió hacia las palabras autoritarias de ChanYeol y esperó a que se fuera para luego esconder la cabeza entre sus rodillas.


No sabe cuánto tiempo estuvo así, hablándole en silencio.


BaekHyun había llorado mucho la muerte de su abuelo y se había dicho a sí mismo que no iría a la casa de su abuela nunca más, el recuerdo le atormentaba. Pero era su abuela después de todo, aunque sí estuvo dos años sin ir, el tercero se encontró con una mujer demasiado rota y pensó que ella debió estar mucho peor que él. Ella había estado ahí sola.


Es por eso que luego fue religiosamente a la casa de la anciana durante las vacaciones. Le gustaba sentarse a un lado del pozo, en donde había muerto su abuelo.


Al tercer año de su muerte compró una gran pajarera, la cual había conseguido con sus ahorros de todo un año, y la definió como el símbolo de su abuelo en la tierra.


Al viejo le encantaban los pájaros, y a pesar de que su abuela los había dejado a todos libres el día siguiente del funeral en un símbolo de paz, BaekHyun quería seguir pensando que su abuelo estaba entre aquellos pajaritos que visitaban su pajarera los días de invierno.


Luego, cuando creció, fue a fiestas y fue un adolescente, el dolor hubo pasado un poco y ya no se sentía tanto en la obligación de ir a visitar a su abuela, aunque sus padres de igual formas lo arrastraban con ellos.


De todas las veces que BaekHyun estuvo ahí, jamás había visto a ChanYeol, aunque sí lo recuerda de alguna manera.


Estaba su abuelo ahí, a un costado del pozo mientras lo tenía a él de pequeño sobre sus piernas y le contaba sobre un muchacho que tenía su edad y que vivía a unas cuantas parcelas de la suya.


—Baek, ya han pasado 5 minutos.


Miró hacia ChanYeol y sintió una inexplicable melancolía. Su abuelo le había hablado de él pero nunca llegó a verlo.


—¿Qué tengo que hacer ahora? —preguntó mientras se levantaba, sintiéndose un poco mejor de ánimo aunque ChanYeol seguía mirándolo con el ceño fruncido.


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