Era un día común, nuevamente ensayábamos en el lugar de siempre, pero algo me estaba perturbando, era él, ese guitarrista a quien no me puedo sacar de la cabeza, sus ojos, su cara, esa hermosa cabellera que crea un desorden perfecto, un caos armónico que se lleva perfectamente con el resto de su ser, esa mirada filosa que me pone la piel de gallina, el… Él es simplemente perfecto, y no hay más remedio que aceptarlo, esto lleva ya varios meses, me pongo de los nervios a su lado, me resulta extraño, nunca antes había sentido algo así, y mucho menos pensé que lo sentiría junto a él.
—Hey, Ruki, reacciona, aún debemos ensayar— Me digo Kai zarandeándome ligeramente, sacándome de mis propios pensamientos.
—Ah… Si, disculpa, estoy un poco distraído— dije desviando la mirada y concentrándome en el ensayo, el cual terminó un par de horas después, así que simplemente me dispuse a caminar a mi auto e ir a casa.
—Hey, Ruki, vamos a tomar algo ¿Vienes? — Me preguntó Aoi mientras me miraba sonriendo, la idea sonaba tentadora, pero francamente, solo quería poder pensar tranquilamente.
—Perdona, Aoi, será otra ocasión— dije entrando al auto, para posteriormente encender el motor y conducir a casa, finalmente llegue y me lancé a la cama, llevando mi mano a mi frente — ¿Es esto amor? — Me pregunté mientras cerraba los ojos, acomodando un mechón salido de mi cabello.
Pasaron las horas, no supe cuántas exactamente, pero cuando me di cuenta, ya era madrugada, porque ya estaba muy oscuro, fue en ese momento que me decidí a ver e reloj — 12:35 de la madrugada— suspiré y negué, empezando a desvestirme para posteriormente meterme en la cama y tratar de dormir un poco.
Pasada otra media hora aproximadamente, conseguí quedarme dormido, pasaron las horas, mi plácido sueño se vio interrumpido por el sonido de mi celular, con pereza llevé mi mano hasta la mesita de noche, buscando mi móvil, una vez lo atrapé, miré la pantalla y vi su número, era él, Uruha, simplemente me tallé los ojos, ahora estaba nervioso, ¿La razón? Ni siquiera yo la sé, pero me ponía de los nervios, pero debía contestar —H-Hola, buenos días, ¿Uruha? — dije tratando de sonar lo más normal posible.
—Sí, Ruki, verás, hoy conseguí dos boletos para el cine esta noche, y ya que no tengo nada mejor que hacer, quería saber si quieres ir conmigo— dijo Uruha en un tono de voz relajado, me sorprendió la petición, pero no tenía nada que perder, así que sin más, decidí acceder.
—Claro, ehm… ¿A qué hora? — pregunté un poco más calmado, mirando a la ventana, el día era soleado y con muy buen clima.
—Búscame en mi casa a las 7:00 p.m. — dijo Uruha en un tono de voz algo ansioso, yo hice un sonido de aceptación y sonreí.
—Vale, te veo al rato— dije sonriendo, ciertamente, me sentía desmesuradamente emocionado, una enorme sonrisa se me dibujo en la cara, y no pude más que ir a tomar un baño, una largo y relajante, quería lucir fantástico frente a él.
Las horas siguieron transcurriendo, ya estaba alistándome, la noche era algo fría, me puse unos jeans negros, bastante entubados, unos botines del mismo color, con una camisa blanca y una corbata negra sin ajustar, para luego montarme un abrigo negro, tomé las llaves de mi auto y conduje hasta la casa de Uruha, quien me esperaba afuera, recargado en la puerta, se veía fantástico, deslumbrante, me acerqué y sonrió, abriendo la puerta de mi auto, para entrar y sentarse.
—Puntual— dijo con una sonrisa algo coqueta, a lo que solo pude reír un poco y arrancar del lugar.
—Sabes que siempre llego puntual— dije riendo un poco y me miró alzando una ceja, a la par que soltaba una pequeña carcajada.
—Claro, siempre— dijo sonriendo y yo solo pude mirarlo, era cierto, la puntualidad no era mi especialidad, pero, ¡Hey, hago lo que puedo!
— ¡Oye, al menos no te dejé esperando eta vez! — dije haciendo un pequeño puchero y suspirando para luego reír.
—Cómo digas— me dijo en un tono juguetón, mientras jugaba con una de las hebras de su cabello, se veía tan hermoso ahí, mirando a la nada, esos labios rosados, es… Es simplemente perfecto, francamente, ya no puedo más que aceptarlo, Me enamoré de Uruha, pero hay un problema… ¡Dudo que él sienta lo mismo!
—Mira, ya estamos— dijo Uruha sonriendo y aparqué justo en frente del cine, ambos bajamos y caminamos dentro de dicho edificio, fuimos por todo lo que íbamos a consumir, palomitas, refrescos, etc. La película era interesante, pero realmente no estaba muy concentrado en ella, debía pensar algo para hacer saber a Uruha lo que siento por él… Y creo que ya tengo algo en mente.
Salimos del cine y miré a Uruha de reojo — ¿Te apetece ir a tomar algo a mi casa? — pregunté sonriendo y llevando mis manos a mis bolsillos traseros.
Uruha me miró sonriendo nuevamente y asintió —Vale, no estaría mal— dijo sonriendo y caminamos hasta mi vehículo, donde conduje de regreso a casa y dejé entrar a mi acompañante.
—Vale, ponte cómodo, ya vengo— dije sonriendo mientras él se sentaba en el sofá y yo buscaba un disco entre todos los sencillos que tenía guardados, hasta que lo encontré, esa versión karaoke que buscaba, encendí el reproductor y pronto todas las bocinas repartidas por la habitación empezaron a sonar, me puse frente a Uruha, quien me miraba confuso, si no podía expresarme con palabras, lo haría con música.
The possibility that I make a mistake
You go mad in this strong possibility
My word and deed
It has been input into your brain
After malfunction
Inevitable bugs
Discomfort of the waking
And dizziness
The possibility that I make a mistake
Predictable...
2 minutes later...
After malfunction
Inevitable bugs
You are my [instability]
I'm your enormous virus
Sometimes freeze without mixing
Repeated contact damage
But... There is not the hatred here
Flip side of affection
Gentle deadfall
All is honeytrap
Now, dive into the hill of repose
The scenery which you wish for
In the other side of this dream
To the world where nobody is
Falling while embraced you
Deeply
Itsuwari naki sono mujaki sa ni
Yogore naki uta o okurou
Sono kizu o nomikomu you ni
Saa me o aite goran
Kodoku no kachi ga saite iru
You are my [instability]
I'm your enormous virus
Sometimes freeze without mixing
Repeated contact damage
But... There is not the hatred here
Flip side of affection
Gentle deadfall
All is honeytrap
[Instability] that you gave
Because you are always here, I can advance before
The scenery which you wish for
In the other side of this dream
To the world where nobody is
Falling while embraced you
Deeply
To the world where nobody is...
Falling while embraced you
Deeply
Because you are always here, I can advance before
Let's Dive.
Cuando terminé la canción, Uruha me miró con los ojos bien abiertos, se levantó y temí lo peor —Ruki… ¿Q-Qué significa esto? — cuestionó él.
Me mordí el labio inferior y sin decir nada más, me acerqué a él en un veloz movimiento y besé sus labios, de una forma suave, profunda, buscando un momento mágico para ambos, Uruha al inicio estaba estático, sin embargo, conforme pasaron los segundos, sus brazos rodearon mi cuello y lentamente correspondió aquel beso —Uruha… Te amo, me tienes loco— dije en voz suave mientras él sonreía algo sonrojado.
Lo cargué en mis brazos y lo guie hasta mi habitación, donde lo recosté suavemente en la cama, mientras abría su camisa, empezando a depositar una serie de besos desde su cuello hasta su ombligo, introduciendo mi lengua a este, a la par que él suspiraba y se deshacía de mi abrigo, me puse sobre él y dejé que abriese mi camisa, a la par que yo deshacía su cinturón —Ruki… Te amo— me dijo mirando fijamente mis ojos, nuestras siluetas eran iluminadas únicamente por la luna que entraba por la ventana, sonreí y besé su labios.
—Yo te amo más, Uruha— dije en un tono suave y llevando mi mano hasta su virilidad, comenzando a estimularlo, mientras el soltaba unos suspiros que sonaban melodiosos para mí, con movimientos torpes y algo lentos, Uruha abrió mis pantalones, sonreí de forma coqueta y me deshice de dicha prenda, para posteriormente, hacer lo mismo con él, dando unos cuantos besos sobre su entrepierna, haciéndolo sonreír bastante sonrojado.
Sonreí nuevamente y me deshice de la única que prenda que nos cubría a cada uno, poniendo tres de mis dedos frente a su rostro, Uruha entendió el mensaje velozmente y los llevó a su boca, mientras yo me encargaba de lamer sus tetillas, haciendo que mi acompañante soltará varios suspiros y uno que otro gemido. Finalmente, mis dedos quedaron bien lubricados, llevé sus piernas encima de mis hombros y le miré de forma cálida —Si quieres que en algún momento me detenga, solo debes decirlo— dije depositando un suave beso sobre sus labios e introduje mi dedo índice en esa linda y rosada entrada, haciendo a Uruha soltar un gemido ligeramente fuerte, sonreí complacido al escuchar su angelical voz y comencé a mover mi dedo en círculos, mientras el gemía y suspiraba por aquella mezcla de placer y dolor, cuando lo sentí adecuado, metí un segundo dedo, haciendo tijeras dentro de él, mientras Uruha se aferraba a las cobijas.
—Ruki… Se siente tan… Ngh… Bien— me decía él sonriendo de forma algo torcida debido a la excitación, metí un tercer dedo y comencé a hacer un vaivén dentro de Uruha, quien soltaba gemidos más sonoros y placenteros para mis oídos, sonreí de forma divertida y saqué mis dedos, para proceder ahora a introducir lentamente mi virilidad, ante los gemidos y pequeños gritos de Uruha, quien mostraba una rara expresión en su rostro, obra de todas las sensaciones que recorrían su cuerpo.
—Shh… Ya pasará, solo relájate— dije sellando unos cuantos quejidos que salían de su boca dándole un beso, él se aferró a mi cuello y seguí aquel beso, hasta sentir como Uruha movía sus caderas, indicándome que estaba listo, sonreí y comencé a dar suaves, pero profundas embestidas a mi adorable muchacho, haciéndolo gemir, jadear y suspirar, me relamí los labios y fui aumentando la velocidad de las embestidas que le brindaba, escuchando como empezaba a gemir diciendo mi nombre, a decir verdad, la cosa más erótica que he escuchado en mi maldita vida, sonreí y aceleré aún más el ritmo de las embestidas, mientras con mi mano derecha, sujetaba su miembro, masturbando a Uruha para darle todo el placer posible.
—R-Ruki… M-Más fuerte— me pidió Uruha con un hermoso tono rosado en sus mejillas, asentí, feliz de escuchar aquello y empecé a dar estocadas lo más rápido que podía, golpeando ese punto clave dentro de Uruha, quien soltaba varios gemidos de placer, hasta que finalmente, eyaculó, llenando a ambos de esa viscosa sustancia blanca, lo que provocó que su culo succionase mi pene y eyaculase también.
Caí rendido a su lado, sonriendo un poco y le besé la frente —Te am Uruha… Te amo demasiado y… Nuestra música siempre será nuestra clave… Cuando falten las palabras— dije sonriendo y Uruha asintió, adormilado, siendo así, que prontamente ambos caímos dormidos, después de haber concretado la mejor noche de nuestras vidas, y la primera noche de nuestra vida juntos.