Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El rey que obligaron a convertirse en tirano por ami4alice

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqui la segunda parte, con boda y lemon. Y-Y... no saben lo que me hace llorar el final cada que lo leo... 

Disfruten de esta triste, triste historia.

KKM no me pertenece, si fuera asi sus personajes hubiesen terminado casados y con hijos(?) 

Ya había pasado toda una semana desde que habían realizado aquello en su baño personal. Aun a esas alturas Yuuri no se había sentido con el valor de mirar directamente a Wolfram. Wolfram por su parte tampoco se molesto en tratar el tema. Ya después de una semana ambos actuaban de manera normal como si aquello no hubiese pasado nunca, ninguno de los dos parecía querer tratar el asunto en sí. Uno por cobarde, el otro por desconocedor.


Lo que si había quedado de aquella experiencia y que ambos realizaban sin darse cuenta era que, cuando se encontraban completamente solos o se iban a despedir, ambos se volvían a acercar para iniciar un beso. No fue uno, sino varios los besos que sin siquiera pensar en ello realizaban. Aunque habían dejado de lado el asunto de lo que paso en el baño, su cuerpo realizaba las acciones que su mente no aceptaría. De esa forma pasaron varios días, ninguno de los dos menciono lo del tema del baño así que fue dejado por completo de lado.


Uno de los tantos días que fueron juntos al pueblo, estaban como de costumbre, además de Yuuri y Wolfram, Conrad. Wolfram había sabido ganarse a la gente del pueblo, ahora lo trataban de manera natural, hasta le habían permitido participar en el trabajo que realizaban, aunque Wolfram tiro la toalla fácil, no era un trabajo al que estuviera acostumbrado. Sus días pasaban de manera normal a su parecer, aunque lo que si comenzó a cambiar fue el hecho de que ahora le molestaba aun más aquella chica Himeko. Y ese día en el pueblo no iba a ser diferente.


-Como siempre andan juntos. –Comento la chica quien iba llegando con una sonrisa.


-¡Himeko! –Y ahí estaba la boba sonrisa hacía aquella chica que Wolfram había comenzado a notar. Al rubio no le llevo mucho tiempo darse cuenta de ese hecho.


-Tan animado como siempre Yuuri. –Dijo con una risa Himeko.


Wolfram había notado con más detenimiento el comportamiento que tenía el moreno con la chica. Yuuri era demasiado evidente con el asunto, se le notaba a la distancia que estaba enamorado de la morena, y darse cuenta de ese hecho fue algo que comenzó a molestar al rubio. Todas las noches se preguntaba cuál era la diferencia entre la primera vez y las otras veces, la primera vez que los vio no le importo, pero, tiempo después, cada vez que los veía juntos sentía una ligera molestia y dolor en el pecho, aunque no sabía reconocer la razón de ese comportamiento.


-Hola a ti también Wolfram. –Comento la chica cuando estuvo a su lado. Wolfram la miro un momento.


-Hola. –Fue lo único que le dijo a la chica antes de girarse e irse a otra parte.


-Se fue… -Dijo inflando las mejillas.


-Ja, ja. No le prestes atención Himeko, seguro se siente algo incomodo con tu presencia. –Comento el moreno rascándose la cabeza.


-¿Incomodo? Pero… ¿Qué he hecho yo para hacerlo sentir así? –Pregunto la chica cruzándose de brazos -¡Suficiente! Iré a enfrentar a Wolfram, no me gustar estar así con él.


-¿Eh? No creo que…


-¡Esta bien! –Dijo con una sonrisa antes de irse corriendo por el mismo camino que el rubio.


Himeko sin más dejo al moreno completamente solo, quien se quedo sin habla por la situación. Era normal ver a la chica tener su distancia con él, pero que fuera detrás de Wolfram con tanta insistencia era algo que quizás al moreno le molestaba, pero, a pesar de todo, se encontró con la duda sobre de quién estaba celoso. Cuando Wolfram llego al castillo tendría una respuesta rápida, pero en ese momento dudo sobre la respuesta que tenía. ¿Estaba celoso por Himeko o por Wolfram?


Llevo una mano hasta su pecho para apretar un poco su camisa, entonces agito su cabeza con fuerza, era imposible que tuviera celos de Himeko porque iba detrás de Wolfram. ¡Era imposible! Yuuri no veía de esa forma al rubio, por esa razón la respuesta debía ser que estaba celoso de Wolfram por tener la atención de Himeko, así debían ser las cosas, así debían ser sus sentimientos. Yuuri alejo la mano de su pecho para comenzar a caminar en dirección a donde se habían marchado los otros dos. Cuando iba a mitad del camino tropezó con alguien, al momento en que le vio la espalda pudo notar que era la de Himeko. Lo normal para él hubiese sido ir detrás de la chica, pero en vez de eso se giro de regreso para continuar por el camino que estaba recorriendo. Entonces luego de una cierta distancia se encontró con la espalda de Wolfram quien estaba parado mirando quien sabe a donde. Se acerco de manera silenciosa hasta quedar a unos pasos detrás de él, antes de hablar se quedo observando aquella espalda, entonces abrió su boca mientras pensaba constantemente “Mira para atrás”. Antes de poder decir algo parecía que sus deseos fueron cumplidos y se encontró con la mirada de Wolfram.


La mirada que le dio Wolfram al girarse fue una que lo altero por completo. Su ceño estaba fruncido lleno de una gran tristeza, sus ojos parecían que estuvieran a punto de dejar caer las lagrimas y sus labios se encontraban ligeramente apretados, como haciendo un puchero. De esa manera estaba su expresión, iba a decir algo, pero entonces el otro comenzó a caminar llevando una de sus manos a su rostro cubriendo un poco este.

Cuando paso por su lado fue que el moreno logro reaccionar, se dejo llevar por lo que más quería en ese momento. Tomo el brazo que cubría el rostro ajeno, al tenerlo tomado lo aparto antes de atraer al rubio hacía su persona y sin hacerse esperar, lo beso, pero no era un beso como los otros y no fue solo un beso. Un beso más profundo, un beso más lleno de deseos, un beso lleno completamente de sentimientos que ni el mismo sabía poseía. Unos besos que no se detuvieron con el primero y que tampoco fueron negados, a cada uno de los besos que le dio el moreno, Wolfram los correspondió.


En un punto dado terminaron arrodillados en el suelo, Wolfram se había debilitado de las piernas causando que terminaran en esa posición, pero como ninguno de los dos quiso separarse terminaron en el suelo. Mientras más besos recibían más Wolfram caía en cuenta de la realidad, luego de un rato este tuvo la fuerza para poder parar con todo eso. Wolfram detuvo los besos con una mano y con la otra aparto al moreno.


-Es suficiente. –Susurro con la mirada baja antes de levantarse del suelo e irse del lugar dejando por completo solo al moreno.


Yuuri al estar solo arrodillado en el suelo se llevo una mano hasta los labios completamente anonadado. No se podía creer lo que acaba de hacer, ni siquiera podía decir que era culpa del rubio pues había sido él quien lo inicio, aun así no podía creérselo. Por voluntad propia y de manera consciente había iniciado un beso con Wolfram, eso le hizo recordar a lo que había pasado en el baño, ahí también se habían besado.


Se dio varias palmadas en las mejillas antes de levantarse del suelo sacudiendo un poco su uniforme. Era imposible que todo eso se estuviera dando, todo se debía a que aun no había superado lo del baño, si, era por culpa de eso que estaba actuando de esa manera tan extraña. Suspiro un poco antes de iniciar su caminata, lo normal fuese sido que hubiera ido detrás de Himeko, entonces ¿Por qué no lo había hecho? ¿Por qué había decidido ir con Wolfram? El príncipe Yuuri no sabía la respuesta, no, no quería darse cuenta de la respuesta.


Después de eso regreso al castillo solo, Conrad había decidido irse con Wolfram quien regreso antes que él. Yuuri dejo de prestar atención al asunto pues al momento de la cena se veía completamente normal, estaba actuando normal en la cena junto a sus padres, así que decidió dejar de lado el asunto como lo había hecho con lo del baño. Lo que Yuuri si no se espero fue el comportamiento que tuvo Wolfram a partir de ese momento. Se negaba a estar a solas con él, dejo de acompañarlo al pueblo como a los entrenamientos, más que para la cena no veía la cara del rubio para nada.

-Lo siento mucho príncipe Yuuri, Wolfram no desea ir al pueblo con usted. –Escucho decirle Waltorana estando parado delante de la puerta de la habitación de Wolfram.


-¡¿De nuevo?! ¡Se ha negado a ir conmigo desde hace una semana! –Soltó evidentemente molesto –Quiero hablar con él. –Sentenció de manera seria.


-Lo siento mucho Príncipe Yuuri, pero Wolfram a ordenado que nadie entre a su habitación, ni siquiera usted. –Comento en un ligero suspiro el rubio.


-¿Qué? ¿¡Por qué!? –Comento evidentemente molesto -¡Wolfram! ¡¡Sal ahora y enfréntame!! –Grito mirando la puerta detrás de Waltoranada -¡¡Deja de ocultarte en tu habitación!!


-Heika… No creo que sea correcto. –Comentaba Conrad quien también se encontraba en el lugar –Si no quiere ir…


-¡Nada de eso! ¡Se ha negado a verme durante toda esa semana! Me niego a recibir este tipo de trato. –Comento en su molestia.


-Lo siento mucho Heika. –Comento Waltorana con una leve reverencia –Lamento el comportamiento de mi sobrino.


-¡No es de usted quien quiero una disculpa! –Comento el moreno con ira.


-Heika… -Soltó Conrad en un suspiro.


-¡¡Wolfram!! ¡¡Que te quede claro que no dejaré las cosas así!! –Grito mirando la puerta, no sabía si le escuchaba, pero aun así grito eso.


Sin decir más nada se giro para irse de aquel lugar. Con pasos marcados demostrando la molestia que tenía por todo ese asunto. Desde la vez aquella en el pueblo Wolfram se había negado a verlo a menos que hubiese más gente, también se había negado todas las veces a acompañarlo al pueblo, cosa que era raro, ya que Wolfram siempre se emocionaba por ir al pueblo y que ahora no quisiera ir era algo que extrañaba al moreno. Era totalmente evidente que le estaba evitando y eso causaba más enojo en él.

-Heika, creo que seria mejor si…


-¡No! –Dijo interrumpiendo al castaño –Este problema lo resolveré yo solo. –Dijo con completa seriedad y determinación que sorprendió al castaño.


-Sí… -Dijo de manera suave el castaño antes de ver como se iba el moreno dejándolo en el pasillo.


Conrad evidentemente estaría sorprendido, siempre había ayudado al moreno a resolver todo tipo de problemas y a ver las cosas con mayor claridad, pero esa era la primera vez que se negaba a aceptar su ayuda. Era la primera vez que Yuuri quería resolver un problemas por si mismo sin la ayuda de nadie más, de algún modo Conrad lo vio como si quisiera hacerse responsable de sus acciones, quería enteramente ser responsable de las acciones que tomaría.


El moreno aun molesto caminaba por los pasillos terminando llegando al jardín donde se sentó con molestia en uno de los bancos que había. Al estar sentado ahí miro un instante al cielo, estaba haciendo un bonito día, perfecto para poder terminar de enseñarle el pueblo a Wolfram, pero este se negaba rotundamente a verlo. No supo realmente diferenciar que era lo que más le molestaba de todo el asunto, pero de que le molestaba, le molestaba. Mientras estaba sentado observando el cielo pudo oír una voz conocida.


-Yuuri… -Himeko le había llamado, a ella también tenía días sin verla.


-Himeko. –Comento mirándola un instante -¿Qué te trae por aquí? –Pregunto de manera calmada. Estaba molesto pero no para pagarlo con otros.


-He venido por trabajo. –Dijo la chica sentándose a su lado --¿Y tú? ¿Qué haces aquí sentado?


-Tengo ahora un problemita que no he podido resolver.


-¿Tú? Yuuri Shibuya, príncipe del reino humano y heredero al trono ¿Tiene una problema que no puede resolver? –Comento con una risa la chica.


-Mi titulo no hace que las cosas sean más fáciles. –Comento en un suspiro el moreno.


-Has obtenido la respuesta Yuuri. –Dijo levantándose y sacudiendo un poco su falda –Piensa, ¿Qué puede hacer el humano Yuuri Shibuya? ¿De qué eres capaz sin tu titulo? –Comento señalando levemente al otro.


-Yo… -Comento un poco dudoso.


-Bien. –Dijo uniendo sus manos –Digámoslo de otra forma. ¿De qué es capaz Yuuri Shibuya para lograr tener la atención de su persona especial? –Pregunto con una leve sonrisa.


-Lo que soy… capaz… -Dijo un tanto pensativo, no dándose cuenta de la manera en que lo había dicho la chica.


-¿Qué harías para tener su atención? ¿Te conformarías con algo normal? –Volvió a preguntar mientras enumeraba las preguntas con sus dedos.


-¡Lo tengo! –Soltó de pronto levantándose del banquito.


-Entonces ve y realízalo. –Comento con una pequeña sonrisa llevando sus manos a la espalda.


-¡Sí! Gracias Himeko. –Comento con ánimo.


-De nada, yo solo estoy devolviendo un favor. –Dije de manera distraía antes de ver partir al moreno.


Yuuri estaba tan metido en su problema con Wolfram que ni siquiera se había fijado que por primera vez, ante Himeko no había reaccionado, la había tenido tan cerca, habían estado solos, una oportunidad única en la vida y él la había dejado ir para poder arreglar las cosas con Wolfram. Himeko se había dado cuenta, pero ya había contribuido por lo que había pasado con el rubio, era su manera de disculparse, pero no se iba a involucrar más, lo que pasara de ahí en adelante dependía solo de los otros dos.


El príncipe Yuuri corrió por los pasillos, gracias a Himeko se le había ocurrido una idea así que pidió una soga a los sirvientes para poder proceder con su plan. Sin decirle nada a más nadie comenzó con el plan que había decidido llevar. A una de las puntas de la soga amarro un gancho que fue el que busco enganchar al balcón de la habitación del rubio. Cuando tuvo todo listo comenzó con su plan, si Wolfram no le dejaba entrar por la puerta principal entonces entraría por otra parte.


Sabía la locura que estaba cometiendo al realizar aquel acto, pero era la única manera que había pensado para poder entrar a la habitación del rubio y poder tener una conversación en privado. Yuuri no se iba a quedar satisfecho con la situación. Cuando notó que estaba bien sostenida la soga comenzó sin duda a subir. A mitad de camino se sintió como un bandido intentando secuestrar a una princesa, de pronto se encontró recordando que el había hecho la promesa de salvar a una princesa encerrada. Había sido una cosa de niños y nunca volvió a ver a la mujer con la que había realizado dicha promesa, pero en esos momentos sentía como si la estuviera cumpliendo.


Con algo de dificultad logro llegar hasta arriba aunque soltó un grito repentino cuando estuvo casi a punto de caerse, iba a terminar más que con un brazo roto si se caía de ese lugar. Por el grito que soltó pudo oír como adentro de la habitación había movimiento, se acomodo para estar parado en el borde del balcón antes de ver la puerta de la habitación abrirse. De inmediato se encontró con la mirada de Wolfram llena de sorpresa y sin habla.


-Este príncipe encerrado me ha hecho las cosas difíciles. –Comento en forma de broma –Ahora, ¿Este príncipe quiere ser libre junto a su héroe? –Pregunto con una sonrisa estirando su mano al rubio.


Wolfram le miró un corto tiempo, no podía negar que aquello le había emocionado de alguna forma. Era la primera vez que alguien le decía ese tipo de cosas, que podría ser libre de aquel encierro, aunque no es como si literalmente lo estuviera en ese lugar, el mismo se había auto encerrado huyendo de la situación. Apretó un poco los labios mientras sostenía aquella puerta de vidrió que daba al balcón. Dudo un momento si eso sería lo mejor, pero al ver la mirada del moreno la duda se disipo.
Sin más soltó la puerta donde se encontraban sus manos y camino al balcón para sin ninguna duda tomar la mano del moreno con ambas manos. Estaba bien, estaba bien creer en las palabras del moreno, se dejaría llevar por primera vez, le permitiría al moreno ser el primero en lograr obtener todo de él.


-Ahora es tu responsabilidad Henakochi. –Comento en un ligero susurro el rubio.


-¡Podrías por lo menos llamarme por mi nombre! –Se quejo el otro moviéndose un poco en donde estaba parado.


Por no fijarse bien en donde estaba pisando para apoyarse termino resbalándose y casi cae al lado donde saldría más lastimado, por suerte ambos, tanto él como Wolfram reaccionaron a tiempo hacían que el lado para donde cayera el moreno fuese donde estaba Wolfram. Yuuri termino cayendo encima de Wolfram quien fue el que recibió el golpe en el suelo.


-Auch, de esa manera no lograras que deje de llamarte Henakochi. –Comento en un suspiro.


-Supongo que me lo he buscado solo. –Dijo con una pequeña risa.


Yuuri se separo un poco de Wolfram usando sus brazos de apoyó para no estar encima del rubio. Entonces cuando lo hizo se encontró con los orbes verdes del otro que le veían fijamente, no le llevo mucho tiempo saber que era lo que, tanto él como el otro, querían en ese momento. Sin hacerse esperar Yuuri se inclino para besar a Wolfram quien correspondió de inmediato el beso.


De pronto el beso se vio interrumpido cuando Wolfram se separo para soltar un quejido, el moreno primero pensó que había rozado alguna herida de la caía, pero cuando se vino a dar cuenta el rubio tenía sus piernas muy juntas, no duro mucho en entender la situación. Termino despegando sus mano del suelo para levantarse, pero antes de terminar de hacerlo tomo al rubio entre sus brazos para cargarlo.


-¡Espe-…! ¿Qué estas haciendo? –Pregunto el rubio avergonzado de ser llevado de esa manera.


-Es hora de tener mi recompensa, mi príncipe prisionero. –Comento de manera traviesa antes de atrapar los labios de Wolfram de nuevo.


Por reflejo Wolfram correspondió al beso de parte del otro rodeando con sus brazos por el cuello al moreno. En mitad del beso el moreno comenzó a caminar pateando un poco la puerta a la habitación para poder pasar junto al otro. Camino directo a la cama de la habitación donde dejo al otro sin parar de besarle, se separaban solamente cortos momentos para recuperar solo una parte del aire. Yuuri dejo en la cama a Wolfram colocando sus manos a cada lado del otro apoyándose en la cama.


Sus besos continuaron hasta que Wolfram termino completamente acostado en la cama. Cuando se encontró de esa forma dejaron de besarse y Yuuri se dio a la tarea de observar un momento al otro, llevaba aquel pijama rosa con boleros, de nuevo, como la primera vez tuvo el mismo pensamiento, Wolfram se veía muy bien con él. Llevo una de las manos a la falda del pijama comenzando a subirla lentamente, todo eso le estaba dando un cierto toque erótico al ambiente que estaba excitando a ambos.


Wolfram se separo un poco de la cama llevando sus manos a los botones de la camisa ajena, comenzando a desabotonar uno a uno mientras el otro se distraía en subir el pijama. Cuando estuvo lo suficientemente arriba Wolfram dejo su tarea para permitirle al otro terminar de quitárselo, entonces el moreno pudo observar por completo el cuerpo semi desnudo de Wolfram. Wolfram se dio a la tarea de quitar la primera camisa que llevaba Yuuri, pero la segunda se la quito el moreno de manera rápida.


Yuuri llevo una mano al pecho ajeno donde la paso lentamente disfrutando de la sensación que le daba a sus dedos aquel tacto, por su parte Wolfram se quedo un instante quieto, pero cuando levanto un minuto su mirada tuvo el cuello del moreno lo suficientemente tentador. Sin poder evitarlo se acerco al cuello del moreno y lo mordió levemente antes de lamer la zona mordida. El moreno soltó un quejido por aquello, era la primera vez que le mordían ahí, pero quiso una venganza e hizo lo mismo, la única diferencia fue que no fue en un solo lugar. Yuuri había aprovechado para saborear diferentes zonas del cuerpo ajeno usando de excusa las mordidas.


El otro se estremeció al sentir la lengua ajena en su cuerpo, era la segunda vez que le tocaban de esa forma, si contaba la vez del baño, esa era la segunda y ambas habían sido solo con el moreno. Wolfram volvió a unir sus piernas con algo de dificultad al sentir una evidente molestia en su entrepierna, ese acto no paso desapercibido por el moreno.


El moreno llevo su vista a aquella zona viendo como las piernas del otro le costaba estar unidas, entonces las separo para poder ver aquella excitación que tenía el cuerpo de Wolfram. Era la segunda vez que tenía la oportunidad de poder apreciar esa escena y como la primera vez le seguía excitando. Llevo una mano a aquella zona para quitar por completo la ropa interior que llevaba Wolfram dejándolo aun más en evidencia.
Sin darse cuenta Yuuri lamió sus propios labios mirando fijamente al otro, como si estuviera a punto de degustar algún dulce. Yuuri llevo una mano al miembro de Wolfram pero antes de poder empezar fue detenido por la mano ajena, miró fijamente a Wolfram para poder entender que era lo que deseaba. Lo supo poco después cuando la mano del rubio le soltó y fue directo a su entrepierna sacándole un quejido en el proceso. Ambos terminaron en evidencia, ambos estaban excitados por culpa del otro.


Se miraron un momento antes de acercarse al otro e iniciar un beso al mismo tiempo que sus manos continuaban con la acción. Yuuri apego un poco más su cintura a la de Wolfram para que así ambas manos comenzaran a darle placer al miembro del otro, su beso se veía brevemente interrumpido por los gemidos que aquello le causaba. Wolfram con el brazo libre rodeo la nuca ajena para así no permitir que se alejara. Lentamente, tanto el beso como el ritmo que llevaba sus manos comenzaron a acelerar yendo cada vez más rápido.


-No creo podes aguantar mucho. –Soltó de manera pausada el moreno luego de separarse de aquel beso que le dejaba sin aliento.


-Yuuri… -Soltó Wolfram. De pronto dejo su acción sintiendo como su mano estaba llena ya de presemen, lo miro un corto tiempo antes inclinarse un poco hacía adelante.


Detuvo su acción de masturbar al moreno para llevar su mano hasta más debajo de su entrepierna. No es que lo hubiese hecho alguna vez, pero si le habían explicado cuando tuvo la edad suficiente la manera en que debía hacerlo, donde debía ir qué para poder realizar el acto y así poder quedar embarazado, aunque ese era un asunto que dejo de lado. Sin más aprovechando que sus dedos estaban húmedos con el presemen rozo su entrada antes de introducir su primer dedo, haciéndole gemir.


Yuuri paso saliva al momento en que vio aquella escena, no se podía creer lo que estaba viendo en ese momento, pero no podía negar el hecho de que aquello le excitaba grandemente, ver a Wolfram gemir por tener sus dedos en su entrada era una escena que seguro quedaría en su cabeza por mucho tiempo. Se encontró ansioso por todo eso y sin poder evitarlo silencio aquellos gemidos en un beso, no podía quedarse quieto en aquella situación.


-Yuuri… -Soltó para que con la mano que tenía libre posicionar el miembro ajeno en su entrada –Quiero ser uno contigo…-Dijo con la respiración agitada.


-Wolfram… ¿Estas seguro? –Pregunto, aunque ni el mismo sabía realmente que estaban haciendo.


-Esta bien, si eres tu esta bien. Yuuri, quiero que seas tu mí primero. –Comento Wolfram sin ninguna duda.


Esas palabras fueron suficientes para estremecer por completo el cuerpo del moreno, Yuuri pudo sentir como por su cuerpo pasaba toda la excitación de golpe. Miró por un instante a Wolfram antes de, sin ninguna duda, comenzar a entrar en aquella entrada. En el transcurso soltaba uno que otro quejido, era evidente que iba a ser difícil entrar en Wolfram, ambos lo sabían y aun así continuaron hasta el final. Cuando Yuuri notó que algunas lágrimas se escapan por las mejillas de Wolfram no duró mucho para que se acercara a lamer aquellas lágrimas.
Cuando Yuuri estuvo por completo adentro de Wolfram duraron unos minutos en ese estado, ambos estaban exaltados. Comenzaron a respirar de manera pausa buscando relajarse un poco, sobretodo Wolfram quien se sentía incómodo con aquello. Una manera para buscar calmarlo que se le ocurrió al moreno fue besarle, así que todo ese rato no hicieron más nada que solo besarse. Aunque también lo había hecho por otras razones, no solo para buscar calmar al otro, aunque había funcionado un poco.


-Esta…Bien, puedes moverte Yuuri. –Comento Wolfram mirando fijamente al otro.


-Bien. –Fue lo único que dijo antes de pasar su mano por el cabello de Wolfram.


Sin hacerse esperar Yuuri comenzó a moverse en el interior de Wolfram quien de inmediato comenzó a dejar salir gemidos, de placer como de dolor. Era la primera que hacía ese tipo de cosas así que evidentemente le iba a doler, pero luego de los minutos de que empezara a moverse el moreno, el dolor fue disipándose quedando solo el placer en su cuerpo. Sus labios volvieron a unirse en un beso, ninguno de los dos se cansaría de ese acto.


En cierto punto Yuuri había comenzado a acelerar las penetraciones que le daba a Wolfram provocando que este gimiera con más fuerza, en ese mismo punto tuvo que llevar una mano hasta su boca buscando silenciar un poco sus gemidos, si lo hacía demasiado alto se iban a escuchar afuera de la habitación, era algo que ninguno de los dos quería. Cuando no eran silenciado por los besos era por la palma de su mano aunque el segundo no estaba dando mucho efecto, en un momento tuvo que tomar un poco de la sabana para colocar en su boca para no gemir más fuerte.


-No creo que pueda durar más. –Dijo entre quejidos el moreno –Yo…


-Esta… bien… ¡Uhg! –Comento de manera cortada –Hazlo… hazlo sin… ¡Ah! Sin… problema… ¡Uhm!


-¿Seguro? –Pregunto con cierta desconfianza el moreno, aunque no duro mucho por culpa de la excitación.


-Sí. –Dijo sin ninguna duda el rubio antes de rodearle con sus brazos por la nuca al moreno y atrapar sus labios en un beso.


De esa manera el moreno dio unas penetraciones más antes de sentir como la electricidad corría por su cuerpo al momento de llegar al orgasmo, al mismo tiempo pudo escuchar a Wolfram en la misma situación. Ambos se habían corrido al mismo tiempo y ni siquiera porque se estaban besando pudieron acallar los gemidos que eso le produjo. Yuuri se había corrido dentro de Wolfram y Wolfram había llenado parte de su pecho y el ajeno con su semen. Ambos terminaron por tirarse en la cama con la respiración agitada.


Ninguno de los dos podría creer lo que acaban de hacer, habían tenido sexo, el moreno aun estando ahí en la cama con la respiración agitada no se lo podía creer. Más que todo se debía al hecho que nunca se imagino haciendo algo como eso y aun así ahí estaba, se acaba de venir dentro de Wolfram, quien respiraba de igual manera a su lado.


Después de unos minutos el moreno termino al fin por levantarse de la cama del otro, viendo el desastre que esta era ahora. Tomo a Wolfram entre sus brazos para ir al baño para asearse, no creía correcto que se quedaran de esa forma. A pesar de todas las quejar del otro se dejo llevar y ayudar a lavarse, no solo eso, en mitad de su tarea se detenía por unos minutos para centrarse solo a besarse. Así duraron hasta que de nuevo estuvieron limpios. El moreno cambio las sabanas de la cama rápidamente antes de dejar a Wolfram en esta.


-¿Tan rápido te vas? –Pregunto Wolfram con cierta curiosidad.


-No creo que sea correcto que nos encuentren luego de… -Y ambos se encontraron avergonzados al recordar lo que habían hecho.


-Yuuri… -Le llamo de manera suave haciendo que este le viera.
-¿Qué sucede? –Pregunto regresando cerca del rubio.


-¿Estas bien con todo esto?

-¿Estar bien?


-Sí… ¿Estas seguro de estar bien con todo esto? De haber hecho algo como eso con alguien como yo…yo…


-¡No digas algo como eso! –Dijo exaltado el moreno llevando una mano a la mejilla de Wolfram –Tú no eres alguien como tu. Wolfram, tu siempre serás tu. Así que por favor no te refieras a ti de esa manera.


-Pero… A ti… -Comento con duda antes de ser callado por un beso de parte del otro.


-Esta bien. Todo estará bien así que no tienes de que preocuparte. –Dijo apegando por un momento su frente con la del rubio –Wolfram, tu estas bien así como estas. Yo estoy bien con como eres, así que no debes de preocuparte.


-¿De verdad? –Pregunto sintiendo como sus lágrimas comenzaban a salir por si solas.


-Sí. Para mi esta bien de la manera que eres, después de todo eso es lo que te hace ser Wolfram. –Dijo de manera tranquila sintiendo los sollozos del otro.


Wolfram no dijo más nada luego de aquellas palabras de parte del moreno. Sin más las lagrimas comenzaron a caer en mayor numero, aquello dicho por el moreno le había hecho más feliz de lo que el moreno podía pensar. Era la primera vez que alguien le decía ese tipo de cosas, estaba bien de la manera en que era, estaba bien si era de esa forma Yuuri seguiría aceptándolo, por esa misma razón se sintió en una gran dicha cuando encontró la respuesta a todos esos sentimientos.


Había llegado rápidamente a la conclusión sobre lo que sentía. Se había enamorado, se había enamorado por primera vez y había sido de Yuuri, era inevitable por la manera de ser del moreno. Era inevitable para Wolfram no enamorarse de Yuuri siendo este de aquella forma. Entonces cayó de nuevo en la realidad cuando estuvo completamente solo en su habitación. Aunque él estuviera sinceramente enamorado del moreno no significaba que para la otra parte fuera igual, después de todo Wolfram lo sabía.


Sabía que el corazón de Yuuri le pertenecía a aquella chica.


Aunque lo que si nunca notó fue el hecho que en realidad… El corazón del moreno ya le pertenecía a él.


Así, ninguno de los dos se dio cuenta de su propia situación, no fue sino hasta tiempo después que se dieron cuenta, cuando ya era demasiad tarde. Al día siguiente después de aquel evento entre el moreno y el rubio, la fecha de la boda se dio a conocer. Dentro de unos días Wolfram y Yuuri se casarían entre tantos sentimientos que ni ellos mismo entendían.

 

Ya había pasado todo un mes desde la primera vez que Wolfram había pisado las tierras humanas. Habían pasado muchas cosas en aquel mes en donde estuvo en aquel lugar, había conocido muchas cosas, tenido muchas experiencias, pero sobre todas las cosas se había enamorado por primera vez de alguien. Aunque sabía perfectamente que su amor nunca sería correspondido, pues sabía la verdadera persona que su prometido amaba. Su prometido y dentro de unos minutos futuro esposo.


Ya era el día de la boda y podía escuchar el ruido sin parar por todos lados, moviendo cosas, gritando de vez en cuando, todos estaban acelerados para que todo se diera perfectamente. No era de extrañar si se estaba casando el hijo heredero, debía ser una perfecta boda que demostrara la paz que estaban sembrando los dos reinos con esa unión. Debía ser perfecta a los ojos de todos, de los actuales gobernantes, del pueblo de ambos reinos, todos debían observar como ambos reinos se unían en busca de la paz.


Wolfram se encontraba en su habitación junto a un par de sirvientas que le ayudaban a acomodar cualquier inconveniente con su traje, acomodando cualquier detalle que pudiera ocurrir. Vestido con un traje militar blanco, de cuello alto y con una pañoleta en el centro, detalles de color oro como su cabello y de mangas largas, con un cinturón negro en la cadera y abierto al final. Un pantalón igualmente blanco con botas altas de color tan claro como aquel traje. Wolfram se miraba sin parar en aquel gran espejo donde se reflejaba. (http://g02.a.alicdn.com/kf/HTB10AhcMpXXXXcEXXXXq6xXFXXX1/Gintama-Imai-Nobume-blanco-uniforme-militar-Cosplay-por-encargo-del-envío-gratis.jpg // http://www.cospya.com/media/catalog/product/j/p/jpcos15900005.jpg -el traje donde aparece front-)


Estaba a punto de contraer matrimonio con la persona que se había enamorado, pero aquel amor era unilateral, no iba a importar cuanto se esforzara no iba a lograr llegar al corazón de su prometido y dentro de unos minutos esposo. Suspiro con pesadez llevando su mano al espejo para posarla un momento sobre el espejo, mientras observaba aquel traje que había sido confeccionado solo para él. Un traje hecho para una ocasión como la que actualmente iba a realizar. Giro su vista del espejo para posarla en el velo que estaba colgando no muy lejos de donde él se encontraba sentado.


Era un hermoso velo, el velo que iba a llevar mientras caminaría al altar. Se sentía raro con solo la idea de llevarlo puesto así que sin darse cuenta soltó una pequeña risa, nunca se hubiese imaginado en ese tipo de situación. Dejo de observar el velo cuando se abrió la puerta de su habitación, era su tío quien les indicaba a las sirvientas que se podían retirar, estas realizaron una reverencia para marcharse. Su tío le miró con una pequeña sonrisa antes de acercarse para pasar sus manos por el cabello de Wolfram antes de acomodar un poco su cuello.


-¿Estás listo? –Pregunto mientras miraba a su sobrino a través del espejo.


-¿Por qué no lo iba a estar? –Respondió con una pregunta mirando fijamente el reflejo de su tío –Me han criado solo para este momento.


-Wolfram, no digas algo como eso…


-Lo siento. Solo he dicho la verdad, ¿Por qué no estaría preparado? Siempre me han enseñado cosas de etiqueta para ser el mejor esposo o esposa de la persona que escogieran para mí. Así que esto no es nada…


-¿Estás seguro? –Pregunto su tío mientras apartaba las manos del cabello ajeno y se agachaba. Wolfram se giró para mirarlo directamente -¿Estás seguro?


-¿Por qué no lo iba a estar? –Volvió a repetir luego de unos segundos de silencio -¿Por qué no…? Esto es lo que debía de hacer… Aun así…


-¿Aun así? –Pregunto su tío tomando ligeramente su rostro al ver como las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas.
-No quiero casarme con Yuuri… No quiero hacerlo de esta manera…-Comenzó a soltar entre sollozos.


-Wolfram… De verdad te has enamorado de él…. –Soltó su tío de manera calmada.


-¡Claro que sí! –Dijo con completa seguridad -¿Por qué no lo iba a hacer? Es un Henakochi que se hace querer. –Continuó con una pequeña risa.


-Wolfram…


-Por eso no quiero casarme, no quiero hacerlo cuando él no siente lo mismo. Si hubiese sido hace un mes, quizás no me importaría, pero no quiero estar con él sabiendo eso… Sabiendo que no me mirara como la mira a ella. –Dijo sintiendo como continuaban cayendo las lágrimas por sus mejillas.


-Eso… -Dijo su tío dudando de lo que diría.


-Lo sé. –Comento antes de que su tío dijera algo –Sé que este es mi deber, es para poder detener las guerras. Lo sé, por eso no te preocupes… Volveré a tragarme todo lo que siento y seguiré adelante con todo esto. –Dijo mirando fijamente a su tío.


Waltorana tuvo que tragarse todos sus sentimientos en ese momento. Él más que nadie amaba a su sobrino y no quería que terminara de esa forma, nunca había querido aquel destino para Wolfram, pero sabía que no podía detener esa boda, era el símbolo a la paz, no podía destruir todo lo que se esforzó para poder llegar a eso. No podía aun sabiendo que estaba sacrificando los sentimientos de su amado sobrino.


Iba a comentar algo más pero en eso sonó la puerta haciendo que Waltorana se levantara y Wolfram se pasara un pañuelo por el rostro para tratar de ocultar sus lágrimas. Luego del primer toque pudieron ver como la puerta fue abierta dejándose ver una cabellera oscura de inmediato. Yuuri había entrado a la habitación de Wolfram, ambos hombres no pudieron evitar llenarse de sorpresa, pero aun así, cuando se quedó parado cerca de la puerta Waltorana supo que estaba estorbando en esa habitación. Sin decir más nada camino a la salida para irse por la puerta, no sin antes darle una mirada al moreno.


-Henakochi ¿Qué estás haciendo? ¿No sabes que es de mal augurio verte con la novia antes de la boda? –Se quejó intentando ocultar que había llorado antes.


-Lo sé, lo sé. Conrad también me dijo lo mismo, pero… -Comento desviando la mirada. Duro unos minutos en silencio antes de separarse al fin de la puerta –Simplemente estoy algo nervioso.


-¿Nervioso? –Soltó viendo como el moreno se paraba delante de él, se iba a levantar, pero antes de hacerlo pudo ver como el otro se agachaba soltando una gran suspiro.


-¡Por supuesto! ¿Quién no lo estaría? ¡Nos casaremos dentro de solo unos segundos! –Soltó luego del suspiro mientras se encontraba ocultando su rostro en sus brazos -¡Es demasiado!


-Yuuri… -Le llamo Wolfram esperando que le mirara, no fue sino hasta segundos después que se atrevió a verlo -¿Acaso no quieres casarte? –Pregunto con todo el dolor en su corazón, aunque no quería escuchar una respuesta.


-¡No es eso! –Dijo de una vez viendo fijamente al otro –No es eso… simplemente… ¡Ahg! No me sé explicar bien. –Comento revolviéndose el cabello.


-De verdad que eres un Henakochi, piensa mejor las cosas antes de querer explicarlas. –Comento mientras apretaba los puños.


El moreno miró un momento al otro fijamente, mientras tenía una de sus manos cubriendo su boca. Luego de unos segundos con un gesto de su mano le indico al otro que también se agachara junto a él, sin ninguna duda Wolfram entendió y se acercó al otro quedando agachado enfrente. Sin más Yuuri tomo el rostro de Wolfram con sus dos manos. Ese gesto sorprendió al otro sin darse cuenta.


-Lo que pasa es que todo esto está pasando demasiado rápido, ha sido solo un mes desde que llegaste aquí… -Comenzó a decir sin alejar las manos del rubio –Y ya nos vamos a casar, todo esto es demasiado rápido para procesarlo.


Wolfram iba a decir algo pero antes de poder hacerlo no pudo evitar dejar salir un pequeño quejido cuando sintió la lengua del moreno en su rostro, específicamente en su mejilla. Yuuri le había lamido y la sorpresa hizo que cayera sentado en el piso sin dejar de ver al otro con sorpresa, este soltó una pequeña risa ante su acción.


-¿Qué…?


-¿Por qué has llorado? –Pregunto de la nada no importándole que estaba invadiendo el espacio personal del otro.


-N-no lo he hecho. –Dijo sintiendo como sus mejillas tomaban un color carmesí.


-Je, je, no puedes ocultarlo de mí, Wolfram. –Comento antes de unir su frente con la del rubio –Quiero que te quede una cosa clara Wolfram. Ahora mismo me estoy casando contigo porque quiero, al inicio era por obligación, pero ahora lo hago porque es lo que quiero. –Dijo mientras tenía los ojos cerrados.


-¿De verdad? –Pregunto de manera baja cerrando igualmente los ojos, tomando el brazo ajeno.


-Sí. –Le contesto de inmediato –No lo dudes ni un poco.


Como si ambos estuvieran en sintonía sin necesidad de abrir los ojos ambos supieron perfectamente donde se encontraban los labios del contrario. Y sin más, se unieron en un beso, como si con aquel beso estuvieran pactando aquellas palabras dichas. Wolfram sabía que no era odiado por el moreno, lo sabía desde el momento en que no le molesto acostarse con él. Lo sabía, pero también entendía, que lo que el moreno sentía hacía él no era amor. Le agradaba y aceptaba hasta cierto punto, pero no había amor de parte del otro hacía su persona.


-Ah. Eso realmente me ha servido. –Comento el moreno separándose del otro y levantándose del piso.


-¿Eh? –Dejo salir mientras se levantaba igualmente con ayuda del otro.


-No sé por qué, pero cada vez que estoy contigo me siento más aliviado y relajado. –Comento de manera animada mientras caminaba a la puerta.


-Henakochi, ¿Has venido solo para eso? –Pregunto mientras se cruzaba de brazos, con fingida molestia.


-Sí. –Soltó sin ninguna duda –Ahora me siento mejor. Realmente solo necesitaba ver tu cara para sentirme mejor. –Confeso sin ninguna pena.


-¿Eh? –Dejo salir con vergüenza –No soy ningún objeto de buena suerte o algo así. –Dijo aun apenado.


-Yo no he dicho eso. –Comento estando frente a la puerta y girándose para ver un momento a Wolfram sonriendo con amplitud –Será mejor que me vaya antes de que mi madre se enteré que estuve aquí.


-Sí, seguro se enojara contigo por venir. –Comento con una pequeña risa.


-No te burles de tu futuro esposo. –Dijo en un suspiro abriendo la puerta.


-Porque lo serás es que me puedo burlar.


-Eres cruel… -Comento en un suspiro sin quitar la sonrisa de su rostro.


El moreno abrió la puerta para dar un paso a las afueras de la habitación, pero antes de terminar de irse, por inercia, como las otras veces, termino girándose de regreso. Como tantas veces había pasado antes, se giró mirando a Wolfram quien también reaccionaba de manera natural. Ambos siempre terminaban buscando los labios del otro sin darse cuenta. El gesto que habían adoptado desde hace poco era que cada vez que sus labios se unían también lo realizaban sus manos. Ambos no solo buscaban sus labios sino que también sus manos se buscaban entre sí para unirse.


Un amor correspondido. Un amor el cual no se daban cuenta de su existencia. Ambos se correspondían mutuamente, pero nunca se sentaron para darse cuenta de ese pequeño hecho. Desde hace un tiempo para acá ambos habían caído en el amor por el otro y sus gestos, tanto como su cuerpo enteró lo demostraba. Cada vez que se giraban de regreso para iniciar un beso, para unir sus manos, eran su cuerpo gritándoles la verdad. Aquella verdad que no se darían cuenta sino tiempo después.


El moreno se marchó de la habitación y ambos comenzaron a terminar de arreglarse, después de todo antes de que se marchara el moreno pudieron escuchar a los guardias gritar que se daría inició a la boda. Ambos se marcharon para dar inicio al papel que comenzarían a interpretar en ese espectáculo que se iba a dar ante todos. Wolfram fue hasta el velo antes de tomarlo con sus manos un momento. Era tan hermoso aquel velo. Pronto vio entrar a su hermano a la habitación quien como de costumbre tenía el ceño fruncido.


-¿Estás listo? –Pregunto mientras se acercaba a ayudarlo a colocarse el velo.


-Ahora lo estoy. –Comento cuando acabaron de colocarle el velo. Gwendal le miró un momento en completo silencio con aquel velo.


-Realmente lo siento… -Se disculpó a lo que sorprendió al rubio.
-No tienes que hacerlo. Este es mi deber como el tuyo es gobernar en aquel lugar lleno de personas que te quieres destituir. –Dijo con una pequeña risa y sonrisa.


-Que lo digas así lo hace sonar como un chiste. –Dijo en un suspiro el mayor.


-¿Y no lo es? –Pregunto sabiendo que como respuesta iba a obtener una mala mirada –Ya, ya. Será mejor que vayamos yendo. –Continuó con una risa.


-Sí. –Comento colocando su brazo para que Wolfram lo tomara.

Al tener ya todo listo ambos salieron de la habitación para caminar al lugar donde se daría la boda. La boda se daría en la entrada del castillo para que el pueblo también estuviera presente en la celebración. Habían colocado un pequeño altar y un par de sillas para algunas personas importantes, de resto los demás se encontraban de pie observando el lugar. Habían adornado todo el lugar con flores y telas de diferentes colores. La que los iba a casar era la sacerdotisa Ulrike, una sacerdotisa neutral entre ambos reinos, era la persona perfecta para unir aquel matrimonio.


Un guardia con un potente grito índico el inicio de la boda a lo que los que se encontraban sentados se pusieron en pie para girarse a la entrada por donde entraría Wolfram. Estuvieron unos segundos parados en el inicio de aquella alfombra que indicaba su camino a donde se encontraba parado el moreno observándolo. Esos segundos que duraron ahí parados Wolfram los sintió eternos, no fue sino por el inicio de la música que comenzó de nuevo su andar.


Yuuri quien estaba parado al lado de la sacerdotisa no podía evitar sentirse un poco nervioso, era inevitable si se ponía a pensar. Todo aquello era un evento demasiado importante para solo un adolescente o mejor dicho, un ex adolescente, después de todo el moreno ya había cumplido la mayoría de edad. Ahora, luego de aquella boda, dentro de unas semanas también se celebraría la subida al trono del moreno, eran dos eventos importantes que estaban sucediendo demasiado rápido para Yuuri.


Intento buscar aliviar su nerviosismo llevando su vista al rubio. Fue un gran error, al verlo, con aquel velo que cubría su rostro, lleno de detalles con flores y tan largo que se arrastraba tras de sí, provoco con todo eso que estuviera más nervioso. No era por el evento en sí, un nuevo nerviosismo le invadió, pero esta vez se debía al hecho de que de nuevo se había cautivado con la apariencia del otro. Su rostro cubierto por aquel velo, junto a aquel traje blanco lo hacían ver más hermoso de lo que ya pensaba que era.
(http://g01.a.alicdn.com/kf/HTB1o5w9MpXXXXaIXVXXq6xXFXXXI/Marfil-blanco-velo-velo-de-novia-2016-nueva-flores-de-corea-del-velo-largo-velo-detrás.jpg // http://mlc-d2-p.mlstatic.com/velo-de-novia-3m-largo-super-hermoso-148511-MLC20595152809_022016-F.jpg?square=false)


En ese momento el moreno de verdad estaba pensando la suerte que estaba teniendo por estar casándose con alguien tan hermoso como lo era Wolfram. Y se encontró nuevamente cautivado cuando lo tuvo en frente, luego de que se soltara de los brazos de Gwendal para tomar el suyo. Desde el primer momento que cruzaron miradas Yuuri había pensado en que Wolfram era hermoso y en ese momento ese pensamiento se intensificaba. Yuuri jamás se llegó a dar cuenta de lo poderoso que era el cautivamiento que tenía hacía Wolfram. Le miró de reojo en ese momento que se posaron delante de Ulrike.


-Bienvenidos sean todos a esta boda. –Comento la sacerdotisa –Estamos aquí presentes para ver la unión en matrimonio del príncipe y heredero Yuuri Shibuya, Y el segundo príncipe Wolfram von Bielefeld.


Sin más Ulrike comenzó con el discurso típico de las bodas, llegando así a la parte crucial en la que les tocaría hablar a los futuros esposos. Cuando la mujer se los indico se separaron para girarse y ahora quedar uno enfrente del otro. Se miraron unos segundos antes de ver como traían las sortijas que colocarían en sus dedos. Por decisión de todos se había decidido que Yuuri sería el primero. Tomo el anillo junto a la mano de Wolfram para dar inicio así a su discurso.


-Wolfram. Yo, Yuuri Shibuya…


-Alias Henakochi… -Murmuro Wolfram interrumpiendo las palabras del otro. Este solo río levemente en respuesta. Respiro hondo antes de continuar.


-Yo, Yuuri Shibuya, segundo príncipe del reino humano y sucesor al trono, prometo ahora y ante todos estos presentes amarte por toda la eternidad, en la vida y en la muerte, en la salud y en la enfermedad. Juro ante todos ellos ser fiel y darte todo mi amor por el resto de mi vida. Hasta que la muerte nos separé. –Comento el moreno mientras iba colocando el anillo en el dedo del otro.


-Ahora le toca a usted. –Dijo Ulrike a Wolfram, este asintió como respuesta.


-Yo, Wolfram von Bielefeld, segundo hijo del reino demonio, prometo aquí y ahora, delante de todos los presentes, serte fiel, estar contigo en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la salud. Prometo darte mi vida entera y todo mi amor en ese trayecto, hasta que la muerte nos separé. –Dijo Wolfram siendo ahora él quien colocaba el anillo.


-Bien. Si hay alguien quien se niegue a esta boda que hable ahora o callé para siempre. –Dijo Ulrike mirando un momento a los presentes que se mantuvieron en completo silencio –Si no hay nadie en contra de esta boda, entonces… Príncipe Yuuri, puede besar a su esposo. –Dijo con una pequeña sonrisa.


El moreno soltó las manos del otro para sin más llevarlas a aquel velo que cubría el rostro de Wolfram. El nerviosismo que aún tenía en sus venas provoco que tuviera que hacerlo lento para no entorpecer toda la escena. Wolfram por su parte cerró los ojos mientras esperaba a que terminaran de echar para atrás el velo. Si no hubiese sido por el sonido leve que soltó Ulrike, Yuuri se hubiese quedado un largo rato observando a Wolfram fijamente.


Al ya tener el velo completamente hacía atrás Wolfram abrió los ojos para mirar fijamente los ojos de Yuuri. Este duro unos pocos segundo mirándolo también antes de terminar de acabar con la distancia que los separaba para besarse. Con aquel beso había sellado aquella boda que se estaba realizando, ahora oficialmente, ante todos, los dos segundos príncipes estaban unidos en matrimonios. Con aquello se esperaba que la paz tocara la puerta de ambos reinos. Ese era el inicio del tratado de paz para ambos reinos, ahora lo que se esperaba tener eran épocas de gran tranquilidad.

 


Dos días después de la boda se encontraban los recién casados en el patío del castillo teniendo un día de picni, bajo la recomendación de la reina Miko, quien les había señalado que debían de mostrar su felicidad a todos, pues era como una señal de la paz que ahora habría. Estaban junto a Conrad y Waltorana quienes estaban parados uno a cada lado mientras los dos estaban sobre un gran mantel teniendo al lado una pequeña canasta con comida que habían hecho las sirvientas. Como era un excelente día el príncipe Yuuri se encontraba descansando en el regazo de su actual esposo.


-No provoca hacer nada con este gran clima. –Soltó con un bostezo el moreno.


-No digas algo como eso Henakochi, no quiero un esposo perezoso. –Comento con fingida molestia Wolfram mientras jalaba un poco la oreja del otro.


-Auch, auch, esto es violencia a tu esposo. –Comento el moreno mientras tomaba la mano ajena y la mordía levemente.
-¡Me has mordido! –Soltó como queja el rubio ante la acción anterior.


-Tu solo te lo has buscado. –Comento en defensa.


Los dos mayores que lo acompañaban solo veían con cierta diversión toda la escena, después de todo no era raro ver actuar de esa forma a la pareja real. Eran casi igual a los actuales gobernantes del reino humano, se veía a la distancia el amor que ambos tenían por el otro, todos lo vieron menos las personas involucradas. Fuesen continuado con aquella escena si no fuera por el llamado de un soldado que hizo que dejaran de ver a la pareja real.


-Disculpe la interrupción majestades, pero ha llegado una carta para el príncipe Wolfram. –Comento el soldado con una reverencia.


-¿Para Wolfram? –Comento Waltorana con sorpresa, era completamente extraño. Sin más la tomo para pasársela al menor.


-¿Es tan extraño? –Pregunto Yuuri aun recostado en el regazo del otro.


-Algo así… -Dijo mientras comenzaba a abrir el sobre. Le llevo unos minutos leer toda la carta –Tenemos que regresar. –Comento para pasarle la carta a su tío.

-¿Qué? –Dijo Yuuri levantándose al fin viendo al otro -¿De qué estás hablando?


-Tenemos que regresar, al parecer está habiendo problemas en mi reino. –Dijo mirando al moreno fijamente.


-Si es de esa forma entonces te acompañaré. –Comento con seguridad.


-Heika, eso es… -Dijo Conrad interrumpiendo la conversación.


-Conrad tiene razón. No puedes venir conmigo Yuuri, dentro de poco tendrás tu coronación, no puedes atrasarla, todo el pueblo espera por ese evento. –Comento Wolfram en un suspiro.


-Pero… -Soltó sintiendo la mano del otro en su mejilla.


-Todo está bien, seguro serán los típicos problemas y me encontraré de regreso para tu coronación.


-¿Estás seguro? –Pregunto mirándolo fijamente.


-Por supuesto. –Comento mirándolo fijamente igualmente.


Sin comentar más nada recogieron las cosas entre todos siendo Conrad quien termino llevándose el mantel y la canasta. No dijeron más nada y ambos se separaron por diferentes caminos, después de todo Wolfram había decidido que ese mismo día se iría, aún tenía tiempo para irse y llegar antes del anochecer. Aunque Yuuri dudaba sobre la partida tan rápida, no juzgo ni dudo de las decisiones del otro. Yuuri confiaba ciegamente en Wolfram como este también hacía lo mismo. Luego de separarse Wolfram fue a su habitación junto a su tío.


-Wolfram, ¿Por qué no le has dicho el contenido de la carta? –Pregunto su tío cuando estuvieron en la habitación solos.
-Está bien, no quiero darle más cargas a Yuuri, ya suficiente tiene con su coronación.


-¡Pero estamos hablando sobre la muerte de Gwendal! –Comento con enojo el mayor –Eso es algo que debemos comentarle, esta noticia no es nada buena para el reino.


-Lo sé, pero está bien. –Comento viendo fijamente a su tío –Si Yuuri fuera conmigo y en mitad del conflicto muriera antes de su coronación, eso sería el peor escenario que podría pasar…
-Eso… -Y ambos sabían perfectamente que las palabras de Wolfram eran ciertas.


Si el moreno moría antes de su coronación y en el reino demonio eso solo daría inicio a una nueva guerra, la idea era evitarlas, por esa misma razón Waltorana no le llevo mucho entender el punto de su sobrino. Suspiro con algo de pesadez mirando la carta que aún mantenía en sus manos, aun no se podía creer que fuera verdad aquella carta que acababa de leer hace unos minutos.


-Iremos nosotros lo resolveremos y regresaremos, después de todo es nuestro deber como la familia real. –Comento Wolfram sin ninguna duda.


-A veces siento que seguro serías un buen gobernante. –Dijo Waltorana en un pequeño suspiro.


-¿De qué estás hablando? Eso es imposible. –Respondió sin ninguna duda Wolfram.


No duraron mucho en preparar todo lo necesario para poder comenzar su viaje al reino humano, dentro de unas horas ya tenían todo listo en la entrada del castillo para partir. Luego de despedirse de los padres de su esposo se dirigieron a la entrada donde ya le esperaba la carroza para partir. A la entrada les acompaño Conrad y Yuuri quienes les iban a despedir en la entrada. El moreno aun dudaba sobre aquella decisión, pero no dijo nada sobre el asunto. Años después se arrepintió de haberse callado en ese momento. Ahora se encontraban en la entrada ya listos para partir.


-Entonces, ¿Nos veremos el día de mi coronación, no? –Comento con una pequeña sonrisa tratando de ocultar el hecho de que no estaba de acuerdo.


-Sí. Arreglaré todo en el reino demonio y regresaré para estar a tu lado en la coronación, no me puedo perder el evento más importante para mi esposo. –Comento con una pequeña sonrisa.


Ambos se miraron un instante en completo silencio. Silencio en que ninguno de los dos quiso decir lo que de verdad pensaba, tiempo después ambos se arrepentirían de haber tenido aquel silencio, silencio que no había sido más que una oportunidad para decir lo que de verdad sentían en ese momento. Yuuri sentía que Wolfram no debía irse, algo le estaba dando mal augurio en todo eso, pero se guardo su preocupación para él mismo. Wolfram sabía que al momento de pisar su reino dudaba de si podría volver a salir de él. Pero ninguno dijo nada y solo se miraron unos segundos que le parecieron eternos.


-Es hora de marcharnos Wolfram, sino, se nos hará más tarde. –Comento Waltorana rompiendo con el silencio mirando el cielo. En ese momento el cielo que había estado despejado hasta hace unas horas se encontraba comenzando a nublarse.


-Sí, tienes razón. Entonces, me marcho. Nos veremos Henakochi. –Comento Wolfram con una pequeña sonrisa para subir luego de su tío a la carroza.


-Nos veremos. –Dijo Yuuri en respuesta a las palabras del otro.


Se despidió con su mano de Wolfram mientras iban en la carroza. Luego de que Conrad cerrara la puerta de la carroza esta comenzó a andar de inmediato saliendo del castillo con destino al reino demonio. Yuuri suspiro cuando se dejo de ver la carroza donde iba Wolfram. Aun sentía aquella leve incomodidad con todo el asunto, pero no se atrevía a decirlo. Suspiro una segunda vez de manera larga haciendo que Conrad le mirara levantando una ceja.


-¿Esta preocupado? –Pregunto, aunque ya sabía la respuesta a su pregunta.


-Te mentiría si te dijera que no. –Dijo rascándose la cabeza –Pero confió completamente en Wolfram. Si él a tomado la decisión que eso es lo mejor confiaré en él. –Comento con más seguridad.


-De verdad que lo ha llegado a querer, ¿No? –Soltó con una pequeña sonrisa.


-¿Tan evidente soy? –Soltó el moreno levemente avergonzado pasando su mano por su propio cabello.


-Esta bien de esa forma Heika, pero ¿Se lo dijo a Wolfram? Es importante trasmitir sus sentimientos. –Comento Conrad. De inmediato pudo ver como el moreno se ponía pálido.


-¿Tenía que hacerlo? –Pregunto en su preocupación.


-Heika… -Soltó en un suspiro Conrad –Aunque sea algo evidente, a veces es importante decirlo en palabras. Si no se dice en palabras puede causar un malentendido. –Comento llevando una mano a su rostro. El moreno a veces podía ser algo torpe.


-¡¿De verdad?! –Soltó notándose la evidente sorpresa que aquello le causo –Vaya… -Y sin poder evitarlo termino agachado en el piso revolviéndose el cabello con las dos manos.


-A veces a las personas se les necesita decir lo que sentimos por ellas porque si no, entonces no se darán cuenta. Tenga en cuenta eso. –Comento Conrad sin dejar de ver al moreno.


-Es de esa forma… -Dijo antes de levantarse para mirar fijamente al castaño –Esta bien, cuando Wolfram regrese se lo diré claramente. –Comento con seguridad.


-¿Qué le dirá? –Pregunto con una pequeña sonrisa. Ya sabía la respuesta, pero ver al moreno avergonzado le divertía un poco.


-Por supuesto que le diré que es la persona que más amo. –Dijo rascándose la nuca evidentemente avergonzada -¡Ya no hablemos del tema! Regresemos al trabajo.


-Sí, sí. –Dijo con una risa el castaño para seguir al moreno a los adentros del castillo.


Lo que nunca se espero el moreno fue que nunca tuvo la oportunidad de decir aquellas palabras. Nunca pudo decirle al rubio que de verdad se había enamorado de él. Yuuri ya se había dado cuenta de sus sentimientos hacía Wolfram, lo sabía desde antes de la boda, por esa razón era que había dejado de quejarse de aquella unión. Yuuri estaba enamorado, pero su torpeza le llevo a no decirlo a tiempo.


Después de que Wolfram se marchara del reino humano, Yuuri no tuvo más contacto con él, lo cual le preocupo grandemente. Mando varias veces cartas, mensajeros, todo lo que pudiera usar para comunicarse con el otro, pero jamás obtuvo una respuesta. Desde el momento en que se despidieron Yuuri perdió todo contacto con Wolfram. Tampoco se veía como si fuese a regresar a su reino lo cual causaba más angustia en el moreno.


Era el día antes de la coronación y aun seguía sin obtener una respuesta de parte del otro. No deseaba realizar la coronación sin Wolfram, en realidad, no tenía cabeza para coronarse. Lo que era peor es que ni Conrad ni su familia le dejaban ir al reino demonio. Todos entendían la preocupación que tenía Yuuri por Wolfram, pero también sabían que no era recomendable que el heredero se marchara antes de su coronación, era algo demasiado arriesgado. Si pasaba algo con Yuuri que no pudieran remendar eso iba a causar una nueva guerra, lo cual era lo que deseaban evitar.


-¿Por qué no puedo ir? –Y de nuevo se encontraba en el despacho de su padre, quien estaba siendo acompañado por su esposa.


-Ya hemos hablado del asunto Yuuri. –Comento Shoma en un suspiro.


-Pero… ¡Estoy realmente preocupado! ¿Acaso ustedes no lo están? –Soltó en su molestia.


-Claro que no es así, también estamos preocupados por Wolfram…


-¡Pues no lo parece! –Grito con fuerza. Antes de que pudiera agregar algo más fue interrumpido por el grito de su madre.


-¡¡ES EVIDENTE QUE ESTAREMOS PREOCUPADOS!! –Grito Miko golpeando el escritorio. Aligero el gesto que tenía para mirar a su hijo –Yu-Chan, evidentemente estaremos preocupados, pero debes entender tu posición. Si te dejamos ir antes de la coronación y resulta que la cosa esta complicada por allá. ¿Qué crees que pasaría si algo te sucede en aquel lugar? –Pregunto con ligera tristeza en su mirada.


-Eso… -Yuuri entendía las razones de sus padres para no dejarle ir, pero no quería dejar al rubio solo en aquel lugar –Aun así… Yo realmente quiero ir.


-Entiendo que quieras ir. –Comento Shoma –Pero por lo menos espera hasta la coronación. Es mañana, solo tienes que esperar un día. Luego de que seas oficialmente el rey de este reino podrás ir con completa libertad.


-¿De verdad podré hacerlo? –Pregunto Yuuri mirando fijamente a su padre.


-Después de tu coronación será tu responsabilidad que sea lo que suceda de aquí en adelante. Así que si decides que lo mejor es ir al reino demonio, entonces será tu responsabilidad lo que pase en ese lugar, déjame decirte algo más. Yuuri, tu debes basar tus decisiones en mejoras del pueblo. –Comento completamente serio al final, mirando fijamente al otro.


-¿Estas queriendo decir que no las tome en base a mis sentimientos? –Comento con el ceño fruncido.


-No. No estoy diciendo eso. Quiero que tomes las decisiones en base al pueblo y a que tu de todo corazón las consideres lo mejor. Si luego de la coronación sigues considerando que ir al reino demonio por Wolfram es lo mejor para todos, tanto para el pueblo como para ti, entonces hazlo sin ninguna duda, pero, si hay una pequeña duda en ti de que eso acabara con todo lo que ahora tenemos, entonces será mejor que declines de ella.


-Si Wolfram esta a mi lado entonces… Yo puedo ser el mejor rey de todo el mundo. –Dijo con firmeza sin apartar la mirada.


-Entonces espera un poco más y con esa determinación lleva este reino Yuuri. –Comento en un leve suspiro Shoma.


-Nosotros estamos seguro que de aquí en adelante tomaras las mejores decisiones Yu-chan. Por eso es bueno que entiendas que para poder lograr un reino lleno de prosperidad se necesita personas de confianza, pero sobre todo, necesitas a alguien que este siempre a tu lado apoyándote. –Dijo con una pequeña sonrisa.


-¿Y tú has decidido que sea Wolfram, no? –Aunque ya sabía la respuesta de su hijo aun así la dejo salir al aire.


-Sí. Al único que quiero es a Wolfram. –Dijo sin ninguna duda en su voz viendo fijamente a sus padres.


-Entonces espera un poco más Yu-chan, sabemos lo preocupado que estas, nosotros también lo estamos, pero debes esperar un poco más. Luego de la coronación puedes ir por aquella persona que deseas este a tu lado en tu mandato. –Dijo con una sonrisa.


-Entiendo. –Comento apretando levemente sus puños.


No se hablo más de aquel asunto. Yuuri acepto la proposición de sus padres de esperar un poco más para ir por Wolfram, solo tenía que esperar unas horas, después de todo al día siguiente se realizaría el evento de su coronación como siguiente soberano de ese reino. Solo tenía que esperar un poco, aunque la ansiedad lo estaba comiendo cada segundo que pasaba, su preocupación, con cada hora que pasaba aumentaba un poco más. No era normal que Wolfram no diera señales de vida.


De esa manera llego el día que todos esperaban menos una persona, Yuuri Shibuya, el príncipe heredero, no esperaba para nada ansioso su coronación. No iba a ser de menos si la persona que quería en esos momentos a su lado para celebrar, no estaba. No se lo pudo decir en palabras a Wolfram, pero él de verdad se había enamorado del rubio, aunque lo negara al principio, ahora, que se encontraba completamente solo sin la compañía del otro, se daba cuenta de lo verdaderamente enamorado que estaba de Wolfram, por esa razón más que nunca lo deseaba a su lado en ese evento tan importante.


Era el día de la coronación y todo estaba preparado, el castillo se encontraba adornado, tenía su mejor traje para el evento, todos en el pueblo también estaban listos para ver como su futuro rey iba a ser coronado. En el reino humano el evento de coronación era uno de los más importantes, pues era donde se pactaba un nuevo suceso en sus vidas, cambiarían de rey, eso solo significaba un nuevo régimen, porque no todos los reyes pensaban igual. El evento se dio como tradicionalmente se daba, el futuro rey caminando por la larga alfombra que tenía a sus pies hasta donde se encontraba el actual soberano sentado en su trono, al llegar a aquel sitio se levantaba y luego de decir unas palabras la corona que una vez colocaron sobre su cabeza, la colocaba sobre su sucesor.


De esa manera lenta la colocaba en la cabeza de su hijo, bajo la mirada de todos los presentes, y a pesar de que todos estaban emocionados por lo que observaban sus ojos, particularmente el sucesor no se encontraba igual. El antes príncipe Yuuri lo único que tenía en su cabeza era el hecho de que por primera vez Wolfram había roto una de sus promesas, nunca regreso a su reino, ni siquiera para la coronación, como le había dicho antes de partir. Eso le preocupaba grandemente, el rubio no era de romper promesas, pero se había tenido que contener ante el hecho de salir corriendo a buscarlo, aunque ese ya no era el caso, ahora, que oficialmente era soberano del reino humano, podía ir sin ningún problema a buscar a la persona que más amaba y necesitaba en el mundo.


Después de la coronación, sin hacerse esperar Yuuri comenzó con los preparativos para su partida al reino demonio, pero no fue necesario su viaje, porque al día siguiente de su coronación, justo cuando terminaba de tener todo listo para su partida, llegaron noticias del reino demonio. Yuuri sin poder evitarlo se emociono, creyendo inocentemente que se trataban de buenas noticiar, pero cuando vio a aquel hombre que había sido su mensajero, se percato que no era lo que él se imaginaba. El hombre estaba completamente destrozado, completamente herido, hubiese tardado un poco más y estaba seguro que fuese muerto en la entrada, sus heridas eran horriblemente profundas y graves. Entonces, mientras curaban sus heridas, Yuuri pudo escuchar la peor noticia de todas de aquel soldado de su reino.

Wolfram había subido al trono como nuevo rey. Y… le había declarado la guerra.

 

Pasaron los días después de su coronación y Yuuri quiso creer que aquella noticia dada por el soldado era una completa mentira, pero para su suerte, al día siguiente de la llegada del mensajero, las fuerzas militares del reino demonio comenzó a atacar a las ciudades más lejanas del reino humano. Comenzaron por la frontera entre los dos reinos y siguieron expandiéndose por toda la frontera gobernando a cada una de las pequeñas ciudades que residían en la zona. No era ninguna mentira, luego de subir al trono se había desatado una guerra que no pudo evitar.


Ahora, Yuuri se encontraba en el escritorio donde días antes había visto estar sentado a su padre, como nuevo rey ese era su lugar. Sus padres sentados uno a cada lado de la pequeña mesa frente al escritorio, estaban discutiendo sobre el asunto que en esos momentos se estaba desarrollando. Las tres personas se miraban con evidente preocupación, aun no se creían que la persona con la que compartieron hasta hace unos días fuese comenzado con una guerra, peor que las anteriores que ya se habían tenido.


-Yuuri, ¿Qué piensas hacer? –Pregunto Shoma en un largo suspiro.


-Yuu-chan… ¿De verdad crees que Wolfram es el causante de todo este desastre? –Pregunto Miko con una mano en su mejilla llena de preocupación. Yuuri frunció el ceño junto a un largo suspiro.


-No lo sé, realmente no entiendo porque todo termino de esta manera. –Comento llevando una mano a su rostro.


Las noticias de que Wolfram era el causante de todo ese desastre continuaban llegando una detrás de otra. No solo la declaración de guerra, la toma de tierras por la fuerza, el esclavecimiento de sus ciudadanos, todo y más lo hacían bajo las órdenes de Wolfram. Yuuri no quería creerlo, pero cada pista señalaba a un solo culpable.


-Yuuri, se que no quieres hacerlo, pero no podemos continuar de manera pacifica, puede sonar tonto viniendo de mi que busque hacer un tratado de paz, pero ya hemos perdidos mucho para continuar de manera pasiva. –Comento de manera seria Shoma.


-Lo sé. Hemos perdido varias ciudades, nuestros ciudadanos sobrevivientes en las fronteras se han vuelto esclavos de los demonios, pero, realmente no quiero atacar, si lo hago significaría aceptar que estamos en una guerra. –Comento con otro largo suspiro.


-El tratado de paz ya no tiene su validez, desde el momento que llego el aviso de la guerra de parte del reino demonios… por nuestras leyes, Wolfram ha dejado de ser tu esposo. –Dijo con un tono triste Miko –Ahora mismo estamos en un punto donde no tenemos ninguna relación. –Susurro soltando un leve sollozo.


-¡Lo sé! –Dijo de manera alta apretando su puño –Se que por nuestras leyes no tengo ninguna relación con Wolfram, pero… Quiero creer en él, quiero entender porque ha tomado esa decisión. –Comento con frustración.


-Heika. –Y por primera vez su padre lo llamo de esa manera impresionando levemente al moreno –Ya lo ha intentado muchas veces, ¿Cuántas cartas y mensajeros has enviado al mundo demonio para buscar tener una discusión civilizada? –Y no tuvo una respuesta a esa pregunta –Lo has intentado, pero ya estamos en la línea Heika, debe tomar una decisión dejando de lado sus sentimientos.


-Yuu-chan. –Y la dulce voz de su madre la hizo mirarle. La mujer con elegancia se levanto para ir al escritorio –Yo también quiero creer en Wolfram, pero… Si continuamos así, perderemos el control del pueblo, un rey debe pensar en su pueblo antes que todo lo demás. –Continúo de manera calmada tomando la mano de su hijo.


-Pero… -Comento notándose la desesperación que tenía en esos momentos.


-Estoy seguro que Yuu-chan tomara la mejor decisión. –Comento con una pequeña sonrisa sosteniendo la mano de su hijo con ternura.


El moreno fuese dicho algo pero antes de poder hacerlo fue interrumpido cuando la puerta fue abierta de manera brusca. Había sido Conrad quien entró al despacho de manera apurada, notándose en la mirada que no traía buenas noticias.


-Heika. –Dijo recuperando el aliento –Hemos perdido la zona este del reino, todo a caído a manos de los demonios. –Comento frunciendo el ceño con tristeza.


-¿Ha habido sobrevivientes? –Pregunto Shoma de inmediato.


-No. Todos los hombres estaban muertos cuando llegamos y los niños, con las mujeres no las encontramos, deducimos que se los llevaron. –Dijo con tristeza.


-¡Que horror! –Soltó Miko llevando una mano a sus labios para tapar un sollozo que dejo salir.


El pueblo humano estaba comenzando a caer lentamente ante las manos del reino demonio, si las cosas continuaban así el reino humano iba a desaparecer por completo. Nadie deseaba la guerra en el reino humano, pero, Yuuri Shibuya como nuevo rey no le quedo de otra que levantar las banderas de la guerra. Luego de aquella noticia tomo la decisión de contraatacar para recuperar no solo las tierras perdidas sino a la gente que se habían llevado.


De esa manera comenzaron los días de guerra. La guerra se alargo cada vez más luego de que comenzaran a atacar también el reino humano. Un mes, dos meses, así sucesivamente hasta que paso medio año sin poder resolver ningún problema en absoluto. Entonces llego un punto en donde ambos reinos estaban tan acabados que no iban a poder resistir más las constantes batallas. Y como si se tratara de un acuerdo los dos reyes de los dos reinos entraron en la batalla, ninguno de los dos podía resistir más, así que sin más tomaron la decisión de hacer la última batalla donde uno de los dos reyes caería.


Ambos reino se prepararon para la ultima batalla que tendría, con sus reyes enfrente para dar inicio a la batalla. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que vio al rubio que cuando le vio en un traje sobre el caballo sintió como si esa fuera la primera vez que se veían, aunque le dio la misma sensación que aquella vez hace tanto tiempo que se encontraron por primera vez, pero dejo las ideas de lado, debía concentrarse en la batalla.


Entonces ambos levantaron sus espadas indicando a su ejército que la batalla comenzaba. Por estar concentrado en la batalla Yuuri no se percato del hecho de que Wolfram se encontraba completamente solo, estaba protegido por supuesto, pero el hombre que había visto a su lado cuando estuvo en su reino no se encontraba por ninguna parte, pero el único que lo noto fue Conrad, tiempo más tarde. De esa manera llego el momento en que el moreno tuvo la oportunidad de acercarse al rubio para poder acabar con todo eso.


Cuando lo tuvo tan cerca listo para atacar dudo en hacerlo, aun en lo profundo de Yuuri seguía aquel amor que sentía por el otro. Lo que Yuuri no se fijo fue que no era el único que dudo en atacar, Wolfram a pesar de haber preparado su espada no se atrevió a atacar. Y Yuuri apretó con fuerza el mango de la espada dejando todo sentimiento de lado para poder levantar la espada y así acabar por completo con esa guerra, sabía que si la persona que la había comenzado moría, ese sería el fin de todo aquel desastre.


Al momento en que Yuuri estuvo listo para llevar al espada hacía Wolfram por unos cortos segundos cruzo miradas con este de casualidad. Fue en ese momento que se dio cuenta de que Wolfram ni siquiera se había movido para defenderse, estaba esperando de manera paciente el morir a manos del moreno. Y antes de poder bajar la espada para acabar con todo eso, Yuuri aligero el agarre hasta que la espada cayó al piso. En ese momento se dio cuenta que ninguno de los dos deseaba todo eso.


-¡Heika! ¿Qué esta haciendo? ¡Es su momento! –Grito un soldado del reino demonio a Wolfram quien aun tenía la espada.
-Yo… -Soltó Wolfram con duda.


No quería hacerlo, Wolfram no tenía la capacidad para hacerlo, y de eso se dio cuenta aquel soldado de alto rango, por eso sin ninguna duda fue con su caballo hasta donde estaban los dos soberanos, pero en vez de ir a atacar a Yuuri su espada estaba apuntando era a Wolfram. Yuuri quien fue el que se dio cuenta reacciono de inmediato protegiendo a Wolfram tomando su espada, pero por lo rápido de la situación sorprendió al caballo de Wolfram provocando que este cayera al suelo del caballo.


-¡¿Quién se cree usted?! ¿Sabe lo qué esta haciendo? –Dijo con malicia aquel hombre.


-¡Él es tu rey! ¿No deberías ser tú el preocupado? –Dijo con enojo el moreno.


-Heika ya no es necesario, todo lo que buscábamos ya lo tenemos. Él solo fue un adorno.


Aquellas palabras terminaron de romper la poca paciencia que le quedaba al moreno, por primera vez la espada que estaba en manos del moreno fue llenada de sangre. En el ataque de rabia que le dio no dudo ni un poco para clavar la espada en el pecho de aquel soldado. Fue en ese momento que Yuuri cayó en cuenta de todo lo que había pasado, Wolfram solo había sido usado en todo ese desastre.


Sin ninguna duda tiro la espada sucia al suelo y sin más estiro su mano a Wolfram. Sin importarle que su pueblo estuviera en mitad de una batalla, sin importarle que pudiera estar provocando un nuevo motivo de más guerra, en ese momento lo único que le importaba al moreno era estar con Wolfram. El rubio quien le miro un corto tiempo, fue suficiente para que sus deseos fueran el mismo, sin ninguna duda Wolfram se levanto tomando la mano para subir al caballo donde se encontraba el moreno. De esa forma dio riendas al trote del caballo olvidando por completo todo lo que estaba pasando a su espalda. Yuuri puso a andar al caballo hasta que no pudo continuar más, deteniéndose en lo que parecía ser un bosque.


Se bajaron del caballo dejando a este descansar, había trotado un buen camino según su percepción. El primero en bajarse fue Yuuri y luego lo hizo Wolfram con su ayuda. Al estar ya en el suelo y tomados de la mano de la anterior ayuda se miraron un instante. Tantas cosas para decir en ese momento, pero lo único que hicieron fue acercarse lentamente y unir sus labios luego de tanto tiempo. Un beso el cual ninguno de los dos quería acabar, simplemente deseaban que el tiempo se detuviera en ese momento.


-Wolfram… Wolfram… -Repitió sin más el moreno dando un par de besos más antes de terminar de separarse del otro.


-Yuuri, yo… -Y se calló de inmediato mirando un instante al suelo.


-No te preocupes, todo estará bien, a partir de ahora todo estará bien. –Comento intentando animar el ambiente –Mientras estemos los dos juntos lograremos llevar esto. –Continuó con una leve sonrisa.


-Sí, tienes razón. –Dijo de manera calmada Wolfram sin mirarle directamente.


-Bien, caminemos en busca de un lugar para quedarnos… -Dijo comenzando a caminar sin soltar la mano de Wolfram –Podemos buscar un poco de leña para el fuego y así no tener frío en la noche.


-Yuuri, ¿Seguro esta bien? –Pregunto preocupado Wolfram.
-Ya te dije, todo estará bien, podemos viajar los dos juntos por el mundo. –Dijo sin mirarle y continuando su andada –Veamos muchos lugares, seguro hay sitios desconocidos, podemos comenzar una nueva vida en ese lugar, mientras estemos juntos podemos hacer de todo. –Continuó de manera animada.


No se dijo más nada sobre el asunto y los dos continuaron caminando por aquel bosque en busca de un sitió para pasar la noche, ya que el día comenzaba a caer dejando paso a la noche. Su caminata fue bastante larga pues a cada rato Wolfram tenía que descansar, se cansaba demasiado rápido, pero fue un asunto que el moreno no presto atención. A la final lograron encontrar una cueva que usaron para pasar la noche.


-Lamento mucho que tuviéramos que tomar tantos descansos. –Se disculpo en un suspiro el rubio.


-No te preocupes, seguro el estar sentado te hizo más frágil, te has desacostumbrado al trote. –Comento restándole importancia al asunto.


-Supongo que se debe a eso. –Dijo con una pequeña risa.
-¿A dónde podemos ir? ¿Qué tal si vamos al sur? –Pregunto de manera animada.


Wolfram le miro unos segundos en completo silencio, silencio que se dedicaron a solo mirarse fijamente. Sin más, sin siquiera responder a la pregunta del moreno Wolfram se levanto de donde estaba sentado y fue hasta donde se encontraba el moreno, le rodeo con sus brazos por el cuello antes de iniciar un nuevo beso. No se necesito de nada más para que ambos se dejaran llevar por sus deseos, deseos que había estado acumulando lentamente en todo ese tiempo que no se vieron. De esa forma ambos se unieron por segunda vez. Las últimas palabras que soltó el moreno fue una oración corta que fue suficiente para Wolfram.


“Te amo.”


Fueron las ultimas palabras que Yuuri le dedico a Wolfram.

 


-¡Heika! –Una fuerte voz en su oído le saco de su inconsciencia.
-¿Eh? –Soltó mientras habría los ojos encontrándose con los del castaño. De inmediato reacciono mirando a su alrededor para ver que se encontraba completamente solo.


-Que bueno que se encuentre bien. –Dijo en un suspiro Conrad.


-Conrad, ¿Dónde esta Wolfram? –Pregunto de inmediato.


-¿Wolfram? Heika…


-¿¡Dónde esta!? –Casi grito levantándose del suelo donde hasta hace unos minutos dormía -¿Qué ha pasado? –Dijo ya más calmado saliendo de la cueva donde estaba.


-Heika… Yo tampoco se muy bien que esta pasando, me llevo tres día encontrarlo. –Comento Conrad siguiendo al moreno.


-¡¿Tres días?! –Dijo en su impresión -¿Tres días? Tres días… -Dijo después viendo a un caballo al salir de la cueva -¿Cómo supiste que me encontraba aquí?


-Heika, recibimos una carta anónima con una ubicación probable.

–Le respondió –Al inicio no lo creí, pero reconocí la letra de inmediato así que me vine a buscarlo, me apure más cuando supe las nuevas noticias. –Comento de manera ansiosa.
-¿Nuevas noticias? –Pregunto sin entender el moreno.


-Heika, hemos ganado la guerra. –Comento, aunque la noticia no animo a ninguno de los dos –Y se atrapo al culpable de toda esta guerra. –Continuó viendo como el otro iba entendiendo lo que pasaba.


-¡Wolfram! –Casi grito subiéndose rápidamente al caballo, Conrad sin ninguna duda le siguió.


-Todavía se estaba discutiendo que era lo que se iba a hacer con el culpable… -Comento Conrad mientras iban a gran velocidad al reino humano.


-¿Qué hacer? –Pregunto con poco aliento mientras se centraba en el camino.


-Pero el pueblo estaba completamente en contra de mantenerlo vivo. Querían que pagara por todo lo que provoco. –Continuaba diciendo Conrad.


Eso fue suficiente para preocupar aun más al moreno. Tenía muchas preguntas en ese momento, ¿Por qué había dormido por tres días? ¿Por qué Wolfram se había ido sin decirle nada? ¿Qué era lo que estaba pensando hacer? ¿Qué era lo que estaba pasando? No lo entendía, quería hacerlo pero cada vez le era más difícil, pero lo más difícil que tuvo fue lo próximo que tuvo que ver.


Llego a su reino a gran velocidad para poder ver como bajaba la guillotina haciendo un ruido estruendoso y acaba con la vida de la persona que tenía el rostro cubierto. Aquello hizo que detuviera el caballo de golpe, fuese continuado mirando aquella escena si no fuera por el sonido de una voz aguda que le hizo girarse.

-¡No! –Grito la voz de la mujer.


-¡Gisela! –Grito Gunter sosteniendo a la mujer.


-¡No debieron hacerlo! ¡No debieron! –Gritó viendo como ahora comenzaban a incinerar las partes del cuerpo que quedaban.


El grito que soltó poco después aquella mujer de pelo verde fue lo que termino por acabar la poca cordura que pudiera tener el moreno. Aquello lo dejo en shock, tanto como había quedado también su pueblo quienes observaban todo aquello.

 

-¡¡¡Heika estaba esperando un hijo!!!

 

Aquello congelo a todos los presentes. Yuuri se bajo del caballo de manera lenta antes de caminar a aquel lugar donde ahora había una gran fogata. La gente que estaba en medio se iba apartando mientras iba pasando el moreno. Entonces Yuuri se detuvo cuando estuvo enfrente de aquella gran fogata.


En ese momento fue que Yuuri cayó en cuenta de todo lo que había perdido. No solo había perdido a la persona que más amaba en el mundo, no, había perdido a las dos personas en el mundo que iba a amar. Entonces entendió todo, por eso Wolfram se cansaba más rápido, por eso lo había sentido un poco más gordo, si tan solo se fuese dado cuenta antes, si tan solo hubiese prestado su debida atención.


Sus lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas sin poder detenerlas, no, Yuuri no quería detenerlas, había perdido por completo todo. Su razón de ser, su razón de vivir, todo lo había perdido por completo, ahora no le quedaba nada, no le quedaba más nada que las lagrimas. Entonces lloró, lloró hasta que el fuego se apago por completo y cuando el fuego se hubo apagado termino por morir también su corazón.


Desde ese momento el bondadoso, amable y compresivo rey Yuuri termino muriendo junto a las dos personas que más amaba. A partir de ese momento comenzó la dictadura del nuevo rey Shibuya.


No sentía piedad.


No tenía amor.


Se convirtió en un dictador sin expresión.


Y su pueblo no le quedo de otra que continuar con su rey sin corazón.


Porque ellos mismo habían buscado ese final.

Notas finales:

Espero les halla gustado la historia, yo disfrute mucho escribiendola.

Estaba pensando en hacer un final, final... pero aun esta en proceso asi que ya vere si la termino y poublico...

Sera un final mas lindo(?) Y-Y

nos veremos y gracias por pasarte a leer la historia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).