EL FANTASMA por yassmin_hitsugaya

En algún lugar de Tokyo se encontraba una persona  totalmente dormida. Tapado completamente por su ropa de cama. Así que no se distinguía bien a su ocupante.

Se veía un cuarto que no era ni muy grande ni muy pequeño.

En él había una cama dos mesillas de noche a cada lado de la misma de color caoba. En una esquina  Un armario bastante grande, del mismo color que las mesillas y en otra esquina un escritorio de color negro con una silla de cuero rotatoria.

Encima de la mesita de noche que se encontraba cerca de su cama había una lámpara, una botella de agua por si al ocupante de esa recamara le diera sed de noche, había también un aparato que en ese momento se le estaba haciendo insoportable. Y ese aparato no era otro que su teléfono móvil que no paraba de sonar indicándole que ya era hora de levantarse para alistarse  y no llegar tarde.

Así fue como el ocupante de la cama salió de la misma revelando con ello quien era.

Se trataba de un muchacho de unos 16 años, delgado de estatura baja para su edad 1,68, piel pálida. De cabello celeste alborotado, ojos del mismo color que su cabello.

Este se dirigía al baño a darse una ducha .Después se secó se puso su uniforme. El cual era una chaqueta negra con una franja azul en la cremallera y otras dos franjas en las muñecas de la misma del mismo color. Unos pantalones negros. Unas deportivas blancas con unas decoraciones azules en las mismas.

Se dispuso a ir a la cocina donde se sirvió un poco de leche con cereales con sabor a vainilla.

 A continuación de terminar lavo los trastos y se fue a cepillarse los dientes.

Cogió su mochila y sus llaves y salió rumbo a su destino.

Andaba sin mucha prisa ya que tenía tiempo de sobra para llegar.

Miraba a la gente que pasaba cerca suya de vez en cuando.

Estaba tan absorto en eso y en el libro que llevaba en la mano que lo estaba leyendo desde que salió de su vivienda.

Que no se dio cuenta hasta que vio que se encontraba enfrente de su institución a la cual ingreso y fue directo a cambiarse los zapatos por sus uwabaki.

Donde encontró un sobre que miro un momento el cual iba a abrir pero le interrumpieron unos compañeros de su clase. Así que guardándoselo en la mochila se encamino a su aula.

Las clases fueron pasando una a una hasta que finalizaron sin contratiempos.

 Dando lugar ahora a lo que tenía que hacer que era ir a la cancha si no quería que una chica castaña le mandara dar 100 vueltas al campo por una semana seguida. Como castigo por su tardanza.

Estuvo entrenando con sus compañeros de equipo. En especial con un chico pelirojo con ojos del mismo color, de piel rosada, Muy alto, media 1.91 cm con un magnifico cuerpo, bien formado y con musculatura.

Ellos después de clases o de  los entrenamientos siempre solían irse juntos a sus respectivas casas.

Pero el peliceleste hoy antes de irse a los vestuarios para ducharse y poder irse recordó el sobre y abriéndolo leyó.

Querido cuanto tiempo sin saber de ti, espero estés bien y no tengas ningún problema. Te mando esta carta para decirte que te esperamos en esta dirección a tal hora.

xxxxxxxxx…xxxxxx……xxxxxxx………

Estuviste mucho tiempo sin venir a visitarnos. Sabes que te quiero mucho y me gusta que vengas a verme más seguido.

Posdata: No te olvides de traer contigo a Yammi y  a Hikari.

Alguien que te quiere mucho y te aprecia.

 C.K

Cuando termino de leer la carta se dio cuenta que no faltaba mucho para que llegara la hora acordada así se metió como pudo su mochila y la nota en su casillero.

Se dio una ducha rápida cambiándose de ropa. Cuando salió se encontró que el pelirojo ya había terminado y lo estaba esperando.

-Ya nos podemos ir.- decía un sonriente pelirojo.

-Podemos pasar a tomar algo en la hamburguesería donde están los batidos que tanto te gustan.- continuaba diciendo.

- Lo siento no puedo ir contigo. Tengo que ir a un sitio primero.- le contestaba el ojicielo.

-No hay problema yo te acompaño.-  sugirió el ojirojo.

Mirando al reloj el otro salió disparado. Diciendo antes de irse.

-No puedes.- tengo que ir yo solo. Nos vemos mañana.

Cogió su mochila del casillero colgándosela rápido al hombre salió disparado al lugar del encuentro. Pero no se dio cuenta de algo. La nota que había recibido se hallaba en el suelo siendo recogida y  leída por el pelirojo.

-Tendrá alguna cita con alguna chica..- se decía a sí mismo el ojirojo.

Así es como el más alto lleno de curiosidad se encontraba siguiendo a su compañero en esos momentos.

Algunas personas se le quedaban mirando ya que se comportaba como un detective, cada vez que el otro miraba para atrás él se escondía.

Fue así que logro llamar la atención de un chico de cabellera verde, ojos del mismo color, de piel blanca de 1, 96 de altura, de cuerpo delgado pero musculoso por el deporte que realizaba. Qué  lleva el uniforme de su escuela, que consiste en una chaqueta negra hasta el cuello y pantalones del mismo color.

Este lo vio y dijo a su acompañante.

• Mira quien está ahí. Se está comportando raro.-decía.

• Vamos a seguirle.-  sentencio su acompañante.

• Ne ne yo también tengo que ir.- decía otro chico comiendo dulces. De estatura 2, 08, era muy alto comparado con los chicos de su edad. Tiene el pelo hasta los hombros y de color morado, sus ojos  son del mismo color. Su uniforme es una chaqueta negra con una camisa blanca debajo, corbata roja y pantalones negros.

   

• Si, si no quieres que le diga a tu entrenadora que te comiste 10 bolsas de golosinas.- le respondía un pelirojo que medía 1,73, de ojos rojos, piel pálida. Con un uniforme que consistía en una chaqueta gris claro, debajo una camisa manga larga gris oscuro, corbata negra y pantalones del mismo color.

   

• Está bien iré.- decía el gigante dándole un escalofrió por lo dicho por el otro.- ya que se lo diría a un chico con ojos grises y pelo negro que no estaría nada feliz de que su compañero no jugara el próximo partido.

   

  Los tres chicos se acercaron al primero sin que lo notara y le dijeron.

• ¿Qué estás haciendo?.- decía uno.

• Llamas mucho la atención.- le decía el pelirojo más bajo.

  El pelirojo alto señalo delante suya y les dijo.

   

• Le llego una carta parece que se va a ver con alguna chica.

• ¿ENSERIOOOO?.- dijeron los tres. Al pelimorado casi se le caía un dulce por la impresión.

  Así fue como terminaron los cuatro siguiéndolo.

   

  Hasta que aparecieron dos chicos más. Peleando entre ellos.

• Por qué me tratas tan mal.- decía un rubio con cascaditas en los ojos. Sus ojos eran color ámbar, piel blanca contextura delgada, altura 1,86.Tenía un pendiente en su oreja izquierda. Llevaba un uniforme de chaqueta gris, camisa blanca debajo de esta, con una corbata negra, y unos pantalones del color de la chaqueta.

•  Es que me encanta molestar a los chicos con apariencia de chica.- le contestaba divertido su acompañante.- de pelo bastante corto de color azul oscuro, sus ojos del mismo color, piel tostada, de altura 1,92 y musculoso. Su uniforme consistía en una chaqueta azul oscura con una camisa blanca debajo, corbata de rayas azules oscuras  y rojas, los pantalones del mismo color que la chaqueta.

Dejaron de pelear en cuanto vieron a los otros cuatro.

Se acercaron a ellos y les preguntaron qué, que hacían recibiendo la respuesta que habían recibido los otros con anterioridad.

Ahora eran seis las personas que seguían a nuestro peliceleste.

Él estaba tan absorto pensando en la nota que ni cuenta se dio cuando había llegado a un lugar bastante alejado, un sitio abandonado por eso lo había elegido la persona de la nota. Para no llamar la atención de los curiosos.

Iba a quedarse esperando fuera pero escucho disparos procedentes del interior así que ya se imaginaba que podía ser sacando algo de su mochila entro rápidamente.

Fue ahí cuando vio a dos personas iguales frente a él.

• Saludos luego. Ahora a matar sabandijas.- se apresuró a decir uno de ellos todavía disparando y algo agitado.

• Tiempo sin verte niii-chan- decía el otro sonriéndole- mientras con su katana también derribaba a sus enemigos.

  Al peliceleste le dio tiempo a saltar y matar a dos de esas cosas rápidamente.- en ese momento los chicos que lo habían seguido no entendían nada.

   

  Uno de los chicos con los que se encontraba el peliceleste lo abrazaba muy fuertemente.-

  -Hermano te extrañe- decía feliz abrazándolo posesivamente ya que llevaba tiempo sin verlo.

   Al lado otro chico solo movió su cabeza en modo de saludo con una gota en la sien estilo anime producida por el comportamiento de su hermano menor.

• Bueno verte de nuevo hermanito.- decía el chico serio.- pero para el que lo conociera se notaba que estaba feliz de verlo.

  Ahora era el turno del ojicielo que aunque no estaba acostumbrado a dar abrazos, esas dos personas frente a él significaban mucho.

   

• Os extrañe mucho, llevaba mucho tiempo sin veros. Que es de vosotros.- decía quitándose la cara de póker que siempre tenía.

   

  Mientras tanto eran observados por seis pares de ojos que se miraban entre ellos y miraban a su amigo con esos dos desconocidos.

  -¿quién son esos?-preguntaba el pelirojo más alto a los demás ya que ellos conocen de antes al peliceleste y podrían conocer a esos chicos.

  - No sabemos.- respondía el rubio-

  - vosotros tampoco.- preguntaba el ojirojo mas alto a los demás.

  - No tenemos ni idea es la primera vez que los vemos.