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Yin y yang: Entre la luz y la oscuridad. por S_D_Holmes

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Notas del capitulo:

Hola, bueno este es el primer fic que publico en esta página, a ver qué tal me va.


Dado que en otra página estoy publicando otro fic, he decidido que publicare esta historia con una semana por medio, así que el miércoles 9 de noviembre subiré el segundo capítulo de esta historia.

Sirius estaba por entrar a la habitación donde se encontraba su cansado amigo, la noche anterior había terminado el periodo de luna llena del mes. Desde hace un par de meses, según el propio Remus, lo había pasado peor de lo que siempre lo hacía, incluso con la poción. Al reunirse nuevamente con su amigo le alegro saber que Dumbledore le proporciono la poción matalobos cuando le encontró hacia un par de años, pero la poción ya no surtía el efecto deseado, ahora Remus no lograba calmar a su lobo, y esa parte salvaje que formaba parte de él ahora luchaba por salir.


 


Cuando hace un año Sirius fue exonerado por la muerte de los Potter, decidió invitar a su amigo a vivir con él. Dumbledore había adecuado una habitación dentro de Grimmauld Place con todo tipo de encantamientos que evitarían que el hombre lobo saliera o fuera escuchado en las casas aledañas, aun así los miembros de la recién reunida Orden del Fénix optaban por dejar a ambos hombres solos.


 


Sirius pidió ser encerrado con su amigo, algo que todos aceptaron dado la experiencia adquirida en su juventud, incluso Shacklebolt ayudo para que fuera excusado el día que había luna llena de su servicio en el ministerio, al que había sido condenado por su fuga de Azkaban. Pero sin importar nada, la experiencia que tenia de poco le sirvió con el comportamiento poco común de su amigo en las últimas lunas.


 


El lobo no paraba hasta que la luna terminaba y regresaba a ser un hombre que caía derrotado en un estado de sueño profundo, le llevaba a otra habitación y dormía el resto del día, lo que ayudaba a que Sirius descansara un rato. Cuando la noche volvía a caer Sirius le subía algo de la comida que Molly les dejaba preparada.


 


Remus ya se encontraba despierto, sentado frente a la pequeña ventana de la habitación, el animago dedujo que seguramente ya hacia bastante tiempo, dado que ya se encontraba bañado y debidamente vestido.


 


— ¿Por qué te has levantado Remus?— Dejo la bandeja que llevaba de comida sobre una de las mesitas y tomo los dos viales de pociones para dárselas.


 


—Hoy no me siento tan adolorido Sirius, guardémosla para la siguiente luna


 


— ¿Qué es lo que te pasa Moony?, luces un poco… no lo sé, diferente, cansado pero…


 


—Es el lobo, me causa más dolor del que me ha provocado antes y…no lo sé, no solo es físico—Se alejó de la ventana regresando a la cama—No solo es durante la luna llena, desde hace unos meses, siento como si mi mente y mi alma estuviera en otro lugar dejando solo esto que esta frente a ti, el lobo susurra dentro de mi cabeza y no entiendo…no sé lo que es


 


—Solo es el cansancio Moony, vuelve a la cama—le ruega el animago— Por favor debes comer algo, toma la poción para dormir y descansa


 


Remus solo asintió, no convencido de lo que su amigo decía, ya no necesitaba descansar, necesitaba salir y caminar hasta que su lobo estuviera tranquilo, quizás dejaría de aullar aun cuando no era luna llena. Termino de cenar tomo la poción y en pocos minutos quedo dormido.


 


Cuando Sirius bajo, en el comedor ya se encontraba Molly Weasley junto con sus hijos menores, parecía recién había llegado puesto que aún tenían sus abrigos puestos.


 


— ¿Cómo se encuentra Remus?— pregunto en cuanto sus hijos salieron rumbo a sus habitaciones


 


—Como era de esperarse Molly, esta última luna fue peor, nunca lo vi así, ni siquiera en Hogwarts, la poción no le está ayudando.


 


—¿Ha decidido algo ya sobre lo que Dumbledore le pidió?


 


—Ayer no me comentó nada y hoy, bueno estaba pensando mucho, quizás ese tema estaba entre todo, Dumbledore le dio un par de semanas para pensarlo


 


Minutos después llegaron los Weasley faltantes, y casi inmediatamente se fueron todos a dormir. La noche transcurría en relativa calma, en algún momento de la madrugada los gritos invadieron la casa. Sirius despertó al primer cambio en la tranquilidad, el resto lo hizo mientras el animago se dirigía a la fuente del escándalo.


 


— ¡¿Remus?!


 


El hombre lobo seguía durmiendo, pero no lo hacía de forma tranquila como debería dado la poción que se tomó, gritaba y luchaba como si estuviera siendo atacado, lo pesado de la atmosfera en el cuarto avisaba de como la magia de Remus empezaba a descontrolarse. Sirius se acercó y trato de sostenerlo, pero la magia de su amigo lo mantenía un poco aturdido.


 


—¡Debo ir!, ¡Me necesitan! —gritaba una y otra vez en sueños


 


En ese momento entraron ambos patriarcas Weasley y entre los tres lograron nivelar la magia, y calmar al lupino, cuando Remus despertó, desorientado y sin saber que había pasado, se sorprendió de ver a los tres magos frente de él apuntándole con sus varitas.


 


Ya totalmente seguros de que el hombre lobo estaba bien, los Weasley salieron y Sirius se encargó de contarle lo sucedido, tres noches más pasaron y la situación se repetía, hechizaron la habitación para evitar despertar a los demás y Sirius dormía en la misma habitación que su amigo, algo a lo que ambos patriarcas Weasley se habían opuesto, pero Sirius y su cabezonería pudieron más. Los gritos de Remus eran similares todas las noches, algunas veces rogaba por salir.


 


—Ya no puedo— decreto Remus el cuarto día al ver a Sirius entra al comedor con unas grandes ojeras luciendo en su rostro— Aceptare la misión de Dumbledore, tu podrás dormir, nivelar tus niveles de magia sin ser bombardeado por una con la que no eres compatible, en la próxima luna llena el lobo podrá salir a dar un paseo, y espero, encontrara lo que sea que busque


 


Salió del comedor sin decir nada más y sin dar tiempo a Sirius de decir nada, encerrado en su cuarto decidió intentar dormir un poco, nuevamente insonorizo la habitación así no molestaría al resto de los habitantes de la casa.


 


A los pocos minutos de recostarse se quedó dormido, se sintió caer en un abismo, pero aun así no despertó, escuchaba susurros, risas, incluso discusiones, podía sentir plenitud y felicidad, era amado y su felicidad se negaba a ver el fin. Su cuerpo era envuelto en una fina tela de algún exquisito aroma que parecía haber olvidado en algún momento, parecía imposible pero ahí estaba, esa perfecta combinación entre el aroma del lobo y aquel otro que parecía embriagarle en todo sentido, magia blanca y magia negra, luz y oscuridad en perfecto balance.


 


Aquel aroma empezó a desaparecer, y entre más se iba, más le extrañaba, la felicidad se fue, las risas y la plenitud, aquella sensación de estar completo, dejando en su lugar soledad y desgracia, la infelicidad era un manto pesado que cansaba su cuerpo y le consumía, el fuego de la desolación quemaba su interior.


 


Abrió los ojos, regresando a la realidad, incorporándose en el acto, por la ventana pudo ver que la noche había caído, Sirius que dormitaba en su propia cama, al notar el cambio en el ambiente se levantó.


 


— ¿Paso algo Remus?, dormías bien por primera vez en noches


 


—El lobo…ahora lo sé—susurro sorprendido y sin entender enteramente lo que el mismo sentía— Lo encontré, mi pareja…—se le cortaba la voz y sus ojos lucían cristalinos— Pude sentir la plenitud…ese lazo del destino que nos une, no recuerdo que nada haya pasado


 


—Cálmate Moony, ¿de qué estás hablando?


 


—Mi sueño, no he soñado desde hace varias noches, pero hoy, lo he hecho, encontré a la persona que debería ser mi pareja, eso me ha mostrado el sueño, por eso el lobo está inquieto— el silencio invadió la habitación por largos minutos— ¡Debo irme!


 


Remus se levantó rápidamente, saco su baúl del armario y comenzó a guardar sus cosas, Sirius parecía en estado de shock, no decía nada, solo miraba a su amigo empacar. No fue hasta que Remus empezaba a cambiar su atuendo por uno de viaje que pudo moverse.


 


—¿Pero adonde pretendes ir Moony?, ¿es que acaso has perdido la cabeza?


 


—Probablemente, pero encontré a mi pareja y no me percate de ello, debo ir y buscar, no sé si me aceptara siendo yo un hombre lobo pero luchare por esa felicidad que sentí en sueños y la cual siempre he deseado— Termino de arreglarse, con un movimiento de varita encogió su baúl— Fue extraño, lo acepto, fue como si ya hubiera vivido todo eso, pero sé que jamás habría olvidado semejante dicha.


 


La expresión que se posó en el rostro de Sirius daba a pensar que se encontraba herido de muerte o algo parecido, un par de segundos en sus recuerdos le parecieron cien años. Al reaccionar Remus ya no estaba en la habitación, corrió hacia la puerta, ya bajaba las escaleras a toda velocidad.


 


— ¡Remus!, espera— el hombre lobo paro en seco, y espero por aquello que le quisiera decir—No puedes irte


 


—Tú no entiendes Sirius, encontrarlo es lo único que me ayudara a descansar, yo…


 


—Te entiendo, sin embargo, he de detenerte, porque sé que si encuentras a tu pareja él te rechazara, solo te alejara y te hará daño


 


—No te entiendo, ¿Cómo puedes suponer que tendrá esa reacción?


 


—Porque se quién es él— el silencio reino por unos segundos, Sirius sin creer lo que había dicho, y Remus no entendiendo —O por lo menos algo parecido, sé que le he visto


 


—No te entiendo Sirius, espera ¿has dicho “él”?, ¿Cómo sabes…


 


Sirius no pudo hacer nada más que bajar la mirada y dar la vuelta evitando el contacto visual con el hombre lobo.

Notas finales:

No olviden dejar un comentario con sus opiniones y/o sugerencias, si han notado algún error, por favor háganmelo saber, estoy segura que algunos habrá.


 


Los veo en algunas semanas


 


Atte. S.D


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