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Nuevo novio, nuevo hijo por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Hola, para quienes me leen, quiero que sepan que esta historia tendrá varias parejas además del TsukiKuroo y el BokuAka... entre ellas la que va en este capitulo... espero les agrade.

Koshi terminó el ingreso del paciente, el pelinaranja se había quedado dormido, pero aun quedaban lágrimas en sus ojos, el recuerdo de su pequeño Yu se le vino a la mente, siguió su camino hasta el centro del recinto mirando como muchas de las personas del hospital guardaban sus cosas para marcharse, por un segundo deseo también poder hacer lo mismo, pero por mucho que lo deseaba, su deber ahora simplemente era encargarse de su turno; quería ser un médico residente y para eso necesitaba no solo su esfuerzo, si no también experiencia, aunque no podía negar que ver al nuevo doctor no lo había dejado feliz, el muchacho era obviamente menor que él y a pesar de eso ya tenía una carrera, probablemente una linda casa y no tantas deudas como las que tenía en ese minuto.

 

—No sabía que tenías turno, deberías tomarte un café, no tienes buen semblante. — Wakatoshi lo miró fijamente, con el semblante tan tranquilo y serio de siempre. — ¿Cuántas horas llevas?

 

—Solo 10 horas Dr Ushijima, pero no es eso, es Yu,  me mantuvo despierto, tuvo una crisis de asma, se puso un poco nervioso luego de que él inhalador no funcionara a la primera, es increíble, soy doctor y no puedo lidiar con una crisis asmática. —el peliplata se llevó la mano al rostro, estaba realmente agotado, pero aún estaba en el trabajo, lo correcto es que se mantuviera firme.

 

—Sabes que no es lo mismo lidiar con un paciente cualquiera a con un familiar, es sumamente diferente, además Yu es delicado desde que nació, es normal que te asustes de esa forma. — Wakatoshi se sentó a su lado y miró los apuntes de la libreta del otro. — llevas muchas anotaciones de tus pacientes, te esfuerzas mucho.

 

—Quiero ser residente, lo sabes.

 

—Ven, debes comer algo, tomate un minuto, aprovecha que no te tocan las rondas de la tarde y que las urgencias parecen estar controladas.

 

Ambos comenzaron a caminar en dirección a la cafetería, aunque ese minuto la preocupación del peliplata no era realmente el sueño o su hijo, había tenido que comprar medicamentos para Yu esa mañana, su inhalador también se había terminado, sus gastos habían superado su ajustado presupuesto y estaba seguro que para lo único que le alcanzaba sería para un café pequeño.

 

Wakatoshi se acercó y sacó una bandeja, donde simplemente colocó varias cosas además del café, que obviamente superaba todo el posible dinero que cargaba el mayor.

 

—Doctor…

—Tranquilo, yo invito. — a la pequeña sonrisa que se formó en los labios del peliplata, se le sumó el sonrojo que el actuar del otro le provocaba.

 

Wakatoshi había estado pendiente de él y de Yu desde que este había llegado al mundo, Koushi se había embarazado a los 17, siendo el castaño al primero que le había contado del niño que crecía en su vientre, pero las cosas no habían sido fáciles, el recuerdo de cuando lo habían sacado a patadas de su casa y de como por temor al rechazo, no le había dicho nada a sus amigos le llegó a la cabeza, en cómo esa semana, había usado parte de sus ahorros para arrendar un cubículo en un café internet.

 

—Hoy estás más callado de lo normar. — Wakatoshi lo miró fijamente por unos segundos, mientras frente a él acomodaba una porción de fruta. — come, ten te hará bien.

 

—No sé qué haría sin ti Wakatoshi. — el castaño no pudo evitar el sonrojo en su rostro, Koushi no solía llamarlo por su nombre en las dependencias del hospital, realmente adoraba esas veces donde el otro olvidaba donde estaban. — desde que supe de la existencia de Yu siempre estuviste a mi lado, aunque en realidad me cuestiono si hice lo correcto.

  

—No habrías podido dar en adopción a Yu y lo sabes, solo tuviste que escuchar su llanto cuando nació para amarlo.

 

—Sí, pero no puedo evitar sentir que es mi culpa todo lo que le pasa, si yo solo tuviera mejores cosas que ofrecerle, quizá estaría más sano, podría hacer todo el deporte que quisiera y no tendría que estar sufriendo con el asma y todos sus problemas de salud.

 

—Vamos Koshi, no puedes pensar así, todo lo has hecho por Yu, lo amas y ahora que lograras tener una residencia en el hospital, todo mejorara.

 

—Aún no sabemos si yo obtendré la residencia, ni siquiera sé si debo especializarme o no y en qué, estoy realmente agotado, no solo físicamente.

 

Para Koshi, el castaño había sido siempre un confidente, alguien en que el más bajo podía confirmar, aunque la mayor parte del tiempo olvidaba los sentimientos que este le había confesado cuando estaban en secundaria.

 

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la comida y el café que habían comprado.

 

—¿Yu aún me detesta?

 

—No te detesta, solo me cuida. — Koshi dejó salir una pequeña risita, mientras quitaba el vaso de café de sus labios. — Solo no quiere perder a mamá, pero te respeta mucho, eres su doctor, a ti recurre siempre que está mal.

 

—Yo no quiero quitarle a su mamá, bueno me convertí en doctor para ayudar a los que amo, a él y a ti Koshi, solo deseo ser parte de sus vidas…— un gesto amargo apareció en el rostro de Wakatoshi, había bajado la vista a su café, preocupando a su acompañante, Koshi sabía que su amigo siempre actuaba de esa forma cuando hablaban de su hijo, Yu significaba algo importante para ambos. —La propuesta que te hice continua en pie, quiero que tú y Yu vivan conmigo, mi casa es grande, no les faltaría nada.

 

—Conozco tú casa sabes, creo que Yu amaría vivir en ese lugar, tiene patio, hasta tendría un cuarto para él. — una sonrisa amarga apareció en los labios del peligris.

 

—Pero no puedes aceptar…

 

—Wakatoshi, necesito que entiendas, no puedo hacer eso, ya me recibiste en tu casa cuando estaba embarazado, si no fuera por tú madre y por ti, Yu y yo habríamos muerto, pero tú no tienes que sentirte responsable de nada, sé que te sientes culpable por lo que pasó en la escuela, pero no estaba en tus manos evitarlo, yo fui un estúpido que se emborracho en esa fiesta y dejo que los idiotas se aprovecharan de él, lo correcto es que me haga cargo de Yu…—una extraña mueca se formó en los labios del más bajo y agregó. — además, como le explicaras a una chica o a un chico que vives con otro hombre y con su hijo, no puedo permitir eso, lo justo es que puedas tener la pareja que quieras y…

 

—pero no quiero eso, Koshi te quiero a ti, también quiero a Yu, te lo pido, dame una oportunidad, seamos una familia, los tres, no puedes negarte a ti mismo lo que sientes.

 

Koshi suspiró pesadamente, Wakatoshi se sentía culpable, por eso siempre estaba pendiente de él y de Yu, pero el recuerdo de esa fiesta, de como lo habían tomado, todo eso se pasaba una y mil veces por su cabeza, cuando meditaba si estar o no con el más alto.

Sabía que Wakatoshi no  lo rechazaría, ni sentiría asco de tocar su cuerpo, además estaban los sentimientos de ambos de por media, sentimientos que obviamente eran mutuos, quizás ya era el momento de aceptar. Koshi levantó la vista, encontrándose con los apasionados ojos del castaño, pensando seriamente la posibilidad, en la casa de Wakatoshi su hijo tendría los cuidados necesario, no pasaría frío o hambre, podría evitar resfriados y la condición de su asma no empeoraría.

 

Ambos estaban en silencio, hasta que el sonido del localizador de Koshi lo trajo de vuelta a la realidad. —lo siento, tengo que responder, es una emergencia, pero te lo pido Wakatoshi, deja de sentirte responsable, sé que quieres mucho a Yu, pero el realmente no es tu responsabilidad, es mi hijo y debo hacerme cargo de él, sobre lo de vivir juntos, déjame conversarlo con Yu, quiero que sea una decisión de ambos.

 

El peliplata le sonrió agradecido por la comida, guardando el pequeño pastelito que no había probado y agregó. — gracias por estar siempre conmigo Wakatoshi, siempre me cuidas, solo deja de sentirte culpable, lo que paso ese día, solamente pasó por mi descuido. —dejando al castaño sumergido en un profundo silencio, sin darle oportunidades de contestar.

 

—Si supieras que realmente es mi culpa probablemente me odiarías.

Notas finales:

Nos leemos 


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