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Eternidad por Haruki Kazuhiko

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen

Notas del capitulo:

Jajajajaja nunca en mi fucking vida había escrito sobre ciencia ficción… soy mala con M mayúscula en ese Género, lo vi como un reto y bueno, aquí esta… acepto de todo ya que es mi primera vez con esto *Se pone su impermeable* ¡QUE VENGAN LOS JITOMATAZOS!

 

Este fanfic participa en el evento del grupo Kagakuro is love

 

Oculto en el “Había una vez”

 

Le había llevado alrededor de 14 años, desde que tenía 15, había puesto todo su corazón en ese proyecto, uno del cual todos se burlaban, haciendo que sus esperanzas y autoestima desaparecieran a pesar de que era muy bueno en su rama, lo abandono  cuando cumplió 20 dejando arrumbado parte del proyecto en su sótano. Fue entonces cuando decidió casarse, pero... fue como si aquello no hubiera sido hecho para él, amaba jugar básquet, pero su mujer se lo impedía alegando que debía trabajar en algo serio, que contribuyera mucho dinero a la casa, ella era alguien que gustaba de vivir rodeada de lujos. El rápidamente empezó a aburrirse de la situación, así que en lugar de llegar y pasar tiempo de calidad con aquella persona, prefirió ir al sótano… y retomar lo que una vez había dejado.

 

Le desempolvo, y aunque amaba mucho el básquet, ese también era su segundo mejor pasatiempo, estaba tan concentrado, el sudor pasaba por sus cejas partidas y algunas hasta mojaban aquel pelo rojizo, reclamos, amenazas y de más llego a escuchar de su mujer.

“No sirves para nada”

“Eso no nos ayudara”

“No puedes si quiera darme un hijo”

 

Y miles de cosas más, él ya le había ofrecido el divorcio pero ella no era tonta, habían encontrado a un hombre con dinero, ni de loca aceptaría eso.

 

Finalmente, después de 9 años más termino, se paró frente a él y con miedo, desde un pequeño control remoto, presiono ON.

 

Sus ojos se abrieron, mirándole fijamente, un celeste demasiado hermoso, pero sin ningún sentimiento en estos, también su expresión, no representaba nada, solo se miraban fijamente, ok, había abierto los ojos, ahora lo siguiente ¿Entendía?

 

 

-Mi nombre, es Kagami Taiga… ¿Me entiendes?  -Rezaba por que sí.

 

14 años invertidos en ese robot, así es, era muy bueno en robótica, un día cuando niño fue a dar al hospital, por estar jugando en casa de su abuela había caído esquinzándose un bracito, fue internado durante 3 días, ahí conoció a otro niño de su misma edad, 10 años. El cual tenía una enfermedad  fuerte a lo poco que entendió en aquel momento.

 

-“Yo soy Kagami Taiga”

-“Yo me llamo…Kuroko Tetsuya”

 

Una amistad demasiado buena, después de que Kagami fuera dado de alta siguió yendo al hospital con la sola esperanza de poder ver a Kuroko y visitarlo, incluso sus madres se hicieron amigas, leían juntos, veían revistas, incluso salían a jugar básquet. Un día mientras se encontraban en la pequeña cancha detrás del hospital, jugaban su último cuarto de partido uno a uno, el sol finalmente se había ocultado y la luna se dejaba ver escasamente, dando bienvenida a la noche, en el cielo, la combinación de colores anaranjado, morado y azul se veía majestuoso y ahí dos niños de 12 años se disputaban la última canasta, Kagami sabía que Kuroko no era muy bueno, así que algunas veces se dejó ganar, ahora la última canasta era definitiva.

 

Kagami empezó a botar el balón e ir hacia Kuroko, mismo que moviéndose ágilmente logro perderse de vista y aventar el balón desviándolo, uso demasiada fuerza haciendo que el balón se fuera hasta el jardín perdiéndose entre los arbustos –“¡Yo iré por ella!” –Kagami rápidamente se ofreció a correr tras el balón, pero Kuroko, harto  de ser tratado como una delicada flor decidió correr también detrás del balón, ya no quería que lo protegiera tanto.

 

El balón resulto estar entre unos arbustos, lugar tranquilo, pacifico, y fresco, la luna ya había terminado de asomarse y con su tenue luz nocturna, hacía que Kuroko se viera hermoso, mirándolo con esos enormes ojos celestes –“¿Pasa algo Kagami-kun?”

Un instinto de niños quizás, no sabía cómo llamarlo, pero lo primero que atino a hacer fue jalar su esbelto cuerpo, abrazarlo y de un momento a otro besarlo.

 

Ambos eran hombres, Kagami esperaba en cualquier momento el rechazo del peliazul pero no fue para nada eso, un abrazo fuerte, ansiado y el beso con un hambre voraz, fue lo que se dieron mutuamente, sus labios inexpertos se abrían a boca ajena, sus lenguas tímidamente se tocaban, su saliva endulzaba al otro, todo fue tan rápido, espontaneo.

 

Sus mejillas estaban ardiendo, sentían que su cuerpo también, tenía 12 años y la libido ya se despertaba en ellos. Kagami encerró el cuerpo de Kuroko en el tronco de un árbol y ahí bajando sus cremalleras, empezaron a masturbar sus miembros, más y más, hasta que la semilla de ambos salió manchando sus manos, esa tibia sustancia fue lo que le dio un fin momentáneo a esa escena.

Se miraron a los ojos, con demasiada vergüenza en ellos. Kagami lo abrazo y así hasta escucharon las voces de sus madres llamándolos fue que decidieron ir.

 

Al día siguiente Kagami estaba dispuesto, toda la noche lo había estado pensando, la manera de declararle a Kuroko sus sentimientos, lo aria ¡Definitivamente! Pero al llegar al hospital, Kuroko estaba recostado en su cama, con un pañuelo blanco en sus ojos, su madre lloraba inconsolable.

 

-“Taiga-kun, lo siento… Tetsu-chan… el… murió en la madrugada” –Sus sollozos se intensificaban.

 

Kagami se acercó a la cama y tomando la mano de Kuroko la puso sobre sus mejillas, sintiéndola fría, y aunque no quisiera creerlo, esta era la realidad.

 

El tumor en su cabeza había ganado, a las 3:45 de la mañana, Kuroko Tetsuya de 12 años, había muerto de derrame cerebral.

 

Kagami de pronto volvió a la realidad sacudiendo su cabeza de un lado  a otro, de eso ya 17 años y ahora, una réplica casi exacta de aquella hermosa persona que una vez amo estaba frente a él. Pero solo lo miraba, entonces solo estaba siguiendo coordenadas, no estaba funcionando bien, iba a hacerle ajustes, estaba por caminar cuando el robot se movió.

 

-Mi nombre es Tesuia.

 

Kagami le miro intenso ¿error de programación? Oh… error de la misma máquina, miro su reloj, eran las 3:45 de la tarde, apuntaría cada avance que el robot tuviera, se acercó a él, cuando joven lo había hecho casi a su estatura, pero ahora le sacaba como 20 centímetros, haciendo que quedara más abajo que él.

 

-No, es “Tetsuya”

-Tesua. –Kagami río.

-Tetsuya –Lo tomo de las mejillas –Mira, Tet-su-YA.

-Tetsuya.

 

“¡Increíble!” Pensó, se le podía enseñar cosas nuevas, empezó a tocarlo, sus mejillas, sus brazos.

 

-¿Qué sientes?

-¿Sentir?

-Mierda…

-¿Mierda?

-¡Eso no!

-¿Qué es?

-Eres casi como un bebé oh peor que eso…

-¿Un bebé?

 

¿Y ahora que hacia? En parte se sintió feliz por haber hecho que su gran invento y algo en honor a su primer amor estuvieran ahora funcionando, pero… ¿Qué hacer con él? Para iniciar lo empezó a vestir, a enseñarle más palabras “por favor” “gracias” después, paso a ser ayudante, le enseño herramientas, maquinas, como funcionaba la luz y esas cosas. Mientras tanto la mujer de Kagami se daba cuenta que cada vez este pasaba menos tiempo con ella, fue cuestión de bajar al sótano para darse cuenta del porqué.

 

-Eres aterrador ¿lo sabias?

-¿Es aterrador que un robot esté funcionando bien?

La mujer miraba a ese prototipo, su mirada parecía seria, pero hacia ella era de enojo.

-No lo quiero aquí –Y después de decir aquello salió del sótano.

-Kagami-sama…

-Ya te eh dicho que no es “sama” solo di Kagami, oh Taiga.

-Siento algo, aquí. –El robot se presionó el lado izquierdo de su pecho –Al ver a esa mujer, dolió aquí.

 

Kagami estaba impresionado, eso quería decir que realmente estaba sintiendo.

 

-¿Dolió?

-algo –El robot se acercó a él y lo abrazo demasiado inexperto al contacto físico –Yo… no quiero que esa mujer este cerca de Kagami-kun.

 

Kagami respondió al abrazo y casi sonrió, “eso” estaba funcionando bien, de apoco pero estaba funcionando, le había costado guardarlo y mantenerlo, y ahora se miraba su progreso, Tetsuya estaba sintiendo. Trago saliva, y entonces, se animó a hacerlo. Tomando el mentón de su robot lo elevo y junto sus labios, solo… solo iba a revisar que estuviera bien hecha, que la humedad, suavidad y producción de saliva fueran buenas. Pero todo eso era un pretexto.

 

Era igual que cuando tenía 12 años, el beso tan inexperto y esperaba que el robot hiciera corto, respondiera de manera agresiva oh algo así, pero no, el robot por su parte respondió abrazándolo levemente, todo era tan raro y bizarro, pero Kagami empezó a llorar alejándose del beso y abrazando fuertemente a Tetsuya, abrazándolo tan anhelante, había llegando tan lejos con tal de volver a ver a su ángel, por ver a aquella persona que había robado su corazón, de quien se había enamorado y le habían arrebatado.

 

-Te extrañe tanto –Fue lo que atino a decir, sabía que no era, pero aun así su alma anhelaba lo fuera.

 

Se alejó de el aun sollozando y sorbiendo su nariz, pudo notar que el robot no tenía ni idea de lo que estaba pasando, solo se quedó quieto, mirándolo confundido, y de seguro formándose ya miles de preguntas en su cabeza, que mañana lo bombardearía con ellas.

 

-Te apagaré –Sus lágrimas seguían saliendo traicioneras –Sera lo mejor –Tetsuya lo miro, abriendo sus ojos sorprendido.

-¿Por qué? ¿Por tu mujer?

-No –Le miro triste –Porque… estoy seguro que Kuroko no quería que esto pasara… que… yo usara su corazón para esto…

 

Así había sido, escucho por parte de los padres de Kuroko que le habían extirpado el corazón para darlo en donación y salvar una vida, pero en su dolor y confusión lo robo, y de alguna manera hasta el momento en que su robot estuvo listo, logro mantenerlo con vida y posteriormente, fue puesto, con la intención de que aquel robot también le amara, sintiera, tener nuevamente a su Kuroko, pero ahora después de casi 6 meses no había resultados, aprendía y daba a notar que sentía algunas cosas, pero no todo, no había vuelto el amor que Kuroko también le tenía.

 

A no ser que nunca pasara… que Kuroko no se haya enamorado de él, que lo de aquella noche solo fue impulsivo, entonces se sintió idiota por dentro, seguro Kuroko hubiera preferido que su corazón salvara una vida más, y no estuviera encerrado en algo de metal. La buena noticia era que el órgano aún era rescatable, lo donaría y el… suicidarse era lo mejor.

 

Abrió una caja enorme, le dio un vistazo asegurándose que el robot fuera a caber ahí.

 

-Kagami-kun… ¿ya no me ama?

 

El pelirrojo volteo a ver con sorpresa al robot ¿Qué acababa de decir?

 

-No soy lo suficiente… para Kagami-kun.

-No es eso Tetsuya.

-Yo pensé que… nos amábamos… -El corazón de Kagami empezó a latir frenético –Como aquella noche…

 

Kagami callo de rodillas y sus lágrimas salían apresuradas, gruesas, no lo podía creer… lo había logrado…

 

-¿Lo recuerdas?

-No… solo… es…

-¿Un recuerdo?

-Si.

 

Había esperanza, la mínima y pequeña esperanza pero… aquel corazón tan puro que él estuvo guardando tan recelosamente tanto tiempo estaba palpitando ahí, en ese robot que el mismo creo con todo su amor.

 

El tiempo empezó a transcurrir, Kagami con gusto preparo las maletas de su esposa, echándola de la casa, ahora cada que regresaba de trabajar su casa estaba limpia y con comida recién hecha, a Tetsuya le había costado aprender pero poco a poco y con esfuerzo lo logro, aprendió de sentimientos, dolor, y al poco tiempo… placer.

 

Incluso “aquella” parte la había hecho de manera adecuada, tan suave y caliente, viscosa, apretaba perfectamente su miembro, aunque con temor miro la expresión de Tetsuya pensando que no estaba sintiendo nada, pero su cara de susto, sus escasas lagrimas acumuladas en sus ojos, y sus mejillas totalmente rojas le dieron la gratificación que necesitaba, excitándolo de sobremanera.

 

 

Pero, mientras los años no se dejaban ver en Tetsuya, en Kagami si, pronto, su ex mujer le adjudico una hija, al principio le molesto, y peleo, pero después, se encariño tanto con ese pequeño ser que le dio su apellido sin ningún problema, Tetsuya evidentemente mostro celos, pero Kagami supo cómo manejarlo, enseñándolo también a quererla, y la pequeña también tomo rápido cariño por su “papi Tetsuya” así que cada que aquella hermosa niña pasaba ahí, eran una pequeña familia.  

 

Esa niña creció, viendo el amor que sus “Papás” se tenían, amando más al robot que a su propia madre, el tiempo nunca pasaba en vano y así, aquella pequeña se casó, teniendo una hija propia y dándole nietos a su padre, con arrugas bastante notorias, su pelo rojizo ya se había vestido de blanco y le causaba problemas caminar, en cambio su “papi” seguía igual de joven, tan radiante, siempre al lado de su “Taiga-kun” cuidándolo a sol y sombra. Hasta que un día pasó lo inevitable.

 

A la orilla de la cama, Tetsuya le cuidaba más receloso que nunca. Kagami Hikarui se acercaba a el, adolorida, su padre… acababa de partir del mundo de los vivos.

 

-Papi Tetsuya… debemos salir… -aguantaba con todo su ser las lágrimas –Pronto vendrán a sacarlo así que…

-Iré en un rato más hija… -Tetsuya volteo a ver a Hikarui, ella misma quien siempre había visto amor en los ojos de su papi, ahora solo miraba dolor y vacío –Solo… dame unos minutos más con el ¿Si? Solo un poco más Hika-chan…

-Si papi –La joven lo beso en la cabeza, saliendo del lugar.

 

En cuando Tetsuya escucho que la puerta se cerró, volvió a acurrucar su cara en el estómago de su amado, ahora era Kagami quien estaba frio, su arrugada piel chocaba en sus metálicas manos.

 

-Ahora soy yo… quien te pierde… Taiga-kun… Gracias… por amarme tanto.

 

Su amor había sido tan fuerte como para que el pelirrojo hiciera todo eso, no podía pedir más, se sentía totalmente amado, aun así, las últimas palabras de Kagami fueron –“Te amo… Tetsuya Kagami” –No podía ser más feliz.

 

Yukki, su pequeña nieta de 9 años entro corriendo.

 

-¡Yukki espera! –Hikarui grito a su hija con su voz llorosa.

-Abuelito, llegaron los señores feos… ¿Abuelito? –Movía a Tetsuya –Abuelito Tetsuya….

 

Hikarui miro asustada, así que igual que su hija se acercó a su padre.

 

-¿Papi?... ¿Papi?...

 

Lo volteo, estaba por revisar su mecanismo, pero… opto por revisar lo más rápido y obvio. Agarro el control de la mesita de noche y checo sus latidos… sonrió, derramando varias lágrimas.

 

-¿Mami? –La pequeña Yukki no entendí -¿Mami? ¿Qué tiene mi abuelito Tetsuya?

 

Hikarui sonrió  y atrajo a su hija con ella, a su pecho, la abrazo y con su otra mano acaricio la mejilla del peliazul.

 

-Tu abuelito Tetsuya decidió acompañar a tu Abuelito Taiga.

-¿Por qué?

-Porque… se amaban tanto que incluso ahora… decidió acompañarlo al paraíso… a la eternidad. 

Notas finales:

¿Lo hice bien? Ni yo se… ¡Me pone muy nerviosa cuando hago temas nuevos!  Ahora con más razón cuando soy pésima en el tema, si fue aburrido lo siento… incluso yo siento que no di el 100% de mí, mi novio me ayudó mucho en la idea y en como formularlo ya que al principio pensé en viajes en el tiempo… Matar a Kuroko y que luego Kagami viajara para traer al Kuroko del pasado… pero no me agradaba del todo la idea así que mi lindo lobo me dio la idea del robot, le agradezco infinitamente a él.

 

Ahora me sentare pacientemente a esperar sus lindos Rew… ya que serán para un tema súper nuevo, quiero ver que tal les pareció. ¡Un gusto leernos!

 

Kazuhiko Haruki


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