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ENCONTRE UNA MASCOTA por yassmin_hitsugaya

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Notas del fanfic:

Espero os guste.

Estaba viendo una pelicula y se me ocurrio esta nueva historia de la nada.

No se como sera acogida o si gustara o no se . pero tuve que escribirla.

Notas del capitulo:

Los personajes no son mios solo los utilizo por que me gustan.

Aunque la historia si lo es.

Espero que os guste y dejeis opiniones.Las faltas de ortografia son sin querer.

Un chico pelirrojo se encontraba paseando de vuelta a su casa.

Había tenido un día bastante duro. ya que aparte de haberse levantado muy temprano para ir a clases, aunque no fue eso lo realmente duro. Sino más bien pensaba en una castaña de pelo corto. Y lo duro que les trataba a él y a sus compañeros de equipo.

Esa muchacha no era otra que la entrenadora del club de baloncesto al que pertenecía. Les hacía entrenar tan duro que terminaban apenas sin poder moverse.

Se encontraban un compañero de su equipo y el camino de sus casas cuando el otro le propuso algo:

  • ¿Vamos a tomar un batido de vainilla?.- le preguntaba un chico de cabellera celeste, ojos del mismo color, altura de 1,68 tez pálida, cuerpo delgado.

  •  

  • ¿Eres tú el que quiere el batido de vainilla no? Ya sabes que yo prefiero unas hamburguesas y un refresco.- le respondía un sonriente pelirrojo de ojos del mismo color, extremadamente alto en comparación con el otro, 1,91, con un cuerpo tonificado, bien definido y musculoso.

     

    Los dos llevaban la misma ropa. El uniforme de su instituto el cual consistía, en una chaqueta color negro con unas franjas en el pecho y muñecas de color azul, pantalones del mismo color sin ningún estampado en ellos.

    El más alto llevaba debajo de su chaqueta una camiseta de manga corta negra con unas deportivas del mismo color.

    Mientras su compañero llevaba una camiseta de manga corta blanca, con unas deportivas del mismo color pero con un estampado en ellas de líneas de color azul.

  • ¿Entonces?.- preguntaba el peli cielo con su cara de póker al oji rojo.

  • Está bien.- respondía el pelirrojo, sonriendo a su acompañante.

     

    Siguieron caminando ahora en dirección a la hamburguesería que tanto les gustaba. Llegaron más rápido de lo que se imaginaban aun sintiéndose tan cansados por los ejercicios tan duros, hechos especialmente para cada uno de los integrantes de su equipo, por la castaña.

     

    Entraron al establecimiento donde vieron que se encontraba bastante lleno de gente el lugar, así que colocándose al final de la fila de personas esperaron a que les llegara el turno para poder pedir sus órdenes respectivamente.

     

    Cuando por fin fue avanzando  hasta llegar su turno. La persona detrás del mostrador les pregunto:

  • ¿Que desean ordenar?-

  • Yo un batido de vainilla, una hamburguesa y unas patatas fritas. Por favor.- respondía el oji azul.

  • Pues yo deseo una coca cola con hielo, unas patatas fritas y quince hamburguesas por favor.- le respondía el pelirrojo.

  • ¿Enserio?.- decía el empleado sorprendido por la cantidad y creyendo haberle entendido mal.

  • Si.- respondía el pelirrojo.- no me encuentro bien, estoy cansado solo pediré eso.- decía el oji rojo como quien no quiere la cosa.

     

    Apunto su orden en un papel, entregándosela a uno de sus compañeros, para así ir a la cocina a prepararla.

    Ellos aguardaron hasta que sus órdenes fueron entregadas en unas bandejas para así llevárselas a uno de los puestos que se encontraban libres y sentarse mientras se las comían tranquilamente.

     

    El pelirrojo atraía todas las miradas al pasar ya que llamaba la atención ver a una persona con esa cantidad de comida en su bandeja.

    Pero ni cuenta se daba de eso. Solo hablaba y sonreía a su compañero.

    Se sentaron a una mesa empezando a comer sus respectivos pedidos, mientras se contaban cosas que les habían pasado en el día o que harían al llegar a casa.

     

    Estuvieron ahí, un buen rato, casi una hora. Cuando el peliceleste recibió una llamada.

     

    Pidiendo perdón por no poder quedarse más, recogió sus cosas preguntándole al pelirrojo si se iría ya con él o se quedaría más rato.

     

    El más alto le respondió:

     

    - Me quedare un rato más todavía no termine.- sonriendo.

    - De acuerdo. Nos vemos mañana.- le contestaba a su vez el más bajo.

     

    Así fue como el ojicielo se fue dejando solo en el proceso al oji rojo.

     

    Este miraba mensajes en su teléfono móvil mientras seguía comiendo la cantidad insana de comida a ojos de los demás que había ordenado.

     

    Cuando termino. Recogió el desastre que se había formado en la mesa de envoltorios, llevándolos consigo a la papelera más cercana.

     

    A continuación volvió a la mesa a recoger su mochila. Y su bolsa de entrenamiento y demás cosas que tenía consigo.

     

    Salió del establecimiento rumbo a su casa.

     

    Pero cuando iba de camino. Empezó una tromba de agua procedente del cielo.

     

    Estaba  lloviendo y lo hacía a cantaros.

    El pelirrojo por la repentina lluvia termino mojado antes de encontrar un refugio que le protegiera de la misma hasta que parara.

     

    Así fue como termino resguardado en  un edificio abandonado.

     

    Se encontraba revisando las cosas de su mochila.

     

    Verificando que tanto se habían dañado sus libros, viendo sorprendido que por suerte no tendría que comprar unos nuevos. Sus libros se habían salvado.- Sonrió por ello.

     

    Estaba tan concentrado en ello que no noto unos ojos mirándolo en la oscuridad.

     

    El pelirrojo se encontraba cerrando su mochila distraídamente después de verificar todo. Cuando de pronto un ruido le llamo la atención.

     

    Vio unos ojos de color marrón-rojizo observándolo fijamente y detenidamente.

     

    El oji rojo se asustó. Pensando en que o quien podría ser. Retrocediendo hacia tras en el proceso. hasta que no pudo más ya que se encontraba pegado por la espalda a una pared.

     

    Y es que él pensaba que podría llegar a ser un perro. Y se preguntaran porque eso:

     

    -Primero: el odiaba a los perros. Con suerte y toleraba un poco al perro de su amigo.

    -Segundo: les tenía un pánico, que ni el mismo entendía a que se debía.

     

    La gente pensaba y encontraba ridículo que alguien como él les tuviera miedo a los perros.

     

    Fue entonces cuando vio algo emergiendo a paso lento desde las sombras. Y es que ese algo iba tan pausado, no porque quisiera, si no por el mero hecho de estar bastante malherido.

     

    Vio un gato, que a sus ojos era raro, pero era por el color del mismo. Su pelaje era todo de color naranja y sus ojos eran de un color sienna.

     

    El animal Quería escapar y salir de ese lugar por si el sujeto frente a sus ojos que era enorme, le maltrataba o algo por el estilo.

     

    El pelirrojo al ver el estado en el que se encontraba la bola de pelo de color naranja se acercó a él sigilosamente para no asustarlo más.

     

    Cuando estiro la mano para acariciar al felino y poder cargarlo en sus brazos, este le araño con sus afiladas garras.

     

    Aun así. El más alto no desistió, quería ayudar al gato, quería curar todas las heridas que este tenía.

    Lo agarro en sus fuertes brazos y empezó a acariciarlo cuidadosamente para que el gato le cogiera confianza.

     

    Para que viera que él no era peligroso.

     

    El joven pelirrojo cuando ya noto que la lluvia había cesado salió de ese lugar con sus objetos y además con el felino que por cierto se encontraba aparte de lastimado, mojado por la tromba de agua anterior.

     

     

    Camino rumbo a su hogar.

    Al llegar saco la llave de uno de sus bolsillos, la giro y entro a su casa. Estaba totalmente oscuro, eso quería decir que no había nadie, y es que era verdad él no vivía con nadie. Su padre se encontraba trabajando en América.

     

    Tenía ese piso-apartamento de lujo para el solo. Cortesía de su padre.

     

    Cuando entro dejo las cosas en el sofá que se encontraba cerca de la entrada.

    Lo primero que hizo después de eso fue ir con el gato rumbo al cuarto de la ropa sucia.

     

    El pelirrojo se desvistió toda la ropa mojada que llevaba para así no pillar un resfriado.

     

    Después fue al cuarto de baño donde lleno la bañera con agua tibia. Vertió unas bolas de sales de baño. Volvió a por el gato. Cargándolo de nuevo en brazos se lo llevo consigo a la bañera.

     

    Se sumergieron en esa agua calentita con ese olor embriagador.

     

    El pelirrojo lavo al gato cuidadosamente de no lastimarlo más de lo que estaba. Y también se lavó a sí mismo.

     

    Estuvieron una media hora.

     

    El pelirrojo salió y cogió tres toallas.

La primera se la ato a la cintura.

La segunda se la puso en la cabeza para secarse su cabello.

La tercera la uso para envolver al felino y así proceder a secarlo con ella.

El pelirrojo se puso unos pantalones de seda de color negro. Que había cogido de su armario antes de darse el baño relajante. Dejando su bien formado pecho al descubierto.

 

-Vamos a la cocina por algo de comer y de beber. Por lo menos para ti gatito tendrás hambre.- decía el oji rojo mirando al felino.

Llegaron a la cocina de donde el humano saco de la nevera un cartón de leche. Rebusco en los estantes de la alacena hasta que encontró tres recipientes que le resultaran adecuados para su propósito.

Siguió rebuscando hasta que hallo un puñado de  latas. De las cuales agarro una de ellas.

Con todo eso en la isla de la cocina. Procedió a llenar cada uno de los tres recipientes.

El primero lo lleno de agua.

El segundo lo lleno de leche.

El tercero lo lleno con el contenido de la lata de atún.

 

Dejándolos en el suelo. Le hablo a la bola de pelo naranja.

  • No es mucho pero aquí tienes algo de comida y bebida.- dijo sonriente, siendo observado por el felino.

Volvió a hablar:

  • Ya que tú ya tienes tu comida yo también beberé algo. Lo mejor para después de un baño es una vaso de leche fresquita.- le contaba al gato sacando un vaso de uno de los armarios de la cocina donde vertió el líquido. Para luego bebérselo.

     

    Cuando termino lavo el vaso. Dejando lo otro intacto ya que el gato no había terminado. Lo dejaría por si volvía a tener hambre.

     

    Ya habiendo saciado el hambre del felino y de haberlo lavado quitando así la pro validad de que este se enfermara. Fue a por un botiquín de primero auxilios que se encontraba en el mueble del baño.

     

    Curando así las heridas que tenía el animal.

     

    Luego se fueron a descansar.

     

    A la mañana siguiente el pelirrojo se levantó. Se aseo. Preparo un uniforme limpio para el colegio desayuno, puso más comida al gato y salió rumbo al instituto dejando al gato todavía dormido.

     

    Entreno como todos los días. Después del horario de clases por supuesto.

    Se dio una ducha rápida, secándose y vistiéndose lo más rápido que pudo.

     

    Ya que se había olvidado de algo. Y ese algo no era otra cosa sino que quería comprarle recipientes para el gato.

     

    Aunque pensaba que cuando se curara el felino pondría carteles para buscar a los dueños del mismo.

     

    Sin esperar a su acompañante de siempre salió corriendo no sin antes gritarle algo al mismo para que lo ollera desde la ducha.

     

  • Lo siento se me olvido que tenía que ir a por algo muy importante. Es muy tarde si no voy ahora cerraran.- le dijo antes de salir disparado rumbo a la tienda.

Esa fue la única novedad del día. La compra de los recipientes para alimentación para el felino.

 

Fueron pasando los días. El pelirrojo tenía los días ya planificados. Sin novedad alguna.

-Primero: despertar, asearse, desayunar, dar de desayunar al animal, vestirse.

-Segundo: ir al instituto, pasar los exámenes, estudiar hacer los deberes.

-Tercero: entrenar, ducharse.

-Cuarto: ir a casa, comer algo, dejar comida para el animal, curarle las heridas, ver televisión, dormir.

 

Pasaron cinco días desde que él había recogido al felino para curarle.

 

Pero ese día su rutina fue cambiada repentinamente ya que aunque había hecho muchas de las cosas del día. No hubo entrenamiento, la entrenadora ese día les dejo irse pronto y descansar. O que hicieran algo que les apeteciera hacer.

 

Todavía era temprano.

Pasaron su compañero y el a comprar unas hamburguesas.

Comió una cantidad insana de ellas de nuevo recibiendo miradas extrañas de los demás comensales.

Pero antes de irse pidió una hamburguesa más. Esta de pescado. Se la llevaría al felino de cena.

Así fue como termino en casa tres horas antes de lo habitual.

Dejo la bolsa con la comida encima de la isla de la cocina. Y comenzó a buscar al animal.

Buscando habitación por habitación.

Hasta que un ruido procedente de una de ellas le llamo la atención. Encaminándose hacia su procedencia se quedó de piedra con lo que vio.

Notas finales:

Queria dejar salir la historia de mi cabeza. TODO LO QUE ME VIENE INTENTO ESCRIBIRLO.

ESPERO GUSTE Y  DEJEN SUS COMENTARIOS SI NO OS GUSTA O SI .

AVECES PIENSO QUE COMO NO SE DEJAN COMENTARIOS SERA POR QUE NO GUSTO.

INTENTO NO PENSARLO.

ESPERO QUE HALLAIS DISFRUTADO EL CAP.


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