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El regreso por Bloomx

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Notas del capitulo:

YU-GI-OH no me pertenece, yo solo utilizo sus personajes para crear nuevas historias.

A la media noche cuatro personas con capas oscuras recorrían los pasillos de la cárcel bajo el palacio, dos de ellos alumbrando el lugar con antorchas y otro haciendo un hechizo para que nadie los atrape por esos rumbos.

De vez en cuando algunos prisioneros los escuchaban y ellos podían oír sus gritos de piedad y lamentos. Atem vio a más de uno en rincones de sus celdas rezándole a los Dioses, pero él sabía que de nada serviría, lo hubieran pensado antes de cometer esos crímenes, al menos a él la cadena perpetua no le hacía cosquillas y todos allí posarían en sus manos una segunda oportunidad.

Todos excepto uno.

Al final del pasillo que recorrían se habría otro; más oscuro y estrecho que los demás y a la izquierda de donde se encontraban. Lo recorrieron rápidamente con el deseo de continuar en lo que habían quedado. Las preguntas iban y venían en la cabeza de Atem y Marik. Este último, de solo saber que se había demostrado débil frente al faraón se sentía humillado, así que trataba de esquivar su mirada.

Si esto no mejoraba su amistad, la arruinaría por completo.

Al final del pasillo se encontraba una puerta maciza de hierro, Marik alumbró con la antorcha el centro de esta dejando ver el ojo de Horus tallado que sobresalía y era completamente de oro.

Atem pronunció unas palabras en una lengua aún más antigua que el egipcio y que solo los hechiceros conocían, el idioma de la magia. El puzle brilló en su pecho al igual que el ojo en la puerta, se escuchó el ruido de una cerradura pesada al abrirse. Marik tomó la manivela, antes atascada, y abrió la puerta con un chillido de oxidación de parte de ella dejando pasar primero al faraón y después a los otros.

Ya en la sala, la cual tenía un espacio más grande que las otras celdas, se podía ver un gran espejo dividiendo la habitación y dejando un pasillo de un metro para los visitantes. Era lo único que se podía admirar, no había luz, ni ventanas, ni persona encerrada.

Dartz iba a preguntar dónde estaba el prisionero, pero descubrió el secreto antes. Atem tronó sus dedos y poco a poco el espejo fue borrando sus rostros reflejados convirtiéndose en un grueso vidrio.

Al otro lado de este se podía ver una cama no muy cómoda pegada a la pared, del otro lado de la celda había un mueble de madera barata con un poco de comida y jarras con agua y vino. En el centro de la prisión se podía ver un montón de paja seca con una manta por arriba y allí  se encontraba el prisionero boca abajo, con sus cabellos grises de la suciedad cayendo sobre su rostro. Usaba solo un faldón viejo y sucio, dejando ver su piel tostada y como último detalle poseía en su mano izquierda una botella que goteaba las últimas de un vino.

-¡Oye! ¡Ya despierta y levántate! -le gritó Marik con una sonrisa golpeando el vidrio con sus dedos.

Se escuchó un gruñido de parte del prisionero y a la velocidad de la luz este se levantó y estrello la botella contra el vidrio, justo donde estaba la cara de Marik. A continuación se escuchó una discusión entre ellos, a lo que Atem también se sumó solo por molestar. Se escuchó un carraspeo por parte de Dartz y los tres se voltearon a verlo.

-¡Visitantes nuevos! ¿Y se puede saber por qué tengo el placer de tan honrada visita? -dijo Akefia con una sonrisa sarcástica en su rostro.

-Es una larga historia -responde Dartz.

Akefia solo le sonrió ante la mirada de hastío clara de Dartz. Después de todo no había nada mejor que burlarse de aquellos que lo querían humillar.

-No tengo nada mejor que hacer –Akefia elevó los hombros con aburrimiento.

+

-Será mejor que te relajes y sientes- le recomiendo.

Le pido a Shadi con una seña que me pase la canasta que llevaba y pronunciando otro hechizo esta desaparece y reaparece al otro lado del vidrio. Akefia se acerca y toma un par de manzanas para luego sentarse en su “sillón” de paja y quedársenos viendo en espera de respuestas.

Estaba mirándonos con aburrimiento.

Marik se acercó a la puerta junto a Dartz a dejar las antorchas a cada lado de esta para luego colocarnos en fila frente al vidrio y comenzar a contarle la misma historia que nos contaron a Marik y a mí, solo que esta vez evitando contar el enamoramiento de Marik por su hikari y diciendo que solo le echaba en falta.

Akefia miró con una ceja alzada a Marik mientras mordía una manzana. El guardián miró hacia otro lado no queriendo hacer contacto visual. Yo simplemente suspiré; Dartz y Shadi acababan de darle material al loco para que molestara a Marik hasta el día de su muerte.

-¡¿Tú?! ¿Extrañar a tu hikari? Lo esperaba de Atem pero de ti admito que no... -se rió con burla Akefia, la cara de Marik esta roja de furia y si no estuviese el vidrio seguro que le saltaría encima.

-¡¿Y a ti que te importa si lo extraño o no?! -le gritó Marik-. Además los dioses no se equivocan, tú tienes el deseo de volver a la otra vida igual que nosotros y estoy seguro que no es solamente por estar encerrado en estas cuatro paredes. Seguramente también extrañas a alguien.

Akefia comenzó a reírse ahora más fuerte enojando aún más a Marik. -Mi hikari ¿eh? Quieren saber si lo extraño, ¿no es así? -dijo lentamente riéndose por lo bajo. Suspiró.- Tal vez lo extrañe un poco, no voy a mentir, fue como mi hermano menor por años y a pesar de que he tratado que me odie parece que no quiere hacerlo, es de buen corazón...

-Al igual que nuestros hikaris -dije yo-. Así que sí lo extrañas, al menos lo suficiente para hacer creer a los dioses que lo quieres ver de vuelta...- no era una pregunta, Akefia es una persona más bien cerrada y sé que aunque esté presionado como lo estuvo Marik, él no dirá nada profundo que no quiera decir, solamente conseguirás un gran enojo de su parte.

-De todas formas, sigo sin entender a que viene esto de nuestros deseos ocultos y todo eso que han dicho -dijo Akefia mordiendo ya su tercera manzana.

-Eso es lo difícil, esta línea de tiempo tiene el objetivo de cumplir nuestros deseos, pero ustedes demuestran que no es así; se sienten defraudados. Cuando estaba visitando el oráculo en Grecia, los dioses me dijeron que quieren que sean felices, que ustedes escriban su propio destino de ahora en adelante de la manera que les parezca -dijo Dartz-. Pero... me dijeron que este no era el sitio adecuado y cuando pregunté en dónde, me dijeron que Ra contestaría esa pregunta, que hablara con Shadi.

-Cuando Dartz habló conmigo sobre esto, me di cuenta que las cosas que venía sospechando desde hace meses se podían rebelar ahora. Hablamos con los dioses cuando estuvimos en la sala del trono, y ahora sabemos que hacer -dijo Shadi.

-¿Qué está sucediendo? ¿Acaso los dioses quieren castigarnos por no estar conformes? -pregunté ya desesperado.

-No, mi faraón. Es todo lo contrario -dijo tranquilamente Shadi-, los dioses siguen creyendo que se merecen otra oportunidad. Hace un mes mi otra llave milenaria comenzó a brillar y luego tuve un sueño, uno muy raro, me vi a mi diciendo un rito con ambas llaves en mis manos. El sueño se hizo frecuente hasta que un día decidí probar ese rito, el destino del viaje fue sorprendente. Estaba en cuerpo y alma en la otra vida, caminé por el desierto por horas, hasta llegar a los límites de El Cairo, fue entonces cuando decidí volver.

-¿Qué? –me vi obligado a preguntar de la sorpresa, pero él simplemente me ignoró y siguió contando.

-No sabía qué hacer con esa nueva información, ¿cuál era el objetivo de los dioses al darle a mi llave milenaria el poder de abrir una puerta así? Cuando llegó Dartz y hablamos con los dioses lo entendí. Por más que lo intenten ya no les corresponde esta vida y se les está dando la oportunidad de regresar a la otra.

Siento que me falta el aire, entre todas las oportunidades que se me da, no creía que esa se me sería otorgada.

-Al momento de volver tú decidiste qué hacer con los artículos del milenio, ¿recuerdas? -me dijo Shadi y sí que lo recordaba-. La llave se me fue entregada de vuelta porque soy el único destinado a ser su guardián, es mi destino mi faraón, hacer cumplir sus deseos y los de los dioses. La llave milenaria parece haber obtenido la función de unir estos dos mundos y cada par de objetos milenarios.

Sabía de lo que Shadi hablaba; en mi reunión con los Dioses, al traspasar la puerta de las almas decidí que los objetos milenarios se quedaran con un dueño, mientras que a los que pasábamos a esta vida se nos entregaron otros para proteger a Egipto.

Debo admitir también, que principalmente lo hice por miedo a que Yugi me olvide, a que crea que nunca pasó todo esto y que jamás compartió el cuerpo con otra alma, que no recuerde a su Yami. Porque yo siempre me acordaría, me aseguré de eso.

Yugi obviamente se quedó con el puzle milenario, Ryou con la sortija, Malik con el cetro, Ishizu recuperó su poder de ver el futuro gracias al collar milenario que se le dio devuelta y decidí que Odión se quedaría con la Balanza, con el argumento de que demostró ser una persona confiable y de buen corazón.

El ojo milenario volvió a las  manos de Pegasus con la esperanza de que pueda ver esta vida y los nuevos monstruos capturados en piedra, para así poderlos pasar a cartas de Duelos de Monstruos. Tenía el objetivo de que mi cultura nunca muera a través de estar presente en el corazón de todos los fanáticos del juego, más que nada en el de mi pequeño.

Por último los Dioses decidieron que la lleve milenaria de la otra vida vendría junto a Shadi, por lo tanto este posee las dos. Debo confesar que me extrañó, pero: ¿quién soy yo para cuestionar a los Dioses?

-No volví de una manera fácil mi Faraón. Me encontré con Ishizu a las afueras de la ciudad, me estaba esperando. Su collar le mostró mi llegada y también como volvería, sin eso seguramente estaría allí todavía. Aunque según me comentó, esto me lo permite mi lleve, si alguien lo utiliza para ir ya no podría volver -dijo en advertencia Shadi-. Lo más extraño es que Ishizu también estuvo viendo cosas a través de su collar, me dijo que no solo me vio a mí en otra visión, sino que los vio a ustedes.

-¿Dices que vamos a regresar? -preguntó Akefia.

-Eso solo lo pueden decidir ustedes- dijo Dartz-. Pero, que tienen la oportunidad de hacerlo, sí.

-¿Y ustedes que harán? ¿Vendrán con nosotros? -preguntó Marik

-No -dijo bajando a cabeza Dartz mientras negaba-. Se le entregó una segunda oportunidad a mi pueblo y a mí, estoy con mi familia, recuperé a mi esposa... fueron mis deseos y me hacen completamente feliz.

-Mientras yo, mi faraón, debo defenderlo, es mi deber. Pero esta línea del tiempo seguirá para el resto de los que no tuvieron la oportunidad de vivir como se merecían y van a necesitar ayuda cuando usted se vaya -dijo lentamente Shadi-. Una vez ustedes vayan no regresarán, pero yo regresé una vez y lo haré de nuevo con la esperanza de volver a verlos si deciden ir...

-¿Debemos ir todos? -pregunto.

-¿Acaso estás dudando en ir Atem? -me pregunta Akefia como si el simple hecho de pensarlo me volviera un loco-. No volveremos a tener otra oportunidad como esta, pensé que querrías volver a ver a tu hikari y a tus amigos.

 

-¡Y quiero! -me giré y lo miré-. ¿Pero y mi pueblo? He cambiado muchas cosas, mi pueblo avanza pero si me voy podría quedar estancado. Me necesitan, necesitan que los gobierne y que los proteja.

-Faraón estoy consciente de la situación de su pueblo. No le darían la oportunidad de irse si no hubiera solución. Seth puede encargarse de ello -me responde Shadi-. La enseñanza de los Sacerdotes no es tan diferente a la que tuvo usted, estoy seguro de que sabrá que hacer. Además, Seth es muy inteligente y no es un secreto que Aknadin le enseñó más de lo que debía, para que en algún momento este pudiese  gobernar en su lugar.

-¿Y si... y si no puede hacer su trabajo? -respondo desesperado-. Tú lo has dicho, no podré volver. No puedo irme a vivir la vida mientras mi pueblo sufre.

-Atem, no puedes pasarte la vida complaciendo a los demás -me asegura Shadi-. En este año has demostrado ser uno de los mejores Faraones que pudo tener esta tierra. Has vivido más de 3 mil años para protegerlos, a ellos y a todos, tanto los dioses como yo creemos de que ya es tu turno de vivir a tu antojo, de cumplir tus verdaderos sueños.

Siento mis ojos arder, tengo ganas de llorar, no sé muy bien si de felicidad o de tristeza. Tengo la oportunidad de cumplir los sueños que me atormentan, de volver a ver a mis amigos, de ver a Yugi y al abuelo, hasta ganas me dan ahora de ver a Rebecca y al profesor.

-Lo haré -digo, miré a los demás, me sonrieron, a su manera pero lo hicieron-. ¿Cuándo lo haremos?

-En cuanto planeemos todo, hay que hablar con Seth, es hora de que te despidas de tu padre Atem y esta vez definitivamente. Y claro, buscar una historia que explique el motivo de la desaparición del faraón y el general de su ejército. Hay que buscar un nuevo Sacerdote para ocupar el lugar de Seth y otro el lugar de su padre, y Marik debe elegir a alguien para el suyo sin que este sospeche de su partida.

-Muy bien -dije yo-. Así se hará...

-¡Seré libre! -Festeja Akefia-. Estoy aburrido de estar aquí dentro, ya casi comienzo a  hablar con las ratas o peor… a comérmelas.

-Eres un asco -le respondió Marik y a continuación se volvió a escuchar una discusión entre ellos.

Yo estaba mareado, mi mente pensaba a mil por hora, tantas cosas que hacer, y tan poco tiempo para hacerlo.

-Si me permite, faraón Atem, me gustaría poder quedarme en Egipto hasta su partida -me pidió cortes Dartz-. Quisiera poder estar para despedirme, al fin y al cabo no volveremos a vernos hasta que nos llegue la hora.

-Me gustaría que sea así, pero debo poner una condición a esto -Dartz elevó sus cejas en modo de espera-, necesito que me prometas que seguirás negociando con Egipto en mi ausencia, ayudarás a que Seth progrese. Le diré que confié en ti y no dudo que lo hará.

-Será un placer para mí ayudarlos, Faraón -afirma con una reverencia Dartz.

-Vendremos a sacarte de esta celda el día elegido en la mañana, tendremos que alejarnos del pueblo y mantener en secreto tu identidad, nadie debe de seguirnos, se podría provocar un alboroto -le dijo Marik a Akefia y este se rió maléficamente al pensar en lo que puede llegar a provocar.

-Esta celda te está volviendo loco, si es que no lo estabas antes.

 

 

Notas finales:

Hola!! ¿Les gustó este capítulo?

Gracias por leer!!

Nos vemos en el próximo capítulo!!


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