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En la mira. por grecia medina perez

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Notas del capitulo:

Hola! aquí me tienen de nuevo con mi tercer fanfic y el segundo sobre omegaverse espero este sea mejor que el anterior y les guste tanto como los otros.

Para los que ya me conocen subire algunas imagenes a mi página de faceboom y para los que son nuevos les dejo el nombre para que manden su solicitud y tambien vean mas o menos como son nuestros personajes.

El mandato del súltan.

Los invito a leer mis otras hitorias:

El mandato del sultán.

Es más fácil una cita que esperar un celo.

Los personajes de esta fanfics estan inspirados en personas reales.

Para los que no saben muy bien acerca del omegaverse aquí les dejo lo más básico:

Alfa: 

Son los que están en la cima de los tres géneros. El alfa, sea varón o mujer, tiene la capacidad de fecundar a un omega macho o hembra, debido a que cuentan con órganos sexuales masculinos, internos (en el caso de las alfa mujeres) o externos en los hombres alfa, es decir, el normal en ellos).

El 16% del planeta pertenece a esta casta, son quienes mejores empleos poseen y aquellos que son sangre pura o tambein llamados alfas de clase alta que resultan de la unión Alfa-Alfa poseen una habilidad especial llamada "La voz" la cual hace que aquel con quien la use lo obedesca con sus excepciones.

En lo físico casi siempre son altos, fuertes y de apariencia atractiva.

Beta: Es el humano comun, puede emparejarse solo con otro beta teniendo que ser mujer-hombre para poder reproducirse el 70% de la población es beta.

Omega:

Tanto hombres como muejeres pueden concebir, solo pueden llegar a engendrar si su pareja es Alfa muy pocas veces lo logran con un beta por lo que los emparejamientos nunca son con esta casta, entran en celo una vez cada 3 meses donde su fertilidad incrementa y pierden por ello la conciencia de sus actos, en este periodo los Alfas deben morder su cuello para reclamarlos como pareja uniendolos para siempre ya que se crea un enlace irronpible 

Son en su mayoría pequeños y de apariencia linda ( de buen ver) ya que todo su ser esta hecho para cautivar.

Aclaraciones:

Todas las catas tienen un olor por el cual se identifican cuando una pareja es formada quien interpreta el rol de la mujer adopta el olor de su pareja como un forma de amenaza ante los demas Alfas.

 

~Cano~

El baile para mí lo era todo, desde muy pequeño sentía gran satisfacción al escuchar música pero mucho más al transmitir mi alegría por medio de mi cuerpo, mis padres viendo mi potencial y siendo un omega no dudaron en meterme a una academia de baile pues lo consideraron el deporte ideal debido a mi casta en ese entonces no entendía muy bien que significaba ser un Omega, beta o Alfa para mi todos eran humanos pues a simple vista todos se parecían, con el pasar de los años mi dedicación rindió frutos y comencé a ser parte de varios programas de televisión los cuales me brindaban publicidad y por ello más trabajo pese a esto mis padres nunca me permitieron dejar mis estudios para dedicarme cien por ciento al baile como a otros de mis compañeros quienes recibían educación en casa o solo un día a la semana asistían a una academia.

Actualmente me encontraba en la mejor preparatoria de la ciudad donde vivía, y era el capitán del equipo de baile que usualmente creaba coreografías que solían encantar a todos y de paso solía coquetear con una que otra beta pues ¿Qué había de malo en eso? Debido a mis constantes coqueteos “impropios” en mi casta fue que terminé más de una vez en la dirección y en clases de educación sexual que me sabía de memoria pues lo que te enseñaban era como un mantra, ¡siempre lo mismo!, Alfa y omegas y betas con betas, pero yo seguía sin entender porque no podía salir con esas preciosas betas que estudiaban junto conmigo hasta que un día nos citaron a todos los omegas en el auditorio para darnos una conferencia “especial” donde ciertamente aquel que dijera que no salió con un trauma mentía.

Dejando el trauma a un lado un sentimiento de enojo nació en muchos, incluyéndome pues según el experto en el tema que nos dio la dichosa conferencia nosotros debíamos obedecer y servir a un ¡Alfa! Que a cambio nos mordería hasta hacernos sangrar el cuello y aparte nos llenaría de hijos, ¿Cómo se supone que aceptas eso?

Ese fue el día en que me enteré porque los omegas no podíamos estar con un beta, al inició pensé que esa norma era solo para las omegas femeninas pero sorpresa los omega varones también podían engendrar y con la población mundial tan escasa no eran permitidas bajo ningún concepto las relaciones Beta-Omega y ni hablar de una relación Omega-Omega eso era impensable

Tras esa conferencia se nos cambió de salón a todos al ser ya el último año y por lo tanto el año en que debíamos comenzar a emparejarnos, supe por medio de rumores que un alumno de un salón vecino se había enlazado con un alfa poco tiempo atrás en las vacaciones de primavera y que de dicha relación había resultado un embarazo y ahora la carrera como tenista profesional del pobre chico amenazaba con terminar de la noche a la mañana.

Sabiendo eso mi idea sobre las parejas Alfa-Omega no cambió en lo absoluto y evité tener todo contacto con algún arrogante Alfa porque era ley de la vida que si un alfa no se creía el rey del universo no era de esa casta, parecía que lo traían en el ADN siempre mandones, prepotentes y con aires de grandeza que nadie se molestaba en calmar al contrario parecían echarle leña a su ego.

Con el nuevo cambio en los salones mi plan para no cruzarme con alfas se fue al caño pues ahora los grupos se mezclaron dejando alfas y omegas solamente en cada salón y poniendo a los betas en los salones restantes, mi escuela que se dividía anteriormente en Bilingües y general se mostraba más interesada en que consiguiéramos pareja que en dominar otro idioma.

Como por acto reflejo todos los omegas decidimos sentarnos en una sola parte del salón pero poco sirvió porque al poco tiempo una larga lista con nuestros asientos y mesa asignados fue pegada en la puerta de cada salón, todos se acercaron a la puerta creando un fuerte bullicio que no se apaciguó hasta pasados unos minutos donde todos tomaron sus cosas y se sentaron en su nuevo asiento, algunos como yo se negaron a moverse de su lugar lo cual nos costó nuestro receso y tiempo extra en el salón después de clases lo que nos hizo cambiarnos “voluntariamente” de lugar.

Así que por primera vez desde que había pegado la lista me levanté para ver donde me habían asignado pasé un rato buscando mi apellido hasta que lo encontré.

Mesa 3:

Andrés Cano. (Omega)

Daniela Rivera. (Alfa)

Emiliano García. (Omega)

Daniel Cantú. (Alfa)

Cuando vi quienes serían mis compañeros de mesa maldije una y mil veces a mi escuela pero poco podía hacer para cambiarlo e inscribirme en otro instituto sería igual o peor pues era un sistema nacional según se nos dijo en la última conferencia pues también los alfas tuvieron una conferencia especial donde salieron con el pecho más inflado que de costumbre.

Suspiré resignado y me senté en mi lugar donde mis nuevos compañeros ya estaban sentados estos me miraron por un segundo y Emiliano el otro Omega que reconocí por su olor me saludo animadamente como si nos conociéramos de años este era de estatura promedio, algo delgado, de piel blanca y con algunas pecas adornando sus mejillas además de tener el pelo lo suficientemente largo para poder hacerse una coleta pequeña, los otros 2 se limitaron a seguir mirándome, la Alfa que supuse sería Daniela algo baja para su estatus de Alfa que usualmente eran muy altos tenía el cabello corto llegándole por debajo de los hombros este era de color café oscuro al igual que sus ojos y vestía ropa negra junto con unas botas militares del mismo color, ella perdió rápidamente el interés en mí y siguió garabateando en su libreta muy por el contrario el otro Alfa no me despegó la mirada ni un segundo en todo el proceso en el que tomaba asiento y de alguna manera sabía que eso no era algo bueno, pues fácilmente me sacaba una cabeza de altura y tenía ese porte imponente que se cargaban todos los alfas, además que su rostro parecía bastante serio incluso con sus ojos azules adornándolo.

Incomodo por ello decidí tratar de conversar con mi nueva mesa de equipo donde nadie parecía tener la intención de hablar.

-Hola a todos me llamo Andrés pero casi todos me dicen Cano.-

-Hola, soy Emiliano puedes decirme Emi si te agrada más la idea.-Me contestó casi al instante el otro Omega, Daniela levantó su mirada con sumo desinterés plasmado en su rostro pero con la idea de que debía de presentarse.

-Soy Dani.-Mencionó en seco para después dedicarle una mirada al rubio frente a ella que dejó su celular a un lado para unirse a nuestra gala de presentaciones.

-Díganme Cantú.-Un silencio de alrededor de 3 segundos se instaló en la mesa y que Emi se atrevió a romper.

-Y…¿Que opinan sobre el nuevo sistema?-

-Sinceramente me da igual siempre y cuando trabajen.- Respondió Dani sin mirarnos.

-No me agrada…yo aquí y mis betas a tres salones de distancia.-Mencioné con dramatismo mientras miraba hacia el pizarrón como si así pudiera atravesar las 4  o 3 paredes que nos separaban, eso parecía captar de inmediato la atención del otro Alfa quien gruño por lo dicho.

-Será mejor que no vuelvas a mencionar algo como eso si no quieres terminar en la dirección.-

-¿Me acusaras con la profesora? Qué maduro de tu parte.-

-Mira, sé muy bien de tus “gustos” pero por favor abstente de comentarlos.-

-¿En qué te molesta?-

-No te han enseñado para que sirven los Omegas acaso-

-Mientras no te afecté a ti no tiene por qué importarte.-Nuevamente otro gruñido se dejó oír y un olor a testosterona pura impregnó el lugar en un intento de que dejara de retar al Alfa frente a mí, Emi se encogió en su lugar y Daniela nos veía interesa pero al margen de todo esperando a ver qué sucedería.

Algo muy instintivo en mi me pedía bajar la mirada y otorgarle al Alfa  la sumisión que pedía o más bien ordenaba mediante sus feromonas pero oponiéndome a lo que estos decían le sostuve la mirada y comencé a liberar mi aroma como una muestra de que no le temía en lo más mínimo, para mi fortuna la profesora entró y detuvo nuestra batalla de hormonas de la cual salí intacto mientras el otro se retorcía de coraje en su lugar.

Apenas terminó la hora salí disparado al salón de ensayos donde me esperaban otros alumnos para tratar de coordinar la nueva coreografía para el baile de fin de mes.

-Buenos días Cano.-

-Buenos días, Sophie-

-¿Quién es tu amigo?- Algo confundido me giré para ver a quien se refería encontrándome con el amargado de mi compañero de mesa sentado en una de las sillas del salón y sonriéndome ladinamente desde su lugar.

-No es mi amigo y se llama Daniel pero se presentó como Cantú.-

-Si sabes su nombre ya es tu amigo.-

-Si así funcionara fuera amigo de Ema Watson.-

-Ema Watson no está aquí solo para verte-Dijo de forma burlona lo que hizo que yo girara los ojos.

El ensayo continuó pero yo no podía concentrarme con su mirada apuñalándome la espalda, al principio creía que se aburriría y se marcharía pero para mi sorpresa o más bien disgusto este no lo hizo. El ensayo terminó más rápido esta vez pues ya no quería seguir soportando su presencia, agradecí a todos los que asistieron para después tomar mis cosas sin importarme  el malhumorado alfa que ya se había puesto de pie, traté de ignorarlo pero este se paró justo frente a la salida, caminé hacía ella y lo mire desde mi altura suspirando.

-¿Qué quieres Cantú?-Pregunté con cansancio.

- Nuestro pequeño encuentro del salón no terminó.-

-Pues para mí sí.-Dije tratando de abrir la puerta pero fue en vano pues él no se movió de su lugar, algo resignado lo voltee a ver tratando de entender que es lo que quería.

-¿Qué quieres para que te muevas? Te puedo dar dinero o alguna tarea.- El rubio me sonrió socarronamente haciéndome rechinar los dientes del coraje.

-Dinero no me falta Cano y aunque la idea de que me hagas alguna tarea no suena mal quiero que te retractes en tus palabras y me muestres el respeto que tu como Omega debes de tenerme.-

Decir que me reí en su cara fue poco, ¿Quién se creía?, estaba loco si esperaba que yo le mostrara mi cuello como un Omega indefenso.

-Yo no te falté el respeto en ningún momento Cantú, yo solo mencioné que me gustaban algunas…-No pude terminar mi oración pues un gruñido más fuerte y amenazante que los anteriores se dejó oír por su parte llegando al punto en que más por instinto que por querer baje la cabeza y cerré los ojos esperando algún golpe o siendo mi compañero un Alfa alguna mordida o ataque de feromonas.

-Así está mucho mejor, pequeñín.- Dijo el contrario mientras me acariciaba el mentón, haciendo notar aún más la diferencia de alturas entre nosotros, abrí los ojos solo para encontrarme con su mirada fija en lo mía, una oleada de fuerte feromonas me golpeó la nariz y sin más remedio obedecí a lo que estas demandaban, terminando con  bajar la vista dándole la victoria a él.

-Ves, no es tan difícil obedecer.-Mencionó sonriendo para después retirarse del lugar, apenas atravesó la puerta me senté en el piso tratando de recuperarme un poco de lo sucedido, cuando el olor a peligro se extinguió mi enojo volvió casi al instante y salí del aula maldiciendo a todos.

Para cuando llegué a la cafetería y me senté junto a mis amigos noté que todos me veían entre sorprendidos e impactados.

-¿Qué sucede?-Pregunté tratando de averiguar el porqué de sus miradas.

-Hueles a alfa y a uno clase alta-

-¿Y eso que significa?-

-Significa que marcó territorio, es como una amenaza para los demás alfas para que no se acerquen.-

-Bueno realmente no me importa, no es como si tuviera muchos amigos alfas y los que tengo estoy seguro que no les importara.-

-Creo que no entiendes el problema Cano.-

-No, creo que me hizo un favor si así esos bastardos malhumorados se alejan.-

-Sí, se alejan porque él te marcó como su hembra.- Apenas escuché sus palabras fue suficiente para que yo escupiera toda el agua que hasta el momento había tomado mojando a algunos de mis amigos que se limpiaban con algo de disgusto.

-¡¿Qué dices!?, ¡!pero si no me mordió!¡-

-Bueno no lo hizo pero te impregnó de su olor…-

-¿Y Cómo me lo quito Ángel?-

Pregunté ya asustado a mi amigo el cual era un beta clase alta eso significaba que había estado a nada de haber nacido alfa y su físico te engañaba por ello pues era muy alto de cuerpo firme y voz grave pero sumamente amable yo creo que ese último elemento era el que lo había hecho beta.

-Pues te va a costar mínimo 3 baños.-

-Me bañare con jugo de tomate si es necesario.- Mi comentario les causa gracia a mis amigos pues se comenzaron a reír escandalosamente por ello.

-Son feromonas no orines de zorrillo Cano.-

-Para mí son lo mismo.-

-Toma una ducha en el gimnasio de la escuela quizá eso baje el olor un poco.-

-Ahgg! ¿Por qué todo me pasa a mí?-

-Porque no sabes mantener la boca cerrada por eso.-

No le respondí porque sabía de alguna manera que tenía razón pero eso no evitó que hiciera morritos por lo dicho, terminé de comer lo más rápido que pude y tomando mi mochila me dirigí al gimnasio donde me dediqué a bañarme por el resto del tiempo de receso, para cuando salí esperé que mi casi media hora de tallarme el cuerpo hubiera hecho efecto pero al parecer no había servido de nada pues apenas me senté en mi mesa de trabajo del aula Emiliano me olfateo entre intrigado y asustado.

-¿Estas bien Cano?-

-Si ¿Por qué la pregunta?-

-Es que hueles a…-

-A mí-Completó la frase el causante de todo el problema  a quien no dude en regalarle una mirada molesta-Si tus ojos fueran balas ya estuviera muerto Cano, pero como no lo son me tendrás aquí lo que resta del año, harías bien en asimilarlo.-

-Pero es que en verdad no entiendo tu problema conmigo, apenas y cruzamos palabra y me haces esto.-

-Tú te lo ganaste por estarme retando.-

-Así que a todo el que te reta lo impregnas con tu olor para que huela a hembra.-Dije casi formando una pregunta.

-¿Celoso acaso?-

-Ya quisieras.-

Estuvo a nada de darme una respuesta voraz pero fue interrumpido por el profesor de física antes de poder hacerlo por lo que no tuvo de otra más que resignarse por esa vez. Las clases siguientes no nos dirigimos la palabra pero podía sentir a ratos su mirada sobre mí creando un ambiente de tensión entre nosotros, cuando todas la clases finalmente terminaron yo ya tenía mis cosas listas pues no le daría la oportunidad de tener otra encuentro con en el salón de baile, apenas el profesor de la última clase se despidió yo ya estaba a tres pasos de la salida estaba literalmente huyendo.

En mi caminata rápida choqué sin querer contra otro alumno, este pareció enfadarse pero al girarse para descubrir quien había sido el responsable de que su frappe terminara en el suelo y encontrarme se calmó.

-¡Pero qué demonios! Quien se atrevió a…¿un omega?-

-Lo siento no fue intencional-

-Si te creo, ustedes no son problemáticos.-

-No hables por todos.-Dije de manera risueña.

-¿Tu estas dentro de esa excepción de revoltosos?-

-Algo así.-

-Me llamo Charlie-

-Andrés Cano.-

-Bueno un gusto nos vemos.-Dijo para después continuar con su camino junto a sus amigos, yo solo levanté la mano en señal de despedida y reiteré mi intento de escape, cuando llegué a mi auto mi fue el momento más hermoso de todo mi día.

~Cantú~

La conferencia que nos habían dado ya era un tema muy repetido para nosotros los Alfa pues desde pequeño se te enseña tu función en el mundo que es ser exitoso, tener una pareja y crías que lleven tu legado pero aun así es satisfactorio que te lo recuerden, a los omegas para evitarles “traumas” no se les dice las cosas como son o bueno eso depende de tu familia, la mía tenía un pensamiento clasista muy arraigado por lo que respetar las tradiciones lo era todo.

No me sorprendió el hecho de que nos reasignaran de salón pues ya sería nuestro último semestre de preparatoria, la edad en la que muchos comenzaban a enlazarse, yo ya tenía contemplado a quien quería como pareja, en mi caso podía estar con una Alfa tal como mi padre lo hizo dando como resultado a mi hermano y a mí dos alfas pura sangre o en su caso podía tomar como pareja a un omega.

Apenas llegué al salón busqué mi lugar en la lista de la puerta, cuando vi quienes eran mis compañeros tuve que releer los nombres de los miembros de mi mesa para poder creérmelo, me había tocado junto a quien había elegido como mi Omega: Andrés Cano.

Cano era de estatura alta para ser Omega, de piel clara, ojos café claro, cabello castaño y gracias al constante ejercicio que hacia poseía un muy buen cuerpo, tenía las piernas torneadas, un cintura esbelta y caderas anchas que terminaban en unos glúteos firmes.

Me senté esperando que él también lo hiciera en breve pero para asombro de muchos no se movió de su lugar incluso con la amenaza de quedar sin receso y turno de castigo en la tarde, al día siguiente de lo sucedido vi como con resignación el Omega se sentaba en su lugar, todos los volteamos por un corto tiempo excepto yo que no podía quitarle los ojos de encima pues cada vez que ponía mis ojos sobre él me convencía aún más de que era mi pareja perfecta.

Escuchar de su propia boca su gusto impropio hacia las betas de los grupos C,D y E que es donde habían puesto a todos los betas de la generación me enojé pues él como el Omega que era no debería estar pensando en cosas como esa, sin poderlo evitar solté un gruñido instintivo que lo hizo callar por un momento, cuando la clase terminó y noté que su intención era huir de mí lo seguí hasta el salón de ensayos que era donde seguro estaría al ser el capitán del equipo de baile, no me equivoque al entrar lo encontré inmediatamente y él a mi pues me dirigió una mirada de incomodidad.

Cuando el ensayo terminó y todos se marcharon me coloqué frente a la puerta impidiéndole el paso, pues si algo no iba a aceptar era que un Omega me retara más si era el mío, su falta de cooperación por su parte fue la que hizo que se ganara otro gruñido por mi parte una vez que lo tuve sumiso y callado no pude evitar marcarlo con mi aroma, Cano era atractivo y sin una señal de que tenía pareja sobre su cuerpo algún otro alfa podría tratar de marcarlo en mi ausencia, apenas logré mi cometido lo deje marchar completamente seguro que mi aroma no saldría de él hasta mínimo en una semana.

De regresó al salón pude notar que tal como lo esperaba Cano poseía mi esencia cosa que lo tenía de mal humor mientras por mi parte solo me causaba gracia, al llegar la última clase no hice ningún intento por detenerlo era consiente que había sido suficiente por un día. 

Notas finales:

Qué tal les pareció?

Se que el capítulo fue algo corto pero espero y les haya gustado n.n

Si tienen una duda acerca del omegaverse no duden en decirmela y yo con gusto la resuelvo.


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