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¿Mi Corazón Cambio Por Ti? por Kurosaki Myu

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Notas del fanfic:

Un fic algo loco jiji

Notas del capitulo:

Una tarde no tan buena, una idea rondando en mi cabeza y una muy mala noche, ayudan a una mente a crear algo como esto.


Disfruten la historia, todos los derechos para Tadatoshi Fujimaki y Haruichi Furudate creadores de estos dos anime tan grandiosos.

Caminaba por las calles rumbo a su casa, la verdad desde que su "novio" había entrado a la universidad, él se había sentido incompleto, el no tener las atenciones de Kuroo como siempre le ponía mas ansioso, cuando Kuroo se graduó, él estaba seguro y decidido de dejar el equipo de vóley, pero a petición del mismísimo Kuroo se quedó en el equipo, al principio se sintió fuera de sí, pero conforme el tiempo paso, estar en ese pequeño grupo de amigos se hizo más llevadero, ese día el había terminado sus estudios, sus padres habían ido a ver cuando por fin su pequeño recibiera su certificado, estaban emocionados, mucho más que Kenma, eso era de suponerse, ellos al final de la ceremonia se retiraron por cuestiones de trabajo, es así que Kenma se quedó a despedirse del equipo, claro por petición de sus kouhai, eran chicos muy buenos, tanto para el deporte como en su vida, se sentía seguro de estar rodeado de ese tipo de personas, bueno ahí estaba el caminando solo a casa, cuando había quedado con Kuroo que él lo iría recoger a la escuela y regresarían a casa juntos, sus mejillas se tornaron de un carmín intenso al recordar la idea que había rondado los días anteriores, pues, desde que se hizo novio de Kuroo un año atrás, no habían pasado de los besos y las caricias, quizá se masturbaban entre sí, pero de eso a pasar a algo más serio, o más bien más íntimo, ni por error, principalmente porque Kenma aún no se sentía seguro.


Realmente quería llegar hasta ese punto, sentir a kuroo siendo uno con él, pero no se sentía tan convencido, esta era la oportunidad perfecta para realizar tal hazaña junto a su loco favorito, y…¿dónde estaba él?, bueno no podía culparlo (no al cien por ciento), un día antes le había llamado y le había dicho que no podría acompañarlo, pues había reprobado una materia y tenía que presentar el examen de recuperación, seria a la hora de la ceremonia y era muy probable que no llegaría a recogerlo, que mejor iría él a su casa por la noche, Kenma tenía una mejor idea, bueno básicamente sus padres (de ambos) sabían sobre su relación y estaban más que encantados, por eso Kenma al igual que Kuroo sabían donde se guardaba la llave de emergencia de cada casa, le daría una sorpresa, cuando Kuroo llegara de la universidad se encontraría a un lindo gatito en su cama y con muy poca ropa, ese simple pensamiento termino de poner totalmente roja su cara., sintió la necesidad de regresar por donde venía, sin embargo recordó que con solo dejar pasar la oportunidad se olvidaría de ese vergonzoso momento, pero se dijo a si mismo que no podía desaprovechar esa oportunidad, tendría que tener valor, tan pronto recobro la compostura se dirigió inmediatamente a la casa de Kuroo, cuando por fin llego, tomo la llave que estaba cerca de una maseta y se dispuso a abrir con mucho cuidado, como si no quisiera que nadie lo escuchara, de la misma forma entro y cerro la puerta tras de sí, iba subiendo la escalera cuando escucho ruidos, pensó en que quizá Kuroo se había quedado dormido y por esa razón no había ido a verlo, ya se las cobraría, siguió su camino y lo que escucho en ese momento lo dejo helado.


- Kuroo ah..ah, así ah más rápido- Se escucharon gemidos en la habitación de Kuroo


Con pasos temblorosos se dirigió hacia la puerta de la habitación, fue en ese momento que confirmo lo que temía.


- Ah kuroo así...ah no pares- De nueva cuenta esa voz se escuchó.


- Solo pide lo que quieres y te lo daré- Esa fue la voz de Kuroo, Kenma ya no podía negarlo.


Con el poco valor que le quedaba abrió la puerta de la habitación y vio a Kuroo con...¿Tsukishima?


- Espero no interrumpir la diversión- Sonó lo más frio que pudo.


Esto dejo a los dos que estaban en la habitación helados, Kuroo veía con demasiada sorpresa a Kenma, por otro lado Tsukishima pareció disfrutar de esa escena.


- Kenma...yo...yo puedo explicarlo- Kuroo se mantuvo dentro de Tsukishima.


- Kuroo no tengo nada que oír, eres un asco y sabes que....esto se acabó, no quiero volver a verte en mi vida, espero y que se lo digas o te alejes de Yamaguchi Tsukishima, él no tiene la culpa de esto, y no le deseo esto- Kenma se fue con el poco orgullo que le quedaba.


En ese momento se dirigió lo más rápido que pudo a su casa fue un milagro que no cayera por las escaleras, ya que el llanto no lo dejaba ver totalmente, en cuanto entro a su casa, cerro con los seguros que se encontraban dentro de la puerta, por mucho que Kuroo quisiera abrir con la llave extra no podría, empezó a revisar que las ventanas y la puerta estuvieran cerradas completamente, se dirigió a la planta alta haciendo lo mismo, no tardó mucho en escuchar que la puerta de la entrada era tratada de abrir, dando como resultado un fallo total, quería quedarse en su habitación pero no podía, kuroo quizá trataría de verlo desde ahí y en efecto no tardo en escuchar que su ventana era tocada con insistencia, fue aproximadamente por dos horas en las que escucho a Kuroo ir de las puertas de la entrada a las ventanas del segundo piso, kenma sin embargo se encontraba en el pasillo llorando hecho un ovillo en el suelo, cuando por fin dejo de escuchar a Kuroo decidió ir a la habitación de sus padres y ahí refugiarse bajo las mantas, ahí lloro hasta que se quedó dormido, cuando recobro el sentido fue por que su madre lo movía frenéticamente, veía desesperación en su mirada


- ¿Amor que paso?, ¿te paso algo?, ¿porque estaba cerrada toda la casa?, tuvimos que abrir la puerta de atrás porque estaba totalmente cerrado....- No pudo seguir hablando pues kenma se había abalanzado sobre ella aprisionándola en un abrazo.


- ¿Puedo...puedo hablar contigo a solas un momento?- Se le escuchaba la voz quebrada.


Su padre que estuvo en todo momento detrás de ellos dos, entendió que él no era requerido en esa conversación, se retiró de la habitación y cerró la puerta


- ¿Que paso pequeño?, ¿qué tienes amor?- Su madre estaba completamente preocupada.


- En...encontré a kuroo...ha....haciéndolo...haciéndolo con otro...- Fue en ese instante que se le quebró la voz completamente.


- No puede ser, ¿cómo es posible?-  Estaba consternada.


- ¿Como que Kuroo te engaño con alguien más?- De pronto la puerta fue abierta abruptamente.


- Papá quería decírtelo aparte, sé que confiabas en él, por eso no quería que lo escucharas así- Su padre veía el rostro de dolor de kenma y se le hacía un nudo en el estómago.


- Aprecio o no, fue un imbécil por hacerte daño, pero la pregunta aquí es, ¿qué vas a hacer hijo?- Era cierto, sabia el hecho, pero como enfrentarlo era distinto.


- Irme, quiero irme, quizá con la abuela, o no sé- Fue a penas una idea pasajera la que había manifestado.


- ¿Hijo estas seguro?- Su madre veía el terror en los ojos de su hijo.


- Si, quizá sea algo cobarde, pero no quiero ver a Kuroo por el momento- Era verdad, tenía tantos sentimientos encontrados y nada por dónde empezar a deshacerse de lo que sentía en ese momento.


- Te vamos a apoyar en lo que decidas hijo- El padre tampoco estaba convencido.


- Gracias a ambos- Kenma por primera vez, exteriorizo lo que sentía, frente a las dos personas que en verdad importaban para él.


- Bueno, bueno la cena no se hará sola y tu jovencito si quieres hacer realidad ese loco plan tendrás que madrugar, bueno tu padre te llevara a la estación, aun así tendrás que acostarte temprano, así que aprovecha el tiempo en que preparo la cena para que empaques y te bañes, para que te duermas temprano- Le dio un beso en la frente y se levantó de la cama.


Su padre por otro lado le dio un fuerte abrazo y le dijo que siempre contara con él, el por su parte no quería levantarse ni hacer nada, pero si quería marcharse tendría que hacerlo, de muy mala gana empezó a empacar, de pronto escucho a su madre alzar la voz en el piso de abajo, se asomó por la barandilla de las escaleras y se encontró con que kuroo hablaba con una muy enojada madre, entro en pánico y cerró la puerta de su habitación, aún así se podía escuchar todo el alboroto de Kuroo, además de que ahora no solo era la voz de su madre la que se oía, sino la de su padre que le decía a Kuroo tantas cosas, él solo pedía que le dejaran ver a Kenma un instante, fue ese instante en el que Kenma empezó a meter  a diestra y siniestra todo lo que pensó correcto para el viaje que haría, saco de uno de sus cajones una pequeña caja y tomo todo el dinero que tenía, tomo un poco y lo guardo en su cartera, lo demás lo metió bien en su maleta, saco una cuerda de debajo de su cama, está la uso solo una vez, y si, había sido idea de Kuroo, una cita nocturna fue la causante de que ese objeto estuviera ahí, sus padres no se habían enterado, pero él se sentía pésimo, es por eso que no volvió a usarla hasta ese día, amarro del extremo que estaba soltando hacia afuera la maleta no tan ligera con la que se iría, por otro lado en un rápido movimiento amarro la cuerda de una de las patas de la cama, se dirigió a la ventana  y empezó a descender, cuando por fin estuvo en el suelo desato la maleta que se llevaría y la aventó al jardín de los vecinos, luego escalo la barda de madera que dividía su casa con la de sus vecinos, cuando se dio cuenta el hijo de sus vecinos lo veía, había aterrizado cerca de donde él jugaba.


- Por favor no le digas a tus padres de esto- Pidió Kenma en un susurro.


Por su parte en niño se levantó y tomo la mano de kenma, este tomo su maleta y siguió al pequeño que lo jalaba hacia el frente de su casa, una vez en la entrada el niño abrió la puerta y le dio paso a kenma, él solo salió.


- Buen viaje-  Le dijo el niño a Kenma, que ya había caminado un corto tramo, solo se giró para darle una ligera reverencia al pequeño en forma de despedida y agradecimiento.


Por otro lado en su casa, Kuroo logro pasar la barrera que habían formado ambos padres en la entrada de su casa, se dirigió inmediatamente a la habitación de Kenma, lo que encontró dentro de ella fue solo la soga que había utilizado Kenma para huir, sus padres de Kenma no tardaron en llegar tras de él y sentirse preocupados, pues era seguro que Kenma se hubiera ido, cuando Kuroo por fin  se concentró, se giró e iba a salir corriendo si no hubiera sido por el padre de Kenma.


- No te atrevas a seguirlo, no tienes el mínimo derecho de siquiera pedirle perdón, es por ti que paso esto, y ten en cuenta que si le pasa algo será tu culpa- La voz del padre era fría tanto que dejo paralizado a Kuroo y a su esposa le dio tanto miedo, pues nunca lo había oído así.


Kuroo se soltó del agarre y se fue corriendo, era muy probable que kenma se hubiera dirigido a la estación.


Kenma por su lado había emprendido una carrera frenética hacia la estación de trenes, no sabía cómo había llegado hasta ahí corriendo con una maleta tan pesada, era seguro que Kuroo haya conseguido entrar a su casa y que en esos momentos le estuviera pisando los talones, es por eso que en cuanto fue su turno pidió un boleto directo a Tokio, pago y tomo el cambio torpemente, se dirigió en automático hacia donde se le indico estaría el tren, se acomodó en el asiento mas escondido que encontró y solo respiraría tranquilo hasta que ese tren se moviera.


Por su lado Kuroo había llegado a la estación, se había dirigido inmediatamente hasta donde los trenes se encontraban, pegunto a las personas que se encontraban cerca que si alguno había visto a un chico con las características de Kenma, pero nada, hasta que se topó con una señora y le dijo que había subido al tren que estaba frente a él, agradeció y no tardo en subir al tren, empezó a buscar fonéticamente hasta que por fin  lo vio, se dirigió inmediatamente al lugar que tenía enfrente, solo para encontrarse con la sorpresa de que era una chica la ocupante, ya no había esperanza, kenma era probable que ya se hubiera marchado, bajo derrotado del tren, fue en ese momento que Kenma lo vio estaba frente a su ventana, se agacho justo cuando Kuroo volteo, en ese mismo instante sintió el movimiento del tren, lo que hacía que se sintiera tranquilo, pues ya no estaría cerca de Kuroo, fue en ese instante en el que tomo su teléfono y empezó a teclear un número, el timbre comenzó a sonar.


- [Bueno habla a la universidad de Tokio, en que puedo servirle]- Escucho a una operadora del otro lado de la línea.


- Soy Kozume Kenma, hablo para confirmar mi lugar como alumno- Trato de sonar lo más tranquilo que podía en esos momentos.


- [Eso es excelente, ¿piensa tomar los cursos propedéuticos o preferiría ingresar en la fecha establecida para inicio de curso?]- Muy bien, ahí estaban los cuestionarios que Kenma no quería tener.


- Si, los tomare, de hecho ya había pagado por ellos- Que tedioso era eso.


- [Ok, entonces su llegada seria hoy, la entrada al campus seria hasta las diez de la noche y en estos momentos pasaría un reporte a su decano para que lo registre, su edificio seria el D piso tres, habitación 24, el edificio se encuentra en el ala este del campus]- La operadora estaba dando tanta información que ha kenma le costó aprenderla toda.


- Si estaría muy bien, muchas gracias- Y fue en ese momento que dio por finalizado todo.


Había sellado su destino, Kuroo sabía que había postulado para otras universidades, Kenma quería darle la sorpresa de que estarían en la misma universidad, así se verían con más frecuencia, pero también no le había dicho por si era el caso de no quedar en ese universidad, ahora aunque no quisiera tendría que ir a esa universidad, tendría 4 semanas para pensar las cosas antes de enfrentar a Kuroo, en esos momentos decidió hablarle a su padres, les comento a donde se dirigía y que estaría bien, que les llamaría de otro teléfono que sería el definitivo de ahora en adelante, colgó y se dio el lujo de llorar un poco más, con esto termino por dormirse en el tren, se despertó justo antes de que el tren se pusiera en marcha y lo llevara hasta quien sabe que estación, ya abajo salió de la estación y se encontró con la no tan grata sorpresa que estaba lloviendo, espero a que disminuyera un poco y salió, quizá no se había calmado del todo pero tenía que llegar pronto a la universidad faltaba media hora para que se cerrara el campus, y si lo dejaban a fuera en verdad iba a tener problemas, es por ello que apresuro el paso, la lluvia le calaba, pero no quería que su demás ropa se mojara, pues a pesar de todo sabía que estaba bien, la maleta podría mojarse, pero a su contenido no le sucedería nada, trataba de recordar el camino, su padre y él habían ido un fin de semana, pues fue ese día el que presentaría su examen de admisión, es por eso que trataba de ver hacia donde se dirigía, faltaban diez minutos y él a duras penas veía a una distancia aún lejana la puerta de la universidad, cada paso se le hacía muy pesado, sentía una desesperación enorme, era como si quisiera ver algo a la de ya, por otro lado en su dedo meñique se empezaba a instalar una punzada constante, por fin llego a la puerta y vio al guardia, quien pregunto quién era y por qué se presentaba a esas horas, dio su nombre y el motivo que lo llevaron hasta ahí, el guardia reviso una lista y pidió alguna identificación, lo que tenía a la mano era la que fuese su identificación de la preparatoria, el guardia lo dejo pasar y le indico hacia donde tendría que ir, comenzó a caminar y a caminar, a pesar de que era una distancia no muy larga, se le hacía eterno el camino, además de que el dolor del dedo no se detenía, aunque la sensación de desesperación había desaparecido, cambiándola por una de nerviosismo, en ese instante todo había desaparecido, había chocado con algo o con  alguien, la verdad ya no sabía, la lluvia había subido de nivel y él se tapaba los ojos con un brazo, así que solo veía el camino delante de sus pies.


- ¿Te encuentras bien chico bonito?- Una voz le llego de lleno a los oídos y ese dolor en el dedo paro abruptamente.


- No soy un chico bonito...tu...tu...- Había mirado hacia el chico con el que suponía había chocado, lo que no espero era ver unos ojos tan rojos que lo veían un tanto asombrados y preocupados.


- Déjame ayudarte- El chico le extendió la mano a Kenma y el la tomo por inercia.


- Gracias y perdón por el golpe, soy algo torpe...emm...- Se le había trabado la lengua de pronto.


- No te disculpes, tampoco veía por donde iba, soy Taiga Kagami, deja de estar parado debajo de la lluvia, te resfriaras chico nuevo- Fue en ese momento que Kenma se dio cuenta del paraguas que aquel chico traía consigo.


- Soy Kenma Kozume-  Le extendió la mano la cual se juntó a la que el chico le había extendido y con la cual le había jalado junto a él bajo el gran paraguas que llevaba.


Una sensación extraña se instauro en Kenma, no sabía por qué reaccionaba así ante ese chico, esto era quizá el comienzo de su destrucción, ¿o no?.

Notas finales:

Espero les haya gustado, no sé si sea buena o no la historia, pero creo que algunos les habrá sacado de onda la pareja.


Perdonen todo error cometido, falta de ortografia y/o incoerencia, espero me lo hagan saber en un review


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