Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yes, daddy por StrawwberryShortcake

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tengo el permiso de la autora original para traducir esta historia.

Cuando Seung Hyun oyó por primera vez las palabras: "Tu hijo se quedará contigo por un mes". Inmediatamente supo que terminaría siendo un problema.

No era porque pensase que no era un buen padre, o simplemente uno malo. La cosa era, que él no era ningún tipo de padre. Después de que su novia quedase embarazada, él pensó que estaba listo para la responsabilidad y que había hecho todo lo posible para hacerla sentir segura. Tenía dinero, tenía contactos y quería a su hijo con todo su corazón, así que hizo su mejor intento. Pero, ¿qué podría saber un chico de diecinueve años a cerca de ser padre? El tan planeado matrimonio nunca sucedió, el que viviesen juntos nunca sucedió, y la única presencia que tuvo su hijo en la vida de Seung Hyun fue la transferencia mensual que hacía de su cuenta a la de su ex novia.

Ni siquiera lo llegó a sentir como una pérdida. Era más como un gasto innecesario, justo como las otras cosas que pagaba. Por dieciocho largos años, Francis no fue más que simples números que formaban un precio. Seung Hyun no podía ni imaginarse que aquellos números podían transformarse en un ser vivo y mostrarse en la entrada de su casa. ¿Cómo se suponía que lidiase con un adolescente de dieciocho años por sí solo durante treinta putos días?

No fue un trato sencillo, tampoco. Seung Hyun no tenía permitido legalmente ver a su hijo si él quería, habían demasiadas contradicciones si quería ir y conocerlo, pero de todos modos nunca lo intentó y la mamá de Francis parecía realmente contenta por eso. El juzgado en la corte fue muy directo igual.

-La tutora legal de Francis es su madre. Señor Choi, se le recomendaría mantenerse alejado del niño.

Por eso tomaron a Seung Hyun con la guardia baja cuando recibió la llamada hacia unos días. Le pidieron que rompiese la ley para cuidar del pequeño rebelde y Seung Hyun tenía poco tiempo para decidir que era lo que debía responder. Si decía que no, Francis quedaría solo por un mes en la casa de su madre y juzgando por lo que acababa de escuchar, aquello era una mala idea. Estaba a centímetros de irse a una correccional y era tan sólo gracias a la cantidad de dinero que Seung Hyun le daba por lo que había podido salvarse de aquello.

-No puede quedarse solo-Susurró su madre por teléfono.-Va a hacer alguna estupidez. ¿Te gustaría ver a tu hijo en prisión?

A Seung Hyun no le podía importar menos si un niño al que nunca había visto terminaba o no en prisión, pero mintió por su propio beneficio, solamente para evitar que esa mujer siguiese hablando. Aceptó en cuidarlo por un mes, aceptó en ver por él. La lista de las reglas era demasiado larga y Seung Hyun no les prestó mucha atención, olvidándolas apenas las escuchaba. No iba a evitar que saliese si él quería hacerlo, y aún menos iría por él al escuela todos los días.

Pensó que sería complicado, pero por Dios, era su hijo. Debía tener algún instinto en como cuidar a su propio hijo, ¿no? Así funcionaba la fraternidad, ¿verdad?

Rápidamente cambió de pensar cuando abrió la puerta esa mañana y vio como las facciones de su hijo reflejaban las de su madre.

Mierda.

-Lo voy a dejar en claro- La inesperada baja voz salió de los labios del chico. Seung Hyun tembló. Suena como yo. -No quiero estar aquí. No tengo padre y tú no te vas a convertir en uno. Mamá insistió en que viniese y por eso vine pero quiero que estés fuera de mi camino y así nos podremos ignorar perfectamente estos treinta días. ¿Entiendes?

Completamente atontado, Seung Hyun sólo pudo asentir. Tenía un discurso preparado, algo acerca de como por fin podrían aprender algo del otro incluso si no se habían preocupado por su relación en dieciocho años, pero apenas Francis dijo que no tenía padre, todo el tema fue olvidado. No sabía porqué le sorprendió tanto si toda su vida lo estuvo ignorando. Tal vez era el mayor de los hipócritas.

-Me alegra que nos entendamos. ¿Cuál es mi cuarto?

-Entra, Francis. Te mostraré.

Nunca en su vida Seung Hyun se había sentido más incómodo. Era obvio que conocer a su hijo no sería todo de flores y colores, pero al menos esperaba un poco de positividad. Las palabras rudas le tomaron por sorpresa.

La caminata al rededor de la casa fue nada más que sus patéticos esfuerzos de enseñarle todo a Francis y su hijo siguiéndole en silencio con una expresión de total aburrimiento en su rostro. Estuvo casi alegre de que Francis insistiese en ordenar pizza y se encerrarse en su nuevo cuarto, dejando a Seung Hyun parado en medio del pasillo, tragándose la próxima oración que estaba a punto de decir. Se quedó mirando la puerta cerrada enfrente suyo con un nudo en su estómago.

-Sólo treinta días- Se recordó. Él podría hacer eso.

Se encerró en su oficina con una copa de vino e intentó trabajar. Tenía proyectos que terminar, emails que responder, miles de llamadas que hacer, pero terminó mirando la pared, jugando con un brazalete negro en su muñeca. Se preguntaba si cometió algún error todos estos años. Francis se veía enojado y rudo, y aunque Seung Hyun supiese que debía haber una razón para su comportamiento, seguía preguntándose si hubiese sido diferente si hubiese estado ahí para él. No interfirió en la vida de su ex así que no tenía idea si ella solía tener a alguien que lo cuidase, pero el hecho de que Francis estuviese ahí ahora, hablaba por sí solo. El chico había sido críado sin un hombre en su vida y Seung Hyun se pateaba mentalmente por haber sido tan débil y dejarlo ir. Lo podía oír detrás de la pared, desempacando sus cosas que había traído en una pequeña bolsa e intentó imaginarse el mes que venía. No se preocupó por él en toda su vida, cierto, pero estaba ahí ahora y Seung Hyun iba a intentar mejorar las cosas. No los llevaría a ningún lugar si Francis no cooperaba si quiera un poco. Encerrarse en su cuarto no parecía la mejor forma de mostrarse dispuesto a cooperar.

Seung Hyun realmente no quería hacer esa llamada. Pasó de repente y casi contra su voluntad. Un segundo estaba sentado sobre su enorme silla con la cabeza hacia atrás, y al otro, su celular ya estaba sonando y él lo presionaba en su oído. Culpó a la desesperación.

-Seung Hyun-La fría voz sonó a través de las bocinas. Seung Hyun tembló por segunda vez en el día, recordando que no era el mejor lugar para buscar ayuda. -¿Hay algún problema?

-Hola-Dijo calmado. -No realmente, se encerró en su cuarto. Me dijo que no tenía padre.

-¿Y?

-Patricia...-El nombre se sentía raro en sus labios. Una repentina oleada de recuerdos pasaron a través de él y se recordó llamándola en frente de su colegio, gimiéndolo en la noche, usándolo como una súplica cuando lo estaba dejando. Su pecho parecía que estaba colapsando. -¿Tú le dijiste eso? ¿Tú le metiste esa idea en la cabeza?

Una seca, desagradable risa se escuchó y alejó el celular de su oído, cerrando los ojos. Se estaba burlando de él sin pronunciar una sola palabra, riéndose de él y su debilidad. Tal vez era una señal de que él no era la mejor opción para ser padre.

-No estuviste en toda su vida, Choi. Mis incontables polvos de una noche son más padres para él que tú y aun así te sorprendes.

-¿Cómo se supone que debería estar ahí para él si te aseguraste de que no pudiese hacerlo?- Seung Hyun preguntó ingenuamente. Ambos sabían que él no quería formar parte en la vida de Francis incluso si pudiese. La decisión de la corte solamente le dio una buena excusa para evadir la responsabilidad. Todavía era un niño en ese momento e incluso si había llegado a pensar que estaba listo para eso, mientras más duraba el embarazado, menos convencido estaba.

-Pudiste haber peleado por él, imbécil, - Si era posible, la voz de Patricia se volvió aun más fría -Estuviste jodidamente de acuerdo con esa decisición, ¿verdad? Follar fue divertido hasta que eso pasó y me dejaste sola con Francis. Al menos yo amo al niño.

-¡No tuve oportunidad de amarlo! -Gritó Seung Hyun. Dejo de importarte si Francis podía escucharlo a través de la pared o no. -Yo quería casarme contigo. Yo quería ser tu esposo y ser una familia contigo y Francis y cuidarlos a ambos. Me esforcé demasiado para hacerlo posible y tú simplemente decidiste que el matrimonio no era lo tuyo.

-Porque te estabas obligando a casarte sólo porque estaba embarazada. Nunca hubieses hecho eso si no fuese por Francis. Nunca hubieses empezado a trabajar en esa lujosa compañia y nunca me hubieses querido para siempre si no tuviese al niño dentro de mí. Estaba prácticamente esperando a que me dejases a los tres meses antes de que me embaracé.

-No me culpes de todo. Tú sabes como actuaste.

-Ah, ¿te refieres a que no quería follar? Lo haré ahora. Jódete, Choi. Cuida a mi hijo por un mes y luego te puedes olvidar de él de nuevo.

-Pat-... - La llamó, de pronto paniqueado, pero la línea se murió antes de que pudiese siquiera decir su nombre. Maldijo, apretando el celular en su mano y aventándolo sobre su escritorio. No podía creer que había sido lo suficientemente estúpido como para llamar a su ex y meterse en otra pelea con ella después de todos esos años. Recordó que había una razón por la cual ya no hablan.

Seung Hyun consideró ir al cuarto de Francis a checarlo antes de salir. Necesitaba aire, necesitaba espacio y su casa de pronto se sintió muy pequeña para contener todas las emociones violentas que estaban en su interior. Un Domingo en el medio día no parecía el mejor tiempo para salir a dar un paseo por las llenas calles de Manhattan, pero aun así seguía siendo mejor opción que quedarse atrapado en su apartamento. Tembló ante la idea de ser empujado por muchos extraños. Debió haberse mudado a las afueras de la ciudad cuando tuvo la oportunidad para vivir ahí por siempre con unas cuantas vacas y un gato. Tu vida es patética, Seung Hyun.

-Voy a salir- Gritó sin abrir la puerta. El sonido de algo raspando el suelo paró de pronto y Seung Hyun decidió considerarlo como un logro. Francis pudo haberlo ignorado por completo. -No fiestas hoy, no vayas a ningún lado. Tienes escuela mañana y tu madre nos mata a los dos si no vas. No quiero crudas.

-Se como tomar, a diferencia de ti- Se escuchó la sorda respuesta. Seung Hyun sonrió de lado observando por encima de su hombro su colección de vinos en su repisa. Si alguien en esa casa sabía como tomar, era él.

-Sólo quédate aquí. No regresaré hasta la noche, hay comida en el refrigerador.

-Sí, Seung Hyun.

Su aliento se atoró en su garganta. Seung Hyun. Su propio hijo no podía si quiera llamarlo "Papá". Le golpeó que él era solamente un extraño para el chico, incluso si él lo había aceptado como su hijo al segundo que lo vio en la entrada de su casa. Tal vez pensó que Francis lo vería como su padre y se dirigiría a él correctamente, sin embargo, al parecer para el chico ese mes no sería más que pasar treinta días en la casa de un extraño.

Fue directamente a su oficina, agradeciendo el hecho de haber olvidado regresar la llave del edificio hacia tres años atrás. No había nadie ahí y nadie lo molestaría y eso era justo lo que Seung Hyun necesitaba - estar solo de nuevo aunque fuese por un rato, encontrar paz en sus propios pensamientos. Tal vez incluso pensar en como tratar a Francis sin que alguien saliese lastimado en el proceso. Ni siquiera podía imaginarse a sí mismo recogiéndolo de la escuela sin comenzar una pelea o gritarse. Entendía que era una situación incómoda para Francis, tener a su padre esperando por él fuera del escuela para llevarlo a casa después de clases, pero estaba seguro que su hijo no veía el otro lado de la moneda. Seung Hyun no quería estar ahí tampoco. Tenía mejores cosas que hacer que pararse frente al escuela de su hijo y perder su tiempo esperando por él. Tenía que aprender primero a como hablarle si iban a pasar quince minutos todos los días en el mismo auto. Todo eso era más complicado de lo que había pensado en un principio.

-Un plan- Susurró, sentándose en su escritorio en la oficina vacía. El único sonido era el callado zumbido del aire acondicionado. -Necesito un plan.

Al ser un arquitecto, Seung Hyun había desarrollado un hábito en planear y hacer esquemas de cualquier campo de su vida. Empezando desde el principio, cuando solamente expresaba su creatividad a través de fórmulas matemáticas y dibujos detallados, llegó al nivel en el que no podía ir de compras sin haberlo planeado antes. Si algo cambiaba después, no podía encontrar una forma para salir de esa situación. Francis fue algo que no estuvo planeado para este mes y su viaje a la oficina había sido apróposito, para cambiar lo que había arreglado y agregar a su hijo a su proyecto. Solamente necesitaba volverlo de nuevo a la fila de números y podría trabajar en eso.

Envió un corto mensaje a Patricia: "-Jódete tú y tu viaje de negocios", y abrió su libreta. Era un hombre de treinta y ocho años. Podía lidear con un adolescente rebelde de dieciocho.

Tomó tres descansos para ir por café y uno para ir al baño, y llenó cuatro hojas con pensamientos complicados que no tendrían sentido para nadie a excepción de él. Era casi de madrugada cuando terminó y su espalda dolía en demasía por la extraña posición que había adoptado, pero Francis estaba oficialmente incluído en el plan. Su nombre aparecía en el papel atrapando la mirada de Seung Hyun como un brillante neón y suspiró, sonriendo.

-Brillante, Choi. Eres brillante.

Realmente incómodo, Seung Hyun salió de ahí para regresar a casa con el corazón pesado. No le gustaba sentirse tenso en su propia casa y sabía que pasaría un tiempo antes de que se pudiese acostumbrar al chico estando ahí e invadiendo su espacio personal. Solamente esperaba que Francis permaneciese en su cuarto, al menos por ahora, así no tendría que intentar realizar una pequeña conversación que obvio no llevaría a ningún lugar. Checó su celular antes de salir, pero tal y como lo predijo, Patricia lo había ignorado completamente, justo como siempre lo hacía. Si tan sólo su hijo tuviese un poco de sus tratos, la vida sería mejor.

No se molestó en pensar en él en camino a casa. Pensaba acerca de su trabajo, acerca de los proyectos sin terminar y en todos los empleados a los que les podría pedir que los terminarán por él. Pensó acerca de los problemas cotidianos, incluyendo la duda de si quedaba pan en la cocina y si no estaba quedándose sin café. Casi olvida la existencia de Francis. Casi.

Las luces de la sala estaban encendidas cuando entró a su casa y podía oír el callado zumbido de la laptop de Francis sobre la mesa. La pantalla estaba en negro y Seun Hyun se aproximaba al sillón, sin estar seguro de lo que le esperaba detrás del asiento, fue bienvenido con la vista un cuerpo curveado, casi escondido debajo de una manta. Francis estaba profundamente dormido, su cabello era un desastre y su boca entre abierta, un poco de saliva cayendo de la comisura de sus labios. Lucía inocente, casi como un pequeño niño y algo dolió en el pecho de Seung Hyun. No había señal del rebelde adolescente en Francis ahora y Seung Hyun pensó que le gustaría más si fuese así siempre.

-¿Por qué no fuiste a tu cuarto cuando estabas cansado?-Susurró, tomando el borde de la manta para cubrir aun más a Francis. La casa no estaba fría pero su hijo no vestía más que una camisa de mangas cortas y Seung Hyun no tenía opción más que dejarlo dormir en la sala esa noche. -¿Por qué viniste a la sala en primer lugar?

-Anduvo por tus cosas buscando cigarrillos.

En su defensa, Seung Hyun no gritó ante la repentina aparición de una voz desconocida. Dio un pequeño brinco, claro, pero no gritó. Miró su alrededor, su mente tratando de procesar quién estaba en su casa y porqué no lo había visto antes, pero la habitación estaba vacía a excepción de un Francis dormido. No había manera de que alguien se estuviese escondiendo en alguna parte de ahí.

-Lo siento,- La misma voz dijo y le siguió una risa. -No era mi intención asustarte. Mueve el touchpad de la computadora de este imbécil para que puedas verme.

Rápidamente se movió, tomando la laptop de su hijo y empujando la pantalla hacia atrás. Prendió de nuevo y Seung Hyun observó la ventana de Skype abierta, el cuarto oscuro era visible en el pequeño recuadro en la esquiña de la pantalla. Podía verse incluso a sí mismo en el otro lado, con una expresión de sorprendido, asustado y confundido. Lucía como si acabase de ver un fantasma.

-Hola-La misma voz habló y la luz fue prendida en el cuarto oscuro que Seung Hyun miraba. No sabía si debía responder o no así que guardó silencio, observando el rostro desconocido que se mostraba en la pantalla. Un chico, obviamente un amigo de Francis, con una gran sonrisa dibujada en sus labios. Seung Hyun no pudo no notar que era asiático, y le golpeó justo en el corazón. Era una coinscidencia, seguramente. Francias no tenía porqué tener un amigo asiático solamente porque su padre era coreano. -Debes ser Seung Hyun, el padre odiado.

-Es bueno saber lo bien que mi hijo habla de mí-Seung Hyun respondió, no sabiendo realmente porqué. Una risilla escapó de los labios del chico y la cubrió con su mano, pero Seung Hyun podía ver con facilidad que estaba haciendo su mejor intento por no reírse alto.

-Sí, él habla mucho de ti- Otra risilla, otra dulce sonrisa. -Estuvo quejándose toda la noche.

-¿Deberías estarme diciendo esto?-Preguntó Seung Hyun, sus cejas arqueadas. ¿Acaso no estaba ese chico traicionando a Francis en ese momento al decirle a su padre que su hijo lo odiaba?

-Estoy seguro de que ya te diste cuenta de eso, Seung Hyun.

Seung Hyun decidió que ignoraría el hecho de que un extraño le llamaba por su primer nombre y sacudió su cabeza. No pudo evitar sonreírle de vuelta al chico. Incluso los amigos de Francis sabían lo jodida que estaba su relación.

-¿Y cómo llegaste a esa conclusión...?

-Ji Yong. Me llamo Ji Yong. Y bueno, Francis me contó un poco de como saliste de la casa sin hablarle más que lo necesario así que supuse que sabes lo mucho que le desagradas.

-Eres muy alentador, Ji Yong - Bufó Seung Hyun, mirando sobre su hombro al chico dormido. -Y deberías irte a dormir. Sigue el ejemplo de Francis.

-¿Estás tratando de deshacerte de mí? Tengo demasiada información que podría ofrecerte ahorita. ¿No te gustaría saber que más dijo Francis de ti?- Ji Yong sonrió, apoyando su barbilla sobre sus manos. Ahora eso se sentía incorrecto. Su estómago se revolvió y tuvo que cerrar los ojos por un segundo para sostener su enojo. Quería saber. Quería quedarse en línea y escuchar la voz del chico, quería descubrir lo mucho que Francis lo odiaba, pero no era algo que Ji Yong debía decirle. Si Francis se lo había confesado, Ji Yong debía guardarlo como un secreto. Pensó que su hijo debía escoger a sus amigos con más cuidado.

-Si él quisiese que yo lo supiese, me lo diría. Ya terminé de hablar contigo. Vete a dormir.

-Sí, papá- Rio Ji Yong, y antes de que Seung Hyun pudiese reaccionar correctamente, la cámara del otro lado se apagó y el sonido le informó a Seung Hyun que Ji Yong había cerrado sesión.

Se mantuvo observando la pantalla por unos cinco minutos, incapaz de moverse. Esa era la conversación más rara que había tenido en los últimos años y no sabía porqué le había seguido el juego cuando Ji Yong casi lo acoso en su propia casa. Lo había tratado como a un viejo amigo, jugando y bromeando, y Seung Hyun debió de haberle dicho que parase al principio. La curiosidad le ganó al sentido común, porque Ji Yong realmente parcía saber mucho; y Seung Hyun quería hacer uso de ese conocimiento.

-Tus amigos apestan-Susurró a Francis, observando su pecho subir y bajar en cámara lenta. -Consíguete unos mejores.

Esa noche, Seung Hyun soñó con ser llamado papá.

 

 

 

Notas finales:

"¿Otra historia Daddy Kink? ¿Y Daddy's Rules cuándo lo actualizas?" Tengo mis razones (?). Finta, sólo me daba pereza actualizar Daddy's Rules, ah. Pero ya lo voy a actualizar, sH. Y pues esta la publico porque hace tiempo la leí y tuve que traducirla, imposible no hacerlo.

So, espero que la disfruten~. En esta juro que no me tardaré. :^) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).