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Sencilla Posesividad [Vikturi] por Sailor cosmos

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Notas del fanfic:

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Siempre a tu Lado

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One-Shots:

Solo Para Mi

Kingdom Heart/Final fantasy:

Siendo Consumido por la Oscuridad

Yuri: 

Mirame solo a Mi

Cars:

Amor Enfermizo

Amor Obsesivo

Notas del capitulo:

Y ahora a llegado al momento... de entrar en el fandom de YOI en forma escrita xD
A ver que tengo varias ideas pero quiero empezar con algo corto, con lemon... y que básicamente destroce un poco la cabeza por ser tan putamente sencillo que sera y el desarrollo tan extraño
Las que me conocen sabrán que esperar mas o menos xD pero advierto q hice tantos cambios como pude sin alterar demasiado las cosas asique dejemos este par de cositas en claro:

Viktor: 16 -->17 años
Yuri Plisetsky: 14 -> 15 años
Yuuri Katsuki: 8 años

Y tambn advierto que este Short Fic sera de 7 capítulos.... espero que les guste :'33

1.Admiración


Al finalizar su coreografía y obtener los gritos estridentes del público hizo una reverencia sonriendo de forma encantadora como suele hacerlo siempre. Salió de la pista con absoluta confianza de su perfección y de cómo destaca por sobre los demás patinadores, para que mentirse, su ego era grande en esos momentos pero no por ello lo demostraba, no le gustaba ser presumido porque al fin y al cabo además de ganarte enemigos puede destruir su imagen


Después de ver su puntuación más que perfecta y que aun siendo el penúltimo en patinar le dejaba de primero quitando a Chris de ese puesto, decidió ir al baño a arreglarse un poco para la premiación, pero el plan fue interrumpido al escuchar al público aplaudiendo con fuerza, casi tanta como a él y miró a la pista


Había un niño, debía ser un par de años menor que él, rubio de ojos verdes que estaba haciendo la coreografía que él había hecho, miró a Yakov por un momento que lucía orgulloso de ese rubio como nunca lo había visto a él que era la gran estrella ganando un Grand Prix y que ahora ganaría el segundo. Volvió su vista al niño, ni siquiera estaba logrando bien el efecto de la coreografía, solo la estaba haciendo pero la gente lucía tan anonadada...


—Yuri tiene como ganarse al público ¿No es así, Viktor? —preguntó el hombre y emitiéndose la mirada furiosa hacia el anciano, se relamió los labios


—Esa coreografía es mia—destacó aun viendo al niño hacer correctamente cada salto


—Soy tu entrenador, puedo hacer con las coreografías lo que quiera mientras Rusia ganE otra medalla


La explicación le dejo un desazón en la boca, cuando finalmente acabó la presentación el lugar reventó en aplausos, el niño le miró esperando alguna reacción o quizás una sonrisa como solía hacer con cada uno de los que patinaran pero en su lugar se dio al vuelta y caminó al baño, se soltó la apretada cola de cabello y se quedó mirando en el espejo


Apenas tenía 16 años y se podría decir que tenía aún mucho tiempo pero... Aquel niño era más pequeño que él, llamó casi la misma atención, se enjuago la cara y suspiro, no debía pensar en esas cosas, era Viktor Nikiforov, el genio del patinaje que desde los 11 años había comenzado a competir y ganar... Aquel niño apenas empezaba... solo era... una nimiedad... ¿Verdad?


Al volver casi se cae al notar que el rubio, Yuri Plisetsky, había quedado en segundo lugar por tan solo 5 puntos, de haber clavado por completo el último Axel le hubiera quitado el primer lugar... Yuri se le quedaba observando, como si esperara alguna clase de movimiento de su parte pero tan solo se quedó ahí estático, escuchando vagamente a Yakov felicitar al menor


Aun cuando aparento la misma confianza de siempre en la entrevista que hacían los reporteros así como las fotos que tomaron con las medallas y ramos enormes no podía estar más distraído, perturbado, hasta cierto punto podría decirse que estaba asustado. Volvieron a Rusia, pensó ilusamente que estando ahí sería todo como siempre, pero no, ahora todos los malditos días estaba Yuri y Yakov le prestaba más atención que a nadie.


—Solo es... dramatismo...—se intentaba auto convencer sentándose en el sofá de su casa, se recostó por completo en el, su perro se montó con él y se acurruco. Encendió la televisión, pasando los canales hasta llegar al de deportes para escuchar los comentarios acerca del Grand Prix.


 ¿...Que te ha parecido el patinador Yuri Plisetsky? Fue una gran sorpresa que siendo tan joven casi le quitara el primer lugar a Viktor Nikiforov—dejó caer el control y se sentó sin creerse que estuvieran hablando de el maldito niñato –además de que su perro casi salió volando por el brusco movimiento-


Bastante impresionante, su coreografía fue preciosa aunque le faltó un poco de precisión no sería de sorprender que tome el primer lugar el año que entra


— ¿Y qué opinas de Viktor? Aún sigue siendo un prodigio y su perfección aún sigue sin igualarse para ser más joven que los demás concursantes omitiendo a la nueva adquisición del patinaje—apretaba el cojín del mueble, no podía creer que hablaran enserio


Ya lleva un tiempo sorprendiéndonos, ganando Nacionales y ganando por segunda vez consecutiva pero... ¿Qué más popodríaía darnos que no hayamos visto? Empezó demasiado joven, quizás debería pensar en cederle el lugar a alguien que pueda causar más furor que él antes de que manche su-


Lanzó un cojín contra la televisión rompiéndola, no podía ser posible que en cada puto lugar recalcaran que un niño había llamado la atención. Prefirió ni mirar a su perro para no descargar su ira en el pobre animalito que intentaba animarlo


.


.


.


—No voy a hacer algo como eso—rechazo de inmediato el hombre y Viktor sentía como su sangre comenzaba a calentarse de la ira


— ¿¡Porque no!? Estoy seguro de que...—antes de argumentar lo más obvio Yakov le miro con la frialdad acostumbrada


—Tu tiempo se acabara y no pienso quedarme sin patinador, él es un gran competidor en caso de que no te hayas dado cuenta—Viktor miró fugazmente a Yuri que daba algunas vueltas por toda la pista—Impactó a todos, no puedo deshacerme de él por un capricho tuyo


— ¿¡Que acaso no te preocupa lo que pase conmigo!? Yo llegué antes que él, te volví el entrenador que eres ahora—rechistaba poniéndose rojo de rabia


—Que no se te suban los humos niño. Y bien llegaste antes, por eso se cansaran de ti antes y por ello hace falta crear una nueva estrella que te quite tu lugar—Viktor abrió ligeramente la boca


Apretó los puños y de forma rencorosa le lanzó la toalla que tuvo en las manos por limpiarse el sudor de la frente. Tomó su bolso y aun con los gritos estridentes del viejo se fue de la pista, dejando tremenda escena atrás. Para ser exactos le valió mierda absolutamente todo, guardo algunas cosas en una maleta, su dinero y tomó la jaula de Makkachín para dirigirse al aeropuerto ignorando el teléfono de la mejor manera casi tirándolo al suelo para romperlo en mil pedazos de ser necesario


Tomo el primer vuelo que se encontró, apenas se enteró que iba a Japón y el avión estaba algo vacío en realidad, sin poderlo evitar se puso a llorar. No tenía nada más que el patinaje, se había escapado de casa porque sus padres no creían en su sueño y querían volverle un empresario, Yakov que había sido un 'amigo' ahora le estaba dando la espalda por el maldito prestigio –y pensándolo mucho él le daba la espalda a todo por su ego herido, además del miedo a ser reemplazado-


— ¿Pasa algo señor? —preguntó la aeromoza, Viktor se limpió las lágrimas y le sonrió—¡¡Eres Viktor Nikiforov!! Oh dios...—la mujer parecía a punto de desmayarse


—Estoy bien... usted es la que se ve un poco mal ahora...—dijo aún sonriéndole y la mujer salió corriendo por el avión completamente sonrosada y chillando algo a sus compañeras


No tardaron mucho en llegar con algunos posters suyos, no le molesto en lo absoluto firmárselos, así como tampoco tomarse una foto con todas ellas que le agradecieron y se fueron cuchicheando.


Se durmió un rato antes de aterrizar, no tenía ganas de ver algo en la televisión ya que de una manera u otra iba a terminar viendo noticias del Prix y ya estaba bueno de torturarse. Saliendo del aeropuerto sacando a Makkachin de su jaula y poniéndole correa empezó a caminar por las calles con relativa tranquilidad, intentando hacer memoria de donde quedaba el hotel que la aeromoza le recomendó


Y para hacerlo corto... Se perdió


—Debí terminar de aprender cómo leer japonés—suspiro frustrado recostado del barandal de un puente— ¿Estás cansado Makkachin? —el perrito le ladro moviendo su cola. Le acarició la cabeza de forma cariñosa—Debe haber un lugar donde quedarse por aquí...—murmuró para sí mismo empezando a caminar de nuevo


Ya había anochecido y realmente no había muchísimás luces en esa zona. Vio a unas personas entrando con bolsos en un lugar que se sentía cálido aun desde afuera. No tenía nada que perder si investigaba qué era ese lugar y si tenía la maravillosa suerte de que fuera una posada


—Err... Disculpe—intento llamar la atención de una mujer algo gordita que al verlo se le cayeron los lentes


—Vaya que te pareces al patinador que ve en la tele—comentó distraída y Viktor parpadeó sin comprender—Bienvenido a Yu-topia Akatsuki ¿En qué puedo ayudarle?—la mujer le sonrió y tomó sus lentes del suelo


— ¿Esto es una posada? Estoy algo perdido y no me gustaría andar con mis cosas por todos lados buscando el hotel que me habían recomendado—explico algo apenado, tampoco le gustaba la idea de tener a Makkachin tanto tiempo afuera, lo veía demasiado vulnerable para el frío tan horroroso que estaba pegando en ese momento


— ¡Oh! Claro cielo, puedo darte una habitación ahora si quieres y discutimos el precio de camino si gustas—Viktor soltó todo el aire retenido, al menos su suerte no era tan perra en estos momentos


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La manía de los japoneses de dormir en el suelo siempre le pareció rara pero debía admitir que esa colcha era condenadamente cómoda y eso se apreciaba con Makkachin durmiéndose sobre ella. La habitación era grande y sencilla pero estaba bien para él, pensaba quedarse a dormir de una vez hasta que la misma señora que le atendió abrió la puerta


—Hay una pista de patinaje cerca de aquí, tal vez le gustaría ir para allá—le informo la amable señora, ahora que lo recordaba ella había dicho que alguien le miraba mucho por la televisión ¿A quién se referiría?


—Claro, muchas gracias—la señora se fue y entre sus cosas saco sus patines, quizás patinar un poco aun cuando era la raíz de su problema le calmaría


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La pista no quedaba tan lejos, tal parecía que nadie estaba atendiendo así que se tomó la libertad de entrar y ya, si había algún problema pagaría después. Escuchaba levemente los patines contra el hielo, tenía curiosidad de ver quién era el que estaba ahí


Vio a un niño, de cabello negro y cuerpo algo gordito dando pequeños saltitos, le parecía algo adorable pues era en verdad pequeño, no pasaría los 7 años a lo mucho. Le vio hacer un salto con una pequeña vuelta, casi fue un Axel doble pero por poco se caía, evitándolo de milagro y alzando los brazos para festejar de su logro. Viktor empezó a aplaudir llamando la atención del niño que al verle los ojos le brillaron


No entendió ni un poquito lo que decía, pero chocaba contra los muros intentando llegar hasta él y cuando llegó tenía la frente algo roja pero no parecía importarle en lo más mínimo, viéndole con una admiración que jamás en su vida había visto en la mirada de nadie


—Hola... cerdito-chan—le sonrió, no sabía si era por la ropa o el niño de verdad estaba gordito, pero parecía un adorable cerdito, el niño solo se le lanzo a abrazarlo—Wow~ Tranquilo—dijo sonriendo algo nervioso, de verdad esto jamás le había pasado


—¡¡Eres Viktor Nikiforov!! —Decía emocionadísimo alzando la vista, apenas le llegaba a la cintura— ¿De verdad lo eres cierto? Tienes el cabello plateado y los ojos aguamarina, tus patines tienen las cuchillas de oro y la bandera de Rusia—enumeraba examinándole de la manera más extraña posible pues seguía viéndole a los ojos—Me llamo Yuuri Katsuki y—puso un dedo en los labios del niño


—Calmate—rio suavemente y Yuuri le asintió –en cierta manera parecía irónico que queriendo huir de un Yuri apareciera otro...-. Yuuri se alejó de Viktor aun destilando emoción—Y sí, soy Viktor Nikiforov... ¿te gusta verme patinar? —pregunto poniéndose a su altura


—¡¡Por supuesto que sí!! Eres el mejor patinador de todos—las mejillas se le habían puesto coloradas, empezando a tener un poco de vergüenza por estar frente a su gran ídolo—Siempre ganas, patinas hermoso


—Ya veo... Muchas gracias—le revolvió el cabello y Yuuri sonrió más ampliamente— ¿Vas a ser patinador cuando crezcas?


—Quiero ser como tú, un patinador muy famoso—confeso alzando las manitos. Viktor le sonrió ladeando la cabeza—Oka-san me dice que si puedo hacer los saltos podeía entrar en concursos


— ¿haces saltos? —pregunto un poco sorprendido


No era que los hiciera mal, sino que le faltaba práctica pero más allá de reírse porque le causaba gracia verlo caer al no saber cómo aterrizar le movía algo en las entrañas por lo adorable que era el niño queriendo impresionarlo. Quitó los protectores de la cuchillas y entró a la pista ayudándole a levantarse. Se alejó un poco tomando impulso haciendo un Axel triple, Yuuri le miraba con ojos brillantes de emoción


Tomó la mano de Yuuri por un momento para que le siguiera—Imitame—le dijo y Yuuri le asintió, hacia movimientos lentos y simples con los brazos viendo de reojo al pelinegro que le imitaba de la mejor manera, hasta que hizo un Axel doble y término de culo contra el suelo


— ¿Estas bien? —preguntó poniéndose a su lado y ayudándole a ponerse de pie


—Viktor es genial, puede hacer todos esos saltos difíciles—decía sonriéndole con emoción—Yo aún no puedo...—hizo una especie de puchero


—Aun eres pequeño, en algún momento vas a poder hacer esos saltos difíciles—le sonrió y Yuuri se puso colorado—Qué lindo...—ladeo un poco la cabeza


Realmente era un niño bastante lindo en su forma de hablar y expresarse con lo visto hasta ahora. Yuuri achinando los ojos miró a un reloj que había en la pared


—¡¡Ay no!! Mi mama se va a molestar—dijo alarmado sin saber qué hacer, por un lado tenía que irse y por el otro... tenía a su más grande ídolo y motivación para el futuro delante de él ¿¡Cómo iba a irse así!? —Yo... eh...—empezó a balbucear sin saber cómo decirle que tenía que irse y preguntarle si estaría ahí otro día


— ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa? Está oscuro para un niño—que Yuri se le pegara de la pierna como si fueran conocidos de toda la vida respondió a su pregunta, fue un poco difícil mantener el equilibrio con él pegado así pero logró llegar hasta la salida de la pista


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.


.


—Ahora podrías decirme donde-


Antes de terminar la pregunta Yuuri le soltó y salió corriendo, le iba a dar un paro cardíaco pero al ver que estaba con la señora de las aguas termales se tranquilizó un poco, aunque de repente un tren de pensamientos llego a su cabeza


— ¿puede quedarse? ¿Puede quedarse? Por favor, por favor...—rogaba Yuuri guindándose de su madre que sonrió como siempre


—Él ya se está quedando aquí Yuuri-kun—informó la mujer y miro a Viktor—Veo que ya se conocieron... Él es mi hijo, Yuuri Katsuki


—Ah... claro...—rió algo nervioso, eso quería decir que cuando llego se refería a Yuuri, con los lentes puestos y el abrigo que le aumentaba como 10 kilos se parecían mucho más


Lo que pasó después además de que Yuuri seguía pegado a él hablando como un periquito no es de importancia, Yuuri le acompaño a comer y hablaba con la boca llena por momentos preguntándole más y más cosas sobre el patinaje, coreografías, que se sentía ganar, según su madre era muy tímido pero de verdad no parecía ser el caso. Incluso había aparecido un caniche marrón que Yuuri llamo 'Vicchan', el peli plata quería saber si el nombre o apodo venía de su nombre y la raza del perro de Makkachin


Todos estaban durmiendo ya, pero la curiosidad con Yuuri no tenía comparación, aunque era un niño pequeño no entendía donde cabía o porque tenía tanta admiración hacia su persona, honestamente a los niños pequeños no les llamaba la atención el patinaje artístico –la mayoría del tiempo por los padres viéndolo como algo afeminado- pero Yuuri era un caso casi extremo, le veía como un niño normal vería a Batman o Iron Man


Con sigilo camino por los pasillos hasta llegar a la puerta de la habitación de Yuuri, abriéndola lenta y silenciosamente viendo una cama normal para variar con el peli negro durmiendo en una extraña posición, no pudo evitar reír suavemente aun cuando esto perturbó el sensible sueño del menor


— ¿Viktor? —dijo adormilado, la forma en la que Yuuri decía su nombre por alguna razón le fascinaba, no sabía porque si ya había escuchado su nombre con acento japonés...


Proshcheniye—dijo suavemente y Yuri se restregó los ojos


—Viktoooor—llamo intentando mantenerse despierto, el ruso volvió su vista hasta notando que extendía los brazos—Duerme conmigo~


Se iba a ahogar con su propia saliva, muy bien que había pensado meterse en su cama pero se abofeteo mentalmente, solo era un niño y dudaba que a sus padres les gustara la idea de que un desconocido estuviera durmiendo en la misma cama que su hijo pequeño. Yuuri hizo una especie de mirada de perrito/cerdito que no pudo resistir y termino acostándose con él, Yuuri se le pego apenas termino de acomodarse a su lado


—Así Viktor no se ira y seremos amigos... Buenas noches—bostezo enterrando la cara en el pecho del ruso que sonrió dándole un besito en la cabeza


—Muy buenos amigos, hasta mañana Yuuri~—sintió algo colarse entre la sabana, supuso que era Vicchan así que no le tomo mucha importancia


Durmió abrazándose al gordito y pequeño cuerpo, no era tan exagerado, de hecho podía decir que estaba delgado pero le parecía un adorable cerdito que debía usar lentes. Había alzado sus ánimos, ego y energía por los cielos con hablar un rato –porque de resto era un monologo, el pequeño no le permita responder de lo rápido que hablaba-. Jamás se había sentido tan cómodo y feliz de estar con alguien, ni con su ex y eso ya era decir mucho


Al día siguiente comprendió lo que dijo la madre de Yuuri al llamarle 'tímido', no podía ni verle a la cara sin ponerse más rojo que un tomate maduro por lo que le pidió en la madrugada y la confianza que se tomó con su ídolo eterno. Viktor por su parte no podía molestarse con él, le veía adorable aun cuando le dio un poco de repelús los posters suyos en el cuarto del menor


Ahora estaban ambos en la pista de hielo, eran las 5 de la tarde, tuvo que esperar que el de gafas volviera de la escuela para poder ir ambos, pues le gustaba la idea de mostrarle trucos y satisfacer los deseos de Yuuri como un joven apasionado por el patinaje con sueños de ser alguien grande en el futuro


—No puedo hacer esto...—estaba sentado después de haberse caído por segunda vez intentando hacer un salto de dos giros. Viktor se detuvo frente a él, notando que empezaba a ponerse algo colorado y sus ojos aguados


—Solo debes practicar mucho, no puedes desmotivarte por no poderlo hacer a los primeros intentos... Cuando tenía tu edad también me caía—decía intentando animarle, era cierta parte mentira, de pequeño lograba hacer el salto al segundo o tercer intento y por ello le decían 'prodigio' pero bien que tampoco fue perfecto—Además yo te estoy ayudando ¿No? De seguro podrás hacerlo muy pronto


—Pero... ¿Cuándo te vayas que hare? No podre ser un patinador si no se hacer saltos y nadie me puede enseñar—parecía estarse controlando para no llorar


 ¿Qué tendría ayer que lucía tan confiado? ¿Hoy entro en cuenta de lo que pasa? —Era un poco extraño el cambio tan absoluto de confianza, quizás le paso algo en el colegio o algo así—Me iré cuando este por comenzar el Grand Prix... Pero por ahora seré como tu entrenador ¿Quieres? —le guiño el ojo y Yuuri moqueo


— ¿Enserio? —pregunto entre ilusionado


—Por supuesto... aunque para ser patinador también tienes que dejar de ser un cerdito—dijo apretando uno de los cachetes de Yuuri


—No soy un cerdito—hizo un mohín adorable y Viktor sonrió, Yuuri era demásiado tierno a su parecer


—¡¡Yuuri!! —tanto el nombrado como el ruso voltearon a ver a quién llamo al menor, notando a una niña de cabello castaño atado en un moño. Yuuri se levantó y fue hasta ella


— ¿Una amiga? Um...—se les quedo viendo, Yuuri se ponía bastante nervioso explicándole algo y ahora mirando un momento en su dirección para que luego la chica lo hiciera, aunque está de por sí ya lucia muy emocionada, por la curiosidad decidió acercarse—Hola~


—¡¡VIKTOR NIKIFOROV!! —debía admitir que su reacción le espanto, se había caído de espaldas botando sangre por la nariz—¡¡Takeshi!! Yuuri si nos decía la verdad. Ven a disculparte con él—exigió la niña levantándose y limpiándose la nariz, un niño terriblemente grande llego, con los brazos cruzados y mirada de aburrimiento


—No me pienso disculpar con el gordo


— ¡No me digas gordo! —chillo Yuuri


—GOR-DO—insistió el grandote y Viktor miro al niño con cierto fastidio y aburrimiento, Yuuri se ponía algo rojo y la chica le jalo al otro de la oreja—¡¡Ayayayayay!! Yuko ya déjame—se quejaba


—Discúlpate con él


—Aish ya, perdona—dijo soltándose y sobándose—Ah... Hola—saludo como si nada a Viktor que rodo los ojos casi ignorando al –para él- insoportable niñato que estaba fastidiando al más pequeño


Privet—gruño sin verle y obviamente no entendieron que había saludado— ¿Seguimos practicando Yuuri? —ofreció viendo cariñosamente al niño aunque antes de que este respondiera Yuko y Takeshi estaban obstruyéndole la vista


— ¿Podemos practicar con usted también? —Hablo Yuko con ojos brillantes, Viktor frunció un poco el ceño ¿A estos quienes les invito...?—Yuuri nos contó que te estabas quedando en Yu-topia y que estaba practicando acá


—Así que podeíamos ver cómo hacer algunos saltos, al menos no somos tan malos como él—de inmediato recibió un golpe en la cabeza—¡¡AY!! Deja de estarme pegando


No sabía que le sacaba de quicio de la situación, si el hecho de que ellos haciendo reaccionado algo similar a Yuuri curiosamente si le molestaran por no ser... Yuuri o que ahora el pequeño estaba viendo el piso apretando los puñitos y con los ojos acuosos


—Lo siento~ Pero a ustedes no puedo mostrarles, ya nos teníamos que ir ¿Verdad, Yuuri? —literalmente los evito poniéndose junto a Yuuri que le miro sin entender


—Pero... ¿A dónde vas con él? Ni que fueran...


—Yuuri y yo somos amigos—corto sonriente rebajándose a la altura de Yuuri, uniendo sus labios con los del menor que abrió los ojos sorprendido y poniéndose rojo al instante— ¿Cierto? Yuuri—le susurro y casi hipnotizado el niño asintió simplemente


Lo que resto del día Yuuri estaba en las nubes, no sabía que los amigos se dieran besos, tampoco es que tuviera muchos amigos para saberlo pero si realmente Viktor era su amigo podría preguntarle tranquilamente ¿no?


Viktor por su lado estaba más feliz que de costumbre, por alguna razón se sentía sumamente satisfecho con lo que había hecho y aún más que Yuuri no le dijera a su madre o padre pues indudablemente eso traería algún problema, debería de advertirle o decirle de forma suave que no les contara, que era un secreto entre ellos dos nada más.... Y también convencer a los otros dos niños... Quizás no fue tan buena idea pero no se arrepentía de nada


Ahora Yuuri estaba intentando hacer una trenza con su cabello, por lo general le molestaba bastante que intentaran peinarlo pero no tuvo fuerza de voluntad para detenerlo. Al haber terminado Viktor tomo una liga y le amarro el flequillo en una pequeña colita y no pudo evitar reírse de cómo se veía


—¡Moo! Me veo ridículo—se quejó Yuuri inflando los cachetes


—Te ves adorable—le sonrió—Vamos a tomarnos una foto—dijo sacando su celular. Yuuri se sentó en entre sus piernas como le señalo y usando la cámara frontal tomo la foto, quedando con la barbilla recostada de la cabeza del menor que sonrió tímidamente—Perfecto~—dio un ligero beso en la cabeza llena de cabello negro


—Viktor...—llamo y el nombrado se le quedo viendo— ¿Los amigos siempre se dan... Besos? —pregunto sonrosado


—Solo los que son muy especiales—dejo el celular a un lado y rodeo a Yuuri con sus brazos—No cualquiera puede ser tu amigo


—Entonces tú eres mi amigo especial... ¿No? —pregunto algo confundido


—Sí, y tú el mio... ¿Quieres otro beso? —pregunto coqueto y Yuuri asintió aun sonrosado—Como pidas~—tomo su rostro con ambas manos de forma suave y delicada y planto y pequeño beso en los labios finos de Yuuri que cerró los ojos disfrutando la sensación— ¿Feliz?


—Si...—su cara se estaba poniendo más roja de ser posible, se dio la vuelta y le rodeo en un pequeño abrazo—... Viktor es mi amigo—sonrió sin poderse creer esto en tono soñador, el peli plata sonrió más ampliamente, bien que 'amigos' era algo muy pequeño para su gusto... Pero no estaría de más aprovecharse un poco de la inocencia de su 'Cerdito'

Notas finales:

Bueno... Siento que quedo super aburrido pero es un inicio.. supongo


Espero que alguien lo haya leído y le haya gustado :'v Tengo cierto tiempo escribiendo para no atrasarme a la hora de actualizar... pero este es mas como un experimento a ver si mis Vikturi gustan :v despues de todo mis ideas no son precisamente inocentes XDDDD asi que veamos que tal va


Habrá lemon, vainas raras [excepto toros] y un romance salido casi del mismo más allá pero como un fic corto que y más aún con su temática fue aproposito xD


Bye -3-


P.D: Presten atencion al titulo de cada capitulo xD digamos que algunos darán una pista de que pasara~


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