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Snowbreak por Icenazuma

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~Fairy Tail~

- ¿Qué coño miras hielitos?

- Es que todavía no he asimilado lo feo que eres llamitas...

- ¡¿Buscas pelea?!

- ¡Estoy preparado! - y el pelinegro se quitó la camiseta.

- ¡QUE TE PONGAS LA PUTA ROPA!

Como no sería de otra forma, en el gremio de Fairy Tail el Dragon Slayer de fuego, Natsu Dragneel y el mago de hielo, Gray Fullbuster ya empezaron a pelearse a primera hora de la mañana.

El alboroto era el pan de cada día en el famoso gremio de Magnolia, desde primera hora de la mañana sus miembros ya estaban rebosantes de energía y eso a veces era contagioso y otras veces molesto. Los protagonistas, normalmente, eran siempre los mismos, Natsu y Gray.

A simple vista, parece que esos dos se llevan a matar, pero en realidad luego son grandes amigos, juegan, ríen, se divierten y van de misiones juntos. Pero parece que su única forma de mostrarse afecto es mediante la pelea.

Natsu es muy enérgico y espontáneo, en cambio, Gray es más tranquilo y racional, en conjunto hacen una buena pareja.

¡PLANK!

Ahí es cuando la maga más poderosa del gremio entra en acción. Erza cogió a los dos alborotadores de los pelos y los golpeó contra el pecho de su robusta armadura. Ambos cayeron mareados al suelo por el golpe.

- ¡Erza! ¡Te has pasado! ¡Auch! - dijo Natsu quejándose del golpe.

- Siempre acabamos igual por culpa del chispitas...

- ¡¿Cómo que por mi culpa?!

- ¡Siempre es por tu culpa!

- ¡Serás...!

- ¡¡SILENCIO!! - gritó Erza.

- ¡Sí, señora! - entonces Natsu y Gray se dieron un abrazo de amistad al ver la furia de Erza, aún contenida...

- Limpiad todo el estropicio que habéis causado. - ordenó la pelirroja.

- ¿Y por qué yo? - una mirada asesina de Erza fue suficiente para convencer al mago de hielo - ¡A sus órdenes!

Natsu y Gray terminaron de limpiar todo, dejaron el gremio limpio y cuando terminaron subieron a lavarse al baño.

- ¡Quita, que me estoy meando mucho! - dijo Gray apartando al pelirosa y colocándose en un urinario de pared.

- ¡Y yo! ¡Y voy a acabar antes! - y Natsu se puso en el otro al lado de Gray.

El sonido de las meadas golpeando el urinario era lo único que se oía en ese momento en el baño. Natsu, para comprobar si iba ganando o perdiendo, disimuladamente echo un vistazo a la "masculinidad" de Gray (y vaya pedazo de "masculinidad"...). Iba perdiendo, Gray ya había terminado y Natsu aún seguía, pero por poco tiempo, lo suficiente para proclamar a Gray ganador de las olimpiadas urinarias.

- ¡No vale! - gruñó el pelirosa.

- ¡Vaya! ¿Y por qué no? - preguntó el mago de hielo mientras se subía la bragueta.

- Pues... Esto...

- Asúmelo Natsu, he ganado, ¡como siempre! ¡Ja, ja, ja! - rió Gray.

- ¡Pero es trampa!

- ¿Qué es trampa?

- Es que... ¡Es que a ti tarda menos en salirte!

- ¿Qué insinuas? ¿Que la tengo pequeña? - dijo Gray al borde de la carcajada.

- Pues claro que sí, la tienes enana, como un cubito de hielo. ¡Ja, ja, ja, ja!

- ¿Hace falta que comparemos eso también? - soltó el pelinegro bajando sus manos hacia su entrepierna.

- ¡Que sepas que no voy a perder! - Natsu rápidamente se bajó los pantalones.

Ambos magos quedaron en calzoncillos uno frente al otro, en cuanto a bultos no estaban muy diferenciados, se echaron una mirada de reto seria y dijo Natsu:

- Uno... - agarró la goma del calzoncillo con fuerza.

- Dos...

Y dijeron a la vez:

¡Tres!

Hubo silencio, ambos magos se quedaron mirando la polla desnuda del otro.

Natsu se quedó sorprendido ante aquella visión. No tenía un miembro pequeño, en absoluto. Había que tener en cuenta que en ese momento de inactividad los miembros de los magos no estaban mostrando todo su potencial, al estar erectos podrían variar.

Gray tampoco fue decepcionado por la "hombría" de Natsu, pero al igual que él, pensaba que en ese estado no se podría decidir nada. Había que pasar a la acción.

- ¿Vamos a casa de Lucy? - propuso el pelirrosa.

- Vamos.

~Casa de Lucy~

Entraron en casa de Lucy, cerraron la puerta, corrieron las cortinas y se recolocaron uno delante del otro desnudos.

- ¿... y bien? - preguntó Gray confuso.

- A ver... Así no se puede comparar nada...

- Eso es cierto...

- ¡A mí se me va a poner dura antes! - saltó Natsu con tono burlón y desafiante.

- ¡Jamás!

Los dos magos empezaron a masturbarse. Poco a poco la cosa se iba poniendo más caliente entre ellos dos, hasta llegar a un punto en el que ya no podían más.

- ¡Ah! Ya... - dijo el mago de hielo limpiándose las manos en el abdomen.

- ¡Yo casi estoy! ¡Ah...! - Natsu por poco llegó a su límite, cuando soltó su miembro este empezó a palpitar, parecía que estaba a puntito de correrse... Pero no. Solo llegó a soltar un poco de pre-semen.

Ahora sí, los magos, empalmados, empezaron a compararse los miembros con más precisión. A simple vista parecía que la de Gray era más larga que la de Natsu, pero solo era una ilusión, ya que la del mago de hielo era más gruesa que la del mago de fuego.

- ¡He ganado! Como no... ¡Ja, ja, ja! - rió el pelinegro.

- ¡Qué dices! ¡Si la mía es más grande! - contestó el pelirrosa.

- Un metro... ¿Dónde hay un metro? - preguntó Gray mirando a su alrededor.

- ¡Quieto! ¡Ven aquí! - Natsu se acercó a Gray.

- ¿Q-qué haces? - preguntó Gray sonrojado.

- Trae.

Natsu agarró la polla de Gray para ponerla al lado de la suya, pero el mago de hielo no se tomó muy bien aquél acto.

- ¡EH! ¿Qué cojones haces? - el mago pelinegro retrocedió sonrojado ante el valor del pelirrosa.

- ¡Venga Gray que somos amigos! - Natsu también se sonrojó porque no esperaba esa reacción de Gray.

- Ya joder, pero... No sé...

- Si muchos tíos se hacen pajas entre ellos.

- ¡¿Qué?! ¡Calla, Natsu! - ordenó el pelinegro con la cara ardiendo de la vergüenza.

Natsu fue acorralando al mago de hielo hacia la pared. Cuando este chocó contra ella el pelirrosa avanzó hasta casi pegarse al cuerpo de Gray. El mago de hielo no tenía escapatoria.

- Tú solo déjate llevar, Gray... - dijo Natsu susurrándole al oído.

- Ya, pero...

Gray fue callado por un beso del Dragon Slayer. Al principio no estaba muy seguro, pero poco a poco fue dejando paso a la lengua de Natsu, cada vez besándose con más pasión y sobre todo, lujuria.

Natsu se deshizo del chaleco sin dejar de besar a Gray, pero cuando fue a quitarse los pantalones, de pronto, Gray separó al mago de fuego...

- N-natsu... - el pelinegro desvió la mirada hacia abajo.

- ¡Lo siento! Yo pensaba que igual... Joder... - Natsu empezó a buscar sus ropas con la cara roja como sus llamas.

- Espera... ¡Natsu! - Gray vistió sus enormes pantalones negros de nuevo.

- Yo me voy...

Antes de que el pelirrosa llegase a la puerta unos robustos brazos le abrazaron a la altura del pecho con fuerza, deteniéndole. Natsu notó la cabeza de Gray apoyarse en su hombro derecho ocultando su rostro.

- No me dejes... Por favor, no...

- ¿Qué dices Gray?

- Natsu... Tú eres el único que ha conseguido derretir mi corazón helado, me siento muy solo si no estás a mi lado, te necesito...

- Gray...

El mago de hielo apretó más su abrazo, comenzó a dejar besos en el hombro de Natsu y fue subiendo por su cuello, haciendo que el Dragon Slayer empezase a soltar pequeños suspiros de placer.

Se separaron, Gray agarró la mano de Natsu y lo llevó hasta el sofá, se sentó y el mago de fuego se colocó sobre él.

El pelinegro cogió la cara de Natsu entre sus manos y acercó su boca para invadirla con un beso que enloqueció a ambas partes. Sus bocas eran una.

Natsu, para provocar a Gray, se apoyó en los grandes hombros de este y empezó a frotar sus entrepiernas, aún cubiertas por la ropa. Hacía un movimiento de vaivén muy sensual mientras miraba fijamente a Gray sonriendo y mostrando sus colmillos que, sin saberlo, ponían muy cachondo al mago de hielo.

El pelirrosa bajó hasta el cuello de Gray. Allí fue depositando pequeños besos y después empezó a chupar cada rincón de su cuello saboreando su blanca piel. Más tarde Natsu agarró el brazo de Gray y lo elevó por detrás de la cabeza del pelinegro para dejar vía libre hacia su sobaco. Dirigió su lengua a la axila del mago de hielo. Su olor y su sabor hacía que el mago de fuego de estremeciera. Gray notaba como la lengua de Natsu recorría cada rincón de su musculoso sobaco. Aquél extraño fetiche del Dragon Slayer estaba haciendo que Gray se excitase más que con cualquier otra cosa.

Una vez dejada bien babeada la axila del mago de hielo, Natsu besó de nuevo a Gray haciendo que este saborease también su propio sobaco mezclado con el sabor de Natsu, algo indescriptiblemente excitante para el pelinegro.

Natsu miraba fijamente a Gray, llevó sus manos hacia la parte trasera de su pantalón y dejó al descubierto su trasero, luego agarró las manos del mago de hielo y las colocó firmemente en sus nalgas. Gray comenzó a masajear sus nalgas.

- Agárralo bien.

- No te preocupes... - dijo Gray en un tono seductor muy suyo.

De mientras, el mago de fuego llevaba sus manos al fornido pecho del pelinegro que parecía esculpido por los mismos dioses, más bien, todo su cuerpo parecía esculpido por los dioses. Llevó su boca hacia uno de sus pezones, el cual comenzó a lamerlo y chuparlo cual bebé mama de su madre, pero en este caso, de su padre.

- ¡Ah! Natsu...

El hecho de lamer sus pezones y acariciar su pecho estaba provocando en Gray una aceleración respiratoria importante, puede que esté al borde de la corrida y eso... No lo queremos...

Rápidamente, Natsu se levantó y se apartó de Gray, le dio la espalda y empezó a bajarse los pantalones lentamente poniendo el culo en pompa a medida que los iba bajando para provocar al pelinegro.

Gray se levantó del sofá, avanzó hasta donde estaba Natsu, le agarró de la cintura y empezó a dejar pequeños besos por la nuca del pelirrosa bajando por su espalda y llegando hasta su duro y firme culo. Gray se encontraba de cuclillas detrás de Natsu, agarró sus nalgas, las separó y metió su cara.

- ¡Ah! Ah... - gemía el Dragon Slayer ante las acciones del mago de hielo.

Gray metía y sacaba la lengua del estrecho orificio de Natsu lubricándolo bien mientras que con sus grandes manos masajeaba el culo del pelirrosa.

- Ya... Está bien... - dijo Natsu.

Natsu se giró, esta vez dejando su polla delante de la cara del mago de hielo. Gray, permaneciendo inmóvil en su posición lentamente abrió la boca y se dispuso a chupar el miembro del mago de fuego. El pelirrosa agarró a Gray del pelo y sin que este se lo esperase le lanzó contra el sofá de nuevo. Del impacto el sofá se abrió, era un sofá-cama, lo cual les venía de perlas.

Sin que Gray dijese palabra, Natsu se arrodilló frente a él y bajó su cara hasta los pies de este. Gray incorporó parte de su cuerpo para ver lo que el mago de hielo hacía, solo veía la fornida espalda de su compañero bajar hacia sus pies y en ellos sentía el roce de una lengua. Natsu lamía los pies de Gray, se ve que le van los fetiches raros... Fue subiendo por la pierna, rodilla... Masajeó los potentes muslos del mago de hielo hasta llegar a su entrepierna. Colocó cada brazo en las piernas de Gray y llevó sus manos hasta su enorme miembro. Con la mano izquierda masajeaba sus testículos y con la derecha le masturbaba lentamente. El pelinegro se cubría la cara de la vergüenza, aunque solo fueron los primeros segundos, luego le empezó a dar morbo ver a su compañero masturbarle y chuparle la polla.

- No te corras sin mi permiso.

- Esto...

Natsu se metió la polla de Gray en la boca. Chupaba y rechupaba el gigantesco miembro del mago de hielo notando como el pre-semen iba haciendo sus apariciones en escena.

- Oh Dios Natsu... Sigue... - pedía Gray mientras ayudaba a Natsu a mover su cabeza contra su entrepierna.

Cuando Natsu ya no podía más sacó el miembro del pelinegro de su boca. Acabó con toda la cara llena de babas y fluidos del pre-semen de Gray.

Comienza el juego, Natsu se subió encima de Gray y agarró su polla con la mano izquierda mientras que con la otra se apoyaba en uno de sus muslos. Se abrió de piernas para el mago de hielo y poco a poco fue introduciendo el viril miembro de Gray en su culo. El pelinegro sentía cada vez más la presión que ejercía el estrecho trasero de Natsu en su polla, lo cual le encantaba. Entró entero, el pelirrosa se inclinó hacia delante y besó a Gray mientras su culo se iba acostumbrando al mago de hielo. Luego empezó a cabalgar el miembro de Gray, iba metiéndolo y sacándolo a medida que iba botando sobre él. El placer se hacía notar en ambos rostros.

Lentamente los cuerpos de los magos comenzaban a ganar brillo por culpa del sudor que les estaba produciendo el acto sexual. Cuando Natsu se cansó de dar botes sobre el miembro de Gray, este le agarró de la cintura y sin salirse de él volteó sus posiciones, quedando Gray arriba y Natsu abajo. El mago de hielo atacaba la boca del Dragon Slayer mientras este era sometido a unas continuas embestidas. Los testículos de Gray chocaban contra el culo de Natsu mientras este se aferraba a las duras y enormes nalgas de su compañero, arañándolas enteras. Golpe tras golpe, embestida tras emestida el mago de hielo no dejaba descansar al mago de fuego, quien estaba casi al borde de la corrida.

Los orgasmos mutuos llenaban el salón, cuando de repente, Gray paró debido al cansancio. Se tumbó al lado de Natsu y se miraron sonrientes, pero esto aún no había acabado, Natsu se incorporó y se volvió a poner detrás del pelinegro. Agarró sus enormes nalgas y este ayudó levantando sus piernas para una mejor accesibilidad del pelirrosa. Lo siguiente que sintió Gray fue la cara de su compañero moverse entre sus nalgas.

El Dragon Slayer empezó a lamer el culo de Gray aguantando sus piernas en el aire y clavándole las uñas en los muslos para que no pudiese bajar las piernas. Gray se estremecía al sentir la lengua de Natsu moverse dentro de su culo, la verdad es que Natsu lo hacía muy bien. Posteriormente, Natsu lamió uno de sus dedos y poco a poco lo fue introduciendo en su compañero.

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Natsu para! - gritaba Gray aferrándose al sofá.

- Se nota que eres virgen... - dijo con cierto tono.

- ¡¿Qué más da?! - dijo Gray mirando a Natsu con la cara roja cual tomate.

- Aguanta un poco, ya verás...

- Ya, pero... ¡Ah! - y Natsu metió el segundo dedo casi seguido del tercero, el cual hizo que Gray arquease su gran espalda.

- ¿Te gus...?

- ¡Joder Natsu métemela ya! - saltó el mago de hielo cortando a Natsu.

Una vez lubricada y dilatada la entrada del mago de hielo, Natsu sacó sus tres dedos de dentro de Gray y los chupó delante suyo. El Dragon Slayer agarró su enorme miembro y colocó la punta pegada a la húmeda entrada de Gray, la cual hasta goteaba las babas que fue dejando el mago de fuego.

- ¿Listo Gray? - preguntó Natsu.

- Para ti, siempre...

A Natsu no le hizo falta oír más... Empezó a introducir lentamente su miembro dentro de Gray, o al menos lo intentaba, ya que el mago de hielo aún estaba por desflorar y su interior no estaba aún capacitado para recibir la enorme polla del Dragon Slayer.

- Relájate Gray... - susurraba Natsu mientras acariciaba suavemente las piernas de su compañero.

- Joder Natsu, duele... - decía el pelinegro frustrado por no poder darle el máximo placer a Natsu.

- Tranquilo Gray, ya verás como poco a poco se va pasando...

Gray estaba muy tenso, temía perder a Natsu, tenía miedo de defraudarle y quería complacerle al máximo. Que supiese que lo que siente por él va más allá de la simple lujuria.

Natsu insistía en penetrar al mago de hielo hasta el fondo. El cuerpo de Gray, sin darse cuenta, comenzó a adaptarse a aquella dilatación y lo que antes el pelinegro notaba como dolor se estaba convirtiendo lentamente en placer.

La polla del mago de fuego entró por completo dentro de Gray, el cual aún no se creía que tenía el miembro de su ya amado dentro de él.

- Se siente muy caliente para tratarse de un mago de hielo... - dijo Natsu mientras recolocaba las piernas de Gray sobre sus hombros.

- Calla idiota... - decía Gray sonrojado.

- Ahora verás...

Natsu sacó parte de su miembro lentamente y volvió a meterlo para recorrer el estrecho ano de Gray de nuevo. Se veía que ambos lo estaban disfrutando, y el hecho de ver el placentero rostro de Gray recibiendo su miembro excitaba a Natsu como lo que más.

- Ahora, sigue Natsu... Ah...

El pelirrosa avanzó hasta el rostro de Gray buscando su boca y su lengua con la que empezó a juguetear mientras seguía penetrándole. Los gemidos de Gray eran callados por la boca de Natsu.

- Me corro Natsu, no puedo más... Ah...

- ¡Aún no Gray, aguanta!

Natsu sacó su miembro del estrecho culo de Gray, avanzó de nuevo hasta su cara y metió su polla dentro corriéndose en el paladar del mago de hielo.

- ¡AH! ¡Ah! Ah... - gemía Natsu después de haberse corrido completamente en la boca de Gray.

Al sacar su miembro de la boca de Gray, se tumbó a su vera, se apoyó en su musculoso pecho y mirándose mutuamente Natsu empezó a masturbar a Gray. Cuando este apartó la vista del mago de fuego, el pelirrosa miró hacia abajo, hacia el monstruoso miembro de Gray corriéndose en su rostro, en todo el torso del pelinegro y en la cara del mismo. La corrida de Gray fue tal que hasta manchó el cabello de ambos. Cuando ya no quedaba más fluido por salir, Natsu soltó el pringoso miembro de su compañero y se limpió en su torso, recorriéndolo de nuevo desde su ombligo hasta su rostro.

Terminaron con el cuerpo entero pringado de fluidos corporales mutuos pero aún así acabaron besándose uno encima del otro.

- ¿Qué te ha parecido? - preguntó Natsu.

- Increíble... - respondió Gray casi en un suspiro.

- Me alegro... - y siguieron besándose.

- Oye, Natsu...

- Dime...

- Nosotros... ¿Somos algo? - preguntó tímidamente el mago de hielo.

- ¿Nosotros? - Natsu dudó - Nosotros... Somos uno.

- Te quiero... - dijo Gray.

- Y yo Gray, y yo...

Después de pasar otros minutos con sus cuerpos pegados entre sí, Natsu propuso:

- Báñate conmigo.

- Como quieras...

Finalmente, Natsu preparó la bañera y ordenó que el mago de hielo se metiese primero. Gray hizo caso a la orden del pelirrosa y se metió lentamente en la bañera colocándose de rodillas. Natsu hizo lo mismo y se metió de rodillas frente al pelinegro. 

Empezaron a tocarse, se besaban, se frotaban los cuerpos con jabón para limpiarse por completo y de vez en cuando las manos de alguno acababan en la entrepierna del otro. Más tarde, Gray se tumbó en la bañera y Natsu se colocó encima mirando hacia arriba, más concretamente, hacia el rostro de su compañero. 

Sin saber como, ambos quedaron dormidos en la bañera.

Lucy acababa de llegar del gremio, lo primero que se le pasó por la cabeza fue meterse de cabeza en la bañera, así que sin pensárselo dos veces, se quitó la ropa, se puso una toalla encima y cuando entró en su baño...

- ¡¡AAAHHH!! - chilló la rubia.

- ¡Ostias! - saltó el pelirrosa asustado.

- ¡¿Qué coño hacéis en mi bañera?! ¡Estáis desnudos! - gritaba Lucy con la cara sonrojada ante aquella escena tan erótica.

- ¡Perdona es que...! - intentó excusarse Gray.

- ¡Fuera de aquí ahora mismo! 

Gray y Natsu salieron escopeteados de la bañera y la rubia se tapó la cara por la vergüenza. Cogieron sus cosas lo más rápido posible, se vistieron como pudieron y salieron de la casa de Lucy casi hiperventilando por el subidón.

- ¡Fua! - se detuvieron un momento para coger aire - Tenemos que repetirlo otro día.

- No lo dudes... - contestó el pelinegro con un guiño.

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~Icenazuma~

 


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