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SÍ, SOMOS PADRES por The_dark_Duchess

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Notas del capitulo:

Muy buenas, hermosas criaturitas del yaoi ;D

 

Bien, como dije en el episodio pasado, traigo episodio nuevo hoy sábado a las 7 pm :B

Agradezco a aquellos que me habéis dejado un review en la pasada ocasión, son un amor, gracias a vosotros hay inspiración <3

El episodio de hoy es tranquilo, creo jajaja supongo que es la influencia de Me before you (Han visto esa peli? TwT) me ha dejado sensible toda la semana DX

 

Y con respecto a lo de Ace y Sabo xD gente, empataron, así que prácticamente no tuve muchas opciones, por eso los hice sukes, XD God, uno nunca deja de experimentar :’v y aún se viene una decisión fundamental para esa pareja e_e

 

Sin más que decir, les dejo leer en paz ¡Gracias por estar aquí! Nos vemos abajo :B

Capítulo 10:

Encrucijada cotidiana

 

******.******

 

Ya había pasado unas semanas desde el incidente con la familia de Zoro y este mismo aceptara el hecho de que iba a ser padre, o bueno, se hiciera a la idea, porque en resumen, el peli verde era un lío si a ideas se refiere. Su impulso varonil le decía que huyera porque se le venía una gran responsabilidad; sin embargo, su lado más fuerte, el honorable, le decía que lo que el destino quería para él era hacerse cargo de su pequeña descendencia. Sobre todo, él estaba enamorado de Sanji, y quería apoyarlo, aunque a veces el rubio era un tanto irritable… pero de sus repentinas calenturas no se quejaba, pues a veces lo asaltaba en plena cochera y su deber era complacerlo. Por el bien del bebé, claro.

Eran las tres de la madrugada en la residencia de Roronoa Zoro; estaba de más mencionar que sus dos únicos habitantes se encontraban profundamente dormidos, en especial el dueño de casa.

Pero al parecer esa madrugada no sería una tranquila; de improviso, los párpados de Sanji se abrieron de par en par, este tragó saliva algo perplejo y se encorvó para quedar sentado de a poco, recostando su espalda en la almohada. Inhaló y exhaló un par de veces antes de tomar el abanico de la mesita de noche y echarse aire. Estaba empezando a sudar frío.

Miró de reojo a su peli verde acompañante que dormía plácidamente como una roca. Soltó un bufido cansado, claro, él llevando los malestares del proceso y esa alga marina se la gozaba bien sin interrupciones.

Sanji iba a intentar dormir de nuevo hasta que un impulso agresivo, acompañado de un fuerte rugido de estómago lo asaltó de sorpresa. “¿Qué diablos?” sí, tenía hambre y bastante. Era un impulso ardiente, exigente y desesperante que colocó un vacío en su paladar, obligándole buscar en la habitación algo, de la cual no sabía con claridad qué era hasta que sus anhelos se concentraron en una cosa: Milshake de lúcuma.

Oh sí, lo deseaba con una fuerza que jamás había sentido. Enserio lo necesitaba.

Sus azules orbes se dirigieron directo a Zoro, y sin ninguna clase de tacto, lo sacudió con todas sus fuerzas.

 

-        Oi, marimo… ¡Marimo! ¡Despierta!

 

Sólo un manotazo inofensivo obtuvo como respuesta y Zoro se giró sobre si antes de acurrucarse con las sábanas, dándole la espalda. La expresión de Sanji endureció de improviso y sin pensarlo dos veces, lo pateó tan fuerte que el cuerpo de Zoro salió disparado de la cama como un muñeco de trapo hasta estrellase contra la pared.

 

-        ¡LEVÁNTATE HE DICHO MARIMO HOLGAZÁN!

-        ¡Pero ahora qué te pasa! ¡Necesito dormir!

-        ¡Y yo necesito que me atiendas!

 

Zoro giró su cabeza, dubitativo, y cruzó sus brazos, analizando a Sanji.

 

-        ¿Ya estás de parto?

-        ¡TE HE DICHO QUE YO NO VOY A DAR A LUZ, ALGA TONTA!

-        Te han venido contracciones

-        ¿¡PERO CÓMO SE TE OCURRE QUE ESO  VA A PASAR SI MI VIENTRE AÚN ESTÁ PLANO!? ¡ESTÚPIDA LECHUGA!

 

El peli verde chasqueó los dientes un poco hastiado, que lo levanten de madrugada lo ponía de mal humor.

 

-        ¡Entonces qué quieres Sanji! ¡Quiero dormir joder!

-        ¡NO ME GRITES! ¡ESTOY ESPERANDO A TU HIJO! ¡QUÉ FALTA DE RESPETO!

-        Kami, está bien… ¿qué pasa ahora?

-        Tengo antojos

-        ¿¡AAAHH!? ¡NO ME JODAS!

-        ¡Son los caprichos de tú hijo! ¡Es tu deber complacerme!

El moreno se levantó del piso y se masajeó las sienes, abriendo la puerta.

 

-        Bien, te traeré un sándwich ¿ok?

-        ¿Qué no oíste? ¡Antojos! Es algo específico

-        ¿Mn? ¿Entonces qué quieres que te traiga?

-        Un milshake de lúcuma

-        ¿¡ESTÁS DE BROMA!? ¿¡TIENES IDEA DE QUÉ HORA ES!?

-        A tu hijo le importa una mierda la hora, igual que a mí, así que ve a por mi milshake

 

Zoro salió de la habitación incómodo – esto es lo peor de mi día, joder – susurró creyendo haberse alejado lo suficiente.

 

-        ¡PARA ESO ME PREÑAS! ¡LA PRÓXIMA TE LO PIENSAS! – recibió como respuesta desde su habitación

 

Rodó los ojos y bajó a su cocina; antes que nada, se mojó la cara violentamente para despertarse bien. Revisó bien el refrigerador para ver si había lúcumas, para licuarlas con hielo, ya que ir a comprar milshake a esa hora era imposible.

Y no, no había lúcumas. “Mierda” Estampó el portón del refrigerador y buscó sus llaves. Suerte que no dormía desnudo.

Zoro salió a la calle y eso es señal de que todo se iría al demonio. Se suponía que el peli verde iba al mini market dos esquinas más abajo, para tocar como desquiciado hasta que le abriesen; sin embargo, terminó en la avenida principal que estaba en una dirección totalmente diferente.

“¿Es enserio?” miró para todos lados y siguió caminando, inclusive ayudó a un abuelito a cruzar la pista en su recorrido. Y para cuidar su dignidad no pidió indicaciones a las escasas personas que pasaban cerca.

Ya cuando hasta una gota de sudor le bajó por la frente, rompiéndose la cabeza por adivinar dónde estaba, marcó un número desde su celular.

-        ¿Diga? ¡Son las 5 de la madrugada!

-        Tashigi, soy yo, Zoro

-        ¡Primo! ¿Qué rayos pasa?

Hizo una pausa prolongada, no quería decirle lo que le pasaba.

-        Tsk… estoy fuera de casa

-        ¿Y?

-        No sé cómo mierda volver, las calles se ven diferentes de madrugada

La risa de su prima lo incomodó en sobremanera.

-        Cielos Santo, pero estas cosas solo te pasan a ti jajajaja

-        ¡Vas a ayudarme o no!

-        Quédate donde estás y descríbeme el lugar, voy en mi auto

Y así lo hizo, tuvo que esperar cerca de media hora hasta que al fin vio el oscuro auto de su prima avanzando lento, para poder divisarle. Se levantó de la gradita y le hizo señales, finalmente, pudo subirse y botar aire bastante calmado.

 

-        Primo, buenos días

-        Aún no…

-        Van a ser las 6 de la mañana, por favor ¿te llevo a tu casa? Jajajaja

-        Tsk ¡Cállate! Pero necesito que me lleves a otro lugar

 

En cerca de veinte minutos, estuvieron frente al dichoso mini market que Zoro buscaba. Y sin mucho tacto y bastante agotado, tocó las rejas insistentemente. Tanto que había algunos vecinos que le mandaban insultos que decidió ignorar. Hasta que finalmente, la puerta de metal se desenrolló y un abuelito le sonrió amablemente.

 

-        Joven, ya estábamos a punto de abrir, se hubiera esperado un poco

 

Zoro contestó amablemente ante la cortesía del señor y por fin pudo conseguir las dichosas lúcumas. Tashigi lo dejó en la puerta de su casa para evitar inconvenientes y así los primos se despidieron.

El peli verde entró a casa y tan pronto como pudo, peló y licuó las lúcumas con hielo con un poco de helado de vainilla de sus reservas. Algo nervioso por lo que Sanji le diría, subió y gracias a manos divinas pudo encontrar su habitación.

 

-        No es cierto – susurró al ver a Sanji durmiendo plácidamente y con las manos y piernas bien estiradas por toda la cama – oi, Sanji…

 

Intentó sacudirlo suavemente pero este no mostraba señales de querer despertarse. Si no fuera porque estaba gestando, nada le hubiera costado tirarlo de la cama bruscamente para que le dejara espacio. Pero no, así que con todo el autocontrol del mundo, dejó el milshake tapado en la cómoda y se acurrucó con una frazada en el suelo. Eran las 6 de la mañana, así que podría descansar al menos media hora, había perdido toda una noche de sueño.

 

 

*****.*****

 

-        ¡Ah!... Ahí… ¡ah!

 

Shanks se aferraba a las frías mayólicas del espacio de la ducha, que permanecía bañando de agua los dos cuerpos perlados y disimulaba un poco los sonidos que emitían al estar teniendo sexo.

Mihawk, que estaba detrás del pelirrojo, paseó sus manos por el cuerpo húmedo de su sometido y le besó la nuca, pero prefirió sostener firmemente las caderas y apegarlas con fuerza a su pelvis, que se movía frenéticamente, llevándolos a ambos al borde de la locura.

Intentando disimular sus guturales gruñidos, el azabache mordió el hombro de Shanks suavemente, embistiendo con más rapidez. El último mencionado se deshacía en suspiros y gemidos, sintiendo sus piernas temblar por su próximo orgasmo.

-        Ah… Mihawk… me… vengo

El mayor masturbó a su pareja con brusquedad, logrando que se derramara en las mayólicas. Producto de su orgasmo, apretujó con desdén su interior, exprimiendo la virilidad del peli negro; Shanks se estremeció al sentir el espeso fluido entibiarle el interior.

Ambos jadearon, disfrutando su último orgasmo y listos para continuar, sino fuera porque al menos Shanks era consciente de la hora y sabía que Sellawk se despertaría pronto.

La intención de ambos había sido sólo tomar una ducha juntos, pero era algo imprudente estar desnudos en un espacio tan reducido. Terminaron teniendo el sexo más silencioso que podían, para no levantar sospechas. Ya eran las seis y algo más de la mañana cuando salieron ya cambiados del baño, listos para tomar desayuno.

Shanks empezó a preparar lo respectivo mientras Mihawk se sentó a leer periódico.

Sellawk apareció poco después, con su cara de pocos amigos y con un seco saludo hacia ambos, se sentó en la mesita redonda a esperar sus alimentos. Sacó su celular rosa y empezó a revisar quién sabría qué. Mihawk la miró de reojo y luego a Shanks, quien le hizo señas de “comuníquense como padre e hija”, el mayor negó y el pelirrojo le amenazó silenciosamente con el cucharón.

 

-        Y… ¿Qué tal estuvo tu noche?

 

Shanks se golpeó la frente con su mano libre, pero no puedo evitar sonreír, esa no era una buena manera de empezar una conversación pero agradecía el esfuerzo que hacía Mihawk, porque enserio le costaba horrores, se le notaba a leguas.

 

-        ¿Cómo pudo haber estado? Estaba dormida – dijo sin apartar la vista de la pantalla de su celular

 

Buen punto, Mihawk tensó sus músculos instintivamente. Demonios, no sabía cómo ser padre o al menos, lo básico, comunicarse con su propia hija. Era en estos momentos que no le agradaba la idea de que Sellawk sacara parte de su manera de ser; recordó cómo él mismo trataba a sus padres cada vez que intentaban comunicarse con él.

Sí, el karma se las estaba cobrando con intereses.

 

-        Ya veo – se limitó a contestar el mayor sin saber qué más decir

-        ¡Bien! Es desayuno está listo Dahahaha – animó Shanks porque el escenario estaba tan insípido que hasta él se sentía incómodo

 

Agradecieron por la comida y comenzaron. Por unos eternos minutos (según Shanks) permanecieron en silencio, sin nada más que el sonido de los cubiertos y tazas al ser manipulados.

 

-        Sellawk, cariño… ¿dormiste bien? – preguntó el pelirrojo, mirando a Mihawk como diciéndole “así se pregunta”, recibiendo una reprimenda silenciosa por parte de los ojos dorados

-        Sí, aunque me quedé despierta hasta tarde por hablar con Martín

-        ¿Martín? ¿Quién es ese? – inquirió el oji ámbar con un tonito que no le gustó a la chica

-        Martín es un amigo de la infancia de Sellawk – Shanks le pisó el pie a Mihawk

-        Sí, además, eso no te incumbe – espetó la dama

-        Me incumbe, soy tu padre

-        ¡Já! Sólo de sangre

-        Sellawk, cariño… – el pelirrojo odiaba estas discusiones matutinas que pensó ya habían desaparecido

-        No me faltes el respeto, Sellawk

-        Como quiera, “padre” – le dijo formando comillas con sus dedos al decir lo último

 

Shanks tragó un buen sorbo de chocolatada para tranquilizarse, no, definitivamente no era bueno que un hombre gestando tuviera ese tipo de presión. Y hablando del tema del embarazo, no le había dicho nada a Mihawk y mucho menos a Sellawk; si esta última apenas y estaba digiriéndose la noticia de que, literal, él era su “madre”, seguro le daba un ataque al enterarse que tendría un hermano. Primero tenía que aceptar bien a Mihawk (y vaya que costaba), aceptar su naturaleza y luego le diría; pero el tiempo corría, ya que a los cinco meses no podría disimularlo mucho, a menos que se tomen normal el usar casacones gruesos dentro de casa.

 

-        Bien, me voy a la escuela – la chica dejó sus servicios en el fregadero y con la misma cogió su mochila del sillón

-        ¿No quieres que Mihawk y yo te llevemos en su auto? – preguntó con una sonrisa

-        No, gracias – dijo la chica lanzándole una mirada incómoda antes de retirarse con un portazo

 

Shanks botó aire, exhausto.

 

-        No creí que sería tan testaruda – susurró Mihawk, tomando una tostada

-        ¿A no? Pero si te sacó todo el carácter

-        No, lo caprichosa  te sacó a ti

-        ¡No es cierto! Yo soy un amor de persona

-        Pero cuando quieres fregar, enserio lo consigues

-        ¿Qué insinúas Dracule Mihawk?

 

El mayor lo miró de reojo y sin pensarlo dos veces, lo jaló hacia sí y le plantó un rudo beso, casto pero brusco. Shanks se sonrojó y susurró un “idiota” antes de seguir tomando desayuno.

 

-        ¿No quieres un poco de amor antes de ir a trabajar? – le insinuó Mihawk, una vez terminó

-        ¡Eres un pervertido! Acabamos de hacerlo en la mañana, déjale un respiro a mi trasero – se levantó instintivamente a dejar los servicios en el fregadero

 

Una pálida mano del azabache se movió traviesamente para apretujar el trasero de Shanks, quien le lanzó una mirada de reprimenda.

Luego, se dirigieron al enorme edificio de trabajo en auto, no era como que Mihawk viviera con Shanks y Sellawk, pero a las cinco de la mañana ya estaba en la casa del pelirrojo todos los días para tomar desayuno en familia.

 

-        Lo haremos en mi oficina, yo te aviso – le ordenó Mihawk

-        ¿Qué?

-        Es una orden, soy tu jefe

-        ¡Ese es un truco muy bajo!

-        Un truco que adoras que use

 

El sonrojo del menor le hizo sonreír con superioridad, habían tenido sexo en la oficina ya varias veces, y aunque era una regla prohibida, Mihawk era el jefe y se saltaba inocentemente unas cuantas.

****.****

Shanks cojeaba ligeramente luego de su intensa sesión en la oficina del CEO, sonrojado y bastante abochornado, aunque sintiéndose algo culpable por los beneficios extra que tenía gracias a ser la pareja del gerente. Fue al baño de varones para refrescarse un poco y quitarse el cansancio, aún faltaba tiempo para la hora de almuerzo, así que debía reservar energías.

En el baño, encontró a Sanji recostado sobre el lavamanos, mojándose la cara cada vez que podía.

 

-        ¡Sanji! Dahahaha Un gusto verte

-        Ahhh – le dedicó una tétrica mirada

-        ¿Te pasa algo?

-        ¡No soporto esto! Últimamente me siento más cansado, con un hambre de mierda y a veces muy sensible

-        ¡Es el embarazo! Dahahahaha

-        ¡No lo repitas!

 

El pelirrojo se acercó a él y le dio unas cuantas palmaditas.

 

-        Oye, para que lleves mejor esto ¿qué te parece si nos matriculamos en los cursos de asesoría para los embarazos? En el Ishida hospital aceptan varones también, hay programas y todo Dahahaha ya sabes, en ese hospital si nos tienen en consideración

-        ¿Nos?

-        ¿Dije “nos”? – sudó frío

-        Sí, claramente, estoy embarazado no sordo

-        DAHAHAHAHAHA Es que… yo también me matricularé para apoyarte moralmente ¡ya sabes!

-        Shanks, eres pésimo mintiendo

 

Silencio por unos segundos.

 

-        Estoy gestando otra vez

-        ¿¡QUÉ!?

 

El rubio lo tomó de los hombros, sacudiéndolo.

 

-        ¿¡CÓMO PASÓ!? ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?

-        Dahaha… pues no creo que deba detallarte cómo pasó – se rascó la cabeza – pero… regresé con el padre de Sellawk y pues… ya sabes

-        ¿¡EL PADRE DE SELLAWK!?¿QUIÉN ES?

-        Primero cálmate – le pidió Shanks – Dahaha pues… es el gerente – susurró muy bajito

-        No escuché bien

-        ¡Que es Dracule Mihawk!

-        ¿¡EL GERENTEEEEEEE!?

 

El pelirrojo asintió bastante sonrojado.

 

-        Vaya contigo, con nosotros, tú con el gerente y yo con el sobrino, no me extrañaría que las damiselas de la compañía nos llamen arribistas

-        Pero nosotros sabemos que no es así

-        Oye y… ¿cómo pasó? Ya sabes… nunca me contaste

-        Es una larga historia… te contaré luego, pero primero ¿tomarás el curso?

-        De todas maneras el marimo me iba a obligar a tomarlo

-        Dahahaha es un futuro padre preocupado

 

Sanji pintó sus mejillas de rosado, aún recordaba esa mañana; encontró su milshake en el mueble de su lado y a Zoro acurrucado en el suelo, cerca de él. Había sido un detalle que le gustó mucho, aunque no lo admitiría abiertamente.

 

-        Oye, verdad ¿ya fuiste donde Chopper para la ecografía? – sugirió el mayor

-        ¿Ecografía?

-        Claro, para que veas a tu bebé y cómo va evolucionando

-        No, pensamos ir con Zoro una vez se pueda saber el género del bebé

-        Te sugiero que lo hagas lo más pronto posible, a veces se pueden escuchar los latidos ¡es súper adorable!

-        Me lo pensaré

 

 

****.****

 

Esa mañana había un escenario poco usual en la residencia de los Donquixote. El dueño de casa había salido temprano por unos asuntos de la pasarela que su compañía presentaría esa noche, Law había ido a la universidad pues sus clases, ese día, comenzaban a las siete de la mañana. Y como Luffy había agarrado la costumbre de quedarse algunos días en casa de su novio, a pesar de los reclamos de su abuelo, estaba en el comedor junto a Rosinante y Crocodile, tomando desayuno.

 

-        Ya veo, ya veo… me alegra que Law al fin tenga un novio ¡pensé que se quedaba soltero eternamente! – conversaba el rubio con el menor

-        Shishishishi Torao es muy genial, aunque a veces algo serio, pero se sabe unos juegos muy geniales

-        ¡Oh! ¿Enserio? ¿qué juegos?

-        Él le dice ¡el juego de darnos amor! – mascó su trozo de carne

 

Sir Crocodile dejó de masticar su pan integral por unos segundos antes de seguir haciéndolo, esta vez un poco más lento, mirando de reojo de vez en cuando a Luffy. Rosinante abrió los ojos un poco sorprendido, pero le restó importancia y siguió comiendo tranquilamente, esas cosas eran normales en los noviazgos, de seguro.

 

-        El juego de darse amor… ¿es un juego privado? – inquirió el mayor de los peli negros

-        Shishishi sí… aunque te vi a ti y a Mingo haciendo ese juego en la cocina

 

Crocodile se atoró con su pan y fue ayudado por el rubio.

 

-        Mocoso impudente

-        ¡Y dinos Luffy!... err… usan protección ¿verdad? – preguntó Rosinante

-        ¿Ah? ¿Protección?

-        Condones – habló claro Crocodile

-        Ah… no, no usamos

 

A Rosinante no le pareció la noticia del siglo, es más, no le dio mucha relevancia pues sabía que su sobrino era sano, además, ese chico parecía saludable, dudaba que algún mal pudiesen contagiarse. Pero para Sir Crocodile, esa era la revancha hacia Luffy cobrada. “¿Tú puedes tener mini cocodrilos? ¿Cuándo los tengas me dejarás jugar con ellos?” Fue la pregunta que Luffy le había hecho hacía años, cuando se conocieron, y eso bastó para que Sir Crocodile se sintiera irritado y humillado.

 

-        Mocoso, te recomiendo que vayas a visitar a Makino lo más pronto posible

-        ¿Ah? Pero mi chequeo es todavía el próximo mes

-        Te aseguro que te llevarás una sorpresa… gratificante – espetó con una macabra sonrisa en el rostro

-        ¿Enserio? – Luffy tenía una entusiasta sonrisa

-        Por supuesto

 

Rosinante no era idiota, y sabía que algo malo había detrás de las palabras de Crocodile, o al menos así lo hacía parecer él.

 

-        ¡Me voy! Tengo clases a las 10

-        Cuídate Luffy

 

Los mayores vieron cómo el menor salía a prisas con su maletín y con apuro, salió de la casa, cerrando la puerta estrepitosamente. Era el momento perfecto para una charla de cuñados.

 

-        ¿Cómo vas con Doffy? ¿Ese descuidado te trata bien?

-        No sé si se le puede decir tratar bien cuando lo único que hace es follarme cada vez que puede

-        Hahahaha es su forma de demostrarte su amor

-        No digas estupideces, no quiso creerse que iba a tener un mocoso

-        Como cualquiera, supongo

-        Lo que digas

 

Crocodile se terminó el café y llevó sus servicios al fregadero antes de salir de la cocina, bueno, eso hasta que Rosinante, algo más curioso, le siguió.

 

-        Oye y… ¿por qué dijiste que Luffy se llevaría una sorpresa si se revisa?

-        Chismoso

-        ¡No es eso! Digo… ahora él es como de la familia

-        El mocoso tiene una naturaleza similar a la mía… es “anormal”

 

El rubio enarcó una ceja sin entender.

 

-        Puede quedar preñado

-        ¿¡QUÉ COSA!?

-        Así que… probablemente seas tío -abuelo muy pronto

-        Espera, Crocodile, con eso no se juega ¿Estás hablando enserio?

-        Yo no bromeo

 

Una mueca indescifrable se dibujó en la cara de Rosinante una vez hubo recibido el mensaje.

 

-        ¡Gané la apuesta! ¡Seré padrino de dos mocosos!

-        ¿De dos? – preguntó un poco dubitativo, el azabache

-        Claro, del de Law y del tuyo, Doffy ya me lo confirmó

-        ¿¡QUÉ!?

 

Sir Crocodile salió de la casona y en vez de dirigirse a la universidad donde daba clases, fue directito hacia donde trabajaba Doflamingo para hacerle otro problemón. Nadie tomaba decisiones sin consultárselo, aunque no le molestaba mucho la idea, le molestaba que dispusieran de su hijo sin su permiso.

 

******.******

 

Luffy había salido directo hacia la casa de Makino; la curiosidad de la “sorpresa” que le había insinuado Crocodile había hecho estragos en su interior. Necesitaba saber si era carne o algo parecido.

 

-        ¡Hola Luffy! ¡Qué agradable sorpresa! – saludó la chica, que despedía a una pareja

-        ¡Makino! Shishishishi necesito que me revises

-        Pero tu chequeo es el otro mes Luffy ¿pasó algo?

-        Cocodrilo me dijo que si venía, me iba a llevar una sorpresa

 

La cara de la chica palideció ante la idea. Puesto que si lo mandaba un usuario, era que algo se sospechaba.

 

-        Luffy… Has… ¿has tenido relaciones sexuales?

-        ¿Ah? Hummm – se sonrojó un poco – pues… ya tengo novio y…

-        ¡Dime que usaste protección! Por favor ¡Dímelo!

-        Pues no…

 

La mujer lo jaló directo dentro de la casa y lo arrastró hasta la sala de revisiones de Chopper, con temblorosas manos, se dispuso a revisar con el ecógrafo.

 

-        No puede ser…

-        Makino ¿qué sucede?

-        Luffy… bueno, no sé cómo decírtelo pero… estas…

-        Shishishishi ¿es la sorpresa?

-        Algo así… pero…

 

“La sorpresa va a ser para Garp” susurró en su mente.

 

-        Hay un bebé

-        ¿Enserio? ¿Dónde?

-        Ahí – le señaló su vientre

 

Luffy se quedó en silencio. Le costaba asimilar la noticia, pero más difícil era hacerse a la idea de que aún estaba en la universidad.

 

-        ¡Dile que no nazca hasta que termine la universidad! ¡El abuelo va a matarme!

-        ¡No se le puede ordenar eso! – le tiró un capote

-        Pero… ahora…

-        Ahora, ahora le dices a tu novio lo que pasa y tendrás que arreglártelas – se masajeó las sienes – ¿por qué todos llegan así? ¡Todos sois unos irresponsables!

 

Luffy salió de la casa con ojos penosos, no estaba triste por lo del bebé, sino que iba a pausar la universidad, su abuelo intentaría matarlo y lo peor, Torao de seguro lo dejaría.

 

 

******.******

 

-        Mihawk, ¿te molestaría ser papá?

-        Ya lo soy – soltó, sorbiendo de su refresco

 

Ambos estaban en la hora del almuerzo y en vista de que Sellawk había huido con sus amigas, fueron solos al restaurante.

 

-        Sí, ya lo sé pero… papá… otra vez

-        Sé más claro, Shanks

-        Que si te gustaría pues, encargar nuevo bebé Dahahahaha

-        Creo que por ahora vamos bien con Sellawk, sería muy apresurado, tal vez unos años más adelante

 

Shanks tragó en seco, el pequeño dentro de él no iba a tardarse “unos años más tarde” en nacer, comenzó a jugar con sus dedos.

 

-        ¿Por qué estás tan nervioso? – los ojos ámbar del azabache lo examinaron con cautela

-        ¿Ah? ¡Por nada! Dahahaha no pasa nada

-        ¿Te han dicho que eres muy malo mintiendo?

 

Soltó aire algo rendido, encima que había intentado introducir el tema de manera equivocada, estaba seguro de que a Mihawk no le gustaría la idea.

 

-        Mihawk, ¿recuerdas que yo me tomaba unas pastillas anticonceptivas especiales?

-        Claro ¿qué tiene que ver eso con todo?

-        Pues… las estuve usando mal Dahahahaha

 

Bueno, no era una muy buena manera de decírselo.

El azabache dejó de comer, soltó sus cubiertos de improviso, los cuales cayeron sobre el plato secamente. Miró directamente a los ojos de Shanks, incrédulo. Pues eso sí que lo había entendido.

 

-        Shanks, acaso tú…

-        No estaba en mis planes ¿ok?

-        Pero… ¿cómo pudiste ser tan descuidado?

-        No era como si tú te hubieras preocupado en tener cuidado de igual manera ¿no?

-        Porque tú me aseguraste que no pasaría nada

-        ¡Ninguno de los dos leyó bien las indicaciones!

-        ¡Te avergonzabas de mostrarme siquiera la caja de anticonceptivos!

-        Yo… ¡Lo siento! ¿ok? Si no quieres al bebé, lo entenderé

-        No es lo que he insinuado

-        Como sea, disculpa por usar mal los anticonceptivos

 

Era una noticia un poco exaltante, pero alegre de cierta manera. Mihawk no sabía cómo reaccionar… ¿cómo hubiera reaccionado si Shanks le hubiera dicho de Sellawk en su momento?... pues era algo que de seguro no sabría. Pero lo que sí sabía, era que Shanks le estaba dando una importante noticia, aquí y ahora; algo que fortalecía sus destinos más que nunca.

 

-        No tienes que disculparte por eso

-        Pero… pero…

-        Dame un momento

 

Se levantó de su asiento y fue a los baños, se recostó sobre los lavamanos e inhaló y exhaló unas cuantas veces, estaba en shock, y esta vez intentaría no regarla exaltándose mucho. Ordenó la sarta de ideas que revoloteaban su cabeza y pensó cómo abordar el tema sin incomodar al pelirrojo. Quería preguntarle muchas cosas pero sabía que serían de a poco. Una vez más calmado, salió y lo vio, estaba recostado sobre la mesa, con la cabeza hundida entre sus brazos cruzados.

 

-        Shanks…

 

Le tocó un hombro y este se levantó, tenía los ojos un poco acuosos.

 

-        Te repele la idea ¿verdad?

-        No es eso – jaló su silla para sentarse más cerca – estaba un poco sorprendido, eso es todo

-        ¿De veras?

 

Mihawk asintió y le besó la frente antes de abrazarlo, Shanks se acurrucó entre sus brazos y esperaron a que sus emociones se calmaran un poco. Cuando se separaron, se miraron a los ojos, un poco intrigados.

 

-        Bien… ¿cómo se lo diremos a Sellawk?

 

El azabache palideció más, esa era una cuestión que no tenía planeada, aún.

 

-        Creo que debemos esperar un poco, se supone que aún estamos intentando juntarnos, no sabemos cómo lo tomará

-        Está bien – respondió el menor, bastante más aliviado

-        Creo que ya es hora de volver… Shanks, si deseas, puedo darte licencia

-        ¡Por favor! Aún me puedo mover… tal vez más adelante

-        ¿Y si le hace mal el que trabajes mucho? Puede nacer un bebé estresado

-        DAHAHAHAHAHA Mihawk, mi amor, eso no pasará… créeme, ya tengo algo de experiencia – le guiñó un ojo

 

Y aunque eso no había sido dicho con mala intención, hizo sentir mal a Mihawk, puesto que recordó que Shanks lidió con el embarazo de Sellawk totalmente solo. Sin más que hacer, el azabache pagó la cuenta y salieron hacia el auto.

 

*****.*****

 

Zoro miraba por una de las vitrinas de una baby shop con curiosos ojos, estaba interesado en una cunita de madera con adornos sugestivos, se imaginó pintándole dibujitos de samuráis o katanas. Entró y de inmediato una chica se acercó a preguntarle lo que buscaba, le enseñó unas ropitas curiosas para recién nacidos, cosa que entusiasmó al peli verde, pero jamás lo demostraría, obviamente.

 

-        Y… ¿no tendrá ropa de samurái para bebés o algo parecido?

-        ¡Ah! Cosplay de bebé

-        No, para que use en su diario

 

La vendedora enarcó una ceja, era la primera vez que llegaba un cliente así.

 

-        Humm de samurái no tenemos, pero sí de animalitos, frutas y vegetales… han llegado unos de pókemon si gusta verlos

-        Los de pókemon creo que serían interesantes

 

Se acercó a la sección y sus ojos se fueron directo a un Charmander, se imaginó a su bebé dentro e inmediatamente lo pidió. La chica asintió sonriente, hasta que regresó.

 

-        Lo sentimos, joven, pero… ese cosplay justo acaba de ser comprado antes de que usted lo escogiera, mi compañera lo había vendido

-        ¿Qué? ¿Y quién lo compró?

 

Le señalaron a un pelinegro que sostenía la bolsita con la compra. Zoro lo reconoció de inmediato.

 

-        ¿¡Ace!? ¿Qué haces tú aquí?

-        ¡Zoro!

 

Ace y Zoro ya se habían contado sus cosas, desventuras y demás ya sea por celular o en el trabajo, eran buenos amigos, así que estaban al tanto. Pero lo que sí Zoro no se hacía a la idea, era el por qué Ace estaba en un lugar así.

 

-        Pues comprando ropa de bebé claro está

-        Es la ropa que yo quería para mi hijo

-        Pues qué pena, ya la compré yo

 

Zoro no se hizo problemas y le quitó la bolsita – te pagaré el precio

 

-        Ah no, devuélvelo

-        Tú ni siquiera vas a tener hijos

-        ¿Qué dijiste?

 

Ambos chocaron puños, desesperando a las vendedoras y las demás clientas que se paseaban por la tienda. Un intento de patada terminó por tumbar un estante de biberones. La seguridad del lugar los sacó a ambos de la tienda, bueno, era lo mínimo.

 

-        Roronoa Zoro, devuelve ese cosplay de Charmander, va más con mi estilo que el tuyo o el de tu novio

-        ¿Y eso que tiene que ver? Igual te pagaré lo que cueste

-        ¡Yo quiero ese cosplay!

-        ¿Y para qué?

-        Pues…

 

El peli verde lo miró sorprendido, ¿sería posible que Ace fuera a ser padre?

 

-        Ace, ¿preñaste o te preñaron?

-        Es lo que no sabemos

-        ¿¡Pero cómo no lo vas a saber!?

-        Ambos tenemos los malestares

 

Eso sí era nuevo, y en ese momento, Zoro agradecía el hecho de no compartir los malestares de Sanji, aunque su posición no era tan favorable si recordaba cómo lo despertaban en las madrugadas por un antojo.

 

-        Sólo hay dos cosas, o tienen esa cosa que se llama “malestares compartidos” o… o enserio ambos están preñados

-        ¡Esa es una reverenda estupidez!

-        ¿Sabo es de esa naturaleza?

-        Nunca se lo he preguntado

-        ¿Y no te ha dicho nada?

-        No, él cree que se debe a los aderezos que preparan en su trabajo… él no sabe que yo estoy “mal” también

-        Ya vez las consecuencias de ser sukes – dijo Zoro, pensativo

-        ¡No lo digas así!... Kami… esto es terrible

 

Zoro rodó los ojos y en silencio, le entregó la bolsita con el cosplay.

 

-        Ten, tu situación da más pena

 

Ace rodó los ojos, negando levemente y recibiendo la bolsita.

Aunque tarde o temprano tendría que saber la verdad, y era cierto que no quería. Ya se había cansado re pedir que sólo sean unos simples malestares que causaba la comida del restaurante donde iba.

 

 

****.****

 

 

 

 ███▓▒░░.NEXT.░░▒▓███►

Notas finales:

¿Alguien aquí vio los oscars? ¿No? xD oki no :’v ¡Pues ganó a mejor película Moonlight! En cuya trama hace una referencia a la homosexualidad; aunque se avanza de a poco, al menos el cine hace mención a tolerarla <3

#ILoveMattDamon :v

Bueno! Me entretuve buscando m-preg de nuestros muchachos xD y a la firme, sólo encontré ZoSan (God, las ZoSan lovers son muchísimas y en tantas variedades que hasta m-preg han llegado xD) de las demás no encontré, si alguien tuviera, me haría un favor pasándome el link o la imagen misma :’v

¡Hey! simpatizantes del ZoSan, aquí ellos con m-preg, para los que deseen ver claro: IMAGEN 1 (Mas o menos lo que pasó en este episodio xD), IMAGEN 2, IMAGEN 3 /Debo acotar que aún Sanji aún no está panzoncito hahaha pronto e,é/ Y un adelanto XDD regalo para ustedes: IMAGEN 4 /La mayoría de imágenes son de cuando ya tienen al bebé, esas las pondré más adelante <3/

Yo también soy ---> #ZoSanTeam

 

Aquí MISHAZOSAN (Esto es algo hot, para mayores de 18 :v) – LAWLUACESABODOFFYCROC

 

Sanji: ¿Voy a quedar así de panzón T-T?

Autora: Te vez adorable *u*

Zoro: No, se ve gordo .__.

Sanji: ¡Tú cállate estúpida lechuga! ToT

Shanks: Dahahaha yo también estaré así Sanji, sufriremos juntos

Mihawk: ¿También te pondrás gordo?

Shanks: ¡Gordo no!... algo rellenito ¡además será tu culpa!

Mihawk: ¿Quién fue el que no uso bien las pastillas?

Shanks: ¡Eres un desvergonzado! *se trepa en la espalda de Mihawk*

Zoro: Genial, ahora tendré que aguantar no solo a un ero-cook molestoso, sino también gordo

Sanji: ¡Atrévete a repetir eso alga sin cerebro! *le lanza una patada*

*Todos pelean*

Autora: Chicos ._. es un fanfiction…

 

xD

Bueno, muchas gracias y hasta una nueva ocasión… Que tengan un buen fin de semana :3 y no olviden que si desearan dejarme algún comentario, duda, sugerencia, crítica, saludito, carita, etc, podéis hacerlo con toda confianza <3

¡Nos vemos! Muy probablemente el jueves que viene <3

 

 

 

Pdta para los curiosos: ¡Una cosa más! xD literal, no sé quién (Ace o Sabo) debe llevar el bebé, :'v estoy a un paso de dejarlos sin chamaco XD así que si alguien quisiera sugerir algo, estoy abierta a escucharle :'3 Ace, Sabo o... ambos o_oU sería interesante XD bueno ya :v

 

 

Sabado 4 marzo 2017


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