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SÍ, SOMOS PADRES por The_dark_Duchess

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Notas del capitulo:

Hola lectores de mi corazón :3

Agradezco encarecidamente a las liiindas personitas que me motivaron con un review, son muy amables C:

Aquí aún es miércoles xd aunque ya son las 10 pm, ya he de irme a dormir D:

 

Al fic:

-        Letras ena cursiva flash back

-        Letras en “comillas, negrita y cursiva” pensamientos

-        Letras en cursiva y negrita parte de la canción, si no deseáis seguir el ritmo, ignoradlas

La última canción de este fic XD porque es el último capítulo que tenía pre-escrito, salvo algunas ediciones de mi autoría, y qué decir, esta canción despierta mis feelings TTwTT

Los que deseéis escucharla, acedle CLICK AQUÍ  o en PLAY SONG allá más abajito en la escena, y los que no, no os hagáis problemas, no la escuchan xD no problem :3

 

Sin más preámbulos, gracias por estar aquí y empiecen la lectura.

Capítulo 3:

Memorias de un pasado anhelado

 

Amor:

Hilo invisible

que une las distancias

con la fortaleza

del acero.

 

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Mihawk’s PoV

Sólo era un día de fiesta, sólo eso. Pero no entiendo cómo es que cuando lo vi, mi estómago dio un vuelco. De lejos él le sonreía a todos, tenía un animado carácter y una linda sonrisa. Bastante inocente.

Quise conocerlo, claro está, y simplemente me le acerqué para hacerle el habla. Si les soy sincero, no estoy hecho para las relaciones amicales porque suelo ser bastante cerrado a mi entorno; creí que fracasaría ese día, pero intentarlo valía la pena. Él lo valía.

Al menos no me fue complicado saber su nombre, era Shanks.

Era impresionante la manera en la que se explayó conmigo, me hiso sentir como si estuviera en casa, y su manera de mirarme me mataba. Si no tuviera experiencia, no me habría dado cuenta que me estaba coqueteando. No iba a dejar ir esta oportunidad.

Pero esa noche pasó lo que tenía que pasar tal vez.

Tuve con él el mejor polvo de mi vida. Este pelirrojo no sólo tenía un carácter agradable, sino también era muy bueno en la cama. Me gustó. Y como quería seguirlo viendo más a menudo, no se me ocurrió otra cosa que ser su “amigo con derechos”. Tal vez debí ser claro o tomar otro camino, no sé. Pero mi lujuria hacia él me ganó.

Las primeras tres semanas me la pasaba contando las horas y días para volverlo a ver, y luego de tener sexo, él me contaba cosas, algunas de su día, algunas otras de los profesores y sus desventuras, también experiencias pasadas. Me preguntaba sobre mi día, me animaba si estaba mal y ayudaba en algunos proyectos universitarios. Teníamos dos cursos en común en la universidad. También conversábamos y salíamos cuando no estábamos dentro de la universidad, siempre la pasaba tranquilo cuando él estaba cerca.

Y así, me enamoré.

¿Cómo no enamorarme?

Fue en poco tiempo, unas semanas; entonces me hice adicto a él, tanto que se lo hice presente en cada momento. Pero él seguía sonriendo como la primera vez, como le sonreía a todo el mundo. Cuando estábamos en el aula de vez en cuando lo miraba, y cuando nuestras miradas se cruzaban él me sonreía muy cálidamente, en una mueca ligera que lograba escarapelarme la piel y hacerme sentir mariposas en el estómago. Él me quitaba el aliento.

Me hice más posesivo, quería tenerlo siempre, a cada momento; inclusive lo seguía cuando se iba a beber con sus amigos o sólo. No quería que algún otro lo mirara más allá, sólo quería ser yo.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Ambos estábamos sentados en un restaurante un día que no estábamos en la universidad. Habíamos llegado hacia poco, ni la carta nos habían traído.

-        Mihi fuiste muy cobarde al no salir al frente a decirles que tú hiciste todo el trabajo- él estaba incómodo

-        No soy cobarde

-        A ¿no? Entonces eres muy tímido- sonríe con picardía

-        Tampoco, sólo no quise problemas

-        Sí eres tímido Mihi- me saca levemente la lengua

-        No- expulso aire estresado

Él mira el techo pensativo.

-        Entonces te reto a que me beses, aquí y ahora, en un lugar público, sería escandaloso ver al hijo de alguien tan importante en esas circunstancias

Se levanta y apoya sus manos en la mesa, inclinando su cuerpo hasta la mitad de la mesa y mirándome fijo.

-        No creo que te atrev…

Adopto su misma posición, sólo que yo me sostengo con una mano mientras la otra toma su mentón, no le dejé terminar su frase porque apresé sus labios con los míos, luego metí mi lengua todo lo que pude, lo más profundo y exploré su cavidad con fiereza. Le lamí todo, y su lengua intentaba seguirme el ritmo algo desesperante. El beso duró mucho, y al finalizarlo, le mordí suavemente el labio inferior. Nuestros ojos se abrieron y él sorprendido y levemente sonrojado se sentó de golpe.

-        Me has dejado sin aliento Mihi…

-        No le temo a las apuestas- le digo relamiéndome los labios

-        Jajaja lo has dejado claro

Me sonríe. Luego viene la mesera, no me importa si nos han visto pocas o muchas personas, en serio no me importaba.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Y cuando le hacía el amor me sentía en el paraíso, gozaba mucho más que antes, todo de él era mi sueño. Fueron muchos meses que él siguió comportándose como mi amigo con derechos, y yo era tan idiota que no me atrevía a confesarme.

Él era libre.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

-        Mihi tu casa es inmeeeeeeeeensa- dijo mirando la decoración elegante de mi mansión

-        En realidad no es mía, es de mi familia, pero actualmente soy yo el que la ocupo, prácticamente me la han dejado, cuando trabaje la pasarán a mi nombre

Estábamos en la semana de descanso luego de los exámenes finales; y lo había invitado a vivir a mi casa hasta que volvamos a la universidad, que era un internado, casi como en los Estados Unidos, una bastante prestigiosa.

-        ¿No te sientes sólo al vivir en un lugar tan grande? Yo no podría

-        No importa

La compartiría con él si es que nos casamos, así que no la pasaría solo. Cuando llegamos a mi cuarto él se tiró sobre la cama.

-        ¿Dormirás aquí?- le pregunto

-        No me digas que pretendías que durmamos en habitaciones diferentes Mihi…

-        Nunca dije eso

Me lanzo sobre él y lo beso desesperadamente, nos separamos levemente mientras yo acaricio su rostro y lo miro fijo a los ojos. Luego bajo a su cuello y lo lamo una y otra vez suavemente.

-        Jajaja Mihi… me haces cosquillas- dice él sonriendo

Sonrío ligeramente y desabrocho su camisa, explorando con la punta de mi nariz su piel, acercándome a sus pezones antes de succionarlos con dulzura. Él ya está duro, tanto como yo.

Cuando le doy una mordida a su piel él se remueve suspirando ansioso, me encanta. En poco tiempo logro liberarlo de sus ropas y sacarme las mías, lo preparo con desesperación mientras sus manos acarician mi espalda y su mirada se pasea por mi desnudez.

Y cuando lo siento listo me introduzco suavemente en su estrechez, siempre logra arquearme la espalda y ponerme a tono en instantes; lo beso suavemente mientras ahogo sus gemidos cada vez que lo embisto, siento como sus piernas envuelven mis caderas cada vez más fuerte debido a que voy aumentando mi fuerza, él aprieta su interior cuando le rozo su punto, arrancándome gemidos que libero cerca de su oído.

-        Haaa… Shanks…

Me está arañando la espalda inconscientemente, sus manos me sujetan muy fuertes y sus ojos están entrecerrados mientras su cuerpo se agita al ritmo que mis embestidas le marcan, me gusta saber que disfruta.

-        Ha… ha… Mihi… no pares…

Aprieto sus nalgas suavemente antes de manosear sus piernas y dedicarme a masajear su erección cuando dejo chupetones en su tórax, hacerlo con él me volvía loco….

(PLAY SONG)

Pasó mucho. No tengo ni idea de cuánto tiempo estuve haciéndole el amor, supongo que fue mucho porque él estaba agotado cuando terminamos.

-        Definitivamente, cuando te cases, vas a tener a tu esposa bastante satisfecha- dice mirando el suelo

Eso dolió. Me dolió.

¿Cómo puede decir algo tan doloroso así nomás?

-        Y cuando te cases, por favor, no me invit…

Lo besé nuevamente, no me iba a casar con nadie si es que no era él, yo ni siquiera podía imaginarlo.

Y lo volví a tomar, lo hice mío varias veces más, sin importar que él estuviera agotado, iba a pagarme por haber dicho algo tan cruel.

Vivimos una linda semana. La mejor para mí.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Yo no quería quererte

Y no lo pude evitar…

Mil veces sentí deseos de cogerle la mano, y mil veces me quedé quieto, sin hacer nada. Estaba un poco confundido; quería decirle que lo amaba, pero no tenía idea de cómo empezar.

Y yo no sé mi amor que hago buscándote

Era bastante complicado.

Si te gano pierdo libertad

Y tenía miedo, mucho miedo. Este sentimiento se estaba haciendo demasiado fuerte, lo suficiente como para robarme el sueño por las noches. Me tenía preocupado el hecho de ser demasiado dependiente de él.

Si yo no me quiero enamorar…

Yo no quería tener ataduras, no quería sentir esto por alguien, no sabía que era tan nocivo, tan devastador.

Guarda en silencio mis besos…

Despídete sin voltear…

Porque al besarte me pierdo…

Pero a mi corazón, ¿quién le puede explicar?...

Pero aun así, no quería alejarme, no quería dejar de ver su sonrisa cuando nos despedíamos o su sonrojado rostro cuando lo hacía mío.

Ahora entendía cuando decían que el amor es un arma tan poderosa… capaz de levantarte o destrozarte en instantes.

El amor es un miedo precioso.

Y yo no sé mi amor qué hago besándote

Si yo no me quiero enamorar…

Había pasado mucho para mí, y entonces su actitud en la cama cambió, se hiso más dulce y ardiente a la vez, me mataba, simplemente así, yo sentía el fuego, la química, esa pasión intensa entre ambos que no había sentido antes. Y no sólo en la cama, sino que su mirada era diferente, era más devastadora para mí, sus manos solían tomar las mías, según él para calentarnos del frío… sí, encajábamos bien. Había cambiado su actitud conmigo… y eso me gustaba ¿Tal vez se había enamorado de mí?

Ojalá.

Pero mientras más correspondido me sentía, más miedo tenía; quería y a la vez no, alejarme de él, antes de que no me pueda salvar de amarlo para siempre, porque eso sentía, hasta el punto de querer casarme con él e imaginarnos adoptando muchos hijos.

Era una locura que debía terminar.

Yo acepté un viaje de estudios hacía meses, había estado planeado desde siempre. Y por muy tonto que sonase, pensé que eso me sanaría de lo que sentía.

Y el punto de declive llegó. Una noche de amor, donde se lo hice durante mucho rato, y no me cansaba de hacérselo, no a él.

(END SONG)

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

 

-        Te amo…

Su declaración me dejó de piedra. Me llenó de esperanza y desilusión a la vez, no entendía… se suponía que había esperado mucho tiempo que dijera eso. Yo me iría, no quería hacerle daño, él tampoco debía de enamorarse… estaba seguro de que no lo haría… que estúpido fui.

Atiné a envolverme en una de mis colchas, dejándole una, hacía mucho que lo abrazaba luego de hacerlo mío, me gustaba dormir así. Pero no podía hacerlo ahora, estaba confundido y pasmado.

Y lo sentí irse. Salió lo más rápido que pudo luego de vestirse. Me sentí culpable.

Podría haberlo seguido, haberle gritado, haberle dicho cuanto lo amaba.

Pero me quedé cavilando solo en mi habitación…

Y esta noche sería la última que lo tomaría. Me lo prometí. No podía hacerle más daño.

 

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Las semanas fueron pasando, él me hacía mucha falta realmente; pero todo se acabaría cuando tome mi próximo vuelo a Inglaterra y luego a Italia, tenía que llevar la parte de mi padre en el negocio familiar y mi primo ya me había tomado la delantera por bastante, era mucho mayor que yo.

Realmente esperé que Shanks fuera al aeropuerto para verme, y yo quería que él evitara que me fuera, pero nada pasó; que ironía que algo tan intenso termine de la manera más estúpida. Y sí, era mi culpa.

Y nunca pude decirle “amor”, “mi vida” o “cariño” o algún otro cariñoso apelativo que suelen usar las parejas porque no fuimos nada… y eso era lo que más dolía, porque pude tener la dicha de hacerme llamar su novio o su pareja… estaba cerca, y se me escapó de las manos. Como el agua que se escabulle entre los dedos.

Fui un buen estudiante durante mi tiempo fuera; realmente puse de mi parte, además, no tuve distracción hasta que me gradué y terminé la maestría.

No voy a negar que intenté buscar a Shanks en otras personas, pero me fue imposible. No pude.

 

 

Entendí que luego de experimentar el hacer el amor, el sexo queda en un plano diminuto; hacer lo primero supera con creces a lo segundo. No necesitaba otro cuerpo y otra persona, quería sentir lo que sentía cuando lo hacía con Shanks. Y para ser sincero, me fue imposible encontrarlo.

 

Cuando tomé la gerencia en Nápoles, las cosas en la corporación crecieron mejor de lo que se esperaba, pero yo me había resignado a quedarme solo, mi humor empeoraba sin razón y el estrés me mataba, todos decían que era un amargado. Solía masturbarme pensando en Shanks muchas veces, que enfermizo de mi parte.

Y pasaron cerca de once años.

Yo me había dejado al abandono emocional. Era un hombre frío de negocios, alguien que viviría sólo.

O eso creía.

¿Por qué simplemente no abandonaba todo e iba a buscarlo?... pero… ¿y si ya tenía pareja? o peor… ¿si ya se había casado?

Eso me mataría, sería un disparo directo al corazón, una apuñalada sin cavilaciones. Sin anestesia.

 

Y se me presentó la oportunidad de mi vida. El momento de decidir si mi destino podría cambiar; me ofrecieron la gerencia en Tokio, mi sobrino había quedado descartado entre los candidatos ahora que Koshiro, mi primo, se retiraba. Aún era muy joven para algo así, además, su vocación no estaba en esto de la gerencia.

Iba a ser después de unos meses pero yo mismo pedí que fuera al día siguiente. Tomé la propuesta, y con ella, la oportunidad de regresar. La escasa esperanza de volver con Shanks aún alumbraba tenuemente en el oscuro pasadizo de mi corazón.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Shanks’s PoV

Me dirijo con miedo hacia la oficina del CEO, me había mandado a llamar… no entiendo qué es lo que querrá.

Cuando entro inmediatamente mis ojos buscan su figura sobre el escritorio, no sé por qué pero estoy alerta a que haga algo, já! Como si fuera a intentar algo.

-        Aquí están los informes de la semana y si lo desea, de todo el mes

Dejo los fólderes sobre su escritorio y hago ademán de irme.

-        No te he pedido que te retires - dice él

La piel se me eriza levemente y trago saliva, aún sigo mirando el escritorio, no soy capaz de verlo a los ojos.

-        Mírame a los ojos Shanks, es una orden

Por todos los dioses, que hijo de... sabe que su mirada es mi debilidad. Y entonces lo hago, nuestras miradas se cruzan, él me sostiene firmemente, hay un brillo especial en ellos.

- Dígame qué otra cosa se le ofrece de mí – mala idea decir eso, siento como sus ojos me escanean de arriba a abajo

- ¿Cómo has estado? – se atreve a preguntar

¿Estaba de broma? ¿Acaso él pretendía abordar el tema así como si nada? Por kami! ¡Habían pasado once años! ¿Qué le diría? "Pues he estado criando a nuestra hija que ya tiene once años y sí, ya eres padre"

- No tengo la obligación de responder – puede que me esté jugando el trabajo al responder así

-  He planteado una pregunta, espero una respuesta

- Pues si le da curiosidad, puede usted retroceder en el tiempo y averiguarlo

- Shanks…

- Señor Akagami para usted

Él bota aire con expresión frustrada.

- Shanks, tenemos que hablar...

 

Mihawk’s PoV

Él estaba exasperado y lo entiendo, fueron once años...

- No  tiene que alterarse- digo con cautela

- Nadie está alterado señor Dracule

¿Señor Dracule? ¿A dónde fue el Mihi? Bueno, no es como si esperara un apelativo cariñoso luego de todo lo que ha pasado. Aún no. Entonces me levanto y voy directo hacia él, quien respira profundo y traga saliva. Ajá, aún lo pongo nervioso. Me gustaría que las cosas fueran más simples, pero he de pagar lo que hice.

- No te acerques...

Lo hago retroceder hasta que su espalda es detenida por la pared. Respiro su aroma, huele a papeles y oficina, aparte de un dulce aroma que me es difícil descifrar… parece que se dedica bastante a su trabajo; aunque su piel debe de saber como antes...

Miro fijo a sus ojos, y tomo su rostro.

- Aléjate, por favor

- No quiero

- ¿Por qué me haces esto?- sus ojos están acuosos, él intenta abrir la puerta pero la cierro, estampándola fuertemente con una mano.

Intento besarle pero él gira su rostro e intenta apartarme, tomo sus muñecas y las apego a la pared con mis manos, una a cada lado de su cabeza. Atrapo su mirada con la mía e intento besarlo nuevamente pero apega más su nuca a la pared.

- Shanks lamento haber dejado de hablarte, haberme ido así de repente y desaparecer por once años

Shanks y yo nos quedamos mirando un rato, libero su mano y me acerco nuevamente, esta vez a su cuello antes de apegar mi cuerpo al suyo.

- N-no lo hagas Mihawk... ngh...

Está cediendo, bien, punto a mi favor. Yo sé cómo tocarle para que ceda, para que se vuelva loco.

- Vamos hermoso, sé que deseas que te bese tanto como yo deseo hacerlo

- Estás loco...

- Probablemente loco por besarte

- Y eso será algo que no conseguirás

- Hmmm... Hoy no, si tú lo decides así... pero lo conseguiré

- Estás siendo obstinado – dice entre cerrando sus ojos

- Estoy enamorado de ti, tal vez sea obstinado, seguro, arisco, serio, frío y muchas cosas que dicen... y estoy enamorado de ti, y ese es mi estado favorito

Le veo sonrojarse notablemente ante mi confesión, pero aprovecha una distracción mía antes de zafarse de mi agarre.

-        No haga las cosas más difíciles señor Dracule, aquí y en todos lados, no somos más que jefe y trabajador… no lo olvide

Me lanza una fría mirada y se va cerrando fuertemente la puerta, boto aire frustrado, sí que cuando se enoja puede hacer temer… pero le conozco, es una dulzura de persona… no me rendiré  Shanks…

Y tú más que nadie deberías saberlo.

 

****.****.****.****

 

*** En la casa de los Portgas (narradora) ***

Un chico rubio con semi ondulados cabellos y figura esbelta tocaba el timbre de la gran casa, llevaba el pastel favorito del pecoso, su gran y mejor amigo desde años.

-        Hola Ace, te traje un pastel de… – el chico dejó de hablar al ver el semblante de su amigo - ¿sucede algo?

Ace le miraba tétricamente, la verdad era que no se esperaba una bienvenida así, sólo le había visto ese semblante cuando se peleaban por cualquier tontera.

Sabo pasó siguiendo al azabache de pecas y cerró la puerta.

-        Hey Ace, ¿por qué estás as...?

-        ¿Y Luffy?

-        ¿Mn?

-        Luffy, nuestro HERMANITO, ah perdón, lo hiciste tu novio, lo olvidé disculpa

-        Ace ¿tienes algún problema con eso?

-        Noooo qué va, cómo crees – ok, el tono del pecoso era muy obvio, estaba molesto – si me parecen la pareja del año

Y Sabo tampoco se dejaría, así que cruzó sus brazos.

-        ¿A qué le temes Ace? Respeto a Luffy más de lo que te podrías imaginar

-        Ese no es el punto

-        ¿Entonces cuál es?

Ace desvió la mirada, no se atrevería a confesarle sus sentimientos de esta manera, pero lo irritaba tanto.

-        Sólo piensas en ti, Ace, Luffy estaba sintiéndose solo, ya no pasábamos el mismo tiempo juntos, cuando me enteré que faltaste a la salida del parque con nosotros porque tenías resaca me molesté, pero no te dije nada y seguimos incluyéndote en todos nuestros planes, sin embargo tú hacías cosas sin tenernos en cuenta – el rubio botó aire – y ahora que hicimos una, UNA sola cosa por nuestra cuenta, te molestas

-        Cállate

-        No, me escuchas – se acercó un par de pasos – necesito que me digas qué es lo que te molesta de esto… no te angusties, te queremos, siempre seguirás siendo nuestro hermano jurado…

-        ¡Es que yo no quiero que seamos eso!

El rubio no entendió muy bien y el pecoso se sonrojo. “Mierda…” pensó antes de bajar su mirada al suelo.

-        Ace, si podrías ser más claro…

-        Sólo… Sabo, si Luffy sale lastimado tendremos que vérnosla, por mucho que me duela

-        Respeto sus sentimientos y te entiendo, también me las vería si alguien intentara hacerle daño…

-        Ese es el problema, este tipo de cosas no pueden pasar… entre… hermanos

-        Sólo… pasó – el rubio recordó ese extraño momento en el que le sugirió la idea a Luffy, un momento de inercia – las cosas están hechas

-        Sabo – el azabache le miró a los ojos – ¿estás seguro de esto?

Entonces el cuestionado tragó saliva ¿qué le iba a decir? Luffy se sentía triste y en su afán de hacerlo sentir mejor lo propuso, y sin tiempo a retractarse, Luffy ya aceptaba muy curioso la nueva experiencia. Sí, quería a su novio muchísimo, pero esa categoría también implicaba atracción física y sexual, y para ser sinceros, Sabo no se veía haciéndole eso a Luffy.

-        Estoy… estoy… - no quiso responder

El rubio se dispuso a salir.

-        ¡No me respondiste! ¡No huyas!

-        Sí, ¿contento?... – Sabo espetó algo presionado – estoy seguro – abrió la puerta – cuídate, no vayas a tantas fiestas

Y cerró la puerta para salir de la casa del pecoso. Este, golpeó la pared frustrado y se dejó caer lentamente hasta sentarse en el suelo, si tan solo pudiera retroceder el tiempo, hubiera dejado de ir a esas fiestas y pasarla con Sabo y Luffy jugando play, cartas o lo que sea.

Sabo sólo se recostó en lar verjas de la salida para calmarse, nunca se habría imaginado que a Ace le hubiera afectado tanto la situación. De pronto sintió que lo estaba poniendo entre la espada y la pared, entre ambos, él y Luffy… así que para no obligarlo a escoger un bando, debía hacer que las cosas fueran bien; no estaba dispuesto a sacrificar su amistad por este asunto, así que ya lo había decidido, tendría que hacer muy feliz a Luffy, o todo podría irse al demonio.

 

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******** En una gran casona del distrito de Dressrosa ********

 

Trafalgar D. Water Law, ese era su nombre completo, hijo adoptivo de Donquixote Doflamingo, un enigmático empresario del mundo de la moda. Para lamento del rubio, su hijo adoptivo no tenía ni el más ínfimo interés en el negocio familiar. Ese día, el joven de patillas llegaba algo retrasado, el tráfico del centro de la ciudad había sido más que terrible. Cuando entró por la puerta principal, lo primero que pisó fue una camisa extraña, es decir, no era de los gustos del señor Doflamingo, como solía decirle, tampoco era suya y menos de Rosinante; esa camisa era demasiado tétrica para pertenecer a su padre adoptivo o a su tío.

 Alzó una ceja extrañado, ya conocía la personalidad del Sr. Doflamingo, un hombre cruel y burlesco, que lo encontró cuando tenía unos 10 años en los confines más abandonados de la ciudad, más bien, sino hubiera sido por Rosinante, su tío, éste jamás hubiera pensado siquiera en adoptarlo.

Una vena de molestia sobresalió de su frente cuando empezó a escuchar gemidos que al parecer provenían de la parte superior de la casa. Ajá, el Sr. Doflamingo tenía compañía y no se molestaba siquiera en disimularlo. Apartó con el pie algunas prendas también desconocidas para él y decidió no hacer caso a los imprudentes sonidos.

Fue a la alacena de la cocina, donde encontró algunas cosas desordenadas.

“No es cierto, ¿también lo hicieron en la cocina?” pensó algo hastiado, ya nadie respetaba la casa. Fue a por un poco de té, se sirvió sin revisar el recipiente del agua y remojó el sobre, iba a tomar de su vaso hasta que vio un consolador vibrador remojado en el agua de la olla de donde se había servido.

-        ¡Esto es el colmo! – gritó molesto y con los ojos bien abiertos

Botó todo el té por el lavaplatos y salió de la cocina con dirección hacia el segundo piso, le importaba bien poco si interrumpía al Sr. Doflamingo en pleno acto, pero de que tenía unas palabritas que decir, las tenía.

-        Será mejor que no interrumpas a Doflamingo, Law – el chico giró para ver a su tío recostado en el sofá leyendo el periódico

-        Cora-san ¿Es enserio? Si vieras lo que encontré en…

-        Sí, lo sé, también lo vi – sonrió divertido – es realmente asqueroso pero divertido ¿no lo crees?

-        Tú tampoco tienes remedio, ¿quién es?

-        ¿Quién es quién?

-        La persona que está con Doflamingo allá arriba

-        No lo sé, yo también llegué hace poco y ya estaban en lo suyo

-        Tsk, no veo la hora de graduarme e irme de aquí

Corazón, un hombre rubio pero de curiosa mirada, dejó su periódico y se viró para ver a Law.

-        Sabes que sin un título aquí en Grand Line te comerán vivo

-        Ya estoy en eso

-        Ya veo – el rubio sonrió – mientras sigas las reglas de Doflamingo, creo que podrás llevarte bien con él…

-        Cora-san, no lo soporto, cada vez que lo veo me insinúa lo de la casa de modas…

-        Esa fue mi estrategia

-        ¿El qué?

-        Para que te adoptáramos, le dije que necesitaría un heredero, sino, querido Law, estarías pateando latas en quién sabe dónde…

-        ¿Por qué lo hiciste? – Law se sentó en el sillón del frente – nunca te había preguntado al respecto

-        Quién sabe – sonrió de oreja a oreja – supongo que el destino estuvo de tu lado ese día

El menor de los varones se tapó los oídos, los gemidos estaban empezando a subir de tono.

-        Al parecer ya van a llegar al clímax – dijo Rosinante en manera pensativa

-        No necesito saber eso, qué desagradable

-        Cierto, Law, ¿ya sabes lo que es el sexo?

-        ¿Y a mí por qué me importaría saber de eso?

-        Porque a los chicos de tu edad les da curiosidad

-        ¿Me vas a dar consejos? Te aseguro que no vendré con una joven embarazada pidiéndoles piedad, eso no va conmigo

-        Jajajajaja ¿apostamos?

-        ¿Estás insinuando que embarazaré a alguien? – el joven de patillas entrecerró los ojos

-        Yo no dije eso – negó con sus dedos índices – pero se me apetece una apuesta, además, se supone que no te debería dar miedo

-        Perfecto…

Se escuchó algo romperse en la parte de arriba.

-        Qué rudeza – dijo el rubio divertido

-        Me voy, no soporto esos ruidos

-        No me has dicho los detalles de la apuesta

-        Si yo gano, convencerás a Doflamingo para que me deje de una vez en paz con lo de la casa de modas

-        ¿Y si yo gano?

-        Escoge

-        Seré el padrino de tu mocoso

Law asintió en seco y salió de la casa, no le tomó ni pizca de importancia, ya que nunca pasaría.

O eso creía.

 

 

*******.********.******

 

Sanji’s PoV

Me coloco la chaqueta antes de salir e ir al ascensor, apenas y me doy cuenta cuando una mano detiene el que las puertas se cierren, abro los ojos desconcertado al ver a Shanks entrar mirando el suelo, sus ojos están acuosos, se recuesta sobre el frío metal de las paredes y suspira tragando saliva. Cuando me ve, me sobresalto un poco, él también lo hace e inmediatamente sonríe como si nada.

-        Hola Sanji… es extraño que salgas a esta hora del trabajo

Cierto, siempre termino unas dos horas antes que ahora, pero… como sé que tendré esa cita con el marimo pues definitivamente hice todo a velocidad tortuga… mientras más corto sea el tiempo que pase con él… mejor será. Necesito librarme de esta locura.

-        Curioso es verte en ese estado… ¿sucedió algo?

-        Dahahaha no pasa nada… me golpeé un poco al ir prisa…. Aún duele- señala su brazo, sé que miente… ya averiguaré que pasa

Bajamos en silencio y nos despedimos con un ademán- ¡Salúdame a Sellawk-chan!- le digo a lo que él voltea y me sonríe asintiendo.

Suspiro nervioso, por Dios, estoy a punto de tener una cita con el sobrino del CEO… ¡eso no debe ser permitido! A pesar de lo muy “empleado común” que ahora sea, no deja de tener influencia… o al menos eso creo.

Una vez salgo del edificio, la brisa de la tarde me da la bienvenida, miro hacia los lados para ver si él está aquí… será que olvidó la cita… pues si es así entonces me siento aliviado.

-        Joven, la salida es por aqu…

-        Ya lo sé, no necesito que me lo recuerden

Giro sobre mis suelas al escuchar aquello, eran el portero y el alga.

-        Demoraste mucho en salir – afirmo, aunque no habían pasado ni cinco minutos desde que yo lo hice

Y, debo reconocer, se ha puesto algo… guapo, ¡no me malinterpreten! Sé reconocer el buen vestir, eso es todo. Su saco plomo elegante se ciñe muy bien a su cuerpo y… mejor dejo de pensar, que ni mi conciencia me juega una buena racha hoy. Apenas puedo retroceder antes de que me tome del brazo fuertemente y me obligue a caminar con él. Algunos están mirándonos, me siento raro, pero a él parece no importarle.

-        ¿Vas a llevarme a donde sea que vallas, caminando?- inquiero un poco extrañado

-        ¿Alguna queja? Me gusta caminar… además, el cine está cerca

¿Cine? ¡Valla con esta alga! Resultó ser igual que todos los chicos, yo también llevaría a una chica al cine si tuviera una cita, de hecho, siempre lo hago… ¡pero yo no soy una mujer!... ¿a los gays también les gustan este tipo de cosas?... porque yo no pertenezco a ese grupo.

Se me cae un goterón de la sien cuando veo que estamos caminando en cualquier dirección menos en la del cine… ¿en serio sabe dónde demonios está?

-        Oe marimo… ¿seguro que estamos yendo al cine?

-        Tsk! Claro, estoy seguro que está cerca…

Le veo sudar mientras piensa y seguimos andando, este chico no tiene ni idea de dónde mierda estamos. Y a decir verdad, yo tampoco, nunca había caminado por estas calles, estos edificios no me son familiares… ¡tenían que pasarme estas cosas a mí!

Me zafo de su agarre y le lanzo una mirada furiosa.

-        ¿¡Qué crees que haces!?

-        ¿No es obvio? ¡No tienes ni puta idea de donde carajos estamos! Ahora el que guía soy yo… tienes un sentido de orientación de mierda

-        Valla con esa boquita, tres palabrotas en una sola frase

-        No te hagas el chulo conmigo que no pega, apuesto que eres más hijo **** que yo

Le veo que está por protestar y le volteo la cara, a ver si puedo analizar en donde estamos… pero el alga esta se adelanta a preguntar a un policía, corro hacia ambos de inmediato pues, algo me dice que aún con indicaciones, este se perdería.

-        Ahora yo guío – le digo y sin esperar su afirmación empiezo a seguir las indicaciones del policía

Llegamos a un cine que no había visto antes, algo oculto pero misteriosamente tétrico. Ni siquiera tiene letrero de nombre ¿Qué clase de cine de mala muerte es este? Y al parecer, él también está algo desconcertado.

Sin mucho preámbulo entramos para ver la cartelera, pero resultan ser algo extraños los títulos, al final escojo una con título raro pero que tiene un anuncio con una bella señorita sonriente, así que debe ser buena.

-        Yo pago – me dice algo extrañado ¿qué le sucede?

-        Claro que pagas, tú me invitaste – aún estoy algo irritado por esta situación

Las personas que vienen aquí son en su mayoría varones o parejas, ¿no hay niños? En los cines siempre hay niños. Qué raro.

Una vez estamos dentro de la sala, espero impaciente la hora para que por fin comience la función y me libere de esta terrible tensión al no saber de qué demonios conversar con él. ¿Por qué me ponen estas pruebas a mí?

Ni bien empieza la película, sé que hay algo malo aquí, es algo… extraña. Y compruebo mis sospechas a la media hora. Esta es… esta es… ¡una película porno!... ¡Es más! ¡Este es un cine porno!... por todos los cielos… con razón no hay niños aquí…

¡Esta es la peor primera impresión que algún ser vivo podría darme en mi vida!

Quiero encararle pues está a mi lado pero no puedo de lo avergonzado que estoy, además, los gemidos de la damisela de la película resuenan por toda la sala.

-        Pss… - intento llamar su atención – psss … - ya cansado, le miro, no puedo seguir viendo esto

Pero en vez de ver a Roronoa observando atento, se masajea la sien notablemente incómodo.

-        Maldito Bon Clay y sus recomendaciones estúpidas…

-        ¿Dijiste algo? – le digo en un tonito amenazante

-        Na… nada… tsk

-        ¿¡Cómo se te ocurre traerme a un cine porno!? ¿¡Estás loco!? – grito en susurro

Nos miramos fijamente hasta que los gemidos y las palabras en pleno acto de la película empiezan a subir de tono. No puedo evitar sonrojarme de la vergüenza y él también pinta de carmín sus mejillas.

Momento incómodo por mil.

-        Mejor nos vamos

Le sigo más porque ni loco me quedo viendo esto, muy aparte, creo que esta alga tiene un pésimo sentido de la orientación.

-        Ahora sí, Roronoa Zoro, cómo es que terminamos viendo ese tipo de pelícu…

-        Tú la escogiste

-        ¿Ahora resulta que yo soy el culpable? Si tú me trajiste aquí…

-        Escucha, no fue mi intención… tsk… Bon Clay las pagará

-        ¿Quién?

-        Nada

Miramos algo nerviosos para otro lado, ¿ahora qué? Seguro…

-        ¿Te gustaría hacer algo? – me pregunta alzando una ceja

-        Nada en especial, tengo hambre

-        Entonces vamos a un restaurante

-        Sí… pero yo guío ¿ok?

Al parecer, el ambiente desconfiado de hace un rato había desaparecido. Busco un buen lugar de comida francesa, estaba antojado de Coq au vin y dudaba que Roronoa se opondría.

-        ¿Comida francesa? – me pregunta mientras buscamos mesa

-        Sí, ¿nunca habías probado?

-        Pues sí… pero ¿no podríamos ir a otro lug…?

-        ¿Sucede algo con este restaurante?

-        No y sí…

Finalmente, nos asignan una mesa al lado de la ventana mientras nos entregan la carta. ¿Qué le sucede? ¿No puede relajarse aunque sea por un segundo? Está que observa por todos lados el lugar y enseguida compruebo por qué.

Una bella mellorine con curvas de muerte y unos ojazos cielo viene hacia nosotros, mis ojos cambian a corazones en instantes ¿será que le llamé la atención? Aunque luce algo… enojada.

Y vaya que enojada pues ni bien llega, se planta frente al cabeza de alga y le propina una buena bofetada. Ha de tener cachetes de acero, o estar acostumbrado a recibir golpes.

-        Ouch… Conis, no tenías que…

-        ¡Te dije que no quería volver a verte!

Y de inmediato, la chica se va lanzándole miles de maldiciones.

Yo por mi parte le pateo el tobillo por debajo de la mesa, cuando una dama está molesta contigo, es porque algo terrible has de haber hecho.

-        ¿¡Y tú por qué me pegas!?

-        ¿Por qué esa hermosa señorita te ha golpeado!? Dudo que sea de loca

-        No, pero tampoco es mi culpa…

Tira la servilleta en la mesa y se levanta.

-        Oe… espera ¿a dónde crees que vas?

Ruedo los ojos y salgo tras él, qué noche, ahora resulta que me deja aquí varado, a su cita ¿no tenía tantas ganas de salir conmigo? Enserio que este chico me va a sacar de casillas.

-        ¡Oye! ¡Espera! ¡Te perderás! – sí, si lo dejaba solo, seguro este chico llega a China

-        Creo que ya te he incomodado lo suficiente, así que déjame en paz

-        ¿Ahora resulta que eres tú el que no quiere seguir la cita? – le sigo hablando mientras caminamos a paso rápido – además, no me has dicho por qué la mellorine te ha pegado

-        No es tu asunto

-        Buen punto ¿era por eso que no querías entrar ahí? ¿sabías que allí estaba ella?

-        Tsk!

-        Ah… ahora no me hablas…

Le sigo el rumbo en silencio, estoy a dos pasos detrás de él y para distraerme saco mi cigarrillo.

Luego de un largo momento en silencio, choco con su espalda levemente pues ha parado. Me mira de soslayo y se recuesta en el puente ¡Hemos llegado a un puente! El más grande de la ciudad. Imito su posición, ambos miramos el gran lago en silencio.

-        Esa chica se llama Conis, era mi cuarta prometida, su padre hizo de todo para intentar unirse a nuestra familia, así aseguraría su cadena de restaurantes

Él rompe el silencio y lo único que me queda es escucharle.

-        Pero yo rompí nuestro compromiso hace un par de meses… su familia estaba recibiendo apoyo de la mía y… ella me imploró que no lo hiciera… sin embargo no hice porque debía hacerlo

-        Un hombre que no se compadece con los suplicios de tan hermosa damisela es…

-        Probablemente ya estaríamos casados si seguía con eso, dime, ¿qué es peor? ¿condenarla a una vida vacía al lado de un chico que jamás la amaría? O… dejarla en paz para que se enamore…

Valla con este, sabe pensar.

Nos quedamos en silencio por un rato… ¿qué clase de situación es esta?... este silencio no es incómodo, es como si nos conociéramos de alguna vida pasada. Ja, sí claro.

-        Bueno, no voy a juzgarte pero tampoco a aplaudirte

-        ¿Te gusta fumar?

-        ¿Ha? Sí… aprendí desde joven, me relaja

-        Deberías dejarlo

-        ¿Ha? No te pases tonto que no eres mi mamá para darme órdenes

Él sonríe ligeramente y eso me pone algo a la defensiva.

-        Mi padre quiere nietos – susurra

-        Pues dáselos

-        Soy gay ¿no te has dado cuenta? – lo dice sarcásticamente

-        Existen miles de métodos, inseminación artificial ¿te suena? algunas mujeres alquilan sus vientres, aunque no esté muy de acuerdo con eso

-        Sí, pero a mi padre le preocupa los comentarios

-        Al demonio lo que diga tu padre, créeme, no hagas lo que te digan, no serás feliz

-        Parece que eso te cala cejitas

-        ¡Deja en paz mis hermosas cejas, marimo!... y sí, estudié algo que no quería porque mi familia lo quiso así, pero seguiré mi vocación

-        ¿Cuál es? – me mira extrañado

-        Cocinar…

-        Por cierto ¿Por qué me dices marimo?

-        Es una especie de esponja de mar verde, búscalo en la web, es igualito a tu cabello

-        Ja-ja- já muy creativo cejitas de espiral…

Y sí, era posible tener una conversación tranquila con esta alga, aunque nos poníamos sobrenombres estúpidos a menudo, sin embargo, creo que esta cita no ha sido tan lacra como pensé que sería.

 

******* Cerca de las 12pm (narradora) *******

 

““Te recomiendo este cine, hay buenas películas para ponerlos en ambiente”… buen cine mis pelotas, estúpido Bon Clay…” pensaba el peliverde chico mientras entraba a un night club con un cartel de fosforescentes muy llamativos. El “Okama Paradise” era uno de los night club más concurridos de la ciudad.

-        ¡Zoro boy! ¿Y esa sorpresa?

-        Hola Ivankov

-        ¿Por fin te animaste a ver mis shows? Pero las noches gay son los lunes y sábados

-        ¡No he venido a ver esos perturbadores shows! – espetó avergonzado el menor

-        ¿Viniste a ver a las bailarinas? – el okama soltó una gran carcajada – ¿qué psicólogo te volvió hetero?

-        Ni uno ni lo otro… tsk, vine buscando a Bon Clay

-        ¡Zoro! No sabía que te gus…

El peliverde chico ni lo dejó terminar porque le pateó en toda la cara, la “reina” de los okamas y dueño del edificio siempre lo irritaba.

Pero desde que era un jovencito confundido por su orientación sexual fue atendido y aconsejado amablemente en ese atolondrado y loco ambiente. Zoro  supo ocultar muy bien su homosexualidad ante su círculo social y familiares, a excepción de algunos amigos muy cercanos. Así que como iba a tener su primera cita gay, fue desesperado a pedir consejo a ese lugar, le atendió Bon Clay, un okama pelinegro muy animoso, que le recomendó el cine y muchas cosas más que consideró estúpidas. Pero jamás imaginó que le conduciría a un cine porno.

-        ¡Zoro! ¿Qué tal tu cita? – inquirió el okama buscado ocultarse detrás de sus colegas

-        ¡Me las pagas Bon Clay! ¿¡Cómo se te ocurre mandarme para un cine porno!?

-        ¡Era para poner el ambiente y así tuvieras tu cita con final feliz!

-        ¡Voy a golpearte!

Zoro cogió los bates que adornaban la entrada para empezar a perseguir al okama.

-        ¡No rompan nada! Ay esta juventud – Ivankov se sentó en una de las mesas a limarse las uñas

 

 

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Notas finales:

Como dije antes, es el último episodio pre-escrito que tenía, así que espero no demorarme en los siguientes pues habré de escribir todo los episodios completos D:

Hoy no hay pics :’c porque ya me están quitando la laptop para empezar a dormir, así que estoy a la velocidad de la luz (?)

Espero que os haya gustado el capítulo, nuevamente, si tenéis alguna queja, sugerencia, crítica, corrección, duda, comentario, saludo, carita, grito xd que queráis dejarme, no dudéis en hacerlo c: los recibo con cariño.

Goodbye y que pasen lindo día/noche…

Hasta el siguiente <3


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