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SÍ, SOMOS PADRES por The_dark_Duchess

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Notas del capitulo:

Tengan muy buenas tardes mis estimados/as *-*

Ante todo, agradezco con mucho entusiasmo a las hermosas personitas que me habéis escrito en el episodio pasado, montones de besos *--* me animan a seguir ;’D

Humm ¿qué más quería decirles? ¡Ah! Sí xD hoy les traigo algo de salseo, disculpad por eso (?) y un poco de tensión para con muchos personajes, estamos cerca de la verdad >:D

Recordad que…

-        Letras en “cursiva” significa flashback

 

 

Y… sin ningún otro exordio, les dejo continuar con la lectura

Capítulo 6:

Cada descuido trae consecuencias

 

 

*******.*****

 

Sellawk entró a la pastelería bastante ansiosa, jamás había entrado a ningún local de comida de la red Baratie, y qué mejor ocasión que hacerlo en el local de pasteles. Tal vez podría sacarle provecho al notable interés que tenía ese tenebroso hombre por su pelirrojo padre. Una vez ambos se hubieron sentado en una de las mesitas redondas al lado de la ventana, se les acercó una mesera a entregarle la cartilla.

 

-        Un café por favor – habló el ojos miel

-        Ok… - la mesera apuntaba en su libretita – ¿Y para su hija?

 

Ambos se miraron por unos instantes antes de decir a la vez.

 

-        Él no es mi padre

-        Ella no es mi hija

-        Oh… disculpen entonces – “Pero si se parecen bastante…” pensó la chica mientras se arreglaba sus rosáceos cabellos – entonces ¿pedirá señorita? – dijo amablemente

-        Hump… yo quiero… un cheescake de fresas, un tres leches, un tiramisú, un muffin de almendras, una tartaleta de durazno… ha! Y una milshake de maracuyá

-        Bien – cerró su libreta – Eso es todo ¿verdad?

 

Luego de recibir un gesto de afirmativa, la pelirosa se retiró; Mihawk estaba un poco desconcertado por el pedido de la púber, ni siquiera él comía tanto. Pasaron unos cinco minutos en completo silencio mientras la menor no hacía más que acariciar sus cabellos y mirarse las uñas. Finalmente, llegó la misma mesera con todo lo que la menor había solicitado. No era necesario ser adivinos para saber que a Sellawk le brillaban los ojos.

 

-        ¿Está bien si comes todo eso? – inquirió una vez vio a la damita coger su cucharita

-        Mi papi no me deja comer tanto de una sola, pero él no está viéndome

-        Pero yo sí

-        Usted no es mi nada – comió un poco del chessecake – además, no querrá que él se entere que usted me está invitando

 

El mayor cerró los ojos y bebió de su café, era obvia la respuesta y por orgullo no se lo diría, Sellawk lo supo enseguida y sonrió de lado. Su padre atraía buenos partidos de vez en cuando, pero este era un poco diferente.

 

-        Pensé que no querías que yo me acercara a tu padre

-        Y aún me mantengo firme en eso, ni usted ni nadie

-        Entonces ¿por qué aceptaste esta invitación?

 

La menor lo miró fijamente por unos escasos segundos antes de soltar aire algo exasperada.

 

-        Usted es diferente

 

Mihawk enarcó una ceja.

 

-        ¿Qué significa eso?

-        Ya lo dije, usted es diferente a todos esos buenos para nada que cortejaban a mi padre – por un momento, la dama quedó absorta en sus recuerdos

 

Finalmente, tomó un sorbo del milshake antes de dignarse a explicarle al mayor, quien la miraba esperando.

 

-        Las mujeres que coqueteaban con mi padre eran unas brujas, todas me querían lejos de sus vidas, claro, ¿qué mujer querría una hijastra? Yo era la competencia directa para ellas por el amor de mi padre – Mihawk seguía escuchando sin inmutarse – y los hombres, un desastre, fingían prestarme atención por un rato, pero con cualquier excusa me apartaban para quedarse a solas con él, eran horrendos, pensaban que con regalos iban a comprar a la pequeña hija de su presa

 

Sellawk dejó sus cubiertos y analizó el neutro rostro de Mihawk.

 

-        Usted es el primero, de todos los interesados en mi padre, que se toma la molestia de intentar llevar la fiesta en paz conmigo; novedad que me asusta un poco debo admitir

-        Es porque quiero más que una noche con tu padre

-        Parece que es así…

 

Ella lo sabía, intentar conocerla era admirable, porque los anteriores, en vez de invitarla a comer un postre y dialogar, le hubieran regalado un par de entradas a algún concierto o parque de diversiones o cine… etc y tenerla ocupada para acechar al pelirrojo. El hombre que tenía en frente no jugaba a una aventura. Pero lo que ella más temía era que el amor que Shanks le tenía disminuyera, ahora lo tendría que compartir con alguien más. Era egoísta pero así se sentía en esos momentos.

 

-        Quiero ver a mi padre feliz – admitió ella – no digo que no lo sea, pero… cuando yo crezca y me vaya a experimentar la vida… no quiero dejarlo solito

-        Yo seré su compañero

-        No se precipite, gerente – azuzó la menor – ¿Cómo sabré yo si usted es el indicado?

-        Tu padre lo sabe, sabe que yo soy el indicado

 

Sellawk se recostó sobre el espaldar de su silla.

 

-        Sé que le dije que no quería a nadie cerca de mi padre, pero en vista que usted es diferente, le daré una pequeña oportunidad

-        ¿Desde cuándo necesito yo vuestro permiso para cortejarlo?

-        Soy la hija, por mí como si no lo vuelve a ver, sabe que los hijos van primero ante todo

-        No lo obligarías a escoger

-        Si es para protegerlo, sí

 

Los ojos mieles se retaron, neutros, a Mihawk nunca le gustó perder, a lo mucho empatar; sin embargo, quería realmente poder enamorar nuevamente a Shanks sin ninguna pequeña arpía obstruyéndole el camino.

 

-        Te escucho – Mihawk terminó el café de su taza

-        Quiero conocerlo lo suficiente para dejarle… ver a mi papi en paz, le prometo que no interferiré en nada e inclusive le ayudaré… sólo si me da el pase a conocerlo lo suficiente para estar segura

-        ¿Es una broma? ¿Qué más crees que oculto?

-        Uno nunca sabe, prefiero asegurarme

-        Es decir, ¿tendremos que seguir saliendo a comer postre?

-        Me saldrán caries pero por mi papi todo vale, ah… no intentará nada con él, sería trampa

-        Me parece absurdo

 

La pelirroja lo quería poner a prueba, ¿Qué es un poco de tiempo si podía tener el cariño de Shanks toda una vida?... ella lo aceptaría, sin embargo, no sabía que Mihawk ya llevaba esperando la misma edad que ella tenía.

 

-        Bueno, gerente, gracias por el postre, hasta nunca – le sonrió socarronamente

-        No será mucho tiempo, te lo aseguro

-        ¿Está acatando?

-        Por Shanks

 

Sellawk, por primera vez, creyó que alguien no tan idiota había llegado a la vida de su papi.

 

 

 

*******.******

**** Dos semanas después ****

 

 

Sanji’s PoV

Si había algo que realmente me sacaba de quicio, era su intoxicante y seductora mirada sobre mí durante el trabajo y sobre todo, en las horas extra me ponía de los nervios. Gracias a los dioses, que al menos algunos otros también se quedaban hasta las 9pm, de ahí, tenía que pasar una hora entera a solas con el marimo.

¿¡Cuando demonios se va a acabar este castigo!? No es muy gratificante andar regalando mi trabajo y mucho menos en compañía de este idiota.

Mientras sigo revisando unos cuantos presupuestos de la sección de exteriores, siento cómo ese cabeza de alga se acerca y poniendo todo su peso sobre mí, se estira para alcanzar un lapicero que está detrás de mí. ¿¡Eso era necesario!? Hay muchos lapiceros por ahí y justo se le da la gana de tomar ese. Pero no negaré que su aroma a perfume elegante me invade las fosas nasales y… es agradable, bastante, demasiado… ¡Ahhh! ¡Sanji deja de pensar en esas estupideces!

Estúpido marimo destroza heterosexualidades. Lo odio.

Así que le piso de casualidad para ver si se le quita las ganas de joder.

 

-        ¿Era necesario eso?

-        Eso debería preguntarlo yo

-        ¿Ah? Te está afectando fumar mucho cejillas

-        ¡No te hagas el desentendido! ¿Por qué cogiste ese lapicero?

-        ¿Será que necesitaba escribir?

-        ¡Tienes miles a tu alrededor!

 

Sí, este idiota disfruta sacándome de quicio.

 

-        Entonces, te pone nervioso que me acerque demasiado a ti ¿verdad?

-        ¿Ah? ¡Cállate estúpida alga!

 

Maldición, mi cara está ardiendo demasiado. Si no aprendo a controlar mis impulsos me volveré loco.

Él simplemente viene y se inclina levemente para acercar su rostro al mío… extrañaba estas insinuaciones. Esperen ¡no es cierto!

La primera semana él no intentaba nada, supongo que estaba enojado por mi rechazo pero… creo que la interacción que nos obliga el mismo trabajo ha apaciguado las aguas, hasta hace un par de días claro.

 

-        ¡Aléjate de mí! – retrocedo con la silla giratoria y me pongo de pie

 

Y es en ese momento que me doy cuenta que estamos solos. ¿Tan rápido se ha hecho tarde?

Sin intercambiar palabras, él se acerca con resonantes pasos que hacen eco no solo en el lugar, sino también en mi cabeza. ¿Dónde se ha ido mi heterosexualidad? ¿¡Por qué se ha escapado!?

El vidrio de las gigantescas ventanas del piso me detiene al fin; bueno, no me queda otra opción más que seguirle retando con la mirada, cuando finalmente estamos a dos pasos, nos quedamos viendo por un rato. Trago saliva, me estoy exasperando con demasía y ni siquiera me ha tocado.

Demonios.

Y entonces, por causa de algún estúpido impulso salvaje…

Lo tomo de su camisa negra y lo atraigo hacia mí con hambre, aunque no sé exactamente de qué. Sus manos no pierden el tiempo y apresan mis caderas con fuerza, las siento arder aún sobre la ropa. Firmes, seguras y tan fuertes.

No puedo ni calcular los segundos que nos tardó tener nuestras lenguas dentro de la cavidad ajena, Kami, juro que necesitaba probar nuevamente su boca, fresca pero ardiente a la vez, la única que podría calmar esta asfixiante sed que me consume.

El tiempo en el que tardamos en devorarnos la boca se me hace tan escaso que apenas y tengo voluntad para separarnos y tomar aire; es ahí cuando siento el deseo en su mirada; fija y seria, me sonríe levemente de lado antes de apretar el agarre en mis caderas y apegarme con fuerza a él, le beso la barbilla antes de abrazar su cuello y dejar caer el peso de ambos sobre el vidrio. De pronto siento el húmedo camino que deja su lengua sobre mi mejilla al lamerla.

A la mierda todo, me está excitando. Y demasiado.

Pero toda esta burbuja de tensión placentera se revienta cuando mi mirada se centra en una cámara de seguridad que está pegada en el techo muy cerca de nosotros.

¡Mierda!

Lo empujo con la poca fuerza de voluntad que me queda y me sacudo la ropa mientras aún intento regular mi respiración.

 

-        No me jodas, cejitas ¿¡Ahora cuál es tu excusa!?

-        Alga idiota, ¿no ves? – finalizo señalándole la cámara – nos jodimos, ahora no solo tu tío, sino todo el fuerte de seguridad sabrá que quisimos convertir la compañía de tu familia en un hotel

 

Él chasquea los dientes antes de ir directo debajo de la cámara y observarla por un rato. Qué rayos, estúpida y jodida situación.

 

-        Si no borramos esa grabación, estaremos fregados – él me dice aún sin apartar su mirada del objeto

-        ¿Por qué? Si no pasó… nada

-        ¿Has leído las normas? Hemos infringido una

-        ¿Cuál?

-        Nada de insinuaciones sexuales dentro de la compañía

-        Por favor – no puedo evitar sonrojarme

 

Él simplemente me ignora y empieza el rumbo hacia la salida del lugar de oficinas del piso.

 

-        ¡Hey! ¿A dónde vas?

-        ¿A dónde crees? A borrar eso

 

Lo sigo por mero instinto, la verdad es que también soy participante de esa locura y por si acaso debo asegurarme de que lo borre.

Subimos unas cuantas escaleras arriba y justo en el penúltimo piso, está la oficina de vigilancia, por suerte no hay nadie maquinándolo. Eso al menos en el momento que llegamos. No es nada de otro mundo, una sala grande con aparatos que no entiendo y televisores por todas las paredes.

 

-        ¿Sabes cómo borrar la grabación? – le pregunto, no vaya a ser que hayamos venido por las puras

-        Claro, estudié telecomunicaciones

-        Oh…

 

No podemos evitar un sonrojo al ver el video de la cámara de nuestra piso, justo donde se nos puede ver claramente en esa extraña situación. Por alguna razón, este marimo lo repite una y otra vez.

 

-        ¿Lo vas a borrar o no?

-        Tsk, cállate

-        Por favor, no es para tanto – le digo socarronamente – sólo fue un beso, y ni tan bueno

 

Él se gira tempestivamente y se pone de pie para encararme. Demonios, creo que se ha incomodado. Una vez me acorrala contra la mesa de controles, me digno a retarle.

 

-        Qué… ¿te molestó que admitiera que tu beso no me impresionó?

-        Es ni tú te lo crees

 

Un sonoro jadeo sale de mis labios cuando nuevamente sus manos me apresan, esta vez en los hombros y le veo venir con rapidez y lentitud combinados, su rojiza lengua asomándose como si acechara mi cavidad bucal hasta que finalmente, y sin yo tener la voluntad suficiente de impedírselo, me invade con propiedad y absoluta rebeldía; acorralando mi músculo bucal y obligándolo a danzar a su ritmo.

Es desesperante, puedo sentir mis respiraciones aumentar y entorno los ojos cuando por fin decido caer rendido ante su dominio. Nos despegamos suavemente antes de tomar aire y volver a juntarnos, dejándolo tomar el ritmo y sólo disfrutando del momento. Mis brazos buscan enroscarse nuevamente sobre su cuello y al recibir la incitación por parte suya, me impulso sobre mis caderas y me sostengo con ambas piernas ahora enroscadas en su cintura. Él me sienta sobre los mandos, siento que mi trasero presiona algunos botones pero poco me importa. Ahora sus labios buscan nuevo territorio para atacar.

Él lo sabe.

Yo lo sé.

Teníamos ganas de tener sexo. Qué novedad.

Mi cuello es duramente succionado por sus labios, nuestras agitadas respiraciones resuenan en lo estrecho de la sala, demonios, cuánto calor hace. Dejo caer mi cabeza hacia atrás y jalo suavemente de sus cabellos, indicándole que sabe cómo incitarme. Sus manos acarician desde mi pecho hasta mis caderas, las cuales muevo ansioso, buscando más contacto.

 

-        Relaja un poco las caderas – susurra suavemente

-        Está bien…

 

Una de sus manos quiere escabullirse dentro de mis pantalones y yo aprovecho para intentar desabrochar unos cuantos botones de su oscura camisa. Quiero ver ese trabajado cuerpo…

Nos detenemos en seco cuando alguien abre la puerta. Escucho a Zoro maldecir por lo bajo mientras yo no sé dónde enterrar mi cara. Demonios.

 

-        Err… esto… bueno… - es el jefe de seguridad, el que se queda en la madrugada, Franky, un tipo bastante agradable – lamento interrumpir su súper… momento pero… este es mi puesto de trabajo

 

Ambos nos separamos por instinto y nos arreglamos las ropas.

 

-        Creo que llegué en un… súper mal momento

-        Por supuesto

-        ¡No!... disculpa por lo que viste – intento maquinar algo coherente pero tengo la cabeza y el cuerpo muy caliente – no era nuestra intención…

-        No, claro que teníamos todas las intenciones

-        Cállate marimo, ¿no vez que estoy intentando arreglar esto?

 

Franky suelta una carcajada y eso nos obliga a prestarle atención.

 

-        Descuiden, no les acusaré… pero ¿por qué están aquí? ¿Una fantasía tal vez?

-        ¡Claro que no! – gritamos al unísono

-        Bueno, pues temo que debo pedirles que se retiren, ya es bastante tarde

 

Por mi parte asiento algo abochornado y me faltan pies pasa salir de ahí. Kami, ¿por qué me pasan estas cosas? Últimamente todo lo estoy haciendo al revés, pierdo la cabeza demasiado rápido y siempre Zoro está ahí para arruinar mi autocontrol.

 

-        Oye, Sanji

 

Miro para atrás y observo su silueta apresurada aproximándose a mí; supongo que se ha demorado porque le ha pedido a Franky que borre la primera escena donde casi pierdo el control.

 

-        Creo que ya es hora

-        ¿Hora de qué? – le inquiero con curiosidad

-        De tomar esto en serio

-        ¿Qué?

-        Deja de negarte lo obvio, te gusto y no soportas cuando no te presto atención, así como me pasa contigo

-        E… Eso no es cierto

-        No seas necio

 

Quiero negarlo, pero a la vez quiero aceptarlo. Aunque si mi familia se entera de esto… es más que obvio que tendrán un motivo más para odiarme. Al igual que yo con ellos. Me costó mucho independizarme de sus manutenciones, ya que desde que recuerdo, me mandaron a vivir a la casa de Makino-chan porque era diferente a ellos.

 

-        Quiero algo de verdad, Zoro – suelto de repente – porque estos semi encuentros…

-        Yo te ofrezco algo de verdad

 

Sus ojos me miran con tanta seguridad y verdad que no puedo negar sentirme protegido. Sus oscuros orbes me desorientan por escasos segundos. Cierro los ojos lentamente y le dejo juntar sus labios con los míos. La primera vez que nos besamos sin violencia, esta vez es un contacto suave.

 

-        Voy a hacer a un lado mi heterosexualidad por ti

-        Ya era hora – me dice sonriendo de lado

 

No sé si lo odio o lo quiero, tal vez ambos, pero lo que sí sé, es que necesito de su atención y un poco de él mismo todos los días.

 

 

 

****.****

******* Dos semanas más después *******

 

 

Sabo se encontraba mirando por la ventana de su habitación ese día, no sabía cómo arreglar el desastre que cierto chico de pecas había dejado en su cabeza desde hacía una semana, tiempo que no le dirigía la palabra…

 

 

 

Luffy había quedado en que Sabo ya no le recogería más de la universidad, su excusa era que ya estaba lo suficientemente grande como para que cuiden de él en ese sentido. Sin embargo, Sabo no sospechaba en lo absoluto lo que hacía el menor a sus espaldas y que eso que hacía, los alejaba poco a poco, sin siquiera ambos darse cuenta.

Ace y él habían empezado a salir, conversar y pasear como los hermanos y mejores amigos que eran claro, al menos así lo veía el rubio. Pero el pecoso no tenía la misma idea que digamos. La situación llegó hasta tal punto que el azabache no soportó mucho y explotó, un martes por la tarde.

Ese día, Ace estaba mirando con ansiedad su vaso de jugo, lo había pensado durante toda la madrugada anterior. No soportaba cómo se estaban dando las cosas, él quería a Sabo y había visto cómo Luffy no prestaba ese interés que se suponía que debía prestar. Por Ace como que Sabo lo pasaba a recoger del trabajo todos los días, escucharle cómo había ido su día y besarle. No entendía cómo era posible que Luffy le hubiera dicho al rubio que ya no lo recogiera más, eso estaba martirizando a Sabo y lo único que había hecho hasta la fecha había sido escucharlo.

 

-        Hola Ace – el pecoso suspiró un poco al ver al rubio llegar

 

Su saco oscuro se ceñía demasiado bien a su figura, era esbelto, bastante. Cuánto le hubiera gustado tomarlo de las caderas y acercarse poco a poco a él… como en las películas.

 

-        Qué tal Sabo

-        Algo cansado, tu tío Dragon es algo exigente en los trabajos, pero no me quejo, adoro mi trabajo

-        ¿Ser investigador no te parece algo arriesgado?

-        Pero me va excelente, cuando me pongo mi sombrero de copa parezco un James Bond

-        No, para nada, pareces un aficionado intentando ser James Bond

-        ¡Hey!

-        Hahahaha

 

Ambos se sonríen algo risueños antes de que la mesera se acercara a la mesa ya que el rubio había llegado recién.

 

-        Buenas tardes guapo, ¿qué desea pedir?

 

El rubio se sonrojó un poco por el cumplido de la chica. Aunque se suponía que era sólo por cortesía el cumplido de “guapo”, la chica también lo dijo guiñándole un ojo. Váyase a ver el hecho de que justo los rubios eran de su tipo.

 

-        Ah… bueno, yo… - intentó despejar su sonrojo, era fácil ponerlo nervioso cuando se trataba de estos temas – jajaja  pues… ¿qué me recomiendas? Confiaré en ti esta vez – dijo con la intención de ser amable

 

Ace enarcó una ceja lo más exageradamente posible, ¿Sabo le estaba siguiendo el puto juego? ¿Estaba coqueteando con ella en sus narices? ¿¡En sus narices!?

 

-        Pues el jugo de plátano nos sale excelente, es una fruta… afrodisíaca

-        Entonces pido eso

 

La chica le sonrió un poco sonrojada y se giró de una manera un poco… coqueta antes de irse.

 

-        ¿Qué? – inquirió Sabo cuando vio a Ace juzgándolo con la mirada, no se había percatado del todo de las intenciones bajas de la muchacha

-        ¿Coqueteas con todo el mundo cuando Luffy no te está viendo?

-        ¿Ah?

 

Sí, al azabache le molestaba el “descaro” del rubio (que no lo había hecho con esa intención) por parte de su primo Luffy pero… más le incomodaba por parte de él, a nadie le agradaba ver a la persona que te gustaba “coqueteando” en tus narices, y Ace lo demostraba de esta manera.

 

-        Ace, exageras, por los cielos, sólo era amable. Ella no me ha faltado el respeto, sólo…

-        Aquí el único que está obrando mal eres tú

 

Cuando Sabo iba a protestar llegó la chica un poco alegre; Ace, ni corto ni perezoso le puso suavemente cabe para que la chica cayera, el jugo fue a parar al piso y el rubio no tuvo mejor reflejo que sostenerla. Inmediatamente le lanzó una mirada furiosa al pecoso que empezaba a silbar como si la cosa no fuera de él.

-        Oh… yo… lo siento tanto joven – susurró la chica bastante avergonzada en los brazos de Sabo

-        Tranquila

 

La ayudó a ponerse de pie y ella se retiró muy avergonzada a por los implementos de limpiar.

 

-        Ace, esto es el colmo ¿me estás haciendo una escena de celos en nombre de Luffy? Ya te dije que…

-        No es en nombre de Luffy, es en mí nombre

 

El rubio abrió los ojos un tanto desconcertado, sin embargo decidió creer que lo había dicho por un celo de hermanos. Sí, eso debía ser.

 

-        ¿A dónde vas? – Sabo se había puesto de pie algo avergonzado

-        Cuando se te pase tus mañas, me buscas

 

Inmediatamente, el pecoso salió del local detrás de él, caminó por unos minutos a la defensiva, mientras observaba la esbelta espalda del rubio, hasta que este se detuvo de improviso y giró sobre sus suelas.

 

-        Ahora el que se molesta eres tú

-        No me malinterpretes, Ace, sabes que lo que hiciste no estuvo bien

-        Ok, lo admito, no estuvo bien, pero es que…

-        Es que ¿qué?

 

Los ojos oscuros del pecoso lo miraron, miraron esos orbes café oscuro del rubio. Se lo había pensado, eso que iba a hacer, algo dentro suyo le decía que lo hiciera pero a la vez que sería muy imprudente. Al final decidió seguir lo que su corazón le dictaba. “Perdón, Luffy…” susurró en su mente y con una velocidad sorpresiva, enredó sus dedos sobre las hebras color arena de Sabo, lo jaló hacia sí y estrelló sus labios con los del último.

El cerebro del rubio ni siquiera podía maquinar la situación, es decir, ni en la Escuela de Investigación le habían enseñado cómo reaccionar a una situación parecida. Optó por cerrar sus ojos, los labios de Ace eran cálidos, suaves y talentosos; pero su burbuja de fantasía le duró muy poco ya que el rostro de Luffy se le vino a la mente. Siseó con fuerza y lo separó.

 

-        Ace… – respiraba agitado - ¿qué diablos fue eso?

-        Un beso

-        ¡Ya lo sé!

 

El solo sonido de los autos fue el acompañante del par por unos segundos.

 

-        ¿Por qué… por qué lo hiciste?

-        ¿No es obvio?

 

Ace tomó aire para por fin liberar sus sentimientos.

 

-        Te quiero, Sabo… y es un cariño diferente al que se tienen los hermanos… porque también hay atracci

-        ¡No lo digas! Ace ¿Estás bien? ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?

-        Soy perfectamente consciente

 

El año pasado, el pecoso le había dicho algo parecido, pero la diferencia era que esa vez, el azabache estaba más ebrio que nunca. Ahora estaba en sus cinco sentidos. Y eso desconcertaba a Sabo.

 

-        No puedes… no debes

-        El corazón elige a quien le plazca, llevo enamorado de ti muchos años…

-        Pero yo… y Luffy

-        ¡Lo sé! Esta situación es del asco, por un lado está mi primito y hermano… pero también estás tú… y no puedo quitarme los sentimientos del pecho ¡Así de simple!

-        Será mejor que no nos veamos

-        ¿Qué…?

 

El rubio botó aire algo exasperado y se dio la vuelta.

 

-        No me busques, no me llames… no… no podemos hacerle esto a Luffy, así que la distancia curará todo…

Ace iba a protestar, pero el shock lo dejó paralizado. ¿Acaso había perdido a Sabo para siempre?

 

 

 

“Debería llamar a Luffy…” Sabo cogió su celular y marcó el del menor. Nuevamente le contestó esa robótica voz de la línea telefónica que le decía que Luffy no podía atender el celular. O al menos eso pensaba el rubio.

 

 

****.****

 

Luffy miraba con cargo de consciencia cómo, otra vez, se perdía la llamada de su hasta ese momento novio. A duras penas y conversaban en el último mes, sin contar con que ninguno de los dos había dado el primer beso de la relación. Sabo siempre le decía que quería que fuera en el momento que ambos quisieran, pues el menor se ponía muy tenso la primera vez que intentaron siquiera acercarse mucho.

Se sentía extraño. Luffy quería a Sabo, de hecho lo quería muchísimo. Entonces… ¿por qué ese extraño cosquilleo en su vientre bajo sólo lo sentía cuando estaba cerca de Torao?

Se sentía curiosamente atraído por un chico de último año de medicina de su universidad; a quien convenció para que le ayudase con los deberes de biología y literatura todas las tardes; aparte, estudiaban juntos. Al principio Law se negó, pero conociendo a Luffy, consiguió la asesoría del mayor a punta de insistencia y hostigamiento. Y por pasar unas horas cerca de Law, Luffy ya no quiso que Sabo lo recogiese. Al principio pensó que no estaba haciendo nada malo, puesto que se quedaba a estudiar, y que el hecho de querer estar cerca de Law no significaba mucho; pero se equivocó, esa necesidad era atracción mental y física, y el menor había caído en cuenta de ello hacía una semana. Qué casualidad que era el mismo tiempo que Sabo y Ace llevaban sin hablarse, y que Luffy no percibió.

 

-        Mugiwara-ya ¿has traído los libros de biología que te sugerí?

 

La voz del chico de perilla lo distrajo por un momento de sus cavilaciones; y como siempre le pasaba, se sonrojó.

 

-        Claro – le enseñó lo pedido

-        ¿Cómo te fue en el examen pasado?

-        ¿Ah? – Luffy se había perdido en los ojos grises del mayor – sí… estaba bien, de hecho apruebo

-        No se trata de aprobar, se trata de sacar la mejor nota

 

El ojeroso era bastante exigente cuando se trataba de estudio, solía ser bastante riguroso y… poco sensible en el ámbito profesional. Pero de que obtenía buenos resultados, los obtenía, nadie negaba eso.

Law observó la pantalla del celular de su asesorado y leyó “llamada perdida” de Sabo, de quien tenía entendido era el novio.

 

-        Sabo-ya te ha llamado – le avisó pensando que Luffy no se había dado cuenta

-        Ah… después le llamo – dijo el menor con cargo de conciencia

 

No sabía cómo decirle al rubio que… esto no era como se había imaginado ni sentía lo que él se suponía que sentiría. Tal vez se precipitaron en el momento menos conveniente y el resultado no era más que sus corazones corriendo por rumbos diferentes. Sólo que Luffy no estaba enterado del problema entre Sabo y su primo Ace.

 

-        ¿Están distanciados? – se animó a preguntar Law

 

“No debí preguntarlo…” se resondró el mayor internamente.

 

-        Sí… algo… Torao ¿Cómo haces para decirle a tu novio que… se debe acabar?

 

Los orbes grises de Law miraron fijamente a Luffy. ¿Era posible? ¿Luffy quería terminarle a su novio?

 

-        ¿Ya no lo quieres? – se aventuró a decir

-        Lo quiero, muchísimo

 

El ojeroso sintió una opresa decepción en el pecho, pero se negó a aceptarlo.

 

-        ¿Entonces?

-        No lo quiero de la manera en la que se quiere a una pareja… lo adoro como mi hermano de honor… Torao – los ojos color noche de Luffy entristecieron – no quiero que Sabo se ponga triste por mi culpa

-        Creo que se evitarán más problemas si es que te sinceras con él, siempre es mejor opción la verdad

 

Luffy lo miró con ojitos suplicantes y algo curiosos, Law le había dado un buen consejo que intentaría seguir.

 

-        Shishishi… gracias

 

Law tuvo la insana necesidad de besarle la sonrisa, era de la más amigable y sincera que jamás haya visto en su vida. Muy dulce… aquel joven de facciones tiernas era muy dulce. Pero se cacheteó internamente.

Intolerable. Eso era intolerable para su manera de ser. El amor es tóxico.

Pero si provenía de ese chico tal vez no sería… tan tóxico.

 

 

 

******.******

 

 

Shanks’s PoV

Es un día tranquilo, de hecho demasiado, así como lo había sido el último mes. Los acosos de Mihawk habían cesado completamente.

 

-        Necesito esos balances en mi oficina, gracias – la voz de Mihawk me hace girar a su dirección, se lo dice a la secretaría del piso

 

Ahí estaba él, inspeccionando el piso donde laboro; como hace con todos los pisos. Sus ojos amarillos me ven de reojo a lo lejos mientras se dirige a la puerta. La manera en la que su camisa se agita al caminar rápido, sin la corbata puesta, le da un aire bastante… atractivo.

¡Shanks! ¡Deja de pensar eso!

Me siento afectado por el hecho de que ya no me insista luego de dejarme en claro que quería intentarlo conmigo. No, no es que me afecte claro… sólo me parece raro. Sí, eso es.

Entonces ¿por qué me mira así? Siento que me quisiera arranchar la ropa con cada uno de sus furtivos ojos. Sin embargo, no ha vuelto a molestarme. ¿Acaso es un jugador? Es decir, seguro ya encontró quien le complazca y me desechó sin chistar. ¡Es un pendejo!

Pero esto no se queda ahí, ah no, con Akagami Shanks nadie vuelve a jugar; yo tengo mi dignidad y…

 

-        Shanks ¿Te pasa algo?

-        ¿Eh?

-        Estás rasguñando los documentos que te acabo de entregar

 

Suelto las dichosas hojas que Usopp acababa de alcanzarme, ni cuenta de su presencia.

 

-        No pasa nada, descuida

-        Bueno, sería bueno que vayas a refrescarte, el estrés seguro

-        Dahahaha sí… el estrés…

 

Estas cosas tan triviales deben dejar de afectarme con tanta magnitud. Mejor voy a la cafetería; sí.

Cuando salgo de la sala de oficinas y camino por el alfombrado piso hacia las escaleras, me detengo en seco frente a la puerta del baño de hombres, pareciera como si fuera alguien vomitando. ¿Y si necesita ayuda?

Con cuidado busco el cubículo correspondiente, toco levemente la puertita a ver si necesita ayuda.

 

-        Quien sea, ¡lárguese!… ugh… - esperen, esa voz…

-        ¿¡Sanji!?

 

No me dice nada, le escucho vomitar un poco más para luego salir mirando hacia el suelo con su cepillo y pasta de dientes, en silencio, lo observé lavarse.

 

-        Creo que algo realmente malo me está pasando – susurra una vez termina su enjuague bucal

-        ¿A qué te refieres?

-        No es la primera vez, es la segunda vez en esta semana que… me da náuseas

El dato me obliga a enarcar una ceja, no soy médico pero lo que le sucede no es normal.

 

-        ¿No tendrás una infección estomacal? ¿Has ido al médico?

-        He estado comiendo sólo lo que yo me cocino o en todo caso lo que el viejo Zeff hace… nunca me había pasado esto y no quiero ir al médico

-        Es necesario que te revises

 

Él me mira un poco desanimado.

 

-        Lo haré, pero por favor… no se lo digas a nadie

-        ¿Mn?

-        Es que la gente aquí es muy chismosa y… quiero que esto no llegue a oídos de alguien

-        ¿De Zoro? – por favor, todo el mundo lo sospechaba, la cercanía de Sanji y el sobrino de Mihawk ya se divulgaba hasta en recepción

-        ¿¡Cómo es que…!?

-        Dahahaha tranquilo, son tan discretos que no se les nota

 

Él me niega notablemente incómodo y bastante sonrojado, a lo que simplemente opto por sonreír. Finalmente le despido amigablemente del baño. Un momento, si Sanji no quiere ir al médico podría acudir a Chopper, él también es médico, aunque seguro que le encuentra un bebé dentro como a mí. Dahahaha… Dahaha… Daha…

Un minuto.

Oh.

¡OH!

Acaso Sanji no estará…

Nah… él mismo me dijo que no era de esa naturaleza, hace tiempo cuando le pregunté. Seguro que no pasa de un susto. Pero sería divertido sugerirle la idea, sólo para ver su cara.

 

 

 

****.****

 

 

 

 ███▓▒░░.NEXT.░░▒▓███►

Notas finales:

OMG! ¿Qué es lo que pasa con Law, Luffy, Sabo y Ace? Ammm ¿Cuadrado amoroso? D; oki ya

Les dejo imágenes MISHAZOSANLAWLU , y también ACESABO DOFFYCROC xD me demoraré en traer el siguiente dado que debo presentar algunos exámenes a la universidad, sino me retiran, no tienen piedad de una chica en silla de ruedas DX :C así que he de estudiar T-T el próximo sábado nos veremos c:

Sí desearan dejarme algún comentario, duda, crítica, sugerencia, saludo, grito, carita, serán bienvenidos c’:

Gracias por haber leído y…

Shanks: ¡Nos vemos en el siguiente!

Autora: ¡Shanks-sempai! *o* ¿Y esta sorpresa?

Shanks: Dahahaha es que estaba aburrido :l

Autora: Ah .__. Qué sincero :c

Shanks: Espero que hayan disfrutado de la lectura, también contestaré sus reviews :D!

Autora: ¡Hey! De eso nada ¡Ese es mi trabajo! D:<

Shanks: *con carita llorosa y triste*

Mihawk: *Saca su espada y me amenaza*

Autora: Ay… TT__TT

 

 

Nos vemos…

Por cierto, ZoSan confirmado en ESTA escena D’: oki no xD *Huye*

 

Pdta: Lo que hace el tener algo de tiempo libre… XD

 

.:. xoxo.:.

 

Sábado 4 de febrero 2017


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