Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Como decirte no por Mariposa23

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

23-este fic está basado en una canción de Franco de Vita q tiene el mismo nombre. La verdad es q la letra me pillo en un momento extra sentimental y me piro…

Mariposa: y bueno sentimos q era perfecto para Clark y Bruce…ahora respecto, a la alusión q hace a otra historia…esa historia, recién la contaremos, pero quisimos dar este jugoso adelanto de la imposible fusión de los Cartoons Batman y el anime/manga SNK.

23-¡sí! ¡wuju! ¡Estamos súper emocionados! ¡Shingeki no kiojin junto a Batman! ¡Que explosivo! ¡¿Verdad Maripo?!

Mariposa: sí. Muy, muy emocionante. Pero no me vuelvas a decir “Maripo”.

23-¡oh vamos! ¡Muestra algo más de emoción!

Mariposa:… ¡QUE BIEN. RADICAL YUJU! ¿Así está bien?...

23-tú… ¿acabas de decir ¡YUJU!? Aaahhh ¿Quién eres y q le hiciste a mi Mariposa?...

Mariposa: nos vemos…

Las cosas entre nosotros, siempre eran así.

Él decía una cosa, y yo la acataba cual si fuera palabra de dios. Solo con la intención de verlo complacido, de verlo satisfecho, por mis manos, por las obras q yo realice para él. Yo solo quería q aun q sea una vez, por una razón, insignificante para él. Me sonriera. Me dedicara solo para mí. Una de sus profundas miradas azules. Llenas de tantas cosas inimaginables. Tan misteriosas como las aguas del mar.

Asique si él tenía un caprino, o una petición; solo bastaba con q yo lo supiera, conque consiguiera enterarme anticipándome a su inexistente confesión. Para q se cumpliera. Aun q Bruce realmente, nunca me correspondiera, aun q muchas veces sus peticiones no hicieran más q lastimarme.

Yo sabía q en mis labios. Jamás habría un no para él.

Para Bruce Wayne.

“como decirte no, si se bien q estoy mintiendo

Como decirte no, si es no es lo q yo siento”

Si dolía, aquellas veces. Donde su indiferencia, podía más q su cortesía y más allá de su comportamiento de etiqueta solo quedaba sus silencios q retumban al expresar el –Aquí sobras- que sus silencios traducían. Y entonces yo estaba relegado a ser el resto del mundo, en el q Bruce desconfía.

Dolía aún más cuando sus deseos o sus caprichos involucraban a alguien q no era yo, para…intimar con él, o simplemente para pasar el rato, para hacer feliz a quien Bruces quería.

Dolía porque yo lo amaba. Y quería q Bruce pasara tiempo conmigo. Ya sea paseando o entre sus sabanas…

Pero aun así. Pese a todo el dolor. Yo, muy orgulloso puedo decir. Que mis propios sentimientos jamás fueron un estorbo en mi labor de servirle.

Al fin y al cabo. Bruce nos hiso a todos sus esclavos.

Y nos conquistó de una manera mucho peor que con guerras, con armas o con miedo. Bruce ataco al miembro más débil de nuestro cuerpo, el corazón, incluso el mío de acero. Se derritió. Cuando Bruce Wayne ostento la verdadera capacidad destructiva de sus zafiros misteriosos y obscuros. Su mirada azul conquisto al mundo. Con la misma imponencia del mar, con la misma seductora letalidad.

Y así, uno a uno fue firmado su sentencia bajo el sello de una rendición, a unos ojos azules perfectos, pero tan fríos como es el mar del ártico.

Y q bien los entiendo, pues yo también. Eh sucumbido a las olas indomables de los mares q tiene por ojos. Como otro, tantos, no me resistí ante él…

“como decirte no, y borrarte de mis sueños”

La atracción de Bruce Wayne es algo, exclusivo pero global.

No eh sido, y jamás seré, el único enamorado de él. Ya antes de mi hubo muchos, y estoy seguro q en el futuro los seguirán habiendo. Después de todo. Es como tratar de tapar la luz del sol q da vida con un dedo. Es simplemente imposible tratar de esconder aquello, que es demasiado valioso y llamativo. Único.

Y sabiendo q las cosas eran de esa manera. No era extraño verlo repetidas veces. Con docenas de amantes, del pasado del presente y de su futuro inmediato. Coqueteándole de maneras descaradas eh ingeniosas; q aun q debían verse verdaderamente malvadas como lo eran, se veían más picaras q otra cosa. A lo q él, solo respondía con sonrisas perversas eh indiscretas. Viéndose hermoso aun cuando era malévolo.

Más de una vez me toco, fotografiarlo, mientras se prendía a unos modelos. Unas altas y perfectas rusas, y unos hermosos y fibrosos italianos de caras perfectas.

A Bruce le llovían las conquistas, los amantes y los escándalos.

Y los periodistas vivimos de hacer noticias, sobre aquellas cosas q deberían quedar en privado. Y mucho más si se trataba de la vida de un personaje tan público como Bruce Wayne

Aun duele mucho.

Recordar a Bruces, en brazos ajenos, regalando caricias, a quienes nunca le devolverían con la misma, intensidad eh integridad q yo las caricias. Se sentía como ver a Bruce regalando perlas a los cerdos…y en algún punto. Yo también desee ser uno de esos cerdos. Que aun q no consiguiera, más q sonrisas falsas del millonario señor Wayne. Sería mucho más de lo q hoy consigo…

Aun si, lo ignoraba todo. Y nada de lo q Bruce Wayne hiciera, era lo suficiente para q dejara de amarlo. Para q finalmente me alejara de él y pudiera poner mi vida y la suya, en su lugar.

“como decirte no, y si te visto no me acuerdo”

Pero la vida tiene a cambiar.

Y la mía y la de Bruce cambio. Cuando lo conocimos a él…

Sin duda. Era la más digna pareja para Bruce.

No podía haber otro, más idóneo que él.

Porque era…era tan superior eh inalcanzable como el propio Bruce Wayne, tan extraordinario y simplemente perfecto. Hermoso…

Desde q escuche hablar de él por primera vez en labios de Bruce. Supe q nada volvería a ser igual. Conocía a Bruces lo suficientemente bien. Como para saberlo impactado con la presencia de esta persona…un impacto q nadie, mucho menos yo, habían generado en Bruce.

Pero las promesas q me aterraban, pronto se hicieron realidad.

Y lo confirme en primera persona. Cuando sin querer. O más bien, ya no pudiendo evitar. Presencié las caricias, los primeros besos. Y la primera unión. De esos cuerpos perfectos, hechos para estar juntos…

Me di cuenta amargamente q nunca tuve lugar en la vida de Bruce, como tantos otros. O al menos, q no tuve el lugar en el siempre quise estar.

Esa madrugada. Bruce me rompió el corazón.

De una manera mucho más espantosa, dolorosa, horrenda y macabra posible, como nunca antes lo había hecho.

Porque estaba seguro. Que aun q media Gotham pasara por la cama de Bruce. Ninguno significaba nada para él. Hasta q llego Rivalle.

Y al presenciar cómo se entregaban el uno al otro. También pude ser testigo. De lo honesto q estaba siendo Bruce. Y me di cuenta de la diferencia q había en las carias q le daba a Rivalle y las caricias q daba al resto de sus amantes.

Estas caricias. Era inédita. Eran tan dulces q parecía imposible viniendo de un hombre tan viril y atemorizante como Bruces. Sin embargo Bruce, tocaba a Rivalle de manera suave y cuidadosa, trasmitiendo no solo su deseo, sino su amor por él…

Con un fuego, una pació y una desesperación. Que no creí q Bruce pudiera poseer.

Aquella no fue como todas las veces en las q terminaba marchándome a mi casa para llorar un rato y luego regresar frente a la presencia de Bruces fingiendo no saber nada ni importarme, para seguir consumiendo su adictiva imagen.

Aquella vez, escape a la fortaleza de la soledad y no regrese sino hasta después de una semana.

Con una meta fija. Una q me había costado horrores perfilar y finalmente aceptarla.

Regrese con la fija idea de abandonarlo para siempre.

De abandonar los sentimientos q tenía por mi amigo…

De renunciar definitivamente a Bruce Wayne.

“y eh tratado de escaparme, de salirme de esta historia”

Propósitos q quedaron completamente cambiados cuando lo vi de nuevo, con su sola presencia causo q mi traidor corazón latiera a un ritmo solo posible frente a Bruce; y mis ideas revolucionaron y también me traicionaron aun mucho más cuando hablamos, y en confidencia Bruce, me conto q él y Rivalle habían dejado de verse para siempre. Por diferentes razones q el caballero de Gotham. Prefirió no mencionar…

Eso solo fue leña para mi fuego.

Eso revivió las ilusiones q intentaba sepultar en lo profundo de mi pecho, me sentí osado y valiente de nuevo. Tanto q pensó en confesarle a Bruce sobre mis sentimientos.

Aun q sabía perfectamente q Bruce, estaba y seguirá estando enamorado de Rivalle. Al final no me importo si para él yo solo significaba un sustito de su enamoramiento nunca consumado con Rivalle. Solo quería estar a su lado. Solo eso parecía importante.

Y aquella lluviosa tarde, en esa perfecta sita en el parque q programe con mucho esmero. Quise llegar antes para cerciorarse de q fuera tan perfecto todo como lo era el mismo Bruce.

Solo q jamás espere llegar tan tarde…

Cuando por casualidad, Bruce y Rillave, se encontraron, en aquel mismo parque, antes de la cita q tenía con Bruce.

Tomando la nueva decisión de nunca más separarse…

Aquella vez Bruce de nuevo volvió a romperme el corazón. Cuando ni siquiera recordó q la razón de estar en ese parque era porque teníamos una cita él y yo, no con Rivalle. Aun q Bruce no supiera relámete para q yo le había citado a q “hablemos”, igual me dejo plantado.

Me destruyo, escucharlo, en la noche de ese mismo día, solo hablarme de cómo habían terminado las cosas con Rivalle sin siquiera acordarse q después de “reconciliarse” Bruce me había dejado el parque para no volver.

Y realmente, había llegado tarde a la vida de Bruce. Había tardado demasiado en entender q no solo sentía amistad por él. Y había tardado aún más en intentar confesarme.

Al final nunca lo había logrado y jamás lo aria…

“porque entiendo q fui yo el último en legar”

Ojala q con aquel duro escarmiento algo hubiera aprendido.

Ojala Bruce hubiera sido mucho más cruel y hubiera terminado de arrancarme el corazón de una vez por todas, en vez de mantenerlo aún vivo, y solo para seguir latiendo por él. Porque así por lo menos…no seguirá sufriendo hoy.

Bruce, se encarga de mantenerlo atrapado, de no dejarlo escapar.

Seguía, llamándole con pleno orgullo “confidente” q aun q no eran esas palabras las q yo quería escuchar. Eran lo suficiente como para q siguiera enamorado de Bruce.

Sin promesas de un futuro o de corresponder mis sentimientos. Sin nada más q simples y “amistosas” palabras q Bruce, en su osco, estoico y reservado carácter me daba.

Nada q realmente q inculpara a Bruce de seducirme o a los demás.

Solo su encantadora y calculadora personalidad q tenía la habilidad de los laberintos para terminar enredándote…

Aun si lo veía día a día, dando besos, y abrazos, entre otras cosas a Rivalle, mi tonto corazón no acababa de entender q para mí ya no había espacio en una relación de dos, salía sobrando. Que Bruce no tenía ni la más mínima intención de serle infiel a Rivalle, lo q corroboraba el gran amor ente ellos dos…

“pero el corazón no entiende y no sabe de contar

Si es q hay uno o más de uno para el eso es igual”

Pero aun q lo intentara una y mil veces, aun q cada día se pusiera la meta de separar a su corazón de esos sentimientos sin lugar. Eso era algo q simplemente no podía.

Mis ganas de alejarme de Bruces, morían cuando el sol nacía. Y revivían y reencarnaban para enamorarse cada vez más de un hombre q ahora más q nunca ya ni siquiera con amantes andaba, de lo mucho q amaba a quien era su pareja. Por denominación del propio Bruce.

Lo correcto sin lugar a dudas era dejarlo. Dejarlo ser feliz por primer vez, Bruce se lo merecía más q nadie y por fin lo estaba consiguiendo en brazos de Rivalle, pero aun q me resignara a nunca tener nada con él, mi corazón no se resignaba a abandonar los sentimientos q tenia.

Prefería diez mil veces, dejar de ver el sol, pero no podía soportar, pensar en una vida sin verlo a él, aun q nunca pudiera sentir mi amor correspondido o consumado. Era mejor q dejar de hablarle o verle. Además q le podría molestar a Bruces, ese tipo de comportamiento, inusuales en mí, y lo último q quería era q se molestara conmigo.

Siendo lo único q me nutria, las para nada maliciosas palabras de Bruce para conmigo, palabras q no merecían ser mal interpretadas, y mucho menos un aliento para unos sentimientos tan retorcidos como los míos…aun q tampoco había manera de cortar las ilusiones a mi corazón, las mentiras y fantasías q se decía, para seguir manteniendo el amor q tenía por mi mejor amigo, q aun q tuviera pareja, yo parecía ser, un gato no escarmentado…

Sabía muy bien cómo eran las cosas entre nosotros. Sabía mi lugar. Pero eso…eso no detenía a mis tercos sentimientos…

“y es por eso, q prefiere compartir antes q perderte, y seguir soñando y seguir viviendo”

Y así, prefería vivir. De limosnas, de atención; de robar tiempo q no era mío. Y enamorarme de cariño q nunca me fue dedicado. Era mejor ser un mendigo, un ladrón y no correspondido. A abandonar definitivamente aquel hombre del que me había enamorado.

Realmente, no sabía a donde me dirigía vivir de esta manera.

Sin ser nada más q una amigo en la vida de Bruce. Y sin dejar q nadie fuera algo en mi propia vida. Desde siempre supe q no era correcto y q nada bueno podía sacar del tiempo q estaba poniendo a un amor sin futuro. Pero ya no podía hacer algo para evitarlo.

No podía detener simplemente a mi necia y atolondrada razón, q se empecinaba por creerse ciego.

Y en algún punto, aun q sabía perfectamente como es q estaban las cosas, simplemente no podía hacer lo contrario. Lo correcto, para mí, para Bruce y para Rivalle.

No me detenía en recorrer este camino al precipicio. Después de todo siempre supe, q mi amor por mi mejor amigo seria mi tiro de gracia.

Parecía una locura en la q estaba atrapado y ahora ya no encontraba el camino a casa

“y seguir pensando q algún día, las cosas cambiaran para bien o para mal

Ya es muy tarde para regresar…”

Era muy difícil ir en contra de la corriente. Eh ir en contra de mis sentimientos era lo mismo.

Procuraba ser fiel a mis principios, ser fiel a nuestra amistada. Pero no podía evitar ser fiel a mis sentimientos también. Aun q en este caso. Eran demasiado destructivo.

Y francamente no sabía si Bruce ya se había enterado y prefería ignorarlo o no se daba cuenta aún.

Cualquiera de las dos explicaciones era completamente posible. No porque Bruce fuera un idiota, sino porque. Bruce confiaba en él, asique no esperaría, q le hiciera semejante traición al a verme enamorado de él. Pero precisamente, Bruce era muy listo, el hombre las listo del mundo y mis sentimientos no estaban ni cerca de ser un rival para la exquisita sabiduría de Bruce.

La cosa era q podía más.

¿La confianza o la sabiduría?

En lo personal para mí, ya poco importaba la sabiduría. Que no podía competir contra el físico de Bruce, o sus discretas pero honestas sonrisas.

Mucho menos con sus ojos totalmente enamorados; porque así es. Bruce también podía presumir esa mirada, solo q en él se veía más q divina y obviamente esa mirada estaba dedicad exclusivamente a Rivalle. Era como celestial. Los ojos de un Bruce enamorado eran devastadoramente hermosos…

Estaba también el porte del caballero oscuro, una imagen tan viril y poderosa, sobrecogedora, mientras te daba su protección. Y durante el día era el perfecto millonario, picaron eh inalcanzable por la cual Gotham entera suspiraba. Y por las noches robaba el aliento aquellos q asechaban entre las sombras.

Siempre con una moral tan fuerte q era simplemente conmovedora. Con un temple impresionante y una actitud generosa eh irreprochable…

Bruce era perfecto, porque era muy complejo y polifacético…

“como decirte no, si me bailas en los sesos

Como decirte no, si te calaste hasta en mis huesos”

Pero precisamente el no poder sacármelo de la mente, a veces era un tormento.

El no olvidarse ni un minuto de él y no poder evitar sentir amor, para nada fraterno cada vez q lo tenía en frente o pensaba en él.

Era un más duro cuando no podía evitar pensar en Bruce, eh inevitablemente Rivalle se colaba en mi mente y mis recuerdos.

Era amargo recordar, los besos q se daban. Los silencios mudos cargados de significados que existían pero yo no podía entenderlos, era doloroso recordarlos. Mientras ellos compartían esas miradas q se hablaban. Y era peor aún recordar aquellas veces q les vi o los escuche hacer el amor.

Porque lo q ellos asían no tenía otro título más q ese. Como se notaba q ellos dos se amaban, cuando Bruces. Le decía a Rivalle amorosamente q lo era todo en su mundo. Que era su sol y su luna. Que cada una de las estrellas le decía te quiero en su nombre. Que no pasaba algo bello frente a sus ojos sin recordarle a Rivalle, y su amor por él.

Esas frases q creí imposibles en los labios de alguien como Bruces, ahora frecuentaban su boca, con naturalidad cuando se trataba de hablarle a Rivalle. Cuando por las noches se amaban ambos…

Un especio tan estrecho, q yo no debía invadir pero no podía evitarlo…

A veces cuando ya no era una opción abandonar mis sentimientos por Bruce. Lo único q pedía era no recordar más aquellos mimos q siempre estaban dedicados a Rivalle. Ya no quería recordar el amor q ambos se profesaban. Ni las imágenes de las caricias o besos entre los dos. Que quemaban tanto en mi piel. Y me intoxicaban cada vena del cuerpo.

“como decirte no, y salirme de este infierno

Como decirte no, y si te eh visto no me acuerdo”

Y siempre era la misma frustrante repetición, una en la cual yo era el amigo y nada más. Y su único saludo era un apretón de manos, aun q lo q realmente quería era darle ese anhelado beso y recibir también los suyos, con un cariño honesto y dulce q ahora sabia, q Bruce era capaz de expresar, por aquello q amaba. Quería tocar esos labios q debían ser el mismo cielo; unos labios q nunca me habían tocado y q definitivamente no me pertenecían…

Y en momentos el dolor era tanto q me obligaban a reaccionar.

Era ahí cuando quería retomar el camino de dejar para siempre mis sentimientos por un hombre q no me correspondía y q además ni en mil años ni la eternidad lo aria.

Bruce y Rivalle se amaban. Y era un amor tan fuerte y tan grande q yo “superhombre de acero” no podía con ello.

Mucho más denso q un disparo a quemarropa y más letal q cualquier veneno, inimaginablemente más filo q una daga. Bruce y Rivalle eran sin duda una pareja ideal.

Solo q en el proceso de ese gran amor, o más bien detrás de ese gran amor habían muchos corazones rotos. Todos aquellos desdichados eh ilusos q se enamoraron tanto de Bruce como de Rivalle ahora no eran más q parte del camino de esos dos q habían recorrido hasta encontrarse. Y yo entre otros más, no significaba más q eso para Bruce. Haciendo a un lado su amistad. Sabia q no tenía cabida entre Bruce y Rivalle.

Y esa era una verdad por demás dolorosa eh innegable…

“y eh tratado de escaparme de salirme de esta historia

De esfumarme y de perderme y de bórrame de una vez”

Entonces Bruce tenia q ser tan cruel, de hacerme olvidar mis metas y mi propia dignidad cuando me trataba de esa manera. Cuando me miraba a los ojos con esa profunda mirada azul y me decía q confiaba en mí. Cuando se le escapaban comentarios, enamorados, sobre Rvialle, q a mí mente nada le costaba invertir las posiciones entre yo y Rivalle y sentirme por breves minutos, querido. Amando por aquel que amaba.

Se sentía tan bien. Que todas las amarguras pasadas, parecían valer la pena por estas dulces mieles q salían de los labios de un hombre como lo era Bruce Wayne y todo lo q representaba para mí. Y no importaba q otras personas, me dedicaran palabras románticas, exclusivamente a mí, no me sentía ni la mitad de bien, como cuando mi mente mal interpretaba promesas de amor q no eran para mí sino para Rivalle.

Prefería mentirme a mí mismo, para así recibir finalmente palabras de amor del hombre al que amaba.

Ya poco o nada volvía a importarme si esas palabras no me pertenecían, o si estaba perdiendo el tiempo, al empeñarse tanto a un amor no correspondido.

Bruce asía q cualquier sufrimiento valiera la pena.

Todo por él, siempre y solo por él.

“Pero el corazón insiste. Que será lo q le diste

Que no es capaz de sustituirte

Y comenzar una vez más.”

Al fin y al cabo. Que tanto podía hacer por sus sentimientos.

Estaba enamorado de Bruce y nada cambiaria eso. No había manera eficaz de atentar contra aquello q tenia escrito en cada vena del cuerpo.

Inevitablemente dependía de él. Y había pasado tanto tiempo sometido a este amor no correspondido y clandestino. Que no me quedaba voluntad o moral para intentar frenar aquello q ya se sentía natural en mí.

Que más daba si tenía q robarle a Rivalle tiempo con Bruce o mal interpretar palabras y gestos de su mejor amigo.

Que más daba vivir en necedad si por lo menos seguía al lado del hombre q amaba.

“Pero lo sabes bien q hasta es capaz de compartirte

Antes de perderte y seguir soñando, pero no se asta cuando”

No siempre podría asegurar q su integridad le dejaría amar a Bruce entre las sombras. No estaba seguro cuanto más soportaría mi corazón.

Pero si sabía ago. Sabia q disfrutaría todo cuanto mi maltrecho cuerpo me dejara disfrutar de estos sentimientos oscuros…

Todo por su amor a Bruce.

“Como decirte no”.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).